miércoles, diciembre 31, 2008

A veces tienes que alejarte.
No puedes salvar a quién no quiere salvarse y además tus planteamientos no son los únicos que existen en el mundo, puedes estar equivocado y ser tú alma perdida la que necesita ser salvada. 

Es verdad. 
Hay tantos caminos como caminantes.
Todo es muy complicado, pero también no es menos verdad que la única certeza con que cuentas es que las cosas no puden dejar de ser lo que son, que es tu mirada y no otra quién las mira y que ya no puedes soportar imaginar sus pies descalzos caminando una vez más al borde del abismo... Entonces es cuando tienes que alejarte con la esperanza de olvidar pronto, con el deseo de llegar cuanto antes a otra parte donde poder estar en paz.
Lo mejor que puedes hacer es desear que otro esté allí para recoger esos pedazos... y que lo haga con el cariño con que tú la harías de haber sabido esperar.
No desearías otra cosa mejor para tí.

End of the year.
End of the road.

lunes, diciembre 29, 2008

THE SPIRIT

No termina de convencerme este Spirit de Frank Miller.

Sin llegar a ser por completo aburrida la película carece del atractivo suficiente como para terminar de interesar al espectador con su incesante manierismo visual.

Como en todas las primeras películas de superhéroes de comic, "The spirit" nos muestra los orígenes del héroe al mismo tiempo que nos presenta un enfrentamiento con el villano de turno. En este sentido, todo es previsible y convencional... si bien alguna secuencia como la de la silla de dentista se sale de lo ordinario y consigue entretener durante unos instantes la mirada del espectador.

El balance es equilibrado, pero frio.

La película sucede con su viscosa estética visual, pasa por delante de la mirada del espectador sin conseguir arrastrarla. Ante obras mayores como "Changeling" o "Australia", "The spirit" palidece con su corrección de producto nacido por la necesidad de perpetuarse de una industria que necesita constantemente ofrecer a su público nuevos productos.

Nada más hay en ella.

domingo, diciembre 28, 2008

En el horizonte se dibuja la explosión lenta del amanecer...
Con paciencia,
se busca en el espejo esa mirada 
que se busca la mirada en el espejo.
Necesita con urgencia alguna confirmación,
saber que ése que se está mirando 
realmente es ése que se quiere mirar
Lentamente,
con la cadencia de un irrimisiblemente condenado a la vida,
se viste el humo de la pasada noche
y desaparece
sin apenas dar tiempo a dejarse recordar.
THE PRESIDENTS OF THE USA

Video killed the radio star...





THE BLIND BOYS OF ALABAMA

Presence of the lord...





viernes, diciembre 26, 2008

EL SIRVIENTE

Dirigida en 1964 por el norteamericano Joseph Losey, quién por macartianas razones terminó realizando sus principales obras en Europa, "El sirviente" es una inquietante película sobre el vampirismo, la dominación y la destrucción del más débil por el más fuerte.

Tony (James Fox), un privilegiado vástago de la mejor sociedad británica, decide instalarse en Londres con vistas a realizar el mejor de sus futuros. Como parte de esa instalación contratará a Barrett (Dirk Bogarde), un sirviente con las mejores referencias, con la finalidad de que se encargue de gestionarle la vida... y éso será lo que sucederá. Sólo que no de la forma en que Tony lo tiene planeado, porque, y desde el primer momento, Barrett empezará a tejer una tela de araña a su alrededor en la que Tony no tardará en sentirse atrapado sin saberlo.

"El sirviente" es una de las mejores películas de la filmografía de Joseph Losey, lo cual es decir bastante, y es una de esas historias de terror que en absoluto parecen serlo... pero que, siempre y a su manera, terminan resultando terroríficas. 

La narración transcurre con anodina placidez victoriana, pero, poco a poco, en los gestos, actitudes y miradas de Barrett, uno intuye que el monstruo está ahí: calculando y actuando, tejiendo y tejiendo los delgados hilos que definitivamente unidos harán irrompible su plan.

En este sentido, es memorable la primera escena de la secuencia de la entrevista. En contrapicado, Barrett arriba, al fondo del plano y abajo, en primero, un Tony descuidadamente dormido. 

La presa a merced del predador. 

En la fria y despiadad mirada de Barrett (un memorable Bogarde), uno intuye que nada bueno puede pasar a Tony. 

El sirviente ha descubierto una nueva presa y, para desgracia de la presa, su rol, una vez asignado, consiste única y exclusivamente en ser devorado.

jueves, diciembre 25, 2008

AUSTRALIA

Aunque parezca mentira, y en mi opinión, hay ciertos paralelismos entre el cine de Baz Luhrmann y el cine de Clint Eastwood. 

Ambos son cineastas de inspiración clásica. Esta cualidad es más evidente en Eastwood que en Luhrmann, pero el cineasta australiano, a su manera lírica, emocionante y sublimada también lo es. Aunque sólo sea porque siempre parte de estilemas y códigos propios de diferentes géneros cinematográficos para construir con ellos espectáculos cuya única aspiración es cojer al espectador por las solapas de lo emocional.

Ya lo hizo en "Moulin Rouge" con las claves del musical y ahora, con "Australia" vuelve a hacerlo. En este caso, recuperando los ritmos y medidas de las superproducciones colosales que Hollywood realizó en conemascope en los años cincuentas y sesentas del siglo pasado. En "Australia" hay trazas de inolvidables películas como "Gigante" o "La conquista del Oeste" interpretadas a la luz de su particular mirada.

El resultado es espectacular e inmejorable.

Las casi tres horas de duración pasan rápido, se siguen con ojos húmedos y mirada emocionada, porque "Australia", como casi todas las obras de Luhrmann (que no son muchas), es una película que está hecha para ser sentida desde el principio hasta el final.

Si el maestro Eastwood brilla por su precisa contención clásica de calígrafo, Luhrmann es puro jazz, intensidad y movimiento. Pero, y en cualquier caso, ambos hacen cine de verdad. Porque "Australia" es cine en estado puro, un cinemascope de emociones cuyo corazón el espectador se lleva a casa envuelto en un fragante pañuelo rojo.

miércoles, diciembre 24, 2008

"La vida es la farsa que todos debemos representar"
(Un temporada en el infierno, Arthur Rimbaud)

DEREK AND THE DOMINOS

Layla reprise...



No soy nada creyente, pero para mi, escuchar Layla (esta parte de la canción), es como estar en el cielo.
Imagino que ese lugar, en cuya existencia no creo, no debería ser muy diferente a estar rodeado de las miradas de aquellos que más te quieren, sólo las miradas, nada más, mientras desde alguna parte, por todas y alrededor, suena esta bendita canción.
No pienso que pudiera haber nada mejor. 
Miradas... Las personas, para mi, son sus ojos.
Y Layla derramándose como un eterno guiño de complicidad.

¿Podría haber algo mejor?
Bueno... Quizás si... Miradas, Layla y el peligroso aroma etílico de un buen dry martini sonando en la second line.

¿Podrá uno tomarse un buen dry martini en el cielo?
Seguro que si.
Por qué coño le llaman cielo si no.

NEKO CASE

Star witness...





Presenciar el milagro de una estrella sucediendo, imparable,
sobre nuestro cielo.
Es especial.
No es nada común.
Casi nunca sucede y cuando lo hace,
lo más probable es que nos lo perdamos,
aunque sólo sea por estadística
son muchas más las veces que miramos al suelo.

martes, diciembre 23, 2008

TOM WAITS

What's he building... 





Tenemos derecho a saber qué diablos está construyendo.
Su misterio le hace sospechoso.
Nada sabemos.
Las hipótesis tenemos que sacarlas del más profundo fondo de nuestros ojos.
Las presunciones son un perfecto retrato del monstruo que somos.

lunes, diciembre 22, 2008

CHANGELING

La última película del maestro Eastwood es una historia sorprendente por lo dura y oscura que se muestra al espectador.
En "Changeling" se nos cuenta sin paños calientes una historia brutal de corrupción y muerte que incomoda al espectador y le sume en el desasosiego que siempre produce la contemplación del ser humano en todo el herrumbroso esplendor de sus miserias.

La película es dura, desasosegadora, inclemente, poderosa, emocionante. No da respiro al espectador.

Eastwood quiere dejar claro que siempre hay un espacio para la decisión personal en la eterna lucha entre la integridad y la corrupción.

En este sentido, el detective Ibarra se me antoja como un personaje clave. De él surje la decisión de investigar el horror que se le relata en lugar de obrar como el resto del departamento de policía. En él, de su integro gesto, nace la esperanza de Christine Collins. Y su acción es episódica. Apenas un gesto, una decisión que hace de él un hombre admirable y convierte a los demás en parte de un corrupto mecanismo perfectamente encarnado por los empleados del psiquiátrico, tan correctos y celosos en el mantenimiento del ciego mecanismo burocrático que mantiene la injusticia.

Todas las películas de Eastwood tienen corazón, por éso es un maestro, y el terrible corazón de Changeling me fascina con el afilado encanto que a veces tienen las verdades sobre uno mismo y las cosas del mundo que le rodea.

No dejo de pensarlo.

Hay un algo testamentario en las últimas películas de Eastwood, de definición de un modo de ver y hacer las cosas que encarnaban los soldados que pelearon y murieron en Iwo Jima o la propia Christine Collins o el detective Ibarra. La reivindicación de una sabiduría de los ancianos que Eatwood nos quiere transmitir a punto ya de desaparecer cabalgando hacia las eternas e inalcanzables montañas.

Una reivindicación del individuo como dueño de una propia moral y por lo tanto de su propia esperanza. Soberano de sí mismo, de su realidad y de sus sueños. Garante de la libertad y la felicidad de los otros. 

Lo mejor de las generaciones que intentaron el milagro de consagrar la Primera.

Ladrillos que no encajan en el muro.


domingo, diciembre 21, 2008

Y todo este mar que permanecerá cuando él ya no esté 
se mantiene indiferente a su mirada
disparada hacia el perdido horizonte,
colgada como una telaraña de las estrellas.
JOE EGAN

Back on the road...



















NINA SIMONE

Here comes the sun...



EL HUEVO DE LA SERPIENTE

Muchos consideran "El huevo de la serpiente" como una rareza dentro de la obra de Ingmar Bergman.

Producida por Dino de Laurentiis y, exceptuando a Liv Ullman, con actores no habituales en la cámara actoral del genio sueco, la película fue rodada en 1977 y la década de los setentas resultó ser una época extraña en la filomografía del director sueco. Obras para la televisión, óperas y producciones cinematográficas constituyeron una propuesta bastante alejada de lo que hasta entonces había sido la tónica... Como si se tratase de una transición entre la época metafísica y experimental de los sesentas y la gran obra magna que fue "Fanny y Alexander" en 1982... y que abriría una tercera fase más ensimismada y autobiográfica.

"El huevo de la serpiente" es uno de los grandes hitos de esta época de transición.

A través de los ojos de su protagonista, Abe Rosenberg, Ingmar Bergman nos presenta un retrato terrible y agónico de la alemania de la década de los años veintes del pasado siglo. El espectáculo de la pobreza, el hambre y la depresión son el principal punto de anclaje. La historia es una mera anécdota usada para proporcionar a Rosenberg la posibilidad de moverse por un Berlin oscuro y podrido. El huevo de la serpiente por cuyas calles puede verse el germen del nazismo preparándose para nacer.

Lo que se ve es sobrecogedor, pero lo que se intuye tras la cáscara es aún más terrible.

A lo largo de su filmografía, y especialmente en la década de los sesentas con obras como Los comulgantes, Bergman ha desarrollado y formulado su famosa angustia metafísica. El silencio de dios y el decepcionado deseo de un ser humano que desea escucharle, que desea que deje de ser un sueño y se manifieste y exista. La decepción,pérdida de esperanza y vacío que produce ese silencio... Y hay bastante de todas esas inquietudes en "El huevo de la serpiente".

El plano en blanco y negro que se repite al principio y al final de la película... Alemanes de Weimar cansados y desesperanzados, alimentándose de ratas e intercambiando billetes al peso, viviendo en ese silencio que Bergman filma a cámara lenta, un lugar donde parece evidente que ese dios, sobre el que el director sueco tanto se pregunta, ni se le espera ni está. Rostros demacrados que se convierten en esa misma pregunta que interroga sobre dios y su silencio, un silencio que otros, más ciertos, no tardarán en llenar convirtiéndose en una calculada respuesta.

No es sólo inevitable el silencio, también son inevitables sus consecuencias.

sábado, diciembre 20, 2008













"I throw a spear into the darkness. That is intuition. Then I must send an army into the darkness to find the spear. That is intellect"
(Ingmar Bergman)

Me encanta la metáfora... Arrojar una lanza hacia la oscuridad y luego mandar un ejército a recuperarla... Intuición e intelecto.
Bergman era un genio.... en general y no sólo del cine.
Aprende rápidamente,
memoriza todos los detalles.
Por eso apenas habla.
Es consciente de que este momento
no debe olvidarlo nunca.