lunes, agosto 29, 2005

"Everything in this room is *eat*able. Even I'm *eat*able. But that is called cannibalism, my dear children, and is in fact frowned upon in most societies. "
(Charlie y la fábrica de chocolate)

Merece la pena verla.
Lo más importante que ha hecho Tim Burton con esta historia es no imponerse a ella y dejarla existir tal y como su autor, Roald Dahl, el gran escritor británico de origen noruego, la creó.
Me temía lo peor, pero lo peor no sucedió.

Burton ha hecho lo más inteligente: ponerse al servicio de la historia, contarla sin subordinarla a su peculiar mundo... quizá porque la visión inteligente, distorsionada y deshábrida que Dahl ofrece sobre la infancia encaja mucho con su propio punto de vista.
No lo se... Tampoco me importa.

Lo importante es la historia.... siempre me ha gustado y Burton no consigue estropearla.
Todo niño debería leerla.
Aprendería quizá que no hay nada imposible y lo haría justo cuando debe aprenderlo.
Antes de que lleguen los imposibles y los fracasos a cerrarnos el paso y se conviertan en nuestra segunda y más alargada sombra, en nuestros más fieles compañeros.

Aprendería también quizá lo más importante, que para desear lo imposible también hay formas. No vale todo, porque el fín jamás justifica los medios.

La propia ética siempre empieza por los propios sueños.

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