La inflación como forma de poder
La política lucha contra la inflación donde no nace: en la economía real. Al hacerlo, no corrige el problema, pero gana control. El precio se convierte en su nueva herramienta de poder: un mecanismo que redistribuye riqueza hacia arriba y disciplina a la población por abajo. En una entrada anterior. Inflar el vacío vimos cómo la inflación contemporánea nace de la financiarización: un sistema donde el valor se emancipa de la producción y se ancla en la especulación financiera. Esa fractura entre economía real y economía financiera es el punto de partida para entender la inflación actual.. Sin embargo, el discurso político sigue tratando la inflación como si fuera un fenómeno de la economía real: exceso de gasto, salarios altos, consumo desbordado. Esa confusión no es un error; es una estrategia. La política combate una inflación que no puede controlar —porque su origen está en los mercados financieros— actuando sobre aquello que sí puede disciplinar: el trabajo, el consumo y...