miércoles, julio 01, 2009

LA MONGOOSE BAND + SOL RUIZ

Wrecking ball...





Perfecto... Psychedelic Cuban Blues...
TRANSFORMERS: LA VENGANZA DE LOS CAÍDOS

Una ley no escrita del cine comercial obliga a que las segundas partes multipliquen las cualidades de la película originaria. No basta con tomar los personajes y quizá la historia para continuarla manteniendo el sentido y el espíritu que hizo de la película un éxito. Como enloquecidos por el éxito y excitados por la posibilidad de ingresar más dinero, los ejecutivos de los estudios se suben sobre sus mesas y con los faldones de la camisa por fuerza empiezan a imaginar la película más espectacular de todos los tiempos.

En un negocio tan incierto como el negocio del espectáculo la existencia de una cierta garantía de éxito como puede ser la repetición de una fórmula que ya ha triunfado parece excitar a todos los implicados en la generación del producto.

Así, casi siempre tenemos el doble de personajes, el doble de historias, el doble de acción, el doble de líneas argumentales, el doble de tiempo convirtiendo a esa segunda parte en una suerte de deformada caricatura de su original. Y el resultado en bastantes ocasiones es un inconexo y confuso mosaico de situaciones en donde, y generalmente, aquello que fue la fuente del éxito desaparece en un espectacular bosque de fuegos de artificio tecnológicos.

La segunda parte de Transformers es un buen ejemplo de este tipo de situaciones.

Superada ya la sorpresa de comprobar que es posible convertir a unos simples juguetes en protagonistas de una historia divertida que funciona en el nivel del entretenimiento, nos queda la realidad masiva y voluminosa de esta segunda y brontosáurica entrega... en la que, por supuesto, hay que salvar al mundo de una amenaza mucho mayor.

El resultado sigue siendo entretenido... aunque no tanto seguramente porque ese factor sorpresa con que contaba la primera entrega ya se ha perdido. Los aspectos de comedia que proporcionaba la irrupción de esos absurdos autómatas en la vida de Sam Witwiky brillan por su ausencia en esta segunda parte que, como casi todas ellas, se toma demasiado en serio a sí misma pretendiendo convertirse en un grandilocuente espectáculo operístico lleno de personajes, buenos sentimientos y grandes causas que olvida sus virtudes y se refugia en sus defectos.

Así, liquidada su individualidad, el espectador se encuentra ante un ejemplo más de esos productos sin alma que Hollywood viene produciendo desde hace unos cuantos años.

martes, junio 30, 2009

GEORGE MICHAEL

Wild is the wind...




lunes, junio 29, 2009
















ELI STONE

Eli Stone (Johnny Lee Miller) es un prometedor abogado que trabaja en uno de los bufetes más prestigiosos de los Estados Unidos. Es el ojito derecho del jefe y también de la hija del jefe.

Todo marcha bien en la vida de Eli hasta que una noche sorprende a George Michael cantando Faith subido a la mesa de su salón. Esa será la primera de las sucesivas visiones causadas por un aneurisma cerebral que los medicos le detectan. Son efectos secundarios de una enfermedad intratable, pero, y sin embargo, las visiones parecen guardar una extraña relación con acontecimientos de su vida presente. Una relación que en cada capítulo va haciéndose evidente. Visiones que le llevan a plantearse si no estará todo formando parte de un plan cuyo sentido se escapa al confundido Eli, pero cuyas consecuencias quizá estén empezando a hacer de Eli un hombre mejor.

¿Será Eli un elegido por los dioses para cambiar las vidas de las personas?

Ni idea... e imagino que mientras la serie tenga éxito jamás lo sabremos. El desenlace final se mantendrá en ese limbo de los sentidos donde los buenos guionistas, como los de "Lost" saben tener las series.

En cualquier caso, y para mi gusto, encontrar esa respuesta no es lo mejor que ofrece Eli Stone. Con mucho lo más atractivo es el punto de "screwball comedy" que tienen sus diálogos. Interesantes, irónicos, afilados, con diferente tono y color según el personaje pero siempre emitiendo en la misma onda. En "Eli Stone" todos los personajes tienen algo "malvado" y divertido que decirse los unos a los otros mientras pierden o ganan juicios, se enamoran o se desenamoran, suben y bajan en sus respectivos rankings de valoración. Hay un poco de "Luna nueva" o "La fiera de mi niña", ambas de Howard Hawks, en las réplicas y contraréplicas que los personajes se lanzan los unos a los otros como tartas de nata... algunas de ellas con un ladrillo dentro.

Y además, hay música.

La mayor parte de las visiones que vive Eli Stone se expresan mediante canciones, la mayoría de ellas pertenecientes a lo más granado del repertorio de George Michael.

Todo lo demás... El plano espectáculo de los buenos sentimientos, las variadas lineas argumentales de clientes y juicios, los coqueteos metafísicos con las divinidades varias no serían nada sin la salsa de la palabra como elegante expresión de una interesante individualidad en conflicto con otras no menos interesantes individualidades con los lujosos despachos del bufete como perfecto lugar para el enfrentamiento.

A su manera, con su divertido humor inteligente de rápidas réplicas afiladas, apostando por la forma y convirtiéndola en fondo, "Eli Stone" es una gran serie.

Y acaba interesando el destino final de este abogado que, como un indio de las praderas, se deja llevar por sus visiones, intentando averiguar la pequeña parte que para él hay dispuesta dentro del inmenso plan infinito.



Como un indeseado visitante que abre puertas y ventanas,
que indiscreto revuelve los cajones
y despierta todos los silencios
que ahora aletean enloquecidos
en bandadas de asustadas alas polvorientas
por los rincones más oscuros,
los lugares más perdidos y alejados de la vieja casa,
sucede imparable el viento
para despertar la memoria de los ausentes
que, como transparente humo,
vaga de habitación en habitación
en busca de algún pedazo de carne,
de alguna gota de sangre
que pueda recordarla.

LCD SOUNDSYSTEM

Us vs. them...


domingo, junio 28, 2009

THE TIN TINGS

Great DJ...




viernes, junio 26, 2009

Como bien dice mi compadre A. ... hacía ya mucho tiempo que Michael Jackson se había ido, que se había apartado de los transitados caminos de la normalidad para adentrarse en las salvajes tierras del si mismo, un lugar de donde jamás regresó y como le comentaba anoche a mi también compadre S. (uno de los mayores fans que tiene Michael en nuestro país), pasado ya el trámite casi administrativo de la desaparición real, ahora nos queda lo mejor... El mito. La materia maleable. El sueño. Un territorio donde la verdad y la realidad no cuentan.

Si uno lo piensa bien, el lugar perfecto para Michael que, más que ningún otro, prefirió ser el hombre que estaba dentro del espejo antes que el hombre reflejado en él.

Bien mirado, Michael era un romántico en toda la extensión de la palabra.


VIEJOS TIEMPOS

1984...
















jueves, junio 25, 2009

MARIO DEL MONACO

Nessun dorma...

















Lo inquietante de esta derrota contra los norteamericanos es que hemos vuelto a perder del modo en que solíamos hacerlo antes del episodio que nos regaló el inigualable genio de Luis Aragonés en la pasada Eurocopa.

No fueron los americanos sino nosotros quienes nos descartamos del partido. Dejamos el centro del campo para Xavi Alonso y Xavi. Nuestros interiores no bajaron al centro del campo para combinar con nuestros centrocampistas. Dejamos de tocar. Renunciamos a aquella cualidad que nos hace distintos para intentar entrar por las bandas como haría cualquier otro equipo.

Xavi quedó solo. Muchas veces tuvo que conducir el balón diez o quince metros buscando a alguien por delante y la falta de toque inutilizó a nuestros delanteros, veloces y potentes.

Me "mosquea" Del Bosque.

Tendríamos que jugar del mismo modo ante cualquier rival, bien o mal pero sin variar nuestra característica de juego, asociándonos, avanzando y retrocediendo en bloque, escondiendo el balón al rival, agotándolo.

Y ese planteamiento depende del entrenador. No es una cuestión de tener que perder algún día o de que ellos se defendieran como gato panza arriba o que los nuestros no estuvieran afortunados.

Creo que Luis Aragonés está libre ¡Que vuelva ya!
Encontrarte con alguien que hace veinticinco años que no ves es una sensación extraña, como si el tiempo se plegara y de pronto todo hubiera sucedido ayer. Las diferencias fisiológicas se convierten en simples accidentes sin importancia. Los sonrientes y mellados niños de ayer son ahora canosos tipos de mirada más o menos cansada, pero eso es lo de menos.
Lo importante es la materialización del recuerdo en un presente que lo revive intacto, la conexión espiritual que es un puente de cristal construido por encima de las tempestuosos aguas del tiempo. Y muchas cosas se toman justo en el lugar exacto donde se quedaron, como casi nada hubiera sucedido.



Y de algún modo es también encontrarse con esa parte perdida del tiempo en que uno mismo empezó a ser el acierto o error que en mayor o menor medida es.
El excitante momento en que todavía todo era posible y los caminos por recorrer eran cientos.


Primeras copas, primeros cigarrillos, primeros fracasos, primeros aciertos... y en todo la pionera excitación del comienzo cuyo impulso sismico todavía se siente por obra y gracia del encuentro.



Un inesperado espejo en el que mirarse cuyo reflejo es un viaje en el tiempo.

miércoles, junio 24, 2009

EARTH, WIND & FIRE

In the stone...




martes, junio 23, 2009

SEBASTIEN TELLIER

Divine....


NEDA

Es una vieja historia.

El largo y tortuoso camino por el que un régimen intenta perpetuar la mentira de su poder a toda costa suele terminar con un cadáver, el primero, desangrándose sobre la tierra. Como una especie de enorme pirámide invertida cuyo vértice superior, ahora mortalmente inferior, clavandose y abriendo de par en par el pecho de la víctima.

Lo nuevo de esa vieja historia es que ya hay demasiadas imágenes. Constantemente, en todas partes, se repiten una y otra vez, llenando nuestra vida de impactos cada uno de los cuales busca el máximo de intensidad y sugerencia. Así, es imposible que se mantenga el nivel de conmoción. El exceso de imágenes termina por trivializar los significados de las mismas, su efecto de sentido y realidad. Incluso la muerte en directo ya no es nada novedoso.

La imagen de Neda agonizante se repite hasta la saciedad. Da la vuelta al mundo ocupando su lugar correspondiente en el tiovivo de imágenes, agotando su turno hasta que otra muerte la reemplace.

La repercusión será cuantitativa, de espacios y tiempos ocupados, pero en absoluto cualitativa. Como escribe Wim Wenders aquello sagrado y revelador que tienen las imágenes les es arrebatado por el abuso de su reproducción masiva. La repetición consume la experiencia emocional, lo cualitativo, la apertura hacia el sentido de un mundo que una imagen siempre trae consigo.

Todo se agota en la saciedad.

El único mundo que se detendrá, y para siempre, es el de Neda.
“Creo en los misterios de las cosas, sobre mí mismo y sobre las cosas que veo. Me gusta sorprenderme y llegar a mis propias conclusiones equivocadas.”
(Tom Waits)

Qué menos que llegar a una conclusión equivocada para cada situación...

"Peckinpah knew only too well, from his time in the Marine Corps, the many paradoxes of the professional soldier. He too felt a dark atraction for life at the edge of disaster, for it was here that one experienced life at its most extreme, that one lived most intensely. He couldn't help but admire men who rode to they doom with such panache, characters who, as he wrote in his master's thesis, meet their fate with courage and dignity"
(If they move kill them. The life and times of Sam Peckinpah, David Waddle)

lunes, junio 22, 2009

EL PENSAMIENTO SALVAJE

En el momento de su publicación, el año 1962, esta obra del antropólogo francés Claude Levi Strauss supuso una verdadera conmoción.

Por aquella época, Europa se hallaba en pleno proceso de descolonización. Los salvajes cuyos territorios los "sahibs" europeos habían administrado durante siglos con mayor o menor sentido de responsabilidad, y casi siempre con codicia, accedían a la independencia. Y lo peor no era eso, lo peor era que esos independientes aparecían en los grandes salones enfundados a la manera occidental en trajes de impecable corte y de todo modo reivindicaban una posición de igualdad que implicaba un cierto cambio en el imaginario de los europeos.

Salvo para unos pocos que habían estado en contacto con ellos y para unos muchos que sin conocerlos les condecían de buena gana un nuevo papel en el juego ideológico de la guerra fría, los pueblos sometidos a la colonización se mantenían sumidos en un estereotipo que pintaba una imagen bárbara siempre en eterna y odiosa comparación con las bondades del hombre civilizado y su mundo. Nada podía oponerse a la exitosa combinación de cruz y ciencia. Ante ella, todos los dioses y mitos debían inclinarse y sus propietarios ceder ante una verdad que se antojaba evidente por si misma, intrinsecamente mejor, que parecía imponerse por puras leyes de la física de sólidos aplicadas a las ideas, creencias y conceptos.

"El pensamiento salvaje" aparece con la ambiciosa vocación de cerrar esa grieta que diferenciaba a los hombres y sus culturas situando siempre el mayor valor a un lado del abismo.

La principal tésis del libro es que el hombre civilizado y el hombre salvaje se enfrentan del mismo modo al mundo que les espera afuera. La capacidad de razonar intrínseca al hombre está ahí y Levi Strauss, en un alarde de erudición que (hay que decirlo todo) impide que el libro sea apto para una cómoda lectura de piscina, se encarga de demostrarlo dando un repaso global a los diferentes modos en que aquellos que llamamos salvajes entienden el mundo que les rodea.

A lo largo del libro desfilan complejos sistemas de estratificación de las naturalezas conocidas y de las propias sociedades, sistemas que permiten a los pueblos salvajes sobrevivir explotando al máximo el entorno, pero también organizarse entre ellos para poder existir.

Sobre un mismo espacio y tiempo se superponen los sentidos en el mapa como capas de google y cada uno de ellos cumple perfectamente su función: mantenerles juntos y vivos.

Amparada en sus innegables ventajas, la mirada cosificadora del europeo jamás penetró profundamente en los otros mundos en los que con mayor o menor estrépito irrumpió, pero el talento de Levi-Strauss los convoca, como fantasmas de antemano derrotados por lo que siempre ha sido un proceso de homogeneización global que el sabio francés llegó a intuir y denunciar en su también maravilloso "Tristes Trópicos", un libro publicado en la década de los 50 y en el que llega a afirmar que "la humanidad se instala en la monocultura; se dispone a producir civilización en masa, como cultiva la remolacha".

Y aún hoy, superada la centena, el viejo Levi-Strauss continúa reivindicando esas voces que nos hablan desde las selvas, estepas y desiertos. Unos saberes quizá intencionadamente desnaturalizados y desactivados por la puesta en evidencia de sus desventajes materiales frente a todo lo que la ciencia, el mercado y la técnica pueden ofrecer... si uno tiene dinero para pagarlo... en un planteamiento maniqueo en el que lo instrumental parece poder al saber final, a la capacidad de dar a la vida un sentido orgánico y completo que muchos de esos pueblos, con los saberes y mitos que vienen contándose los unos a los otros desde un tiempo inmemorial.

"Lévi-Strauss dice hoy que "es imposible no sentir nostalgia ante la tribu de los bororos, una sociedad que abolía el tiempo. ¿Qué deseo más profundo que el de querer el vivir en una suerte de presente que es un pasado revivificado sin cesar y mantenido tal como era a través en los mitos y las creencias?". Para él, "la sabiduría, de entrada, consiste en saber que su sociedad, para ser viable, tiene que ser poco numerosa. Cuando eran demasiados la tribu se dividía en dos. Y en comprender que el hombre no es predominante en la naturaleza, que comparte el mundo con otras especies del reino animal y vegetal. Nosotros bautizamos de supersticiosas, prácticas que no son otra cosa que su forma de expresión del respeto hacia el mundo que les rodea"."

No cabe duda de que la ciencia es la forma más refinada de saber instrumental, mucho más que cualquier modo de organización y explotación del mundo existente en cualquier cultura. Pero, y como decían los sabios de la Escuela de Frankfurt, uno de los grandes errores de la modernidad ha sido y es la conversión de lo meramente instrumental en final. Proceso que viene produciendo una gradual pérdida de un sentido final que lo estructure y organice todo.

El hombre no sólo produce medios sino que genera fines, o por lo menos debiera hacerlo. Prueba de ello es la existencia a lo largo y ancho del globo de sistemas que llevan a quienes los viven a entender y a entenderse en su diaria labor de manejar los medios que les procuran la subsistencia. Y para Levi Strauss esa fuente de sentido está ahí, en el cada vez más escaso borde del camino totalizador que sigue nuestra civilización... hasta que quizá lleguemos a un momento en que no recordemos el sentido de las cosas que hacemos y alcancemos, quizá sin saberlo, el estado de extrema animalidad viniendo por el otro extremo.
WILCO

California Stars...




TOM WAITS

Cribbing...


Don't think that every horse ¡s a genious.... Fantástico!