Por entre las grietas del aburrimiento
escapa el insoportable olor corrupto de su alma
yendo silenciosamente a peor.
Sobre su ceguera
la estática hora clavada en los relojes
le aúlla pura sangre de luna
desde su crucificado estar en la pared.
Mientras intacto permanece.
miércoles, julio 08, 2009
martes, julio 07, 2009
DESEO, PELIGRO
Por encima de todo, esta última película del taiwanés Ang Lee es un melodrama de cine negro.
Es curioso pero, en mi memoria, los recuerdos de "Deseo, peligro" suceden en blanco y negro.
El territorio donde emocionalmente se desenvuelve esta historia es el de los propios límites del corazón humano. Allí donde el orden de la claridad es imposible y uno jamás está libre de traicionarse a si mismo o los otros, los que más quiere. Odiando o deseando, amando o traicionando uno no termina de reconocerse a sí mismo y la relación que guarda con los espejos es, como mínimo, de desconfianza. Y eso mismo es lo que creo entender que sucede con uno de los personajes principales, el brutal y misterioso Sr. Yee, al enfrentarse al extraño que le observa desde el otro lado del espejo.
Los jóvenes miembros de una escuela de teatro deciden pasar de las palabras a la acción e implicarse más directamente en la lucha contra el invasor japonés y, especialmente, contra aquellos compatriotas que colaboran con el enemigo. Las palabras y los gestos del teatro no son suficientes para su carismático lider Kuang Yu Min que arrastra a los demás miembros del grupo por la traicionera senda de una peligrosa aventura en la vida real. Uno de ellos es la joven Wong Chia Chi cuya belleza usarán como arma para llagar hasta su objetivo, el señor Yee, un misterioso y sombrío hombre de negocios y político.
Poco a poco la lenta estrategia de seducción de Wong Chia Chi irá dando sus frutos. Pero, y en ese viaje hacia el corazón de la oscuridad de Yee, la bella mujer terminará atrapada en la red que ella misma ha tejido.
La volátil pasión intervendrá para caotizar lo que siempre se había pretendido fuera la ordenada deriva de una trama calculada hacia el previsto objetivo final.
Quizá resulta demasiado larga "Deseo, pasión". Sólo quizá. No estoy seguro. Probablemente sería aún mejor película si el metraje se hubiera reducido en una hora... sobre todo la primera parte, centrada en el grupo de teatro, la más floja de la historia. Pero, y en cualquier caso, si el espectador se sobrepone a ciertos momentos puntuales de debilidad, el resultado final es satisfactorio. Mirando atrás se percibe el hermoso paisaje de una historia emocionante, un camino que ha merecido la pena seguir.
El pulso lento y pauisado del cine negro late en lo cruel y contradictoria que la historia es, como casi siempre suele ser la vida.
Para llegar hasta Yee, Wong Chia Chi deberá despertar lo poco que queda de humano en el interior del monstruo y, una vez que Yee siente quizá algo bastante parecido al amor, éste descubrirá que todo ha sido una traición.
Triste y negro es el destino de la bestia Yee. Buscar lo que en él hay de humano, para destruirlo quizá definitivamente en una última y terrible decepción.
Triste y negro será también el destino de la hermosa Wong Chia Chi quién a un paso de la meta que durante tantos años ha perseguido se verá distraída por un simple latido desacompasado de su corazón.
Al final, nadie quedará contento si es que su propia circunstancia dentro de la historia le ha permitido siquiera eso... quedar.
Magnífica.. aunque un poco larga.
"Las cosas están ordenadas si se comportan como uno espera que lo hagan; es decir, uno puede dejarlas a un lado cuando planifica sus acciones. Ésta es la principal atracción del orden: la seguridad que acompaña a la capacidad de predecir, con escaso o ningún error, cuáles serán las consecuencias de nuestras acciones. Podemos seguir intentando lo que estamos intentando, concentrándonos en lo que tenemos que hacer y sin temer ninguna sorpresa: ningún obstáculo que uno no pudiera, con un mínimo de esfuerzo, anticipar e incluir en sus cálculos. Por decirlo en pocas palabras: las cosas están en orden sino tenemos que preocuparnos por el orden de las cosas."
(La sociedad individualizada, Zygmunt Bauman)
domingo, julio 05, 2009
CARO DIARIO
No es extraño que una de las últimas cosas que Moretti nos dice en un querido diario tenga que ver con el hecho de escuchar.
Como colofón al curioso y terrible incidente del proceso de detección de su cáncer linfático, Moretti concluye diciendo que los médicos no saben escuchar. Es su principal reflexión, ante su diario, una vez que la enfermedad ha pasado.
Moretti valora saber escuchar y, en el fondo, lo que el creador italiano nos propone con su "Caro diario" es algo tan sencillo, y tan complicado, como que le escuchemos.
No hay nada más.
Una voz que sucede entre imágenes y que tiene cosas que decirnos sobre aspectos tan diversos como la Italia del momento acutal en que la película fue rodada, de la televisión o de los médicos.
No siempre lo que Moretti cuenta me resulta interesante. La película va y viene, sube y baja, me interesa y me deja de interesar, como en un largo viaje donde uno de los viajeros no para de hablar.
sábado, julio 04, 2009
viernes, julio 03, 2009
LAS RUINAS
El el corazón de la selva centroamericana se esconde una perdida construcción pre-hispánica en cuyo interior anida una extraña forma de terror a la espera de nuevas victimas despreocupadas de las que alimentarse.
La película no es nada nueva. Repite por enésima vez la fórmula del implacable "body count" de despreocupados personajes a quienes su propia despreocupación les ha colocado en vías de perdición.
Apartarse del camino fijado, pasarse un desvío, detenerse en algún lugar donde nadie se detiene resultan estar penados con la muerte.
El mal acecha fuera de los caminos trillados, comunmente transitados. Las carreteras perdidas, los hoteles abandonados, los caminos olvidados son malos lugares en los que terminar.
Por algo será que nadie los camina.
Los predadores acechan a los animales que se distraen y se descuelgan de la manada.
jueves, julio 02, 2009
FREEDOM WRITERS
Venimos a este mundo sin tener la menor idea y casi siempre nos volvemos al silencioso olvido oscuro del que procedemos teniendo esa misma menor idea.
La diferencia entre una ignorancia y otra la cubre todo aquello que aprendemos mientras estamos vivos y ese aprendizaje descansa siempre en la generosidad de todos aquellos que han tenido por nosotros el aprecio suficiente como para detenerse y enseñarnos lo poco o mucho que saben.
La educación, aprender y aquellos que nos aducan, nos enseñan son figuras esenciales en las vidas de todos y cada uno de nosotros.
De todo modo, "Freedom writers" nos habla con sentimiento y emoción de esos dos esfuerzos: el de enseñar y también el de aprender.
Basada en hechos reales, "Freedom writers" es la historia de Erin Gruwell (Hillary Swank) y sus alumnos de un colegio de Long Beach (California). En cargada de una clase de alumnos problemáticos, la idealista Gruwell choca contra el sistema educativo californiano en su esfuerzo por intentar salvar a sus alumnos de un trágico futuro que parece escrito de forma indeleble para ellos. De procedencia humilde y formando parte de entornos desestructurados donde las pandillas y la violencia están a la orden del día, todos su alumnos sienten el colegio como una condena impuesta por un sistema que en absoluto cree que exista ninguna posibilidad para ellos y que, en muchos casos, ni siquiera lo oculta. Sólo se trata de cumplir un engorroso trámite de hipocresía que habla de escolarización obligada.
Creyendo a pies juntillas en el verdadero sentido altruista de su profesión de maestra, Gruwell luchará para romper las barreras que le separan de sus alumnos y lo sacrificará todo para intentar hacer de ellos seres humanos esperanzados y dispuestos a mejorar.
Sin esperanza, no hay esfuerzo ni convicción y sin esos valores cualquier posibilidad de optar a una oportunidad se hacen imposibles. Gruwell empeñará todo su esfuerzo en prender la llama de esperanza en todos y cada uno de sus alumnos. El principal vehículo será la escritura de un diario personal que todos los alumnos llevan y en el que vierten todos sus fantasmas y demonios.
Poco a poco, el esfuerzo de Gruwell se verá recompensado generando un grupo unido que redimirá a sus miembros de muchas de sus invalidantes circunstancias.
"Freedom writers" es una película extraordinaria y lo es, entre otras cosas, porque nos habla de la verdadera materia de la que están hechos los sueños, de la esperanza que un día se decide tener y de todos aquellos que nos aman tanto como para enseñarnos ese mismo día a tenerla.
Absolutamente recomendable.
miércoles, julio 01, 2009
TRANSFORMERS: LA VENGANZA DE LOS CAÍDOS
Una ley no escrita del cine comercial obliga a que las segundas partes multipliquen las cualidades de la película originaria. No basta con tomar los personajes y quizá la historia para continuarla manteniendo el sentido y el espíritu que hizo de la película un éxito. Como enloquecidos por el éxito y excitados por la posibilidad de ingresar más dinero, los ejecutivos de los estudios se suben sobre sus mesas y con los faldones de la camisa por fuerza empiezan a imaginar la película más espectacular de todos los tiempos.
En un negocio tan incierto como el negocio del espectáculo la existencia de una cierta garantía de éxito como puede ser la repetición de una fórmula que ya ha triunfado parece excitar a todos los implicados en la generación del producto.
Así, casi siempre tenemos el doble de personajes, el doble de historias, el doble de acción, el doble de líneas argumentales, el doble de tiempo convirtiendo a esa segunda parte en una suerte de deformada caricatura de su original. Y el resultado en bastantes ocasiones es un inconexo y confuso mosaico de situaciones en donde, y generalmente, aquello que fue la fuente del éxito desaparece en un espectacular bosque de fuegos de artificio tecnológicos.
La segunda parte de Transformers es un buen ejemplo de este tipo de situaciones.
Superada ya la sorpresa de comprobar que es posible convertir a unos simples juguetes en protagonistas de una historia divertida que funciona en el nivel del entretenimiento, nos queda la realidad masiva y voluminosa de esta segunda y brontosáurica entrega... en la que, por supuesto, hay que salvar al mundo de una amenaza mucho mayor.
El resultado sigue siendo entretenido... aunque no tanto seguramente porque ese factor sorpresa con que contaba la primera entrega ya se ha perdido. Los aspectos de comedia que proporcionaba la irrupción de esos absurdos autómatas en la vida de Sam Witwiky brillan por su ausencia en esta segunda parte que, como casi todas ellas, se toma demasiado en serio a sí misma pretendiendo convertirse en un grandilocuente espectáculo operístico lleno de personajes, buenos sentimientos y grandes causas que olvida sus virtudes y se refugia en sus defectos.
Así, liquidada su individualidad, el espectador se encuentra ante un ejemplo más de esos productos sin alma que Hollywood viene produciendo desde hace unos cuantos años.
martes, junio 30, 2009
lunes, junio 29, 2009
ELI STONE
Eli Stone (Johnny Lee Miller) es un prometedor abogado que trabaja en uno de los bufetes más prestigiosos de los Estados Unidos. Es el ojito derecho del jefe y también de la hija del jefe.
Todo marcha bien en la vida de Eli hasta que una noche sorprende a George Michael cantando Faith subido a la mesa de su salón. Esa será la primera de las sucesivas visiones causadas por un aneurisma cerebral que los medicos le detectan. Son efectos secundarios de una enfermedad intratable, pero, y sin embargo, las visiones parecen guardar una extraña relación con acontecimientos de su vida presente. Una relación que en cada capítulo va haciéndose evidente. Visiones que le llevan a plantearse si no estará todo formando parte de un plan cuyo sentido se escapa al confundido Eli, pero cuyas consecuencias quizá estén empezando a hacer de Eli un hombre mejor.
¿Será Eli un elegido por los dioses para cambiar las vidas de las personas?
Ni idea... e imagino que mientras la serie tenga éxito jamás lo sabremos. El desenlace final se mantendrá en ese limbo de los sentidos donde los buenos guionistas, como los de "Lost" saben tener las series.
En cualquier caso, y para mi gusto, encontrar esa respuesta no es lo mejor que ofrece Eli Stone. Con mucho lo más atractivo es el punto de "screwball comedy" que tienen sus diálogos. Interesantes, irónicos, afilados, con diferente tono y color según el personaje pero siempre emitiendo en la misma onda. En "Eli Stone" todos los personajes tienen algo "malvado" y divertido que decirse los unos a los otros mientras pierden o ganan juicios, se enamoran o se desenamoran, suben y bajan en sus respectivos rankings de valoración. Hay un poco de "Luna nueva" o "La fiera de mi niña", ambas de Howard Hawks, en las réplicas y contraréplicas que los personajes se lanzan los unos a los otros como tartas de nata... algunas de ellas con un ladrillo dentro.
Y además, hay música.
La mayor parte de las visiones que vive Eli Stone se expresan mediante canciones, la mayoría de ellas pertenecientes a lo más granado del repertorio de George Michael.
Todo lo demás... El plano espectáculo de los buenos sentimientos, las variadas lineas argumentales de clientes y juicios, los coqueteos metafísicos con las divinidades varias no serían nada sin la salsa de la palabra como elegante expresión de una interesante individualidad en conflicto con otras no menos interesantes individualidades con los lujosos despachos del bufete como perfecto lugar para el enfrentamiento.
A su manera, con su divertido humor inteligente de rápidas réplicas afiladas, apostando por la forma y convirtiéndola en fondo, "Eli Stone" es una gran serie.
Y acaba interesando el destino final de este abogado que, como un indio de las praderas, se deja llevar por sus visiones, intentando averiguar la pequeña parte que para él hay dispuesta dentro del inmenso plan infinito.
Como un indeseado visitante que abre puertas y ventanas,
que indiscreto revuelve los cajones
y despierta todos los silencios
que ahora aletean enloquecidos
en bandadas de asustadas alas polvorientas
por los rincones más oscuros,
los lugares más perdidos y alejados de la vieja casa,
sucede imparable el viento
para despertar la memoria de los ausentes
que, como transparente humo,
vaga de habitación en habitación
en busca de algún pedazo de carne,
de alguna gota de sangre
que pueda recordarla.
domingo, junio 28, 2009
viernes, junio 26, 2009
Como bien dice mi compadre A. ... hacía ya mucho tiempo que Michael Jackson se había ido, que se había apartado de los transitados caminos de la normalidad para adentrarse en las salvajes tierras del si mismo, un lugar de donde jamás regresó y como le comentaba anoche a mi también compadre S. (uno de los mayores fans que tiene Michael en nuestro país), pasado ya el trámite casi administrativo de la desaparición real, ahora nos queda lo mejor... El mito. La materia maleable. El sueño. Un territorio donde la verdad y la realidad no cuentan.
Si uno lo piensa bien, el lugar perfecto para Michael que, más que ningún otro, prefirió ser el hombre que estaba dentro del espejo antes que el hombre reflejado en él.
Bien mirado, Michael era un romántico en toda la extensión de la palabra.
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