domingo, septiembre 30, 2012

Vanishing point

En realidad, "Vanishing point" es un western.

Kowalski, un misterioso bala perdida cuya desafortunada vida el espectador va conociendo a lo largo de la película, decide convertir su forma de vivir en una apuesta, aspecto que se revelará esencial a la hora de entender al personaje y su trayectoria vital en los flashbacks que la historia va mostrando.

Kowalsky apostará con un colega que entregará el coche que debe llevar desde Denver a San Francisco antes de que el fin de semana que comienza termine.

Esta decisión aparentemente caprichosa y loca, pero que el espectador atento entenderá como justificada una vez conoce al protagonista es el detonante de una enloquecida cabalgada por las carreteras interminables de los Estados Unidos camino del océano Pacífico.

"Vanishing point" es una película sobre los límites.

El territorio está lleno de límites, ya no es posible cabalgar hacia donde uno quiere y como uno quiere.

Alrededor del héroe y su voluntad de existir se han ido construyendo como una telaraña una serie de constricciones que hacen imposible la verdadera libertad y así la cabalgada de Kowalski a doscientos kilómetros por ahora se convierte en una espectacular huida hacia delante que certifica el final del horizonte como posibilidad de escape que una vez fue la idea esencial que hizo posible a los Estados Unidos como territorio para la esperanza.

Conforme el bólido avanza, Kowalski, el último cowboy, el último beatnik, arrastra tras de si todas las barreras visibles e invisibles que atraviesa, unas barreras que se convierten en una sombra cada vez más alargada y pesada de la que no podrá librarse, una sombra que de alguna forma también es la oscura nube de su pasado.

Ya no es posible escapar.

La esperanza no es posible.

Hasta el espacio y el tiempo tienen dueño, una manera de ver que esa manera de entender los Estados Unidos claramente ha muerto y la heroicidad de Kowalski consiste precisamente en demostrarlo  con cada control de policía que esquiva o salta.

Esa carrera le conducirá al desierto convertido en una abandonada playa donde los rechazados como él por esa estructura llena de límites han sido conducidos en su afán de buscar como Kowalsky una posibilidad de escape entre el cielo y la tierra.

"Vanishing point" es una película hermosa, llena de poesía sobre los límites, la imposibilidad de escapar y del autenticamente humano instinto de continuar intentándolo aunque ya no haya lugar a donde ir.

Obra maestra.



sábado, septiembre 29, 2012

Boss

Me lamo y me relamo... y sólo llevo tres capítulos de la primera temporada.

"Boss" es sencillamente fantástica.

Continuando la línea iniciada por "The Wire, en la que se nos mostraba una descripción agria de la ciudad como un sistema amoral del que el bien y el mal formaban parte de manera necesaria y en el que la justicia no siempre era posible cuando entraban en juego la trama de intereses que verdaderamente detentaban el verdadero poder, "Boss" nos ofrece una descripción de esa trama de intereses que funciona bajo la apariencia de las sociedades democráticas.

La serie se centra en Tom Kane, alcalde de Chicago, magnificamente interpretado por el brillante Kelsey Grammer. El es el boss al que todos se deben y que da titulo a la serie.

En torno a él se despliegan una serie de líneas narrativas que tienen que ver con su propia vida, la gestión de la ciudad y la gestión de la política del estado.

"Boss" nos muestra esos despachos y rincones discretos donde la mecánica de los intereses se lleva a cabo y lo hace de una manera descarnada y dura, ofreciéndonos un retrato de la política como espacio para la gestión de los intereses privados bajo la bandera de lo público que bien puede servir como retrato de las maneras hipócritas neoliberales de hacer.

El dinero es una cosa muy seria, los errores se pagan, uno vale la última fortuna que ha ganado, cada día se empieza de cero y nadie anda con tonterías.

"Boss" es una crónica talentosa y muy verosimil de lo que sucede en las copas de los arboles de la jungla de asfalto.

Sólo llevo tres capítulos para ya me es imprescindible.

Por derecho ya está en mi panteón de series ilustres.

jueves, septiembre 27, 2012

Film Socialisme

Godard nunca ha sido un director fácil.

Su cine no está hecho para espectadores diletantes, que busquen el mero entretenimiento, porque el cine de Godard produce imágenes y significados salvajes, planteamientos nada dóciles que constantemente interpelan la mirada del espectador.

Uno no se limita a ver una película de Godard, la enfrenta y se encuentra además frente a un narrador poderoso e implacable, que para complicar las cosas aún más nunca ha tenido el menor pudor a la hora de mostrar la diferencia ni la menor preocupación por pasar por loco o farsante.

El cine de Godard siempre fue otra cosa y es precisamente eso, otra cosa, lo que es su nuevo experimento visual y narrativo.

El espectador que se enfrente a "Film Socialisme" asistirá a una hoguera de imágenes y significados en la que de manera fragmentaria crepitan y desaparecen en la oscuridad sentidos dispersos que como consignas son proferidos uno detras de otro, sin aparente conexión pero que terminan por configurar una espesa cortina de significado

"Film Socialisme" no es una película, es una interpelación al espectador, una interferencia que le avisa, que le muestra pedazos de una pregunta que por el momento no tiene respuesta.... porque es demasiado pronto tener conciencia clara de lo que significa la pregunta.

No apta para los que no van al cine a escuchar.




The newsroom

Me ha gustado mucho la nueva propuesta de Aaron Sorkin. Esperaré con ansiedad la segunda temporada que está prevista para el año 2013.

Todo lo que escribí en mi primer post sobre esta serie tras sólo la visión del primer capítulo sigue siendo vigente una vez vista la temporada completa.

Del mismo modo que en "El ala Oeste de la Casa Blanca", donde hacía un retrato inteligente y talentoso del ideal de la gestión política, en "The newsroom" Sorkin presenta un retrato brillante de la gestión perfecta del oficio del periodismo.

Sorkin realiza una suerte de platonismo, de elaboración de arquetipos ideales de gestión de los poderes de los estados democráticos occidentales. Modelos contra los que medirse y a los que admirar desde la bondad de los ideales y las intenciones que inspiran a sus protagonistas. Probablemente nunca estemos a la altura de su Presidente Josiah Bartlet o de su periodista Will Mc Avoy, pero se trata de modelos, de vidas ejemplares civiles que marcan un ritmo, una pauta y también una frontera entre la ética y la conveniencia absolutamente contracorriente en una época en que Gordon Gecko de la "Wall Street" de Oliver Stone parece ser el referente de conducta.

Se trata de ofrecer ejemplos desde el lado luminoso y en este sentido la propuesta de Sorkin recuerda a la propuesta moral que se encontraba soportando todo el cine del norteamericano Frank Capra, un cine que a su vez suministraba la base ideológica del New Deal del Presidente Roosevelt.

Se necesitan ejemplos de lo bueno que fundamenten una didáctica ciudadana en democracia que increíblemente brillan por su ausencia en unos medios donde prima el mensaje cínico y adaptativo a una realidad sobre la que nadie parece tener control.

 Es cierto que es naif y sentimental, pero lo increible es que no es menos cierto que lo que más necesitamos son esos grandes tontos (ver el último capítulo para entender) para poner un poco de criterio en este desconcierto de intereses, creados o no y de necesidades, reales o no, que desde fuera suena tan desafinado. Y Sorkin pone su granito de arena, ejemplos de tontos que son capaces de arriesgar donde los listos no se la juegan.

Brillante.

Los mercados sancionan la falta de definición del gobierno español al respecto del rescate financiero y lo hacen incrementando la prima de riesgo mientras el presidente del gobierno de España hace depender su decisión sobre si tomar el rescate o no al nivel que alcance la prima de riesgo... Voy a ponerme la nariz de payaso...

miércoles, septiembre 26, 2012

Mapa para entender una democracia blanda

1.- Sobre una estructura superficial de derechos y libertades funciona una estructura profunda de intereses... La primera es democrática y la segunda no. La primera está compuesta por una lógica mecánica de trabajo y consumo y la segunda está animada por la lógica del poder

2.- Nada interrumpe el buen y regular funcionamiento de la estructura superficial que es real. Somos libres dentro de una realidad con sus cosas buenas y sus cosas malas.

3.- Por debajo de ese buen y regular funcionamiento de la estructura superficial sucede de manera interconectada el magmático juego de poder de esos intereses cuyos miembros van y vienen de un nivel a otro.

4.- Hay una relación simbiótica entre ambos niveles, pero existe una oculta relación jerárquica que subordina   la realidad del nivel superficial a los intereses del nivel oculto

5.- Nada sucede mientras ambas realidades son compatibles.

6.- Nada interrumple el funcionamiento del democrático mundo de derechos y libertades.

7.- No obstante, esa compatibilidad no es siempre posible. Se producen puntos de fuga y ruptura en los que los intereses entran en colisión con la lógica de desenvolvimiento de la superficie.

8.- Esos puntos son lugares en el espacio de la estructura superficial o momento en el tiempo, en el desenvolvimiento de esa estructura en el tiempo.

9.- Son espacio para el conflicto en los que se suspende la realidad de nivel superficial y se imponen los criterios del nivel profundo de la manera que sea y a cualquier coste

10.- Para legitimar su acción el nivel profundo dispone de la realidad democrática que existe libre, sin sus interferencias y lo hacen remitiéndose a la incontrovertible realidad de esa libertad, negando intereses ocultos y apuntando al bien común con la ayuda de la estructura oficial de los medios de comunicación.

Se trata de interferencias, de lugares y momentos en los que es inevitable la intervención de ese orden implicado de realidad.
Uno es libre en tanto en cuanto su libertad no afecte a los intereses de ese orden implicado. Si esa libertad les afecta enseguida es corregida y reconducida.
El objetivo de ese orden implicado es reducir al minimo esos puntos de ruptura.
Su objetivo es transparentarse en un orden superficial basado en un mito de derechos y libertades pero que tiende a convertirse en un orden maquinal de trabajo y ocio

Del mismo modo que existen unos Presupuestos Generales del Estado con valor de Ley Orgánica deberían existir unas Proposiciones Generales de Proyecto de Estado con el mismo valor de ley.
Los programas electorales deberían tener valor de ley unas vez que el partido que gana las elecciones obtiene el gobierno.
Los programas deberían convertirse en Proposición General de Proyecto de Estado en base a la cual elaborar la correspondiente ley de presupuestos.

Los programas electorales deberían ser ley.

Pondrían en valor las campañas electorales evitando que se conviertan en una subasta de buenas palabras y malas intenciones.
Controlarían el valor político de quienes se presentan obligándoles a presentar un planteamiento ajustado, político y serio de su proyecto político.
Evitarían las tentaciones totalitarias de hacer exactamente lo contrario a lo que han prometido o, como mínimo, habría un control de la gestión de los cambios especialmente en casos de mayoría absoluta como el que nos ocupa.

La soberanía reside en el pueblo y no en sus representantes, que la detentan temporalmente sin que ésto sea una especie de sacerdocio que les habilita como propietarios y exégetas de la misma.

La representación existe por motivos prácticos... y por nada más. Y cuantas más medidas se adopten para que quién es verdaderamente soberano tenga más control de su destino más fuerte será la democracia.

Es necesario controlar a los representantes. Habría que profundizar en la división de poderes de Montesquieu y el legislativo también debería tener su propia división de poderes evitando el mandato plenipotenciario de los representantes cada cuatro años.

Las leyes y el ordenamiento legal no son causa sino efecto.
Una de los pensamientos más interesantes que se deducen de la lectura del libro de Hannah Arendt "Eichmann en Jerusalen" es que para muchos alemanes que participaron en la Solución Final. ésta fue un simple cuestión legal y administrativa. Cuando se mataban judíos en realidad se obedecían leyes y se realizaban actos administrativos y esta es una de las razones por las que muy pocos alemanes mostraron contestación. A través del sometimiento a la ley pudieron disfrazar su cobardía o canalizar y posteriormente enmascarar su conformidad con un crimen.
 Este es un caso extremo, pero no se debe olvidar que desde los griegos, desde la Atenas de Solón y Pericles está claro un tema de fondo que convierte al sistema legal en la plasmación del espíritu de un pueblo, del espíritu de una época.
Las leyes no surgen de la nada ni están ahí desde siempre. Son la manera en que un pueblo se define y define su convivencia. Y la presunta objetividad de las leyes no es otra cosa que el reconocimiento social de aspectos de la ley natural o en la plasmación por escrito de todo aquello en que lo miembros de un colectivo están de acuerdo.
La leyes y el ordenamiento legal obedecen a un espíritu o a una intención del colectivo de dotarse de unas determinadas reglas de convivencia.
Es falsear el debate terminarlo con la apelación autoritaria al acatamiento de un ordenamiento legal por si mismo. Los ordenamientos legales están hechos para las personas y no las personas para los ordenamientos legales. Y en este sentido, las apelaciones al acatamiento al ordenamiento jurídico que se hacen resultan completamente autoritarias.
Reivindicar la democracia y el derecho a voto en unas elecciones.
Convertirlo en una verdad absoluta debería ponerse en juego con el significado que tienen unas elecciones cuyos programas electorales se incumplen sistemáticamente.
¿Cuál es el valor del derecho al voto si el gobierno votado automáticamente hace lo contrario que estaba en su programa, progrma que fue el origen del voto conseguido?
Ninguno.
El totalitarismo ejerce su dominio de una manera inteligente. Ya no se viste de uniforme como antes. Nos conmina a cumplir las leyes sin dar explicación de la justicia o verdad de las mismas. Se olvida de que las leyes deben tener una razón, un espíritu y un sentido. Se queda con la necesidad de mantener un orden establecido y no hay nada más totlaitario que éso.
El totalitarismo quiere privar a las leyes de su genealogía reduciéndolas a un mero presente eterno de acto administrativo de acatamiento.

Nana

Buenas noches a todos los valientes de esta tarde.
Todos príncipes y princesas de Maine, reinas y reyes de Nueva Inglaterra, huérfanos de sentido y verdad.
Desheredados y no considerados en la lista final del banquete que sin embargo no os resignáis, como Leónidas cuando allá en la angostura de las Termópilas la realidad mandaba callar.

Son miles las bellezas que os adornan
Fuisteis verdaderamente humanos queriendo serlo.
No callasteis ni aceptasteis la diaria ceremonia de dejar lo inconveniente suceder y pasar.
Retumbaron como tambores vuestras voces, vuestros cuerpos, vuestro ánimo y dijisteis basta.
Alzasteis los brazos como lanzas y señalasteis con el afilado dedo bendecido por un rayo de luna hacia el corazón simple y puro de las cosas y de los hechos.

No es justo y nunca lo será.
El rey está desnudo.
La evidente mentira no es verdad.
El texto escrito no es el que se ostentosamente se pronuncia.
Los canallas ya no se molestan en mentir como escribe Godard. Les basta con señalar a eso que llaman realidad.

Dormid tranquilos el sueño de los justos, un sueño que otros, los sensatos, los realistas, los formales, solo si acaso pueden comprar.
Por ahora el mundo no está a vuestra altura, pero algo esencialmente humano latió y late en vuestro ser y en estar.
La necesidad de luchar e imponerse a una realidad. No de aceptarla como una victima o un esclavo, sin mas.
Vuestro gesto es pura memoria.
Nadie recuerda a los que se conforman y se dejan llevar.
El sueño a ojos abiertos que nos hace lo que somos precisa de tierra más fértil para germinar.

lunes, septiembre 24, 2012

Los amantes crucificados

Dirigida en 1954 por Kenji Mizoguchi, "Los amantes crucificados" es un drama sobre la fatalidad y el amor romántico en el que Mizoguchi encuentra espacio para que prendan los grandes temas que animan e inspiran su cuidadosa y sentida manera de hacer cine.

Por lo visto el texto es una obra teatral del siglo XVIII que cuenta la historia, bastante triste, de Osan y Mohei. Ella es la mujer de un acaudalado empresario para quién trabaja Mohei. Una serie de coincidencias, equívocos, fatalidades e intereses contrapuestos llevará a que ambos aparezcan ante los ojos de los demás como amantes. Esta situación les colocará fuera de la ley y de la respetabilidad social creando entre ellos un vinculo que terminará convirtiéndose en el amor que todos creen existe entre ellos.

En "Los amantes crucificados" el destino parece conspirar en contra de los protagonistas para unirlos en lo que termina siendo una desgracia a los ojos de los demás y una bendición para ambos. El amor romántico se une al destino para urdir uno de esos relatos de fatalidad que tanto gustaba a Mizoguchi filmar y de paso mostrar su concepción casi naturalista del mundo, un lugar cruel e inhóspito donde priman las búsqueda de la satisfacción de las necesidades más esenciales y las pasiones más inconfesables, un lugar que termina siempre devorando a sus personajes protagonistas que son portadores de un modo diferente y altruista de ver las cosas.

El cine de Mizoguchi es consistente la persistencia en mostrar esa decadencia de unos personajes que son eminentemente buenos y que sin embargo mantienen una grandeza especial y emocionante en su persistencia casi suicida por expresarse, por ser.

"Los amantes crucificados" es una nueva edición de esa temática, en mi opinión una obra cumbre del maestro japonés, que cuenta con el amor romántico como catalizador del drama.

De obligada visión.


domingo, septiembre 23, 2012

Y por supuesto para alguno la culpa solo es del que pide un crédito que no puede pagar...

"Los informes de la inspección, incorporados al sumario abierto en la Audiencia, recalcan que las bases del gran problema financiero detectado se habían creado entre 2003 y 2007. Durante esos años, Caja Madrid se metió en una creciente espiral de concesión de créditos a la promoción inmobiliaria y a la adquisición de viviendas sin una correcta evaluación de riesgos. “Resulta patente el fracaso que se ha derivado de haber hecho pivotar la expansión de la caja en una política crediticia basada en conceder préstamos por un valor superior al 80% de la garantía (...) donde no funcionaban los filtros; se concedían préstamos para quienes, de hecho, no tenían capacidad de pago”, denuncian los inspectores."
(Leer más)

LA GENTE NO TIENE LA CULPA DE QUE LOS BANCOS TIRASEN LOS NIVELES DE CRÉDITO POR LOS SUELOS.

Pequeñas mentiras sin importancia

No puedo entender que haya alguien a quién no pueda gustarle "Pequeñas mentiras sin importancia".

Personajes bien construidos dentro de una historia de arquitectura sólida y desarrollo redondo. Encuentro de emociones, exposición de puntos de vista, el largo roce de los días, el acuerdo y el desacuerdo, la comedia y el drama... No puede haber nada mejor.

La recreación del sentir y el hacer de las clases medias acomodadas y urbanas, psicología y sociología... y de paso poner al día aquellas viejas maneras de hacer burguesas de mediados del siglo pasado ventiladas en "Las Reglas del Juego" de Jean Renoir y esa puesta al día recuerda al cine dialogado de Rohmer, Kasdan o Mankiewicz.

¿Me estoy pasando?

Seguramente un poco... pero merece la pena exagerar para celebrar la aparición de "Pequeñas mentiras sin importancia".

La experiencia y la palabra, las miradas y las voces de los actores como espectáculo.

Lo compro.

La película podría ir más allá, profundizar en la autenticidad de las existencias que cuestiona, pero se limita a volar bajo mostrando la manera en que cada uno de ellos aborda la contrariedad según el tipo de vida que llevan y conforme el tiempo va pasando.

Tampoco está mal.

Las casi dos horas y medias se me han pasado volando.... Todo está ok entonces. No debería quejarme.

No apta para los que no saben escuchar.




sábado, septiembre 22, 2012

Aquí acabará pasando igual...

"La iniciativa es una secuela de la impresionante, multitudinaria y espontánea manifestación que reventó las calles de Lisboa (y de otras ciudades portuguesas) el pasado sábado. Convocados por un puñado de asociaciones civiles a base de mensajes en Facebook y sin que midiera intermediación ninguna de ningún partido político, las protestas reunieron a más de un millón de participantes, según los cálculos de los organizadores, en una de las marchas, en cualquier caso, más numerosas en la historia democrática de Portugal. Toda la prensa portuguesa coincidió en que hubo un antes y un después de esa masiva protesta."
(Leer más)

Sin partidos políticos, sólo movimientos sociales...

Pero en el fondo hay una cuestión de timing... Ellos no son tontos.
La cuestión es si les dará tiempo a hacer todo lo que tienen que hacer antes de quemar la credibilidad de las instituciones políticas y del propio sistema en los diferentes paises que sucesivamente están pulverizando con sus vueltas de tuerca de austeridad.
No se dónde está la línea roja, pero cuando se supere y la situación sea insostenible apostarán por el crecimiento, la deuda ya no será importante y todo este tiempo será como si nunca hubiera sucedido, incluso terminarán negándolo.

Nos corresponderá a nosotros no olvidarlo.
Últimamente me da bastante pereza escribir sobre las películas que he visto. Entre otras cosas porque creo que ya las he visto y que ya he escrito cientos de veces sobre ellas.
En muchos casos, el cine ya no es un lenguaje sino una modalidad de ocio y, dentro de ellas, formando parte del grupo de los electrodomésticos.
Como a otras tantas personas, cosas e ideas, el dinero ha matado al cine.
Agrupo las pelis en este post...

Dredd
No es un remake de la pelí que a mediados de los noventas del siglo pasado protagonizó la musculosa estrella de acción Sylvester Stallone. Se recupera el personaje y el entorno apocalíptico distópico.
El resultado es una entretenida película de acción que, aun siendo previsible, se deja ver con su propuesta de un showdown entre un par de jueces encerrados en un mega edificio controlado por cientos de malos dispuestos a matarlos.
Dredd tiene el punto de las cenas que uno se hace entre semana.
Sólo me quedo con la guapa Lena Headley en un interesante papel de jefe de los malos, un rol que no suele ser ocupado por actrices. Y evito pensar que otras cosas de más provecho podría haber hecho durante la hora y media que dura la película.



Igualita a mi
A mayor gloria de la estrella local, Adrian Suar, "Igualita a mi" es una comedia romántica argentina centrada en el proceso de reconducción a la normalidad sentimental de un cuarentón solteron y peter pan. El proceso dura hora y media, por lo que estamos hablando de un proceso de choque en el que se descubrirá padre y enamorado de una mujer de su misma edad en ese corto periodo de tiempo.
Oscilando entre lo previsible y con algún que otro hallazgo, "Igualita a mi" resulta emocionante y entretenida, pero tampoco sin nada cualitativo y especial que la diferencia realmente de la penúltima comedia sentimental que estos ojos miopes han visto.
No obstante, estoy convencido que a los fans de este género les encantará y además cuenta con ese tremendo talento que los argentinos tienen para construir personajes inteligentes, que hablan muy bien y a los que apetece escuchar aunque estén justificando la pena de muerte para parados e indigentes.
Aunque, y para mi gusto (que es fan de Peckinpah un tipo que crea personajes a los que el paso del tiempo se la trae bastante floja) creo que tardan demasiado poco en convencerle.
Yo no me fiaría mucho si fuese su hija o su mujer...



Desafío total
Esta nueva versión guarda una cierta relación con Dredd.
Ya se hizo en la década de los ochentas del siglo pasado una versión del relato corto del escritor Phillip K. Dick en que se basa: "We can remember it for you wholesale". La película se hizo a mayor gloria de Arnold Scwarzenegger, la otra estrella musculosa de acción del momento.
En este caso, la nueva adaptación conserva el titulo de la película predecesora pero realiza algunos cambios en aspectos que tienen que ver con el paisaje en que sucede la historia: Marte desaparece y se construye otra utopía distópica parecida a la imaginada en juez Dredd. Un mundo inhabitable por una guerra química salvo en dos zonas: las islas británicas y el continente australiano, que es la colonia. Ambas están conectadas por una lanzadera que recorre el globo por su interior, incluso atravesando el núcleo del planeta.
Lo que es el núcleo de la historia se mantiene: un anodino y vulgar trabajador descubre que en realidad no es quien cree ser. Su identidad verdadera es la de Hauser, un agente secreto doble infiltrado en la lucha que el poder autoritario de su sociedad mantiene con los rebeldes.
Los escritores de esta película han seguido el método del Príncipe de Salina: cambiarlo todo para que todo siga igual. Y en este sentido la trama no varía en absoluto. Lo único que añade esta nueva versión, que en nada supera a su predecesora dirigida por Paul Verhoeven, es el músculo digital que muestra a la hora de recrear ese mundo superpoblado y distópico, un mundo que transparenta claramente el mundo visual del clásico "Blade Runner".
Por lo demás, "Desafío total" es una entretenida película de acción cuyo principal mérito es contar con la complicidad de los espectadores ya que la mayoría de ellos ni habrán visto la película predecesora ni por supuesto habrán leído el relato de Phillip K. Dick.
No obstante uno tiene la impresión de que uno de los posibles caminos futuros del cine en su cada vez más clara dependencia de la tecnología (y no del talento) a la hora de contar historias es repetir cada cierto tiempo las mismas historias buscando mostrar las nuevas posobilidades de la tecnología a la hora de contarlas de una manera más espectacular. Asi que no descarto un nuevo "Desafío total" dentro de cinco años.






viernes, septiembre 21, 2012

Hubo una vez un hombre
donde ahora late apenas un recuerdo,
la transparente y volátil memoria de una intención,
de un propósito, de un esfuerzo,
ante cuya melancólica presencia,
ora transparente, ora translúcida,
este mismo e implacable sol de media tarde
que con precisión todo lo muestra
parece más cierto,
convirtiendo en pura ausencia
ese desconcertado misterio encarnado
que increíblemente se descubre
arrojado por el tiempo bajo la luz,
todavía siendo.

sábado, septiembre 15, 2012

El dato numérico de las grandes manifestaciones siempre se pone en contexto con el dato de todos los que se quedan en casa... Estaría bien tener ese criterio en cuenta a la hora de valorar los datos de las elecciones generales... Quedarse en casa y no participar también es un dato que funciona para los dos casos y en las dos direcciones (no solo para la que interesa)

martes, septiembre 11, 2012

No hace mucho tiempo escuché en el capítulo primero de "Voces contra la globalización", una magnífica serie de documentales que Carlos Estevez hizo para TVE, el primer canal de la televisión pública española, sobre este conglomerado de sensibilidades, percepciones, hipótesis y teorizaciones que componen la perspectiva alternativa al pensamiento único dominante... un pensamiento único que algunos confunden con esa realidad que encuentran sospechosamente incuestionable y ante la que nada sospechosamente se postran como si fuese el nuevo Dios verdadero...

Bueno... empiezo otra vez.

No hace mucho tiempo escuché -creo- a Eduardo Galeano decir del brasileño Lula da Silva accedió al gobierno pero no al poder.

Y en esta brillante afirmación -creo- se resume el problema que tienen los responsables de los ejecutivos europeos que han accedido al gobierno durante esta crisis.

Y lo que me pareció Rajoy en su intervención pública de ayer es la prueba palmaria de la verdad inmensa que encierra esa información.

No fue tanto lo que dijo como lo que se leía entre líneas, especialmente la inseguridad de quién sabe que no sólo debe dar cuenta de las verdades que pronuncie sino también de una mentiras que también deben ser elegidas cuidadosamente.

Rajoy se apareció atribulado y atolondrado precisamente por eso, porque la cuenta de las cosas no termina en él, aunque se supone que debiera ser lo contrario porque su despacho es el del Primer Ministro del Reino de España.. pero no.

Por un momento, mientras escuchaba el escurrido runrun de la misma mierda de siempre, Rajoy se me antojó convertido en uno de esos portavoces que salen a explicar lo inexplicable mientras tras las cortinas que hay a su espalda son cuidadosamente escuchados por los que jamás darán la cara. Y en este sentido, a su alcance sólo existe la posibilidad de esgrimir un discurso que otros han diseñado y construido, de hablar con la mayor naturalidad posible un texto que en absoluto es suyo y sobre cuya precisión a la hora de repetirlo va a ser evaluado intentando insuflarle credibilidad con la purpura gubernamental que se le suponen a los labios que lo pronuncian.

Eso fue lo que me pareció Rajoy, la viva encarnación de una siniestra contradicción deviniendo por momentos a un cómico cuadro de ansiedad más propio de cualquier chupatintas atribulado que de un político lleno de verdad y autoestima que de paso preside un gobierno.

Seguramente ni siquiera puede responsabilizarse de la hora que marca el reloj despertador que todas las noches le espera en el dormitorio.

lunes, septiembre 10, 2012

The newsroom

Me gusta lo que he visto.

Es verdad que sólo he visto el primer capítulo de su nueva serie, "The Newsroom", centrada en la producción de un programa informativo por una cadena de televisión norteamericana, pero me gusta... y mucho. Incluso como siempre me ha emocionado y hecho llorar, pero eso es lo de menos.

Si en "The west wing", su obra maestra hasta el momento (y hasta terminar de ver los capítulos restantes), Sorkin quiso mostrarnos el ideal de la política y de los políticos, en "The Newsroom" tiene toda la pinta de que el creador norteamericano nos quiere mostrar cómo debiera ser el periodismo y los periodistas.

Y no deja de tener su gracia de que en el mismo día en que ningún informativo abre con los disturbios en Grecia en titulares, empiece a ver esta propuesta de Sorkin, tan llena de ética y posibilismo como en "The West Wing"... pero también rebosante de su incuestionable talento para construir personajes y hacerlos dialogar de manera brillante para expresar sus ideas y mostrarse.

Pero no me importan tanto los detalles de su genio para crear e imbricar historias llenas de personajes que resultan auténticos... aunque muchos de ellos disten de ser ciertos.

No se vosotros pero en lo que a mi respecta estoy bastante harto de sesudos vates que, tras apelar al siempre conveniente sentido de la responsabilidad, pretenden contarnos cómo las cosas son... Lo que ahora mismo necesitamos es precisamente todo lo contrario: gente valiente e irresponsable que nos recuerde cómo las cosas deben y pueden ser.

En lo social, la realidad es un concepto, un instrumento que debemos ser capaces de cambiar si no nos vale. Para eso debieran servir los regímenes políticos y las libertades.

La realidad que se impone como algo externo a la gente siempre pertenece a alguien.

Los grandes avances científicos, sociales, tecnológicos  y políticos de la humanidad siempre han implicado asumiendo el riesgo de no escuchar a todos aquellos que repiten como monitos esa voz del amo que dice que las cosas sólo pueden ser de una determinada manera.

Y como en "The West Wing" no había nada más cojonudo que ser político, en "The Newsroom" salta a la vista que no hay nada más acojonante que ser un periodista de verdad.

¡Bravo por Aaron Sorkin!


Dios bendiga Islandia

Uno de los eventos que tiene mejor prensa entre las victimas de este asalto que el neoliberalismo está haciendo de la opulenta y pública Europa, un asalto que sin duda se inició con la baja de los tipos de interés a principio de este siglo, está la gestión que de la crisis se hizo en Islandia.

Enfrentados en sus vidas diarias, muchas de las cuales ya no podían continuar en los términos en que venían siendo vividas, los islandeses no se conformaron con agachar la cabeza y aceptar esa realidad con derecho de autor que se les imponía desde arriba.

Los islandeses consiguieron entre otras cosas dos refrendos nacionales acerca de la asunción colectiva de una deuda que de pronto alguien había dejado a la puerta de cada ciudadano, por no hablar de las consecuencias políticas y penales que sus representantes políticos tuvieron que afrontar ante el escepticismo de los tantos Eichmann contemporáneos tan dispuestos a conformarse y aceptar ese escenario confeccionado por otros como si fuera propio.

"Dios bendiga Islandia" es un documental que recoge el día del proceso de contestación que desde las calles fue llevado por los propios ciudadanos indignados.

Banqueros y arruinados, las dos caras de la moneda, son entrevistados mientras la cámara sigue el día a día de contestación protagonizados por personas reales a cuyas vidas súbitamente reventadas por carta nos asomamos.

Por encima de todo, y manteniéndose en lo meramente descriptivo, "Dios bendiga Islandia" ofrece un aceptable retrato de ambiente, un retrato que especialmente recoge la manera educada con que una sociedad civilizada consigue gestionar las crisis que la afectan. Y en este sentido, documenta el éxito del modelo nórdico a la hora de producir ciudadanos valientes a la hora de expresar sus ideas y respetuosos con las opiniones de los otros.

"Dios bendiga Islandia" muestra entre sus imágenes esa contradicción, demostrando una vez más que nos adentramos en un futuro oscuro en el que lo mejor ya no siempre será lo bueno.

Interesante.



Después de todo puede hablar,
palparse el pecho
y descubrir con asombro
que una vez mas
vuelve a ser cierto.

Escucha que dicen que hará calor
mientras le cuesta desprenderse de ese olvido
que algunas veces es algo más,
es sueño,
para retomar los interminables trabajos,
las incesantes geometrías del espacio y el tiempo
que allá fuera le esperan con la consistencia fugaz
de las formas imaginadas en las nubes del cielo.

The Borgias

Por lo visto, el irlandés Neil Jordan intentó durante varios años convertir en película la historia de esta familia noble, los Borgia, de orígen valenciano, que se hicieron con el control de la Roma renacentista y de la sede papal. Al final, Jordan encontró financiación para su proyecto en la televisión y lo que al principio fue visto como un golpe al proyecto finalmente terminó resultando un afortunado acontecimiento del destino.

Jordan ha hecho de la necesidad virtud escribiendo una historia que siempre necesitó ser contada... porque, y entre otras cosas, había mucho que contar porque los protestantes del Norte existen por una razón y en este sentido la moral, inmoral y amoral historia de los Borgia forma parte del proceso de deterioro que la institución católica vivió desde finales de la Edad Media, un deterioro que se concretó en el Renacimiento y que tuvo uno de sus jalones más relevantes en el acceso de esta familia al trono de San Pedro.

Porque la familia Borgia era una familia más en el contexto de la Italia renacentista, entregada a las intrigas necesarias como para procurar el control y la supervivencia... Sforza, Colonna u Orsini... Lo único que le puso las cosas más difíciles a los Borgia era el hecho de no ser italianos sino españoles de ascendencia aragonesa y valenciana.

Borgía sería Borja en castellano.

En su lucha por ese control de fortunas y recursos dentro de Roma llevo a Alejandro Borgia a convertirse en Papa y es aquí donde comienza la serie, dedicándose en su primera temporada a mostrar la oposición que semejante nombramiento encuentra en la propia Roma y fuera de Roma asi como los esfuerzos de Alejandro (Jeremy Irons) por asegurar la viabilidad del éxito de su familia.

Y no había nada espiritual en un papa Borgia que es más un señor terrenal entregado a la política traicionera de las alianzas tan usual en la Italia renacentista que otra cosa... Un señor terrenal que además cuenta con mujer, hijos y amante, la bella Giulia Farnese y que no tendrá el menor escrúpulo en hacer lo que sea necesario por mantener el poder ayudado especialmente por su hijo Cesare y su asesino Micheletto.

Y lo necesario nada tiene que ver con el reino de Dios en la tierra sino con los siete pecados capitales, que igual componen una lista que se queda corto y merced al esfuerzo de los Borgias debiera ser ampliada.

La gota que colmo el vaso y que provocó la disidencia protestante fue la construcción del propio símbolo de la iglesia, la Basílica de San Pedro, para cuya posibilidad y financiación los sucesores de Alejandro no dudaron en traficar con lo más sagrado, pero la existencia de los Borgia ya sienta un fascinante precedente.

Y tampoco es de extrañar que Neil Jordan con su fascinación por todas las historias de lo heterodoxo encuentre en los Borgia un maravilloso espacio afortunado en el que suceden decenas de encuentros con lo desviado en el mismísimo corazón donde nace la autoridad de o moral, lo ortodoxo.

La ironía está ahí, siempre, animando el latir ladino y desconfiado de un relato que convierte al pecado en algo cotidiano.

Brillante.

jueves, septiembre 06, 2012

Queda ya muy poco de aquel sueño,
porciones, pedazos,
un desorden de fragmentos
intentando con desesperación
componer un sentido cierto,
cuerpos vacíos
demasiado tarde
o a destiempo habitados,
sombras destempladas
que apenas rozan el suelo

miércoles, septiembre 05, 2012

Y sucede la espera,
Suceden esos días inmóviles
En los que el tiempo parece no contar
(pero cuenta),
se transparenta
(pero permanece),
mientras escasea la certeza
sobre la mesa donde la cena yace,
dispuesta y polvorienta.
aguardando a los invitados
que, uno por uno, educadamente
excusan sus prescindibles presencias
en la desnudez helada de cada hora en punto
silenciosamente por los relojes pronunciada.

sábado, septiembre 01, 2012

El último metro

Dirigida en 1980 por François Truffaut, "El último metro" es una de las últimas películas que el director francés puso en marcha antes de morir en 1984 de un tumor cerebral, en concreto la antepenúltima.

Lo que nos cuenta "El último metro" es una película coral sobre la vida en el París ocupado por los alemanes durante la II Guerra Mundial, pero hay algo más. Sobre ese duro y difícil escenario en el que los destinos y las historias se entrecruzan, el director francés despliega un homenaje al teatro en toda la extensión de la palabra, convirtiendo reduciendo ese escenario a un escenario de verdad puesto que la historia sucede en torno a un teatro y su propietaria Marion Steiner (Catherine Deneuve) quién tiene a su marido Lucas, un famoso director teatral, escondido en el sótano puesto que es judío mientras que arriba pone en marcha una nueva obra bajo su oculta dirección.

Los destinos que se entrecruzan son los de los miembros de la compañía, cada uno con su propia circunstancia, intentando sobrevivir y relacionándose los unos con los otros de acuerdo con necesidades, preferencias y rechazos.

Hay bastante de "La noche americana", una de las obras más emblemáticas de Truffaut, en "El último metro", fundamentalmente esa convivencia de la realidad con la ficción que en la primera sucedía en un más corto espacio de tiempo, durante el rodaje de una película, mientras que en esta que nos ocupa sucede en un periodo de tiempo mayor, la puesta en marcha de la obra teatral. Pero ambas comparten el mismo "corpus", las relaciones entre personas que luego se convierten en personajes cuando la realidad deviene a escenario.

Sobre esta base Truffaut añade el entorno espacio-temporal como escenario donde sucede la verdad de las personas, escenario donde se encuentra ese teatro que a su vez contiene otro escenario, el lugar de la representación y de los personajes.

En este sentido, no puede decirse que "El último metro" cuente con un planteamiento original, siendo en su esencia una revisitación que el director francés realiza a un ámbito narrativo que es de su agrado, pero lo cierto es que la película se ve con interés hasta un maravilloso final en que realidad y ficción se confunden en la sorprendida mirada del espectador.

Buena.