Basada en el libro homónimo de Tom Wolfe, "The right stuff" cuenta los inicios del proyecto espacial norteamericano desde la perspectiva de uno de sus más directos y principales protagonistas: los pilotos que trabajaron para llegar más alto, más rápido y más lejos.
No es una película redonda. En algunos momentos resulta demasiado larga, especialmente las repetitivas escenas de los astronautas siendo lanzados al espacio, que resultan demasiado iguales, y en otros momentos resulta dispersa, con sucesiones de eventos demasiado separados en el espacio y en el tiempo... pero, y en general, se deja ver a lo largo de sus más de tres horas.
Además, y para mi gusto, hay una gran diferencia desde el punto de vista de la historia entre el comienzo de la misma, centrada en los pilotos que se matan intentando ver al diablo que se esconde tras la barrera del sonido y el resto, que cuenta los inicios de la carrera espacial propiamente dichos. La primera es interesante y rica, la otra resulta más rutinaria, tópica y dispersa.
Siempre he pensado que la historia de Yeager, brillantemente interpretado por un silencioso Sam Shepard, y su afán por perseguir al demonio que se esconde tras la barrera del sonido constituye el tronco esencial de la historia, la principal fuente de trascendencia y emoción de esta crónica histórica.
De algún modo, el hierático Yeager encarna ese esfuerzo, a veces loco, por superar los propios límites que resume toda la carrera espacial.
Las mejores secuencias de la película son aquellas en las que este personaje aparece superando límites uno detrás de otro hasta llegar incluso a vislumbrar las estrellas durante unos segundos, forzando las posibilidades de su avión. Porque Yeager es uno de esos héroes anónimos para los que el estar no cuenta, lo único que importa es el ser y, por esta misma razón, y aunque su tiempo acaba por pasar y termina siendo olvidado (norteamérica prefiere a los astronautas en lugar de los pilotos), Yeager se convierte en depositario de unas esencias trascendentes que son las que revisten de épica todo el proyecto espacial.
Al final, y a su modo, consigue llegar hasta las estrellas.
¿Quién es el mejor piloto?
"The right stuff" nos cuenta una gran verdad, que lo importante y esencial casi siempre se olvida, que el presente es una materia delicada hecha de pasado y de futuro.
Yo me quedo con Yeager persiguiendo a ese diablo que se esconde más allá del Mach 1.3.