sábado, diciembre 15, 2007

PASIÓN DE LOS FUERTES

Es difícil hablar del cine de John Ford porque uno de sus principales encantos consiste en la generación de un estado de ánimo. Su talento para colocar la cámara en el único lugar posible para filmar el plano de la forma más natural se combina con su capacidad para sugerir en todas sus películas una experiencia íntima de humanidad que abarca a la totalidad de sus personas e historias.

"Pasión de los fuertes" es un buen ejemplo de ese único e incomparable modo de narrar.

La reyerta que los hermanos Earp acompañados de Doc Holliday libraron contra los hermanos Clanton ha dado para unas cuantas películas a lo largo de la historia del cine. Unos destacaron la violencia, otros la épica del Oeste, pero sólo Ford convierte este pequeño acontecimiento en un drama emocionante e intimista donde lo más importante no son las pistolas sino las palabras y las miradas de los personajes.

Ya se encuentren en la lado luminoso o en el lado oscuro de la vida, todos tienen su razones. Y Ford maneja los tiempos y los espacios de forma que todos puedan expresarse. Muestra su humanidad con independencia de la moralidad de sus actos.

Al final, uno tiene la impresión de que lo que sucede ante tus ojos es algo real.

Los personaje sy las situaciones traspasan las dos dimensiones proyectándose en una tercera hacia el corazón del espectador que no tiene otro remedio que emocionarse ante el espectáculo del embravecido oleaje de la vida, un oleaje en el que los personajes -como el espectador-intentan mantenerse a flote con mayor o menor fortuna.

Si las películas de Ford tienen un mensaje, éste no es intelectual sino emocional.

"Pasión de los fuertes", como todas las películas del maestro irlandés, está llena de momentos que resultan inolvidables, como si uno los hubiera vivido en propia carne. Yo siempre recuerdo aquel en que el Earp magistralmente interpretado por Henry Fonda le pregunta al viejo camarero si ha estado enamorado alguna vez. Como quién no quiere la cosa, y desde el otro lado de la barra, el tipo simplemente le contesta que no, que ha sido camarero toda su vida.

Para los dos, y para el espectador que a veces siente pudor porque se sabe espiando la conversación de dos amigos sin haber sido invitado, la respuesta tiene sentido.

Observando... Siempre desde el otro lado de la barra.

Todo lo que no se ha dicho, lo que queda en el silencio del sobreentendimiento que flota entre los dos, le otorga ese sentido que parece no tener.

La respuesta resulta perfecta, emocionante.

Es la verbalmente inexplicable magia de Ford.

Poesía.
BEOWULF

Vaya por delante que no me entusiasma mucho esta vertiente de la moderna animación cinematográfica que busca producir imágenes lo más cercanas posibles a la realidad. Para mi gusto, su único interés radica en la mera demostración de la capacidad de acercarse más y más al imposible momento en que no se pueda distinguir una imagen basada en la carne de otra basada en los píxeles.

Ni que decir que tiene que en Beolwulf son evidentes los avances que dejan a la animación por ordenador más cerca de su imposible objetivo, pero los personajes se me siguen antojando máscaras vacías, atracciones de feria desprovistos de una vida que sus creadores intentan desesperadamente imitar. Esto es evidente en las miradas. Los ojos de todos los personajes son simples cristales que transparentan una nada imposible de disimular y la evidencia de esa nada me aleja de la historia y de los propios personajes.

No se qué haran los programadores para animar toda esa vida que llena los ojos de los actores reales y que es un contribuyente siempre esencial a la credibilidad de sus interpretaciones. No se si será posible crear la ilusión de la intensidad de una vida, de una emoción, ... pero por el momento los personajes resultan meros autómatas que repiten frases que un demiurgo ha puesto en sus labios sin parecer sentirse afectados por su significado y eso no ayuda a que la historia traspase la piel del espectador. La, mía desde luego, no.

En cuanto a la historia, Beowulf es, por lo visto, es un poema épico anglosajón escrito en inglés antiguo y, también por lo visto, las líneas generales de la narración se trasladan intactas a la película.

Entre tanto virtuosismo tecnológico uno llega a intuir el interés subyacente de un relato sapiencial que enfrenta de manera simbólica al hombre con sus propias limitaciones... Un relato cíclico en el que los hijos de relaciones espúreas con la ventral ambición tarde o temprano regresan desde lo más profundo para pedir cuentas a sus muy formales padres.

Lo espectacular, para mi gusto, no está en los estupendos efectos de animación sino en la propia historia.

El hombre tropezando una y otra vez en la misma hermosa piedra, la bella y tentadora reina de las profundidades enpixelada en la imagen de Angelina Jolie.

El hombre siempre perdido en su laberinto de ilusión y deseo, inasequible al desaliento, soñando con que será él quién primero salga victorioso de una lucha contra un enemigo mucho más poderoso.

miércoles, diciembre 12, 2007

EL POLÍTICO

Dirigida por el brillante Robert Rossen, "El político" narra el ascenso de Willie Stark desde la nada hasta convertirse en gobernador de un inconcreto estado de la cuenca del Missisispi.

Por encima de todo, la historia que se nos cuenta es la historia de un arribista, el lado oscuro de ese sueño americano en el que un hombre puede hacerse a sí mismo.

Algunos piensan que Stark termina por corromperse buscando conseguir lo mejor para sus votantes, pero yo creo que su maldad del personaje siempre estuvo allí. La escena en que ignora su mujer y devora la comida que ella ha hecho para él le denotan al menos como un ser egoísta e hipócrita desde el principio de la historia.

Stark no necesita corromperse. Desde el principio es una víctima de su propia ambición y el hecho de que deba enfrentarse al poder establecido para dejar vacío ese lugar y poder ocuparlo simplemente le hace parecer lo que no es.

Stark reúne las condiciones para triunfar y sólo necesita aprender.

"El político" es una película entretenida por sí misma y también intelectualmente estimulante presentando una visión crítica de la política y los políticos que en absoluto ha perdido vigencia y que por cada uno de sus fotogramas invita a la reflexión.

Para los griegos, todos los regímenes políticos tenían un gemelo oscuro y el gemelo de la democracia era la demagogia.

Un tema muy actual.

domingo, diciembre 09, 2007

THE GREAT RAID
Inspirada en hechos reales, la liberación a comienzos del último año de la II Guerra Mundial de 500 prisioneros de guerra norteamericanos de un campo de concentración japonés en las Filipinas en trance de ser liberadas, "The great raid" es una película a contracorriente, como de otra época.
Por todo su metraje alienta el espíritu de las cintas de hazañas bélicas rodadas en blanco y negro en la década de los cuarentas y los cincuentas del pasado siglo.
Lo humano predomina siempre sobre lo tecnológico y el efecto especial.
No será una película que pase a la historia del cine, pero su propuesta resulta estimulante por lo evocador de un cine que ya no se hace, por lo que supone de vuelta a un modo clásico de narrar basado en la mirada y la palabra.
"The great raid" nos habla de la falta de garantías y certezas, de las exigencias que nuestras propias limitaciones y levedades humanas nos imponen, de la necesidad en muchas ocasiones de convivir con la incertidumbre aunque sea necesario decidir y de la grandeza de asumir hasta el final las consecuencias de nuestras propias decisiones... cosas que uno no puede encontrar en el Alcampo y el Carrefour, lugares espirituales de nuestro tiempo que también ha acabado por frecuentar nuestro cine actual.
Y todo ello en el exasperante y brutal marco de una guerra, un lugar donde aumentan las probabilidades de que la siguiente decisión que tomemos sea la última.
Perfectamente, el maestro Eastwood podría haber firmado esta pequeña historia de vida y muerte.

jueves, diciembre 06, 2007

"... me despierto y suspiro,
y me duermo para soñar hasta que llegue el día
con la verdad que el oro nunca puede comprar..."
(Edgar Allan Poe)
RAN

Es cierto que hay mucho Shakespeare en esta obra que, en su momento, por su temática y dada la avanzada edad de Kurosawa, fue considerada como su testamento cinematográfico.

De hecho, el productor francés Serge Silbermann le ayudó a sacar un proyecto para el que el cineasta japonés encontraba muchos problemas de financiación en su propio país. Ayuda exterior que Kurosawa recibió para posteriores proyectos, como Kagemusha (donde contó con el soporte económico de Francis Ford Coppola), y que le permitieron prolongar su carrera casi una década más.

Como decía, es cierto que hay mucho Shakespeare en Ran, pero quizás la presencia de ciertas líneas discursivas, intertextualidades y personajes claramente pertenecientes al dramaturgo inglés no sea el punto esencial sobre el cual incidir para arrojar luz sobre esta obra maestra que por si sola reivindica el carácter del cine como arte.

Ran es una palabra japonesa que significa "caos", el perfecto titulo para la historia del derrumbamiento de un orden, el que trabajosamente, a golpes de carne y sangre, el gran señor Hidetora Ichimonji ha construído durante toda su vida.

Apenas tiene tiempo para disfrutarlo. La vejez llega para cansarle y hacerle tomar la decisión de compartir ese orden con sus hijos. A partir de entonces, llega el desmoronamiento, el desorden y la destrucción de su clan.

La retirada de Ichimonji pone en juego los deseos e intereses de todos aquellos que, hijos incluídos, permanecieron subordinados a su poder.

El resultado es el conflico, la lucha, la práctica aniquilación y la instauración de un nuevo orden por encima de las cenizas del clan Ichimonji. Un nuevo orden cuyo destino seguramente será el mismo, cuando llegue la debilidad encarnada en la vejez o en la incompetencia o en la constatación de la mayor fuerza de otro.

Ran es entonces un relato pesimista y brutal sobre la vida misma y su constante tendencia al caos, a la entropía. La dificultosa construcción de un orden por parte de los hombres es un trabajo siempre condenado al fracaso.

La derrota, el fracaso será siempre una vista segura, bien de la mano de los otros y a traves de sus propias virtudes, bien de la mano de uno mismo mediante las propias debilidades.

En este sentido, Ichimonji se convierte en un caso extremo, una reducción al absurdo.

No hay nadie invencible, porque al final los años tarde o temprano acaban derrotando.

La esencia amarga y desesperanzada de Ran es ontológica, profunda y esencial. Todo esfuerzo por construir, por hacer, siempre está amenazado. Se convierte en un acto precario y de carácter caduco... Y sin embargo el hombre constantemente se esfuerza y lucha contra sí mismo y contra los otros por hacerse un lugar lo más confortable posible en un mundo donde la materia esta limitada.

Ran es una mirada amarga y desengañada, la conclusión definitiva de un hombre viejo a quién las buenas palabras no pueden engañar porque ha visto demasiada vida suceder brutal ante sus ojos.

Y esa mirada también está en Shakespeare quién pone en boca de uno de sus personajes que "La vida es como un cuento relatado por un idiota; un cuento lleno de palabrería y frenesí, que no tiene ningún sentido."

No obstante, el hombre siempre intenta dárselo.

Todos lo intentamos y casi siempre lo conseguimos, pero es un edificio precario. Como el señorío de Ichimonji, se erije amenazado desde fuera, pero también, y eso es lo más importante, desde dentro.

Nuestro esfuerzo viene con el tiempo, siempre está en trance de pasar. Nuestro esfuerzo siempre sucede entre los esfuerzos de los otros.

Y se trata de algo puramente existencial, casi biológico, de lucha por la supervivencia.

La paradoja y el misterio del hombre.

Quizá, el animal más dotado de todos.

Seguramente, lo suficientemente capaz como para engañarse a sí mismo sobre su propia condición ignorando el barro de la charca primigenia de la que salió y que nunca dejará de empapar y cubrir sus pies.

El talento de Kurosawa y Shakespare es el de contarlo en su propia y talentosa manera respectiva, pero esa visión es una cualidad intríncesa a la propia vejez.

En toda alegría siempre hay unas gotas de desesperación. Una desesperada carga heroica contra los cañones del tiempo.

Why not?

martes, diciembre 04, 2007

"Se que tengo querencia por los sueños
y me complico"
(Joan Vinyoli)

domingo, diciembre 02, 2007

MUCHACHADA NUI

El otro Ahmadineyat...


CARL GUSTAV JUNG
Interesante documento esta película de Salomón Shang que, por cierto y en realidad, no es otra cosa que una entrevista perdida realizada por un profesor norteamericano a un muy veterano Carl Gustav Jung en la década de los sesentas.

Shang no hace ningún trabajo de elaboración o de estructuración conceptual del material... al menos aparentemente. Confieso que, cuando escribo ésto, no estoy muy informado de la pequeña historia de esta película y seguramente Shang realizó un trabajo de restauración del material. Es lo último que podría hacer a la vista de la película.

En fin...

Tengo que confesar que la película me atrae por mis años docentes universitarios en los que Freud y sus discípulos (Reich, Jung, Fromm), del mismo modo que Marx, Nieztsche o laEscuela de Frankfurt formaban parte importante del panorama intelectual más importante de mis estudios de sociología.

Todos ellos eran los mimbres con los que habría de construirse el cuestionamiento teórico de la sociedad post-industrial en la que nos encontrábamos a finales de la década de los ochentas del pasado siglo.

Ahora todos ellos ocupan un lugar en mi memoria convertidos en lugares llenos de lecturas que de cuando en cuando frecuento.

Ese es el valor documental personal que la perlícula tiene para mi... aparte del obvio valor histórico... aunque a estas alturas de siglo en que Nieztsche, Marx o Freud se han convertido en un rostro más que nos mira desde los estantes de un Alcampo o un Carrefour... si es que están. Lo cual es una pena, porque -sigo pensando- hay mucha verdad en sus páginas.

Por eso tenía que ver esta película, para escuchar hablar una vez más con sabiduría sobre la muerte y el deseo, la esencial materia que nos constituye, las incomprensibles claves de nuestro comprensible secreto.





Todo lo demás es tiempo.
MUCHACHADA NUI

El otro Ferrán Adriá y su Cola-Cao deconstruido...

miércoles, noviembre 28, 2007

"La socialdemocracia española ya no sabe vivir sin fascistas, de un modo sospechosamente parecido a cómo los nacionalistas no sobreviven sin traidores. Esta necesidad provoca que jóvenes delincuentes callejeros se vean repentinamente ennoblecidos con el grotesco apodo de antifascistas. O que los disidentes del apocalipsis climático vean cómo les prenden en la solapa la negra estrella amarilla de negacionistas."
(Arcadi Espada)

lunes, noviembre 26, 2007

EL UNIVERSO SILENCIOSO

- Versión reducida y traducida
- Versión aumentada y sin traducir.

domingo, noviembre 25, 2007

THE KILLERS. For reasons unknown.















"Respecto al nombre genérico de Sioux, Ralph Andrist lo califica de monstruosidad etimológica: un truncamiento de 'nadouessioux', que a su vez es la forma francesa de chippewa 'nadoue-is-iw', que significa 'pequeña serpiente'; en otras palabras, 'enemigo'. 'Dakota', vocablo que significa 'aliados' es como se llamaban a sí mismos"
"Los sioux wahpeton vivían entre árboles; 'wahpetón' significa 'poblado entre hojas'
(La batalla de Little Bighorn, Evans S. Connell)
"El hombre se mueve en la duda entre actuar o descansar,
en la duda entre creerse dios o bestia;
en la duda entre preferir la mente o el cuerpo;
nacido para morir, razona pero yerra;
igual en ignorancia, igual en raciocinio,
ya piense mucho o poco;
caos de pensamiento y pasión, todo confundido."
(Ensayo sobre el hombre, Alexander Pope)

Esto es el hombre.
No se puede decir mejor.

Una constante víctima de sus propias contradicciones
que incensamente lucha por discernir la imposible realidad
que sin descanso se debate entre ésta última y su también imposible deseo.

Quizá la naturaleza no sea tan sabia.
EL BUEN NOMBRE


Es verdad que la historia que nos cuenta Mira Nair no es nueva.

"El buen nombre" narra con medido ritmo y hermosas imágenes los avatares de una familia hindú residente en los Estados Unidos a lo largo de dos generaciones. Las relaciones entre padres e hijos, los encuentros y los desencuentros... Hemos visto ya muchas películas construídas con este material, pero la visión de "El buen nombre", y pese a todo, resulta una experiencia emocionante y entretenida.

Seguramente, y conectando con un post anterior sobre "The river queen", porque tan importante como la historia misma es el modo y la intensidad con la que es relatada.

Hay quién dice que siempre nos contamos los unos a los otros las mismas dos o tres historias. De hecho, y durante la oscuridad paleo y neolítica, nuestros antepasados se congregaban ante la hoguera para escuchar las mismas historias que pasaban de padres a hijos buscando que todos pudieran entregarse al sueño justificados.

Y digo ésto para afirmar que el hecho de que una historia ya ha sido mil veces relatada no es un impedimento para que continúea interesandonos. Si el narrador la ama y consigue transmitirnos ese amor, nosotros también la amaremos. Si nos susurra al oído cosas que siempre habíamos sentido y nunca habíamos sabido como pronunciar, seguiremos escuchándola hasta el fin de nuestros días.

En este sentido, "El buen nombre" se me antoja un magnífico ejemplo.

Dedicada a todos los padres del mundo, "El buen nombre" nos relata la cotidiana epopeya pequeña del existir de una forma muy emocionante y a través de la metáfora de un nombre rechazado que finalmente terminará siendo el bueno.

Y entre medias, la vida misma.

La eterna dificultad de ese encuentro entre padres e hijos separados por diferentes intereses, por diferentes percepciones de vida por estar viviendola en diferentes momentos del tiempo.

La melancolía de siempre demasiado tarde acabar comprendiendo.

Y volver a empezar... con el nombre correcto.

"Aquí los desheredados volvieron a ser recibidos con los brazos abiertos, como sabían de antemano, ya que para un indio era inconcebible que los que tenían mucho no ayudaran a los que nada tenían. Patapalo comentó que cuando pisaron el campamento de Toro Sentado, las squaws unkpapas ya habían puesto ollas a hervir. Recibieron cuanta comida quisieron, y mucho más. Un heraldo atravesó el campamento a caballo describiendo las maltrechas condiciones de los invitados, por lo que todo el mundo se apresuró a ofrecerles obsequios."
(La batalla de Little Bighorn. Evans S. Connell)

viernes, noviembre 23, 2007

EL PARAÍSO DE HAFNER


Dirigido y producido por el alemán Gunter Schwaiger, "El paraíso de Hefner" es un documental que nos cuenta la historia de un viejo teniente de las SS nazis que tranquilamente vive sus últimos años en España sin renunciar un ápice a sus creencias.

No cabe la menor duda que la vertiente política de la película tiene un importante valor: el resquebrajamiento de Hafner ante el definitivo contacto con la realidad del holocausto o las relaciones del régimen de Franco con la alemania nazi especialmente la tolerancia de la postguerra... pero lo cierto es que estos aspectos no tienen para mi suficiente relevancia.

Después de todo, y a mi edad, no es la primera ni la segunda vez que entro en contacto con esta clase de situaciones, aunque, y no por ello, no deja de tener la relevancia documental que merece.

Pero, y a mi entender, por lo que este documental es éso, documento, es por ofrecernos un retrato sin conceciones de la vejez en lo que parecen ser sus aspectos más extremos.

Todo lo que rodea a este condenable hombre tiene un cierto aire ajado y marchito. La ropa que viste, los instrumentos que usa, los libros que lee, los ambientes que frecuenta, .... Todo son hojas muertas que fueron verdes en otros momentos ya pasados.

Pese al esfuerzo de Hafner por mantenerse activo y joven, las palabras de la realidad que le rodean son otras. Como si la realidad hubiera ido dejándole atrás, abandonándole poco a poco en un mundo que ya sólo reside principalmente en su cabeza.

Fotos viejas, cuadros viejos en la pared... Todo viejo, como él.

En este sentido, y si uno consigue olvidarse de los elementos políticos, la visión de este documental resulta conmovedora.

Es posible que Hafner no niegue el Holocausto de una forma intencional, simplemente forma parte del pequeño mundo interior en el que se ha visto relegado con el pasar del tiempo. Puede que esas equivocadas convicciones sean lo único que le quede flotando entre el polvo de objetos y recuerdos ya definitivamente muertos.

Como decía Gil de Biedma en uno de sus versos, en Hefner contemplamos las ruinas de una inteligencia. Los restos de un ser humano que debió ser ajusticiado en su momento, pero que ahora es sólo un pobre viejo que vaga sonámbulo encerrado en un mundo de recuerdos.

Malvados o no, es posible que la vejez haga lo mismo con todos y cada uno de nosotros. Y llegue un momento en que nos creamos aseados y limpios y no veamos el opaco brillo arrasador de una vieja mancha en el hombro de la chaqueta de nuestro traje pasado de moda.

Propongo la "auto-eutanasia" como eufemismo y también como concepto. Si en la vida es muy importante saber cuándo abandonar, cuándo dejar las cosas a tiempo, por qué en la muerte iba a resultar diferente.

Quizá, una cosa sea vivir y otra muy diferente durar.

¿Os habéis atrevido alguna vez a pensar en ésto?

jueves, noviembre 22, 2007

EN LA MUERTE DE FERNANDO FERNÁN GÓMEZ


Un hombre de palabras, pero también de ideas y conceptos... siempre las suyas ¿Por qué y para qué más?

Algunos ejemplos:

- "Porque es evidente que yo estoy hasta los cojones de comprender. Es evidente que yo ya he comprendido mucho."
- "Pero un último sentido ético no abandona a las personas instruidas. "

No sólo me gustaba verle interpretar, también escucharle opinar sobre cualquier tema. Fernando Fernán Gómez tenía un punto de vista, el suyo propio e intransferible. Algo a lo que creo que todo hombre debe aspirar.

Flotan todavía sus palabras como revoloteantes cenizas desprendidas de la consumida hoguera de su cuerpo.

Si es que tal cosa existe, que descanse en paz.

miércoles, noviembre 21, 2007