viernes, marzo 12, 2010

LEONARD COHEN

Chelsea Hotel...




"Un cambio pertinente en el orden descriptivo impuesto por la teoría cuántica es, por tanto, el abandono de la noción de un análisis del mundo en términos de partes relativamente autónomas que existen separadamente aunque en interacción. Más bien el énfasis principal se pone ahora en la integridad indivisible, en la cual el instrumento de observación no se puede separar de lo que se observa.
En resumen, el mundo no es una colección de cosas separadas (aunque ligadas) sino una red de relaciones. Bohm se hace eco de las palabras de Werner Heisenberg: «La división común del mundo entre sujeto y objeto, mundo interno y mundo externo, cuerpo y alma, ha dejado de ser adecuada.»"
(Dios y la nueva física, Paul Davies)
"Mis propios ojos bastan para que me mantenga digno. No hay quien pueda vigilarme tan de cerca, ni nadie a quien yo respete más."
(Ensayos, Michel de Montaigne)

jueves, marzo 11, 2010

SKIP JAMES

Washington D.C. Hospital Center Blues...
















Me gusta el titulo que José Samano pone a su crónica de la debacle madridista frente a los franceses del Olimpique de Lyon... El futbol no tiene precio.

Y en parte es cierto.

El fútbol no tiene precio como no lo tiene ninguna cosa desde la perspectiva de esperar que única y exclusivamente pueda ser comprada con dinero. Y en el fútbol, como en todo, hay determinados aspectos que, por mucho que nos empeñemos, no pueden ser comprados con dinero.

La realidad o lo que quiera que sea aquello que está frente a nosotros y contra cuya superficie nuestra voluntad choca es siempre tozuda y reparte éxitos o fracasos con una distante ciega displicencia que parece haber copiado de la diosa Justicia.

Y anoche sucedió un nuevo episodio de ese eterno reparto.

El supergalactico Real Madrid de los 250 millones de Euros fue apeado de la máxima competición europea, esa que parece pertenecerle, por un equipo en horas bajas cuyos jugadores y técnico supieron jugar desde el impuro barro de su despreciada condición de goleables a su homónimo olimpo madridista.

Es cierto que el Real Madrid pudo irse en la primera parte con tres goles a favor y sentenciar la eliminatoria... pero no lo hizo. Quizá la suerte sea otra de las cosas que no puede comprarse con dinero como tampoco la eliminación de los errores humanos y fue un error por parte de su entrenador, Manuel Pellegrini, no entender el movimiento táctico de doble pivote que el entrenador francés presentó en la segunda parte para contrarrestar el aluvión de juego no cuajado en goles de los madridistas.

Esas dos cosas no pueden comprarse con el dinero de su presidente, Florentino Pérez, un constructor cuya fortuna encuentra sus raíces en la España inmobiliaria, clientelista y del pelotazo y que, del mismo modo que en su vida profesional, cree que poniendo dinero sobre la mesa hasta rebosarla para comprar jugadores es suficiente.

Recuerdo a Ramón Mendoza, ex-presidente del Real Madrid, decirle con su socarronería de tahur del Mississipi algo parecido a Pérez cuando éste empezaba a probar sus fuerzas como candidato a la presidencia del Real Madrid. Y el viejo Mendoza ha acabado teniendo razón... seguramente por casualidad.

El pelotazo y el dinero no lo son todo.

Hace falta un esquema de juego al que deben adaptarse los jugadores, elegir a los más mediáticos dentro de las necesidades de ese esquema, que sea el director deportivo y no el de Marketing quién aconseje los fichajes, reforzar la posición del entrenador sin desautorizarle... y también dinero... pero no por sí mismo, sino como medio para alimentar de la mejor manera posible otros fines.

Y no se engañen, pese a su comedida apariencia Pérez se parece mucho más de lo que los sentidos nos aconsejan al constructor que Javier Bardem interpreta en la película "Huevos de Oro".

La España del pelotazo que creía poder comprar el éxito a golpe de recalificación y talonario aun no ha muerto... Todavía queda el Real Madrid de Florentino Pérez que es tan de trazo grueso como esa inmensa Marina D'Or que asoma sin pudor sus deslumbrantes lentejuelas y brillos de pan de oro a las milenarias aguas del mar Mediterráneo.

El mar no tiene precio... O por lo menos no puede ser comprado de cualquier manera... Lo mismo le pasa al fútbol.
"Ante estos argumentos, el portavoz socialista recordó que su grupo y su partido aprueban todas las resoluciones de Naciones Unidas de condena de los crímenes del estalinismo, aunque también introdujo en su discurso las diferentes interpretaciones que se dan sobre los hechos y que dividen drásticamente a rusos y ucranios aún en la actualidad. Los primeros niegan que se tratara de una limpieza étnica; es decir, rechazan que fuera un genocidio, porque la hambruna también dejó un reguero de muerte por otras repúblicas soviéticas. Esta versión centra el objetivo de la represión de Stalin en los "terratenientes". Pero lo historiadores ucranios niegan esta versión, y defienden que la colectivización forzosa no fue sólo contra los dueños de la tierra, sino contra el pueblo."
(El PSOE rechaza que se obligue a enseñar los crímenes de Stalin, El Pais)

Llama la atención las dudas que se tienen sobre algunos acontecimientos históricos, siempre hay escuelas e interpretaciones... aunque la gente efectivamente muriera en masa de hambre, y lo clara que se tienen otras, por ejemplo las causas de nuestra guerra civil y la visión idealizada de nuestra II República... Y en este caso, hablamos de defensores de la verdad frente a interesados pseudo-fascistas

Lo único cierto es que esa hambruna que sucedió en varias repúblicas de la Unión Soviética, incluida Ucrania, fue consecuencia directa de una ciega y brutal política planificadora del estalinismo y hacer una lectura que separa nacionalidades a la hora de caracterizar el hecho es situarse interesadamente en el error. Porque el plurinacional estado soviético si algo tuvo es una alta capacidad para afectar con sus decisiones el destino de diferentes nacionalidades, de decenas de millones de personas... no sólo los ucranianos. A este respecto ahí esta "Imperio" de Kapuscinsky (si uno no quiere entrar en los libros de historia).

Probablemente, no se trate de genocidio.

Estoy dispuesto a entenderlo.

Quizá haya diferentes interpretaciones y lo sucedido en la antigua Unión Soviética no entre de una forma técnica dentro de la definición que encierra al concepto como tal, como delito internacional... "Se entiende por genocidio cualquiera de los actos perpetrados con la intención de destruir, total o parcialmente, a un grupo nacional, étnico, racial o religioso, como tal"... No estoy seguro... Aunque una de las máximas preocupaciones del stalinismo siempre fue alisar y aplanar la variada superficie de la Unión Soviética eliminando cualquier heterogeneidad basada en la creencia y/o en la condición, buscando el hombre soviético.

Pero no es menos cierto que, de ser así, habría que buscar algún otro concepto para definir esa vergüenza e introducirlo en los libros de historia y en el derecho... porque efectivamente la gente murió de hambre o fue obligada a abandonar en masa sus hogares.

Los hechos no son ni opinables ni discutibles.

Sucedieron y tuvieron los efectos que tuvieron sobre aquellos que los padecieron.

Y por eso no deberían permanecer ocultos tras un administrativo debate nominalista. Deberían tener por si mismos la visibilidad que merecen.

Se trataba de economías agrarias cuyo sustento de forma directa o indirecta se basaba en lo producido por la tierra, como no podía ser de otra forma cada año los campos producían para mantener en marcha y vivas a las sociedades que vivían de esa concreta economía, los funcionarios del gobierno soviético retiraban todo lo que producían los campos para que la Unión Soviética pudiera vender las cosechas en el mercado internacional a cambio de hierro y otras materias primas industriales, pero la gente empezó a no tener nada con lo que procurarse sustento de forma directa o indirecta y, como consecuencia de esa decisión tan maximalista, empezó a morir de hambre siendo en todo momento súbditos de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas.

Y aquí es donde entran los matices... Pudieron ser tratados así por ser Ucranianos o Uzbekos o por ser simples números prescindibles dentro de una desalmada estructura de planificación que buscaba cumplir sus objetivos por lo civil o por lo penal. Yo, y por lo que se, me quedo con la segunda opción. Pero, y en cualquier caso, millones de personas se vieron abocadas a un terrible destino, incluyendo como cuenta Kapuscinsky madres que se comían a sus propios hijos, y eso es lo que no puede ser discutido.

Y es aquí donde entran los matices... A veces no sólo para definir los hechos sino también para controlarlos y domesticarlos cuando pueden ser perjudiciales para alguna concreta causa.

Quizá haya cosas que no deben tener nombre para que nadie pueda apropiarse de su monumental grandeza de hecho referencial que apunta hacia algo esencial y rebajar su sentido adaptándolo a las necesidades de sus siempre más pequeñas causas... pero eso es soñar a cerrados ojos llenos.

miércoles, marzo 10, 2010

"La utilidad del vivir no reside en el tiempo, sino en el uso que de la vida se ha hecho: tal vivió largos días que vivió poco."
(Ensayos, Michel de Montaigne)

martes, marzo 09, 2010

"La inteligencia está en la red... y la red es nuestra"
(Cesar Alierta)

"Salió el Atleti con un central diestro de central zurdo, un central zurdo de lateral izquierdo, un cuasi-interior derecho flojete jugando de lateral derecho y un velocista jugando de central diestro. En un equipo en el que el máximo mandatario es un veterinario y la representación institucional es competencia de un productor ejecutivo que dice "cluz", la verdad que no es para tanto. Aún así, el Atleti se ha especializado últimamente en permutaciones defensivas sin repetición, en las que destaca un electrón libre de nacionalidad checa que ha jugado ya en todas y cada una de las posiciones y un inamovible núcleo colombiano de veloz sprint y llamativa pifia."
(El Rojo y el blanco)
CRAZY HEART

La película nos cuenta la historia de Bud Blake, un cantante de música country en plena cuesta abajo personal y profesional, pero que, al mismo tiempo, es depositario de una cierta verdad personal y profesional que disfruta pero también sufre en los márgenes de una industria musical que le rechaza tanto como él la desprecia.

Su destino no puede ser distinto mientras, a su alrededor, constantemente, revolotean las canciones como las mariposas amarillas de Macondo; unas canciones que el espectador escucha interpretar en los diferentes lugares de Tejas y Nuevo Méjico por los que Blake vagabundea ganándose la vida, constantemente tentado por la falta de medios económicos y los cantos de sirena de una industria que reclama la magia de su talento. Pero, sobreviviendo en el espacio de oscuridad que le deja cada parpadeo de esa industria, Blake se empeña en no compartir con nadie la intimidad de sus canciones.

Porque lo mejor que tiene "Crazy Heart" es que, y aunque se centre en torno al personaje de Blake, el verdadero personaje principal es la canción que, poco a poco, mientras la historia avanza, brota de su corazón salvaje para en un amarillo revolotear terminar posada sobre las cuerdas de su guitarra.

La maravilla de "Crazy Heart" es mostrarnos las complicadas causas que llevan a ese efecto de belleza llamado canción que Blake termina cediendo a su heredero, Tommy Sweet (Colin Farrell) para que este la cante. Y en este sentido la película se convierte en un enorme destilador que gota a gota va produciendo la canción a golpes de vida del propio Blake, el roce de su propia contradicción contra la superficie emocional que otros personajes como Jean (Maggie Gyllenhal) o Wayne (Robert Duvall) amorosamente le brindan.

Y uno, de pronto, aprende a respetar todas y cada una de las canciones que Blake lleva prendidas de sus bolsillos, porque todas y cada una de ellas son pedazos palpitantes de su propia vida. Por eso, su arte es depositario de unas esencias que otros, que sólo pueden aspirar a repetir esa originalidad desde la industrial y desalmada -en todos los sentidos de la palabra- posición del cliché, ambicionan.

Por si quedaba alguna duda, la presencia arquetípica de Blake se convierte en viviente prueba extrema del coste que siempre supone ser propietario de un alma que merezca la pena.

Interesante y maravillosa.




domingo, marzo 07, 2010

"Yo he visto tirar de mapa a las empleadas, desplegarlo ante los ojos del cliente e intentar demostrarle que entre Barcelona y Mallorca hay mar."

El infierno son los otros... de toda la vida.
LOS HOMBRES QUE MIRABAN FIJAMENTE A LAS CABRAS

No voy a entrar en la pretensión que esta historia tiene de estar basada en hechos reales.

En algún momento de mi vida me recuerdo leyendo algún libro que incluía la noticia de experimentos llevados a cabo por norteamericanos y soviéticos al respecto de la posibilidad de usar las presuntas posibilidades que permite la presunta -también- cualidad de la telepatía, especialmente la de saber a distancia...

De ser ciertos lo único que demuestran esos experimentos es, a mi entender, que durante la guerra fría hubo dinero para todo... pero para todo....Aunque estoy seguro de que mucho éxito no debieron tener porque los norteamericanos aún no han podido encontrar a Bin Laden

No me despisto...

En la línea hilarante, ácida y contracultural de las historias del escritor norteamericano Kurt Vonnegut, "Los hombres que miraban fijamente a las cabras" es una comedia que basa toda su apuesta en el tratamiento realista del delirio y la astracanada. Y la apuesta funciona de forma relativa, con momentos buenos y no tan buenos, hasta que llega el momento de resolver, entonces la historia deriva a un inane relato de buenos y malos que el espectador ve suceder como quién escucha llover.

En cualquier caso, "Los hombres que miraban fijamente a las cabras" consigue hacer reír presentando una serie de personajes perdidos cada uno de ellos en su propio y personal delirante laberinto, laberintos vividos con una dramática seriedad que en ciertos momentos resulta hilarante.

Lastima que no haya una propuesta como tal que de consistencia a la primera mitad de la historia, en la que siguiendo al periodista Bob Wilton (Ewan MacGregor) y una vez conocidas las razones que llevan a viajar a Oriente Medio, aquel traba conocimiento con el absurdo Lyn Cassidy (George Clooney), su absurda misión y la no menos absurda historia de una unidad especial del ejército de los Estados Unidos cuya especialidad es el esperpéntico contrasentido de usar la paz para hacer la guerra.

Y la película amaga en algún momento con ofrecer algo más interesante que el trazo grueso de la astracanada, pero no termina de dar ese planteamiento que confiera a la historia el valor añadido que parece precisar con su apariencia alternativa y contracultural. Hubiera estado bien que la línea que se dibuja con el secuestro de Bob y Lynn por parte de unos iraquíes, secuestro que conduce a su liberación por una turbia unidad de mercenarios que termina montando un incidente en una gasolinera, hubiese tenido más continuidad y profundidad. Porque para mi gusto el corazón de la historia está en la sorpresa de los iraquíes que parecen verse sumidos de forma inevitable y resignada en la locura de los norteamericanos. Y esa desangelada y desesperada sorpresa de victimas desaparece demasiado pronto.

La historia está más obsesionada en seguir a Lynn y su misión olvidando el lugar donde se produce y los efectos que tiene desperdiciando la posibilidad de usar a los iraquíes para convertirles en el contexto de cordura donde sucede una locura que les convierte en víctimas. De ahí, la historia habría sacado el poder que no tiene y cuya ausencia la relega a la condición de pasatiempo intrascedente, algo que contradice la naturaleza de los mimbres con los que el argumento está construido.

Entretenida... no siempre.

sábado, marzo 06, 2010

"Los supervivientes pueden ser molestos y tediosos, aceptaba Levi, queremos revivir nuestros sufrimientos e imponérselos a los otros"
(Primo Levi. Ian Thomson)

"Había entonces una complicada matemática de los terrenos del toro y los terrenos del torero que, a mi juicio, era perfectamente superflua. El toro no tiene terrenos porque no es un ente de razón, y no hay registrador de la Propiedad que pueda delimitárselos. Todos los terrenos son del torero, el único ser inteligente que entra en juego y que, como es natural, se queda con todo"
(Juan Belmonte, matador de toros. Manuel Chaves Nogales)
EL RAYO VERDE


THE BALLAD OF CABLE HOGUE

Wait for me, sunrise...





















jueves, marzo 04, 2010

AGUJA


BRYAN FERRY

River of salt...


Bryan Ferry - River Of Salt  by  cripleyg

Siguiendo la actitud de Willy Toledo después de su desmán verbal perpetrado hace unos días hay que decir que, bien desde la ignorancia, bien desde la estupidez, bien desde ambas cosas, Toledo está siendo muy valiente defendiendo su error en todas partes donde se le llama.
En causas igual de justas o injustas, otros son mucho menos valientes teniendo la verdad de su lado o, por lo menos, creyendo tenerla.
Callan y otorgan.
Defendiendo lo indefendible Toledo es un ejemplo. Si todos defendiéramos lo que creemos con la misma actitud dispuesta, otro gallo nos cantaría.
Es una cuestión de forma, no de fondo.
Las cosas son así de curiosas y complejas.
Ha dado la cara.
No ha escondido ni el juego ni las cartas de su pensamiento.
Y eso lo respeto.
"Los niños conocen el cuento del rey Creso a este propósito: habiendo sido hecho prisionero por Ciro y condenado a muerte, en el instante mismo de la ejecución, exclamó: «Oh ¡Solón! ¡Solón!» Noticioso de ello Ciro e informado de lo que significaba, hizo comprender a Creso que a expensas suyas comprendía la advertencia que Solón le había hecho en otro tiempo, o sea: «que cualquiera que sea la buena fortuna de los hombres, éstos no pueden llamarse dichosos hasta que hayan traspuesto el último día de su vida», por la variedad e incertidumbre de las cosas humanas, que merced al accidente más ligero cambian del modo más radical."
(Ensayos, Michel de Montaigne)