lunes, julio 16, 2012

Pues claro que los que desde el poder proponen únicamente políticas de ajuste son conscientes del circulo vicioso de estrangulamiento al que las sociedades son sometidas.
Claro que lo saben.
Y ya va siendo hora de decir las cosas claras.
No son tontos, algunos de ellos puede que sean incompetentes, pero lo que son, sobre todo, es malos... entendiendo por maldad el perseguir el interés de parte hasta el extremo de comprometer a la mayoría.
El objetivo es someter a las sociedades a un punto de estrés en el que puedan hacer lo que quieran poniendo a las personas en el umbral de elección entre el susto y la muerte. Enfrentados a la posibilidad del caos, el ser humano prescindirá de cualquier cosa: sanidad pública, pensiones... y cualquier cosa que se ponga por delante.
Y no es nuevo.
La mecánica del interés y el terror está perfectamente descrita en "La doctrina del shock" por Naomi Klein.
El poder produce una realidad y sus voceros se limitan a reconocerla como inevitable e incuestionable.
Es la manera que tiene el neoliberalismo de gestionar su proyecto en las sociedades democráticas. Para ellos, una crisis siempre es una oportunidad para conseguir muchas más cosas.
¿Porque quién puede ir en contra de la realidad?
Pero lo que se olvida es que la realidad es un producto, siempre pertenece a alguien y aceptando según qué realidades, en realidad se acepta algo que es propiedad privada de alguien.
Y esta realidad que nos piden aceptar... nos piden... en realidad nos están exigiendo que la aceptemos de manera indirecta... Esa realidad no nos pertenece.
Y además hay realidades que el ser humano no se puede permitir aceptar por dignidad.
Se trata de rebelarse.
La solución está fuera de la caja, porque dentro todo es inevitable.

La realidad se produce.
Socialmente siempre es un efecto, no una causa.
No dejes que los miserables te engañen.

ALEGRÍA

No se podía medir en metros
la distancia que le separaba de todo aquello.
Podría acercarse, sonreirles, abrazarles, tocarles,
pero seguiría estando lejos, muy lejos
de aquella radiante alegría
que reventaba los rostros
insinuando el fantasma de la felicidad
con trazo nervioso y grueso
sobre una superficie cubista de abrazos y besos.

No se trataba sólo de una cuestión de espacio,
también intervenía el tiempo,
mejor dicho todo lo que sucedía
era una pura cuestión que concernía a su reflejo,
al instante que presenciaba.
Porque, en realidad, nada contemplaba.
Se interponía translúcido el peso de una ausencia,
la presencia del vacío
de todas las alegrías pasadas ya extintas,
alegrías que ya ni siquiera recordaba,
si habían sucedido en vano o no,
si en alguna ocasión fueron o no de provecho.

Desde el otro lado del espejo
el veneno de la memoria empezaba
a ser un viejo conocido que una vez más
le arrebataba al instante su condición de eterno.
Lo sabía, pero aún no estaba todo perdido.
Todavía no había olvidado que era un veneno
más poderoso el de la alegría
y que era inevitable que se acercase,
que empezase a construir su personaje
desde fuera, abrazándose, besándose,
cantando, bebiendo,
con la secreta esperanza de que esa ficción
llegase lo suficiente adentro como para convertirse,
el tiempo que durase, en algo cierto.

domingo, julio 15, 2012

Los paraguas de Cherburgo

Todo un descubrimiento para el que les escribe el cine de Jacques Demy.

Una característica de la generación de cineastas que empiezan a hacer cine a finales de la década de los 50 es el cuestionamiento del modo clásico de hacer cine. Los hijos de los padres que se devoraron vivos en los campos de batalla de la Segunda Guerra Mundial plantean una diferencia general que se materializa a lo largo de la década de los 50's de maneras muy distintas y el cine, el entretenimiento por excelencia de aquella sociedad, no podía quedar fuera.

En Europa este fenómeno fue mucho más acusado: Nouvelle Vague, Free Cinema Inglés, Nuevo cine alemán; pero en los Estados Unidos, la llamada generación de la televisión (Peckhinpah, Lumet, Paddy Chayefsky, Bogdanovich o Penn), realiza una función similar en el desarrollo generacional de la industria... Utilizando las ventajas de la tecnología, nuevos equipos de rodaje más ligeros que convertían al hecho de rodar cine en una experiencia más flexible e inmediata buscaban por un lado introducir temáticas, propuestas de pensamiento y vida, maneras de contar más acordes con el sentir de una nueva era y por otro revisar las esquematizadas estructuras narrativas de los géneros para, haciendo coincidir fondo y forma, vehiculizar esos nuevos contenidos y maneras.

Parte de esa revisión implicaba el cuestionamiento, la traducción al escepticismo de esos mismos cánones narrativos.

En este sentido, es un magnífico ejemplo la revisión que Sam Peckinpah hace del western, un género conservador por excelencia, introduciendo claves nihilistas y sentidos existencialistas en historias que tienen siempre un importante punto de enloquecido enfrentamiento de ese individuo, que el western ensalzaba, contra un mundo que de pronto se muestra poderoso e invencible.

Y cito a Peckinpah porque, en mi opinión, Demy desempeña ese mismo papel deconstructor dentro del musical, el otro género cinematográfico por excelencia.

Hasta Demy el musical es un género que escenifica por excelencia el relato sentimental de un estilo de vida, de una ideología que el cine ha vehiculizado a espuertas  y, del mismo modo que Peckinpah, Demy introduce el mismo tipo de claves nihilistas y existencialistas propias de la época, de manera más acusada si cabe que Peckinpah en el western, claves que desarticulan el carácter circular de ese relato.

Y en este sentido el musical escenifica como ninguno narrativas más o menos subliminales que buscan reforzar el deseo del individuo. Con su constante glorificación del amor romántico, el musical escenifica el mito capitalista de la oportunidad y el éxito que espera a todos los que perseveren y lo hace en una especie de equivalente del mundo Disney en el mundo de los adultos.

Nada puede oponerse al deseo del individuo, si ese deseo es verdadero.

Sobre esa circularidad, Demy trabaja para imbricar el cuestionamiento, la ruptura... El amor como muchas otras cosas en la vida no tienen por qué llegar y si lo hace tampoco tiene por qué hacerlo de la manera en que se le espera.

El individuo no tiene la última palabra. Su destino se escribe y reescribe constantemente en el tiempo.

"Los paraguas de Cherburgo" muestra precisamente esa levedad que afecta al destino del humano. Nos cuenta la historia de un amor imposible, el de los adolescentes Genevieve (Catherine Deneuve) y Guy (Nino Castelnuovo) a quienes la vida terminará separando.

Dividida en tres partes, partida, ausencia y regreso, "Los paraguas de Cherburgo" es la crónica melancólica y amarga de una perdida que se termina apareciendo como inevitable y contra la que nada pueden hacer ninguno de los dos amantes.

La vida manda, tiene otros planes para ellos y el resultado final termina siendo algo muy distinto a lo inicialmente planeado por ellos en un final melancólico y amargo, de los más grandes que el que les escribe recuerda, una verdadera magdalena de Proust que el maestro Demy moja en el interior de la mirada de cada espectador.

Obra maestra.





"Me escuchó, sentado con las piernas cruzadas. A veces su cabeza desaparecía por completo en una gran erupción de humo, y un gruñido de simpatía surgía de entre la nube. Cuando terminé, descruzó las piernas,dejó la pipa, se inclinó hacia delante, hacia mí, con avidez, con los codos en los brazos de su sillón, las yemas de los dedos juntas.
-Entiendo muy bien. Es romántico.
Me diagnosticó el caso, y al principio me sobresalté al descubrir cuán sencillo era. Y en verdad, nuestra conferencia se parecía mucho una consulta médica: Stein, de aspecto erudito, sentado en un sillón,
delante de su escritorio; yo, ansioso, en otro, frente a él pero un tanto un costado... y me pareció natural preguntar:
-¿Qué es bueno para eso?
Levantó un largo índice.
-¡Hay un solo remedio! ¡Una sola cosa puede curarnos de nosotros mismos! -El dedo descendió al escritorio con un golpe vivaz. El caso que había hecho parecer tan sencillo, hacía un momento, se volvió
más sencillo aún, si eso era posible... y desde todo punto de vista desesperado.
Hubo una pausa.
-Sí -dije-, hablando en términos estrictos, el problema no es cómo curarse, sino cómo vivir.
Aprobó con la cabeza, en apariencia con cierta tristeza.
-¡Ja! ¡Ja! En general, para adaptar las palabras de su gran poeta: ese es el problema... -Continuó asintiendo con simpatía: - ¡Cómo ser!¡Ach! Cómo ser.
Se puso de pie, con las yemas de los dedos apoyadas en el escritorio.
-Queremos ser en tantas formas distintas –continuó. -Esta magnifica mariposa encuentra un montículo de tierra y se queda inmóvil en él. Pero el hombre nunca permanece inmóvil en su montículo de barro.
Quiere ser así, y después quiere ser de otra manera... -Movió la mano hacia arriba, luego, hacia abajo...- Quiere ser un santo, y quiere ser un demonio... y cada vez que cierra los ojos se ve como un individuo
espléndido... tan espléndido como jamás podrá serlo... en un sueño..."
(Lord Jim, Joseph Conrad)

sábado, julio 14, 2012

"Al frente de la infantería estaba el teniente Zúbarev, que antes de la guerra había estudiado canto en el conservatorio. A veces, por la noche, se acercaba con sigilo hasta las líneas alemanas y entonaba «Oh, efluvios de la primavera, no me despertéis» o el aria de Lenski de Eugenio Oneguin. Cuando le preguntaban qué le empujaba a subirse a un montón de cascotes para cantar, aun a riesgo de poner en peligro su propia vida, Zúbarev eludía dar una respuesta. Quizás allí, donde el hedor de los cadáveres flotaba en el aire día y noche, quería demostrar, no sólo a sí mismo y a sus camaradas sino también a los enemigos, que las fuerzas destructoras, por poderosas que fueran, nunca podrían borrar la belleza de la vida."
(Vida y destino, Vasili Grossman)

La personalidad neurótica de nuestro tiempo

Ahora que cielo ha perdido su amable y hermoso color azul protector y nos muestra su negrura esencial, una negrura que incluso quienes debieran ser los mejores de nosotros aceptan sin pestañear. Ahora que descubrimos que sigue habiendo clases  y que siguen existiendo unos propietarios de los medios de producción cuyo omnímodo poder les lleva a definir las reglas de una realidad inapelable para el resto de mortales, que somos mayoría, necesitamos munición intelectual para combatir el destructivo absurdo que implica esa siniestra e irritante calma con la que se nos explica el horror y el absurdo.

Ahora, precisamente ahora, no estaría mal subir a los desvanes para recuperar las viejas armas, los viejos libros en los que nuestros abuelos encontraron el sueño que también nosotros debiéramos hallar: que nada ese inevitable si hay hombres de por medio, que todo es mentira y que otros mundos podían ser posibles en éste.

Y no es casualidad que los grandes padres pensadores de la critica a la modernidad y a su monstruo, el sistema capitalista, Hegel, Marx, Nietzsche, Freud, Escuela de Frankfurt, Baudrillard, todos, hayan sido cuestionados, criticados hasta la saciedad y rapidamente olvidados, viendo reemplazado el incómodo dramatismo estratégico de sus planteamientos por pensamientos más hedonistas, tácticos y postmodernos, que sólo buscaban la descripción y la gestión de una opulencia que estaba ahí para quedarse eternamente y que por tanto era estúpido e innecesario cuestionar... y más teniendo en cuenta el fracaso sangriento y gris que chirriaba al otro lado del telón de acero.

Pero sobre esa base idílica de final de la historia someramente descrita en el párrafo anterior, una perversa y silenciosa Ariadna ha venido tejiendo con materiales más amables -eso, sí- una nueva cárcel en la que de pronto nos encontramos sumidos, nosotros, la especie de la voluntad y los sueños, atada de pies y manos a una realidad que se manifiesta implacable e inamovible.

Y quién en primer lugar necesita armas es la cabeza y las precisa para disparar al cielo oscuro de la realidad inapelable que se nos presenta buscando producir agujeros a través de los cuales brille la esperanza de un sentido nuevo y más justo.

Las estrellas no nacen, se hacen.

Hegel, Marx, Freud, Baudrillard proporcionaron modelos teóricos de análisis y crítica que en absoluto están superados si no se les entiende por las circunstancias y se va más allá, a la esencia crítica de su pensamiento.

Freud es uno de ellos... uno de los más cuestionados y cuestionables... si no se entiende su psicoanálisis como una doctrina que ha ido evolucionando con el tiempo.

"La personalidad neurótica de nuestro tiempo", escrito en 1937 por Karen Horney significa uno de esos grandes puntos de evolución del paradigma capacitándolo aún más como herramienta crítica a nivel macro y micro de nuestra sociedad.

En pocas palabras Horney da un giro copernicano al paradigma considerando lo sexual como una manifestación más de un fenómeno que funda lo social y que es el proceso de socialización, es decir, el proceso por el que individuo aprende a desenvolverse en sociedad.

Horney recoge la teoría social del psicoanálisis expresada por Freud fundamentalmente en "El malestar en la cultura" , trabajo en el que describe ese proceso de tensión entre el sujeto deseante y las necesidades constrictivas de una sociedad, que necesita generar un orden al que los sujetos deben someter el egoísmo de su deseo si lo que se quiere es construir algo en común.

Este proceso de sometimiento que Freud, como no podía ser de otra manera, centra en lo sexual, tampoco puede ser nada más que un proceso represivo que se manifiesta en restricciones tan básicas como el incesto, que permite establecer el orden familiar (evitando que padre e hijo puedan llegar a pelear por la misma mujer: la madre) y es en la familia donde se produce los momentos más importantes de ese proceso de socialización.

Horney abandona el protagonismo de lo sexual y se centra en lo cultural, en todo el conjunto de normas, roles e instituciones que el niño debe conocer y respetar para poder funcionar en colectividad. Y en este proceso siempre se produce represión, una energía que genera ese inconsciente que constantemente se manifiesta por las rendijas que deja nuestra vigilia consciente y racional.

La neurosis no es otra cosa que la manifestación como cuadro clínico de esa tensión entre realidad y deseo, entre lo que Freud llamaba el proceso erotico constructivo de fundirse con el otro para crear algo en conjunto y el proceso tanático de consumirse y consumir a los otros persiguiendo unicamente la satisfacción del propio deseo.

La necesidad que el hombre tiene de lo social le obliga a poner límites a la voluntad animal del cerebro reptiliano y convierte al individuo en un campo de batalla, en un lugar donde se produce la constante tensión entre dos fuerzas contradictorias y que por mor de su propia ley de gravedad entran en constante colisión.

En este sentido, y para Horney, todos tenemos la potencialidad de ser neuróticos principalmente porque esa tensión está en nosotros.

El problema como siempre tiene que ver con el lugar donde se traza línea y si esta se cruza o no. Esta misión corresponde al propietario de un saber clínico que con criterios meramente operativos y funcionales la traza: la neurosis empieza cuando esa sombra inconsciente usando terminología jungiana es lo suficientemente fuerte como para interponerse entre el sujeto y las necesidades de su vida consciente, constructiva.

Y en este aspecto la última evolución del sistema capitalista que es la sociedad de consumo intenta capitalizar, como no podía ser de otra forma, ese deseo dirigiendo a él toda su estructura de comunicación, intentando penetrar por la misma dirección pero en contrario sentido esos resquicios de la racionalidad por los que habitualmente se manifiesta.

Los problemas y los riesgos son obvios, desestabilizando aún más la estabilidad de los individuos que no es más que una fina película de razón surgida a base de represión sobre un profundo e insondable mar de energía que como sostenía Jung se extiende más allá del espacio y del tiempo.

Horney dedica buena parte del libro a describir no tanto la génesis como la variada sintomatología neurótica que un aprensivo como el que les escribe a disfrutado/sufrido identificándose hasta en el más pequeño de los aspectos.


El psicoanálisis no es un paradigma desechable en absoluto.

Desde el punto de vista clinico se basa en un sistema tan antiguo como la curación mediante el relato y la palabra y desde el punto de vista macro ofrece una radiografía bastante ajustada para explicar la fragilidad del individuo y su carácter animal-racional así como los pilares oscuros sobre los que descansa cualquier organización social ofreciendo un modelo psico-sociológico nada desdeñable siempre que lo que uno busque sea el conocimiento.
"Hemos tomado decisiones que no iban en nuestro programa electoral porque no había otra posibilidad de sacar adelante el país."
(Soraya Ruiz de Santamaria)

Si me preguntan lo que más detesto en todos ellos ese ese satisfecho conformismo con el que están mandado el país a la ruina.
Por lo menos, ahora han aprendido a escenificar una tristeza que puede que sientan, aunque seguramente les puede mas ese sentimiento de satisfacción tecnocrático que no pueden disimular, un sentimiento parecido a la emoción que exhibe el empollón de la clase cuando consigue un nuevo sobresaliente.
Y en el fondo ésta es una de las principales miserias de lo que podría llamarse la sensibilidad de la derecha, la constante búsqueda de una realidad a cuyas exigencias plegarse absolutamente, planteandole a la realidad una suerte de relación sadomasoquista en la que la parte sádica se limita a imponerse y la masoquista se pliega a esa imposición con la satisfacción en los labios de estar en lo cierto, cediendo sin lucha alguna una de las mayores responsabilidades con las que por el hecho de existir el hombre incurre con la vida y que no es otra que chocar contra las cosas, revelarse contra las imposiciones persiguiendo, más o menos ciegamente, la posibilidad de entornos y escenarios mejores.
Y la verdad es que va en contra de lo más esencial del ser humano que se siente libre y capaz de todo y que no se la pasa por la cabeza la posibilidad de ser un esclavo de las cosas que él mismo crea otorgándoles un sentido. Un ser humano que mediante ese mismo sentido no se construye una cárcel sino un espacio transparente de acción en el que el ancho y ajeno mundo, con sus complejidades y peligrosos, nunca tiene jamás la última palabra. Un ser humano que por respeto a sí mismo jamás acepta que no existe otra posibilidad en una situación dada.
Seguramente nunca hubiéramos salido de la caverna si hubiésemos echo caso a los que no quieren salir de la caverna ni abandonar la costa para internarse en el mar navegando. Hubiéramos desaparecido sin dejar rastro como especie si individuos como Rajoy o Soraya fueran los dominantes en nuestra manada.
Y en este sentido es una lástima que después de tanto esfuerzo todo culmine en una sociedad cuyos gobernantes, que debieran ser los primeros entre los pares, aceptan encogiéndose de hombros la injusticia como parte de una realidad que para la infame comodidad de su muy conveniente tranquilidad consideran inapelable.
El cínico planteamiento que reconoce la injusticia de una situación pero al mismo tiempo su inevitabilidad nos rebaja en nuestra condición de seres humanos. Entre otras cosas porque el sentido no es un elemento del entorno que tenga vida propia sino que es un producto de nuestra voluntad y sobre todo de nuestro intelecto. Jamás es una realidad objetiva sino una realidad de parte que se impone: el interés de unos pocos lanzado en contra de la conveniencia de la mayoría.
Una situación nada democrática que quienes debieran ser los mejores de nosotros no solo reconocen sino que aceptan encogiéndose de hombros y agachando la cabeza.
Cincuenta mil años de evolución para esto, para reproducir a escala una representación de la selva de la que con el impulso civilizador quisimos escapar construyendo una cultura.
Un completo fracaso de la naturaleza o de Dios, marquen la casilla que quieran.

jueves, julio 12, 2012

Y llega Jean Ziegler...

"vivimos en un orden mundial criminal y caníbal, donde las pequeñas oligarquías del capital financiero deciden de forma legal quién va a morir de hambre y quién no. Por tanto, estos especuladores financieros deben ser juzgados y condenados, reeditando una especie de Tribunal de Núremberg."

El vicepresidente de la ONU, Jean Ziegler, recomienda a España no pagar la deuda a la que califica de odiosa e ilegítima
Las medidas de austeridad sin políticas de activación de los ingresos son un circulo vicioso de depresión: se deprime la actividad económica y no se recauda lo esperado por lo que los objetivos perseguidos no se consiguen y es necesario un nuevo ajuste.

A los oportunistas del desastre les interesa esta situación porque, aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid, es posible realizar un ataque ordenado al estado del bienestar. Es sencillo. Basta con someter al gente a un estado de shock tal que cuando se le pregunte si prefiere susto o muerte, prefiera susto. Y eso es lo que se está haciendo cuando al grito de "no hay dinero" algún tonto útil o interesado declara como inevitables situaciones que colocan a seres humanos entre la espada y la pared.

Y no... Para ciertos asuntos no se puede esgrimir la escusa de "no hay dinero" sin revelar la miserable condición... Si no lo hay, se pinta o se llora amargamente como la ministra italiana. Cualquier cosa menos esa repugnante actitud sabionda de esperar el diez tras recitar de memoria y correctamente la lección.

El miserable no quiere que ayuden a otros si no le ayudan a él, pretende castigar a los que a su parecer se han equivocado, se refugia en lo que considera una realidad inapelable cuando le conviene pero cuando no le conviene considera que hay que cambiarla, se acuerda de los números y olvida a las personas, da la razón al poderoso y cuestiona los motivos del débil... Estén atentos. Intenten reconocerlos. Márquenlos con una cruz de tiza en la espalda como en "M" de Fritz Lang

Y mientras tanto Rajoy se está comportando como ese "estupendo" empresario español que para resolver los problemas de su empresa despide y despide hasta que ya no le queda empresa.

No da para más.
Magnífico artículo de Ignacio Ramonet...

"Unas políticas que condenen a sectores de la ciudadanía a la exclusión, a la imposibilidad de vivir una vida digna, deberían ser consideradas ilegítimas. Y el Gobierno español, después de seis meses de arrastrar los pies, como dicen algunos, con las medidas anunciadas por el presidente Rajoy se está situando al borde de la ruptura del pacto social que está obligado a defender."

"Los españoles no podemos elegir si hacemos o no sacrificios. No tenemos esa libertad”, ha dicho el presidente. Unas frases así un gobernante sólo debería pronunciarlas un minuto de antes de presentar su dimisión. Si no es capaz de hacerse responsable de las políticas que dicta, un jefe de gobierno no debe continuar."

La irresponsabilidad del presidente
PASTORAL

Extraña textura la del silencio de este fulgurante amanecer
en el que pérdidas y promesas se entrelazan
como una pastoral de silenciosas plegarias
pronunciadas por una coral del negras alas blancas.
En esta transparente hora en punto
de lo que translúcido ya no puede esperar más
reventando estrepitoso,
inexorable la claridad avanza
y descuenta el tiempo su callada deuda
eliminando una blanca piedra negra de la balanza.

miércoles, julio 11, 2012

Apuntes sobre el debate en el Congreso de los Diputados:

- El presidente del Congreso parece que acaba de comerse un buey... y no es la primera vez que sembra como mínimo una incómoda dispepsia. Sería un buen casting de gobernador disoluto en una peli de piratas. Sólo le falta la peluca.

- Da mucha pena Rajoy enfrentado a sus propias palabras y a la contradicción... bueno... la verdad es que no me da ninguna pena. Se lo merece aunque sólo sea por negar la evidencia de la intervención que se deduce de esa contradicción.

- Rubalcaba ha hecho un discurso Tampax... Nada se ha notado, se ha movido y lo que es más importante ha traspasado. Creo que es otra manifestación del Principio de Peter que dice que uno asciende en las organizaciones hasta ocupar un puesto para el que no está cualificado. Su virtualidad educada en el mundo paralelo de la casta política no se adapta en fondo y forma a las exigencias extremas de esta realidad... por no hablar de un pasado que la locura de esa misma virtualidad le llevó a pensar que sería tan superable como en otras ocasiones.
Como se descuide, Izquierda Unida aparecerá muy pronto en el retrovisor... aunque no se lo que opinará la T de Student de los tecnócratas a los que siempre termina por sorprender la realidad... bueno... la negación es un mecanismo psicológico muy poderoso.
Como se descuide la política española será como una de esas carreras de Fernando Alonso en que el segundo y el tercero se olvidan del primero y se dedican a pelear por la segunda plaza... Ya se sabe hay facturas que pagar.

- Se nota que la inmersión lingüística en el catalán de Durán i Lleida va viento en popa.

- Cayo Lara está aprovechando su oportunidad y Rosa Díez se estremece.

- Y Rosa Díez ha hecho un discurso de estadista... la perfecta encarnación del espíritu aventurero del mejor PSOE... Será una demagoga, pero tiene bastante sentido todo lo que dice... Otra extraña contradicción, pero ya se sabe que hay algunos que no tenemos ni idea y que necesitamos que nos expliquen las cosas.


El Rojo y el Blanco....

Dos apuntes sobre la Eurocopa...

¡Maravilloso!

"Tampoco fue así. El tipo de las pecas, recién convertido en Campeón de Europa por segunda vez, recién nombrado mejor goleador del torneo, reciente su enésima demostración de que no caben las críticas donde no caben y de que no merece ninguna de las constantes faltas de respeto que recibe, hizo el pasillo al rival vencido, recogió su medalla, celebró el alzamiento de la copa, se fue a la grada, levantó los brazos y se llevó en volandas a una niña con coletas y un niño con chupete. Se fue al centro del campo, se hizo cargo de la muñeca de su hija cuando ésta se cansó de llevarla, le dio un balón a su hijo y se dedicó a tirar confetti, junto con su mujer, a los niños del resto de jugadores."
Magnífico artículo de Isaac Rosa...

"En cuanto a lo segundo, la dureza clásica con que resisten los mineros, la violencia con que responden a la violencia, hace que debamos buscar otra palabra para denominar lo que hacemos los demás, eso que a menudo llamamos de manera exagerada resistencia. Mientras nosotros ‘incendiamos’ las redes sociales, los mineros prenden fuego real a las barricadas en las autopistas. Mientras nosotros convocamos una huelga cada dos años, sin mucha convicción y sobre todo sin continuidad, los mineros eligen la huelga indefinida durante semanas, inflexible. Mientras nosotros escribimos posts y tuits de denuncia contra los recortes (yo el primero), ellos se encierran en los pozos, paralizan el tráfico, levantan en pie de guerra comarcas enteras, y finalmente echan a andar por la carretera. Mientras nosotros pintamos ingeniosas pancartas y componemos simpáticos pareados para gritar en manifestación, ellos se enfrentan a cuerpo con la Guardia Civil. Mientras nosotros retuiteamos y damos miles de “me gusta” para apoyar las reivindicaciones de los colectivos más castigados, ellos van pueblo por pueblo dando y recibiendo abrazos, compartiendo comidas y techo. Mientras esperamos al próximo aniversario para volver a tomar las plazas, ellos se plantan en la Puerta del Sol tras haber hecho suyas las plazas de todas aquellas localidades por las que pasaron.
La lección está clara: ante el ataque total contra los trabajadores, estos no son tiempos de hashtag, sino de barricada. Frente a la solidaridad efímera de la red social y la indignación inofensiva, son tiempos de caminar juntos, de compartir encierro o marcha, de encontrarse en las calles, de abrazarse como ya no nos abrazábamos, como estos días se abrazaban los mineros con quienes los esperaban a la entrada de cada pueblo."
(Soy minero, Isaac Rosa)

Para ciertas cosas no se puede bajo ningún concepto decir que no hay dinero... que lo pinten...

martes, julio 10, 2012

Asi ve Mario Draghi a los españoles:

 "Los españoles son muy orgullosos, son hidalgos, te miran a la cara con ojos desafiantes y dan taconazos de rabia si se les devuelve la misma mirada. Como en el flamenco, donde arquean la espalda y la ceja. Tratar con ellos no debe de ser fácil."
(Draghi se acuerda de “Balotelli cuando lloraba” si se le pregunta sobre España, El Pais)

Fenomenal!
Todo va bien.
Ha obligado a la gitana a repetir la tirada de cartas hasta encontrar la respuesta adecuada a su pregunta, pero todo va bien.
Ahora ya sabe exactamente lo que tiene que hacer...
Y los hados además estarán de su parte.

lunes, julio 09, 2012

¿Dónde está?

Siente que hay algo allá fuera
Siente que hay algo aquí dentro.

Siente.

Se le abren los ojos
mientras vagamente le retoma
el recuerdo de un inflexible orden
que le aguarda intacto,
desvestido junto a las ropas
que desordenadamente
se acumulan
como los restos de un naufragio
alrededor de su desconcertado lecho.

Parece que nada le pide permiso
para seguir sucediendo.

domingo, julio 08, 2012

Cuentos de la luna pálida

En la época tumultuosa y feudal del Japón previo a la unificación Tokuwaga sucede esta maravillosa e inolvidable "Cuentos de la luna pálida".

Narra las peripecias reales y fantásticas de dos parejas de campesinos pobres expuestos a los rigores de una época descarnada y violenta.

Genjurô, uno de los dos hombres, encuentra en la alfarería y en el dinero obtenido de la venta de los cacharros una posibilidad de escape a la situación sin esperanza en la que se encuentran. Este afán de Genjurô de ganar más y más terminará exponiendo a las dos familias a un viaje por los peligrosos caminos del Japón feudal, caminos que no sólo resultarán complicados por los humanos que los habitan sino también por los fantasmas y apariciones que encontrarán a lo largo de un periplo en busca de una paz que les será esquiva porque quizá hayan equivocado el lugar y la manera de buscarla.

Sólo Miyagi, la mujer de Genjurô, tendrá claro qué es lo importante y dónde se encuentra, pero únicamente cuando sea demasiado tarde será comprendida y escuchada por todos.

Dirigida en 1953 por el maestro del cine japonés y mundial Kenji Mizoguchi, "Cuentos de la luna pálida" es una historia hermosa y sutil, llena de imágenes bellas, que sitúa a los protagonistas frente a la peligrosa cuesta abajo de un deseo que curiosamente les ciega y aparta de lo que verdaderamente importa.

Los dos hombres protagonistas persiguen ciegamente un afán que poco a poco les hace más y más desgraciados apartándoles de lo que, en sentido mismo, y a la misma velocidad de descubrimiento, va revelando su carácter esencial con forme la historia avanza.

"Cuentos de la luna pálida" es además un relato fantástico en el que los fantasmas, como la triste Dama Wakasa, ofrecen un dramático y esencial contrapunto mostrando las consecuencias, cuyo alcance va más allá de la vida terrena, de un insaciable deseo aniquilador y siempre insatisfecho.

El periodo de desorden que trae consigo la guerra parece venir acompañado de un desorden general del estado tradicional de las cosas que se traduce en la desorientación y la locura para los seres humanos que, como los protagonistas, los padecen. Y ésto es una catástrofe para una sociedad tan basada en el orden y en la costumbre como la japonesa.

El resultado es un paisaje enloquecido en el que hombres y muertos vagan por los campos persiguiendo la alargada sombra de aquello que nunca terminan de alcanzar, un mundo desordenado que se ha alejado del orden y el buen sentido que sólo algunos, como Miyagi, la mujer de Genjurô, parecen guardar y reconocer. Asi Miyagi tendrá reservado el protagonismo de un final mágico, triste y maravilloso, uno de los mejores finales de la historia del cine en el que finalmente, y para su tranquilidad eterna, las cosas parecen volver a su cauce tras el que resulta inevitable pago de las consecuencias.

"Cuentos de la luna pálida" es una obra maestra emocionante, una experiencia estética e intelectual total y absoluta.


Una de las mejores películas de su autor, Kenji Mizoguchi, o lo que es lo mismo, una de las mejores películas de la historia del cine.

Sin discusión.





Además del hostiazo de las elecciones, perder casi 5,6 puntos y estar en un 23,1% de intención de voto es un segundo hostiazo importante.
Haría bien el PSOE en mirarse en el espejo del PASOC... porque la caída en intención de voto parece una caída libre que le sitúa -seguro- por debajo de los cien diputados.
Todavía no han empezado las medidas realmente impopulares, pero lo cierto es que llevamos más de cincuenta mil millones de euros en recortes de carácter preferentemente social y no hay atisbo de desgaste. Todo lo contrario.

"También porque los ciudadanos siguen considerando que el Gobierno del PSOE es más responsable de la crisis que el del PP y desaprueban mayoritariamente la labor de oposición de Rubalcaba, según una encuesta de Metroscopia para EL PAÍS. Parapetado tras ese burladero, el Gobierno actual, que ejecuta el plan de recortes y anuncia nuevas medidas impopulares, sufre un desgaste, pero lento y casi imperceptible.
(El PSOE paga más por la crisis que el PP, El Pais)

La oportunidad para Izquierda Unida es histórica... sólo tiene que ser ella misma y quizá pueda hasta adelantar al PSOE por la izquierda.
¿Y al PSOE?
Salvo soluciones creativas que a una organización tan grande, esclava de su tamaño y esclerotizada es difícil que se le ocurran... la queda esperar al desgaste con la tensión de que, antes de que se produzca la remontada, el partido no termine pulverizado contra un suelo que vendrá definido por la intención de voto hacia Izquierda Unida.
¡Planazo!
Pero no me dan pena... Se lo merecen.


"Lo que puede decirse es que el estado actual de la física teórica implica que el espacio vacío tiene toda esta energía y que la materia es un ligero incremento de energía y, por consiguiente, la materia es como un pequeño rizo en este océano tremendo de energía, con cierta estabilidad relativa y que es manifiesto. Por lo que yo sugiero que este orden implicado implica una realidad que va mucho más allá de lo que llamamos materia. La materia misma no es mas que un rizo sobre este fondo"
(Entrevista con David Bohm, El Paradigma holográfico, VV.AA.)