lunes, junio 13, 2011

Con el alcalde electo de Olías del Rey ya hacen tres los alcaldes que en el corto espacio de tiempo de tres días no han tenido el menor reparo en hacer públicas las telarañas de sus cajas municipales. Y todos con un titular en la boca. En este caso, que sólo quedaban 20 euros en efectivo. Y por supuesto todos son alcaldes populares poniendo en tela de juicio la moralidad de la gestión de sus predecesores socialistas.
No obstante, me pregunto cómo estarán las cajas en los municipios populares que conservan el alcalde.
Estaría bien poder conocer el estado de las cuentas de los municipios que mantienen alcalde. La desviación con respecto a la media como siempre sería el dato más relevante tanto para bien como para mal.
Nunca lo sabremos.
El vencedor siempre escribe la historia y los populares no van a desperdiciar la ocasión de hacerlo. y no parece importarles demasiado la alarma que puede causar entre empleados y convecinos sus declaraciones.
Y hay una gran diferencia entre el exabrupto convertido en titular y el discurso tranquilo y controlado. Para empezar, desenmascara la psicología del que opta por la primera opción, la del lobo que grita que viene otro lobo.
Lo repito.
No me gustan las maneras del Partido Popular.
El abismo que separa lo apocalíptico de su discurso sobre la situación del país del astuto cálculo de sus tácticas con respecto al manejo de su propia situación me pone los pelos de punta.
Si se creyesen de verdad lo que dicen tendrían otra actitud.
Y del mismo modo que Zapatero sólo piensa en lo que es mejor para su partido no convocando las elecciones, Rajoy pone por delante las necesidades de su partido negandose a presentar una moción de censura y sentándose a esperar al mismo tiempo que se le llena la boca con palabras que hablan de un tiempo que no hay que perder.
Y el país siempre en segundo lugar.
Lo importante es conseguir el empleo o intentar no perderlo...

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