"Pero supongamos que esta visión ortodoxa de la ciencia sea estrictamente limitada; supongamos que, en algún nivel, funcione realmente un principio formativo y ordenador dentro del universo. Tal principio actuaría para generar las nuevas formas y estructuras originales de la naturaleza y sería la fuerza motriz de todo patrón y conjunción. Un principio formativo debería ser muy distinto a lo que normalmente se expresa con «una ley de la naturaleza», que es la abstracción y generalización de la experiencia científica. Pero, ¿qué podría ser este principio de animación y generación, que es tan radicalmente distinto a las leyes convencionales de la física?"
(Sincronicidad, David Peat)
domingo, noviembre 21, 2010
sábado, noviembre 20, 2010
jueves, noviembre 18, 2010
EL COBARDE
Debería alegrarse de sobrevivir,
debería estar satisfecho con dar lugar al tiempo,
a la posibilidad de olvidar,
pero la melancolía por la destrucción le embarga,
por no haberse quedado hasta el final
en la desigual batalla por una causa perdida,
imposible, desesperada
como Leónidas en las Termópilas
o Gordon en Khartoum,
poniendo en valor el ideal
precisamente donde más necesario es el gesto,
bajo el silencioso sol negro de su ausencia,
en la empeñada espera hasta el último segundo de su llegada,
incluso hasta mucho después,
cuando ya es demasiado tarde
y el horizonte se colapsa.
miércoles, noviembre 17, 2010
BROKEN TRAIL
Viajamos entre dos eternidades dice Print Ritter en diferentes momentos a lo largo de este espectacular western... que es precisamente eso, la crónica de un viaje entre dos eternidades, un viaje emocionante y hermoso en el que si alguna cosa queda clara es de qué lado siempre se pone la belleza en este complicado y difícil mundo.
En pocas palabras "Broken trail" es un western tremendo.
Presuntamente basada en hechos reales, nos cuenta la historia del viaje que realizan Print Ritter (Robert Duvall) y su sobrino Tom Hart (Thomas Haden Church) conduciendo una manada de caballos desde algún lugar del medio oeste hasta el Canada. A lo largo del mismo, Ritter y Hart encontrarán diferentes personajes que con mejor o peor voluntad o suerte también viajan entre esas dos eternidades.
Las imágenes de "Broken trail" insinúan un misterio homérico, insondable y eterno; la placidez de una singladura que se confunde con el mero transcurrir de ese espejismo que llamamos tiempo, la belleza del ser humano en su constante esfuerzo por ser no de cualquier manera ni a cualquier precio y el destino de todos siempre resonando inevitable como un trueno en la distancia.
"Broken trail" encierra momentos emocionantes, inolvidables, culminantes; momentos que marcarán para siempre la vida de los personajes mientras los viven sin la menor conciencia de su esencial importancia; momentos que valen por todo el tiempo que les precede y sucede, que terminan justificando sus vidas con su imperceptible suavidad de vibrante verde y fresca hoja.
Inesperadas eternidades que hacen los corazones más grandes.
Despedidas, encuentros, viaje... La vida misma entre dos eternidades.
Imprescindible.
No siente cansancio.
La línea del horizonte permanece a la misma distancia.
Lejana, inalcanzable, intacta.
Duerme a ojos abiertos.
Imagina que habrá carretera hasta el final,
allá en donde el sol se esconde cada atardecer.
Las luces de los faros apenas penetran
unas decenas de metros en la oscura oscuridad.
Brillan mucho menos que su mirada,
clavada como una lanza en alguna parte
que su imaginación todavía no alcanza.
martes, noviembre 16, 2010
MALA MEMORIA
Pérdidas públicas y beneficios privados.
Siempre hay una buena razón para tolerar las excepciones cuando las cosas van mal, cuando el sistema económico colapsa de pura avaricia permitiendo que unos pocos puedan hacerse piscinas climatizadas o una casa en las Islas Virgenes con los beneficios resultantes de complejas operaciones financieras . Siempre hay un buen argumento para reparar el desastre que queda, el agujero virtual producido por cosas que ni de lejos valen lo que realmente se paga en los mercados por ellas.
Pérdidas públicas y beneficios privados.
Siempre hay una buena razón para tolerar las excepciones cuando las cosas van mal, cuando el sistema económico colapsa de pura avaricia permitiendo que unos pocos puedan hacerse piscinas climatizadas o una casa en las Islas Virgenes con los beneficios resultantes de complejas operaciones financieras . Siempre hay un buen argumento para reparar el desastre que queda, el agujero virtual producido por cosas que ni de lejos valen lo que realmente se paga en los mercados por ellas.
El sistema necesita sobrevivir.
Y una vez que los estados procuran esa supervivencia, la financian literalmente poniendo paladas y paladas de dinero intentando disimular de mala manera los efectos de ese agujero virtual, vuelve la rigidez. Los rostros se endurecen y las posiciones se vuelven ortodoxas. Ahora hay que disciplinar a los estados cuyas cuentas son impresentables, desequilibrantes y para conseguir ese equilibrio, otros deben apretarse el cinturón.
La ortodoxia es la ortodoxia.
El peso de la presión caer sobre los estados, que pasan de sujeto paciente a sujeto agente. Ahora, la culpa es de los estados, de la excesiva regulación de una economía que necesita cualquier menos regulación, de los trabajadores que cobran demasiado, del exceso de servicios sociales que se prestan.
Hay que recortar.
La situación es insostenible... y del tipo de la piscina climatizada ya nadie se acuerda, porque ellos son los verdaderamente poderosos. Su reino es de este mundo, les capacita para generar a su alrededor un entramado de eventos que llega a confundirse con la verdadera realidad.
Este mundo empieza a estar hecho a medida de sus excesos.
El beneficio por el beneficio, sin la menor responsabilidad.
Siempre llega tarde la lluvia
y le sienta bien a la ciudad
cayendo silenciosa,
como un traslúcido telón
sobre el incesante
empezar y terminar de las cosas;
derramando mil y un espejos
sobre las grises aceras,
espejos que sin querer
devuelven paciente su reflejo
a las pálidas nubes
que vuelan rápidas como gacelas.
y le sienta bien a la ciudad
cayendo silenciosa,
como un traslúcido telón
sobre el incesante
empezar y terminar de las cosas;
derramando mil y un espejos
sobre las grises aceras,
espejos que sin querer
devuelven paciente su reflejo
a las pálidas nubes
que vuelan rápidas como gacelas.
lunes, noviembre 15, 2010
"Una de las caracteristicas mas tristes de nuestro tiempo es, en mi opinion, el hecho de que hoy en dia una persona corriente queda definitivamente separada de todo aquello que hace referencia a una reflexion sobre lo bello y lo eterno. La moderna cultura de masas -una civilizacion de protesis-, pensadas para el consumidor, mutila las almas, cierra al hombre cada vez mas el camino hacia las cuestiones fundamentales de su existencia, hacia el tomar conciencia de su propia identidad como ser espiritual."
(Esculpir en el tiempo, Andrei Tarkovski)
(Esculpir en el tiempo, Andrei Tarkovski)
domingo, noviembre 14, 2010
En cierto sentido, la atracción que ejercen las figuras de Fausto y Mefisto -o de Jekyll y Hyde- dimana del hecho de que ambos encarnan un problema arquetípico y asumen la empresa heroica de llevar a cabo algo que el resto de los seres humanos eludimos constantemente। Nosotros, como Dorian Gray, optamos por mantener ocultas nuestras cualidades negativas -en la esperanza de que nadie descubrirá su existencia- mientras mostramos un rostro inocente al mundo (la persona); creemos que es posible vencer a la sombra, despojarnos de la ambigüedad moral, expiar el pecado de Adán y -de nuevo Uno con Diosretornar al Jardín del Paraíso. Por ello inventamos Utopías, Eldorados o Shangrilas -lugares en los que la maldad es desconocida- por ello nos consola mos con la fábula marxista o rousseauniana de que el mal no se aloja en nuestro interior sino que es fruto de una sociedad «corrupta» que nos mantiene encadenados y que basta con cambiar a la sociedad para erradicar el mal definitivamente de la faz de la Tierra.
(Encuentro con la sombra, Connie Zweig y Jeremiah Abrahams)
(Encuentro con la sombra, Connie Zweig y Jeremiah Abrahams)
sábado, noviembre 13, 2010
COPIA CERTIFICADA
La primera película europea del cineasta iraní Abbas Kiarostami se sitúa entre el "Te querré siempre" Roberto Rosellini y el Michelangelo Antonioni de "La Aventura", pero lo hace sólo como punto de partida.
"Copia certificada" aparentemente nos dibuja con preciso detenimiento la indagación que en un soleado y paradisíaco domingo toscano una pareja hace sobre las raíces y sentido de la relación que vienen manteniendo desde hace 15 años. Constantemente se demandan el uno al otro cosas que parecen no ser capaces de darse. Mientras ella (una brillante Juliette Binoche) se niega a reconocer el tiempo y permanece instalada en la pasión romántica del primer día, él (un estupendo y desconocido -para mi- William Schimell) está empeñado en revisar la relación a la luz del tiempo sucedido encontrándose incapaz de devolver a su mujer esa pasión que ella le demanda, sintiendo dolor ante la ceguera que ella muestra ante su propuesta de amor maduro y tranquilo.
Ambos deambulan por la hermosa ciudad de Arezzo, en un estupendo y paradisíaco día lleno de brillo y luz que se convierte en perfecto contrapunto dramático para el íntimo infierno que ambos viven y que se administran el uno al otro con cuidadosa precisión. El rol de víctima y el rol de verdugo pasa constantemente del uno al otro y lo hace por diferentes variadas vías que van, como siempre funcionan estas cosas, desde el certero reproche hasta el inocente recuerdo.
Y hasta aquí "Copia certificada" es una precisa crónica de una falta de timing en el amor que deriva en una dolorosa situación de incomunicación. Lo interesante es el énfasis que Kiarostami parece poner en la propia lucha, en el propio conflicto manifestada en la incesante demanda que el hombre y la mujer se hacen el uno al otro buscando que el otro se convierta en espejo, un espejo que les muestre lo que en el respectivo otro esperan ver, esa certificación de autenticidad que les confiera ese sentido de originalidad con la que juega el titulo de la historia. Y en este sentido, los dos personajes persiguen desesperadamente la certificación del otro, una certificación que les convierta en especiales y originales.
Como consecuencia de esto, el vagabundeo por las preciosas calles de Arezzo se convierte en un desesperado juego de seducción en el que ninguno de los dos está dispuesto a cesar. Y como digo, cada uno lo hace a su manera. Ella más agresiva y pasional. El más distante y frío. Pero, y en cualquier caso, demandando que las cosas se hagan en el propio código y sin apenas estar dispuestos a entender el código del otro.
Así, y en ciertos momentos, ambos se convierten en dos monstruosos egos voraces, insaciables, buscando devorar, incapaces del menor sacrifico propio ya que el sentido está de su lado, pero constantemente empeñados en exigirle el sacrificio al otro situado como no podía ser de otra forma del lado del sinsentido.
Y todo con esa caligrafía sencilla, muy fordiana a la hora de planificar, que Kiarostami siempre ha tenido y que le permite, del mismo modo que el genial maestro irlandés, colocar la cámara en el mejor lugar posible para narrar el momento filmado, un lugar en el que la cámara se torna invisible de modo que, confiado, el momento captado parece convertirse en pura realidad por arte de magia.
Brillante.
"La diferencia entre orgánico e inorgánico es un prejuicio conceptual. Cuesta cada vez más trabajo mantenerlo, a medida que nos adentramos en la física cuántica. De acuerdo con nuestra definición, una cosa es orgánica si responde a la información procesada. ¡El más sorprendente descubrimiento que espera a los neófitos en la física es que las pruebas acumuladas en el desarrollo de la mecánica cuántica indican que las «partículas» subatómicas parecen estar tomando decisiones de manera constante! Y más aún: las decisiones que aparentemente tomen están basadas en otras decisiones programadas en cualquier otra parte. Las partículas subatómicas parecen conocer instantáneamente las decisiones que son tomadas en otras partes. La palabra clave es instantáneamente. ¿Cómo puede saber una partícula subatómica aquí la decisión que ha tomado otra partícula allí, en cualquier otra parte, en el mismo instante en que la partícula en ese otro cualquier lugar la ha tomado? Todas las pruebas parecen desmentir el hecho de que las partículas elementales sean realmente partículas.
Una partícula, como nos la representamos mentalmente (de acuerdo con la definición clásica) es una cosa que está limitada en el espacio. No se extiende fuera de esa región. Está aquí o está allí, pero no puede estar aquí y allí al mismo tiempo. Una partícula que está aquí, puede comunicarse con una partícula que está allí (gritándole, emitiéndole una señal de TV, agitándose, etc.), pero esa comunicación necesita tiempo (aunque sólo sea una millonésima de segundo). Si dos partículas se
encontraran en distintas galaxias la comunicación tardaría siglos. Para que una partícula que está aquí sepa lo que ocurre allí mientras está sucediendo, tiene que estar allí. Pero si está allí no puede estar aquí. Y si está en los dos lugares al mismo tiempo ya no es una partícula.
Esto significa que es posible que las «partículas» ni siquiera sean partículas en absoluto (pág. 51). También significa que esas partículas aparentes están en relación con otras partículas de un modo dinámico e íntimo que coincide con nuestra definición de lo orgánico.
Algunos biólogos creen que una simple célula vegetal lleva en sí la capacidad de reproducir la planta entera. Igualmente, la implicación filosófica de la mecánica cuántica es que todas las cosas en nuestro universo (incluso nosotros), que parecen existir independientemente, son en realidad partes de un modelo orgánico que lo abarca todo. Y que no hay ninguna parte de ese modelo, de ese todo, que esté verdaderamente aparte de él o de las demás partes."
(La danza de los maestros del Wu-Li, Gary Zukav)
Una partícula, como nos la representamos mentalmente (de acuerdo con la definición clásica) es una cosa que está limitada en el espacio. No se extiende fuera de esa región. Está aquí o está allí, pero no puede estar aquí y allí al mismo tiempo. Una partícula que está aquí, puede comunicarse con una partícula que está allí (gritándole, emitiéndole una señal de TV, agitándose, etc.), pero esa comunicación necesita tiempo (aunque sólo sea una millonésima de segundo). Si dos partículas se
encontraran en distintas galaxias la comunicación tardaría siglos. Para que una partícula que está aquí sepa lo que ocurre allí mientras está sucediendo, tiene que estar allí. Pero si está allí no puede estar aquí. Y si está en los dos lugares al mismo tiempo ya no es una partícula.
Esto significa que es posible que las «partículas» ni siquiera sean partículas en absoluto (pág. 51). También significa que esas partículas aparentes están en relación con otras partículas de un modo dinámico e íntimo que coincide con nuestra definición de lo orgánico.
Algunos biólogos creen que una simple célula vegetal lleva en sí la capacidad de reproducir la planta entera. Igualmente, la implicación filosófica de la mecánica cuántica es que todas las cosas en nuestro universo (incluso nosotros), que parecen existir independientemente, son en realidad partes de un modelo orgánico que lo abarca todo. Y que no hay ninguna parte de ese modelo, de ese todo, que esté verdaderamente aparte de él o de las demás partes."
(La danza de los maestros del Wu-Li, Gary Zukav)
"En cierto sentido, el hombre va conociendo de forma siempre nueva la naturaleza de la vida y de su propio ser, sus posibilidades y objetivos. Por supuesto que para ello se sirve de la suma de conocimientos humanos ya existentes. Pero aún así el autoconocimiento ético-moral sigue siendo la experiencia clave de cada persona, una experiencia que tiene que hacer siempre de nuevo él sólo. Una y otra vez, el hombre se pone en relación con el mundo movido por el atormentador deseo de apropiarse de él, de ponerlo en consonancia con ese su ideal que ha conocido de forma intuitiva. El carácter utópico, irrealizable de ese deseo es fuente perenne de descontento del hombre y del sufrimiento por la insuficiencia del propio yo."
(Esculpir en el tiempo, Andrei Tarkovski)
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