martes, diciembre 02, 2008













APPALOOSA

Reconozco que no le he cogido el punto a este western atípico.

No se muy bien qué pensar de Appaloosa. Me ha cogido con el pie cambiado y me gusta... La verdad, porque no es fácil desconcertar mi mirada forjada en cientos de películas.

Tras mucho pensar, he decidido tomar por su lado bueno la confusión que me produce. No pensaré que Appaloosa es una historia errática, que se queda a medio camino de muchos lugares, en una extraña ninguna parte que no acierto muy bien a describir.

Y el lado bueno de Appaloosa es su carácter heterodoxo, de rareza que usa los estilemas y la iconografía del western para transmitir una historia sobre la previsión y el azar, sobre la imposibilidad de los planes y la previsibilidad de los imponderables que convierten a la vida en un complicado territorio donde todo es posible, lo malo y lo bueno.

Appaloosa nos habla de éso, pero no estoy del todo convencido que el modo sea el correcto. Porque la historia se me antoja deslabazada, diletante... No se. No termina de llegar hasta el espectador, hasta mi para seducirme con su propuesta distinta.

La película sucede en la distancia, como pagada de sí misma en la ostentación de su diferencia, orgullosa pero sin llegar a implicarme... y se lo pone a sí misma muy difícil porque si su fondo es extraño y heterodoxo, su forma carece de la emoción precisa como para compensar la dificultad de ese planteamiento extraño con una aproximación emocional basada en una épica de rostros, espacios y diálogos que, por otro lado, son la base de la trascendencia de todo western que se precie.

Algo no termina de funcionar para mí en Appaloosa.

2 comentarios:

  1. Que ganas tengo de verla, primero porque me encantan los westerns crepusculares, y segundo porque Ed Harris y Vigo Moretesen me encantan. A ver qué tal.

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  2. Ufff!
    Ese es el cuadro sintomatológico inicial del episodio de decepcionada depresión que siento tras ver la película.
    Quizás, y aunque es un maravilloso actor, Ed Harris sea un director mediocre.
    Ya me contarás, Manu.

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