"Un año de angustiosa sequía, en el pueblo vecino de Castelceras, el vecindario, con los curas a la cabeza, organizó una rogativa para pedir la gracia de un chaparrón. Aquel día, negras nubes se cernían sobre el pueblo. La rogativa parecía casi inútil.
Desgraciadamente, antes de que terminara la procesión, se habían disipado las nubes y volvía a lucir un sol abrasador. Entonces, como los que hay en todos los pueblos, cogieron la imagen de la virgen que abría el cortejo y, al pasar por un puente, la tiraron al río Guadalope."
(Mi último suspiro, Luis Buñuel)
miércoles, agosto 09, 2006
FINDING NEVERLAND
No había podido verla hasta ahora.
Ignoro la razón, pero siempre supe que me gustaría mucho y no me he equivocado en lo más mínimo. Me encanta.
La película narra el efecto que la personalidad del dramaturgo J.M. Barrie tiene sobre una familia compuesta por una viuda y sus cuatro hijos... y también el efecto que esa misma familia tiene sobre el escritor.
Mientras escribo me viene a la mente una frase de William Burroughs:
"De alguna manera los escritores son seres poderosos. Escriben el guión de la película de la realidad"
Con su sublimación de la fantasía y de la imaginación, Barrie reescribe el guión de la vida de esa familia desgraciada, maltratada por la suerte y el destino. Les ayuda a vivir mejor haciéndoles más felices, hablándoles del país de Nuncajamás... En si, la película es sublimante. Imaginación y realidad se confunden para arrojar más luz sobre la vida de los personajes y permitirles avanzar hacia delante en el tiempo.
Barrie no es un loco. Es un hombre callado y taciturno que recurre a la imaginación como otros recurren al alcohol o a los paquetes de vacaciones.
Su personaje reivindica la imaginación como un acto de pura subversión heterodoxa, una especie de desacato contra el omnímodo poder que sobre el frágil ser humano ejercen el destino y el tiempo.
La fantasía se convierte en un acto de autodefensa que implica un consciente abandono de todo pragmatismo y posibilismo, de toda sensatez, en busca del país de Nuncajamás, en busca de la infancia, cuando eramos auténticamente poderosos porque no sabíamos nada del tiempo ni del morir.
La propuesta de Barrie es encontrar ese pequeño rescoldo, a ese Tom Sawyer que todos llevamosa dentro para que nos ayude a bajar el río que constantemente nos lleva, para descansar a su lado y poder tener el más tranquilo de los sueños junto a su sonrisa eterna.... mientras los relojes continúan tejiendo a nuestro alrededor una tela de araña cada vez más cierta.
Me gusta Finding Nerveland.
Me fascina su emocionante apuesta por la imaginación... porque quizás tenerla es más importante para vivir de lo que se piensa.
No había podido verla hasta ahora.
Ignoro la razón, pero siempre supe que me gustaría mucho y no me he equivocado en lo más mínimo. Me encanta.
La película narra el efecto que la personalidad del dramaturgo J.M. Barrie tiene sobre una familia compuesta por una viuda y sus cuatro hijos... y también el efecto que esa misma familia tiene sobre el escritor.
Mientras escribo me viene a la mente una frase de William Burroughs:
"De alguna manera los escritores son seres poderosos. Escriben el guión de la película de la realidad"
Con su sublimación de la fantasía y de la imaginación, Barrie reescribe el guión de la vida de esa familia desgraciada, maltratada por la suerte y el destino. Les ayuda a vivir mejor haciéndoles más felices, hablándoles del país de Nuncajamás... En si, la película es sublimante. Imaginación y realidad se confunden para arrojar más luz sobre la vida de los personajes y permitirles avanzar hacia delante en el tiempo.
Barrie no es un loco. Es un hombre callado y taciturno que recurre a la imaginación como otros recurren al alcohol o a los paquetes de vacaciones.
Su personaje reivindica la imaginación como un acto de pura subversión heterodoxa, una especie de desacato contra el omnímodo poder que sobre el frágil ser humano ejercen el destino y el tiempo.
La fantasía se convierte en un acto de autodefensa que implica un consciente abandono de todo pragmatismo y posibilismo, de toda sensatez, en busca del país de Nuncajamás, en busca de la infancia, cuando eramos auténticamente poderosos porque no sabíamos nada del tiempo ni del morir.
La propuesta de Barrie es encontrar ese pequeño rescoldo, a ese Tom Sawyer que todos llevamosa dentro para que nos ayude a bajar el río que constantemente nos lleva, para descansar a su lado y poder tener el más tranquilo de los sueños junto a su sonrisa eterna.... mientras los relojes continúan tejiendo a nuestro alrededor una tela de araña cada vez más cierta.
Me gusta Finding Nerveland.
Me fascina su emocionante apuesta por la imaginación... porque quizás tenerla es más importante para vivir de lo que se piensa.
martes, agosto 08, 2006
"Me volví hacia la extensión de tierras y me pregunté hasta dónde ir. Exactamente la misma pregunta que me hice antes, cuando nadaba en el océano. ¿A partir de qué lugar empieza a ser peligroso seguir alejándose? Y comprendí que uno se lo pregunta cuando ya empieza a creer que ha ido demasiado lejos."
(Crónicas de Motel, Sam Shepard)
(Crónicas de Motel, Sam Shepard)
Me he dado cuenta de que no escribo historias.
He comprendido que sobre el papel filmo viejas películas de la Republic o la Monogram, pequeñas serie B que imagino en blanco y negro y que se suceden aceleradamente en mi imaginación sin vocación de trascendencia ni permanencia.
No hay metáforas escondidas ni secretos detrás de la puertas.
Sólo relato.
He comprendido que sobre el papel filmo viejas películas de la Republic o la Monogram, pequeñas serie B que imagino en blanco y negro y que se suceden aceleradamente en mi imaginación sin vocación de trascendencia ni permanencia.
No hay metáforas escondidas ni secretos detrás de la puertas.
Sólo relato.
sábado, agosto 05, 2006
Una historia de Brooklyn
La película cuenta cómo afecta a los miembros de una familia, compuesta por un matrimonio y sus dos hijos varones, la descomposición de ésta causada por la repentina separación de los padres. Y lo hace con interés. No podía ser de otra forma. Su guionista y director, Noah Bumbach es co-responsable junto con Wes Anderson de la escritura de la maravillosa "The life aquatic wuth Steve Zissou".
Ambas películas tienen mucho en común, principalmente un sentido del humor ácido y especial que me encanta.
Del mismo modo que Zissou asistía con cínica estolidez a la puesta por obra de su naufragio ante los acantiliados del tiempo, los personajes de "Una historia de Brooklyn" ("The Squid and the Whale" en su titulo original) muestran esa misma actitud ante la separación y también ante el modo en que ésta termina por afectarles a todos ellos. Ellos también naufragan e intentan sobrevivir, seguir adelante de la mejor forma que pueden.
Basada en los pequeños detalles, en las anécdotas y en las situaciones cotidianas, la película adquiere el fascinante carácter de un documental emocional que muestra el tránsito desde la certidumbre de una situación cerrada de familia constituida (cada personaje es padre, madre e hijo y en función de esa situación todo tiene un sentido) a la incertidumbre de una situación más abierta en la que ya nada es lo que era, una incertidumbre finalmente aceptada por todos, pasando por el violento desorden emocional de la descomposición... Todo ello vestido con la especial mirada de Bumbach, una mirada que merced a su inteligencia empática a veces consigue sacarnos una sonrisa entre mirada y mirada.
La película cuenta cómo afecta a los miembros de una familia, compuesta por un matrimonio y sus dos hijos varones, la descomposición de ésta causada por la repentina separación de los padres. Y lo hace con interés. No podía ser de otra forma. Su guionista y director, Noah Bumbach es co-responsable junto con Wes Anderson de la escritura de la maravillosa "The life aquatic wuth Steve Zissou".
Ambas películas tienen mucho en común, principalmente un sentido del humor ácido y especial que me encanta.
Del mismo modo que Zissou asistía con cínica estolidez a la puesta por obra de su naufragio ante los acantiliados del tiempo, los personajes de "Una historia de Brooklyn" ("The Squid and the Whale" en su titulo original) muestran esa misma actitud ante la separación y también ante el modo en que ésta termina por afectarles a todos ellos. Ellos también naufragan e intentan sobrevivir, seguir adelante de la mejor forma que pueden.
Basada en los pequeños detalles, en las anécdotas y en las situaciones cotidianas, la película adquiere el fascinante carácter de un documental emocional que muestra el tránsito desde la certidumbre de una situación cerrada de familia constituida (cada personaje es padre, madre e hijo y en función de esa situación todo tiene un sentido) a la incertidumbre de una situación más abierta en la que ya nada es lo que era, una incertidumbre finalmente aceptada por todos, pasando por el violento desorden emocional de la descomposición... Todo ello vestido con la especial mirada de Bumbach, una mirada que merced a su inteligencia empática a veces consigue sacarnos una sonrisa entre mirada y mirada.
miércoles, agosto 02, 2006
Repasando viejos periódicos tengo un desagradable encuentro: el rostro de ese terrorista asesino llamado "Txapote".
Tras el espectáculo de absurdo y brutalidad dado en la audiencia nacional por él, su novia y sus amigos, no puedo por más que preguntarme si las personas con las que nuestro gobierno está empezando a negociar el fin de terrorismo serán como ese Txapote, vivirán en su terrible realidad virtual de buenos y malos, de humilladosy ofendidos, de eterna demanda de justicia... Me pregunto si acabarán considerando la necesaria demanda de sol y buen tiempo como aspectos incuestionables de la negociación.
Tras el espectáculo de absurdo y brutalidad dado en la audiencia nacional por él, su novia y sus amigos, no puedo por más que preguntarme si las personas con las que nuestro gobierno está empezando a negociar el fin de terrorismo serán como ese Txapote, vivirán en su terrible realidad virtual de buenos y malos, de humilladosy ofendidos, de eterna demanda de justicia... Me pregunto si acabarán considerando la necesaria demanda de sol y buen tiempo como aspectos incuestionables de la negociación.
lunes, julio 31, 2006
PARIS HILTON
Maravillosa y muy recomendable la entrevista a la rica heredera que publica el dominical del diario "El Mundo".
Las perlas se suceden una detrás de otra... "Una chica debe tener un visión en el armario, un jaguar en el garaje, un tigre en la cama y un asno que corra con todos los gastos" ... Para muestra este estupendo botón.
No la subestimen.
Ella es una de esas rubias que, como escribió la gran Anita Loos, prefieren todos los caballeros.
Escuchándola parece que por su boca está hablando uno de esos personajes frivolos y astutos que pululaban por la sofisticada comedia americana de la década d elos cuarentas y los cincuentas, en blanco y negro o en Technicolor: "Cómo casarse con un millonario?", "La costilla de Adán", "La mujer del año" o "Historia de Filadelfia"
Muchas de sus contestaciones parecen diálogos escritos por Ruth Gordon, Garson Kanin, Donald Ogden Stewart o la propia Anita Loos... Réplicas rápidas, inteligentes y llenas de intención que te sorprenden, que te hacen pensar que las apariencias engañan y que debajo de la intrascendente frivolidad de un actitud impúdicamente mundana hay vida inteligente.
Lo tiene claro. Sabe lo que quiere.... Y lo está consiguiendo: "Yo no quiero ser famosa, sólo quiero ganar mucho dinero"
Bien por ella, bien por su guionista o bien por los dos... que cualquier cosa es posible en este mundo nuestro donde la verdad ya es una mentira pronunciada el número necesario de veces y con la precisa convicción ante el público adecuado y en el momento más oportuno.
En cualquier caso, Paris Hilton es todo un personaje.
Maravillosa y muy recomendable la entrevista a la rica heredera que publica el dominical del diario "El Mundo".
Las perlas se suceden una detrás de otra... "Una chica debe tener un visión en el armario, un jaguar en el garaje, un tigre en la cama y un asno que corra con todos los gastos" ... Para muestra este estupendo botón.
No la subestimen.
Ella es una de esas rubias que, como escribió la gran Anita Loos, prefieren todos los caballeros.
Escuchándola parece que por su boca está hablando uno de esos personajes frivolos y astutos que pululaban por la sofisticada comedia americana de la década d elos cuarentas y los cincuentas, en blanco y negro o en Technicolor: "Cómo casarse con un millonario?", "La costilla de Adán", "La mujer del año" o "Historia de Filadelfia"
Muchas de sus contestaciones parecen diálogos escritos por Ruth Gordon, Garson Kanin, Donald Ogden Stewart o la propia Anita Loos... Réplicas rápidas, inteligentes y llenas de intención que te sorprenden, que te hacen pensar que las apariencias engañan y que debajo de la intrascendente frivolidad de un actitud impúdicamente mundana hay vida inteligente.
Lo tiene claro. Sabe lo que quiere.... Y lo está consiguiendo: "Yo no quiero ser famosa, sólo quiero ganar mucho dinero"
Bien por ella, bien por su guionista o bien por los dos... que cualquier cosa es posible en este mundo nuestro donde la verdad ya es una mentira pronunciada el número necesario de veces y con la precisa convicción ante el público adecuado y en el momento más oportuno.
En cualquier caso, Paris Hilton es todo un personaje.
sábado, julio 29, 2006
"Todo está lleno a la vez de luz y de noche oscura"
(Parménides)
Eres la suma de tus éxitos y también de tus fracasos.
"El mito central de nuestra cultura es la expulsión del Paraíso. Pero nadie quiere creerlo, nadie quiere que ese sea el mito central de nuestra cultura, y que represente una Caída, que este mundo sea la manifestación de una Caída: caemos del nacimiento a la muerte, del sueño al fracaso, de la salud a la enfermedad. No estamos en el Paraíso. Pero nadie quiere aceptarlo. Esta cultura se niega a aceptar la muerte. Y este es el mito central de nuestra cultura: tanto la Crucifixión como la expulsión del Paraíso, pero nos negamos a afirmar que hemos sido arrojados del Paraíso y desarrollamos teorías utópicas, socialismo, fascismo, democracia, desarrollamos posibilidades utópicas que nos devuelven el Paraíso, pero hay una grieta en todas las cosas, pòrque este es el Reino de la Grieta, el Reino del Fracaso, este es el Reino de los Muertos y a menos que afirmemos el fracaso y la muerte, vamos a ser muy desdichados. Cuanto más afirmemos la muerte,más felices seremos. Cuanto más afirmemos el fracaso, más exito tendremos."
(Leonard Cohen)
La vida no es sólo un asunto de luz.
(Parménides)
Eres la suma de tus éxitos y también de tus fracasos.
"El mito central de nuestra cultura es la expulsión del Paraíso. Pero nadie quiere creerlo, nadie quiere que ese sea el mito central de nuestra cultura, y que represente una Caída, que este mundo sea la manifestación de una Caída: caemos del nacimiento a la muerte, del sueño al fracaso, de la salud a la enfermedad. No estamos en el Paraíso. Pero nadie quiere aceptarlo. Esta cultura se niega a aceptar la muerte. Y este es el mito central de nuestra cultura: tanto la Crucifixión como la expulsión del Paraíso, pero nos negamos a afirmar que hemos sido arrojados del Paraíso y desarrollamos teorías utópicas, socialismo, fascismo, democracia, desarrollamos posibilidades utópicas que nos devuelven el Paraíso, pero hay una grieta en todas las cosas, pòrque este es el Reino de la Grieta, el Reino del Fracaso, este es el Reino de los Muertos y a menos que afirmemos el fracaso y la muerte, vamos a ser muy desdichados. Cuanto más afirmemos la muerte,más felices seremos. Cuanto más afirmemos el fracaso, más exito tendremos."
(Leonard Cohen)
La vida no es sólo un asunto de luz.
Había salido cruz.
No huiría.
Le reconfortó haber recuperado su vida: su ático, su negocio, su mulata…
Todo estaba allí, le pertenecía de nuevo.
Por un momento se lo había negado, pero el azar le acababa de permitir recuperarlo en un fugaz golpe de moneda.
Era maravilloso estar vivo en Concepción, tumbado junto a los espumosos y perfumados pies del mar eterno e inmutable que como un ojo azul de mirada profunda le miraba desde los jardines más recónditos de la historia.
Era maravilloso tener suerte.
No se marcharía, pero aún no había terminado.
Ahora Da Silva debía decidir si se presentaba ante sus buscadores o serían ellos quienes tendrían que encontrarle.
Decidió que sería cara lo primero y cruz lo segundo.
La moneda descansaba en el fondo de su puño cerrado.
Sentado en una tumbona de su terraza, la mirada se le perdía en el cielo cada vez más azul.
Por un momento se preguntó si se trataba de una mañana más. Tenía dudas. Quizás, éste que acababa de ver nacer fuese uno de esos días diferentes en que todo cambiaba para mal o para bien… Enseguida dejó de preocuparse. En unas horas lo sabría.
Cara.
Cruz.
Con cuidado lanzó la moneda al aire.
Una gaviota estuvo a punto de llevársela prendida del pico.
Cuando cayó brillando como una estrella sobre su palma, lo hizo sobre su cara, la de algún antiguo presidente que ya nadie recuerda. Quizá, el liberador de todo el territorio. Seguramente algún importante reformador del pasado siglo. En cualquier caso, historia escrita por los vencedores y poder para escribirla.
La suerte estaba por completo echada
Había salido cruz.
Serían ellos los que tendrían que buscarle.
Y con la ayuda de Cebrían lo tendrían muy fácil. Sus labios se convertirían en el camino más recto y seguro hacia él. Serían la línea más recta.
La curiosidad de saber el por qué vibraba aleteante en algún lugar no muy apartado de su conciencia.
Iría al chiringuito y allí les esperaría.
Bebiendo y contando velas blancas sobre el mar.
No huiría.
Le reconfortó haber recuperado su vida: su ático, su negocio, su mulata…
Todo estaba allí, le pertenecía de nuevo.
Por un momento se lo había negado, pero el azar le acababa de permitir recuperarlo en un fugaz golpe de moneda.
Era maravilloso estar vivo en Concepción, tumbado junto a los espumosos y perfumados pies del mar eterno e inmutable que como un ojo azul de mirada profunda le miraba desde los jardines más recónditos de la historia.
Era maravilloso tener suerte.
No se marcharía, pero aún no había terminado.
Ahora Da Silva debía decidir si se presentaba ante sus buscadores o serían ellos quienes tendrían que encontrarle.
Decidió que sería cara lo primero y cruz lo segundo.
La moneda descansaba en el fondo de su puño cerrado.
Sentado en una tumbona de su terraza, la mirada se le perdía en el cielo cada vez más azul.
Por un momento se preguntó si se trataba de una mañana más. Tenía dudas. Quizás, éste que acababa de ver nacer fuese uno de esos días diferentes en que todo cambiaba para mal o para bien… Enseguida dejó de preocuparse. En unas horas lo sabría.
Cara.
Cruz.
Con cuidado lanzó la moneda al aire.
Una gaviota estuvo a punto de llevársela prendida del pico.
Cuando cayó brillando como una estrella sobre su palma, lo hizo sobre su cara, la de algún antiguo presidente que ya nadie recuerda. Quizá, el liberador de todo el territorio. Seguramente algún importante reformador del pasado siglo. En cualquier caso, historia escrita por los vencedores y poder para escribirla.
La suerte estaba por completo echada
Había salido cruz.
Serían ellos los que tendrían que buscarle.
Y con la ayuda de Cebrían lo tendrían muy fácil. Sus labios se convertirían en el camino más recto y seguro hacia él. Serían la línea más recta.
La curiosidad de saber el por qué vibraba aleteante en algún lugar no muy apartado de su conciencia.
Iría al chiringuito y allí les esperaría.
Bebiendo y contando velas blancas sobre el mar.
POSEIDÓN
En 1972, Irwin Allen produjo "La aventura del Poseidón" inaugurando con el éxito obtenido uno de los géneros más típicos de la década de los setentas: el cine de catastrofes.
La película se basaba en un libro homónimo de Paul Gallico publicado el año 1969, quién a su vez se inspiró en la leyenda marina de las grandes olas y en un suceso que vivió viajando por el Atlántico en el "Queen Mary": El barco fue golpeado de forma inesperada por una gran ola que hizo tambalear el barco hasta el extremo de llevarle a pensar en la posibilidad de volcar.
El proyecto costó cinco millones de dólares y cosechó, sólo en los Estados Unidos, cuarenta y dos.. El filón estaba abierto y fue explotado con producciones como "El coloso en llamas" o "Terremoto", proyectos que combinaban desastres de todo tipo con un reparto lleno de estrellas (muchas de las cuales acababan estrelladas durante el metraje).
"La aventura del Poseidón" es, a mi entender, una buena película. Es una de mis favoritas y, para mi gusto, la mejor dentro del género que inauguró.
Ahora, Hollywood ha decidido revisitar este clásico para pasarlo por el tamiz de los efectos especiales digitales y el resultado es "Poseidón", una película -para entendernos- mucho mejor de lo que se dice y comenta pero que - en mi opinión- está por debajo de su predecesora principalmente en los aspectos de historia e interpretación.
En general, la película funciona. Hay tensión y se pasa mal rato. En la sesión a la que asistí la gente se mordía las uñas e incluso llegaba a taparse los ojos en ciertos momentos culminantes de la película. Aspectos todos que hablan de una narración eficaz y convincente, apoyada en unos efectos especiales brillantes y en una historia que en líneas generales ya mostró eficacia en su momento... y que sigue funcionando.
Y que sigue funcionando... aunque la desaparición del airado sacerdote, que con tanto brio interpretaba Gene Hackman en la primera versión, rebaja un tanto el sentido de la historia.
No olvidemos que "La aventura del Poseidón" es principalmente -y por increíble que parezca- la historia de un hombre que no se resigna.
Una vez el buque ha volteado el relato, mediante el personaje del reverendo Frank Scott, plantea la disyuntiva de esperar a ser rescatados o de hacer algo más. El inconformismo de Scott ante un destino que parece escrito de antemano y pronunciado por el capitán genera una fractura en el grupo de supervivientes: los que se quedan y los que deciden moverse, hacer que las cosas pasen:
"We're cut off from the rest of the world. They can't get to us. Maybe we can get to them".
No en vano, y esa misma mañana, Scott pronuncia un sermón en el que expone sus heterodoxas ideas:
"So what resolution should we make for the new year? It's to let God know that you have the guts and the will to do it alone. Resolve to fight for yourselves, and for others, for those you love."
La historia creada por Gallico es algo más que una catástrofe.
Es un camino barco arriba en busca de la salvación, de la luz, como bien se muestra al final de la misma.
"La aventura del Poseidón" habla de las decisiones que se toman y de las consecuencias que trae el tomarlas, de la absoluta ausencia de certezas y garantías externas al convencido interior del hombre mismo, de la soledad ante la incertidumbre del destino asumido (¿es más correcto esperar? ¿es mejor marcharse?), de la perseverancia como principal forma de supervivencia y último refugio del individuo constantemente cuestionado por el azar y la duda.
"La aventura del Poseidón" habla de la eterna soledad que acompaña cada decisión que se toma, del constante asedio de la incertidumbre y de la firme convicción como desesperado asidero, último refugio de nuestra levedad.
Todos estos aspectos desaparecen en la nueva versión, más orientada al hecho puro y duro de la evasión contra reloj. La película pierde la fuerza vital que la anima, animando a sus personajes y queda reducida a un mero mecanismo hueco de entretenimiento... que funciona.
"Poseidón" no pasará a la historia del cine, ni siquiera será recordada entre las mejores películas del año, pero seguro que proporcionará a todos aquellos que la vean un "buen" mal rato.
Aunque yo, personalmente, me quedo con la versión de 1972 y el reverendo Scott sacrificando su propia vida en el altar de la certidumbre, agotándose como héroe hasta el extremo de llegar a desaparecer.
En 1972, Irwin Allen produjo "La aventura del Poseidón" inaugurando con el éxito obtenido uno de los géneros más típicos de la década de los setentas: el cine de catastrofes.
La película se basaba en un libro homónimo de Paul Gallico publicado el año 1969, quién a su vez se inspiró en la leyenda marina de las grandes olas y en un suceso que vivió viajando por el Atlántico en el "Queen Mary": El barco fue golpeado de forma inesperada por una gran ola que hizo tambalear el barco hasta el extremo de llevarle a pensar en la posibilidad de volcar.
El proyecto costó cinco millones de dólares y cosechó, sólo en los Estados Unidos, cuarenta y dos.. El filón estaba abierto y fue explotado con producciones como "El coloso en llamas" o "Terremoto", proyectos que combinaban desastres de todo tipo con un reparto lleno de estrellas (muchas de las cuales acababan estrelladas durante el metraje).
"La aventura del Poseidón" es, a mi entender, una buena película. Es una de mis favoritas y, para mi gusto, la mejor dentro del género que inauguró.
Ahora, Hollywood ha decidido revisitar este clásico para pasarlo por el tamiz de los efectos especiales digitales y el resultado es "Poseidón", una película -para entendernos- mucho mejor de lo que se dice y comenta pero que - en mi opinión- está por debajo de su predecesora principalmente en los aspectos de historia e interpretación.
En general, la película funciona. Hay tensión y se pasa mal rato. En la sesión a la que asistí la gente se mordía las uñas e incluso llegaba a taparse los ojos en ciertos momentos culminantes de la película. Aspectos todos que hablan de una narración eficaz y convincente, apoyada en unos efectos especiales brillantes y en una historia que en líneas generales ya mostró eficacia en su momento... y que sigue funcionando.
Y que sigue funcionando... aunque la desaparición del airado sacerdote, que con tanto brio interpretaba Gene Hackman en la primera versión, rebaja un tanto el sentido de la historia.
No olvidemos que "La aventura del Poseidón" es principalmente -y por increíble que parezca- la historia de un hombre que no se resigna.
Una vez el buque ha volteado el relato, mediante el personaje del reverendo Frank Scott, plantea la disyuntiva de esperar a ser rescatados o de hacer algo más. El inconformismo de Scott ante un destino que parece escrito de antemano y pronunciado por el capitán genera una fractura en el grupo de supervivientes: los que se quedan y los que deciden moverse, hacer que las cosas pasen:
"We're cut off from the rest of the world. They can't get to us. Maybe we can get to them".
No en vano, y esa misma mañana, Scott pronuncia un sermón en el que expone sus heterodoxas ideas:
"So what resolution should we make for the new year? It's to let God know that you have the guts and the will to do it alone. Resolve to fight for yourselves, and for others, for those you love."
La historia creada por Gallico es algo más que una catástrofe.
Es un camino barco arriba en busca de la salvación, de la luz, como bien se muestra al final de la misma.
"La aventura del Poseidón" habla de las decisiones que se toman y de las consecuencias que trae el tomarlas, de la absoluta ausencia de certezas y garantías externas al convencido interior del hombre mismo, de la soledad ante la incertidumbre del destino asumido (¿es más correcto esperar? ¿es mejor marcharse?), de la perseverancia como principal forma de supervivencia y último refugio del individuo constantemente cuestionado por el azar y la duda.
"La aventura del Poseidón" habla de la eterna soledad que acompaña cada decisión que se toma, del constante asedio de la incertidumbre y de la firme convicción como desesperado asidero, último refugio de nuestra levedad.
Todos estos aspectos desaparecen en la nueva versión, más orientada al hecho puro y duro de la evasión contra reloj. La película pierde la fuerza vital que la anima, animando a sus personajes y queda reducida a un mero mecanismo hueco de entretenimiento... que funciona.
"Poseidón" no pasará a la historia del cine, ni siquiera será recordada entre las mejores películas del año, pero seguro que proporcionará a todos aquellos que la vean un "buen" mal rato.
Aunque yo, personalmente, me quedo con la versión de 1972 y el reverendo Scott sacrificando su propia vida en el altar de la certidumbre, agotándose como héroe hasta el extremo de llegar a desaparecer.
martes, julio 25, 2006
"Con todas nuestras fuerzas hemos luchado para que no llegase el invierno. Nos hemos agarrado a todas las horas tibias, y a cada puesta de sol hemos procurado sujetar el sol en el cielo todavía un poco, pero todo ha sido inútil. Ayer por la tarde el sol se ha puesto irrevocablemente en un enredo de niebla sucia, de chimeneas y de cables, y esta mañana es invierno."
(Si esto es un hombre. Primo Levi)
(Si esto es un hombre. Primo Levi)
domingo, julio 16, 2006
sábado, julio 15, 2006
En un momento de la maravillosa y preciosa "El Castillo ambulante", película dirigida por Hayao Miyazaki, la protagonista, Sophie, le dice al atormentado Howl, el dueño de tan extraño castillo, que "el corazón es una pesada carga".
Amo esta frase.
Y es una pesada carga tanto para lo bueno como para lo malo. A veces te hará perder los papeles y pegarle un cabezazo a Materazzi (si eres Zidane), pero -creo- es mejor tener corazón que carecer de él y convertirse en un formal de la vida, en un ventajista de la moral.
El corazón es una pesada carga sería la divisa de mi escudo.
Y crearía una orden de caballeros cuyo único objetivo sería pelear todas las batallas perdidas de las que tuviéramos noticia... como la de Zidane.
Lucharíamos contra todos esos hipócritas que escriben a favor de viento y que se refugian en la generalidad de la normal moral para liquidar de un plumazo la excepción muy humana del caso concreto.
Se asume un gran riesgo teniendo corazón: el de no poder controlar en algún momento el peligroso animal que todos llevamos dentro.
Pero no teniéndolo se asume otro mayor: desnaturalizar la vida y desnaturalizarnos a nosotros mismos.
A mi entender, en la balanza de Zidane pesan mucho más las cosas buenas que ha hecho por el fútbol (y por los que le hemos visto sobre el verde cesped bailar valses silenciosos de compenetrado amor con el balón) que las cuatro agresiones realizadas durante su larga carrera deportiva. Pero hay algunos -los que seguramente han preferido no tener corazón- que prefieren quedarse con lo malo de ese mal momento en que a Zidane el corazón le pesó como plomo ardiente en el pecho.
Sin corazón es mucho más fácil la vida.
Sin él, uno puede remontar más cómodamente el vuelo y alcanzar más rápidamente el cielo de las ideas puras y abstractas.
Se entiende todo más fácilmente y así es mucho más sencillo escribir que en ningún momento Zidane debió ceder ante la provocación de Materazzi o que hay que pensar en los niños que le están viendo o que ha sido un borrón para su carrera... Verdades... Pero verdades a medias.
Quizá el balon de oro deba ser para el italiano que logró desequilibrar al genio y sacarle del campo, quizá esta fuera la mejor jugada del partido, pero mi fracaso y yo nos quedamos con Zidane y su paso cadencioso de rey destronado camino de los vestuarios
Cargando, callado y majestuoso, el silencio que a veces nos deja habernos dejado arrastrar demasiado lejos por ese peso.
Amo esta frase.
Y es una pesada carga tanto para lo bueno como para lo malo. A veces te hará perder los papeles y pegarle un cabezazo a Materazzi (si eres Zidane), pero -creo- es mejor tener corazón que carecer de él y convertirse en un formal de la vida, en un ventajista de la moral.
El corazón es una pesada carga sería la divisa de mi escudo.
Y crearía una orden de caballeros cuyo único objetivo sería pelear todas las batallas perdidas de las que tuviéramos noticia... como la de Zidane.
Lucharíamos contra todos esos hipócritas que escriben a favor de viento y que se refugian en la generalidad de la normal moral para liquidar de un plumazo la excepción muy humana del caso concreto.
Se asume un gran riesgo teniendo corazón: el de no poder controlar en algún momento el peligroso animal que todos llevamos dentro.
Pero no teniéndolo se asume otro mayor: desnaturalizar la vida y desnaturalizarnos a nosotros mismos.
A mi entender, en la balanza de Zidane pesan mucho más las cosas buenas que ha hecho por el fútbol (y por los que le hemos visto sobre el verde cesped bailar valses silenciosos de compenetrado amor con el balón) que las cuatro agresiones realizadas durante su larga carrera deportiva. Pero hay algunos -los que seguramente han preferido no tener corazón- que prefieren quedarse con lo malo de ese mal momento en que a Zidane el corazón le pesó como plomo ardiente en el pecho.
Sin corazón es mucho más fácil la vida.
Sin él, uno puede remontar más cómodamente el vuelo y alcanzar más rápidamente el cielo de las ideas puras y abstractas.
Se entiende todo más fácilmente y así es mucho más sencillo escribir que en ningún momento Zidane debió ceder ante la provocación de Materazzi o que hay que pensar en los niños que le están viendo o que ha sido un borrón para su carrera... Verdades... Pero verdades a medias.
Quizá el balon de oro deba ser para el italiano que logró desequilibrar al genio y sacarle del campo, quizá esta fuera la mejor jugada del partido, pero mi fracaso y yo nos quedamos con Zidane y su paso cadencioso de rey destronado camino de los vestuarios
Cargando, callado y majestuoso, el silencio que a veces nos deja habernos dejado arrastrar demasiado lejos por ese peso.
EL CASTILLO AMBULANTE
La última película de Hayao Miyazaki es una maravillosa obra de ficción que cuenta la preciosa historia de Howl, un hechicero que vive separado de su corazón y de cómo la joven Sophie se las arregla para conseguir unir lo desunido de nuevo... También cuenta más cosas e incluye frases maravillosas como ésta: "Un corazón es una pesada carga"...( y yo añado: tan pesada que algunos prefieren no tenerlo).
Me gusta el abigarrado y fascinante mundo de Miyazaki.
Me gusta la belleza y la poesía de sus historias.
Todas sus películas tienen alma.
Son grandes viajes que sus protagonistas emprenden en busca de sí mismos.
Perseguidos por la fatalidad, recorren coloristas laberintos dentro de mundos extraños y al mismo tiempo familiares en busca de la exacta puerta que dará acceso a la emoción precisa, al momento perfecto... y al final terminan siempre consiguiendo el premio de encontrarse a sí mismos, su lugar en el mundo.
La princesa Mononoke, El Viaje de Chihiro, el Castillo Ambulante...
En cinco minutos de Miyazaki hay mas verdad y más cine que en toda la película "Superman returns".
Aún quedan genios.
El cine todavía no ha muerto.
La última película de Hayao Miyazaki es una maravillosa obra de ficción que cuenta la preciosa historia de Howl, un hechicero que vive separado de su corazón y de cómo la joven Sophie se las arregla para conseguir unir lo desunido de nuevo... También cuenta más cosas e incluye frases maravillosas como ésta: "Un corazón es una pesada carga"...( y yo añado: tan pesada que algunos prefieren no tenerlo).
Me gusta el abigarrado y fascinante mundo de Miyazaki.
Me gusta la belleza y la poesía de sus historias.
Todas sus películas tienen alma.
Son grandes viajes que sus protagonistas emprenden en busca de sí mismos.
Perseguidos por la fatalidad, recorren coloristas laberintos dentro de mundos extraños y al mismo tiempo familiares en busca de la exacta puerta que dará acceso a la emoción precisa, al momento perfecto... y al final terminan siempre consiguiendo el premio de encontrarse a sí mismos, su lugar en el mundo.
La princesa Mononoke, El Viaje de Chihiro, el Castillo Ambulante...
En cinco minutos de Miyazaki hay mas verdad y más cine que en toda la película "Superman returns".
Aún quedan genios.
El cine todavía no ha muerto.
jueves, julio 13, 2006
SECUELAS (I)
Ante la poca calidad de las decisiones de los ejecutivos de hollywood a la hora de escoger los guiones y los proyectos, me permito proponer una serie de sugerencias para la secuela de “Superman returns” prevista para el 2009:
1
Titulo:
Locos por Superman
Director:
Sam Shepard
Argumento:
Durante una interminable noche de borrachera, un hombre interpretado por Kart Russell se pregunta por qué Superman nunca ha aparecido para socorrerle en los momentos más terribles de su vida.
Kim Bassinger o Jessica Lange pueden darle la réplica alcohólica y pasivo-agresiva.
Recomendación:
Por muy afeada que venga, evitar dar el papel a Charlize Theron. El Oscar ya lo tiene.
2
Titulo:
Superman en Idaho
Director:
Gus Van Sandt
Argumento:
Un estresado Superman entra en crisis. La imposibilidad de salvar al mundo le puede. La imagen de su padre, Jor-El, le persigue y la hace caer en la heroína.
Un día aparece en una estación de autobús en Idazo donde conocerá al personaje que interpreta Joaquin Phoenix, un Superman en lo suyo.
Este personaje le dará la réplica y algo más…
3
Titulo:
Interestatal 303
Director:
Wim Wenders
Argumento:
Una carta caída de entre las páginas de un viejo cuaderno de planes para conquistar el mundo pondrá a un cansado y viejo Luthor sobre la pista de Supermán. El viejo Lex, cansado de su exitoso negocio de marketing político, no dudará en salir a la carretera para encontrar la ciudad que figura en el matasellos de la carta.
El periplo de luthor le llevará a un pequeño villorio de la américa profunda. Allí, Supermán vive en una caravana ganándose la vida como portero de una discoteca y como forzudo en el circo.
Nastassja Kinsky interpretará a su mujer.
4
Titulo:
No me hables esta noche.
Director:
Pedro Almodóvar
Argumento:
Lois Lane no puede más. Ya en la cuarentena ve que su vida pasa ante la indiferencia de su marido superhéroe.
Angustiada y deprimida pasea las calles de Manhattan y en un encuentro casual conoce a una travesti que vive de imitar al propio Superman. Ella/El hará viva en ella/ella la ilusión de un volver a empezar aunque sólo sea un par de horas durante la madrugada.
Recomendación:
Eusebio Poncela deberá hacer musculación para poder interpretar a Superman.
Muy pronto, en la pantalla de su ordenador más cercano, habrá más secuelas....
Ante la poca calidad de las decisiones de los ejecutivos de hollywood a la hora de escoger los guiones y los proyectos, me permito proponer una serie de sugerencias para la secuela de “Superman returns” prevista para el 2009:
1
Titulo:
Locos por Superman
Director:
Sam Shepard
Argumento:
Durante una interminable noche de borrachera, un hombre interpretado por Kart Russell se pregunta por qué Superman nunca ha aparecido para socorrerle en los momentos más terribles de su vida.
Kim Bassinger o Jessica Lange pueden darle la réplica alcohólica y pasivo-agresiva.
Recomendación:
Por muy afeada que venga, evitar dar el papel a Charlize Theron. El Oscar ya lo tiene.
2
Titulo:
Superman en Idaho
Director:
Gus Van Sandt
Argumento:
Un estresado Superman entra en crisis. La imposibilidad de salvar al mundo le puede. La imagen de su padre, Jor-El, le persigue y la hace caer en la heroína.
Un día aparece en una estación de autobús en Idazo donde conocerá al personaje que interpreta Joaquin Phoenix, un Superman en lo suyo.
Este personaje le dará la réplica y algo más…
3
Titulo:
Interestatal 303
Director:
Wim Wenders
Argumento:
Una carta caída de entre las páginas de un viejo cuaderno de planes para conquistar el mundo pondrá a un cansado y viejo Luthor sobre la pista de Supermán. El viejo Lex, cansado de su exitoso negocio de marketing político, no dudará en salir a la carretera para encontrar la ciudad que figura en el matasellos de la carta.
El periplo de luthor le llevará a un pequeño villorio de la américa profunda. Allí, Supermán vive en una caravana ganándose la vida como portero de una discoteca y como forzudo en el circo.
Nastassja Kinsky interpretará a su mujer.
4
Titulo:
No me hables esta noche.
Director:
Pedro Almodóvar
Argumento:
Lois Lane no puede más. Ya en la cuarentena ve que su vida pasa ante la indiferencia de su marido superhéroe.
Angustiada y deprimida pasea las calles de Manhattan y en un encuentro casual conoce a una travesti que vive de imitar al propio Superman. Ella/El hará viva en ella/ella la ilusión de un volver a empezar aunque sólo sea un par de horas durante la madrugada.
Recomendación:
Eusebio Poncela deberá hacer musculación para poder interpretar a Superman.
Muy pronto, en la pantalla de su ordenador más cercano, habrá más secuelas....
Syd Barret ha muerto.
Mientras escribo escucho el mejor disco de Pink Floyd, "The Piper at the gates down". El único de toda la discografía del músico en el que Barrett pudo desplegar todo su talento, antes de que sus angeles y sus demonios se le llevaran a dar una larga vuelta junto con su fracaso.
Syd Barret ha muerto, pero en mis oidos -y lo que es mejor, en mi mente- el diamante loco sigue brillando.
¡Shine on, you crazy diamond!
Mientras escribo escucho el mejor disco de Pink Floyd, "The Piper at the gates down". El único de toda la discografía del músico en el que Barrett pudo desplegar todo su talento, antes de que sus angeles y sus demonios se le llevaran a dar una larga vuelta junto con su fracaso.
Syd Barret ha muerto, pero en mis oidos -y lo que es mejor, en mi mente- el diamante loco sigue brillando.
¡Shine on, you crazy diamond!
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