viernes, diciembre 13, 2013

Ausencia de malicia

Sobre el papel es una propuesta interesante la que propone esta película de 1981 dirigida por Sidney Pollack.

Por lo visto el titulo de la película hace referencia a una fórmula legal que tiene en cuenta la buena voluntad de los periodistas en el caso de que publiquen noticias falsas... las publican sin saberlo, en ausencia de malicia lo que les exonera de cualquier consecuencia legal. La historia que se nos narra en "Ausencia de malicia" empieza ahí, con la publicación de una noticia falsa por parte de una periodista, pero continúa con las consecuencias desastrosas que para el interfecto tiene esa publicación.

Megan Carter, interpretada por Sally Field, publica una información en la que acusa a Michael Gallagher, hijo de un reputado mafioso, personaje que interpreta Paul Newman, de la desaparición de un líder sindical.

Como ya he escrito el conocimiento de la posible implicación de Gallagher tendrá un efecto desastroso sobre su vida, pero la historia no se queda ahí. El perjudicado Gallagher tramará una venganza contra todos los implicados en la publicación de la noticia.

Y todo tiene buena pinta como he comentado, pero desgraciadamente "Ausencia de malicia" es una de esas películas que no sabe estar a la altura de sus estupendas intenciones. Principalmente porque, en general, la historia no resulta demasiado creíble.

Tanto el modo en que la periodista obtiene la noticia, como la venganza de Gallagher, pasando por la relación que éste mantiene con la periodista, todo resulta demasiado traído por los pelos pareciendo especialmente demasiado fácil el modo en que el personaje que Newman interpreta trama su venganza contra todos los implicados en su desgracia.

Además la película no resulta lo suficientemente emocional, siendo excesivamente fría y distante en los momentos más dramáticos de la misma y pareciendo que Pollack no termina de atinar en el tono componiendo un pastiche narrativo en tres actos (publicación de la noticia, el desastre que sufre Newman y la realización de su venganza justiciera) que para mi gusto no termina de funcionar fundamentalmente por su ausencia de emocionalidad.

Y desde lejos, sin entrar en el cuerpo a cuerpo con los personajes, las motivaciones que a cada uno de ellos les lleva a hacer lo que hacen, la película no se sostiene con la suficiente entidad, teniendo que recurrir al grado de interés y polémica que en el espectador suscita las ideas que la inspiran.

Seguro que en la mayor parte de los casos será más interesante el debate que posteriormente suscita "Ausencia de malicia" que la propia visión de la película.

Las consecuencias de la inocencia pueden ser muy perversas.

El mundo es así de complejo, de difícil, de ancho y de ajeno.

Aceptable.


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