SABADO, POR LA MAÑANA
Chuck E. Weiss, Goodbye, so long...
sábado, junio 30, 2007
viernes, junio 29, 2007
"La niebla envuelve el bosque frente a nosotros y el mar a nuestras espaldas. Al mismo tiempo, el lejano pico del Monte Tosa se ve tan claramente como un cielo de primavera. Delante, los francotiradores se ocultan entre los árboles y las sombras. Detrás, los asesinos se sumergen y se acercan, aferrados a maderos que arrastra la deriva.
¿De qué sirve la claridad en la lejanía?"(El honor del samurai, Takashi Matsuoka)
miércoles, junio 27, 2007
TREGUA Y NEGOCIACIÓN
No nos engañemos.
Es ETA quién hace imposible cualquier negociación.
Cuando ahora escucho a algun miembro de nuestra patética clase política afirmar con calculada indignación contenida que lo que diga ETA o escriba GARA no tiene ninguna credibilidad no puedo estar más de acuerdo.
ETA ha ido perdiendo credibilidad con el paso del tiempo y en un alarde de inexistente inteligencia se ha cuidado muy mucho de perderla en más de 30 años de traiciones a todos aquellos que desde la democracia, bien intencionados o no, se han acercado a ella buscando la paz.
En este sentido y al final, este proceso no se ha diferenciado mucho de todos los anteriores.
Ante la sociedad española, ETA exhibe el siniestro caramelo con el amargo sabor a dejar de matar. Y reconociendo una oportunidad para la paz, nuestros políticos se acercan a ella y terminan picados como en la historia del alacrán.
Se cuenta con un alacrán le pidió a una rana que le ayudara a cruzar un río.
La rana, que no era tonta, le expresó al alacrán su temor a ser picada y éste intentó tranquilizarla diciendo que cómo iba a picarla si los dos morirían ahogados y su propósito era llegar al otro lado del río.
Tras un largo tiempo de negociaciones... El alacrán hubiera necesitado mucho menos tiempo en convencer a cualquiera de nuestros políticos... Tras un largo tiempo de emociones, el alacrán consiguió convencer a la rana.
Ya en medio del río, el alacrán picó a la rana.
Cuando los dos estaban a punto de ahogarse, la rana le pidió cuentas al alacrán y éste sólo pudo decirla que no podía hacer nada, que picarla era su condición.
Una vez más, el alacrán de ETA nos ha picado a todos... y debiéramos ser capaces de debatir y aprender de nuestros errores... Pero eso sólo puede suceder en un mundo perfecto que no se parece en nada al que estamos haciendo (suenan violines zíngaros y la chica parpadea).
ETA no se ha apartado ni un ápice de sus demandas políticas y sigue "muriendo de costumbre", citando aCesar Vallejo, igual que hace 30 años.
Ha pedido y ha pedido, sólo le restó pedir sol y buen tiempo al gobierno español, ofreciendo únicamente a cambio el hecho de no matar, cosa que por cierto cada vez le costaba más hacer.
No era posible la negociación.
No era posible la paz.
En ningún momento.
Todo lo demás era una ilusión.
Entiendo que no se puede responsabilizar al gobierno de intentarlo, pero si se le puede pedir que explique por qué esta ocasión, que ha resultado ser igual a las anteriores, iba a ser tan diferente.
En su momento ya escribí que no esperaba nada de este proceso de paz y lo saco a colación no porque mi complejo de inferioridad necesite de ese refuerzo positivo sino porque me tengo por una persona con sentido común... por éso a veces me siento tan sólo en este mundo tan aspero.
¿Qué tenía de diferente esta ocasión como para que corriéramos todos presurosamente en busca de la paz como si el terrible problema del terrorismo se hubiera convertido en un sensiblero y dulzón poema de Tagore?
Me gustaría saberlo, porque hasta el momento no sabemos nada. Sólo tenemos, por un lado, las ofendidas apelaciones del gobierno a la adhesión inquebrantable y, por otro, los desesperados ladridos de la oposición.
Nada más.
Sólo ruido.
El interminable ruido en que se ha convertido el debate político en nuestra democracia, un ruido que la debilita aunque por suerte ya no haya enemigos externos dispuestos a aprovecharla.
Ya nadie le hecha un pulso a la hipoteca y al Carrefour... Eso que hemos ganado todos... Aunque quizá no nos vendría mal tener un poco de miedo a perderla para hacernos volver a los cabales de construir un debate político más serio. En fin... No haré caso al diablillo que, sentado sobre mi hombro, me susurra estas palabras en mi oido izquierdo
Supongo que para una persona de la procedencia y el begaje político de Zapatero fue una tremenda tentación la de dejarse abrazar por las blancas alas de la paz.
Supongo que confundió realidad con deseo, pero estoy seguro de que escogió una mala forma de construir su utopía, de demostrarnos que las cosas pueden hacerse otra forma (pudiendo, por ejemplo, hacer que los salarios tuvieran otro punto de referencia más justo para los trabajadores que el IPC, una completa fuente de pérdida de poder adquisitivo), subiendo a sus espaldas el dudoso peso de un alacrán.
El principado de la paz tendrá que esperar.
No nos engañemos.
Es ETA quién hace imposible cualquier negociación.
Cuando ahora escucho a algun miembro de nuestra patética clase política afirmar con calculada indignación contenida que lo que diga ETA o escriba GARA no tiene ninguna credibilidad no puedo estar más de acuerdo.
ETA ha ido perdiendo credibilidad con el paso del tiempo y en un alarde de inexistente inteligencia se ha cuidado muy mucho de perderla en más de 30 años de traiciones a todos aquellos que desde la democracia, bien intencionados o no, se han acercado a ella buscando la paz.
En este sentido y al final, este proceso no se ha diferenciado mucho de todos los anteriores.
Ante la sociedad española, ETA exhibe el siniestro caramelo con el amargo sabor a dejar de matar. Y reconociendo una oportunidad para la paz, nuestros políticos se acercan a ella y terminan picados como en la historia del alacrán.
Se cuenta con un alacrán le pidió a una rana que le ayudara a cruzar un río.
La rana, que no era tonta, le expresó al alacrán su temor a ser picada y éste intentó tranquilizarla diciendo que cómo iba a picarla si los dos morirían ahogados y su propósito era llegar al otro lado del río.
Tras un largo tiempo de negociaciones... El alacrán hubiera necesitado mucho menos tiempo en convencer a cualquiera de nuestros políticos... Tras un largo tiempo de emociones, el alacrán consiguió convencer a la rana.
Ya en medio del río, el alacrán picó a la rana.
Cuando los dos estaban a punto de ahogarse, la rana le pidió cuentas al alacrán y éste sólo pudo decirla que no podía hacer nada, que picarla era su condición.
Una vez más, el alacrán de ETA nos ha picado a todos... y debiéramos ser capaces de debatir y aprender de nuestros errores... Pero eso sólo puede suceder en un mundo perfecto que no se parece en nada al que estamos haciendo (suenan violines zíngaros y la chica parpadea).
ETA no se ha apartado ni un ápice de sus demandas políticas y sigue "muriendo de costumbre", citando aCesar Vallejo, igual que hace 30 años.
Ha pedido y ha pedido, sólo le restó pedir sol y buen tiempo al gobierno español, ofreciendo únicamente a cambio el hecho de no matar, cosa que por cierto cada vez le costaba más hacer.
No era posible la negociación.
No era posible la paz.
En ningún momento.
Todo lo demás era una ilusión.
Entiendo que no se puede responsabilizar al gobierno de intentarlo, pero si se le puede pedir que explique por qué esta ocasión, que ha resultado ser igual a las anteriores, iba a ser tan diferente.
En su momento ya escribí que no esperaba nada de este proceso de paz y lo saco a colación no porque mi complejo de inferioridad necesite de ese refuerzo positivo sino porque me tengo por una persona con sentido común... por éso a veces me siento tan sólo en este mundo tan aspero.
¿Qué tenía de diferente esta ocasión como para que corriéramos todos presurosamente en busca de la paz como si el terrible problema del terrorismo se hubiera convertido en un sensiblero y dulzón poema de Tagore?
Me gustaría saberlo, porque hasta el momento no sabemos nada. Sólo tenemos, por un lado, las ofendidas apelaciones del gobierno a la adhesión inquebrantable y, por otro, los desesperados ladridos de la oposición.
Nada más.
Sólo ruido.
El interminable ruido en que se ha convertido el debate político en nuestra democracia, un ruido que la debilita aunque por suerte ya no haya enemigos externos dispuestos a aprovecharla.
Ya nadie le hecha un pulso a la hipoteca y al Carrefour... Eso que hemos ganado todos... Aunque quizá no nos vendría mal tener un poco de miedo a perderla para hacernos volver a los cabales de construir un debate político más serio. En fin... No haré caso al diablillo que, sentado sobre mi hombro, me susurra estas palabras en mi oido izquierdo
Supongo que para una persona de la procedencia y el begaje político de Zapatero fue una tremenda tentación la de dejarse abrazar por las blancas alas de la paz.
Supongo que confundió realidad con deseo, pero estoy seguro de que escogió una mala forma de construir su utopía, de demostrarnos que las cosas pueden hacerse otra forma (pudiendo, por ejemplo, hacer que los salarios tuvieran otro punto de referencia más justo para los trabajadores que el IPC, una completa fuente de pérdida de poder adquisitivo), subiendo a sus espaldas el dudoso peso de un alacrán.
El principado de la paz tendrá que esperar.
domingo, junio 24, 2007
Menos poder adquisitivo
Más
Y tan contentos que estamos todos pagando la hipoteca....
"La economía española crece desde hace una década a un ritmo claramente superior al de la media de la Unión Europea, pero este prolongado ciclo expansivo no se ha traducido en una paralela reducción de la brecha social. Mientras los beneficios empresariales se multiplicaban -el 73% entre 1999 y 2006-, el salario medio real de los españoles perdió el 4% de su poder adquisitivo en la década que va desde 1995 a 2005, según un informe de la OCDE difundido esta semana en París."
(El País)
Más
Y tan contentos que estamos todos pagando la hipoteca....
ONTOLOGÍA APLICADA A LA NUEVA COCINA
Mañana de domingo.
Descuidado y perezoso paseo por el raquítico panorama que ofrecen las televisiones hasta encontrar a Eva Arguiñano proponiéndonos un arroz con leche con chocolate negro y chocolate blanco.
¿Tanto nos aburrimos?
Es que ya no podemos disfrutar de un simple arroz con leche bien hecho.
Es que tenemos que añadirle un algo extra a ese magnífico postre para disfrutar de esas nuevas sensaciones y sabores que con tanto abuso se buscan en las nuevas cocinas.
Personalmente encuentro terrible que no seamos capaces de disfrutar del mismo arroz con leche de siempre, que se nos quede corto, que estemos pensando en añadirle cualquier otro ingrediente en una absurda combinatoria sin fin y que lo corrompamos en su plenitud de obra conseguida... como lo corrompemos todo con nuestor aburrimiento de ricos consentidos en un mundo lleno de pobreza y miseria.
Las cosas simples con todo su atractivo esencial ya no nos sirven.
Cada día buscamos algo nuevo.
Suspiros de manzanas sobre una vinagreta suave de higado de somormujo.
Lonchas de canape servidas con una fina espuma de ciruelas claudias ligeramente hervidas.
Sopa de mazapán con picatostes de turrón de hierbas.
Una combinatoria sin fin de texturas, olores y sabores que es la crónica de nuestra propia decadencia.
Nada es intocable.
Todo se convierte en signo combinable e intercambiable.
Lo importante no es lo que ya tenemos, lo importante es lo próximo, el sabor nuevo y para eso tenemos que forzar constantemente la sencilla mecánica del alimento.
La devastadora y desertizadora lógica de la sociedad de consumo trasladada a la comida.
Nunca el hombre ha estado tan sólo como ahora, rodeado de cosas que constantemente dejan de interesarle y enfrentado a la inagotable lógica de su insaciable deseo.
Acabaremos comiendo mierda y nos sabrá tan rica por tratarse de un sabor diferente y nuevo.
Mañana de domingo.
Descuidado y perezoso paseo por el raquítico panorama que ofrecen las televisiones hasta encontrar a Eva Arguiñano proponiéndonos un arroz con leche con chocolate negro y chocolate blanco.
¿Tanto nos aburrimos?
Es que ya no podemos disfrutar de un simple arroz con leche bien hecho.
Es que tenemos que añadirle un algo extra a ese magnífico postre para disfrutar de esas nuevas sensaciones y sabores que con tanto abuso se buscan en las nuevas cocinas.
Personalmente encuentro terrible que no seamos capaces de disfrutar del mismo arroz con leche de siempre, que se nos quede corto, que estemos pensando en añadirle cualquier otro ingrediente en una absurda combinatoria sin fin y que lo corrompamos en su plenitud de obra conseguida... como lo corrompemos todo con nuestor aburrimiento de ricos consentidos en un mundo lleno de pobreza y miseria.
Las cosas simples con todo su atractivo esencial ya no nos sirven.
Cada día buscamos algo nuevo.
Suspiros de manzanas sobre una vinagreta suave de higado de somormujo.
Lonchas de canape servidas con una fina espuma de ciruelas claudias ligeramente hervidas.
Sopa de mazapán con picatostes de turrón de hierbas.
Una combinatoria sin fin de texturas, olores y sabores que es la crónica de nuestra propia decadencia.
Nada es intocable.
Todo se convierte en signo combinable e intercambiable.
Lo importante no es lo que ya tenemos, lo importante es lo próximo, el sabor nuevo y para eso tenemos que forzar constantemente la sencilla mecánica del alimento.
La devastadora y desertizadora lógica de la sociedad de consumo trasladada a la comida.
Nunca el hombre ha estado tan sólo como ahora, rodeado de cosas que constantemente dejan de interesarle y enfrentado a la inagotable lógica de su insaciable deseo.
Acabaremos comiendo mierda y nos sabrá tan rica por tratarse de un sabor diferente y nuevo.
sábado, junio 23, 2007
martes, junio 19, 2007
Fine & Mellow
Apenas brillan estrellas
sobre el oscuro cielo de su silencio.
Ya no queda tiempo.
La noche termina
con una creciente frecuencia
de sonidos cercanos y lejanos,
reconocibles y familiares,
que así se lo avisan.
Cierra los ojos.
La segura conspiración del nuevo día
está a punto de suceder,
inclemente,
para apartarle un día más
de su solitario trono de sueños.
No puede seguir engañándose.
Por todas partes el sinsentido arranca
con engañosa suavidad,
sin saltos bruscos,
como si todo formara parte de la misma cosa,
del mismo tiempo.
Apenas brillan estrellas
sobre el oscuro cielo de su silencio.
Ya no queda tiempo.
La noche termina
con una creciente frecuencia
de sonidos cercanos y lejanos,
reconocibles y familiares,
que así se lo avisan.
Cierra los ojos.
La segura conspiración del nuevo día
está a punto de suceder,
inclemente,
para apartarle un día más
de su solitario trono de sueños.
No puede seguir engañándose.
Por todas partes el sinsentido arranca
con engañosa suavidad,
sin saltos bruscos,
como si todo formara parte de la misma cosa,
del mismo tiempo.
domingo, junio 17, 2007
viernes, junio 15, 2007
"No obstante, para Husserl, el proyecto físico-matemático de la ciencia moderna realiza el sueño antíguo y legítimo de la razón, pero con una grave amputación. Bajo la forma de la ciencia moderna, el saber racional se hace unilateral: no conoce más que el objeto, la naturaleza, la cantidad; olvida el sujeto y se separa de él, de la sensibilidad, del espíritu, del conocimiento, del mundo de la vida (Lebenswelt), en todo lo cual el saber hunde sus raíces, pues quienes constituyen el saber son hombres, sujetos pensantes, sensibles y volitivos. Separada de la razón reflexiva, que también es sensibilidad y subjetividad (sentirse, conciencia de sí), la razón científica se vuelve ciega.(...)
Peor aún: el imperialismo científico conduce a la pretensión de objetivar y cuantificar el propio sujeto, de donde el desarrollo de una psicología y de una sociología a las que denomina científica, así como de las ciencias humanas en general(...)
La consecuencia de ese extravío de la ciencia occidental es la crisis: la crisis del sentido debido a que la ciencia, que domina la civilización contemporánea, está cada vez más separada del sujeto (la conciencia sensible y reflexiva), fuente de todo sentido. La ciencia aparece así escindida de la vida, de la existencia."
(Husserl y la fenomenología)
Peor aún: el imperialismo científico conduce a la pretensión de objetivar y cuantificar el propio sujeto, de donde el desarrollo de una psicología y de una sociología a las que denomina científica, así como de las ciencias humanas en general(...)
La consecuencia de ese extravío de la ciencia occidental es la crisis: la crisis del sentido debido a que la ciencia, que domina la civilización contemporánea, está cada vez más separada del sujeto (la conciencia sensible y reflexiva), fuente de todo sentido. La ciencia aparece así escindida de la vida, de la existencia."
(Husserl y la fenomenología)
jueves, junio 14, 2007
"El marxista radical Guy Debord (1931-1994) miembro del grupo político 'Socialismo o Barbarie' escribió en su libro 'La Sociedad del espectáculo': el mundo en que vivimos no es real. El capitalismo consumista y el pensamiento burgués que lo sustenta convierten todos los componentes de la vida humana en un 'espectáculo' en si mismo; es decir en un sistema de simbolos y representaciones regido por su particular lógica interna. Tal 'espectáculo' es un sueño que ha derivado en 'la pesadilla de la sociedad moderna, prisionera de si misma, que finalmente expresa su necesidad de dormir.
¿Y qué ocurre si uno se despierta abruptamente, y se da cuenta de que vive inmerso en semejante pesadilla? Esa es la cuestión que intenta responder, con hiriente brutalidad, 'El séptimo continente' donde Michael Haneke, en consonancia con Guy Debord, deja claro que el mundo moderno se fundamenta en el triunfo de lo no-auténtico, del espectáculo: es decir, en la victoria de los lugares comunes, de la hipocresía de lo políticamente correcto, de la literatura y el cine de consumo, de los debates políticos y sociales sin sustancia, de las imágenes impactantes sin contenido, de las noticias manipuladas y manipuladoras, de la cultura popular más esteril y vulgar, de la libertad sin objetivos."
(Apuntes sobre el cine de Michael Haneke, Antonio José Navarro)
¿Y qué ocurre si uno se despierta abruptamente, y se da cuenta de que vive inmerso en semejante pesadilla? Esa es la cuestión que intenta responder, con hiriente brutalidad, 'El séptimo continente' donde Michael Haneke, en consonancia con Guy Debord, deja claro que el mundo moderno se fundamenta en el triunfo de lo no-auténtico, del espectáculo: es decir, en la victoria de los lugares comunes, de la hipocresía de lo políticamente correcto, de la literatura y el cine de consumo, de los debates políticos y sociales sin sustancia, de las imágenes impactantes sin contenido, de las noticias manipuladas y manipuladoras, de la cultura popular más esteril y vulgar, de la libertad sin objetivos."
(Apuntes sobre el cine de Michael Haneke, Antonio José Navarro)
martes, junio 12, 2007
MAJOR DUNDEE
Los personajes de Peckinpah siempre están en conflicto consigo mismos y también con el mundo.
Nunca pueden ganar.
Su individualismo a ultranza les lleva a ir mucho más lejos de donde el buen sentido aconseja detenerse y contemporizar.
No pueden parar y no pueden hacerlo porque no pueden dejar de ser ellos mismos y ese ser ellos mismos consiste en explorar los propios límites.
Son un circulo vicioso, una paradoja andante que siempre se busca en otro lugar, en otra parte porque nunca están donde quisieran estar.
Sin afectación, pero románticos, siempre hay algo que les atrae en el más adelante y hacia allí se dirigen con la determinación con la que una polilla busca la llama.
Los personajes de Peckinpah siempre están en conflicto consigo mismos y también con el mundo.
Nunca pueden ganar.
Su individualismo a ultranza les lleva a ir mucho más lejos de donde el buen sentido aconseja detenerse y contemporizar.
No pueden parar y no pueden hacerlo porque no pueden dejar de ser ellos mismos y ese ser ellos mismos consiste en explorar los propios límites.
Son un circulo vicioso, una paradoja andante que siempre se busca en otro lugar, en otra parte porque nunca están donde quisieran estar.
Sin afectación, pero románticos, siempre hay algo que les atrae en el más adelante y hacia allí se dirigen con la determinación con la que una polilla busca la llama.
FIN DE LA TREGUA
Lo mantengo.
Nunca se dieron las circunstancias para la paz.
Hubiera estado muy bien, pero no. Nunca se dieron esas condiciones. En el mejor de los casos la realidad se confundió con el deseo.
Ahora estamos por fin todos unidos, esperando a un Godot que no llegará.
Volvemos al punto de partida y quizá todavía, si los brutos cachorros de ETA aprenden bien los manuales, alguien tenga que morir por nada y para nada y con un poco de suerte ni eso... Alguna bomba abandonada en algún polígono perdido. Justamente lo que sudecía antes de toda esta locura de grandes palabras y pequeñas acciones con vocación de grandiosas.
Lo mantengo.
ETA ya no existe.
Nunca volverá a ser lo que fue y se está hablando demasiado de ella.
Como si el viciado discurso político, que como una maldición nos asola, necesitara de ella para conmovernos, para resultar más verdadero.
Es su alargada sombra proyectada desde el pasado -y no a otra cosa más real- lo que ahora tememos, como si en el fondo no pudieramos vivir sin ella presos de un extraño sindrome de Estocolmo.
Lo mantengo.
Nunca se dieron las circunstancias para la paz.
Hubiera estado muy bien, pero no. Nunca se dieron esas condiciones. En el mejor de los casos la realidad se confundió con el deseo.
Ahora estamos por fin todos unidos, esperando a un Godot que no llegará.
Volvemos al punto de partida y quizá todavía, si los brutos cachorros de ETA aprenden bien los manuales, alguien tenga que morir por nada y para nada y con un poco de suerte ni eso... Alguna bomba abandonada en algún polígono perdido. Justamente lo que sudecía antes de toda esta locura de grandes palabras y pequeñas acciones con vocación de grandiosas.
Lo mantengo.
ETA ya no existe.
Nunca volverá a ser lo que fue y se está hablando demasiado de ella.
Como si el viciado discurso político, que como una maldición nos asola, necesitara de ella para conmovernos, para resultar más verdadero.
Es su alargada sombra proyectada desde el pasado -y no a otra cosa más real- lo que ahora tememos, como si en el fondo no pudieramos vivir sin ella presos de un extraño sindrome de Estocolmo.
domingo, junio 03, 2007
COLOMBIA
Me produce mucho mal rollo pasar por la madrileña plaza de Colombia.
Lo que hace apenas un mes era un templo destinado al recuerdo de las víctimas del terrorismo, se asemeja ahora a una especie de cementerio abandonado.
Es como si de repente el velo del recuerdo se hubiera retirado y sólo quedara polvo, restos. Una verdad cuya formula matemática es la diferencia entre la mentira y el tiempo.
Mi conciencia -o lo que queda de ella- pasa factura a todos aquellos que en su momento hicieron una casi pagana ostentación del recuerdo hacia las víctimas. No soporta el panorama que ofrece esta actual Plaza de Colombia convertida en un total y absoluto monumento a la hipocresía y a la politización.
En esa plaza ahora mismo hay olvido... el mismo que se reprochaba a aquellos que adoptan una estrategia diferente con respecto al terrorismo.
Reclamar el monopolio del recuerdo, mejor dicho, de la forma correcta de recordar, exige alguna que otra responsabilidad y una de ellas -creo- es no dejar la Plaza de Colombia tal y como actualmente está, como si alguien hubiera salido corriendo rápidamente en busca del olvido.
Allí, ahora mismo y bajo los primeros calores del Verano, la memoria de los muertos recuperados lentamente vuelve a pudrirse en un nuevo e innecesario cementerio abandonado.
Me produce mucho mal rollo pasar por la madrileña plaza de Colombia.
Lo que hace apenas un mes era un templo destinado al recuerdo de las víctimas del terrorismo, se asemeja ahora a una especie de cementerio abandonado.
Es como si de repente el velo del recuerdo se hubiera retirado y sólo quedara polvo, restos. Una verdad cuya formula matemática es la diferencia entre la mentira y el tiempo.
Mi conciencia -o lo que queda de ella- pasa factura a todos aquellos que en su momento hicieron una casi pagana ostentación del recuerdo hacia las víctimas. No soporta el panorama que ofrece esta actual Plaza de Colombia convertida en un total y absoluto monumento a la hipocresía y a la politización.
En esa plaza ahora mismo hay olvido... el mismo que se reprochaba a aquellos que adoptan una estrategia diferente con respecto al terrorismo.
Reclamar el monopolio del recuerdo, mejor dicho, de la forma correcta de recordar, exige alguna que otra responsabilidad y una de ellas -creo- es no dejar la Plaza de Colombia tal y como actualmente está, como si alguien hubiera salido corriendo rápidamente en busca del olvido.
Allí, ahora mismo y bajo los primeros calores del Verano, la memoria de los muertos recuperados lentamente vuelve a pudrirse en un nuevo e innecesario cementerio abandonado.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)