martes, julio 14, 2009

"Indudablemente, el mensaje transmitido hoy con gran poder de persuasión por los medios culturales más eficaces, el mensaje que leen fácilmente sus destinatarios con el trasfondo de su propia experiencia, es el mensaje de la esencial indeterminación y blandura del mundo: en este mundo puede pasar cualquier cosa y se puede hacer cualquier cosa, pero no se puede hacer nada de una vez y para siempre, y sea lo que fuera que sucede viene sin anunciarse y se va sin avisar. En este mundo, los lazos humanos están divididos en diferentes encuentros, las identidades en máscaras que uno lleva sucesivamente, la historia de la vida en una serie de episodios que duran solo en una memoria igualmente efímera. Nada se sabe con seguridad, y lo que se sabe puede saberse de maneras diferentes; una manera de saber es tan buena o tan mala (y desde luego tan precaria o volátil) como cualquier otra. La apuesta es ahora la regla donde antaño se buscaba la certidumbre, mientras la asunción de riesgos reemplaza a la obstinada persecución de objetivos. Y así hay en el mundo pocas cosas que podamos considerar firmes y fiables, nada que recuerde un grueso lienzo en el que podíamos tejer el itinerario de nuestra propia vida."
(La sociedad individualizada, Zygmunt Bauman)


domingo, julio 12, 2009

"Qué sensación penosa y tremenda era levantarse de cuerpo entero ante la muerte, no esconderse ya de ella sino correr a su encuentro. Qué espantoso es morir joven.¡Vivir, ganas de vivir!. No existe en el mundo deseo más intenso que el de salvar una vida joven, una vida apenas vivida todavía. Ese deseo no vive en los pensamientos, es más fuerte que el pensamiento; existe en la respiración, en las aletas de la nariz, en los ojos, en los músculos, en la hemoglobina de la sangre que devora ávida el oxígeno. Es un deseo de tal magnitud que no se puede comparar con nada, cualquier medida es inadecuada. El miedo. El miedo antes del ataque..."
(Vida y destino, Vasili Grossman)

sábado, julio 11, 2009

Impresionante documento (subtitulado), Hitler descubre que Michael Jackson ha muerto....


WALL-E

Una de las imágenes más tristes que recuerdo en una película proviene de "Naves misteriosas" (1971). Es la primera película del director de efectos especiales Douglas Trumbull, y en ella, se nos habla de un futuro en el que la vida vegetal ha desaparecido de la tierra y lo poco que queda se mantiene en tres naves-invernadero que se mantienen en órbita alrededor de Saturno. Estas naves son mantenidas por unos pocos humanos y unos robots, parecidos a Wall-e.

Al final, y por una serie de circunstancias achacables a los humanos, dos de las tres naves se destruyen y la tercera es proyectada al espacio quedando a su cargo el único robot sobreviviente que continúa realizando ciegamente la labor para la que ha sido programado.

La imagen de ese robot realizando sus labores rutinarias, alejandose más y más de la humanidad y como consecuencia de ello del sentido que motiva todas sus acciones, pero obedeciéndo aunque los humanos ya no estén más a su lado para mandarle, me llena de melancolía.

Aún hoy lo hace.

La palabra, la acción, separada de los labios que la pronuncian, prolongándose en el tiempo, eternamente. El impulso manteniéndose fiel, siguiendo la dirección hacia la que ha sido disparado. Desempeñando la tarea por muy absurda o muy imposible que esta sea. Esperando una orden de detención que jamás llegará.

En"Wall-e" hay mucho de esa pequeña joya triste y melancólica de la ciencia-ficción cinematográfica llamada "Naves misteriosas". Pero la diferencia más importante es que el pequeño robot amarillo es capaz de salvar a sus creadores. No hay final abierto. El circulo se cierra por el lado más débil y pequeño, el que representa este pequeño y entrañable robot-limpiador que todos los días y desde hace cientos de años acomete en solitario la imposible tarea de limpiar un planeta tierra convertido en un basurero y que todas las noches desea la humana capacidad de amar.

De algún modo, las máquinas conservan la humanidad del individuo que las ha creado, aunque sólo sea el simple y mero cumplimiento de unas órdenes cuya ejecución motiva su existencia misma. Son nuestros instrumentos y mientras existen nosotros y nuestros propósitos continúan existiendo.

Hay poesía en Wall-e, la de una luz que se enciende todas las noches a la espera de unos improbables ojos que puedan verla.

Fantástica.

SOWETO STRING QUARTET

Nkosi sikelelel' africa (god bless africa)




GRIS





TEXTURA Nº 2








TEXTURA Nº 1







SALIDA





EYE IN THE SKY

RICHARD CHEESE

One is the loneliest number...




viernes, julio 10, 2009
















LA AMENAZA DE ANDRÓMEDA

En 1969, Michael Crichton publicó esta novela cuyo asunto giraba en torno a una crisis biológica generada por un microrganismo del espacio exterior. Fue su primer éxito. Posteriormente, en 1971, Hollywood llevó al cine el libro. Dirigida por el veterano (en aquella época) todo terreno Robert Wise e interpretada por un sólido elenco de actores de carácter, "La amenaza de Andrómeda" vió la luz como película y sigue siendo uno de mis thrillers de ciencia-ficción favoritos.

En el pasado año 2008, algún productor aburrido decidió hacer un remake en forma de miniserie.

El resultado es penoso.

La historia principal se pierde entre una serie de intrigas secundarias, tópicas e intrascendentes, necesarias para justificar las tres horas de una duración para una historia que con noventa minutos tuvo suficiente. Además, la propia trama principal se complica innecesariamente convirtiendo a Andrómeda no en un organismo procedente del espacio del exterior sino procedente de la tierra y de su futuro... En definitiva, un horror al que ni los propios actores parecen dar crédito mientras intentan desplegar con la habitual ineficacia de siempre su escaso talento.

La versión televisiva de "La amenaza de Andrómeda" es un magnífico ejemplo de lo innecesario, de lo que es hecho sin talento, por burocrática necesidad y con la única razón plausible de continuar alimentando la máquinaria de nuestro ocio siempre insaciable.
Aparte de tener miedo...

qué hacen un taxista y su pasajero,
a las cuatro de la mañana,
detenidos ante un semáforo en rojo,
en una avenida con visibilidad en todas las direcciones
y sin tráfico contra el que colisionar...

qué hacen además de conjugar a tiempo
el santo sacramento del orden,
protegiéndose de lo improbable,
de la excepción,
delirando obediencia,
escenificando la perfecta dominación...

AIRBAG

Supongo que debería ser lo contrario, pero, y conforme más mayor me hago, más me gusta Airbag.

Bajo la apariencia de una locura iconoclasta, llena de violencia y mala leche se esconde una magnífica historia, lleno de personajes estupendos y diálogos brillantes, que es como una piedra lanzada contra esa fábrica de tullidos llamada "familia", personificada en la malvada Aurora (Rosa Mª Sardá) y que a punto está de arruinar la vida de Juantxo (Karra Elejalde).

Una vez cada cinco años no viene mal una cabalgada como la de "Airbag" para eliminar las impurezas acumuladas en la propia vida... Quizá sea un método un poco drástico, pero lo que quede sólo puede ser lo mejor de uno mismo.

Nada como una barbacoa con tus colegas sobre las cenizas del adosado y el 4x4.


miércoles, julio 08, 2009

2PAC

Keep ya head up...




Por entre las grietas del aburrimiento
escapa el insoportable olor corrupto de su alma
yendo silenciosamente a peor.
Sobre su ceguera
la estática hora clavada en los relojes
le aúlla pura sangre de luna
desde su crucificado estar en la pared.
Mientras intacto permanece.
DAVID BOWIE

Memory of a free festival...





The sun machine is coming down and we're gonna have a party... o-o-o-oh!

martes, julio 07, 2009

INOLVIDABLE

Airbag...




.... Y cuidao que igual te viene la C.
DESEO, PELIGRO

Por encima de todo, esta última película del taiwanés Ang Lee es un melodrama de cine negro.

Es curioso pero, en mi memoria, los recuerdos de "Deseo, peligro" suceden en blanco y negro.

El territorio donde emocionalmente se desenvuelve esta historia es el de los propios límites del corazón humano. Allí donde el orden de la claridad es imposible y uno jamás está libre de traicionarse a si mismo o los otros, los que más quiere. Odiando o deseando, amando o traicionando uno no termina de reconocerse a sí mismo y la relación que guarda con los espejos es, como mínimo, de desconfianza. Y eso mismo es lo que creo entender que sucede con uno de los personajes principales, el brutal y misterioso Sr. Yee, al enfrentarse al extraño que le observa desde el otro lado del espejo.

Los jóvenes miembros de una escuela de teatro deciden pasar de las palabras a la acción e implicarse más directamente en la lucha contra el invasor japonés y, especialmente, contra aquellos compatriotas que colaboran con el enemigo. Las palabras y los gestos del teatro no son suficientes para su carismático lider Kuang Yu Min que arrastra a los demás miembros del grupo por la traicionera senda de una peligrosa aventura en la vida real. Uno de ellos es la joven Wong Chia Chi cuya belleza usarán como arma para llagar hasta su objetivo, el señor Yee, un misterioso y sombrío hombre de negocios y político.

Poco a poco la lenta estrategia de seducción de Wong Chia Chi irá dando sus frutos. Pero, y en ese viaje hacia el corazón de la oscuridad de Yee, la bella mujer terminará atrapada en la red que ella misma ha tejido.

La volátil pasión intervendrá para caotizar lo que siempre se había pretendido fuera la ordenada deriva de una trama calculada hacia el previsto objetivo final.

Quizá resulta demasiado larga "Deseo, pasión". Sólo quizá. No estoy seguro. Probablemente sería aún mejor película si el metraje se hubiera reducido en una hora... sobre todo la primera parte, centrada en el grupo de teatro, la más floja de la historia. Pero, y en cualquier caso, si el espectador se sobrepone a ciertos momentos puntuales de debilidad, el resultado final es satisfactorio. Mirando atrás se percibe el hermoso paisaje de una historia emocionante, un camino que ha merecido la pena seguir.

El pulso lento y pauisado del cine negro late en lo cruel y contradictoria que la historia es, como casi siempre suele ser la vida.

Para llegar hasta Yee, Wong Chia Chi deberá despertar lo poco que queda de humano en el interior del monstruo y, una vez que Yee siente quizá algo bastante parecido al amor, éste descubrirá que todo ha sido una traición.

Triste y negro es el destino de la bestia Yee. Buscar lo que en él hay de humano, para destruirlo quizá definitivamente en una última y terrible decepción.

Triste y negro será también el destino de la hermosa Wong Chia Chi quién a un paso de la meta que durante tantos años ha perseguido se verá distraída por un simple latido desacompasado de su corazón.

Al final, nadie quedará contento si es que su propia circunstancia dentro de la historia le ha permitido siquiera eso... quedar.

Magnífica.. aunque un poco larga.

"Las cosas están ordenadas si se comportan como uno espera que lo hagan; es decir, uno puede dejarlas a un lado cuando planifica sus acciones. Ésta es la principal atracción del orden: la seguridad que acompaña a la capacidad de predecir, con escaso o ningún error, cuáles serán las consecuencias de nuestras acciones. Podemos seguir intentando lo que estamos intentando, concentrándonos en lo que tenemos que hacer y sin temer ninguna sorpresa: ningún obstáculo que uno no pudiera, con un mínimo de esfuerzo, anticipar e incluir en sus cálculos. Por decirlo en pocas palabras: las cosas están en orden sino tenemos que preocuparnos por el orden de las cosas."
(La sociedad individualizada, Zygmunt Bauman)