lunes, agosto 25, 2008

MÁS CERCA


Maravilloso partido.

107-118, 225 puntos y en una final. Impresionante. Probablemente, el mejor partido de la historia. Un electrizante juego de posesiones cortas sucediendo en toda una final, demasiado para una mirada sensible para con la magia del deporte.

España lo tuvo casi todo. Seguramente careció, por un lado, del físico suficiente como para pelear con los americanos en igualdad de condiciones por todas las zonas del campo y, por otro, de la necesaria suerte en alguna jugada en que pudo pasar de estar a cuatro puntos o dos a estar a uno o empatando. Pero no se puede tener todo y seguramente el combinado americano es uno de los mejores equipos de su historia después del famoso Dream Team de Barcelona-92.

Y aún así estuvimos muy cerca y lo novedoso es que ellos jugaron a tope y por eso estamos más cerca en otro aspecto. Antes, para ganarles, los americanos tenían que estar desconectados del partido, sin jugar a tope. Ahora, otro equipo ha estado a punto de ganarles, pero con ellos poniendo el 100% en el partido.

Se ha quemado otra etapa.

La siguiente será ganar. en otro momento, este mismo partido.

PD: Hace mucho tiempo que los arbitrajes de baloncesto, en competiciones internacionales, no son jurídicos sino políticos. El criterio que siguieron los colegiados en el partido de ayer es más una descarada constatación que una simple muestra. En Baloncesto el reglamento se aplica de una forma ponderada.

SILENCIO

No es posible callar.
No es posible esperar a que la investigación se resuelva.

Es una mera cuestión de física.
Hay espacios y tiempos que cubrir. Hojas de periódico que están vacías, espacios televisivos que necesitan ser cubiertos.

La dialéctica de los medios es otra muy diferente a la dialéctica de aquellos que buscan la presunta verdad de las cosas. Los medios no pueden esperar a que una investigación termine. Habrá pasado el tiempo y todo el mundo se habrá olvidado. Otras desgracias y otras alegrías, las menos, habrán sucedido ocupando un lugar preponderante en la mente de los espectadores o lectores.

Lo que importa es el momento, el aquí y el ahora en que aún está presente en nuestras mentes la huella de la desgracia recién sucedida. Por éso, tienen que elevar el resbaladizo territorio de las especulaciones a un lugar parecido al que podría ocupar la verdad. Deben hacerse ecos de comentarios, de dudas, de impresiones. Tienen que dar eco a las víctimas que en su dolor exigen imposibles.

Ni Spanair ni nadie puede tener las respuestas que ellos buscan en dos días.
Probablemente ni siquiera buscan respuestas, sólo un sádico juego de dolorida venganza exigiendo escuchar lo que el dolor les susurra a los oidos con voz incandescente pero las victimas dan mucho juego. Siempre lo dan. Emoción en estado puro y bruto, pero la misma emoción. El mismo espectáculo que no lleva a ninguna parte, pero que llena espacios y tiempos.

El silencio no es posible.
Hay que decir, hablar, de lo que no se conoce a ciencia cierta y agotar el filón mientras dura. Cualquier hipótesis es válida. Lo único que importa es encontrar a alguien con los suficientes pocos escrúpulos o con la necesaria buena voluntad como para pronunciarlas.

Los medios no pueden esperar y a falta de algo sólido que echarse a la boca se hacen eco sin el menor escrúpulo del ruido, del mercado de juicios y opiniones que se esconde tras el desastre. Si alguien cree que la mala situación económica de Spanair tiene que ver con el desastre se le da el mismo espacio que el viejo piloto que cree que una sucesión de eventos desafortunados y no una solo el causante del desastre.

No hay estándares.
Sólo espacios y tiempos que diariamente, como bocas hambrientas, claman por ser satisfechos.

jueves, agosto 21, 2008

"According to Max Weber, what distinguishes modern times is loss of belief, disenchantment. Benjamin has a different angle: that capitalism has put people to sleep, that they will wake up from their collective enchantment only when they are made to understand what has happened to them. The inscripton to convolute N comes from Marx: The reform of conciousness consists solely in... the awakening of the world from its dream about itself"
(Walter Benjamin. Inner Workings, J.M. Coetzee.)
EL CABALLERO NEGRO

No tengo la menor duda de que Christopher Nolan es uno de los grandes talentos del actual cine comercial norteamericano (o sea, del cine mundial) y tampoco me parece una exageración decir que "El caballero negro" es una de las mejores películas de este año (y probablemente de los anteriores).

Ahí están esos 150 perfectos minutos de película, redondos y acabados, en los que nada sobra y nada falta, dónde todo se administra en su justa medida sin que el espectador tenga un segundo para preguntarse otra cosa que por el siguiente hito de la historia.

Y eso que "El caballero negro" es mucho más que una trepidante película de acción... aunque funcione perfectamente como tal. Un producto de entretenimiento mucho mejor que bastantes películas que se han presentado durante este año ante nuestra mirada resabiada de espectadores aburridos con esa confesada aspiración.

En "El caballero negro", brilla el talento de Nolan por todas partes. Productor y guionista de la película, sólo él es el responsable de ese tono heterodoxamente oscuro: una especie de film noir cuya materia procede del mundo del comic y en el que no hay ganadores, sino perdedores condenados a cargar eternamente mientras duren las consecuencias de sus actos; unos actos que por cierto les hacen dejar de ser lo que eran convirtiéndoles en lo que terminan siendo.

Con toda la superficial profundidad que permite un producto de gran consumo, "El caballero oscuro" maneja una serie de conceptos muy interesantes, especialmente a través del personaje de Joker quién, de la mano de Nolan, adquiere, a mi entender, una fascinante dimensión de cuestionador brutal de un orden establecido por el simple placer de cuestionarlo, de super hombre nieztscheano que desde las alturas de su irracionalidad contempla al resto de mortales en su debilidad y les somete a la sádica ceremonia de la predicación de su verdad con hechos.

"Joker" quiere que todos en Gothan abracen el caos, que reconozcan ese lado oscuro del que se sirven cuando lo necesitan, pero que niegan cuando regresan a su esfinge racional de individuos integrantes del orden social.

Todo su trabajo en la película es una alucinada didáctica del caos dirigido hacia todos los ciudadanos de Gotham; una didáctica que, por supuesto, pasa por la eliminación de Batman, el principal garante de esa ley y orden, bajo cuyo calmado manto el animal humano se refugia una vez que ha matado o robado para seguir viviendo.

"Joker" busca el imposible caos, la destructiva manifestación en todos de ese lado brutal y destructivo, irrefrenable e insaciable en su egoísmo, el animal que todo ser humano lleva dentro, al que siempre se confía cuando las cosas se ponen difíciles y como último recurso, pero que siempre niega y devuelve a su oscuro cubil cuando el problema se ha solucionado.

Magnificamente interpretado por el malogrado Heath Ledger, "Joker" es un romántico enloquecido que busca la imposible reivindicación, la destructiva revolución que pretende liberar al animal humano de las cadenas de ese orden establecido. Su propósito es regresar a ese estado de naturaleza anterior a todo orden y toda sociedad, a esa pureza esencial en el que cada hombre estaba a solas consigo mismo, con su inabarcable deseo y no se debía a nadie más que a sí mismo.

Como todo romántico, su sueño se revela un imposible que le lleva a estrellarse contra esa misma racionalidad que pretende corromper, porque el hombre necesita asociarse para sobrevivir. De alguna forma, necesita controlar ese animal. Freud, por cierto, lo cuenta muy bien en una de sus obras más sociológicas y brillantes, "El malestar en la cultura".

Confieso una cierta simpatía por este romántico Joker, ese niño malo elevado a la enésima potencia que nos grita algunas verdades a la cara sin ser consciente de la existencia de otras, quizá tenga madera de villano de superhéroe ¡Quién sabe!

sábado, agosto 16, 2008

MAMMA MIA

Confieso que no habría ido a ver esta película de no ser por su poderoso y energético trailer. Su visión me hizo concebir la esperanza de que vería una película optimista y positiva, de buen rollo, de esas que sales alegre del cine cuando terminas de verla, pero nada más alejado de la realidad.

No he visto el original teatral, pero, y a juzgar por el éxito que ha cosechado a nivel mundial, tiene que ofrecer algo más que la tibia nimiedad que ofrece su versión cinematográfica.

Entiendo que "Mamma mia" tiene que ser cualquier cosa menos un espectáculo frio. Debe transmitir la energía positiva de las canciones de Abba, trasladarla al público y conseguir que, cuando la película termina, éste no se levante del asiento y salga del cine como si acabara de ver "Secretos de un matrimonio" de Ingmar Bergman... pero es esto lo que consigue.

"Mamma mia" es un espectáculo que no traspasa, que se queda detrás de un cristal lo suficientementre grueso como para que el público se sienta muy lejos de la historia y, lo que es peor, de las canciones que vehicula. Sin duda, lo más importante y el propósito vertebrador del espectáculo.

viernes, agosto 15, 2008












LA NOCHE Y LA CIUDAD


Perseguido por el macartismo, Jules Dassin se vió obligado a abandonar su país. Su destino sería Europa donde llevaría una vida errante filmando diferentes películas principalmente en Francia hasta acabar en Grecia y en los brazos de la estupenda Melina Mercouri... lo cual no es una mala Itaca a la que arribar.

"La noche y la ciudad" representa el desembarco europeo de Dassin, en concreto en Gran Bretaña donde rodaría en las calles de Londres, con el vibrante estilo documental que caracterizó a su anterior película: "La ciudad desnuda", un drama fatalista que es considerado (con razón) una de las principales joyas del cine negro.

La película empieza como termina, con su principal protagonista, Harry Fabian, perseguido por sus oscuras y solitarias calles londinenses, como escapando de un destino trágico de cuyo alargado brazo, a lo largo de la historia que se nos cuenta, hará lo imposible por escapar.

El existencialismo y el fatalismo están presentes en todos los minutos de esta historia que nos ofrece un retrato brutal de la naturaleza humana. La mayor parte de los personajes están enredados los unos con los otros en una desesperada lucha por la supervivencia que a nadie deja indemne.

En este sentido, "La noche y la ciudad" teje una amarga telaraña de pasiones y deseos, de continuos esfuerzos por satisfacerlas y alcanzarlas, en la que el fin siempre justifica los medios y en donde los unos se quitan a los otros la posibilidad de un probable escape en un esfuerzo por conseguir ese golpe de suerte que la mayoría de los personajes tanto ansían para sí mismos.

Vibrante, intensa y dramática, "La noche y la ciudad" es una obra maestra de Jules Dassin.

Otra más.

martes, agosto 12, 2008

"Los años de juventud han pasado. La experiencia de la vida ha extraído sus frutos. Shakespeare ha visto disiparse las ilusiones de esperanzas sin límite; sufrió, sin duda, el aprendizaje del dolor, ese rudo maestro de que habla Musset. Una comedia, Medida por medida, no pertenece ya al ciclo de las brillantes y bulliciosas producciones de tiempo atrás; el mundo es en parte malo; la virtud, difícil y la alegría se vela de un tinte melancólico."
(Vida y obra de Shakespeare, Luis Astrana Marín)

domingo, agosto 10, 2008

CINTURÓN ROJO

Del mismo modo quie "Johnny Guitar" no es un western, "Red Belt" la última película del dramaturgo y cienasta David Mamet, no es una película sobre las artes marciales.

Por encima de todo, "Cinturón Rojo" es un enloquecido cuento moral sobre la integridad que, pese a su cuestionable por complicada y forzada lógica argumental, cuenta con toda mi simpatía como espectador.
Una historia cuya alma está en blanco y negro y que entronca con las grandes películas de boxeo del cine clásico, películas en las que siempre hay un "idiota" que no se quiere tirar.

Desde el principio, y sin que el espectador lo advierta, arranca una historia cuya complicada estructura no es otra cosa que un complot narrativo que Mamet hurde, sin importarle la mirada inteligente del espectador, para obligar a Mike Terry, su protagonista, a pelear en un entorno que siempre ha rechazado. Un entorno que, penetrado por la devoradora y corrupta lógica del mercado, ha poseído lo espiritual del jiu-itsu para ponerlo al servicio de un espectáculo destinado a sacar la mayor cantidad de dinero posible.

Eventos aparentemente inconexos, buenos y malos, irán sucediendo en la vida de Mike, que en realidad terminarán revelándose como parte de una trama cuyo sentido no es real, sino puramente narrativo. Y digo ésto, porque la historia no tiene credibilidad alguna y ese es el increíble riesgo que Mamet como autor corre, optando por una verosimilitud hithcockiana basada en los giros narrativos y las casualidades que no siempre (tengo que reconocerlo) funciona. Su objetivo es, como ya he comentado, colocar al integro Terry entre la espada y la pared para convertirle en una suerte de paladín que luchará por las esencias usando su intocable integridad como una de sus armas más poderosas.
El arte y la fuerza de sus golpes, movimientos y llaves simplemente son vehículos a través de los cuales se manfiesta esa integridad con la que el siempre rebelde Mamet quiere hacer justicia a una sociedad cada vez más alejada de la verdad, perdida en el interminable sueño de un inalcanzable deseo que constantemente se manifiesta en sucedáneos vendidos a diferentes precios.

Porque en "Cinturón Rojo" hay muy pocos personajes que, tentados por esa maquinaria trituradora que nos está destrozando a todos, no se vendan en un momento determinado, cuando no están claramente vendidos desde mucho antes... algunos de ellos curiosamente pertenecientes a la industria del cine con la que un autor como Mamet debe tener alguna que otra cuenta pendiente... Como si no supiera que hay gente que no debe querernos para sentirnos que estamos en lo cierto y nuestra vida tiene sentido.

Nos está devorando un monstruo y aún no lo sabemos... pero esa es otra historia.

En cualquier caso, Mamet nos lanza su particular aviso y también nos dice (por encima de todo quiere decirnos) que en alguna parte queda un poco de autenticidad, sobreviviendo al margen de este mundo donden uno vale simplemente lo que cuesta.

Blanco y negro.

sábado, agosto 09, 2008

DEJADME DE QUERER


Todo un descubrimiento "Dejadme de querer".

Sin el masivo atractivo de las obras sinfónicas, "Dejadme de querer" abunda en el intimo encanto de las obras de cámara. Pequeña hasta en su duración, la propuesta de "Dejadme de querer" es modesta. No es otra cosa que un melodrama lleno de emoción e interés en el que el espectador pasa de odiar el sadismo de su insoportable personaje protagonista a descubrir la emocionante intención que anima tan inexplicable, a mi entender, comportamiento.

Repentinamente en crisis y en contacto con las verdades esenciales... Lo cual no sería nada malo si Antoine (Albert Dupontel) no se complaciera sádicamente en maltratar a todo su entorno personal, profesional y familiar culpabilizándoles globalmente de llevar una inexistencia inauténtica, inexistencia de la que él desesperadamente quiere librarse a cualquier precio.

Repentinamente en crisis y en contacto con las verdades esenciales, Antoine es un personaje antipático, un profeta airado que parece complacerse con lanzar los dardos de su verdad contra los corazones de aquellos que más le quieren, buscando una soledad emocional que parece desear más que nada en el mundo.

Pero "Dejadme de querer" es mucho más que la crónica "destroyer" de un ejecutivo en pleno brote esquizofrénico. Principalmente, es un hermoso melodrama con "twist in the tale" que encierra en si mismo, en su giro argumental, la emocionante respuesta a la incómoda situación que plantea.

"Dejadme de querer" nos habla de alguna de las grandes verdades de la vida y de la forma en que decidimos enfrentarnos a ella cuando inesperadamente nos pasan.

La manera de Antoine es sólo la suya propia.

Tarde o temprano la vida nos demandará a través de sus heraldos negros la nuestra.

viernes, agosto 08, 2008

LA MOMIA: LA TUMBA DEL EMPERADOR DRAGÓN

¡Ufff!

¡Qué decir cuando ya está dicho todo!

Y sobre todo ¡qué pereza!

Dejemoslo en que es entretenida aunque resulte previsible en muchos momentos de su transcurrir.

Digamos que el talento de Brendan Fraser para la comedia se difumina entre tanto efecto especial, cosa que no sucedía en la primera entrega de la saga... Aspecto que me sigue pareciendo uno de los principales puntos fuertes en el éxito de la película, la interpenetración de los géneros, brillos de comedia enredados entre las palmeras del desierto... and stuff like that.

Digamos que hay una gran actriz llamada Michelle Yeoh haciendo más interesante a su personaje de lo que en realidad es.

Digamos.... Mejor callar.

Entretenida... sin más.

jueves, agosto 07, 2008

MY BLUEBERRY NIGHTS

La primera experiencia occidental del cineasta coreano Wong Kar Wai es una hermosa película que, de alguna forma, encierra toda la arrasadora emoción de su cine sin los excesivos alardes de complejidad narrativa y estética que, a mi entender, obstaculizan el entendimiento global de cada anterior obra de Wai.

Podemos llamarlo simplificación, ascesis o depuración, pero en "My blueberry nights" Wai consigue que la historia brille por sí misma, sin necesidad de delirantes fuegos de artificio sublimantes que pretenden subrayar estados de ánimo o situaciones ya de por si narradas en negrita.

Confieso que éste era el principal defecto que en cierta forma lastraba las anteriores obras del cineasta coreano haciéndolas demasiado extensas y/o complejas de una forma innecesaria. Este defecto brilla por su ausencia en "My blueberry nights", una road movie que, metafóricamente, narra el tránsito Elizabeth, su protagonista estupendamente interpretada por la debutante Nora Jones, desde el desamor hasta el amor con el inmenso territorio de los Estados Unidos como marco... o como ella misma dice cruzando la calle que le separa de su nuevo amor por el lado más largo.

Elizabeth: It took me nearly a year to get here. It wasn't so hard to cross that street after all, it all depends on who's waiting for you on the other side

Personalmente, todo me resulta interesante en "My blueberry nights": los personajes, las palabras que salen de sus bocas, las situaciones que viven, la forma de narrar de Wai, la música, la metáfora del pastel de arándanos que todas las noches queda sin tocar como imagen de la soledad (y que Elizabeth devorará intentando así conjurar lo que ella cree su mal)

Elizabeth: So what's wrong with the Blueberry Pie?
Jeremy: There's nothing wrong with the Blueberry Pie, just people make other choices. You can't blame the Blueberry Pie, it's just... no one wants it.
Elizabeth: Wait! I want a piece.

O la imagen de la cuenta saldada del policia borracho colgada en la corchera del bar por su mujer para evitar en lo posible el inevitable olvido que la muerte siempre trae consigo (ochocientos dólares en "shots" es el monto aproximado de su corazón roto), los restos de helado en los labios de Elizabeth que Jeremy (Jude Law) besa, el frasco que contiene llaves que jamás volverán a abrir las puertas que siempre abrieron...

Hay poesía en el cine de Wai y nada vale tánto como toparse de bruces con ella a la vuelta de cualquier fotograma.

INOLVIDABLE

The naked city.....

miércoles, agosto 06, 2008

El mar siempre nos susurra al oido viejas palabras olvidadas,
las pronuncia cuidadosamente en un salado lenguaje de viento y olas
que encuentra inesperado eco en la misma materia que nos compone.

The Four tops

Tres discos imprescindibles para perderse con la mirada en el inmenso cielo estrellado gaditano:

- "Funeral". The Arcade Fire.
- "Till it breaks". Nawjajean.
- "The best of". Radiohead.

Acompañandolo con el perejil adecuado, y si esperáis el tiempo suficiente, alguna estrella bailará su eterna danza para vosotros... cuanto más pequeña mejor.
Las otras, las grandes, están, como siempre, demasiado ocupadas en componer las constelaciones o en sostener los más graves y complejos asuntos einstenianos que rigen la mecánica celeste. Sólo las pequeñas tienen tiempo para jugar un rato con los ojos que las piensan.
THE FOUR TOPS

Loco en Acapulco...

EXPEDIENTES X: CREER ES LA CLAVE

Nada nuevo bajo el sol negro que ilumina las andanzas de Danna Scully y Fox Mulder.

Victima de las limitaciones de su propio discurso, tanto los personajes como los planteamientos dramáticos de la serie muestran un claro agotamiento del que este, quizá, último episodio realizado en soporte cinematográfico es nueva muestra.

Como en el principio de los tiempos, Mulder quiere creer y Scully no está muy segura de creer a su compañero o no. Y a mi me cansa. El supuesto tono de agotamiento que el guión plantea con respecto a los personajes es sólo aparente. Tras unos primeros diálogos introductorios basados en el escepticismo y el descreimiento, Mulder y Scully no tardan en dar lo mejor de sí mismos, de su eterno dudar en una historia que, medrosa, no se atreve a ir más allá deseando probablemente no quemar una gallina de los huevos de oro que ya está bastante calcinada por el continuo uso en el tiempo de un mismo planteamiento de trama argumental.

Aun así, la película cuenta con el perfecto acabado del mejor de los episodios y no defraudará a los incondicionales ortodoxos de la serie, pero confieso que Mulder y Scully terminaron aburrirme con la enésima escenificación de su mismo y viejo antagonismo de siempre, entre ellos y contra un mundo que vive de espaldas a lo inexplicable. En la oscuridad de la sala, se me antojaban como alguna de esas personas de nuestro pasado que dejamos atrás porque sencillamente se quedan ahí, anclados en un pasado que ellos creen todavía presente.

En cuanto a la historia resulta interesante y original por si misma, teniendo como principal lastre esas infulas dramáticas de medio pelo entre los personajes principales que, como ya he comentado, se muevend entro del tópico y ocupan demasiado espacio para no aportar nada nuevo.

Las visiones de un viejo cura pederasta serán la única ayuda sólida con la que el FBI contará para resolver una misteriosa serie de desapariciones y macabros hallazgos. La intervención de Mulder y Scully será necesaria para, regresando de entre los muertos, resolver la veracidad de los testimonios del mencionado sacerdote.

Y es este personaje, magnificamente interpretado por el cómico escocés Billy Connolly, el aspecto más interesante de la película al encarnar en sí mismo un complejo misterio de redención en el que terminarán enredadados Mulder y Scully, prendidos por su propio dudar en la incertidumbre que siempre transmite la complejidad de un ser humano expresándose en toda su intensidad sincera.

¿De qué hablan cuando nos hablan los profetas? ¿Qué quieren decirnos cuando aciertan? ¿Qué nos dicen también cuando se equivocan?

Es una pena que una idea tan buena tenga un vehículo que no está a la altura intelectual de su rica complejidad, pero estoy seguro que no era el propósito de los autores llegar tan lejos.

En resumidas cuentas, el segundo capítulo cinematográfico de los expedientes más secretos de la historia de la televisión (junto con los que guiaban las operaciones de Missión Imposible) es una película entretenida que contribuye a que la magia que los Expedientes X tuvieron en su momento se desvanezca un poco más.

Nada es para siempre.
Son las mismas estrellas, pero no es el mismo cielo.

Seguramente resultaría difícil de explicar,
pero las circunstancias han cambiado.

Con su pausa de olas,
el mar queda ya muy lejos
y ha vuelto a desencadenarse
la despiadada lógica del tiempo
sobre su desencantado estar.