martes, junio 28, 2011

UN CUENTO CHINO


No se hasta qué punto esta película sería posible sin Ricardo Darín... Y creo que en gran medida esta historia pequeña necesita de la gran presencia de este actor para conseguir una entidad que por si misma no tiene.

Roberto es un solitario ferretero gruñón que vive a espaldas del mundo una vida rutinaria, llena de amargura y tristeza, que ha acabado sentándole como un guante. Por azar del destino, su camino se cruzará con el de un emigrante chino que, sin nada que perder en su país, ha viajado a la Argentina en busca de su tío.

"Un cuento chino" se alimenta del talento con el que Darin procesa el conflicto existente entre la soledad de su personaje y la presencia incómoda de ese chino abandonado a su suerte que la pone a prueba.

La película va de más a menos, se desinfla conforme avanza, porque basa su atractivo en los efectos que sobre la vida de Roberto tiene la presencia de ese chino caído del cielo, es decir, en una anécdota que la película estira demasiado al mismo tiempo que pone a su alrededor situaciones y personajes bastante tópicos que en nada ayudan a que la historia crezca... y sólo queda Darín maldiciendo su suerte maravillosamente, como sólo saben hacer los argentinos.

Aceptable... no mucho más.

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