martes, marzo 04, 2008

UNO ROJO DIVISIÓN DE CHOQUE
Tras diez años alejado del cine, el veterano Samuel Fuller regresó en 1980 para rodar esta película bélica que cuenta la lucha por la supervivencia de los miembros de un pelotón de la Primera División de Infantería del ejército norteamericano a lo largo de diversos escenarios de la II Guerra mundial.
No puede decirse que esté entre mis favoritas.
Me parece demasiado larga, demasiado reiterativa, con buenas ideas que resultan desaprovechadas... La historia se acaba diluyendo en el rostro cansado de un estupendo Lee Marvin.
No puede ser que el desastre de la guerra canse.

domingo, marzo 02, 2008

Al otro lado del día nos aguarda el sueño.

No hay tiempo que perder,
vivamos deprisa,
que nos desborden en la boca los momentos
y nos empapen los instantes la camisa blanca,
que vestimos apresuradamente,
a medio planchar,
en el mismo quicio de la mañana,
sabiendo que ya se nos hace tarde,
mientras todo comienza de nuevo.

Muy pronto, regresaremos.
SICKO (II)

Olvidaba destacar que uno de los grandes momentos del último documental de Michael Moore es protagonizado por el viejo lider laborista Tony Benn.

Benn fue uno de los máximos representantes de la corriente más izquierdista del laborismo británico durante las décadas 70 y 80 del pasado siglo.

Hoy retirado el viejo político ofrece, desde su punto de vista, una visión crítica de nuestra sociedad actual, a mi entender, muy lúcida que se resume en esta frase:

- "Mantener a la gente sin esperanza y pesimista. Hay dos formas básicas de control de las personas: atemorizarlas y, después, desmoralizarlas. Una nación educada, saludable y confiada es más difícil de gobernar."

SICKO


No me gusta el personaje que Michael Moore ha creado sobre sí mismo. Lo digo de entrada.

Me parece que en todo su trabajo hay un punto perverso en el que el problema que denuncia siempre pasa a un segundo plano, desaparece tras su enorme figura.

Michael Moore acaba haciendo que nuestra atención se dirija hacia el dedo que señala y no a la cosa señalada. Y ésto no me gusta nada y sucede también en este estremecedor documental sobre los desastres que la sanidad privada está produciendo en l sociedad norteamericana.

Al final, y tras 123 minutos de rabia, asco y pasmo, todo se reduce a Michael Moore. La película termina con él, con sus gestos, actos y actitudes.

El desastre de la sanidad norteamericana termina convirtiéndose en una excusa para que hablemos hablando de él.

No me gusta... pero es sólo una opinión.

Dicho ésto he de decir que la película sobrecoge por la intrínseca maldad de la situación que describe.

Testimonios escalofriantes de jóvenes afectados de cáncer a quienes se les ha denegado el tratamiento porque estadísticamente están fuera de los grupos y edades de riesgo o ancianos que literalmente son expulsados de los hospitales por carecer de dinero para continuar pagando su tratamiento o personas que tienen que vender todo lo que tienen para poder ser tratadados convenientemente.

La salud como negocio y los límites del mercado claramente puestos al descubierto.

Alguién tiene que cuidar de aquellos que no pueden cuidar de sí mismos. Si buscamos esa diferencia, esa actitud debería diferenciarnos claramente de los animales.

Somos seres sociales y debemos cuidamos de los nuestros cueste lo que cueste. No es una cuestión de dinero, sino de dignidad humana.

INDIANA JONES Y EL REINO DE LA CALAVERA DE CRISTAL



En Mayo podremos verla...
No tiene prisa.
No quiere tenerla.

Deja que el tiempo se le caiga de las manos, como arena, como agua, en un consciente acto de autodestrucción.

Por lo menos le queda éso.
La libertad en el empleo de esos minutos y segundos que, después de todo y al final, se traducirán en irrecuperables latidos de su cansado corazón.

No tiene prisa.
No quiere tenerla.
INOLVIDABLE




El encanto del cine de John Ford es el poder de la imagen convertida en vehículo para la inspiración de emociones muy íntimas.
El final de "Centauros del desierto" es un ejemplo.
Habla por sí sólo a todos aquellos ojos que quieran escucharle.
NO TEAM FOR OLD MEN (IV)


Le pregunto a G. si sabe el nombre del árbitro que nos va a pitar el partido que vamos a jugar contra el Barcelona.

G. no lo sabe. No tiene una respuesta clara para mí. Lo único puede ofrecerme es su absoluta certeza de que será un auténtico hijo de puta.

Puede sonar fuerte, pero la verdad es que una las mayores diferencias que he notado entre los partidos del Real Madrid y del Atlético de Madrid es la actuación de los árbitros.

Mientras en los partidos del equipo blanco la figura del árbitro es una presencia secundaria que apenas se limita a regular el tráfico del partido con mayor o menos acierto, en los partidos del Atlético la figura del árbitro es una alargada sombra que se extiende amenazadora por todo el verde campo.

El árbitro importa mucho en los partidos del Atlético de Madrid. Puede dar, pero sobre todo puede quitar.

Hay que estar encima de él, vigilándole, anotando mentalmente en un cuaderno imaginario la invisible contabilidad de sus decisiones... una contabilidad que casi siempre arrojará un saldo deudor.

No es un capricho.

Me ha bastado un partido como el de hoy para empezar a sospechar... y éso que nos ha pitado un penalty... pero lo cierto es que su comportamiento ha sido extraño, como caprichoso. Generoso con las tarjetas para los jugadores del atlético y rácano para con los jugadores del Barcelona en situaciones que desde la grada parecían similares.

Entiendo perfectamente a G.

Quedando apenas un par de minutos para la finalización del partido y con una diferencia de dos goles en el marcador, el trencilla saca una tarjeta al portero atlético por presunta pérdida de tiempo. Corre a saltitos, como una gacela entrada en kilos, con la tarjeta en la mano, desplazando consigo la apestosa nube de no haber expulsado el jugador del Barcelona en el penalty.

Es verdad.

Algo pasa con los árbitros y el Atlético de Madrid.

NO TEAM FOR OLD MEN (III)


El experimento continúa quemando inflexible sus fases. Hoy, el Atlético de Madrid juega contra el Barcelona en el Vicente Calderón.

Todos los indicios apuntaban a una victoria clara del equipo catalán en clara remontada de resultados y juego dentro de la liga, pero las leyes de la euclidiana física de los resultados no rigen en el Calderón. Aquí manda la sorprendente y adictiva física cuántica de lo inesperado.

En éste, más que en ningún otro partido, el Atlético tiene que ganar. Como novia chunga que es, nos lanzará el cariño de una victoria cuando ya menos lo esperamos, para continuar con su femenino juego de manipuladora violencia pasiva y conseguir la promesa de nuestro amor para siempre.

Así lo pensaba antes de que comenzara el partido, mientras subía las empinadas cuestas del Calderón acompañando a G. y a T., mucho más atléticos que yo, pero que en absoluto pensaban que semejante milagro fuera a suceder.

Había anidado en mí la fe del converso. La peor de todas, la que me hacía llegar mucho más lejos que el mejor de los atléticos en mi deseo de victoria.

El experimento estaba resultando un éxito. Firmamente creía en una victoria que terminó produciéndose de manera arrolladora pese al timorato planteamiento de Javier Aguirre. Una inexplicable estrategia que retrasaba al equipo y lo colocaba en dos filas cerca de su área dejando abandonados a su suerte a los delanteros, Forlán y Aguero.

Como casi ningún jugador del Barcelona sabe tocar la bola, lo mejor era esperarles atrás, con la defensa de mantequilla y un poco border-line que componen Pablo y Perea, y dejarles todo el campo a Iniesta, Xavi y compañía para que pudiesen pensar la mejor forma de taladrarnos el corazón con la fina aguja de sus pases.

El desastre se anunciaba y no tardó en llegar de la mano del perdido Ronaldinho que aparecío de forma fulgurante para encontrarse durante un mágico instante con un bonito gol de chilena... y sólo en el área, a mil kilómetros de cualquier camiseta rojiblanca, con el tiempo suficiente para componer su descompuesta figura y convertirse en un pasajero fantasma de temporadas pasadas.

0-1

La debacle se acercaba, pero, y por encima del desastre, se erigió la pequeña figura del "Kun" Agüero para despachar de forma pasmosa al Barcelona con dos goles, un penalty forzado y un mágico pase con el exterior.

4-1

La física cuántica de lo inesperado en el microclima épico del Calderón. El pie de Etto apenas pudo estropear el delirio.

4-2

La profecía se cumplía. El Atlético ganaba el partido que menos se esperaba que pudiera ganar. No le den más vueltas. No hay forma racional de entenderlo.

El experimento avanza. Hoy quiero más que ayer... No se lo que sentiré mañana. Lo único cierto es que no me importó demasiado que el Real Madrid consiguiera ganar en Huelva.

viernes, febrero 29, 2008

EL REY PESCADOR

Lo reconozco.

Tengo por debilidad por el cine de Terry Gilliam. Desde "Brazil" hasta "Miedo y asco en Las Vegas" y pasando siempre por esta maravillosa película en la que los planteamientos heterodoxos de Gilliam encuentran en el magnífico guión de Richard Le Gravenesse la mejor forma de manifestarse.

En todas sus películas, Gilliam gusta de situar a todos sus personajes en entornos alargados y monumentales, enormes catedrales que arquitectónicamente caen con todo su gravedad sobre la pequeñez de los individuos que se encuentran bajo la alargada sombra de su peso. También recurre mucho a distorsionantes contrapicados que redundan en ese efecto insano y opresivo dibujando un incomparable marco para el delirio y los comportamientos descentrados de sus personajes.

En todo el cine de Gilliam hay una preferencia clara por los personajes descentrados y heterodoxos que, a su manera y como pueden, dan una respuesta diferente a esa presión arquitectónica y estructural que se cierne sobre ellos.

En Gilliam, la locura se convierte en un acto de pura humanidad. La desesperada respuesta de un individuo sometido a una incesante presión que termina por superarle. Una ruptura a las barreras que impone la racionalidad en favor de una libre carrera campo a través por la interminable pradera de la irracionalidad.

Después de todo, y en el caso de "El Rey Pescador", toda la película es una crónica de una locura anunciada, la que lleva a Jack Lucas a realizar ese acto aparentemente tan absurdo de asaltar ese castillo en la Quinta Avenida en busca del Santo Grial... un acto que en realidad resultaría absurdo si no supiéramos la historia humana que hay detrás, una historia que justifica completamente esa locura y que hace de nosotros, los espectadores que nos emocionamos con el triunfo del Rey Pescador, en una suerte de locos emocionados y silenciosos.

Todo lo demás es melodrama... que tampoco está mal.

lunes, febrero 25, 2008

INOLVIDABLE

El rey pescador...



La sublimación... Donde termina, empieza la locura.

domingo, febrero 24, 2008

LA GUERRA DE CHARLIE WILSON

Después de haber visto últimamente tan buen cine, tengo que confesar que esperaba un poco más de esta película que cuenta la sorprendente influencia que un congresista tejano tuvo en el final de la guerra fría.

Aunque la película tiene buenos momentos, la mayoría de ellos protagonizados por el personaje que tan ajustadamente interpreta Pehillip Seymour Hoffmann, en general no termina de prender, de agarrar, permaneciendo la mayor parte de su tiempo en un tono frío y anodino que en nada beneficia a una historia que hubiera necesitado en los ojos del narrador y del guionista buena parte de la mala leche que derrocha el personaje de Hoffmann.

En nada ayuda además, la interpretación vacía de Tom Hanks cuyo personaje carece de la intensidad y penetración que debiera tener. Hanks parece incómodo en la piel de un personaje tan libertino e inmoral. Es incapaz de dotarle de la necesaria aura de fascinación que sospecho el congresista Wilson podía tener, pareciendo echar de menos una película con Meg Ryan en algunos momentos.

De todos modos, la película no es en absoluto despreciable.

Se sigue con atención e incluso encierra en su final una tibia condena a la política de los Estados Unidos en Afganistán, aunque nada tiene que ver con los valores intrínsecos de la película si bien se añade en su final y uno tiene la sensación de haber recibido un mensaje de provecho.. que por cierto es bastante obvio si uno ha leído suficientes periódicos desde aquel entonces.

Pero ofrece mucho menos de lo que sospecho hubiera podido dar si no se hubiera optado por tratar la evidente incorrección política de Charlie Wilson y su entorno de una forma tan políticamente correcta.

¿Que habría conmovido más al verdadero Charlie Wilson? ¿El campo de refugiados con todas sus tragedias o el personaje de Julia Roberts saliendo de la piscina?

El resultado fue el mismo para los afganos, pero -creo- que los espectadores de hoy en día habríamos visto una película muy diferente.

sábado, febrero 23, 2008

INOLVIDABLE

Rome...



Michel Legrand

boomp3.com

ROMA

Del desorden producido por la muerte de Julio César, surge la figura de Octavio, su legítimo heredero, para imponer con firmeza una transición que llevará a Roma desde la República hasta el Imperio.

Esta es la trama de la segunda temporada de Roma, a mi entender una de las mejores series de fición que uno puede ver ahora mismo y que recomiendo encarecidamente.

Sus principales protagonistas, los ex-legionarios Lucius Vorrenus y Titus Pullo, viven sus tormentosas vidas en ese "incomparable" marco histórico interviniendo puntualmente en ese gran teatro de la historia, llendo y viniendo cuando son requeridos.

En este sentido, es magnífico el equilibrio entre los pequeños eventos que suceden en la vida de estos y otros personajes, que son otra cosa que olvidado polvo para la historia, y los grandes acontecimientos que atañen a los grandes personajes cuyos nombres recordamos. Este es uno de los grandes milagros narrativos de la serie. Los grande sy los pequeños ríos fluyen con naturalidad encontrándose y desencontrándose en tierras de amor, muerte, pasión, ambición y celos.

No se puede pedir más.

El esfuerzo de Octavio por establecer un orden que esté a la altura del pretendido por su asesinado mentor le convierte en un personaje terrible e inhumano, un aténtico y viviente busto marmóleo que lleva la desgracia a todos aquellos que le rodean con la inflexibilidad de su propósito.

Esta línea argumental es la que más me llama la atención de entre todo el complejo entramado narrativo que soporta la serie.

El esfuerzo del orden y de la racionalidad cobrándose su precio una vez más, porque el destino de Octavio en vida será la soledad de la peana donde él mismo ha decidido colocar su propio busto.

Interesante retrato del "gran hombre" dueño y señor de la historia que está construyendo por encima de todas las pequeñas que le rodean. Y en este sentido el primario Marco Antonio, dispuesto siempre a dejarse llevar por cualquier tipo de pasión, incapaz del menor cálculo racional, se convierte en la viva imagen en negativo del propio Octavio.

Viendo la progresión dramática de los capítulos, uno termina por entender que Marco Antonio jamás será rival para Octavio, que es un perdedor ante los grandes momentos de la historia precisamente por dejarse llevar por la victoria en los pequeños, como cuando abandona a sus soldados en la batalla de Accio siguiendo la nave de su amante Cleopatra.

viernes, febrero 22, 2008

ESPEJOS

Ya no es curioso.

Escucho las fundadas opiniones de los portavoces de los principales periódicos del país acerca del debate que han mantenido Solbes y Pizarro y ninguna se ha salido del guión. En general, todos han encontrado una buena razón para situarse en la trinchera donde se les supone estar.

La diaria pelea entre titulares y cesantes no cesa. La derecha montaraz, la izquierda irreverente y ultramontana.

Deberían verse los unos a los otros.

Con mucho, lo peor de la política española son los periodistas.

Con los políticos, como con las mujeres según decía Bukowsky, ya se sabe... Lo de los periodista estamos empezando a saberlo.

jueves, febrero 21, 2008

NO TEAM FOR OLD MEN (II)

El Bolton, un fantástico equipo inglés cuyo cerebro es Ivan Campo (lo cual ya es en sí una contradicción, como pensamiento y navarro), ha dado buena cuenta del Atlético de Madrid.

Por lo que a mi respecta, y continuando este peligroso experimento socio-antropológico de cambiar de acera deportiva, no tengo otro remedio que realizar una nueva anotación en mi cuaderno de bitácora.

Empiezo a entender esa extraña e inexplicable emoción que los atléticos llaman "sentimiento atlético".

El Atlético de Madrid jamás hace lo que sus aficionados esperan de él.

Cuando el equipo está arriba y apunta a luchar por el titulo de liga, de repente se desvanece. Sus jugadores no sólo dejan de jugar sino que se resbalan sobre el cesped e incluso regalan balones a los contrarios para que marquen en los primeros minutos de juego.

Cuando el equipo está abajo y el fiel atlético se plantea quemar su carnet, de pronto se produce el milagro, la catársis, un 7-6 contra, por ejemplo, el Milán con remontada en el último segundo y gol por la escuadra.

Ese es al atlético.

La caña de una mala novia combinada con el futbol.

Un maldito tio-vivo emocional, una perfecta máquina de seducción tiene atrapados a los atléticos que, inocentes, no se saben entre las garras de un equipo fatal que, cual vampiresa, está dispuesto a quedarse con lo mejor de sus sueños.

"La creación en el centro del campo era inexistente, con Cléber Santana desaparecido y Jurado muy desacertado. En las bandas, las noticias no eran mejores. Luis García tuvo una noche nefasta y Maxi Rodríguez no es el que era. Tampoco Reyes, que sigue siendo intrascendente en cada partido que juega."
(Leído en Marca)

Del partido, mejor no hablar.

Tengo que encajarlo.
THE OSCARS

No suelo acertar, pero ésta es mi quiniela...

- Mejor película: No country for old men

- Mejor director: Los hermanos Cohen

- Mejor actor: Tommy Lee Jones o Johnny Depp (aquí me juego un doble)

- Mejor actriz: Ellen Page

- Mejor actor secundario: Javier Bardem (temo su discurso)

- Mejor actriz secundaria: Cate Blanchett

ELIS REGINA

Aguas de Março...



Mi bossanova favorito...
MACY GRAY

Still....