domingo, junio 03, 2012
YELLOW SUBMARINE
No puedo imaginar lo que en su momento debió ser ver "Yeloww submarine" en pantalla grande.
Para un público acostumbrado a un concepto conservador de la animación cinematográfica comercial, la psicodélica explosión de colores y formas que despliega "Yellow submarine" debió ser una pasada total.
Todavía lo es y eso que han pasado más de cuarenta años en tiempo y propuestas de animación cinematográfica.
Los Blue meanies (algo así como los malitos coñazo) invaden la utopía de Pepperland, un lugar lleno de vida, música y color, una especie de eterno "happening" campestre en el que la despreocupación, la música y el vino son la única razón de ser y estar. A los mandos de un submarino amarillo el joven Fred consigue escapar en busca de ayuda, una ayuda que encontrará en los Beatles, alter ego de la Sargent Pepper's Lonely Hearts Club Band que ameniza también eternamente ese "happening".
Con un brutal despliegue de creatividad y color (y una gran cantidad de juegos de palabras cuando no directamente chistes malos que tienen que resultar muy difíciles de traducir), "Yellow submarine" nos cuenta ese viaje del submarino amarillo y la nueva batalla que la alegría mantiene contra la tristeza encarnada esta vez en el coñazo azul que representan los "Blue Meanies".
No hay mucho más... ni mucho menos.
"Yellow submarine" es una película leve, suave, blanca, como el humo que despide la marihuana. Una historia de buenos y sus malos que parece no tomarse en serio, pero que despliega en su manera de producirse un mensaje claro y preciso. Verdadero documento de una manera de entender la vida y las cosas desde la felicidad, la positividad y la despreocupación, puro "swinging" británico que fue la respuesta Europea al movimiento "hippy" norteamericano.
El sueño de la sociedad de consumo generó este hermoso monstruo, pura espuma chispeante destellada de esa ola que rompió, hace ya demasiado tiempo, sonando a la maravillosa música de los Beatles..
No está mal recuperarla ahora que los "Blue meanies" han vuelto. Reagrupados en el parquet de las bolsas y tras las mesas de los consejos de administración atacan de nuevo enarbolando la temible bandera de su terrible realidad de mierda sin saber que ellos mismos son sus primeras víctimas.
Porque, y en lo social, la realidad no es algo que se impone de manera natural. En lo social, como bien plantea Habermas, todo es posible y no hay nada que no pueda ser revertido o modificado, basta con estar de acuerdo y ponerse manos a la obra para cambiarlo.
Cuando hay algo que no se puede cambiar por detrás siempre funciona la incomunicación o, lo que es peor, la comunicación/imposición de un particular interés, es decir, la dominación.
We should live in a yellow submarine... En realidad somos nosotros y no la realidad quienes nos lo impedimos constantemente.
No puedo imaginar lo que en su momento debió ser ver "Yeloww submarine" en pantalla grande.
Para un público acostumbrado a un concepto conservador de la animación cinematográfica comercial, la psicodélica explosión de colores y formas que despliega "Yellow submarine" debió ser una pasada total.
Todavía lo es y eso que han pasado más de cuarenta años en tiempo y propuestas de animación cinematográfica.
Los Blue meanies (algo así como los malitos coñazo) invaden la utopía de Pepperland, un lugar lleno de vida, música y color, una especie de eterno "happening" campestre en el que la despreocupación, la música y el vino son la única razón de ser y estar. A los mandos de un submarino amarillo el joven Fred consigue escapar en busca de ayuda, una ayuda que encontrará en los Beatles, alter ego de la Sargent Pepper's Lonely Hearts Club Band que ameniza también eternamente ese "happening".
Con un brutal despliegue de creatividad y color (y una gran cantidad de juegos de palabras cuando no directamente chistes malos que tienen que resultar muy difíciles de traducir), "Yellow submarine" nos cuenta ese viaje del submarino amarillo y la nueva batalla que la alegría mantiene contra la tristeza encarnada esta vez en el coñazo azul que representan los "Blue Meanies".
No hay mucho más... ni mucho menos.
"Yellow submarine" es una película leve, suave, blanca, como el humo que despide la marihuana. Una historia de buenos y sus malos que parece no tomarse en serio, pero que despliega en su manera de producirse un mensaje claro y preciso. Verdadero documento de una manera de entender la vida y las cosas desde la felicidad, la positividad y la despreocupación, puro "swinging" británico que fue la respuesta Europea al movimiento "hippy" norteamericano.
El sueño de la sociedad de consumo generó este hermoso monstruo, pura espuma chispeante destellada de esa ola que rompió, hace ya demasiado tiempo, sonando a la maravillosa música de los Beatles..
No está mal recuperarla ahora que los "Blue meanies" han vuelto. Reagrupados en el parquet de las bolsas y tras las mesas de los consejos de administración atacan de nuevo enarbolando la temible bandera de su terrible realidad de mierda sin saber que ellos mismos son sus primeras víctimas.
Porque, y en lo social, la realidad no es algo que se impone de manera natural. En lo social, como bien plantea Habermas, todo es posible y no hay nada que no pueda ser revertido o modificado, basta con estar de acuerdo y ponerse manos a la obra para cambiarlo.
Cuando hay algo que no se puede cambiar por detrás siempre funciona la incomunicación o, lo que es peor, la comunicación/imposición de un particular interés, es decir, la dominación.
We should live in a yellow submarine... En realidad somos nosotros y no la realidad quienes nos lo impedimos constantemente.
"Las doctrinas orientales, y también las antiguas doctrinas occidentales, son unánimes al afirmar que la contemplación es superior a la acción, como lo inmutable es superior al cambio. Puesto que la acción no es más que una modificación transitoria y momentánea del ser, no podría tener en sí misma su principio y su razón suficiente; si no se vincula a un principio que está más allá de su dominio contingente, no es más que una pura ilusión; y este principio del que saca toda la realidad de la que es susceptible, y su existencia y su posibilidad misma, no puede encontrarse más que en la contemplación o, si se prefiere, en el conocimiento, ya que, en el fondo, estos dos términos son sinónimos o al menos coincidentes, puesto que el conocimiento mismo y la operación por la que se le alcanza no pueden ser separados de ninguna manera...
... Aristóteles había afirmado la necesidad del «motor inmóvil» de todas las cosas. Este papel de «motor inmóvil» lo juega precisamente el conocimiento en relación a la acción; es evidente que ésta pertenece toda entera al mundo del cambio, del «devenir»; únicamente el conocimiento permite salir de ese mundo y de las limitaciones que le son inherentes, y, cuando alcanza lo inmutable, lo que es el caso de conocimiento principial o metafísico que es el conocimiento por excelencia, él mismo posee la inmutabilidad, ya que todo conocimiento verdadero es esencialmente identificación con su objeto. Es eso justamente lo que ignoran los occidentales modernos, que, en cuestión de conocimientos, no consideran más que un conocimiento racional y discursivo, y por tanto indirecto e imperfecto, lo que se podría llamar un conocimiento por reflejo, y que incluso, cada vez más, no aprecian este conocimiento inferior sino en la medida en que puede servir inmediatamente a fines prácticos; comprometidos en la acción hasta el punto de negar todo lo que la rebasa, no se aperciben de que esta acción misma degenera así, por falta de principio, en una agitación tan vana como estéril.
Ese es, en efecto, el carácter más visible de la época moderna: necesidad de agitación incesante, de cambio continuo, de velocidad que crece sin cesar como la velocidad con la que se desenvuelven los acontecimientos mismos. Es la dispersión en la multiplicidad, y en una multiplicidad que ya no está unificada por la consciencia de ningún principio superior; es, en la vida corriente tanto como en las concepciones científicas, el análisis llevado al extremo, la división indefinida, una verdadera disgregación de la actividad humana en todos los órdenes donde todavía puede ejercerse; y de ahí la inaptitud para la síntesis, la imposibilidad de toda concentración, tan llamativa a los ojos de los orientales. Son las consecuencias naturales e inevitables de una materialización cada vez más acentuada, ya que la materia es esencialmente multiplicidad y división, y por eso, lo decimos de pasada, todo lo que procede de ella no puede engendrar más que luchas y conflictos de todo tipo, tanto entre los pueblos como entre los individuos. Cuanto más se hunde uno en la materia, tanto más se acentúan y se amplifican los elementos de división; inversamente, cuanto más se eleva uno hacia la espiritualidad pura, tanto más se acerca a la unidad, que no puede realizarse plenamente más que por la consciencia de los principios universales."
(La crisis del mundo moderno, René Guenon)
... Aristóteles había afirmado la necesidad del «motor inmóvil» de todas las cosas. Este papel de «motor inmóvil» lo juega precisamente el conocimiento en relación a la acción; es evidente que ésta pertenece toda entera al mundo del cambio, del «devenir»; únicamente el conocimiento permite salir de ese mundo y de las limitaciones que le son inherentes, y, cuando alcanza lo inmutable, lo que es el caso de conocimiento principial o metafísico que es el conocimiento por excelencia, él mismo posee la inmutabilidad, ya que todo conocimiento verdadero es esencialmente identificación con su objeto. Es eso justamente lo que ignoran los occidentales modernos, que, en cuestión de conocimientos, no consideran más que un conocimiento racional y discursivo, y por tanto indirecto e imperfecto, lo que se podría llamar un conocimiento por reflejo, y que incluso, cada vez más, no aprecian este conocimiento inferior sino en la medida en que puede servir inmediatamente a fines prácticos; comprometidos en la acción hasta el punto de negar todo lo que la rebasa, no se aperciben de que esta acción misma degenera así, por falta de principio, en una agitación tan vana como estéril.
Ese es, en efecto, el carácter más visible de la época moderna: necesidad de agitación incesante, de cambio continuo, de velocidad que crece sin cesar como la velocidad con la que se desenvuelven los acontecimientos mismos. Es la dispersión en la multiplicidad, y en una multiplicidad que ya no está unificada por la consciencia de ningún principio superior; es, en la vida corriente tanto como en las concepciones científicas, el análisis llevado al extremo, la división indefinida, una verdadera disgregación de la actividad humana en todos los órdenes donde todavía puede ejercerse; y de ahí la inaptitud para la síntesis, la imposibilidad de toda concentración, tan llamativa a los ojos de los orientales. Son las consecuencias naturales e inevitables de una materialización cada vez más acentuada, ya que la materia es esencialmente multiplicidad y división, y por eso, lo decimos de pasada, todo lo que procede de ella no puede engendrar más que luchas y conflictos de todo tipo, tanto entre los pueblos como entre los individuos. Cuanto más se hunde uno en la materia, tanto más se acentúan y se amplifican los elementos de división; inversamente, cuanto más se eleva uno hacia la espiritualidad pura, tanto más se acerca a la unidad, que no puede realizarse plenamente más que por la consciencia de los principios universales."
(La crisis del mundo moderno, René Guenon)
PÉPÉ LE MOKO
Una de las grandes aportaciones del cine francés a la historia del cine es el realismo poético.
Durante la década de los treintas del siglo pasado directores como Jean Renoir, Marcel Carné o Julien Duvivier se dedicaron a filmar tremendos dramas románticos en los que el deseo de los protagonistas colisionaba de manera violenta con las circunstancias materiales y escasas, por una u otra razón, de su propia vida.
Estas circunstancias terminaban por apartarles de una felicidad que, súbitamente y cuando menos lo esperaban, les ha salido al paso adoptando la forma del más arrasador amor romántico.
Los protagonistas de estas historias, que siempre suceden en los arrabales de las grandes ciudades, son solitarios náufragos del oleaje de la gran ciudad. Personajes proletarios o directamente fuera de la ley que sobreviven como pueden a su propio fracaso en la abandonada playa del callejón o de la calle oscura.
Dirigida en 1938 por Julien Duvivier, "Pépé le Moko" es una de las obras cumbres del realismo poético y, por lo tanto, del cine francés y por extensión del cine mundial.
La película tiene el nombre de su protagonista, un delincuente que huyendo de Paris ha encontrado impenetrable hogar y protección en la casbah de Argel. Allí, escapando una y otra vez de la policía, continúa con su vida de delito hasta que se cruza en su camino una turista francesa, amante de un millonario, de la que Pépé se enamora perdidamente y que le resultará tan inalcanzable como el París que ambos añoran.
La turista se convertirá en el punto débil que todos los enemigos del delincuente estaban esperando.
A través de ese amor que termina materializándose entre los melancólicos recuerdos compartidos de un París que queda demasiado lejos, Pépé sentirá la magnitud de su fracaso, un fracaso que le hará ver como una cárcel lo que antes era su protectora casbah.
Como a todos los personajes que protagonizan estas historias de realismo mágico, la perdición les llegará a partir de la debilidad que, en el mundo calculador y cruel en que se encuentran, supone el descontrol del sentimiento.
La melancolía y el amor son sentimientos que en realidad Pépé no puede permitirse si quiere sobrevivir en el mundo que ha llegado a construirse, pero la tragedia está en que ni lo sabe ni tampoco, de saberlo, podría evitarlo.
Su protagonista, Jean Gabin, se convirtió en estrella mundial dando vida a este tipo de personajes, tipos duros que tarde a temprano se vuelven vulnerables hasta la destrucción al experimentar ese desmoronamiento sentimental... Y los bordaba. Su interpretación en esta película es un ejemplo de su inolvidable talento sin igual.
"Pépé le Moko" es una obra maestra absoluta e inolvidable... Un clásico como "Casablanca" le debe mucho (por decirlo de manera elegante)
Una de las grandes aportaciones del cine francés a la historia del cine es el realismo poético.
Durante la década de los treintas del siglo pasado directores como Jean Renoir, Marcel Carné o Julien Duvivier se dedicaron a filmar tremendos dramas románticos en los que el deseo de los protagonistas colisionaba de manera violenta con las circunstancias materiales y escasas, por una u otra razón, de su propia vida.
Estas circunstancias terminaban por apartarles de una felicidad que, súbitamente y cuando menos lo esperaban, les ha salido al paso adoptando la forma del más arrasador amor romántico.
Los protagonistas de estas historias, que siempre suceden en los arrabales de las grandes ciudades, son solitarios náufragos del oleaje de la gran ciudad. Personajes proletarios o directamente fuera de la ley que sobreviven como pueden a su propio fracaso en la abandonada playa del callejón o de la calle oscura.
Dirigida en 1938 por Julien Duvivier, "Pépé le Moko" es una de las obras cumbres del realismo poético y, por lo tanto, del cine francés y por extensión del cine mundial.
La película tiene el nombre de su protagonista, un delincuente que huyendo de Paris ha encontrado impenetrable hogar y protección en la casbah de Argel. Allí, escapando una y otra vez de la policía, continúa con su vida de delito hasta que se cruza en su camino una turista francesa, amante de un millonario, de la que Pépé se enamora perdidamente y que le resultará tan inalcanzable como el París que ambos añoran.
La turista se convertirá en el punto débil que todos los enemigos del delincuente estaban esperando.
A través de ese amor que termina materializándose entre los melancólicos recuerdos compartidos de un París que queda demasiado lejos, Pépé sentirá la magnitud de su fracaso, un fracaso que le hará ver como una cárcel lo que antes era su protectora casbah.
Como a todos los personajes que protagonizan estas historias de realismo mágico, la perdición les llegará a partir de la debilidad que, en el mundo calculador y cruel en que se encuentran, supone el descontrol del sentimiento.
La melancolía y el amor son sentimientos que en realidad Pépé no puede permitirse si quiere sobrevivir en el mundo que ha llegado a construirse, pero la tragedia está en que ni lo sabe ni tampoco, de saberlo, podría evitarlo.
Su protagonista, Jean Gabin, se convirtió en estrella mundial dando vida a este tipo de personajes, tipos duros que tarde a temprano se vuelven vulnerables hasta la destrucción al experimentar ese desmoronamiento sentimental... Y los bordaba. Su interpretación en esta película es un ejemplo de su inolvidable talento sin igual.
"Pépé le Moko" es una obra maestra absoluta e inolvidable... Un clásico como "Casablanca" le debe mucho (por decirlo de manera elegante)
sábado, junio 02, 2012
"Con Otras palabras: a la división del trabajo muy diferenciada le corresponde una complicidad general, y a ésta una irresponsabilidad general. Cada cual es causa y efecto y por tanto no es causa. Las causas se diluyen en una mutabilidad general de actores y condiciones, reacciones y contrarreacciones. Esto procura a la idea de sistema evidencia social y popularidad. Esto deja claro de manera ejemplar dónde reside el significado biográfico de la idea de sistema: se puede hacer algo y seguir haciéndolo sin tener que responsabilizarse personalmente de ello. Se actúa, por decirlo así, en la ausencia de uno mismo. Se actúa físicamente sin actuar moral y políticamente.
El otro generalizado (el sistema) actúa en uno y a través de uno: ésta es la moral civilizatoria de los esclavos, en la que social y personalmente se actúa como si uno se encontrara bajo un destino natural, bajo la «ley de gravedad» del sistema. De este modo se busca un culpable a la vista del inminente desastre ecológico."
(La sociedad del riesgo, Ulrich Beck)
El otro generalizado (el sistema) actúa en uno y a través de uno: ésta es la moral civilizatoria de los esclavos, en la que social y personalmente se actúa como si uno se encontrara bajo un destino natural, bajo la «ley de gravedad» del sistema. De este modo se busca un culpable a la vista del inminente desastre ecológico."
(La sociedad del riesgo, Ulrich Beck)
"El físico David Bohm dice que el holograma es el punto de partida de una nueva descripción de la realidad: el orden plegado. La realidad clásica se ha centrado en manifestaciones secundarias -el aspecto desplegado de las cosas-, y no en su fuente. Estas apariencias se abstraen de un flujo intangible, invisible, que no se compone de partes. Se trata de una conexión inseparable..
Bohm dice que la ciencia que pretende separar el mundo en sus partes no puede descubrir las leyes físicas primarias"
(El paradigma holográfico, VV.AA)
Bohm dice que la ciencia que pretende separar el mundo en sus partes no puede descubrir las leyes físicas primarias"
(El paradigma holográfico, VV.AA)
"The story of the rise and fall of Alan Greenspan's reputation is more than a personal morality tale. It's also the story of how the makers of economic policy convinced themselves that they had everything under control, only to learn, to their horror—and the country's pain—that they didn't."
The Return of Depression Economics and the Crisis of 2008, Paul Krugman)
The Return of Depression Economics and the Crisis of 2008, Paul Krugman)
CORIOLANUS
No está nada mal este "Coriolano" de Ralph Fiennes.
Es difícil estropear un texto de Shakespeare trasladándolo a un medio como el cinematográfico. Alguna vez se ha hecho y quizá tenga más mérito que conseguir un espectáculo aceptable de una obra del insigne bardo británico. Y desde luego no podemos concederle en mi opinión tan dudoso mérito a Ralph Fiennes.
Acertadamente, para mi gusto, Fiennes y Logan, el guionista, trasladan la historia a un lugar indeterminado del ya terminado conflicto de la antigua Yugoslavia y la dejan respirar sin interponer el ego, el camino más rápido para conseguir ese difícil mérito del que he hablado con anterioridad, entre el espectador y la historia.
No se sabe con certeza si un personaje como Cayo Marcio Coriolano existió en realidad. Su momento, las guerras entre romanos y Volscos por el control del Lacio, es uno de esos momentos en que historia y leyenda se entremezclan para volvernos a mostrar (si es que lo queremos ver) que en realidad no sabemos tanto como creemos.
Shakespeare recupera la historia-leyenda de Coriolano para contarnos el relato de un fiero general romano, azote de los Volscos, cuyas victorias en el campo de batalla le enfrentan a la compleja realidad política de la ciudad que con las armas y la sangre de sus soldados defiende.
Patricio de corazón, Coriolano siente un desprecio por la plebe que se niega a atemperar por mor de una carrera política que la república romana le ofrece. Y esta es, para mi, la parte más interesante de la obra de Shakespeare. Cuando su Coriolano deviene a crítica de las maneras de hacer política. Ese contemporizar y ceder en el gusto propio para conseguir el respaldo de los otros que en muchos casos se confunde (casi siempre acertadamente) con la hipocresía y la mentira.
Hombre de acción por encima de todo, Coriolano es incapaz de ejecutar ese doblez que el discurso político le exige generando un conflicto social que acarreará su destierro de Roma.
Lleno de odio se ofrecerá a los que fueron sus enemigos para ejecutar su particular venganza contra la madre, física y política, que le ha traicionado.
Y es aquí donde surgirá la tragedia convirtiendo el esfuerzo de Coriolano en un imposible deseo que le acarreará la condena de un futuro incierto.
No es una de las grandes obras de Shakesperare, pero sin duda su "Coriolano" ocupa un lugar destacado en la segunda fila reservada a los tesoros por descubrir. Frente a ésto, el mínimo mérito de Ralph Fiennes como guionista y director es permitir que la obra se muestre y desenvuelve con naturalidad, sin robar el protagonismo a la palabra, elemento esencial del medio para el que el texto fue creado y que en muchas ocasiones es uno de los grandes problemas que lastran las adaptaciones cinematográficas de las obras teatrales.
El exceso y la abundancia de imágenes ensordece el poder de la palabra, pero ésto afortunadamente no sucede en este Coriolano que muestra la trágica esencia de un monstruo desplazado por sus propios éxitos al territorio inexplorado y difícil de la civilidad, un territorio que se muestra para el valeroso guerrero mucho más letal que los sangrientos campos de batalla donde su ser se encuentra a sus anchas.
Interesante.
No está nada mal este "Coriolano" de Ralph Fiennes.
Es difícil estropear un texto de Shakespeare trasladándolo a un medio como el cinematográfico. Alguna vez se ha hecho y quizá tenga más mérito que conseguir un espectáculo aceptable de una obra del insigne bardo británico. Y desde luego no podemos concederle en mi opinión tan dudoso mérito a Ralph Fiennes.
Acertadamente, para mi gusto, Fiennes y Logan, el guionista, trasladan la historia a un lugar indeterminado del ya terminado conflicto de la antigua Yugoslavia y la dejan respirar sin interponer el ego, el camino más rápido para conseguir ese difícil mérito del que he hablado con anterioridad, entre el espectador y la historia.
No se sabe con certeza si un personaje como Cayo Marcio Coriolano existió en realidad. Su momento, las guerras entre romanos y Volscos por el control del Lacio, es uno de esos momentos en que historia y leyenda se entremezclan para volvernos a mostrar (si es que lo queremos ver) que en realidad no sabemos tanto como creemos.
Shakespeare recupera la historia-leyenda de Coriolano para contarnos el relato de un fiero general romano, azote de los Volscos, cuyas victorias en el campo de batalla le enfrentan a la compleja realidad política de la ciudad que con las armas y la sangre de sus soldados defiende.
Patricio de corazón, Coriolano siente un desprecio por la plebe que se niega a atemperar por mor de una carrera política que la república romana le ofrece. Y esta es, para mi, la parte más interesante de la obra de Shakespeare. Cuando su Coriolano deviene a crítica de las maneras de hacer política. Ese contemporizar y ceder en el gusto propio para conseguir el respaldo de los otros que en muchos casos se confunde (casi siempre acertadamente) con la hipocresía y la mentira.
Hombre de acción por encima de todo, Coriolano es incapaz de ejecutar ese doblez que el discurso político le exige generando un conflicto social que acarreará su destierro de Roma.
Lleno de odio se ofrecerá a los que fueron sus enemigos para ejecutar su particular venganza contra la madre, física y política, que le ha traicionado.
Y es aquí donde surgirá la tragedia convirtiendo el esfuerzo de Coriolano en un imposible deseo que le acarreará la condena de un futuro incierto.
No es una de las grandes obras de Shakesperare, pero sin duda su "Coriolano" ocupa un lugar destacado en la segunda fila reservada a los tesoros por descubrir. Frente a ésto, el mínimo mérito de Ralph Fiennes como guionista y director es permitir que la obra se muestre y desenvuelve con naturalidad, sin robar el protagonismo a la palabra, elemento esencial del medio para el que el texto fue creado y que en muchas ocasiones es uno de los grandes problemas que lastran las adaptaciones cinematográficas de las obras teatrales.
El exceso y la abundancia de imágenes ensordece el poder de la palabra, pero ésto afortunadamente no sucede en este Coriolano que muestra la trágica esencia de un monstruo desplazado por sus propios éxitos al territorio inexplorado y difícil de la civilidad, un territorio que se muestra para el valeroso guerrero mucho más letal que los sangrientos campos de batalla donde su ser se encuentra a sus anchas.
Interesante.
viernes, junio 01, 2012
Y con un expediente de regulación de empleo por medio...
"El equipo directivo de Prisa ingresará en 2012 una remuneración total de 17,1 millones de euros, lo que supone un incremento del 16,9% respecto a los 14,6 millones del pasado año. En pleno plan de recortes y ajustes, y con un ERE de unas 200 personas en ciernes en el diario El País, que se suma al planteado en la Cadena Ser en 2011, los consejeros y miembros de la alta dirección de la compañía ingresarán 10,57 millones en concepto de bonus extraordinario, un 31% más que el año pasado. La retribución fija permanece en cambio estable en 6,53 millones de euros."
(La cúpula de Prisa se eleva un 31% el 'bonus' de 2012 en pleno ajuste)
Y seguro que te lo explican... que éso es lo peor.
"El equipo directivo de Prisa ingresará en 2012 una remuneración total de 17,1 millones de euros, lo que supone un incremento del 16,9% respecto a los 14,6 millones del pasado año. En pleno plan de recortes y ajustes, y con un ERE de unas 200 personas en ciernes en el diario El País, que se suma al planteado en la Cadena Ser en 2011, los consejeros y miembros de la alta dirección de la compañía ingresarán 10,57 millones en concepto de bonus extraordinario, un 31% más que el año pasado. La retribución fija permanece en cambio estable en 6,53 millones de euros."
(La cúpula de Prisa se eleva un 31% el 'bonus' de 2012 en pleno ajuste)
Y seguro que te lo explican... que éso es lo peor.
jueves, mayo 31, 2012
"Negándose a investigar Bankia, el Gobierno y las fuerzas políticas que le apoyen –la actitud del PSOE, de momento, es pacata– rompen el pacto social y dejan a la democracia en los huesos."
(La ruptura del pacto social, Josep Ramoneda)
Justo cuando más necesaria es la escenificación de una sociedad madura depurando conductas y dilucidando responsabilidades de cara al exterior, que nos observa incapaces de cerrar las cifras de nuestro déficit, y también desde un desconcertado interior que no sabe qué pensar es cuando menos necesaria parece para aquellos que nos gobiernan.
Una muestra más de falta de visión y raquitismo intelectual.
Todos los argumentos aducidos pueden perfectamente ser puestos en pasiva: la presunta falta de seriedad que el país puede dar también puede entenderse por lo contrario, por madurez y seriedad, retratándose sin querer quiénes así piensan.
Se apela a la responsabilidad... concepto de moda a cuya sombra parecen cobijarse los canallas más a la última en esta complicada hora. ¿Y es que no hay mayor responsabilidad en el que gestiona que averiguar y dar cuenta de lo que pasa? ¿Cómo es posible arbitrar soluciones que realmente sean eficaces sin saber exactamente qué es lo que pasa?
Intolerable.
Se argumenta acerca del circo y al electoralismo... un absurdo que sólo demuestra incapacidad puesto que se traslada la sensación de inevitabilidad que sólo los propios políticos, desde la responsabilidad, pueden parar. Sólo ellos pueden evitar el circo y electoralismo mientras el pueblo les escucha, pareciendo no poder evitarlo como el escorpión en el cuento del escorpión y la rena.
Parece que no pueden dejar ni por un segundo de ser quienes son: egoístas, incapaces, cobardes y electoralista... incluso en uno de los peores momentos de la nación cuyo destino está en sus manos.
Ni siquiera se dan cuenta de que en esas escusas se retratan.
(La ruptura del pacto social, Josep Ramoneda)
Justo cuando más necesaria es la escenificación de una sociedad madura depurando conductas y dilucidando responsabilidades de cara al exterior, que nos observa incapaces de cerrar las cifras de nuestro déficit, y también desde un desconcertado interior que no sabe qué pensar es cuando menos necesaria parece para aquellos que nos gobiernan.
Una muestra más de falta de visión y raquitismo intelectual.
Todos los argumentos aducidos pueden perfectamente ser puestos en pasiva: la presunta falta de seriedad que el país puede dar también puede entenderse por lo contrario, por madurez y seriedad, retratándose sin querer quiénes así piensan.
Se apela a la responsabilidad... concepto de moda a cuya sombra parecen cobijarse los canallas más a la última en esta complicada hora. ¿Y es que no hay mayor responsabilidad en el que gestiona que averiguar y dar cuenta de lo que pasa? ¿Cómo es posible arbitrar soluciones que realmente sean eficaces sin saber exactamente qué es lo que pasa?
Intolerable.
Se argumenta acerca del circo y al electoralismo... un absurdo que sólo demuestra incapacidad puesto que se traslada la sensación de inevitabilidad que sólo los propios políticos, desde la responsabilidad, pueden parar. Sólo ellos pueden evitar el circo y electoralismo mientras el pueblo les escucha, pareciendo no poder evitarlo como el escorpión en el cuento del escorpión y la rena.
Parece que no pueden dejar ni por un segundo de ser quienes son: egoístas, incapaces, cobardes y electoralista... incluso en uno de los peores momentos de la nación cuyo destino está en sus manos.
Ni siquiera se dan cuenta de que en esas escusas se retratan.
"Pero justamente por eso, por el desplome de la confianza exterior en el país, el Parlamento español debe comportarse como una institución moderna y transparente que se movilice para evitar que vuelvan a ocurrir desastres como Bankia. Lamentable."
(La nueva farsa con Bankia)
Por lo visto, intentar saber lo que ha pasado con Bankia es lo peor que le puede pasar a este país... y además te lo explican.
Se ruega rigurosa etiqueta de tonto -nariz de payaso roja- para escuchar esas explicaciones.
(La nueva farsa con Bankia)
Por lo visto, intentar saber lo que ha pasado con Bankia es lo peor que le puede pasar a este país... y además te lo explican.
Se ruega rigurosa etiqueta de tonto -nariz de payaso roja- para escuchar esas explicaciones.
Paga o muere...
"El número de suicidios ha aumentado de forma notable en los últimos tres años en Grecia, y los especialistas creen que es una consecuencia de la grave crisis económica que atraviesa el país. Las pensiones de jubilación se han recortado desde el inicio de las medidas de austeridad del Gobierno en 2010 alrededor de un 15%, además de otros complementos, mientras que las de más de 1.200 euros han experimentado un tijeretazo adicional del 20%."
(Nuevo suicidio en Grecia: 'He cometido un crimen horrendo: ser un profesional y contraer una deuda')
Lo siguiente de lo siguiente a la usura...
Si la razón puede perderse por las formas, no digamos por los hechos.
¿Dónde queda el derecho al reintegro del prestamista cuando produce la muerte a los obligados por ese derecho?
Por encima de todo, hay que estar vivo para pagar.
"El número de suicidios ha aumentado de forma notable en los últimos tres años en Grecia, y los especialistas creen que es una consecuencia de la grave crisis económica que atraviesa el país. Las pensiones de jubilación se han recortado desde el inicio de las medidas de austeridad del Gobierno en 2010 alrededor de un 15%, además de otros complementos, mientras que las de más de 1.200 euros han experimentado un tijeretazo adicional del 20%."
(Nuevo suicidio en Grecia: 'He cometido un crimen horrendo: ser un profesional y contraer una deuda')
Lo siguiente de lo siguiente a la usura...
Si la razón puede perderse por las formas, no digamos por los hechos.
¿Dónde queda el derecho al reintegro del prestamista cuando produce la muerte a los obligados por ese derecho?
Por encima de todo, hay que estar vivo para pagar.
martes, mayo 29, 2012
"En su rueda de prensa en la sede de Génova 13, el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, dijo que esa escalada de la prima de riesgo poco o nada tenía que ver con el ‘caso Bankia’, sino que se debía casi exclusivamente a las dudas sobre Grecia. Pues bien, en mi modesta opinión el presidente del Gobierno perdió ayer una oportunidad de oro para decirles a los ciudadanos dos cosas importantes: la primera, por qué se ha llegado a esta situación, qué es lo que ha pasado para que una entidad financiera como Bankia tenga que ser ‘rescatada’ por el Estado español y nacionalizada, y por qué los ciudadanos vamos a tener que poner tanto dinero de nuestro bolsillo -500 euros cada uno- para salvarla; la segunda, haber dado orden al fiscal general del Estado para que, de inmediato, se abriera una investigación profunda sobre lo que ha pasado en Bankia, en particular, y en buena parte de nuestro sistema financiero, en general."
(Mario Conde fue a la cárcel por mucho menos que lo de Bankia)
Bueno... Seguramente no lo hace por que pueden salir nombres de su partido, algún que otro crédito condonado y/o concedido a su propio partido y a otro.
Y esto es una variable más que lo complica todo.
Este y no otro era el momento de investigar Bankia.
El país serio que dicen que somos debería medir cuanto antes el perímetro de su agujero financiero e investigar su origen desde lo judicial y lo político.
Todo lo demás son mentiras nada piadosas, puro e inconfesable interés, discursos colaboracionistas con el error.
(Mario Conde fue a la cárcel por mucho menos que lo de Bankia)
Bueno... Seguramente no lo hace por que pueden salir nombres de su partido, algún que otro crédito condonado y/o concedido a su propio partido y a otro.
Y esto es una variable más que lo complica todo.
Este y no otro era el momento de investigar Bankia.
El país serio que dicen que somos debería medir cuanto antes el perímetro de su agujero financiero e investigar su origen desde lo judicial y lo político.
Todo lo demás son mentiras nada piadosas, puro e inconfesable interés, discursos colaboracionistas con el error.
Leo lo que creo es la verdad con respecto al tema de la deuda privada y la burbuja inmobiliaria de nuestro país:
"La banca se volvió loca de avaricia y se endeudó hasta las cejas con la zanahoria del ladrillo, el despilfarro fue suyo y ahora quieren que lo paguemos todos."
Los discursos contra la gente basados en la responsabilidad de cada persona olvidan la responsabilidad de la entidad financiera que en teoría estudiaba cada préstamo e hipoteca antes de concederlo. Y entiendo que estudiar significa lo que suele significar... aunque no descarto algún significado nuevo como posibilidad de escape.
Resulta que dos no se obligan contractualmente si uno no quiere.
Y si la gente se volvió irresponsablemente loca, como sostienen algunos, la banca enloqueció en igual medida y como mínimo... aunque en realidad cuente con el agravante de que se encargó de calentar la frialdad de su negocio.
Si hay que ayudarles, pues se les ayuda... pero que no nos tomen por tontos (lo que seguramente somos).
Y detrás de todo la avaricia, el no tener nunca bastante de unos objetivos que pasan de ser medios a convertirse en fines.
Crecer por crecer.
Tener más por tener más... hasta lo que no sabemos bien qué aguante.
Y ahora, como siempre demasiado tarde, sabemos de qué se trata, pero los formales se atrincheran bajo la seriedad virtual de sus trajes y corbatas y no solo quieren que otros les resuelvan el problema sino además resultar, si pueden, victimas inocentes.
"La banca se volvió loca de avaricia y se endeudó hasta las cejas con la zanahoria del ladrillo, el despilfarro fue suyo y ahora quieren que lo paguemos todos."
Los discursos contra la gente basados en la responsabilidad de cada persona olvidan la responsabilidad de la entidad financiera que en teoría estudiaba cada préstamo e hipoteca antes de concederlo. Y entiendo que estudiar significa lo que suele significar... aunque no descarto algún significado nuevo como posibilidad de escape.
Resulta que dos no se obligan contractualmente si uno no quiere.
Y si la gente se volvió irresponsablemente loca, como sostienen algunos, la banca enloqueció en igual medida y como mínimo... aunque en realidad cuente con el agravante de que se encargó de calentar la frialdad de su negocio.
Si hay que ayudarles, pues se les ayuda... pero que no nos tomen por tontos (lo que seguramente somos).
Y detrás de todo la avaricia, el no tener nunca bastante de unos objetivos que pasan de ser medios a convertirse en fines.
Crecer por crecer.
Tener más por tener más... hasta lo que no sabemos bien qué aguante.
Y ahora, como siempre demasiado tarde, sabemos de qué se trata, pero los formales se atrincheran bajo la seriedad virtual de sus trajes y corbatas y no solo quieren que otros les resuelvan el problema sino además resultar, si pueden, victimas inocentes.
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