Desde 2010, el cineasta iraní Jafar Panahi está en arresto domiciliario y tiene prohibido hacer cine, que es lo que más quiere.
No obstante se las ha venido arreglando para hacer películas por encima de la prohibición de las autoridades islámicas de su país: "Taxi Teherán" es su última escapada de la prisión.
Queriendo parecer un documental y con la colaboración de un grupo de valientes amigos que no han dudado en aparecer en la película, el propio Panahi se convierte en un taxista que recorriendo las calles de Teherán va dando cabida en su taxi a un variado y caleidoscópico material humano.
A través de esa sucesión de personas, Panahi tiene ocasión de abordar toda una serie de temas que van desde la propia censura hasta la situación de la mujer en el Irán de la revolución islámica.
El resultado es un poderoso y muy atractivo retrato del Irán islámico.
El taxi que Panahi conduce se convierte en la cerradura a través de la cual el espectador puede mirar y ver algo que no es demasiado habitual: las calles de Teherán y la diversidad de sus gentes expresadas en las palabras de las personas que parecen convertirse en actores improvisados cuando entran en el taxi.
Pero no hay nada de improvisado en "Taxi Teheran"
Se trata de una obra de ficción en la que Panahi utiliza la apariencia documental para una vez más volver a los temas que son la espina dorsal de su cine: la critica social, el papel de la mujer, la censura... ,aspectos todos que la han conducido a la situación de represión en que se encuentra.
En este sentido, "Taxi Teheran" es un ejercicio político, estilistico y narrativo de primer orden, que juega de manera muy inteligente con las complicadas relaciones que el cine, un arte que se basa en las imágenes, tiene con eso que llamamos lo real que esas imágenes muestran o representan.
Un tema complejo dado que la propia constitución de la realidad tiene siempre algo de simbólico, de sentido que ponemos en ella dado que siempre nos dirigimos a las cosas por y para algo, desde un determinado punto de vista.
En cualquier caso, se trata de un terreno complejo en el que una persona tan inteligente y talentosa como Panahi se las arregla para sacar partido y valor del montón de zonas grises y confusas que lo constituyen.
Así, "Taxi Teheran" se convierte en un brillante ejercicio de talento, una poderosa ironía que Panahi lanza a sus carceleros.
La respuesta de la inteligencia a la barbarie.
La real imposibilidad de encarcelar la libertad si el espíritu que quiere ejercerla es verdaderamente libre.
No sé si Pablo iglesias va a poder, pero desde luego Panahi puede. Montado en esta maravillosa "Taxi Teheran" cabalga de nuevo con un par.
Extraordinaria.
No obstante se las ha venido arreglando para hacer películas por encima de la prohibición de las autoridades islámicas de su país: "Taxi Teherán" es su última escapada de la prisión.
Queriendo parecer un documental y con la colaboración de un grupo de valientes amigos que no han dudado en aparecer en la película, el propio Panahi se convierte en un taxista que recorriendo las calles de Teherán va dando cabida en su taxi a un variado y caleidoscópico material humano.
A través de esa sucesión de personas, Panahi tiene ocasión de abordar toda una serie de temas que van desde la propia censura hasta la situación de la mujer en el Irán de la revolución islámica.
El resultado es un poderoso y muy atractivo retrato del Irán islámico.
El taxi que Panahi conduce se convierte en la cerradura a través de la cual el espectador puede mirar y ver algo que no es demasiado habitual: las calles de Teherán y la diversidad de sus gentes expresadas en las palabras de las personas que parecen convertirse en actores improvisados cuando entran en el taxi.
Pero no hay nada de improvisado en "Taxi Teheran"
Se trata de una obra de ficción en la que Panahi utiliza la apariencia documental para una vez más volver a los temas que son la espina dorsal de su cine: la critica social, el papel de la mujer, la censura... ,aspectos todos que la han conducido a la situación de represión en que se encuentra.
En este sentido, "Taxi Teheran" es un ejercicio político, estilistico y narrativo de primer orden, que juega de manera muy inteligente con las complicadas relaciones que el cine, un arte que se basa en las imágenes, tiene con eso que llamamos lo real que esas imágenes muestran o representan.
Un tema complejo dado que la propia constitución de la realidad tiene siempre algo de simbólico, de sentido que ponemos en ella dado que siempre nos dirigimos a las cosas por y para algo, desde un determinado punto de vista.
En cualquier caso, se trata de un terreno complejo en el que una persona tan inteligente y talentosa como Panahi se las arregla para sacar partido y valor del montón de zonas grises y confusas que lo constituyen.
Así, "Taxi Teheran" se convierte en un brillante ejercicio de talento, una poderosa ironía que Panahi lanza a sus carceleros.
La respuesta de la inteligencia a la barbarie.
La real imposibilidad de encarcelar la libertad si el espíritu que quiere ejercerla es verdaderamente libre.
No sé si Pablo iglesias va a poder, pero desde luego Panahi puede. Montado en esta maravillosa "Taxi Teheran" cabalga de nuevo con un par.
Extraordinaria.