viernes, agosto 19, 2011
Me pregunto dónde están todos esos cristianos los lunes a las ocho de la mañana cuando amanece la nueva injusticia de cada día.
He escuchado atentamente el discurso del papa en El Escorial y estoy de acuerdo con él, en la idea de la educación como algo que va más allá de la mera asunción de conocimientos, en la necesidad de formar personas, perspectivas que conviertan el conocimiento en instrumento, vehículo para la plasmación de un proyecto, de unos valores... pero los católicos siempre se quedan ahí... bueno... la mayoría, porque la iglesia hace una gran tarea de asistencia social que no hay que olvidar y que hay que agradecer.
No obstante, debería de existir una especie de pecado de omisión a través del cual los católicos se midieran el grado en que viven de acuerdo con la fe que dicen profesar porque, y vuelvo a insistir, me pregunto dónde están todos esos cristianos los lunes a las ocho de la mañana.
Si fueran tantos como dicen que son y su fe fuera tan real como dicen, su efecto debería notarse en el funcionamiento del mundo occidental.
Y no se nota.
Vamos a peor.
Y la iglesia sólo aparece para recoger los pedazos que desecha la gran máquina trituradora de cada día. Lo agradezco y lo reconozco ¡Muchas gracias católicos! Pero echo en falta más acción. La voz colectiva de los cristianos cuestionando un mundo cada vez más injusto, rechazándolo en el día a día.
Igual, por ejemplo, los mercados no son lugares donde los valores cristianos estén presentes.
Estaría bien desaprovar públicamente (o incluso excolmulgar) a los que tomando decisiones avariciosas comprometen las vidas de miles de personas condenandoles al paro.
No sólo hablar.
Puede que la iglesia no sea respetada precisamente porque no se hace respetar a través de la hipócrita y evidente convivencia con sus contradicciones.
Y puede también que tal y como están las cosas no haya razones para estar tan alegres como esos jóvenes están, sino preocupados y deseando actuar para cambiar.
Hay mucha gente que sufre ahí fuera.
Los católicos tienen un problema que se llama "dar ejemplo cada día". Imagino que es difícil, pero no es a mi a quién Dios ha llamado.
WHERE THE WILD THINGS ARE
Basada en un cuento infantil escrito por Maurice Sendak en 1963, "Where the wild things are" es uno de los libros favoritos del director Spike Jonze, quién siempre deseó vestirlo de imágenes en la gran pantalla.
La historia es sencilla.
"Where the wild things are" cuenta la imaginaria escapada de su protagonista, un niño llamado Max, hacia una tierra mítica habitada por una serie de peculiares y maravillosos monstruos de quienes termina convirtiéndose en rey.
En ese lugar perdido de su fantasía, Max podrá dar rienda suelta a todas sus emociones, alejado de una realidad que empieza a limitar el espacio donde es posible el juego y que empieza a revelarse como ancha y ajena.
El trabajo de Jonze es brillante construyendo una historia llena de encanto y magia que, en algunos momentos, consigue volar despreocupada como quizá pueda hacerlo la alegría de un niño.
"Where the wild things are" es una película distinta, especial y hermosa.
Toda una obra maestra.
jueves, agosto 18, 2011
JORNADAS DE LA JUVENTUD
El anterior inquilino del Vaticano entendió muy bien que la Iglesia Católica tenía que salir de las sacristías si quería sobrevivir en el mundo moderno; un mundo de imagen, de comunicación y de medios en el que a veces no es necesario ser, basta con parecer.
Seguramente lo tenía claro antes de llegar al pontificado. La iglesia no estaba presente en ese zoco virtual. Aparecía como una institución distante, anquilosada y, por lo tanto, ajena a la realidad de un mundo moderno.
No comparto el modo de pensar de aquel Papa conservador pero si admiro su esfuerzo por hacer presente a la institución en la cambiante y difícil arena de los medios y de la imagen. Y todo a través de convertir la figura de la propia institución papal en un referente mediático para los unos, los suyos, pero también para los otros.
Lo de ser un Papa viajero no fue original. Ya lo fue Pablo VI.
El aspecto diferencial que aportó Juan Pablo II es la construcción de una figura pública mediante la comunicación. Aprovechando el importante papel desempeñado en el nivel local de la realidad de su Polonia natal, Juan Pablo II edificó una figura en la que se pudiera hacer efectiva la virtualidad de toda una institución, de toda un modo de estar y ser en el mundo a través de una ética; una figura en torno a la cual las desmoralizadas filas de los creyentes pudieran organizarse para dar una batalla de presencia social que estaba totalmente perdida.
Así, Juan Pablo II se convirtió también en un producto más, un poster que colgar en una habitación, un punto a través del cual focalizar la entrada a todo un modo de pensar y de sentir. Y la cosa ha salido bien, tan satisfactoriamente que los detractores podemos hablar de culto a la personalidad e incluso de idolatría.
No obstante, la Iglesia como institución necesitaba ese banderín de enganche para entrar en el siglo XXI con nuevas armas y modos de actuar, unas maneras acordes con el nuevo zeitgeist de la época.
Y parte de ese proceso es la apuesta por la juventud. La imagen de la "intelligentsia" eclesial recordaba en su paisaje de senectud al viejo Poliburó de la URSS. No sólo era necesario generar un interlocutor que representase tanto para dentro como para fuera a la institución sino de dotar a esa figura de frescura, de renovación. Y nada mejor para producir esa imagen que incluir como parte de la comunicación la sintonía de un viejo Papa con una juventud que, sigo sin entender por qué, le adoraba incluso hasta el punto de tratarle como una estrella del pop.
Lo cierto es que un día, de pronto, el Papa estaba con los jóvenes. Se presentó a un hombre sano, deportista, jovial, con sentido del humor; un hombre cercano, que abrazaba, que besaba, que bromeaba, que parecía estar en el mundo y que por todo ello conectaba con la juventud... seguramente, y en argumento de circulo concéntrico, precisamente por esa manera de ser.
La juventud está en el alma... Debe ser eso.
Pero conectar con la juventud era la gran prueba del algodón del esfuerzo por contemporaneizar la figura del papado y por extensión de la iglesia.
Y no le ha ido mal a la Iglesia con esta estrategia, por lo menos de puertas para dentro ha suministrado suficiente munición para que muchos se sientan orgullosos de mostrarse públicamente católicos.
Y seguramente por eso su sucesor, Benedicto XVI, está dispuesto a continuar con esta estrategia, aunque sea un hombre que tiene un perfil diferente y que en absoluto es el macho alfa que el rol de Papa precisa para continuar desplegando esa estrategia icónica.
A Benedicto XVI me lo creo mucho menos que Juan Pablo II, pero aquí le tenemos por Madrid, con su mirada taimada, sus mocasines de Gucci, sus maneras suaves de Gran Visir, absolutamente opuesto a que nos pongamos el condón, intransigente con el aborto y sin haber excomulgado a unos cuantos banqueros...
"El hombre del consumo nunca está ante sus propias necesidades, como tampoco está ante el propio producto de su trabajo y tampoco está nunca frente a su propia imagen: es inmanente a los signos que ordena. No más trascendencia, no más finalidad, no más objetivo: lo que caracteriza a esta sociedad es la ausencia de «reflexión», de perspectiva de sí misma."
(La sociedad de consumo: sus mitos, sus ideologías. Jean Baudrillard)
(La sociedad de consumo: sus mitos, sus ideologías. Jean Baudrillard)
miércoles, agosto 17, 2011
martes, agosto 16, 2011
MARAT/SADE
Este es el titulo corto.
El largo es "Persecución y asesinato de Jean Paul Marat interpretado por los locos del asilo de Charenton dirigidos por el Marques de Sade".
"Marat/Sade" es una caja china, una obra que escenifica una obra, que además participa del viejo adagio shakespeareano que considera la vida como una historia contada por un poco... En el "Marat/Sade" los locos la escenifican dirigidos por el mas loco de todos ellos: el marques de Sade.
El argumento de la obra que se representa gira en torno a las tres visitas que Charlotte Corday hizo a Jean Paul Marat antes de asesinarle en la tercera y todo sucede a principios del siglo XIX, años después de Revolución Francesa. Los dos autores, el Marques de Sade y el verdadero autor, el alemán Peter Weiss aprovechan este hecho puntual para pasar revista a la revolución desde la perspectiva de la verdadera posibilidad de llevar a la práctica un ideal en un mundo de seres humanos.
Y para desarrollar este planteamiento a Weiss le viene perfecto la voz del Marques de Sade para desplegar un discurso de cuestionamiento que reduce la revolución a un acto cruel que seduce al propio Marques de Sade con una propuesta racional y uniformizadora, desconsiderada con la individualidad del ser humano, que se materializa en el brazo ejecutor del terror jacobino.
Este es el titulo corto.
El largo es "Persecución y asesinato de Jean Paul Marat interpretado por los locos del asilo de Charenton dirigidos por el Marques de Sade".
"Marat/Sade" es una caja china, una obra que escenifica una obra, que además participa del viejo adagio shakespeareano que considera la vida como una historia contada por un poco... En el "Marat/Sade" los locos la escenifican dirigidos por el mas loco de todos ellos: el marques de Sade.
El argumento de la obra que se representa gira en torno a las tres visitas que Charlotte Corday hizo a Jean Paul Marat antes de asesinarle en la tercera y todo sucede a principios del siglo XIX, años después de Revolución Francesa. Los dos autores, el Marques de Sade y el verdadero autor, el alemán Peter Weiss aprovechan este hecho puntual para pasar revista a la revolución desde la perspectiva de la verdadera posibilidad de llevar a la práctica un ideal en un mundo de seres humanos.
Y para desarrollar este planteamiento a Weiss le viene perfecto la voz del Marques de Sade para desplegar un discurso de cuestionamiento que reduce la revolución a un acto cruel que seduce al propio Marques de Sade con una propuesta racional y uniformizadora, desconsiderada con la individualidad del ser humano, que se materializa en el brazo ejecutor del terror jacobino.
13 Asesinos
Los despiadados excesos que amparado en su condición el hermano de Shogun va dejando a su paso obligan a los hombres de confianza de éste a buscar una solución extrema. De una forma privada, extraoficial, el samurai Shinzaemon Shimada aceptará el trabajo de dar muerte al despiadado Lord Naritsugu.
Shimada reclutará a otros doce samurais y buscará la manera de cumplir con el trabajo asignado, una misión suicida que le llevará a enfrentarse a un enemigo mucho más numeroso.
"13 asesinos" es una película de acción centrada en una situación: la emboscada que Shimada y sus hombres realizan al séquito de Lord Narigatsu. Y en este sentido es una narración eficaz que consigue entretener en todo momento.
No creo que aspire a mas y desde luego que lo consigue, en la presentación del cruel Lord Naritsugu y especialmente en la tremenda batalla final. Cuarenta y cinco minutos de un sangriento y agónico combate brutal, cuerpo a cuerpo, sin concesiones.
Entretenida.
lunes, agosto 15, 2011
LA PARTE MALDITA
Talento interdisciplinar e inclasificable Georges Bataille es el vivo ejemplo del pensador renacentista, única y exclusivamente arrastrado y dependiente del natural fluir de su pensar.
Su obra es extensa y abarca desde el erotismo hasta la religión y en ella ocupa un lugar importante este "La parte maldita" en el que, sin ser economista, Bataille aborda el fenómeno de lo económico desde la heterodoxa piel de su pensar.
Esa parte maldita que da titulo al texto es el gasto improductivo y Bataille dedica todo el libro a razonar y justificar la necesidad de su existencia como parte integrante y culminante del proceso de gestión y aprovechamiento de los recursos que en última instancia la economía es.
Para Bataille el gasto improductivo no es otra cosa que el lado oculto, la otra cara del proceso productivo y constructivo de acumulación y a su entender justifica incluso la existencia de la propia actividad económica. No tiene sentido la acumulación sin un posterior derroche de lo que se considera valioso como acto de afirmación individual y colectivo de esa fuerza que ha llevado a la acumulación.
A lo largo del libro Bataille hace un repaso histórico desde el sacrificio de esclavos de las culturas mesoamericanas hasta los gastos suntuarios como expresión de poder que realizaba la nobleza medieval pasando por instituciones como el Potlach, un repaso que sitúa a la economía como dependiente de un proceso simbólico de afirmación del poder por parte de aquellos que lo detentan. El gasto improductivo como primera prueba de un poder que es capaz de desprenderse sin dolor de una determinada cantidad de riqueza.
Para Bataille el exceso es el irrevocable punto de partida de todas las cosas, desde lo biológico hasta lo social. Aquella parte de la energía que no se acumula sino que se transmite al exterior sin obtener nada a cambio. Por ejemplo, y a nivel biológico, Bataille pone el siguiente ejemplo: sólo el 10% de la cantidad de energía ingerida procedente de las plantas es acumulada por los animales hervíboros, el resto es gastada en crecer, en existir, en reproducirse... De algún modo se devuelve al exterior, se vuelve a poner en juego.
Si la economía empieza en la gestión de unos recursos que son escasos siempre termina generando una inevitable gestión del exceso imprescindible para la existencia y el desarrollo de lo vivo; una gestión del exceso que encarna en los sistemas biológicos la tendencia a la entropía energética que es una constante de la naturaleza en que existimos.
Y sin embargo esa necesidad del exceso permanece oculta, en la sombra de nuestra percepción constructiva de las cosas que solo vive para cumular, aunque siempre apareciendo como incomprensible síntoma porque nunca hay construcción sin destrucción, acumulación sin gasto; convertido en el conjunto de todos esos eventos incomprensibles que desde lo pulsional de una inevitable necesidad comprometen el tranquilo panorama brillante de nuestra racionalidad y que para entendernos llamamos "mal".
Para Bataille, y éste es el concepto más heterodoxo de todos, el mal es una parte constitutiva de nuestra realidad. No es algo que se pueda extirpar. Las religiones monoteístas viven de esa ilusión y sobre todo de esa deuda externa imposible de pagar que se denomina pecado.
Otra cosa es que las sociedades sean en mayor o menor medida capaces de reconocer esa realidad y generen instituciones capaces de dar rienda suelta a toda esa energía acumulada de una manera tolerable, garantizando así la necesaria cohesión integradora imprescindible tanto para su existencia como para su mantenimiento.
Brillante.
Bataille Georges La Parte Maldita OCR
Talento interdisciplinar e inclasificable Georges Bataille es el vivo ejemplo del pensador renacentista, única y exclusivamente arrastrado y dependiente del natural fluir de su pensar.
Su obra es extensa y abarca desde el erotismo hasta la religión y en ella ocupa un lugar importante este "La parte maldita" en el que, sin ser economista, Bataille aborda el fenómeno de lo económico desde la heterodoxa piel de su pensar.
Esa parte maldita que da titulo al texto es el gasto improductivo y Bataille dedica todo el libro a razonar y justificar la necesidad de su existencia como parte integrante y culminante del proceso de gestión y aprovechamiento de los recursos que en última instancia la economía es.
Para Bataille el gasto improductivo no es otra cosa que el lado oculto, la otra cara del proceso productivo y constructivo de acumulación y a su entender justifica incluso la existencia de la propia actividad económica. No tiene sentido la acumulación sin un posterior derroche de lo que se considera valioso como acto de afirmación individual y colectivo de esa fuerza que ha llevado a la acumulación.
A lo largo del libro Bataille hace un repaso histórico desde el sacrificio de esclavos de las culturas mesoamericanas hasta los gastos suntuarios como expresión de poder que realizaba la nobleza medieval pasando por instituciones como el Potlach, un repaso que sitúa a la economía como dependiente de un proceso simbólico de afirmación del poder por parte de aquellos que lo detentan. El gasto improductivo como primera prueba de un poder que es capaz de desprenderse sin dolor de una determinada cantidad de riqueza.
Para Bataille el exceso es el irrevocable punto de partida de todas las cosas, desde lo biológico hasta lo social. Aquella parte de la energía que no se acumula sino que se transmite al exterior sin obtener nada a cambio. Por ejemplo, y a nivel biológico, Bataille pone el siguiente ejemplo: sólo el 10% de la cantidad de energía ingerida procedente de las plantas es acumulada por los animales hervíboros, el resto es gastada en crecer, en existir, en reproducirse... De algún modo se devuelve al exterior, se vuelve a poner en juego.
Si la economía empieza en la gestión de unos recursos que son escasos siempre termina generando una inevitable gestión del exceso imprescindible para la existencia y el desarrollo de lo vivo; una gestión del exceso que encarna en los sistemas biológicos la tendencia a la entropía energética que es una constante de la naturaleza en que existimos.
Y sin embargo esa necesidad del exceso permanece oculta, en la sombra de nuestra percepción constructiva de las cosas que solo vive para cumular, aunque siempre apareciendo como incomprensible síntoma porque nunca hay construcción sin destrucción, acumulación sin gasto; convertido en el conjunto de todos esos eventos incomprensibles que desde lo pulsional de una inevitable necesidad comprometen el tranquilo panorama brillante de nuestra racionalidad y que para entendernos llamamos "mal".
Para Bataille, y éste es el concepto más heterodoxo de todos, el mal es una parte constitutiva de nuestra realidad. No es algo que se pueda extirpar. Las religiones monoteístas viven de esa ilusión y sobre todo de esa deuda externa imposible de pagar que se denomina pecado.
Otra cosa es que las sociedades sean en mayor o menor medida capaces de reconocer esa realidad y generen instituciones capaces de dar rienda suelta a toda esa energía acumulada de una manera tolerable, garantizando así la necesaria cohesión integradora imprescindible tanto para su existencia como para su mantenimiento.
Brillante.
Bataille Georges La Parte Maldita OCR
40 años antes, Baudrillard habla de la reciente violencia londinense:
"Si la violencia eruptiva, inasequible, de las bandas juveniles de Estocolmo, de los desórdenes de Montreal, de los asesinatos de Los Angeles se nos presentan como una manifestación inusitada,
incomprensible, aparentemente contradictoria con el progreso social y la abundancia, ello se debe a que vivimos con la idea tradicional de la práctica del bienestar como actividad racional. Esa violencia nos parece innominable, absurda, diabólica, porque vivimos con la ilusión moral de la finalidad consciente de todas las cosas, de la racionalidad fundamental de las decisiones individuales y colectivas (todo el sistema de valores se funda en este principio: en el consumidor hay un instinto absoluto que lo lleva, por su esencia, a sus fines preferenciales,
mito moral del consumo heredado totalmente del mito idealista según el cual el hombre tiende naturalmente hacia lo Bello y el Bien). Ahora bien, esa violencia probablemente sólo quiera decir que algo desborda ampliamente los objetivos conscientes de satisfacción y de bienestar mediante los cuales esta sociedad se justifica (a sus propios ojos), a través de los cuales se reinscribe en las normas de racionalidad consciente. En este sentido, esa violencia inexplicada debe hacernos revisar todas nuestras ideas sobre la abundancia: la abundancia y la violencia van a la par, por lo tanto, deben analizarse conjuntamente.
El problema más general en que se inscribe la cuestión de esta violencia «sin objeto», aún esporádica en algunos países, pero virtualmente endémica en todos los países desarrollados e hiperdesarrollados, es el de las contradicciones fundamentales de la abundancia"
(La sociedad de consumo: sus mitos, sus estructuras. Jean Baudrillard)
"Si la violencia eruptiva, inasequible, de las bandas juveniles de Estocolmo, de los desórdenes de Montreal, de los asesinatos de Los Angeles se nos presentan como una manifestación inusitada,
incomprensible, aparentemente contradictoria con el progreso social y la abundancia, ello se debe a que vivimos con la idea tradicional de la práctica del bienestar como actividad racional. Esa violencia nos parece innominable, absurda, diabólica, porque vivimos con la ilusión moral de la finalidad consciente de todas las cosas, de la racionalidad fundamental de las decisiones individuales y colectivas (todo el sistema de valores se funda en este principio: en el consumidor hay un instinto absoluto que lo lleva, por su esencia, a sus fines preferenciales,
mito moral del consumo heredado totalmente del mito idealista según el cual el hombre tiende naturalmente hacia lo Bello y el Bien). Ahora bien, esa violencia probablemente sólo quiera decir que algo desborda ampliamente los objetivos conscientes de satisfacción y de bienestar mediante los cuales esta sociedad se justifica (a sus propios ojos), a través de los cuales se reinscribe en las normas de racionalidad consciente. En este sentido, esa violencia inexplicada debe hacernos revisar todas nuestras ideas sobre la abundancia: la abundancia y la violencia van a la par, por lo tanto, deben analizarse conjuntamente.
El problema más general en que se inscribe la cuestión de esta violencia «sin objeto», aún esporádica en algunos países, pero virtualmente endémica en todos los países desarrollados e hiperdesarrollados, es el de las contradicciones fundamentales de la abundancia"
(La sociedad de consumo: sus mitos, sus estructuras. Jean Baudrillard)
EL CASO FAREWELL
"Farewell" es el nombre en clave con el que el coronel Sergei Grigoriev es bautizado por los servicios secretos occidentales que reciben sus informaciones.
"El caso Farewell" es una de esas historias basadas en hechos reales en las que la realidad parece superar a la ficción. El coronel Grigoriev existió y ocupó una posición estratégica dentro de la inteligencia soviética. En un momento determinado llega a la conclusión de que el sistema soviético está agotado y decide reventar desde dentro la esclerotizada estructura soviética suministrando información estratégica a los aliados occidentales.
Para ello utilizará medios no convencionales dentro del espionaje, recurrirá a un ejecutivo medio de la compañía Thomson destinado en Moscú cuyo jefe tiene lazos con el ministerio del interior francés... Un medio alejado de los lugares y personales sobre los que el contraespionaje soviético tenía puesto el foco.
La película es un mas que estimable relato de espionaje en cuyo centro brilla el personaje de Grigoriev, sus motivaciones más que altruistas ya que en ningún momento quiere dinero por unas informaciones que, según el mismo dice, no tiene precio. Su objetivo queda siempre claro junto con su defensa de los valores de la Revolución que dio lugar a la decadente y desnortada sociedad soviética en la que vive.
La historia con mayúsculas no ha seguido los derroteros que Grigoriev buscaba con su traición, pero de alguna manera este personaje encarna lo mejor del idealismo que dio lugar a tan fracasada aventura histórica, lo que le convierte en un fascinante personaje con el que de algún modo la propia revolución se pone fin utilizando el mismo idealismo que la vio nacer para dispararse en la cabeza.
En un momento determinado aparecen algunas secuencias de "El hombre que mató a Liberty Valance" de John Ford para establecer la sugerencia de un paralelismo entre Grigoriev y el Tom Doniphon, el verdadero héroe de una historia hecha posible por su sacrificio y que al mismo tiempo le relega a un lugar entre las sombras mientras sobre otros se concentra todas las palabras, toda la luz.
Es el destino de los heterodoxos.
Mención especial para el director serbio Emir Kusturica increíblemente capaz de dar vida a un inolvidable Grigoriev.
Brillante.
"Farewell" es el nombre en clave con el que el coronel Sergei Grigoriev es bautizado por los servicios secretos occidentales que reciben sus informaciones.
"El caso Farewell" es una de esas historias basadas en hechos reales en las que la realidad parece superar a la ficción. El coronel Grigoriev existió y ocupó una posición estratégica dentro de la inteligencia soviética. En un momento determinado llega a la conclusión de que el sistema soviético está agotado y decide reventar desde dentro la esclerotizada estructura soviética suministrando información estratégica a los aliados occidentales.
Para ello utilizará medios no convencionales dentro del espionaje, recurrirá a un ejecutivo medio de la compañía Thomson destinado en Moscú cuyo jefe tiene lazos con el ministerio del interior francés... Un medio alejado de los lugares y personales sobre los que el contraespionaje soviético tenía puesto el foco.
La película es un mas que estimable relato de espionaje en cuyo centro brilla el personaje de Grigoriev, sus motivaciones más que altruistas ya que en ningún momento quiere dinero por unas informaciones que, según el mismo dice, no tiene precio. Su objetivo queda siempre claro junto con su defensa de los valores de la Revolución que dio lugar a la decadente y desnortada sociedad soviética en la que vive.
La historia con mayúsculas no ha seguido los derroteros que Grigoriev buscaba con su traición, pero de alguna manera este personaje encarna lo mejor del idealismo que dio lugar a tan fracasada aventura histórica, lo que le convierte en un fascinante personaje con el que de algún modo la propia revolución se pone fin utilizando el mismo idealismo que la vio nacer para dispararse en la cabeza.
En un momento determinado aparecen algunas secuencias de "El hombre que mató a Liberty Valance" de John Ford para establecer la sugerencia de un paralelismo entre Grigoriev y el Tom Doniphon, el verdadero héroe de una historia hecha posible por su sacrificio y que al mismo tiempo le relega a un lugar entre las sombras mientras sobre otros se concentra todas las palabras, toda la luz.
Es el destino de los heterodoxos.
Mención especial para el director serbio Emir Kusturica increíblemente capaz de dar vida a un inolvidable Grigoriev.
Brillante.
domingo, agosto 14, 2011
HIPÓTESIS
- En la segunda mitad del siglo pasado y como consecuencia de la dinámica de bloques de la guerra fria, el bloque capitalista encuentra útil el despliegue de la sociedad de consumo en las sociedades occidentales no sólo por motivos directamente relacionados con su reproducción y viabilidad como sistema sino también como manera infalible de generar adhesiones inquebrantables entre aquellos que podrían engrosar las filas del enemigo en un momento determinado... Y sucede el aburguesamiento de la clase obrera, la cesión de una parte de la renta.
- A finales del siglo pasado, y como consecuencia del derrumbamiento del otro bloque que se revela como un fracaso en su papel de alternativa, los ideologos neoliberales empiezan la tarea de recuperar esa renta transferida de aquellos que ya no son vistos como una amenaza... Y sucede el progresivo proceso de globalización con el pensamiento neoliberal como mascarón de proa, el cada vez más descarado proceso de trasvase de renta en dirección de regreso y desde el estado de bienestar hacia quienes se consideran sus verdaderos propietarios: los superpredadores de los mercados... incluso hasta límites que complican la viabilidad de la sociedad de consumo como tal mostrando los límites de la utopía neoliberal de los mercados que se autorregulan: en los bajos funciona una caótica y proteica estructura basada en el enriquecimiento irresponsable y a toda costa.
- En la segunda mitad del siglo pasado y como consecuencia de la dinámica de bloques de la guerra fria, el bloque capitalista encuentra útil el despliegue de la sociedad de consumo en las sociedades occidentales no sólo por motivos directamente relacionados con su reproducción y viabilidad como sistema sino también como manera infalible de generar adhesiones inquebrantables entre aquellos que podrían engrosar las filas del enemigo en un momento determinado... Y sucede el aburguesamiento de la clase obrera, la cesión de una parte de la renta.
- A finales del siglo pasado, y como consecuencia del derrumbamiento del otro bloque que se revela como un fracaso en su papel de alternativa, los ideologos neoliberales empiezan la tarea de recuperar esa renta transferida de aquellos que ya no son vistos como una amenaza... Y sucede el progresivo proceso de globalización con el pensamiento neoliberal como mascarón de proa, el cada vez más descarado proceso de trasvase de renta en dirección de regreso y desde el estado de bienestar hacia quienes se consideran sus verdaderos propietarios: los superpredadores de los mercados... incluso hasta límites que complican la viabilidad de la sociedad de consumo como tal mostrando los límites de la utopía neoliberal de los mercados que se autorregulan: en los bajos funciona una caótica y proteica estructura basada en el enriquecimiento irresponsable y a toda costa.
EL RIO
Es la última gran película del maestro Jean Renoir.
Basada en un relato de la escritora inglesa Rumer Godden cuya obra tiene como motivo y lugar la India, "El Rio" es una historia que se propone contarnos la iniciación a la vida de Alice, una adolescente que bien podría ser un alter ego de la propia escritoria.
Igual que las aguas del río fluyen, el acontecer de la vida sucede inevitablemente desencadenando momentos que una vez que suceden nos cambian, desencadenan un antes y un después, nos arrastran hacia delante en un natural fluir de la existencia. Y ese es el propósito del maestro Renoir: captar la magia de ese instante que sucede y que luego enseguida pasa reemplazado por otro que lo convierte en pasado, materia para la memoria.
"El Rio" es una película sutil, en la que casi no sucede nada, pero en la que Jean Renoir consigue destilar la imposible piedra filosofal de los instantes, enmarcados en un tiempo que incesantemente los arrebata a quienes casi sin darse cuenta los habitan.
Nos habla de la primera conciencia de ese estar inmerso de manera inevitable en esa aparentemente interminable dinámica de idas y venidas
Es la imposible escenificación de la vida misma sucediendo, generando materia para el recuerdo, para la melancolía.
Obra maestra.
Es la última gran película del maestro Jean Renoir.
Basada en un relato de la escritora inglesa Rumer Godden cuya obra tiene como motivo y lugar la India, "El Rio" es una historia que se propone contarnos la iniciación a la vida de Alice, una adolescente que bien podría ser un alter ego de la propia escritoria.
Igual que las aguas del río fluyen, el acontecer de la vida sucede inevitablemente desencadenando momentos que una vez que suceden nos cambian, desencadenan un antes y un después, nos arrastran hacia delante en un natural fluir de la existencia. Y ese es el propósito del maestro Renoir: captar la magia de ese instante que sucede y que luego enseguida pasa reemplazado por otro que lo convierte en pasado, materia para la memoria.
"El Rio" es una película sutil, en la que casi no sucede nada, pero en la que Jean Renoir consigue destilar la imposible piedra filosofal de los instantes, enmarcados en un tiempo que incesantemente los arrebata a quienes casi sin darse cuenta los habitan.
Nos habla de la primera conciencia de ese estar inmerso de manera inevitable en esa aparentemente interminable dinámica de idas y venidas
Es la imposible escenificación de la vida misma sucediendo, generando materia para el recuerdo, para la melancolía.
Obra maestra.
sábado, agosto 13, 2011
FUEGO FATUO
Dirigida en 1963 por Louis Malle, "Fuego fatuo" es una de sus mejores obras.
La película adapta un texto homónimo del escritor francés Pierre Drieu La Rochelle que cuenta las últimas horas de Alain, un hombre que ha decidido quitarse la vida y antes de hacerlo pasa sus últimas horas despidiéndose de sus amigos y exhibiendo ante ellos su nihilismo y desesperación.
Por lo visto, el fuego fatuo es un fenómeno físico que es consecuencia colateral de los procesos de descomposición de los cuerpos vivos, una especie de tenue luminosidad que brota de la materia que ya no está viva y se mantiene a poca distancia del suelo. Y hay que decir que se trata del titulo perfecto para una historia que no hace otra cosa que mostrarnos la descomposición interior de Alain, el protagonista, magnificamente encarnado por Maurice Ronet. De esa descomposición surge una luminosidad, una cierta claridad que por primera vez orienta a un confundido Alain y que le permite comprender el -a su entender- absurdo de la realidad que le rodea y que incluye a su propia vida.
Drieu La Rochelle era un autor obsesionado con la decadencia y lo que nos nuestra Malle con imágenes precisas, abundantes en primeros planos, magníficamente fotografiadas en blanco y negro, es la decadencia de Alain, un eterno adolescente atrapado en la telaraña de un mundo que parece haber evolucionado por su cuenta hacia una madurez que Alain ni comprende ni quiere, aunque, y al mismo tiempo, desanimado, se sienta incapaz de mantener el estilo de vida que llevaba.
Incapaz de optar por una de las dos opciones, Alain se ahoga en una nada que le devora mientras se mueve por las calles de Paris encontrando amigos que sin embargo han sido capaces de optar por una u otra, mantenerse en una vida bohemia u optar por la asunción de las "responsabilidades" de una vida madura. Pero, y a los ojos de Alain, todas esas vidas se le antojan inaccesibles verdades que Alain en su desesperación no puede tocar ni entender.
Atormentado por sus miedos, fracasos y limitaciones, Alain no puede ver más allá de su propio dolor y continua su camino dejando atrás las manos que la vida le tiende.
"Fuego fatuo" es un drama intimista y melancólico en el que la nada que ha corrompido el mirar de Alain es el verdadero protagonista.
Extraordinaria.
Dirigida en 1963 por Louis Malle, "Fuego fatuo" es una de sus mejores obras.
La película adapta un texto homónimo del escritor francés Pierre Drieu La Rochelle que cuenta las últimas horas de Alain, un hombre que ha decidido quitarse la vida y antes de hacerlo pasa sus últimas horas despidiéndose de sus amigos y exhibiendo ante ellos su nihilismo y desesperación.
Por lo visto, el fuego fatuo es un fenómeno físico que es consecuencia colateral de los procesos de descomposición de los cuerpos vivos, una especie de tenue luminosidad que brota de la materia que ya no está viva y se mantiene a poca distancia del suelo. Y hay que decir que se trata del titulo perfecto para una historia que no hace otra cosa que mostrarnos la descomposición interior de Alain, el protagonista, magnificamente encarnado por Maurice Ronet. De esa descomposición surge una luminosidad, una cierta claridad que por primera vez orienta a un confundido Alain y que le permite comprender el -a su entender- absurdo de la realidad que le rodea y que incluye a su propia vida.
Drieu La Rochelle era un autor obsesionado con la decadencia y lo que nos nuestra Malle con imágenes precisas, abundantes en primeros planos, magníficamente fotografiadas en blanco y negro, es la decadencia de Alain, un eterno adolescente atrapado en la telaraña de un mundo que parece haber evolucionado por su cuenta hacia una madurez que Alain ni comprende ni quiere, aunque, y al mismo tiempo, desanimado, se sienta incapaz de mantener el estilo de vida que llevaba.
Incapaz de optar por una de las dos opciones, Alain se ahoga en una nada que le devora mientras se mueve por las calles de Paris encontrando amigos que sin embargo han sido capaces de optar por una u otra, mantenerse en una vida bohemia u optar por la asunción de las "responsabilidades" de una vida madura. Pero, y a los ojos de Alain, todas esas vidas se le antojan inaccesibles verdades que Alain en su desesperación no puede tocar ni entender.
Atormentado por sus miedos, fracasos y limitaciones, Alain no puede ver más allá de su propio dolor y continua su camino dejando atrás las manos que la vida le tiende.
"Fuego fatuo" es un drama intimista y melancólico en el que la nada que ha corrompido el mirar de Alain es el verdadero protagonista.
Extraordinaria.
viernes, agosto 12, 2011
"El nuevo autoritarismo es diferente a los regímenes del viejo estilo represivo. En el pasado el autoritarismo tenía una cara militar, negaba las libertades individuales y la oposición electoral. El nuevo autoritarismo es un régimen híbrido que combina procesos electorales y libertades individuales con estructuras de toma de decisión altamente elitistas. Mientras acontecen las elecciones, no hay correspondencia entre la retórica populista o social durante la campaña electoral y el gobierno postelectoral en el cual la dura austeridad neoliberal controla las políticas de ajuste estructural, y éstas últimas son aplicadas. El uso deliberado de decepciones políticas llama a cuestionar el significado real de "elecciones competitivas" como se ha dispuesto en la elección que ha hecho el votante y como un medio de influenciar en el electorado a lo largo del proceso político. Por otro lado, el cada vez mayor uso de decretos ejecutivos para implementar la agenda neoliberal (prívatizaciones, políticas de ajuste estructural, etc.) es mucho más similar al estilo de los regímenes del antiguo autoritarismo que a las prácticas democráticas...
... El neoautoritarismo, es un sistema híbrido que combina las tomas de decisión de élite y los procesos electorales, el cuerpo legislativo elegido y el corporativo no elegido que toma decisiones, campañas electorales y prácticas de decreto, minan la noción de una cultura cívica. En este contexto es importante examinar de una manera crítica el significado de ciudadanía desde dos ángulos: ciudadanía "formal" y substantiva. La ciudadanía formal se refiere a los atributos legales destinados al ciudadano según una constitución escrita o no escrita. La ciudadanía substantiva se refiere a la capacidad de los individuos a ejercitar el poder en el debate actual de la resolución de cuestiones políticas. Hoy en día, a los ciudadanos se les niega sistemáticamente el derecho de voz y voto en las cuestiones substantivas más profundas que afectan a sus vidas -incluyendo el gasto de estado, impuestos, privatización, programas de austeridad, subsidios para multinacionales, etc. Para encubrir esta negación hacia los ciudadanos los defensores elitistas del estado liberal se refieren a nociones amorfas de "sociedad civil" y "globalización"."
(Escritos, 1999-2006. James Petras)
... El neoautoritarismo, es un sistema híbrido que combina las tomas de decisión de élite y los procesos electorales, el cuerpo legislativo elegido y el corporativo no elegido que toma decisiones, campañas electorales y prácticas de decreto, minan la noción de una cultura cívica. En este contexto es importante examinar de una manera crítica el significado de ciudadanía desde dos ángulos: ciudadanía "formal" y substantiva. La ciudadanía formal se refiere a los atributos legales destinados al ciudadano según una constitución escrita o no escrita. La ciudadanía substantiva se refiere a la capacidad de los individuos a ejercitar el poder en el debate actual de la resolución de cuestiones políticas. Hoy en día, a los ciudadanos se les niega sistemáticamente el derecho de voz y voto en las cuestiones substantivas más profundas que afectan a sus vidas -incluyendo el gasto de estado, impuestos, privatización, programas de austeridad, subsidios para multinacionales, etc. Para encubrir esta negación hacia los ciudadanos los defensores elitistas del estado liberal se refieren a nociones amorfas de "sociedad civil" y "globalización"."
(Escritos, 1999-2006. James Petras)
jueves, agosto 11, 2011
"A través de la publicidad, que es ya en sí misma un servicio social, todos los productos se presentan como servicios, todos ios procesos económicos reales se hacen aparecer y se reinterpretan socialmente como efectos de dádiva, de fidelidad personal y de relación afectiva. Poco importa que esa munificencia, como la de los potentados, nunca sea más que la redistribución funcional de una parte de los beneficios. La astucia de la publicidad estriba precisamente en sustituir en todas partes la lógica del mercado por la magia del Carguero (la abundancia total y milagrosa con que sueñan los indígenas).
(La sociedad de consumo: sus mitos, sus estructuras. Jean Baudrillard)
(La sociedad de consumo: sus mitos, sus estructuras. Jean Baudrillard)
Interesante artículo de Gavin Knight en El País:
"Reino Unido es desde hace algún tiempo dos países. Está el que todo el mundo conoce, el de la próspera economía de clase media. Y luego están los barrios céntricos pobres de los que nadie habla o informa, como su fueran un país del Tercer Mundo o una zona de guerra."
(El lado oculto del Reino Unido)
Y no... la culpa no sólo es de los padres.
"La Unidad de Reducción de la Violencia de la policía de Strathclyde trata ahora la violencia como una enfermedad infecciosa, transmitida por los padres o los amigos."
Es no entender nada...
El incremento de la desigualdad en la riqueza genera este tipo de situaciones, de bolsas marginales sin esperanza. La mayoría de ellos podrían ser héroes y optar en un entorno hostil por lo constructivo, por abrir una tienda por ejemplo, pero culparles de no ser perfectos es jugar con ventaja. Si las condiciones contextuales son desesperanzadas y destructivas, la gran mayoría optará por una cultura de "ghetto" y violencia, sencillamente porque el ser humano está hecho así.
Y de cuando en cuando esos bárbaros salen a la calle llevándose por delante la paz social de los elegidos y jodiendo de paso la perfecta estabilidad de la teoría.
Las políticas neoliberales no son especiales, también tienen consecuencias sociales. Y son sus realistas y sensatos impulsores los primeros que deberían saber que nada es gratis en la vida.
Los sueños de la razón siempre traen consigo sus propios monstruos y los monstruos... bueno... es lo que tienen: que son monstruos.
miércoles, agosto 10, 2011
"En todas las sociedades modernas, este sistema de gratificación y de solicitud tiene apoyos oficiales: todas las instituciones de redistribución social (Seguridad Social, Caja de jubilación, subsidios y pensiones múltiples, subvenciones, primas, becas) constituyen canales por los cuales, dice E Perroux, «los poderes públicos se sienten impulsados a corregir los excesos de poder de los monopolios, mediante flujos de prestaciones sociales destinadas a satisfacer necesidades y no a remunerar los servicios productivos. Estas últimas transferencias, sin contrapartida aparente, disminuyen, a largo plazo, la agresividad de las clases llamadas peligrosas». No analizaremos aquí la eficacia real de esta redistribución ni sus mecanismos económicos. Lo que nos interesa es el mecanismo psicológico colectivo que pone en funcionamiento. Gracias a sus deducciones y a sus transferencias económicas, la instancia social (es decir, el orden establecido) se da como beneficio psicológico de la generosidad, se ofrece como instancia caritativa. Todas estas instituciones se caracterizan por utilizar un léxico maternal y proteccionista: Seguridad Social, seguros, protección de la infancia, de la vejez, subsidio por desempleo. Esta «caridad» burocrática, estos mecanismos de «solidaridad colectiva» —todos ellos, además, «conquistas sociales»— funcionan así, a través de la operación ideológica de redistribución, como mecanismos de control social. Es como si se sacrificara cierta parte de la plusvalía para preservar la otra, es decir, el sistema global de poder se sostiene en virtud de esta ideología de la munificencia cuyo beneficio se oculta detrás de la «dádiva». Se matan dos pájaros de un tiro: el asalariado está contento de recibir, bajo pretexto de don o de prestación «gratuita», una parte de lo que ya se le ha despojado anteriormente."
(La sociedad de consumo: sus mitos, sus estructuras. Jean Baudrillard)
(La sociedad de consumo: sus mitos, sus estructuras. Jean Baudrillard)
martes, agosto 09, 2011
"La sociedad de consumo no se caracteriza solamente por la profusión de bienes y de servicios, sino por el hecho, más importante, de que en ella TODO ES SERVICIO, nada de lo que se ofrece para ser consumido se presenta nunca como producto puro y simple, sino como servicio personal, como gratificación. Desde Guinness is goodfor you hasta la profunda solicitud de los políticos para con sus conciudadanos, pasando por la sonrisa de la auxiliar de vuelo y los agradecimientos del distribuidor automático de cigarrillos, cada uno de nosotros está rodeado de una abrumadora obsequiosidad, envuelto por una coalición de dedicación y buena voluntad."
(La sociedad de consumo: sus mitos, sus estructuras. Jean Baudrillard)
(La sociedad de consumo: sus mitos, sus estructuras. Jean Baudrillard)
LA OPORTUNIDAD DE MI VIDA
Por encima de todo, "La oportunidad de mi vida" tiene muy claro como comedia romántica sus referentes.
El modo en que está contada recuerda a películas como "Love Actually" o "Notting Hill" y, si bien el talento de Richard Curtis como director y guionista no está detrás, lo mejor que puede decirse de "La oportunidad de mi vida" es que no se limita a ser una mera copia. En ella hay el talento suficiente como para jugar con las claves que suministra el sentido de Curtis de la comedia y construir una historia que tiene vida propia, que respira por si misma.
No es que Julien no tenga suerte con las mujeres. Todo lo contrario. Es la mala suerte la que se ceba en ellas cuando entran en su vida. El protagonista está convencido de ser gafe para sus amores y por eso cuando Joana entra en su vida Julien no termina de tenerlas toda consigo.
Con pavor comprobará que está en lo cierto mientras un tsunami desastroso (y divertido) se lleva por delante la vida de su prometida.
No obstante, quizá las cosas (una vez más) no sean lo que parecen.
Entretenida.
"El tiempo libre de las vacaciones sigue siendo propiedad privada del que se toma vacaciones, un objeto, un bien ganado por él con el sudor de todo el año, poseído por él, un objeto del que goza como de todos los demás objetos y del que no podría desprenderse para darlo, sacrificarlo (como se hace con el objeto que se regala), para entregarlo a una disponibilidad total, a la ausencia de tiempo, que sería la verdadera libertad. El individuo está atado a «su» tiempo como Prometeo a su roca, encadenado al mito prometeico del tiempo como fuerza productiva."
(La sociedad de consumo: sus mitos, sus estructuras. Jean Baudrillard)
(La sociedad de consumo: sus mitos, sus estructuras. Jean Baudrillard)
lunes, agosto 08, 2011
QUEIMADA
Dirigida en 1969 por el cineasta italiano Gillo Pontecorvo, "Queimada" se inscribe en la corriente política que el cine italiano desarrolló bien por si mismo, bien en coproducción, durante la década de los sesentas y setentas del siglo pasado.
Desde una perspectiva alternativa y marxista el cine era utilizado como vehículo de expresión de un diferente punto de vista sobre temas controvertidos que afectaban a la realidad italiana en particular o a la realidad del sistema capitalista en general.
Con una cinematografía escasa, no más de diez películas en más de veinte años de carrera, Gillo Pontecorvo ocupa un lugar destacado con su "Batalla de Argel" y con esta "Queimada" que cuenta con la sorprendente presencia de una estrella como Marlon Brando.
Brando interpreta con su habitual talento a Sir William Walker un agente británico que llega a la isla de Queimada bajo el dominio portugues para desempeñar su papel de peón ejecutor de los intereses británicos en el Caribe. Como parte de su trabajo producirá una revolución contra los ocupantes portugueses convirtiendo en líder revolucionario al humilde aguador José Dolores.
Lo que Pontecorvo pretende con "Queimada" es ofrecernos de primera mano, en primera persona, un documento sobre el descarnado juego de intereses que fue el colonialismo usando la pequeña isla como metáfora de toda una realidad, de toda una época histórica basada en la más desconsiderada de las apropiaciones... y desde luego lo consigue.
Si bien no es una película redonda, "Queimada" ofrece una relato intenso, de parte, que Brando se echa sobre las espaldas embelleciéndo su arrollador naturalismo despiadado con la construcción de un personaje fascinante. Su interpretación entre resignada y melancólica crea un Walker que es lo suficientemente inteligente como para ver lo injusto del mecanismo del que forma parte, pero también lo suficientemente honesto como para no engañarse ni un sólo segundo sobre el mal que está infringiendo.
Y a lo largo de los años la pureza e integridad de José Dolores. su creación, hará mella sobre su cinismo de hombre organización.
Interesante.
Dirigida en 1969 por el cineasta italiano Gillo Pontecorvo, "Queimada" se inscribe en la corriente política que el cine italiano desarrolló bien por si mismo, bien en coproducción, durante la década de los sesentas y setentas del siglo pasado.
Desde una perspectiva alternativa y marxista el cine era utilizado como vehículo de expresión de un diferente punto de vista sobre temas controvertidos que afectaban a la realidad italiana en particular o a la realidad del sistema capitalista en general.
Con una cinematografía escasa, no más de diez películas en más de veinte años de carrera, Gillo Pontecorvo ocupa un lugar destacado con su "Batalla de Argel" y con esta "Queimada" que cuenta con la sorprendente presencia de una estrella como Marlon Brando.
Brando interpreta con su habitual talento a Sir William Walker un agente británico que llega a la isla de Queimada bajo el dominio portugues para desempeñar su papel de peón ejecutor de los intereses británicos en el Caribe. Como parte de su trabajo producirá una revolución contra los ocupantes portugueses convirtiendo en líder revolucionario al humilde aguador José Dolores.
Lo que Pontecorvo pretende con "Queimada" es ofrecernos de primera mano, en primera persona, un documento sobre el descarnado juego de intereses que fue el colonialismo usando la pequeña isla como metáfora de toda una realidad, de toda una época histórica basada en la más desconsiderada de las apropiaciones... y desde luego lo consigue.
Si bien no es una película redonda, "Queimada" ofrece una relato intenso, de parte, que Brando se echa sobre las espaldas embelleciéndo su arrollador naturalismo despiadado con la construcción de un personaje fascinante. Su interpretación entre resignada y melancólica crea un Walker que es lo suficientemente inteligente como para ver lo injusto del mecanismo del que forma parte, pero también lo suficientemente honesto como para no engañarse ni un sólo segundo sobre el mal que está infringiendo.
Y a lo largo de los años la pureza e integridad de José Dolores. su creación, hará mella sobre su cinismo de hombre organización.
Interesante.
INOLVIDABLE
El cielo protector...
"Port Moresby: Well, terra firma.
Tunner: We're probably the first tourists they've had since the war.
Kit Moresby: Tunner, we're not tourists. We're travelers.
Tunner: Oh. What's the difference?
Port Moresby: A tourist is someone who thinks about going home the moment they arrive, Tunner.
Kit Moresby: Whereas a traveler might not come back at all.
Tunner: You mean *I'm* a tourist.
Kit Moresby: Yes, Tunner. And I'm half and half."
El cielo protector...
"Port Moresby: Well, terra firma.
Tunner: We're probably the first tourists they've had since the war.
Kit Moresby: Tunner, we're not tourists. We're travelers.
Tunner: Oh. What's the difference?
Port Moresby: A tourist is someone who thinks about going home the moment they arrive, Tunner.
Kit Moresby: Whereas a traveler might not come back at all.
Tunner: You mean *I'm* a tourist.
Kit Moresby: Yes, Tunner. And I'm half and half."
"En cambio, es relativamente nueva la aceptación general de estas mentiras por la opinión pública y privada, lo mismo que la supresión de su monstruoso contenido. La difusión y la efectividad de este lenguaje prueban el triunfo de la sociedad sobre las contradicciones que contiene; las mentiras son reproducidas sin que hagan estallar el sistema social. Y la franca, ostensible contradicción se convierte en constante del habla y la publicidad. La sintaxis de la contracción proclama la reconciliación de los opuestos uniéndolos en una estructura firme y familiar. Intentaré mostrar que términos como la «bomba atómica limpia» y «la radiación inofensiva» no son más que las creaciones extremas de un estilo normal. Una vez que se ha aceptado la principal ofensa contra la lógica, la contradicción se muestra como un principio de la lógica de manipulación: una caricatura realista de la dialéctica. Es la lógica de una sociedad que puede permitirse hacer a un lado la lógica y jugar con la destrucción; una sociedad con un
dominio técnico de la mente y de la materia."
(El hombre unidimensional. Hernert Marcuse)
dominio técnico de la mente y de la materia."
(El hombre unidimensional. Hernert Marcuse)
EL CIELO PROTECTOR
No me extraña que Bowles reniegue de la adaptación cinematográfica de la más popular de sus obras. Ni Bernardo Bertolucci ni Mark Peploe, los guionistas de la película, parecen entender el sentido dramático de la historia y la película termina también devorada por esa nada que devora a Kit y Port, los protagonistas.
Por encima de todo, "El cielo protector" es una despiadada reflexión sobre las consecuencias. La obra de Bowles pretende ser una ajustada crónica de esa dramática zona fronteriza de encuentro entre realidad y deseo.
Como otros tantos aburridos norteamericanos, los Moresby desembarcan en Tanger convertida en una etapa más de su periplo mundano en busca de nuevas emociones. Ella le sigue a él y él no sabe muy bien lo que busca, seguramente un progresivo alejamiento de las cosas, del mundo persiguiendo probablemente la posibilidad de escucharse a sí mismo en el silencio inmenso del desierto. Pero la realidad empezará a tejer en torno a ellos un entramado de respuestas y efectos que les conducirá a la aniquilación.
Buscando encontrarse terminarán perdidos. Privados de ese cielo azul y protector que les protege de la visión de esa nada oscura y abismal terminarán devorados por ese abismo insoportable que es la propia realidad, las inaplazables exigencias de lo externo: el hambre, la enfermedad, la muerte.
"El cielo protector" es la crónica de ese encuentro de los que desean con las propias limitaciones de ese deseo impuestas por agentes externos.
Kit y Port siguen el mismo destino que las niñas del cuento "Te en el Sahara" que aparece en el libro y que resume de manera perfecta la historia.
Las niñas terminan perdidas en el desierto buscando la mejor duna desde la que ver el atardecer tomando un te. Ignoran los riesgos por pensar unicamente en la satisfacción de ese deseo y acaban más y más dentro del desierto desechando la duna anteriormente elegida en favor de otra más alejada pero más alta y mejor.
Y lo importante no es que terminen perdidos, sino que no pueden evitarlo. El deseo les arrastra mientras se realizan respondiendo a esa llamada interior, pero también les destruye.
"El cielo protector" nos cuenta algo muy sencillo, que vida y muerte, construcción y destrucción son las dos caras de una misma moneda.
"El cielo protector" es un relato iniciático y nihilista en los contradictorios misterios que fundamentan nuestra existencia, una mirada descarnada sobre la inevitable y rigurosa aritmética de los precios que hay que pagar y las consecuencias que hay que afrontar. Un viaje en el que lo más importante es la inevitabilidad de entregarse (y al mismo tiempo perderse), como las luciérnagas se ven atraídas por las llamas, que algunos seres humanos sienten.
Como bien escribe Paul Bowles en boca de Kit al comienzo de la historia, hay dos tipos de personas: los turistas, los que desde el momento en que llegan están pensando en regresar, y los viajeros, los que no saben si volverán.
Imprescindible (el libro).
Si has perdido la gracia de leer, la película puede servirte... un poco.
No me extraña que Bowles reniegue de la adaptación cinematográfica de la más popular de sus obras. Ni Bernardo Bertolucci ni Mark Peploe, los guionistas de la película, parecen entender el sentido dramático de la historia y la película termina también devorada por esa nada que devora a Kit y Port, los protagonistas.
Por encima de todo, "El cielo protector" es una despiadada reflexión sobre las consecuencias. La obra de Bowles pretende ser una ajustada crónica de esa dramática zona fronteriza de encuentro entre realidad y deseo.
Como otros tantos aburridos norteamericanos, los Moresby desembarcan en Tanger convertida en una etapa más de su periplo mundano en busca de nuevas emociones. Ella le sigue a él y él no sabe muy bien lo que busca, seguramente un progresivo alejamiento de las cosas, del mundo persiguiendo probablemente la posibilidad de escucharse a sí mismo en el silencio inmenso del desierto. Pero la realidad empezará a tejer en torno a ellos un entramado de respuestas y efectos que les conducirá a la aniquilación.
Buscando encontrarse terminarán perdidos. Privados de ese cielo azul y protector que les protege de la visión de esa nada oscura y abismal terminarán devorados por ese abismo insoportable que es la propia realidad, las inaplazables exigencias de lo externo: el hambre, la enfermedad, la muerte.
"El cielo protector" es la crónica de ese encuentro de los que desean con las propias limitaciones de ese deseo impuestas por agentes externos.
Kit y Port siguen el mismo destino que las niñas del cuento "Te en el Sahara" que aparece en el libro y que resume de manera perfecta la historia.
Las niñas terminan perdidas en el desierto buscando la mejor duna desde la que ver el atardecer tomando un te. Ignoran los riesgos por pensar unicamente en la satisfacción de ese deseo y acaban más y más dentro del desierto desechando la duna anteriormente elegida en favor de otra más alejada pero más alta y mejor.
Y lo importante no es que terminen perdidos, sino que no pueden evitarlo. El deseo les arrastra mientras se realizan respondiendo a esa llamada interior, pero también les destruye.
"El cielo protector" nos cuenta algo muy sencillo, que vida y muerte, construcción y destrucción son las dos caras de una misma moneda.
"El cielo protector" es un relato iniciático y nihilista en los contradictorios misterios que fundamentan nuestra existencia, una mirada descarnada sobre la inevitable y rigurosa aritmética de los precios que hay que pagar y las consecuencias que hay que afrontar. Un viaje en el que lo más importante es la inevitabilidad de entregarse (y al mismo tiempo perderse), como las luciérnagas se ven atraídas por las llamas, que algunos seres humanos sienten.
Como bien escribe Paul Bowles en boca de Kit al comienzo de la historia, hay dos tipos de personas: los turistas, los que desde el momento en que llegan están pensando en regresar, y los viajeros, los que no saben si volverán.
Imprescindible (el libro).
Si has perdido la gracia de leer, la película puede servirte... un poco.
sábado, agosto 06, 2011
Siete de cada 10 alumnos de 3º de la ESO de Madrid, de entre 14 y 15 años y que obtendrán el próximo año el título de Graduado, ha suspendido el examen de mínimos con el que Gobierno regional valora el nivel de los estudiantes en matemáticas y lengua.
(Leer más)
Otro ejemplo de la locura del día a día en que vivimos: Se puede ser un ignorante y, al mismo tiempo, tener un titulo que acredita un saber.
Más decadencia... por si no teníamos bastante.
Y seguro que hay una buena explicación que lo justifica... lo que hará más profunda esa decadencia de la que no tenemos bastante.
(Leer más)
Otro ejemplo de la locura del día a día en que vivimos: Se puede ser un ignorante y, al mismo tiempo, tener un titulo que acredita un saber.
Más decadencia... por si no teníamos bastante.
Y seguro que hay una buena explicación que lo justifica... lo que hará más profunda esa decadencia de la que no tenemos bastante.
MUMFORD
El hoy olvidado Lawrence Kadan sigue siendo uno de los directores importantes del cine norteamericano de finales del siglo pasado.
De guionista de "El imperio contrataca", la mejor película de la saga u "En busca del arca perdida" pasó a dirigir titulos como "Fuego en el cuerpo", "Reencuentro", Silverado", "El turista accidental" o esta brillante "Mumford" que pasó completamente desapercibida ya cuando las relaciones del señor Kasdan con el éxito se habían complicado de manera irreversible.
En cualquier caso, Kasdan es un director a recuperar y empezar por "Mumford" es una buena manera.
La película cuenta la historia de un psicólogo que tiene el mismo nombre de la ciudad en la que ejerce. Empieza siendo una película coral en la que una serie de personajes confluye en la consulta del psicólogo que se limita a escucharles y poco a poco orientarles para enfrentar los grandes dramas que ensombrecen sus pequeñas vidas. Pero poco a poco el personaje de Mumford empieza a apoderarse de la historia revelándose desde su soledad desarraigada como un misterioso personaje de sorprendente pasado.
"Mumford" me recuerda a una de esos cuentos morales que tan bien filmaba el francés Eric Rohmer.
Todo sucede una manera amable, tranquila y de esa misma manera los personajes expresan sus razones en una "ronde" de encuentros a lo largo del metraje de la película. Con una conseguida naturalidad cada uno de ellos exhibe su manera de vivir con una cierta y seductora inteligencia, sin brutales dramatismos ni excesos a la hora de juzgar y juzgarse, invitando a ser escuchados.
No hay grandes disquisiciones metafísicas en "Mumford".... o quizá verdaderamente las haya y se transparenten en todo lo que sucede, se dice o se hace a lo largo de esta historia de cámara, de personajes, situaciones y diálogos revestidos de un cotidiano perfil bajo que tiene la inmensa virtud de no resultar inane o aburrida.
Hay magia, un cierto e indescriptible encanto en "Mumford" que me gusta.
Absolutamente recomendable.
1
"Un veterano de varios golpes de Estado argentinos explicó cuál era la opinión dentro del ejército: «En 1955 creíamos que el problema era [Juan] Perón, así que lo eliminamos; pero en 1976 ya sabíamos que el problema era la clase trabajadora». En toda la región sucedió lo mismo: el problema era amplio y profundo. Eso quería decir que si la revolución neoliberal quería triunfar, las juntas tenían que lograr lo que Allende consideraba imposible: segar definitivamente la semilla que se sembró durante el auge de las izquierdas latinoamericanas. El exterminio en Argentina no es espontáneo, no es casual, no es irracional: es la destrucción sistemática de una «parte sustancial» del grupo nacional argentino con la intención de transformar dicho grupo, de redefinir su forma de ser, sus relaciones sociales, su destino y su futuro."
2
"Letelier llegó al extremo de escribir que Milton Friedman como «arquitecto intelectual y consejero no oficial del equipo de economistas ahora a cargo de la economía chilena» era corresponsable de los crímenes de Pinochet. No concedía valor a la defensa de Friedman de que el cabildeo a favor del tratamiento de choque se limitaba a ofrecer consejos «técnicos». El «establecimiento de una "economía privada" libre y el control de la inflación "a la Friedman"» dijo Letelier, no se podían llevar a cabo de forma pacífica. «El plan económico ha tenido que ser impuesto, y en el contexto chileno ello podía hacerse sólo mediante el asesinato de miles de personas, el establecimiento de campos de concentración a través de todo el país, el encarcelamiento de más de cien mil personas en tres años, el cierre de los sindicatos y organizaciones vecinales y la prohibición de todas las actividades políticas y de todas las formas de expresión. Represión para las mayorías y "libertad económica" para pequeños grupos privilegiados son en Chile dos caras de la misma moneda.» Había, escribió, «una armonía interna» entre el «libre mercado» y el terror ilimitado."
(La doctrina del shock. Naomi Klein)
"Un veterano de varios golpes de Estado argentinos explicó cuál era la opinión dentro del ejército: «En 1955 creíamos que el problema era [Juan] Perón, así que lo eliminamos; pero en 1976 ya sabíamos que el problema era la clase trabajadora». En toda la región sucedió lo mismo: el problema era amplio y profundo. Eso quería decir que si la revolución neoliberal quería triunfar, las juntas tenían que lograr lo que Allende consideraba imposible: segar definitivamente la semilla que se sembró durante el auge de las izquierdas latinoamericanas. El exterminio en Argentina no es espontáneo, no es casual, no es irracional: es la destrucción sistemática de una «parte sustancial» del grupo nacional argentino con la intención de transformar dicho grupo, de redefinir su forma de ser, sus relaciones sociales, su destino y su futuro."
2
"Letelier llegó al extremo de escribir que Milton Friedman como «arquitecto intelectual y consejero no oficial del equipo de economistas ahora a cargo de la economía chilena» era corresponsable de los crímenes de Pinochet. No concedía valor a la defensa de Friedman de que el cabildeo a favor del tratamiento de choque se limitaba a ofrecer consejos «técnicos». El «establecimiento de una "economía privada" libre y el control de la inflación "a la Friedman"» dijo Letelier, no se podían llevar a cabo de forma pacífica. «El plan económico ha tenido que ser impuesto, y en el contexto chileno ello podía hacerse sólo mediante el asesinato de miles de personas, el establecimiento de campos de concentración a través de todo el país, el encarcelamiento de más de cien mil personas en tres años, el cierre de los sindicatos y organizaciones vecinales y la prohibición de todas las actividades políticas y de todas las formas de expresión. Represión para las mayorías y "libertad económica" para pequeños grupos privilegiados son en Chile dos caras de la misma moneda.» Había, escribió, «una armonía interna» entre el «libre mercado» y el terror ilimitado."
(La doctrina del shock. Naomi Klein)
viernes, agosto 05, 2011
jueves, agosto 04, 2011
"Este es el punto en el que adquiere todo su sentido económico e ideológico la psicofuncionalidad que acabamos de analizar. El cuerpo hace vender. La belleza hace vender. El erotismo hace vender. Y esta no es la menor de las razones que, en última instancia, orientan todo el proceso histórico de «liberación del cuerpo». Aquí hay cuerpos, como en la fuerza laboral, cuerpos que deben ser «liberados, emancipados» para poder ser explotados racionalmente con fines productivos. Del mismo modo en que es necesario hacer participar la libre determinación y la libertad individual del trabajador para que la fuerza laboral pueda transformarse en demanda salarial y valor de intercambio, es necesario que el individuo pueda redescubrir su cuerpo e investirlo narcisistamente —principio formal del placer— para que la fuerza del deseo pueda transformarse en demanda de objetos/signos manipulables racionalmente. Es necesario que el individuo se tome a sí mismo como objeto, como el más bello de los objetos, como el más precioso material de intercambio, para que pueda instituirse, en el nivel del cuerpo deconstruido, de la sexualidad deconstruida, un proceso económico de rentabilidad.
(La sociedad de consumo: sus mitos, sus estructuras. Jean Baudrillard)
(La sociedad de consumo: sus mitos, sus estructuras. Jean Baudrillard)
miércoles, agosto 03, 2011
LA DOCTRINA DEL SHOCK
Después de dirigir la más que estimable y desapercibida "Génova", un drama familiar intimista con el desarraigo como agente acelerante, el camaleónico Michael Winterbottom se centró en un documental de denuncia del neoliberalismo basado en el libro homónimo de Naomí Klein.
El documental indaga en la sórdida historia de los esfuerzos por imponer el capitalismo salvaje y aborda la figura de Milton Friedman, gran figura de la escuela monetarista de Chicago y principal suministrador de la coartada teórica de la que se ha valido esta forma brutal de gestión de la economía para imponerse a lo largo de los años.
Uno de los principales puntos de la película es el hecho incontrovertible de que el sistema económico que propone la economía monetarista genera sociedades desiguales en las que el dinero se concentra en pocas manos y la distancia entre ricos y pobres crece. Las sociedades monetaristas instauran una suerte de darwinismo económico en el que el fuerte lo tiene todo mientras que el débil debe conformarse con las migajas. Se instaura una mentira estadística de riqueza macroeconómica que oculta una microrealidad desigual y conflictiva.
Y ante esa realidad Friedman se enfrenta de un modo teórico, casi fascista, que pide cuentas a la realidad frente a la pureza cristalina de una teoría confortable en su abstracción autoexplicativa. Friedman siempre practicaba una huida hacia delante que achacaba las contradicciones a la no existencia de un modelo neoliberal 100% puro. Reclamaba más veneno convencido siempre de estar en la verdad, convertido en un fundamentalista ayatollah de su propio pensamiento.
Y la crisis global que todavía vivimos mucho tiene que ver con todos esos hijos de Friedman que confunden realidad con teoría y reclaman libre mercado olvidando que el ser humano no es una máquina utilitarista sino un animal cuyos instintos no siempre son fáciles de someter.
Para los monetaristas el egoismo individual, la persecución del propio beneficio, genera el bienestar colectivo. Recuerdan esa mano invisible de la que hablaba Adam Smith, pero olvidan que otro gran economista clásico como fue David Ricardo en absoluto estaba de acuerdo con ese idealismo de Smith y consideraba la posibilidad de intervención de los mercados... precisamente porque estaban constituidos por seres humanos y del mismo modo que había policías en las calles también debería haber algún tipo de control en los mercados, un espacio especialmente abonado para esa avaricia que rompe el saco y que nos está llevando a todos por ese agujero convertido en sumidero.
También olvidan que el pensamiento de Smith se cierra con un pequeño librito llamado "Teoría de los sentimientos morales" en el que el escocés desarrolla y profundiza en ese concepto de mano invisible haciéndolo no precisamente en una dirección que a Friedman y a sus hijos les parecería aceptable. Para Smith no hay sociedad posible sin empatía, sin la capacidad psicológica de ponerse en el lugar del otro. Y uno tiene la impresión de que el hombre ideal de Smith podría dejar de ganar dinero por juzgar que está ganando demasiado, por valorar que está comprometiendo de forma innecesaria la situación de otros o por considerar que puede estar perjudicando ganancias futuras.
Planteamientos y actitudes morales de este calado son los que hacen posible la existencia de esa mano invisible. Cada individuo, desde la cordura racional, es el garante de la propia riqueza pero también de la de los otros.
Planteamientos que seguro provocarían carcajadas en esos atildados ejecutivos de Merryll Lynch que ya van por la cuarta casa de campo en Staten Island y que pronuncian con enorme seriedad y concentración los mantras de esta gran mentira de nuestro tiempo que es el liberalismo, pura y absoluta coartada para que lo peor de los instintos del ser humano tengan lugar.
Sólo esa brutal ignorancia animal, casi siempre revestida del celofán de la más exquisita de las educaciones, explica la triunfante existencia de individuos que aspiran a disfrutar de su enorme riqueza en burbujas de bienestar aisladas de un mundo esquilmado y deprimido.
Se trata del pasmoso espectáculo pornográfico de la falta de racionalidad de una ideología que precisamente se vanagloria de lo contrario, una ideología que nunca ha sido otra cosa que la coartada para que el animal económico campe por sus respetos, un Jeckyll que ha conseguido convencer a Hyde de que no debe ser controlado.
La realidad es el enriquecimiento irresponsable a cualquier precio.
Todo esto y más en un interesante documental que Winterbottom rueda con su habitual maestría.
Imprescindible.
Después de dirigir la más que estimable y desapercibida "Génova", un drama familiar intimista con el desarraigo como agente acelerante, el camaleónico Michael Winterbottom se centró en un documental de denuncia del neoliberalismo basado en el libro homónimo de Naomí Klein.
El documental indaga en la sórdida historia de los esfuerzos por imponer el capitalismo salvaje y aborda la figura de Milton Friedman, gran figura de la escuela monetarista de Chicago y principal suministrador de la coartada teórica de la que se ha valido esta forma brutal de gestión de la economía para imponerse a lo largo de los años.
Uno de los principales puntos de la película es el hecho incontrovertible de que el sistema económico que propone la economía monetarista genera sociedades desiguales en las que el dinero se concentra en pocas manos y la distancia entre ricos y pobres crece. Las sociedades monetaristas instauran una suerte de darwinismo económico en el que el fuerte lo tiene todo mientras que el débil debe conformarse con las migajas. Se instaura una mentira estadística de riqueza macroeconómica que oculta una microrealidad desigual y conflictiva.
Y ante esa realidad Friedman se enfrenta de un modo teórico, casi fascista, que pide cuentas a la realidad frente a la pureza cristalina de una teoría confortable en su abstracción autoexplicativa. Friedman siempre practicaba una huida hacia delante que achacaba las contradicciones a la no existencia de un modelo neoliberal 100% puro. Reclamaba más veneno convencido siempre de estar en la verdad, convertido en un fundamentalista ayatollah de su propio pensamiento.
Y la crisis global que todavía vivimos mucho tiene que ver con todos esos hijos de Friedman que confunden realidad con teoría y reclaman libre mercado olvidando que el ser humano no es una máquina utilitarista sino un animal cuyos instintos no siempre son fáciles de someter.
Para los monetaristas el egoismo individual, la persecución del propio beneficio, genera el bienestar colectivo. Recuerdan esa mano invisible de la que hablaba Adam Smith, pero olvidan que otro gran economista clásico como fue David Ricardo en absoluto estaba de acuerdo con ese idealismo de Smith y consideraba la posibilidad de intervención de los mercados... precisamente porque estaban constituidos por seres humanos y del mismo modo que había policías en las calles también debería haber algún tipo de control en los mercados, un espacio especialmente abonado para esa avaricia que rompe el saco y que nos está llevando a todos por ese agujero convertido en sumidero.
También olvidan que el pensamiento de Smith se cierra con un pequeño librito llamado "Teoría de los sentimientos morales" en el que el escocés desarrolla y profundiza en ese concepto de mano invisible haciéndolo no precisamente en una dirección que a Friedman y a sus hijos les parecería aceptable. Para Smith no hay sociedad posible sin empatía, sin la capacidad psicológica de ponerse en el lugar del otro. Y uno tiene la impresión de que el hombre ideal de Smith podría dejar de ganar dinero por juzgar que está ganando demasiado, por valorar que está comprometiendo de forma innecesaria la situación de otros o por considerar que puede estar perjudicando ganancias futuras.
Planteamientos y actitudes morales de este calado son los que hacen posible la existencia de esa mano invisible. Cada individuo, desde la cordura racional, es el garante de la propia riqueza pero también de la de los otros.
Planteamientos que seguro provocarían carcajadas en esos atildados ejecutivos de Merryll Lynch que ya van por la cuarta casa de campo en Staten Island y que pronuncian con enorme seriedad y concentración los mantras de esta gran mentira de nuestro tiempo que es el liberalismo, pura y absoluta coartada para que lo peor de los instintos del ser humano tengan lugar.
Sólo esa brutal ignorancia animal, casi siempre revestida del celofán de la más exquisita de las educaciones, explica la triunfante existencia de individuos que aspiran a disfrutar de su enorme riqueza en burbujas de bienestar aisladas de un mundo esquilmado y deprimido.
Se trata del pasmoso espectáculo pornográfico de la falta de racionalidad de una ideología que precisamente se vanagloria de lo contrario, una ideología que nunca ha sido otra cosa que la coartada para que el animal económico campe por sus respetos, un Jeckyll que ha conseguido convencer a Hyde de que no debe ser controlado.
La realidad es el enriquecimiento irresponsable a cualquier precio.
Todo esto y más en un interesante documental que Winterbottom rueda con su habitual maestría.
Imprescindible.
martes, agosto 02, 2011
"En cambio, llamamos «Emboscado» a quien, privado de patria por el gran proceso y transformado por él en un individuo aislado, acaba viéndose entregado al aniquilamiento. Este destino podría ser el destino de muchos y aun el de todos — no es posible dejar de añadir, por lo tanto, una precisión y ésta consiste en lo siguiente: el emboscado está decidido a ofrecer resistencia y se propone llevar adelante la lucha; una lucha que acaso carezca de perspectivas. Un emboscado es, pues, quien posee una relación originaria con la libertad. Vista en el plano temporal, esa relación se exterioriza en el hecho de que el emboscado piensa oponerse al automatismo y piensa no sacar la consecuencia ética de éste, a saber, el fatalismo."
(La emboscadura. Ernst Jünger)
(La emboscadura. Ernst Jünger)
sábado, julio 30, 2011
ENTRE LOS MUROS
Tiene un punto de película bélica "Entre los muros".
Con un planteamiento y desarrollo sencillos, la película nos cuenta la lucha diaria de un profesor de lengua francesa con su variopinto universo de alumnos, todos de distinta procedencia pero que comparten una clara actitud de desencanto con la escuela y lo que representa.
Y este es el principal atractivo de esta estupenda película del francés Laurent Cantet, "Entre los muros" nos muestra el día a día en el frente de la guerra contra el desencanto que los jóvenes sienten con una escuela que es su principal y única experiencia den una estructura social que les somete a una dinámica de desesperanza y carencia de expectativas.
En este sentido, la figura del profesor Marin -y la del resto de profesores- se convierte en una suerte de figura dramática que se debate sin demasiadas ayudas entre una realidad de desesperanza y un ideal de institución educativa destinada a la producción de personas que esa misma realidad con sus inclemencias y servidumbres se empeña en desmentir.
El resultado es la impotencia ante el drama de cada vida de alumno que se queda en el camino, que se pierde hundida bajo el inmenso peso de una diaria conspiración de circunstancias.
Merece la pena ver "Entre los muros".
miércoles, julio 27, 2011
martes, julio 26, 2011
BEGINNERS
Pasado y futuro conviven de forma armónica en "Beginners" para componer un relato lineal, lleno de interés en el que Oliver, su protagonista, encuentra el impulso necesario para apostar una vez más por la ilusión.
El pasado es la relación que Oliver mantiene con su padre, interpretado por un magnífico Christopher Plummer; un padre que a sus casi ochenta años tiene el valor de volver a empezar dando una última verdad a lo que cree que es la verdad de sí mismo aceptando su homosexualidad y empezando una nueva vida que no durará demasiado. Sobre la base del fascinado recuerdo de ese ejemplo, Oliver establecerá un diálogo consigo mismo que le servirá para enfrentar de manera constructiva la posibilidad de una nueva relación sentimental.
Seguramente, las inquietudes que se presentan no sean del todo originales, pero lo importante es la manera en que"Beginners" nos lo cuenta. La crisis existencial de Oliver es presentada en un tono imaginativo, entre agriducle y naif que seduce con una simpleza casi infantil mientras aborda temas hondos como el envejecimiento, el aislamiento, la soledad o el miedo al compromiso.
Y en este sentido, "Beginners" opta por la ilusión, por la esperanza, por la capacidad de entusiasmo ante una vida concebida como una aventura llena de eventos hermosos e irrepetibles pareciendo contada por un narrador que claramente ha tomado partido por esa opción que se presenta en la historia.
Interesante.
lunes, julio 25, 2011
Puede sentir cómo el tiempo
le atraviesa el cuerpo vestido de brisa.
La corriente de los instantes pasando,
desgastando su ser de manera inexorable
y todas esas cosas que sangran tanta palabra vana.
Incluso se imagina con desgana como una de esas rocas
que, pese a su firmeza, el viento erosiona, desgasta
justo cuando el sol roza la línea del horizonte
en su impecable y silencioso descenso
sobre la reflectante superficie casi sólida
del inmenso y desmemoriado oceano en calma.
le atraviesa el cuerpo vestido de brisa.
La corriente de los instantes pasando,
desgastando su ser de manera inexorable
y todas esas cosas que sangran tanta palabra vana.
Incluso se imagina con desgana como una de esas rocas
que, pese a su firmeza, el viento erosiona, desgasta
justo cuando el sol roza la línea del horizonte
en su impecable y silencioso descenso
sobre la reflectante superficie casi sólida
del inmenso y desmemoriado oceano en calma.
"Lo que Letelier no podía saber entonces era que Chile bajo el gobierno de la Escuela de Chicago ofrecía un avance del futuro de la economía global, una pauta que se repetiría una y otra vez, de Rusia a Sudáfrica y a Argentina: una burbuja urbana de especulación frenética y contabilidad
dudosa que generaba enormes beneficios y un frenético consumismo, y rodeada por fábricas fantasmagóricas e infraestructuras en desintegración de un pasado de desarrollo; aproximadamente la mitad de la población excluida completamente de la economía; corrupción y amiguismo fuera de control; aniquilación de las empresas públicas grandes y medianas; un enorme trasvase de riqueza del sector público al privado, seguido de un enorme trasvase de deudas privadas a manos públicas. En Chile, si estabas fuera de la burbuja de riqueza, el milagro se parecía a la Gran Depresión, pero dentro de su caparazón estanco los beneficios fluían tan libre y rápidamente que el dinero fácil que las reformas estilo terapia de shock hace posible se ha convertido desde entonces en la cocaína de los mercados financieros. Y es por eso por lo que el mundo financiero no respondió a las obvias contradicciones del experimento chileno reevaluando las premisas básicas del laissez-faire. En lugar de ello, reaccionó como reacciona un drogadicto: se preguntó dónde conseguir la siguiente dosis."
(La doctrina del shock. Naomi Klein)
dudosa que generaba enormes beneficios y un frenético consumismo, y rodeada por fábricas fantasmagóricas e infraestructuras en desintegración de un pasado de desarrollo; aproximadamente la mitad de la población excluida completamente de la economía; corrupción y amiguismo fuera de control; aniquilación de las empresas públicas grandes y medianas; un enorme trasvase de riqueza del sector público al privado, seguido de un enorme trasvase de deudas privadas a manos públicas. En Chile, si estabas fuera de la burbuja de riqueza, el milagro se parecía a la Gran Depresión, pero dentro de su caparazón estanco los beneficios fluían tan libre y rápidamente que el dinero fácil que las reformas estilo terapia de shock hace posible se ha convertido desde entonces en la cocaína de los mercados financieros. Y es por eso por lo que el mundo financiero no respondió a las obvias contradicciones del experimento chileno reevaluando las premisas básicas del laissez-faire. En lugar de ello, reaccionó como reacciona un drogadicto: se preguntó dónde conseguir la siguiente dosis."
(La doctrina del shock. Naomi Klein)
CIUDAD DE VIDA Y MUERTE
Antes de atacar Pearl Harbor en 1941 y enfrentarse a los Estados Unidos abriendo, el imperialismo japonés desarrolló un expansionismo agresivo hacia Oriente ocupando China y Manchuria en los últimos años de la década de los treintas. Allí llegó a tener casi dos millones de soldados ocupados, incluso cuando los Estados Unidos les acorralaban y derrotaban expulsándoles de una isla del Pacífico detrás de otra.
Los chinos no guardan un buen recuerdo de aquella época y buena parte de la animadversión que sienten por los japoneses viene de entonces, un momento en el que fueron víctimas de un auténtico genocidio en el que los nipones exterminaron a alrededor de diez millones de chinos.
"Ciudad de vida y muerte" sucede en uno de los puntos nodales de aquella guerra genocida de ocupación, en la masacre de Nanking sucedida en diciembre de 1937.
"Ciudad de vida y muerte" es una película coral que narra sin concesiones, con gran dureza y dramatismo los acontecimientos que sucedieron tras la ocupación de la ciudad.
Rodada en un poderoso blanco y negro y con los medios de una superproducción, "Ciudad de vida y muerte" consigue el milagro de que sean los rostros y las miradas quienes protagonicen la historia... o mejor dicho las historias de muerte y dramatismo que afectan a todos los personajes. Por increíble que parezca "Ciudad de vida y muerte" descansa en las expresiones de los personajes.
Los rostros no se pierden en la masa, en el alto nivel del acontecimiento histórico y de ahí, de la importancia del sentir, la película extrae toda su fuerza, una fuerza inmensa que no deja indiferente al espectador ante el bestial espectáculo de la masacre indiscriminada.
Y uno cree poder ver el tremendo y ponzoñoso daño que esa brutal destrucción de cuerpos y vidas ejerce sobre el ser y estar de quienes lo viven, especialmente en el maravilloso personaje que es el soldado japonés Kadokawa cuya mirada pura, poco a poco corrompida por los horrores que ve, casi protagoniza la historia -especialmente el final de la misma-.
Obra maestra.
domingo, julio 24, 2011
Magnífico post en "Mi mesa cojea".
Camps y la banalidad del mal...
"En el ensayo, Arendt sostiene que Eichmann jamás se planteó que sus acciones eran terribles porque, en aquel contexto, no lo eran. Aquello estaba bien. Era lo que había que hacer, lo que todo el mundo hacía. Era su trabajo, y él lo llevó a cabo –en esto insistió mucho durante la vista– con extrema diligencia.
En base a lo que vio y escuchó en el juicio, Arendt llegó a la conclusión de que la mayor parte de la gente obraría igual en una situación semejante. A ese fenómeno, a esa capacidad individual para prescindir de la moral cuando la sociedad prescinde de ella la llamó “banalidad del mal”. En otras palabras: todos somos capaces de las más crueles acciones si el contexto nos abriga.
Este concepto fue –es– enormemente polémico, ya que implica que la mayor parte de quienes colaboraron en la Solución Final no eran monstruos. No más que tú o yo. El monstruo era la sociedad."
(Leer más)
Camps y la banalidad del mal...
"En el ensayo, Arendt sostiene que Eichmann jamás se planteó que sus acciones eran terribles porque, en aquel contexto, no lo eran. Aquello estaba bien. Era lo que había que hacer, lo que todo el mundo hacía. Era su trabajo, y él lo llevó a cabo –en esto insistió mucho durante la vista– con extrema diligencia.
En base a lo que vio y escuchó en el juicio, Arendt llegó a la conclusión de que la mayor parte de la gente obraría igual en una situación semejante. A ese fenómeno, a esa capacidad individual para prescindir de la moral cuando la sociedad prescinde de ella la llamó “banalidad del mal”. En otras palabras: todos somos capaces de las más crueles acciones si el contexto nos abriga.
Este concepto fue –es– enormemente polémico, ya que implica que la mayor parte de quienes colaboraron en la Solución Final no eran monstruos. No más que tú o yo. El monstruo era la sociedad."
(Leer más)
"Pero, lo esencial es que esa reinvestidura narcisista, orquestada como mística de la liberación y del logro personal, en realidad, siempre es simultáneamente una inversión que tiende a ser eficaz, competitiva, económica. El cuerpo así «reapropiado» lo es de entrada en función de objetivos «capitalistas»: en otras palabras, si se lo inviste, si se invierte en él, es para hacerlo fructificar. Esa reapropiación del cuerpo no se hace atendiendo a las finalidades autónomas del sujeto, sino siguiendo un principio normativo de goce y de rentabilidad hedonista. Según una obligación de instrumentalidad directamente evaluada de acuerdo con el código y las normas de una sociedad de producción \ de consumo dirigido. Por decirlo de otro modo: uno administra su cuerpo, lo acondiciona como un patrimonio, lo manipula como uno de los múltiples significantes del estatus social."
(La sociedad de consumo: sus mitos, sus estructuras. Jean Baudrillard)
(La sociedad de consumo: sus mitos, sus estructuras. Jean Baudrillard)
ARRÁSTRAME AL INFIERNO
Del olimpo de las superproducciones hollywoodienses y con los deberes hechos, Sam Raimi regresa a sus raíces de sangre y sustos con ésta más que estimable "Arrastrame al infierno".
Una ambiciosa empleada de una entidad bancaria verá su vida complicada con las poderosas fuerzas de lo oculto al negar una ampliación de hipoteca a una vieja gitana. La terrible maldición de la Lamia, una fuerza maligna que devora almas y las arrastra al infierno, la perseguirá de manera inflexible haciendo de su vida el eterno infierno que potencialmente la amenaza.
Asi, la película no cuenta otra cosa que los esfuerzos de la protagonista por escapar de la maldición que se cierne inflexible sobre ella. Una historia sin mayores pretensiones que permite a Raimi su talento casi Hitchcockiano para narra historias aparentemente increíbles desde la verosimilitud.
Raimi siempre ha sido un director muy dotado, seguramente infravalorado por la falta de pretensiones del territorio cinematográfico extremo en el que se encuentra a gusto, pero aquí está "Arrástrame al infierno" para dar prueba de ese talento una vez más.
"Arrastrame al infierno" es un producto entretenido, sin pretensiones, que, pese a lo sumario y simple de su argumento, mantiene en todo momento la atención del espectador, llevándole de susto en susto, de asco en asco, hasta un previsible final cuya evidencia sólo el talento de Raimi consigue revalorizar.
Entretenida.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)