miércoles, mayo 14, 2008
(Las noches del Uro, Dalton Trumbo. Notas)
martes, mayo 13, 2008
(Michel Foucault y la arqueología de los saberes-poderes, Gilbert Hottois)
El saber tiene un alto componente de dominio. Se quiere saber de las cosas, para poseerlas y poderlas usar. Esta necesidad también es aplicable a las personas cuando el saber las busca, quiere conocerlas, objetivarlas y clavarlas con un afilar en la corchera.
lunes, mayo 12, 2008
"FBI Director James Grace: You know, Westmoreland made all of us officers write our own obituaries during Tet, when we thought The Cong were gonna end it all right there. And, once we clued into the fact that life is finite, the thought of losing it didn't scare us anymore. The end comes no matter what, the only thing that matters is how do you wanna go out, on your feet or on your knees? I bring that lesson to this job. I act, knowing that someday this job will end, no matter what. You should do the same"
(The kingdom)
EL VERDUGO
No es la primera vez que veo esta obra maestra de ese genio del cine español llamado Luis García Berlanga, ni tampoco será la última.
Mucho se ha escrito sobre ella.
Preferentemente lo político y lo social, la crítica de una españa negra (de la que afortunadamente cada vez estamos más lejos) en el inicio del largo camino hacia otra mejor, han sido los vértices del debate. Comparto todos esos planteamientos, pero, y de siempre, lo que más me conmueve de esta película es el inclemente retrato de una España llena de miseria y mezquindad.
La escena en que Nino Manfredi y Emma Penella aprovechan una música que escuchan para bailar y la forma desairada en que, el propietario de la radio, se marcha impidiéndoles escuchar la música de su aparato siempre me ha conmovido en lo más profundo. me deja espantado. Sin habla.
"Que se traigan su propia radio los caraduras" les espeta al marcharse ese personaje terrible y brutal.
En "El verdugo", y salvo honrosas excepciones, todos los personajes se gritan, están malhumorados, se producen sin respeto y de forma desagradable en sus relaciones. Nadie está dispuesto a hacer nada por nadie y todo a cambio de un justo precio.
Constantemente tengo la sensación de estar en un mundo cruel y negro lleno de gente cruel y negra que todavía está luchando en el día por su propia supervivencia.
Y vuelvo a hora sobre ese personaje cuya mezquindad me obsesiona, que prefiere marcharse antes de permitir que otros escuchen su radio, que no está dispuesto a compartir su música en la libertad del aire, que parece más preocupado por impedir el placer de los otros que por procurarse el suyo propio y que probablemente buscará un lugar solitario para escuchar esa maldita radio.
Hay algo de aguafuerte goyesco en esa actitud tan agresiva y destemplada hacia el otro, tan contrastada y de trazo grueso.
La España terrible que el genio aragonés pintó también asoma por ahí... y no estoy seguro de que hoy en día no siga asomando, pero esa es otra historia.
oscurece el verde clorofílico de los árboles
y no hay palabra alguna que pueda alcanzarlos en su desconsuelo,
en su abandono entre las sombras de los que no tienen voz.
El destino es ésto,
un momento como los otros,
tan irrepetible como los anteriores
sucediendo de forma irreparable...
Sólo su oscura carne es diferente.
domingo, mayo 11, 2008
E LA NAVE VA
La filmografía de Federico Fellini encierra, en mi opinión, un progresivo abandono de la realidad en favor de un mundo interno y propio, rebosante de hermosas locuras y rayantes obsesiones.
Cada nueva película del director nacido en Rimini se convertía en una complicada apuesta. Fellini proponía al espectador atravesar, como Alicia, el espejo y zambullirse en su profundo mundo de obsesiones personales.
En este sentido, sólo puedo hablar de mí y he de decir que siempre me gustó nadar en Fellini, que aún sigue gustándome bucear en su abigarrado mundo de imágenes sugerentes y situaciones excesivas. Un mundo en el que siempre terminaba apareciendo la belleza que destilaba su brillante mirada de creador único.
"Ocho y medio" y "Giulietta de los Espíritus" suponen, a mediados de la década de los 60, la ruptura de Fellini con la realidad y la inversión definitiva de los términos. El inicio del viaje interior, libre de ataduras, del creador hacia el final de sus propias obsesiones e intereses.
"E la nave va" es una muestra emblemática de esta segunda época. Para mi gusto tan importante como pudiera serlo "Amarcord" o su "Casanova".
El cine de Fellini es eminentemente poético y supone siempre un reto para el espectador acostumbrado a descansar su mirada y su entendimiento en la confortabilidad de un hilo narrativo.
En el cine donde predomina lo poético la historia no es tan importante como los sucesivos hallazgos de interesante belleza que el espectador puede encontrar a lo largo de la historia y en "E la nave va" Fellini ofrece la garantía de suficientes encuentros, momentos inolvidables como el funeral de la diva Edmea Tetua, el hitchcockiano "macguffin" que convoca a todos los personajes en el barco:
Es inolvidable este momento en que la ceniza es arrastrada suavemente por el viento mientras suena por última vez la voz de la gran diva.... Pero hay más... La princesa ciega, el lord celoso, el rinoceronte enamorado, los inmigrantes serbios, el romántico fan de la diva que prefiere ver una vez más sus viejas películas antes que salvarse, la absurda entrevista con el Gran Duque, el final con el narrador escapando con la única compañía del rinoceronte enamorado, los cuidadosamente escogidos nombres de los divos (Edmea Tetua, Ildebranda Cuffari, Aureliano Fuciletto).... hallazgos fascinantes que suceden en un entorno escenográfico brillante.. Un trasatlántico de proporciones imposibles y colosales, inaprensible en su operística totalidad... Y la belleza de la opera... Y el Claro de Luna de Debussy.
Obra maestra.
sábado, mayo 10, 2008
Tiene su interés está película dirigida por el desconocido Sean Ellis.
Siendo originalmente un cortometraje nominado a los premios Oscar del año 2004, "Cashback" terminó convirtiéndose en una película filmada en el 2006 y que nos llega con casi dos años de retraso.
La historia transcurre en el espacio de tiempo que su protagonista Ben Willis, estudiante de arte y aspirante a pintor, precisa para desalojar a una mujer de su corazón y llenarlo con otra. Una consecuencia colateral de esa ruptura será una falta de sueño que llevará a Willis a trabajar en un supermercado poblado de peculiares personajes. Su vida cambiará.
Narrada en primera persona y con un cierto y exquisito sentido de realismo mágico, la película es la voz de Willis, su percepción de sus propias emociones encontradas y de las situaciones que el continuar con su propia vida va proporcionándole. A mi entender, es en este aspecto donde reside el punto fuerte y débil de esta película.
El interés de las situaciones y reflexiones de Willis resulta desigual. La genialidad y el tópico conviven en "Cashback" de una forma natural y cotidiana impidiendo que la película alcance el grado de genialidad que quizá mereciera por tratarse de una propuesta a contracorriente e interesante, muy felliniana en ciertos aspectos y rebosante de un sentido masculino de lo erótico que personalmente me reconforta haber encontrado.
Lástima de esa desigualdad de los dialogos y de las situaciones, que a veces me distancian de la película con su obviedad folletinesca de amores hallados y perdidos. Quizá, y sólo a mi entender, la película se hubiera beneficiado por una apuesta más decidida por lo poético. Hermanar al argentino Eliseo Subiela con el italiano Fellini podría haber resultado una mezcla muy explosiva.
Es evidente que en "Cashback" se combinan las claves del melodrama romántico más comercial con propuestas y planteamientos más sofisticados, de creador con mundo y mirada propia. Y no estoy muy seguro de que la mezcla termine de funcionar. La banalidad del estereotipo termina convirtiéndose en el fondo de un relato que, durante el mismo, ha venido apuntando reflexiones y maneras más alejadas del espejo de obviedades en que se ha convertido el mundanal ruido del cine comercial.
martes, mayo 06, 2008
Confieso que mi proceso de cambio de equipo de fútbol ha sufrido un pequeño retroceso. La épica victoria del Real Madrid en Pamplona ha tenido la culpa.
Creo que ya lo he escrito alguna que otra vez, pero me da igual. Lo repito. Es mi puto blog ¿no?. Con diez, bajo la lluvia y con un gol en contra. La furia con la que Robben buscó con la cabeza el balón para marcar el primer gol, la fe con la que Sergio Ramos cargó con todo contra la defensa pamplonica hasta darle un balón a Higuaín, la fe también con la que éste chutó contra la portería. Fue algo emocionante.
No se debería despreciar el deporte cuando puede convertirse en emocionante vehículo de grandes emociones basadas en valores eternos como la fe, la constancia y el esfuerzo.
Hay mucho que aprender en él, tanto practicándolo como viéndolo, y lo que es más importante en él, en su encanto, anida la trascendente magia pagana de los dioses mortales. Proezas de carne y sangre que el viento también se llevará, pero que permanecerán eternas en la memoria del corazón de todos aquellos que las vivieron.
El lugar donde el olvido es más difícil... si es que es necesario olvidar. Bien lo sabemos los que vamos por la vida cabalgando con el vigésimo séptimo.
sábado, mayo 03, 2008
viernes, mayo 02, 2008
(Gabriel García Márquez, Cien años de soledad, pp. 279 Edición Conmemorativa)
La exquisita mierda de la gloria... ¡Cómo me hubiera encantado haber sido yo quién escribiera este párrafo!
Aspero mundo.
Escrita y dirigida por el estupendo y olvidado Richard Brooks, "Los profesionales" es un western romántico y crepuscular encabezado por un magnífico reparto capaz de dar justa vida a los magníficos diálogos que encierra la película, unos diálogos llenos de poesía y melancolía que nos hablan del amor y la revolución como causas perdidas.
Un grupo de mercenarios, formado por los estupendos Lee Marvin, Burt Lancaster, Robert Ryan y Woody Strode, recibe el encargo de un potentado americano (Ralph Bellamy) de rescatar a su esposa (Claudia Cardinale), secuestrada por Raza (Jack Palance), un temible revolucionario mexicano.
El trabajo de liberarla supondrá para algunos de ellos el amargo reencuentro con un nada dulce pasado de revolucionarios ideales perdidos y también el descubrimiento de la verdad que hay tras esa acusación de secuestro, una verdad que les llevará a redimirse de su pasado poniéndose una vez más del lado perdedor en favor de otro ideal no demasiado diferente.
"Los profesionales" es la melancólica historia de un inevitable fracaso aparente, de restos de naufragio intentando recomponerse para continuar adelante, de hombres integros en un mundo que no lo es tanto, de un destino lleno de sombras para corazones repletos de luz y todo aderezado con maravillosos diálogos como éstos:
- "Nos quedamos porque nos enamoramos. Nos vamos porque nos desencantamos. Regresamos porque nos sentimos solos. Morimos porque es inevitable. "
- "Son ustedes unos hijos de puta. Sí, señor, pero lo nuestro es de nacimiento y, sin embargo, usted se ha hecho a sí mismo"... "
- "Quizá sólo ha habido una re única revolución desde el principio, la de los buenos contra los malos. La cuestión es saber quiénes son los buenos."
¡Bravo!
Amo estos diálogos.
¿Quién no?
Aunque de poética diferente, "Los profesionales" y "Grupo Salvaje" guardan grandes parecidos en cuanto a las emociones que laten en su interior. Las dos películas están protagonizadas por un grupo de tipos que quizá demasiado tarde descubren quiénes son los buenos y se ponen de su lado asumiendo todas las consecuencias que ello supone y por costosas que sean.
No es una cuestión baladí saber cuál es el lado de los buenos. Junto al tema de llevarse siempre a la chica, saber cuál es el lado donde están los buenos son los dos criterios que rigen mi actuar en la vida. Se esté donde se esté uno tiene que estar en el lado correcto y con la chica correcta. Todo lo demás es secundario, aunque personalmente no suela acertar ¡jajajajjaja!. Después de todo, la lógica de la vida suele ser intentar acertar y casi siempre fracasar.
En cualquier caso, uno siempre tiene que intentar estar en el lado correcto y con la mujer correcta. Todo lo demás no importa. Son leves circunstancias pasajeras, mucho más que la corrección de ese lado o la idoneidad de la mujer... que también pasan. No nos hagamos un lío.
Mención aparte merece el personaje de Raza, un enamorado revolucionario mejicano que, seguramente demasiado tarde, ha descubierto que toda revolución siempre empieza por uno mismo. Memorable ese bandolero perdidamente enamorado que compone Jack Palance con su habitual maestría de principalísimo actor de carácter.
En fin, "Los profesionales" es una de las películas de mi vida. Debería serlo también d ela vuestra.
Hay mucha verdad en ella.
Pero mucho más importante que nosotros amemos la música es que la música nos ame a nosotros y está dispuesta a sonar en el momento oportuno para salvarnos. Y escribo ésto porque a veces las canciones no nos llegan cuando más las necesitamos. Llegan demasiado pronto o demasiado tarde, evitando ese momento mágico en el que nos encontramos tranquilos, susurrando con asombro una canción que nos resume.
Las primeras horas del despertar son las peores. Se siente descolocado, fuera de sitio, como un boxeador casi noqueado o como un caballero francés descabalgado por una certera flecha británica en plena batalla de Agincourt.
Los instantes pasan lentamente ante su mirada pausada.
Los fantasmas flotan en el aire y por primera vez parecen ser lo que en realidad no son.
Bosteza.
Se rasca la cabeza.
Al otro lado de la ventana el día parece claro,
en el cielo se dibuja la promesa de un radiante día de verano.