Al final, salió el voto oculto unionista corrigiendo la intención de voto expresada en las encuestas en la dirección centrífuga.
El resultado es claro.
Con la participación más alta de la historia las opciones que se declaran independentistas no han llegado ni al 50% de los votos y, en un mundo cabal, una minoría por grande que sea no puede marcar el destino de la mayoría.
Para empezar las independencias no se declaran, suceden desde la base de la existencia de una mayoría real que recoge la incontestable evidencia de un hecho diferencial.
Esto, y por mucho que disguste a los independentistas, no es una realidad ahora mismo en Cataluña.
El voto oculto vuelve a traicionar un delirio inducido por la estructura mediática que controla el poder autonómico catalán.
Igual algún día lo será, pero desde luego ahora no lo es.
Como un boomerang, sus propias mentiras les han alcanzado y les han dado en toda la cabeza.
En cualquier caso, y escuchando las declaraciones de algunos, el delirio continúa y no descarto ver a Mas impidiendo algún desahucio que el mismo ha respaldado desde la Generalitat.
Y dicho esto, debe quedar claro que España debe quitarse el bigotito de Framco que aun se pone a la hora de abordar el tema territorial. Ya es hora de declarar y tangibilizar la realidad plurinacional de España.
Y dicho esto debe quedar claro que me gusta lo que dicen las CUP. Para mí son todo lo que Podemos debiera ser: obsesionados por la pureza de sus ideas, poniendolas por encima del cortoplacismo politico de la victoria.
Yo también estoy a favor de desobedecer a Madrid cuando sus leyes ponen a la gente en la calle.
Y aún a riesgo de equivocarme estoy convencido de que ha habido mucho trasvase de voto de Podemos a las CUP.
Podemos ha unido al hostión que se ha llevado con el tema de Grecia, el inmenso error de la manera en que lo ha gestionado. Ahora, de pronto, se hace lo que se puede y todo es complejo. Mucho Gramsci, mucho Laclau pero sobra ego y faltan huevos para poner la defensa de las propias ideas por encima de la victoria o la derrota.
Como no se pongan las pilas van a caer tan rápido como han subido.
Ya lo están haciendo.
La gente ha resultado no ser tan tonta como en la miseria personal de las ruinas de mi inteligencia creo que es.
Una mierda para mí.
El resultado es claro.
Con la participación más alta de la historia las opciones que se declaran independentistas no han llegado ni al 50% de los votos y, en un mundo cabal, una minoría por grande que sea no puede marcar el destino de la mayoría.
Para empezar las independencias no se declaran, suceden desde la base de la existencia de una mayoría real que recoge la incontestable evidencia de un hecho diferencial.
Esto, y por mucho que disguste a los independentistas, no es una realidad ahora mismo en Cataluña.
El voto oculto vuelve a traicionar un delirio inducido por la estructura mediática que controla el poder autonómico catalán.
Igual algún día lo será, pero desde luego ahora no lo es.
Como un boomerang, sus propias mentiras les han alcanzado y les han dado en toda la cabeza.
En cualquier caso, y escuchando las declaraciones de algunos, el delirio continúa y no descarto ver a Mas impidiendo algún desahucio que el mismo ha respaldado desde la Generalitat.
Y dicho esto, debe quedar claro que España debe quitarse el bigotito de Framco que aun se pone a la hora de abordar el tema territorial. Ya es hora de declarar y tangibilizar la realidad plurinacional de España.
Y dicho esto debe quedar claro que me gusta lo que dicen las CUP. Para mí son todo lo que Podemos debiera ser: obsesionados por la pureza de sus ideas, poniendolas por encima del cortoplacismo politico de la victoria.
Yo también estoy a favor de desobedecer a Madrid cuando sus leyes ponen a la gente en la calle.
Y aún a riesgo de equivocarme estoy convencido de que ha habido mucho trasvase de voto de Podemos a las CUP.
Podemos ha unido al hostión que se ha llevado con el tema de Grecia, el inmenso error de la manera en que lo ha gestionado. Ahora, de pronto, se hace lo que se puede y todo es complejo. Mucho Gramsci, mucho Laclau pero sobra ego y faltan huevos para poner la defensa de las propias ideas por encima de la victoria o la derrota.
Como no se pongan las pilas van a caer tan rápido como han subido.
Ya lo están haciendo.
La gente ha resultado no ser tan tonta como en la miseria personal de las ruinas de mi inteligencia creo que es.
Una mierda para mí.