lunes, junio 10, 2013

RESAC3N

Tuvo gracia la primera, un poco la segunda y ésta la tercera y última parte... ninguna.

Más que nunca esta tercera parte de Resacón en Las Vegas es un exploit desvergonzado de la primera película, buscando vampirizar al máximo, hasta el agotamiento las virtudes de la primera.

En este sentido personajes y situaciones se repiten hasta... exacto, el agotamiento de una fórmula en donde, en la mejor línea de los productos que tienen segundas y terceras partes, se busca hacer los cambios suficientes como para que, alguien con menos vergüenza de la habitual, pueda decir que no es la misma historia.

Minimos cambios que esencialmente justifiquen la posibilidad de un nuevo producto para que, sin que el público se sienta engañado, pueda explotar al máximo las posibles virtudes de una fórmula que en algún momento contó con el favor del espectador.

No hay mucho más que decir.

Por eso las segundas partes nunca son buenas, porque en realidad no existen como ente independiente, porque en realidad son imposturas, productos farsantes que fingen tener una identidad propia, productos que, apelando a un pasado mejor, buscan el momento de debilidad para ser comprados... androides que ni siquiera tienen la elegancia de soñar con ovejas eléctricas.

Y supongo que estaba allí porque soy carne de cine...

Hubo un momento en que desconecté y me pregunté qué diablos hacía allí, en aquel cine, viendo una sucesión de reflejos de otros reflejos que a su vez reflejaron otros reflejos, imágenes que se encontraban a millones de kilómetros de siquiera el menor atisbo de verdad.



En definitiva, Resac3n es un subproducto para sub... perdón, para un público poco exigente y despistado, un público que espero tenga mejor criterio a la hora de elegir cosas más importantes.

Se me ocurren mejores formas de perder el tiempo... y encima no es una peli corta...

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