lunes, diciembre 21, 2009

La paradoja irresoluble, por el momento, del cambio climático descansa en el comportamiento neurótico del mundo desarrollado... Por un lado, el discurso evidente de la necesidad de salvar al planeta de la voracidad de la raza humana y, por otro, las limitaciones evidentes que el intento de poner en obra ese discurso trae consigo en lo que respecta a llegar a acuerdos que materialicen de forma real esa intencionalidad puesta de manifiesto en el virtual nivel de lo discursivo.
La imposible cuadratura del circulo de conciliar los actuales niveles de desarrollo y de producción de los países desarrollados con la profecías apocalípticas del cambio climático lleva a la demonización de los países en desarrollo a los que, y reconociendo implícitamente la culpabilidad, se les intenta negar desde el mundo desarrollado la capacidad de contaminar que el mundo industrializado ya tiene con lo que ello implica de alcanzar los niveles de desarrollo y consumo de las sociedades más opulentas.
Como no podía ser de otra forma, el problema son los otros... En este caso, China... país que no es tan problemático a la hora de comprar deuda pública norteamericana como si fueran cromos y mantener el chiringuito del dólar.
Seguramente, a medio y largo plazo, el ser humano, mediante la investigación científica, la innovación y el desarrollo, encontrará modos menos drásticos que añadan de forma endógena tecnología e innovación a los procesos de producción o que, de forma exógena, actúen sobre el C02 una vez ha sido producido, pero el problema es el corto plazo, un corto plazo en el que sólo hay un modo de producción y de vida altamente contaminante al que sólo se le puede combatir mediante medidas como las cuotas.
Se hace necesario llegar a acuerdos, aportar soluciones, aunque sólo sea por la radicalidad de los discursos con los que los propios políticos se producen buscando, en el nuevo filón que han encontrado para seducir a sus electores, aparecerse como personas responsables y fiables en las que el ciudadano contaminante depositará la confianza de su voto.
El debate se ha situado en el límite de lo irreversible, pero, y para los políticos que participaron en la cumbre de Copenhague, es claro que, a la hora de la verdad que siempre suele ser la hora del compromiso, habían cosas más importantes que el fin del mundo. De lo que, considero, se pueden deducir dos cosas: O bien las cosas no están tan mal como se nos cuenta, o bien aquellos que nos cuentan que las cosas están tan mal son peores personas de lo que ya nos imaginamos y lo que verdaderamente pertenece al viento son sus palabras.
El sentido común empieza a ser subversivo

viernes, diciembre 18, 2009

LA CORTE DE CARLOS IV

El segundo capítulo de la primera serie de los Episodios Nacionales nos sitúa a Gabriel, su protagonista, unos años después de la derrota de Trafalgar, en el Madrid castizo y al servicio Pepita, una famosa actriz de los escenarios de la capital.

A través de su circulo íntimo de amistades, muchos de ellos cortesanos de palacio, Gabriel tendrá la oportunidad de conocer de primera mano los sucesos que llevaron a la detención, ordenada por Carlos IV, de su propio hijo, el príncipe heredero Fernando, como responsable de un intento de conspiración contra los reyes y su primer ministro, Godoy.


El principal atractivo que para mi gusto tiene "La corte de Carlos IV" es la interesante descripción que Galdós hace del intrigante y decadente ambiente cortesano que rodeaba a los reyes borbones. Resultan memorables los pasajes en los que algunos personajes, como la cortesana Amaranta, desacreditan el mérito en favor de la clientela como principal modo de ascenso social en un entorno lleno de intereses y dobleces.

Hay un poder dar que directamente faculta al que lo tiene con la capacidad de poder pedir... si es que se desea recibir algo a cambio. Asi, la corte del rey se convierte en un pomposo y atildado mercado persa en el que constantemente se intercambian dones por favores, en una engrasada maquinaria de intereses que, por su propia condición ambiciosa, siempre resultan contrapuestos a otros; tan contrapuestos que incluso llegan a enfrentar a padres con hijos en el propio seno de la familia real y que plantean un escenario de descomposición y debilidad, ya apuntado en "Trafalgar", que hará inevitables desastres posteriores.

Como otros tantos, el joven e inexperto Gabriel se verá tentado por el dulce sabor de la tentación las dulces promesas de prebendas y concesiones y, como consecuencia de ello, un episodio de la historia de la España del siglo XIX sucederá a su alrededor.
"La tierra no pertenece a nadie, salvo al viento"

Es hermoso ¿no?.
¿Y el mar? ¿Pertenece también al viento?
No estoy seguro, lo que tengo absolutamente claro es que si algo pertenece al viento son esas palabras que nuestro inefable presidente pronunció con mística rotundidad... aunque con una enorme e invisible nariz de payaso roja que le sentaba como un guante.
Me sorprende que no nos recordara que madre sólo hay una buscando una difícil, complicada y poco vista analogía entre la madre humana y la madre terrestre... Seguramente, cuando revisaba el discurso, no escuchaba la canción de Disney adecuada.

Yo, para mi gusto, prefiero una frase de Obama, ese estadista al que nuestro presidente quiere parecerse pintándose la cara de negro... "El mundo debe llegar a un acuerdo, aunque sea imperfecto"... También tiene poesía... una poesía adulta basada en el esfuerzo humano en superar las limitaciones y que es evocadora porque conecta con una realidad clara y evidente; una poesía minimal y sin adornos en el que el significado es puro protagonista y que pone en primer lugar la necesidad de actuar, no de hablar.

La frase de Obama es la que cualquier hombre podría pronunciar, sabiendo las circunstancias de sus interlocutores y de la situación en la que se encuentra, mientras que la de Zapatero es la de un adolescente que, con la voz frágil y granos en la cara, clama por el amor verdadero en medio de la carnal orgía de la Conferencia de Copenhague.

Y lo más relevante de la frase de Zapatero es que le retrata con todas sus vergüenzas, como ese poeta adolescente que nada sabe de la vida salvo lo que su inexperiencia curricular le permite intuir y que le lleva a pronunciar sin el menor sonrojo diálogos de western de serie B.

jueves, diciembre 17, 2009

CUARTETO DE NOS

Natural...




44 INCH CHEST











CÓMO ROBAR UN MILLÓN Y...

Nicole (Audrey Hepburn) tiene un padre cuya principal hobby es la falsificación de obras de arte, que de cuando en cuando dan salida en el mercado. El stock de obras falsas que la familia almacena en su palacete falsifica a su vez a su familia como importantes coleccionistas de arte. Esta fama atrae a Simon (Peter O'toole), un ladrón de guante blanco a quién Nicole sorprende una noche dentro de su casa... Además de esto, la familia de Nicole, en un incomprensible alarde de locura, cede su falsa Venus de Cellini para una importante exposición. Una consecuencia colateral de esa cesión es la inspección de la estatua por un famoso profesor especializado en autenticidades y falsedades... Buscando evitar la desgracia para su familia, la desesperada Nicole recurrirá a las artes de Simon pidiéndole que planee el robo de la estatua valorada en un millón de dólares.

"Cómo robar un millón y..." está en la línea de las comedias románticas que en la década de los sesentas del siglo pasado rodaron con gran éxito directores como Blake Edwards, Stanley Donen o Richard Quine.

Todas comparten un mismo tronco argumental... Como consecuencia de una determinada situación, en muchos casos criminal ("Charada"), un hombre y una mujer entran en contacto de forma azarosa, viéndose por algún ardid del destino impelidos a resolver esa situación de forma conjunta. Durante ese proceso, emergerá en paralelo una segunda línea argumental basada en la relación romántica que se establece entre ellos.

"Cómo robar un millón y..." está claramente en esa línea si bien uno tiene la sensación de que la historia podía dar más de sí resulta evidente. La película no es ni demasiado graciosa ni demasiado romántica ni demasiado emocionante. En todo momento resulta poco enérgica, como anémica y termina pasando con más pena que gloria ante los ojos del espectador confundiendo estilo con sosería.

Seguramente su director, William Wyler, uno de los grandes directores clásicos de Hollywood, no se sentía cómodo dentro de la comedia... y lo demuestra desaprovechando las grandes posibilidades argumentales y empleándolas para narrar una historia que no traspasa, que no llega, que se queda en ese limbo de historias perdidas que se abre entre la pantalla y el espectador.

Seguramente su protagonista, Peter O'toole, en el apogeo de su carrera, se sentía más cómodo protagonizando tragedias y dramas... y lo demuestra resultando demasiado frío, desaprovechando una y otra vez las mágicas sonrisas y miradas de Audrey Hepburn, que como siempre se mueve como pez en el agua en este terreno de la comedia romántica. Cada vez que aparece O'toole tengo al impresión de que está deseando que acabe la toma para irse a tomar unas cervezas con Oliver Reed y acabar durmiendo la mona en cualquier mesa de billar.

En cualquier caso, algo falla.

La historia lo tiene todo, incluido un sorprendente giro final, pero hay algo rutinario y funcionarial en el modo de entenderla y plasmarla que la perjudica, como si la simple combinación de una buena historia y los talentos de Wyler, O'toole y Hepburn se bastarán para obrar el milagro con su mera presencia mágica y catalizadora. Y no es así. La película, desde luego, se ve con agrado pero le falta ese algo especial que la convierte en la materia de la que están hechos nuestros sueños.

Desaprovechada.

miércoles, diciembre 16, 2009

"Haidar lamentó que las potencias mundiales ejerzan sobre ella múltiples presiones para concluir su huelga de hambre "que deberían ejercer sobre Marruecos", al tiempo que se mostró determinada a continuar su protesta.

"Mi resolución es firme. Me he dado cuenta desde que he comenzado esta huelga del predominio de los intereses económicos. Éstos últimos son decididamente superiores a los ideales sagrados de los derechos humanos", dijo, aunque añadió que mantiene una "total confianza" en la solidaridad internacional."

Las verdaderas victimas en este mundo nuestro son las que nada pueden poner sobre la mesa en una negociación en que sólo importa lo que se puede recibir, lo que se puede ofrecer. Ante éso, presuntas verdades basadas en derechos e integridades nada tienen qué hacer. Mientras los saharauis no encuentren petróleo o la cura contra el cáncer o el mismo cuerno de la abundancia, su causa será siempre una causa perdida. No tendrán nada que ofrecer, con lo que interesar a un mundo en el que, se diga lo que se diga, sólo importa lo material y que sostiene su complicado equilibrio en una intrincada trama de intereses creados o por crear.

Las ideas y las palabras que las vehiculizan siempre vienen luego, después del banquete, cuando los estómagos están llenos y con los mismos efectos calmantes y tranquilizadores de un gran puro o una copa de cognac, sostenernos civilizados en nuestra animal digestión de todo lo devorado.

Las cosas no han cambiado en lo que para algunos era el fin de la historia. Al cambio, un ideal moral que se vive como una incontrovertible verdad sigue valiendo bien poco comparado con

Es triste comprobar que la verdadera lógica que sostiene el funcionamiento de las cosas puesta en evidencia por gestos extremos como el de Haidar sigue siendo la misma de siempre, la de los intereses creados, y también me resulta mucho mas triste comprobar que personajes tan presuntamente románticos como Haidar acaban igual de desesperados con su destino de perdedores, lo suficientemente desesperados como para poner sobre la inflexible balanza de transa el pesado hierro de su propia vida.
BRIAN FERRY

September song...




martes, diciembre 15, 2009

Lo peor de la arriesgada intervención de Esperanza Aguirre en favor del intolerablemente agredido Hermann Tertsch es que, de forma indirecta (pero evidente) , se constata la corta línea recta que separa a la Presidente de la Comunidad Madrileña del presentador del informativo de la noche de la cadena autonómica.
La presidenta en un gesto que la deshonra no ha podido esperar a que las primeras diligencias judiciales se sustanciaran... y quizá, si sus terminales mediáticas no consiguen enmierdarlo todo con el ruido y la furia de opiniones y declaraciones, tenga que arrepentirse de haber corrido antes de tiempo en socorro de uno de sus más fieles y nocturnos servidores.
Esperanza Aguirre está incondicionalmente con los suyos y, a humo de pajas, ha supuesto que lo que está en juego es la libertad de expresión. Con afilado colmillo ha aprovechado la oportunidad para continuar la interminable y sordamente violenta partida de poder entre los suyos y los de ellos.
La arriesgada, poco escrupulosa y muy poco respetuosa parodia que La Sexta hizo de Tertsch se ve contestada con la conversión de un incidente nocturno en un episodio de la eterna lucha entre los justos y los injustos.
Es evidente.
La intervención de la presidenta refleja hasta qué punto un destacado miembro de los servicios informativos de la cadena autonómica es uno de los suyos con todas las consecuencias que los directamente implicados siempre niegan, aunque todos aquellos que, desde hace tiempo,venimos teniendo ojos y oídos críticos perfectamente sabemos.
La reina corre apresurada y un tanto románticamente fuera de control en socorro de su malherido peón, el campeón de sus campeones herido a traición por un malvado en un piano-bar de la calle Almirante, pero no nos equivoquemos su jugada es tan arriesgada, poco escrupulosa y muy poco respetuosa como su jugada predecesora en el tablero del pequeño juego de los intereses creados de nuestra política. Ganará quién logre parece víctima antes, de forma convincente y más tiempo
Los suyos, los de ellos y el nombre de la libertad una vez más usado en vano por todos.
Más de lo mismo en el otro lado, el de la supuesta alternativa.

lunes, diciembre 14, 2009

Sobre la Gripe A...

domingo, diciembre 13, 2009













Definitivamente, este frente de aire siberiano que ha entrado este domingo como una invasión bárbara desde su Norte natal se ha llevado del Atlético de Madrid lo poco que le quedaba de credibilidad como equipo.

El equipo está roto, sin capacidad de respuesta y sólo cuenta para mantenerse a flote con el talento inmenso de Agüero... que no es la primera vez que se las arregla para ganar un partido para su equipo interviniendo en todos los goles, bien fabricándolos, bien haciéndolos.

Desgraciadamente, no hay nada más.

Hay una nada inmensa en ese vestuario que el nuevo entrenador está intentando manejar, pero va a ser complicado. A un punto de los puestos de descenso, y con el frío que he pasado en la tribuna aún sin abandonarme el cuerpo, me cuesta creer que los equipos que están por debajo de la tabla jueguen peor que el Atlético de Madrid. No puedo imaginarlo. Y si me lo aseguraran tendría que verlo para creerlo.


SPANISH MOVIE

Precedida de una importante e inteligente campaña de Marketing en diferentes medios y canales, "Spanish movie" ha conseguido el objetivo nada fácil de ser la película más taquillera en el fin de semana de su estreno.

Me quedo con este aspecto, porque no es nada común dentro de un cine español que, de forma genérica, se ha quedado atrás en el modo de dirigirse a su público potencial; un público potencial que, salvo excepciones, sistemáticamente ignora y al que, de no ignorarle, probablemente no sabría cómo dirigirse.

En general, el cine español primero busca la subvención y luego, si acaso, y si no se compromete la integridad del "autor",busca a su público que, generalmente, está en el cine norteamericano o europeo.

En este sentido, "Spanish movie" con su astuta y eficaz campaña de marketing viral en Internet o el planteamiento imaginativo del material promocional se convierte en precedente y promotora de un modo de comercializar el producto aspirando, con éxito, a convertirlo en el evento que ha sido.

Muchas cosas se pueden aprender de "Spanish movie", pero, y tengo que decirlo, la mayoría de ellas no está en el producto en sí.

Lo mejor que se puede decir de "Spanish movie" es que en nada tiene que envidiar de sus referentes norteamericanos... "Aterriza como puedas" o "Hot chots" o "Top secret"... Metahistorias que se cosntruyen con pedazos de otras buscando el humor y la parodia. En este aspecto, "Spanish movie" consigue amalgamar pedazos de películas que han tenido importante repercusión dentro de los últimos años del cine español y con un humor (llamemoslo así) directo, básico y nada elaborado (de acuerdo con las exigencias de este subgénero) fabricar un relato bufo en el que los referentes resultan patentes.

Pero esta cualidad también es su principal defecto, porque no hay nada más que éso... y, personalmente, no disfruto con este humor de trazo grueso y me es imposible apreciarla. Lo que si puedo apreciar es el talento que sus productores han tenido para llevarla hasta el público español y venderla. Siendo éste el principal valor que tiene "Spanish movie", convirtiéndose en un ejemplo a seguir dentro de un sector demasiado conservador en el modo de entender su relación con el público.





INOLVIDABLE

Orfeo negro... Mañana de carnaval..


sábado, diciembre 12, 2009

SNATCH

No descubro nada cuando digo que el cine de Guy Ritchie es un cine de alto voltaje, adrenalínico, frenético.

Los descensos que Ritchie hace a los bajos fondos de Londres, con sus peculiares personajes que hablan el inglés con extraños e incomprensibles acentos, son descensos en una montaña rusa que Ritchie sabe pilotar a la perfección.

El ritmo que Ritchie impone es el de los rigores de la vida moderna en la ciudad... impaciente, exigente, impactante. La vida en la jungla no es un tranquilo paseo por el parque y el propósito de Ritchie es recordarnoslo tanto en fondo como en forma.

Cada día me gusta revisar las películas de Ritchie y entre las joyas de su corona eléctrica se encuentra "Snatch".

En su complicada trama en torno a un diamante y un combate de boxeo que debe ser amañado convergen una serie de líneas argumentales protagonizadas por diferentes personajes, a cual más interesante, generando con sus acciones, acertadas o torpes, una complicada trama sincopada que envuelve y enreda al espectador que asiste de asombro en asombro al desarrollo de una historia en la que cualquier cosa puede suceder... porque de hecho cualquier cosa es lo que está sucediendo.

Ritchie tiene talento para narrar y, lo que es más interesante, para hacerlo de una forma nueva añadiendo velocidad a la historia con montajes rápidos que describen situaciones... por ejemplo, el modo en que cuenta el vuelo de Avi desde Nueva York o Londres.

Ritchie tiene talento para construir historias complicadas y llenarlas de la suficiente energía como para que el espectador, con la verosimilitud que genera ese energía, no cuestione la azarosa locura que a veces nos muestra.

Ritchie tiene talento para pensar personajes interesantes, diferentes y para hacerlos creíbles con unos diálogos que destilan gracia y genio.

Son demasiados talentos que hacen de "Snatch" una película que siempre apetece ver.

Brillante.


La ciudad está llena de oficinistas
que suspiran en el filo de la hora en punto
antes de estrellar su reloj contra el helado suelo,
que se agarran al quicio de la corbata para no caer,
que prefieren la asfixia como la distancia más corta
entre los dos puntos de siempre
antes de caer en el injusto limbo del suelo
y clavarse como punzantes astillas
las manecillas que marcaban las muertas horas de ayer,
que caminan sobre ellas como quién anda sobre brasas,
contando obsesivamente cada llaga despertada,
cada gota de sangre aventada,
anotando concienzudamente su incomprensión de cada dolor
en una interminable cuenta muy larga
mientras se prenden la mancha nueva de cada día en la solapa.

La ciudad está llena de oficinistas
que se miden constantemente la altura y el peso,
que a toda prisa revisan la predicción del tiempo
para un hoy que ya se les escapa
mientras incansablemente se vigilan
el reflejo que les devuelven los espejos
con el detenimiento de quién se toma la tensión,
mientras con desconfianza se espían el latir del pecho
experimentando una vaga y persistente sensación de transparencia,
de progresivo desvanecimiento.


OASIS

Fuckin' in the bushes...




viernes, diciembre 11, 2009

"La señora Haidar entró en España conforme a la ley, teniendo en cuenta que tiene un permiso de residencia por razones humanitarias que le permite entrar en España. No hay ninguna autoridad política que esté en el día a día dedicada a establecer autorizaciones o denegaciones de lo que es simplemente la aplicación de la ley que corresponde a las autoridades administrativas que tienen encomendada esa gestión", aseguró tras ser preguntado por la autoridad política que autorizó la entrada de la activista en territorio español.

Siniestra separación entre responsabilidades administrativas y políticas que, en definitiva, intenta poner el foco sobre el subordinado. Haidar está en España en cumplimiento de una legislación que las autoridades administrativas tienen que hacer cumplir.
Esto tiene todo el sentido... aunque uno podría pensar que en estas palabras se deja espacio para lavarse las manos afirmando que no se comparte esa ley que los funcionarios ejecutan.. aunque es la que hay.
Esto tiene todo el sentido... aunque no sabe ni huele bien del todo... pero lo peor son las palabras de nuestro presidente:

Por su parte, José Luis Rodríguez Zapatero ha afirmado que "no hay ninguna autoridad política" que en el momento de la llegada de Haidar tuviera que decidir si se le permitía entrar en España porque para eso ya hay unas "autoridades administrativas que tienen encomendada esa misión".

¿Qué quiere decir? ¿Por qué se subraya esté hecho que es obvio y que se deduce del planteamiento anterior?
Básicamente, para dejar claro que ellos no estaban allí, sino que fueron otros los que dieron la autorización en cumplimiento de una ley aprobada por el parlamento y este hecho parece algo que nada tiene que ver con lo político, como si se tratara de la aplicación de una ley aprobada por otros que unos administrativos que no son ellos se encargan de hacer cumplir.
Y lo que es peor, para que, quizá, algunos puedan pensar, si quieren, que si ellos hubieran estado allí, quizá, se pudiera haber hecho otra cosa en plan alianza de civilizaciones.

El progreso ya está aquí y forma parte de él el poder diferenciar entre lo político y lo administrativo del estado... cuando las cosas no van bien... y si ya la administración ejecuta una legislación que no se comparte porque se cree manifiestamente mejorable ni te cuento... Igual esa es su siguiente bala... Responsabilizarse políticamente sólo de las leyes que son suyas. Nada de legislaciones heredadas que para nada entienden la levedad del espíritu de los nuevos tiempos.

Pero cuando las cosas van bien, gobierno y administración, cabeza y brazo ejecutor actúan con coordinada perfección, demostrando el único cuerpo que son.

Ya no es que eche en falta verdades, es que me faltan mentiras que parezcan verdades, mentiras de buenos políticos, de esas auténticamente falsas como Holly Golighly.

El nivel es ínfimo y se exhibe con pomposa impunidad... No se qué es peor.

Y lo dicho... Cualquier cosa con tal de no perder el puesto de trabajo.
LEONERA

Ojalá todas las películas de Ken Loach fueran como esta película dirigida por el interesante director argentino Pablo Trapero y escribo ésto porque, esencialmente, y recordando "Looking for Eric", "Leonera" tiene todo lo bueno que veo en las películas del director británico.

"Leonera" cuenta la historia de Julia Zárate (fantástica Martina Gusman), una estudiante que primero es acusada y luego declara culpable del asesinato de su pareja. Julia está embarazada y deberá afrontar el embarazo, el parto y la cría de su hijo Tomás entre rejas.

De algún modo, y sin serlo del todo, Julia es uno de esos "working class heroes" de Loach que encuentran fuerzas dentro de sí mismo para salir adelante y encontrar su camino en un mundo que no parece hecho para ellos. Y lo que "Leonera" nos cuenta fundamentalmente es ese trayecto vital en el que Julia lucha para encontrar un destino para ella y su hijo, un destino cuyo principio comienza en un maravilloso y esperanzado final que no se por qué me recuerda al mejor Renoir, el antropológico e inevitable optimismo de continuar adelante que sus personajes sienten pese a lo complicado de las circunstancias... Recuerdo ahora mismo "La gran ilusión".

Paradójicamente, la cárcel será el lugar donde Julia se encuentre. En ese lugar donde, en teoría, todos se pierden, Julia endereza su camino, En esa Leonera llena de mujeres como ella encontrará con el paso de los años un espacio donde ser ella misma y forjar un carácter que le llevará a tomar la sublime y arriesgada decisión que es el principio del fin de la historia.

Lo mejor del cine de Loach es la integridad de sus protagonistas que les lleva a forjarse un destino contra todo y casi todos y el camino de Julia es el de la forja de esa integridad, de ese destino. Si en un principio, se nos presenta a Julia como un pelele utilizado por su novio y por su amigo, un pelele que al final acabará pagando por los dos, poco a poco, la mujer irá encontrando en su interior esa mismidad incuestionable sobre la que apoyarse e impulsarse hacia delante, hacia una vida auténtica o que, por lo menos, ella concluye que no puede ser de otro modo.

Y el director de "Leonera", Pablo Trapero, nos cuenta la historia con talento, consigue crear verdad y como consecuencia de ello emocionar al espectador con la trayectoria casi nunca agradable de Julia.

Absolutamente recomendable.
ROBERT MITCHUM

Matilda...