"Los físicos son gentes que han venido persiguiendo tenazmente esta infinita serie de cuestiones. Y lo que han hallado es sorprendente. Las fibras de madera, para continuar el ejemplo, son realmente agrupaciones de células. Las células, vistas con el necesario aumento, descubren ser agrupaciones de moléculas. Bajo un aumento mayor, las moléculas descubren que son agrupaciones de átomos y, por último, los átomos, así se ha demostrado, son agrupaciones de partículas subatómicas. En otras palabras, «materia» es una serie de agrupaciones o modelos fuera de foco. La búsqueda de la sustancia definitiva del universo termina con el descubrimiento de que no existe ninguna.
Si hay una última sustancia constitutiva del universo es la pura energía, porque las partículas subatómicas no están hechas de energía sino que son energía. Esto es lo que Einstein afirmó en 1905. Las interacciones subatómicas son, en consecuencia, interacciones de energía con energía. A nivel subatómico no hay una diferenciación clara entre lo que es y lo que ocurre, entre el actor y la acción. A nivel subatómico el bailarín y el baile son una misma cosa.
De acuerdo con la física de las partículas, el mundo es fundamentalmente energía danzante; lo que hemos venido llamando materia (partículas), está siendo creado y aniquilado continuamente; y vuelto a crear. Esto es lo que ocurre cuando las partículas interaccionan entre ellas y sucede, literalmente hablando, saliendo de la nada.
Donde no había «nada» de repente hay «algo» y seguidamente ese algo vuelve a marcharse, frecuentemente transformándose en algo distinto antes de desvanecerse. En la física de las partículas no hay diferencia entre vacío o no-vacío, o entre algo y «no-algo» (nada). El mundo de la física de las partículas es un mundo de energía chispeante, danzando para siempre consigo misma en la forma de sus partículas al encenderse y al apagarse dentro y fuera de la existencia, chocando entre sí, transmutándose y desapareciendo de nuevo.
Él concepto del mundo de la física de las partículas es una imagen de caos por debajo del orden. A nivel fundamental es una confusión en la que se mezclan creación, aniquilación y transformación de manera continuada.
(La danza de la realidad, Gary Zukav)