lunes, octubre 27, 2008
domingo, octubre 26, 2008
Es emocionante comprobar como Fox permanecerá vivo en el agradecido corazón del joven Mohune.
Es emocionante comprobar la redención en el último momento del libertino Fox y el meticuloso cuidado con que deja de existir, con que se disuelve ante los inocentes ojos llenos de sueños del joven Mohune.
"Los contrabandistas de Moonfleet" es una obra maestra que me hace pensar en el mar como algo más que una inabarcable extensión de agua y que convierte a la esperanza en un sentimiento emocionante por la fragilidad eminentemente humana de los elementos que la constituyen.
sábado, octubre 25, 2008
Gene: I think you’ve forgotten who you’re talking to.
Sam Tyler: An overweight, over-the-hill, nicotine-stained, borderline-alcoholic homophobe with a superiority complex and an unhealthy obsession with male bonding?
Gene: You make that sound like a bad thing.
viernes, octubre 24, 2008
La sombra de Alfred Hitchcock es alargada y esta película de Danial Monzón vive y se alimenta de muchos estilemas que están presentes en las películas del director inglés. Principalmente, una trama en la que el héroe se convierte en víctima de un incomprensible puzzle que poco a poco deberá ir desentrañando tirando del hilo que van componiendo la sucesión de indicios que la historia pone a su paso.
Pero además "La Caja Kovak" encierra en el fondo de su músculo de "thriller" el interesante corazón de una trama "granguiñolesca" y literaria... la de un personaje que pretende dictarle a un autor la historia que éste debe escribir.
Sobre el papel la propuesta me parece impecable, pero, y sin embargo, algo falla, para mi gusto, en el momento de llevarla a escena. Seguramente, toda la carga emocional con que Hitchcock rellenaba la trama de sus "thrillers", generalmente relaciones sádicas y perversas basadas en la dominación y el poder, que sublimaban de múltiples y tortuosas maneras lo sexual... Siempre había un grado mayor o menor de morbo en las historias que Hitchcock relataba y, por ejemplo, la relación entre Kovak y el protagonista se queda en un mero ejercicio de antagonismo superficial. Daba para muchos más matices que los que apenas muestra mediante unos diálogos que suenan siempre manidos y familiares.
Esa carga emocional está ausente en "La caja Kovak", que resulta una película demasiado fría. Entretenida sin más, pero que jamás llega a superar el umbral de interesar realmente a la mirada del espectador. Daniel Monzón, su director, muestra sufrir la misma enfermedad que Jose Luis Garci: la enfermedad del cliché cinematográfico. La autocomplacencia de saberse rodando las mismas películas que él, como crítico, ha visto y amado sin aportar nada más que la mera combinatoria de géneros, imágenes y situaciones. No se trata de interpretar a Shakespeare sino de imitar a Olivier o Gielgud interpretando a Shakespeare y en ese matiz desaparece toda la verdad e intensidad que pueden tener todas sus propuestas cinematográficas.
En alguna parte la verdad del original se ha perdido y se toma la copia, la versión que otros han producido de esa verdad para intentar construir con ello algo auténtico.
En este sentido, "La caja Kovak" resulta correcta, seguramente entretenida, pero carece por completo de la verdad que hace que las películas traspasen la pantalla.
No es un original.
jueves, octubre 23, 2008
¿Y el partid0?
Difícil de explicar. Jeckyll y Hide, un tiempo para cada personaje.
La primera parte pareció un partido de esos que se llaman de fin de ciclo... Los jugadores salen al campo como almas en pena, desdibujados, sin creer lo que en el vestuario les ha dicho un entranador que no cree ya en sí mismo. Y el equipo plantea un juego lento, sin ritmo... Y el contrario ni suda, bien colocado se dedica a esperar pacientemente a recuperar el balón, cosa que casi siempre no tarda en producirse.
¡Un horror!
El caso es que el Liverpool sólo consiguió marcar un gol... en fuera de juego, bien es cierto y los equipos regresaron a los vestuarios, como sin haber entrado en calor, mientras el estadio era un clamor contra ciertos jugadores y, principalmente, contra un entrenador que ya no goza de crédito (como todos en esta época de crisis global).
La segunda parte, inesperadamente, fue otra historia.
A mi modo de ver, el punto crítico del partido estuvo en lo psicológico. Lo importante esta vez no tuvo nada que ver con el juego sino con determinadas decisiones que tomaron los respectivos entrenadores... Mientras Aguirre introducía la referencia, la luz en el campo, metiendo al Kun, Benitez se la quitaba a su equipo retirando a Gerrard.
Si durante todo el partido el Liverpool se habia limitado a estar bien colocado y a racanear esperando el error de la defensa del Atlético, sin Gerrard, los ingleses perdieron un poco más de presencia que los jugadores atléticos aprovecharon con más voluntad que juego para terminar empatando un partido que sus rivales, hay que aceptarlo, dejaron escapar confiados en los números y en la especulación... Después de todo, tenemos que ir a Anfield y a Marsella... y ellos ya han ganado en este último campo y confian sacar un resultado positivo en su casa.
En fin, otro episodio más de decepción y desconcierto con, para variar, un relativo final feliz... Un punto para cada equipo.
Y dejando de lado el partido, lo que en absoluto es para viejos es el frio que hizo ayer en el campo. El invierno llegó mientras Seitaridis se pensaba si debía subir o no por su banda y yo, reciente atlético, cometí la imprudencia de no ir lo suficientemente abrigado. Es decir, como para una expedición en busca del reloj perdido de Amundsen.
Otra cosa... La gente del Liverpool es maravillosa. Auténticos working class heroes, la puta sal de la tierra, muchos de ellos con pinta de medio apertura de la seleción inglesa de rugby pero grandes tipos.... si no te pasas de la raya y te metes en sus asuntos... cosa que yo mismo practico. Asi que no hubo problemas.
Y es verdad... Parece que nunca están solos, como en su canción.
miércoles, octubre 22, 2008
NO TEAM FOR OLD MEN
martes, octubre 21, 2008
"Por distraerse, a veces, suelen los marineros
Dar caza a los albatros, grandes aves del mar,
Que siguen, indolentes compañeros de viaje,
Al navío surcando los amargos abismos.
Apenas los arrojan sobre las tablas húmedas,
Estos reyes celestes, torpes y avergonzados,
Dejan penosamente arrastrando las alas,
Sus grandes alas blancas semejantes a remos.
Este alado viajero, ¡qué inútil y qué débil!
Él, otrora tan bello, ¡qué feo y qué grotesco!
¡Éste quema su pico, sádico, con la pipa,
Aquél, mima cojeando al planeador inválido!
El Poeta es igual a este señor del nublo,
Que habita la tormenta y ríe del ballestero.
Exiliado en la tierra, sufriendo el griterío,
Sus alas de gigante le impiden caminar."
(El Albatros. Las flores del mal. Charles Baudelaire)
... Y a sus ojos apenas es nada que signifique algo,
un extranjero propietario de un idioma incomprensible,
una voz que genera en su derredor el desierto que no la escucha.
Todo es aproximado... aproximadamente.
La vasta ecuación interminable se le escapa de las manos... constantemente.
Las incógnitas,
las variables
componen una multitud de rostros desconocidos
que le miran con críptica indiferencia.
Y, mientras, los trenes siguen aullando,
bufando,
le llaman en la noche,
le trinchan el corazón
con el acerado filo de su episódico canto.
Cada minuto que pasa es un minuto más tarde,
no sabe exactamente para qué.
No tiene una sóla certeza lo suficientemente cierta
como para sofocar el incendio de su boca,
de su cabeza
que dispara preguntas sin respuestas,
que ametralla la noche
lanzando balas contra el oscuro cielo
que apenas rozan las estrellas.
lunes, octubre 20, 2008
NO TEAM FOR OLD MEN