DARK SHADOWS
Por encima de todo, "Dark Shadows" es una película desigual que cuenta con algún momento bueno y algunos no tan buenos que suceden en esa atmósfera gótica "non stop" ya propia del cine de Tim Burton y que parece saltar de película en película para convertirse en el persistente paisaje, marca de la casa, donde suceden las historias que el director norteamericano narra.
Basada en los personajes de una serie de televisión de la década de los sesentas del siglo pasado, una serie que no conozco, "Dark Shadows" cuenta la historia del vampiro Barnabas Collins cuya vida se ve destrozada por una bruja despechada que asesina a su amada, le condena a la vida eterna y no teniendo bastante le entierra para los restos en un ataúd de hierro... como para disgustar a una bruja.
Doscientos años mas tarde Barnabas es encontrado y liberado en los Estados Unidos de los sesentas. Allí encontrará a lo que queda de su familia que también padece la inagotable ira de la despechada bruja para quién esos doscientos años parecen no ser nada.
Como comento, "Dark Shadows" no figura -a mi entender- entre lo mejor de su director, Tim Burton.
A ratos resulta entretenida, moviéndose siempre dentro de lo previsible y con un cierto aire de imposible gótico "vaudeville" que podría haber dado más de si en sus idas y venidas entre lo normal y lo paranormal optando más claramente por la comedia a tumba abierta y renunciando a un hasta cierto punto melodrama romántico que lastra el sentido de la narración con su antética y desesperada propuesta de vida o muerte.
"Dark Shadows" se queda entre dos aguas y -creo- esa falta de indentidad incapacita al relato para llegar de una manera más completa, compacta y homogénea al espectador. No mezclan bien los géneros como en otras películas de Burton como "Mars Attacks".
Pero no nos pongamos estupendos... "Dark Shadows" es un producto lo suficientemente competente como para resultar entretenido.
Por encima de todo, "Dark Shadows" es una película desigual que cuenta con algún momento bueno y algunos no tan buenos que suceden en esa atmósfera gótica "non stop" ya propia del cine de Tim Burton y que parece saltar de película en película para convertirse en el persistente paisaje, marca de la casa, donde suceden las historias que el director norteamericano narra.
Basada en los personajes de una serie de televisión de la década de los sesentas del siglo pasado, una serie que no conozco, "Dark Shadows" cuenta la historia del vampiro Barnabas Collins cuya vida se ve destrozada por una bruja despechada que asesina a su amada, le condena a la vida eterna y no teniendo bastante le entierra para los restos en un ataúd de hierro... como para disgustar a una bruja.
Doscientos años mas tarde Barnabas es encontrado y liberado en los Estados Unidos de los sesentas. Allí encontrará a lo que queda de su familia que también padece la inagotable ira de la despechada bruja para quién esos doscientos años parecen no ser nada.
Como comento, "Dark Shadows" no figura -a mi entender- entre lo mejor de su director, Tim Burton.
A ratos resulta entretenida, moviéndose siempre dentro de lo previsible y con un cierto aire de imposible gótico "vaudeville" que podría haber dado más de si en sus idas y venidas entre lo normal y lo paranormal optando más claramente por la comedia a tumba abierta y renunciando a un hasta cierto punto melodrama romántico que lastra el sentido de la narración con su antética y desesperada propuesta de vida o muerte.
"Dark Shadows" se queda entre dos aguas y -creo- esa falta de indentidad incapacita al relato para llegar de una manera más completa, compacta y homogénea al espectador. No mezclan bien los géneros como en otras películas de Burton como "Mars Attacks".
Pero no nos pongamos estupendos... "Dark Shadows" es un producto lo suficientemente competente como para resultar entretenido.