Entradas

Cuando la lealtad se convierte en servidumbre: la rendición moral de Europa

Imagen
Durante décadas, la alianza atlántica se presentó como un pacto de libertad y prosperidad compartida. Hoy, esa narrativa se desmorona: Washington ya no lidera, administra su decadencia a costa de sus socios. Europa, convertida en cliente cautivo, paga el precio de una hegemonía que sobrevive saqueando el orden que creó. A lo largo de esta serie hemos documentado la transformación de la alianza atlántica en un sistema de subordinación económica, militar y política. Vimos el patrón histórico: Washington trata a sus aliados como instrumentos desechables (cap. 2). Analizamos el sabotaje del Nord Stream como destrucción deliberada de la autonomía energética europea (cap. 3). Estudiamos la guerra de Ucrania como conflicto por delegación donde Europa paga y Washington decide (cap. 4). Examinamos la OTAN como arquitectura de control que permite gastar más sin decidir nada (cap. 5). Explicamos la mutación de la hegemonía estadounidense en sistema de rentismo imperial (cap. 6). Y cuantific...

Inflar el vacío

Imagen
La inflación ya no mide la vitalidad de las economías, sino su agotamiento. En China, los precios se mantienen estables porque el Estado sigue controlando la producción y el crédito; en Europa, suben porque el sistema financiero se ha emancipado de la realidad. La inflación moderna no nace del exceso de dinero, sino del vacío que deja una economía cuando deja de producir valor y empieza a vivir de inflar sus propias ficciones. Durante medio siglo nos repitieron que la inflación era un exceso de dinero, un desequilibrio pasajero que podía corregirse subiendo tipos o moderando el gasto público. Pero la inflación contemporánea no tiene nada que ver con eso. Hoy los precios no suben porque la economía esté recalentada, sino porque el sistema financiero ha perdido todo anclaje en la economía real. No estamos ante un signo de expansión, sino ante un síntoma de decadencia. Cuando la inflación era vida En los años cincuenta y sesenta, cierta inflación era casi una buena noticia. Significaba qu...

Ucrania y la economía de la atención: librando la guerra para los inversores

Imagen
Cada ofensiva que Ucrania lanza tiene dos frentes: uno militar y otro simbólico. El primero decide poco; el segundo decide la financiación. En una guerra que ya se libra para los inversores, la victoria se mide en titulares, no en kilómetros. La economía de la atención ha reemplazado la estrategia. Hace unos días, dos helicópteros ucranianos y una veintena de fuerzas especiales fueron enviados a una misión absurda: retirar una bandera rusa del cartel de entrada a Pokrovsk. No era una acción militar: era una escenificación. Un gesto dirigido no al enemigo, sino a los aliados, para demostrar que Ucrania todavía conserva iniciativa, que aún golpea, que aún puede exhibir control. Esa imagen —una bandera arrancada a costa de vidas expertas— resume una deriva más profunda: la de una guerra que ya no se libra hacia adentro, sino hacia fuera. La lógica de las operaciones-mensaje La anécdota de Pokrovsk no sería tan relevante si no formara parte de una tendencia más amplia: la sucesión ...

Los que odian al Estado… mientras paga sus facturas

Imagen
El antiestatismo se ha convertido en una forma de rentismo político y económico. Su plan funciona. Tras la retórica de la libertad, se esconde una estrategia: vivir del Estado negando su existencia . Hay un tipo de discurso político que prospera en todas partes: el que denuncia al Estado mientras vive de él . No hablo de anarquistas coherentes ni de liberales clásicos preocupados por los límites del poder. Hablo de una corriente que ha hecho del antiestatismo su identidad, pero cuyo modelo económico real consiste en privatizar beneficios y socializar costes . Es la ideología del empresario que cobra subvenciones mientras denuncia “la cultura de la paguita”. Del político que promete “adelgazar el Estado” desde un escaño pagado con impuestos. Del lobby energético que exige “libre competencia” después de décadas de tarifas reguladas y rescates públicos. Y del académico que predica el fin de lo público desde una cátedra pública. El Estado como botín, no como enemigo Este antiestatismo co...

Aliado o cliente - El precio de la fidelidad (VII)

Imagen
Europa paga hoy el precio de su fidelidad. En apenas tres años, el Viejo Continente ha transferido a Estados Unidos más de un billón de euros en energía, armamento, inversiones y poder político. Lo que se presentó como una alianza de defensa mutua se ha convertido en una arquitectura de extracción: Washington cobra por proteger, impone su agenda y convierte la obediencia europea en fuente de rentas. La lealtad se ha transformado en sumisión, y la fidelidad, en una forma elegante de servidumbre. En la entrega anterior vimos cómo la hegemonía estadounidense ha mutado en un sistema de rentismo imperial: ya no protege, sino que cobra por mantener dependencias. Europa es hoy una fuente de rentas energéticas, militares y políticas. Lo que vive no es un accidente histórico, sino la versión actualizada de una vieja constante: para Washington, los aliados son instrumentos, no socios. Estados Unidos nunca ha tenido amigos permanentes, solo utilidades temporales. Y cuando un aliado deja de se...

La economía va bien. La democracia, no tanto.

Imagen
La financiarización no solo transformó la economía: redefinió la democracia. El poder ya no fluye desde los ciudadanos hacia el Estado, sino desde los mercados hacia los gobiernos. Gobernar se ha vuelto un ejercicio de obediencia contable: equilibrar los números, aunque se desequilibre la vida. En las democracias contemporáneas ya no se gobierna para los ciudadanos, sino para l os mercados. La política económica ha cambiado de sujeto: donde antes estaba el pueblo, hoy está el capital financiero. El voto que decide el rumbo de un país ya no se emite cada cuatro años en una urna, sino cada mañana en las pantallas que muestran la prima de riesgo, el precio de la deuda o la cotización del dólar. El nuevo soberano no tiene rostro, pero sí poder. Y su lenguaje es el de la macroeconomía. El poder ha cambiado de dirección: ya no asciende desde las urnas, sino que desciende desde los mercados financieros. La financiarización como nuevo régimen político Durante el siglo XX, el Estado era el ...

El espejismo del control: Europa se sanciona a sí misma en la guerra tecnológica

Imagen
La nacionalización de Nexperia revela una Europa que confunde soberanía con autolesión: el gesto político sustituye a la estrategia industrial. En octubre de 2025, el gobierno neerlandés anunció una medida inédita: la intervención de Nexperia , un fabricante de semiconductores con sede en Nijmegen y propiedad del grupo chino Wingtech Technology . Amparado en la Goods Availability Act , el Estado asumió el control temporal de la empresa alegando “deficiencias graves de gobernanza” y “riesgo para la seguridad nacional”. En apariencia, fue un acto de soberanía: proteger un activo estratégico frente a la penetración china. En la práctica, fue otro episodio del espejismo occidental de control : sancionar lo que ya no se domina. Una decisión legal, pero no real La ley invocada permite intervenir empresas cuya actividad sea esencial para la seguridad económica o el suministro de bienes críticos. Fue la primera vez que se aplicó en el sector tecnológico neerlandés. Pero Nexperia no fabric...