viernes, enero 22, 2016

Ocho apellidos catalanes

Me ha gustado más esta segunda parte que su primera edición "Ocho apellidos vascos", lo que no quiere decir que la película me haya gustado un poco.

A mi entender, y aunque la historia está más estructurada y hay personajes más interesantes interpretados por mejores actores, la película destila el mismo "tufillo" ideológico que tanto me desagradó en la primera.

Los nacionalismos complejos y conflictuados enfrentados a la actitud naif y bonachona de esa especie de buen salvaje andaluz que, a diferencia de los otros personajes, siempre parece -queriendo o sin querer- saber lo que es bueno.

En cualquier caso, este planteamiento nada inocente no deja de ser interesante como expresión del modo perverso en que seguimos entendiendo la diferencia que representan gallegos, catalanes y vascos... porque al final, y digan lo que digan, siempre subyace la idea de que todos son españoles sin saberlo y toda esa expresión discursiva de la diferencia que exhiben como adolescentes airados siempre se viene abajo ante el irresistible poder de un buen plato de jamón regado con un buen vino.

En este sentido, no hay mucha diferencia entre el modo en que son contados los catalanes y los vascos en esta serie de películas y el modo en que el cine desarrollista franquista contaba la rendición de los turistas extranjeros ante la riqueza y variedad de todo lo que nuestra patria puede ofrecerles.

El personaje que interpreta Dani Rovira no se diferencia demasiado de los personajes que antaño interpretaran Jose Luis López Vázquez, Alfredo Landa o Manolo Escobar.

Y al final estas dos películas de la serie de los ocho apellidos se me antojan como un perfecto documento sociológico de lo perdidos que estamos en nuestro laberinto.... porque podemos esperar sentados a una nueva edición de la franquicia que se llame "Ocho apellidos españoles" en la que un catalán o un vasco enmienden la plana al español.

Y en ese matiz, con todo lo que implica de quién hace los chistes sobre quién y lo que es más importante el contenido de los mismos, subyace toda una manera de entender este país... con ese maldito bigote de Franco que a tanto demócrata de nuestros días le parece tan natural y le sienta tan bien.

Por eso "Ocho apellidos catalanes" tampoco me hace ninguna gracia, la misma que "Ocho apellidos vascos".

Pero, insisto, estoy dispuesto a partirme la caja con una que se llame "Ocho apellidos españoles", pero hacerla seguramente requeriría que muchos en este país se amputasen la boina que todavía tienen atornillada a la cabeza.




lunes, enero 18, 2016

El Juez

A mayor gloria de Robert Downey Jr,, "El Juez" es un producto eficaz que combina hábilmente el melodrama familiar con el género judicial.

Y aquí es donde está en conflicto porque personalmente detesto el melodrama familiar tanto como me gusta el género judicial.

Y lo que detesto de aquel es que casi siempre se resuelven a favor de los padres siempre perdonados por sus hijos como si la vejez eximiese al tirano de culpa... pero esa es otra historia reservada para mi y mis abundantes demonios internos.

En este sentido, "El  Juez" presenta una situación clásica dentro del melodrama familiar: relación rota entre padre e hijo en la que la debilidad del padre como consecuencia de los achaques y la edad permitirá la posibilidad de un acontecimiento catárquico que haga posible el perdón y la comprensión mutua.

Pero el principal atractivo de la historia radica en que la trama judicial forma parte esencial de ese acontecimiento catárquico ya que el padre será juzgado por homicidio y convenientemente defendido por el hijo pródigo.

Dos actores importantes, Robert Duvall y Robert Downey Jr, hacen el resto, insuflando a sus personajes la necesaria entidad para que la película emocione y se sostenga, aunque todos (que queremos perdonar y ser perdonados) sepamos lo que al final va a pasar entre padre e hijo.

Aceptable.



Humo

Como jirones grises de humo exhalado
se desvanecen sus recuerdos.
La progresiva transparencia
de ese silencioso estar extático,
como de nube por cielo,
los vuelve aún más inciertos.
Y su esfuerzo imposible
empeñado en atrapar tan volátil inconsistencia,
sólo sirve hacer aun mas incierta y transitoria
semejante quimérica permanencia
mientras la tarde avanza hacia el ocaso
con su habitual indiferencia.

domingo, enero 17, 2016

Las aventuras de Buckaroo Banzai

Hay películas a las que uno siempre gusta regresar.

"Las aventuras de Buckaroo Banzai" es una de ellas... Y me apetece tanto verla como pueda apetecerme "La eternidad y un día" de Theo Angelopoulos.

Fue dirigida en 1982 por el olvidado y bastante interesante W.D. Richter quién como escritor de películas cuenta en su curriculum con joyas extraordinarias como "A casa por vacaciones", "Brubaker" y "Golpe en la pequeña china".

"Las aventuras de Buckaroo Banzai" como historia se asienta en la confluencia de varios territorios más que interesantes: el pulp. el comic, el serial cinematográfico, la serie B de la época dorada de los estudios de Hollywood... Todo ello bien combinado en la coctelera del sincretismo posmoderno propio de la década de los ochentas del siglo pasado, una coctelera que en absoluto desdeñaba lo bizarro como resultado final.

El protagonista es Buckaroo Banzai, un personaje propio del serial y la serie B, un científico que a mismo tiempo es hombre de acción (y que tiene además un exitoso grupo de rock).

Uno de sus experimentos consistente en atravesar la materia liberará a unos villanos confinados por una raza alienígena en una octava e ignota dimension.

El destino del mundo se verá amenazado por esa raza alienígena que exige a los terrestres la devolución de los escapados a su confinamiento.

Con ayuda de su grupo variado y pintoresco de colaboradores, Buckaroo Banzai defenderá a la tierra con las eternas maneras apolíneas de los viejos héroes del serial.

En este sentido, "Buckaroo Banzai" recoge la esencia de esa narrativa popular: héroes perfectos, villanos malvados y desagradables, bellas damiselas en peligro, generosos amigos y colaboradores, carreras y persecuciones y, lo que es más importante, finales felices.

Y lo recoge muy bien, con las cero pretensiones que presenta un guión astuto, magnificamente escrito, que exhala por todos sus poros ese infantil e irresponsable placer por la aventura en si misma que hace a Tom Sawyer un arquetipo de la infancia,

Y aunque parezca mentira, el cine ya no hace tantas películas con este espíritu.

Todo se ha vuelto demasiado caro, demasiado serio.

Magnifica,

sábado, enero 16, 2016

Rastas

Cuando era un chaval, siempre había en el colegio compañeros que utilizaban el aspecto físico y la forma de vestir de otros para atacarles y ridiculizarles.

Mis maestros unánimemente siempre dijeron que semejante comportamiento era manifiesta prueba de ser persona de poco seso.

Más adelante terminé pensando que había algo más porque las burlas siempre iban dirigidas contra aquellos que no formaban parte de la tribu.

Mi colegio era de clase media-alta y entre los que se reconocían como iguales jamás existían esa clase de burlas porque todos sintonizaban en mayor o menor medida con una determinada forma de ser y de estar.

Ahora parece que aquellos niños que se burlaban han crecido y, sin hacer caso de los sabios consejos de sus maestros, siguen burlándose de los diferentes.

Prueba de ello es que los más tontos de aquellos han llegado a ser políticos y desde la confortabilidad de su escaño regalado se permiten burlarse de la apariencia física de los diferentes que se atreven a seguir siéndolo en lo que ellos consideran su club privado.

Y aunque sobre el papel es el congreso de todos los españoles parece claro que no lo es si, por ejemplo, llevas rastas.

Porque es evidente que todos los españoles vestimos con trajes de ochocientos euros y llevamos cortes de pelo de doscientos, cosa que nuestras señorías ven de lo más normal en otro alarde de ese incontrolable bigotito franquista que siempre terminan poniéndose todos estos sesudos zotes para tratar con lo distinto.

No es que me decepcione porque tengo claro lo bajo que pueden caer nuestros políticos.

Lo que me sorprende es esa estupidez tan carente de complejos que exhiben tan impudicamente, como si al acta de diputado fuese en realidad una licencia para matar.

Crónicas de motel. Sam Shepard

"Mi novia trazó mi carta astral de acuerdo con los datos fraudulentos que le había facilitado la Enfermera Jefe. Me dijo que me aguardaba una vida interesante pero muy difícil, y que, Saturno estaba exactamente en la misma posición que ocupaba en el nacimiento de Goethe. No le pedí más detalles. Tenía un aspecto tierno e inocente".

The Signal

No hace mucho tiempo escribía sobre la perdida capacidad del cine para crear imágenes nuevas.

"The Signal" es un magnífico ejemplo de todo lo contrario, de la eterna repetición de lo mismo una y otra vez.

Sin haberla visto, en realidad he visto "The Signal" unas cuantas veces.

Y lo peor es que ni siquiera se molesta en parecer diferente.

Persiguiendo la señal que localiza a un hacker que les ha desafiado, un grupo de adolescentes se verán inmersos en una historia de abducciones alienigenas.

El cine como arte de la ocupación extensiva del tiempo.

Olvidable.


Oración funebre

No fue lo peor verte tumbado entre la vida y la muerte,
aquella tarde del recién estrenado año nuevo
que para ti era el mismo de siempre,
privado de esa fuerza que siempre había sido tu única certeza,
perdido como un recién nacido dentro de aquella inmensa cama blanca.

En absoluto fue lo peor intuirte sepultado bajo el negro peso
de ese intolerable ti mismo que todos despreciaban de manera unánime,
sentirte inevitablemente unido a este que quizá nunca pensaste serías
cuando hace ya mucho tiempo mirabas al cielo y soñabas:
un escuálido conglomerado de errores
proyectados de manera mecánica en el tiempo,
unidos por la inconsciente voluntad de ser a pesar de todo;
lo que quedaba al final del día,
cuidadosamente guardado y recogido,
de manera hermética encerrado dentro de tí.

Nadie lo sabe, ni siquiera tú,
pero quizás intentases escapar de aquella cárcel de silencios
con tu habitual torpeza de siempre para lo bueno
y, perdida la pista hace años en ese retorcido laberinto,
con toda seguridad no supiste como hacerlo.

O ni siquiera eso,
mucho peor,
miserablemente condenado,
equivocado a perpetuidad,
estéril y desaprovechado
sintiendo como inexistente
la inmensa distancia que te separa de todo y todos.

Joy

No se qué pensar de "Joy".

No puedo creer que sea un final feliz el que veo y si lo es el mundo en que vivimos está mucho más enfermo de lo que pensamos... y por extensión nosotros mismos.

La nueva película de David O. Russell nos cuenta la historia de Joy, un ama de cada de extracción humilde que, cargando con sus mil y un complejas circunstancias, consigue perseverar y salir adelante en un mundo lleno de trampas y peligros, en el que todo se mide por el dinero y la ambición.

Está muy bien el modo en que la película nos cuenta el tortuoso y difícil camino en el que agarrada únicamente a su talento y a su fuerza de voluntad Joy cosigue llegar a lo más alto donde le aguarda otra lucha: la no menos interminable defensa de lo conseguido frente a las ambiciones de los otros.

Es bastante chungo el mundo que contextualiza la historia que se nos cuenta en "Joy" y sin embargo esa realidad se acepta como dada, se descuenta y asume, quedando como única opción la necesidad de enfrentarse con coraje y valor a ese mundo que se da por naturalmente inmutable.

En este sentido, "Joy" pone por obra la mitificación de la utopía neoliberal que siempre culmina en un desconfiado vencedor sentado en soledad en la cumbre de su pirámide.

Todo es inhóspito y triste en "Joy".

La constatación de un fracaso perversamente convertido en la glorificación de un éxito.

El lado oscuro de la utopía comunitaria que por ejemplo muestra el cine de Frank Capra.

Exacto.

Pura oscuridad perversa que aspira a seducir al espectador con la glorificacion del esfuerzo por imponerse a ella construyendo una opulenta fortaleza de la soledad que hay que cuidad y proteger de quienes no cesan de atacarla siguiendo su propia y, como no puede ser de otra forma, desmedida ambición.

La balsa de la Medusa.

Un mundo radicalmente infeliz y enfermo

El nuestro.

Y "Joy" intenta que lo queramos.

domingo, enero 10, 2016

No fue fácil.
La perpetúa obstinación por ser,
por la firme sucesión de errores
mantenidos en el tiempo
cristalizada en carácter,
fundamentalmente, y entre otras cosas
porque no quedó más remedio,
porque al final, siempre, se acababa el tiempo
y después de todo algo había que ser,
lo que quedaba,
lo que había,
la única voz que se escuchaba
cuando todo callaba
y uno descubría que el silencio no era tal,
poco más que un torpe y turbio invento.

No fue fácil
y aun lo sigue siendo.

sábado, enero 09, 2016

Napoleon


En sus escritos sobre cine, el alemán Wim Wenders siempre habla de la actual incapacidad del cine para construir imágenes poderosas, nuevas. distintas, diferentes.

Son siempre las mismas imágenes las que se repiten una y otra vez certificando la muerte del cine como la radical expresión artística que este en su momento fue.

Pues bien, el "Napoleón" de Abel Gance pertenece claramente a esa época que Wenders añora y en la que el cine era todavía una nueva herramienta con cuyo concurso el ser humano  se había dotado para satisfacer su necesidad expresar su manera de ver el mundo y lo que no lo es.

Filmada en 1927, esta película forma parte de un colosal e irrealizable proyecto de contar la vida del brazo armado de la Revolución Francesa a lo largo de seis películas.

Gance se quedó en esta primera que cuenta los inicios de la vida de Napoleón hasta que este se convierte en el hombre fuerte de la Convención e inicia su primera campaña militar en el Norte de Italia contra los austriacos.

Quedan por lo tanto fuera todas los grandes momentos de la vida del personaje: la gran victoria de Austerlitz, la campaña rusa, la derrota final de Waterloo; pero, y sin embargo, esta "Napoleón" resulta esencial porque nos cuenta lo que es fundamental en la vida de toda persona: la lenta construcción del carácter que le llevaría a ser una de las máximas figuras de la historia moderna europea.

A lo largo de cinco horas de duración, Gance nos cuenta el largo viaje de Bonaparte desde la escuela hasta convertirse en la máxima figura militar de la convención, pasando por los problemas que pasó en Córcega, su relación con la Revolución Francesa o su decisiva intervención en el sitio de Toulon.

Pero lo importante para mi gusto en este "Napoleon" de Gance no es tanto lo que se cuenta sino la brillantez con la que Gance se arregla para contarlo.

Montajes sincopados, superposiciones de imágenes, cámaras en mano, tremendos travellings,,, La riqueza de soluciones narrativas que presenta este "Napoleon" es sencillamente brutal.



Y en este sentido, y aunque ya va para los cien años de edad, es una película que, aún hoy en día, no deja de sorprender al espectador con la genialidad de sus soluciones narrativas.

Lo importante en el "Napoleon" de Gance es su actitud, la manera autentica y pura con la que se enfrenta a la necesidad de contar porque en ella confluyen las dos tradiciones a veces contrapuestas en el cine: la espectacular y la artística, casi experimental... porque, por ejemplo, esa experimentación narrativa sucede en un formato panorámico llamado Polyvision que comprometió el propio éxito de la película, adelantando en 30 años a experiencias como el Cinemascope

Esta confluencia, para mi gusto exitosa, hace de esta película un evento absolutamente singular y un magnifico ejemplo de esa perdida capacidad del cine como expresión artística para producir auténticas y verdaderas obras de arte.

Estamos ante una obra culminante del cine como ese séptimo arte que algunos todavía dicen que es.

Imprescindible,.. y más allá.

Los hermanos Karamazov. Fedor Dostoievski

“--- ¿Por qué existirá semejante hombre? ---, exclamó sordamente Dimitri Fiodorovitch, al que la cólera trastornaba, y alzando los hombros de tal modo que parecía jorobado. --- Díganme: ¿Se le puede permitir que siga deshonrando al mundo?---“

La ciudad está llena de oficinistas
que, suspirantes, simplemente suspiran por suspirar
mientras, para su siempre ignorada desgracia,
tan honestos y formales como les supone
la vigente legislación,
muy sesudamente confunden
el pájaro con la jaula,
las piscinas vacías con el mar en calma,
caer con volar.

miércoles, enero 06, 2016

Ensayos. Montaigne.

“Preciso es reconocer que el hombre es cosa pasmosamente vana, variable y ondeante, y que es bien difícil fundamentar sobre él juicio constante y uniforme”

Steve Jobs

Nada malo podía salir de la colaboración entre dos genios: Aaron Sorkin a cargo de las palabras y Danny Boyle, de las imágenes.

El resultado de su trabajo conjunto es esta magnífica "Steve Jobs" quién a su vez está consagrada a componer el retrato de uno de los genios de la sociedad de la información en la que los estratos más privilegiados del planeta vivimos.

El enfoque me parece genial.

La película está estructurada en tres actos que se corresponden con el lanzamiento de los tres primeros productos de cuya conceptualización Jobs fue responsable: Macintosh, Next y el definitivo iMac que devolvió a Apple a una posición de liderazgo que ya no ha abandonado.

En cada uno de esos tres momentos, y a través de una serie de personajes que salen al paso firme del protagonista, Sorkin aprovecha para pasar revista a la compleja personalidad de Jobs, la personalidad de un genio que resulta difícil e incomprensible para todos aquellos que le rodean.

Todo es brillante en "Steve Jobs", la manera en que se cuenta (Sorkin vuelve a resultar excepcional componiendo diálogos llenos de inteligencia) pero también, y fundamentalmente, lo que se cuenta. En este aspecto, la película pone por obra el fenómeno de eso que se llama genio en estado puro.

Una genialidad que se manifiesta en lo que en un momento de la película se llama "campo de distorsión de la realidad" y que no es otra cosa que a manera especial, heterodoxamente enfocada de ver las cosas que Jobs tiene. Una manera que sirve para producir lo que Jobs produce pero también complica su propia vida y sus relaciones con lo demás.

En este sentido, para bien o para mal, Jobs no puede disociarse de sus "visiones", de su manera peculiar de entender las cosas que le lleva a pensar el hardware y el software para internet antes de que este llegue, pero también le conduce a complicadas e inexplicables relaciones con todos aquellos que le rodea, especialmente con Lisa, la hija de su primera relación.

Con estos mimbres, Sorkin juega de manera excepcional para componer un Steve Jobs fascinante, propietario de un peligroso encanto que se apodera del espectador del mismo modo que lo hace con todos esos personajes que pululan a su alrededor y que constantemente son repelidos y atraídos por su compleja personalidad.

Para Sorkin, los designios de la genialidad son inescrutables y ese es precisamente su encanto... cuando dejan de serlo y se revelan con resultados precisos y perfectos.

El magnífico final de la película se construye en torno a ese poderoso efecto.

De lo mejor del año cinematográfico que ya ha terminado.

martes, enero 05, 2016

Transformar el mundo. Neil Davidson

“Como vimos en el capítulo 6, Adam Smith, que era amigo de Hume, también basaba su apoyo a la sociedad comercial en una hipótesis referida a los probables efectos positivos comparados con los del absolutismo feudal. La esperanza que Lukacs calificaba acertadamente como universal entre los intelectuales burgueses de la época de que esa libertad democrática burguesa y la supremacía de la economía conducirían un día a la salvación de la humanidad no se ha visto ni se verá nunca cumplida.

Los pensadores revolucionarios de la burguesía afrontaban un fenómeno nuevo y se les puede perdonar por eso no entender plenamente su alcance. Pero ahora que las consecuencias del capitalismo realmente existente han sido experimentados durante más de 200 años y ha quedado claro para la mayoría de la humanidad los efectos deshumanizadores de la división del trabajo ya especificados por Adam Smith no eran un subproducto desafortunado sino la propia esencia del sistema hay menos excusas para ese desconocimiento…. Las expectativas que los economistas políticos como Hume y Smith tenían con respecto al capitalismo se han visto defraudadas y las predicciones que hicieron desmentidas.”

Transformar el mundo. Neil Davidson

“La distinción entre la razón y las pasiones era muy anterior a Hume y la Ilustración. En la tradición británica de la filosofía política esos dos términos eran habitualmente considerados opuestos:; tanto Hobbes, como sus críticos, por ejemplo, pensaban que sucumbir a las pasiones significaba renunciar a la capacidad de razonar, aunque eso los llevara a conclusiones políticas muy distintas. Para Hume la relación era muy diferente. Entendiendo las pasiones como necesidades o deseos, Hume escribió que la razón es, y no podría ser de otra forma, esclava de las pasiones, y nunca puede pretender otra función que servirlas y obedecerlas… En cierto sentido Weber iba a reformular más tarde la distinción de Hume entre la razón y las pasiones como la que hay entre la racionalidad instrumental y la racionalidad del valor. Para Weber, los valores (fines) eran creencias fundamentales que pueden ser de por sí irracionales, pero a los que uno se puede adherir por medios racionales”

lunes, enero 04, 2016

The Walk

Lo mejor que tiene "The Walk" creo que pasa desapercibido a la mirada del espectador que, simplemente y merced al gran trabajo del equipo de producción de la película, dan por hecha su existencia.

Lo mejor que tiene "The Walk" es que, merced a un magnífico trabajo de efectos especiales, las torres gemelas del World Trade Center vuelven a existir.

En este sentido, la película cierra el circulo de los efectos especiales, un circulo que va desde su existencia para mostrar lo que no es posible, lo irreal, a su presencia para construir una realidad que fue.

Ni monstruos ni galaxias ni naves estelares.

Zemeckis utiliza los efectos especiales digitales para construir una imagen cotidiana del pasado, resucitar el contexto sobre el que Philippe Petit, el equilibrista cuya historia da razón de ser a la película, realiza ese espectacular paseo que yo mismo recuerdo haber visto por televisión.

Y el resultado es perfecto.

Pero además y por si esto fuera poco, la película maneja los efectos especiales con la suficiente maestría narrativa como para hacer que el espectador se suba con Petit a lo más alto de las torres gemelas.

Hacía tiempo que el cine no me despertaba una respuesta tan física, que no me hacía temer la posibilidad de cualquier error o paso en falso que produjese la consiguiente caída al vacío.

No puedo imaginar como serán esos interminables diez minutos en los que Petit se mueve de una torre a otra en 3D, pero seguro que acercarán al cine a ese componente de atracción de feria que forma parte de su código genético.

En esta ocasión, "The Walk" convierte lo circense, que tanto he criticado en el cine industrial, en algo positivo.

La tensión y la emoción están ahí... a punto de caer al vacío.

Y también está la preciosa Charlotte Le Bon... una presencia a seguir.

Zemeckis es uno de los grandes.

Porque, y aunque con trazo grueso suele ser calificado como un director de efectos especiales, lo cierto es que como ninguno de sus colegas de generación y posteriores se las ha arreglado para dotar de un cierto corazón a toda esa digital mecánica celeste de ingenios y fascinaciones.

Excitante.

sábado, enero 02, 2016

La Confesión

Dirigida en 1970 por Costa Gavras, una de las máximas figuras del cine político europeo, "La Confesión" presenta una crónica terrible y exhaustiva de los peores horrores del estalinismo soviético.

La película se basa en un guión de Jorge Semprun que, a su vez, se basa en la biografía de Artur London, un dirigente comunista checo que en el año 1952 fue parte (y victima) del llamado proceso de Praga. Este proceso también se llama el proceso Slansky puesto que la máxima figura del proceso fue Rudolf Slansky, secretario general del partido comunista checo hasta que dejó de serlo.

Todos los juzgados formaban parte del comité central que comandaba Slansky y fueron acusados de partidarios del comunismo que preconizaba el dirigente yugoslavo Tito y fueron considerados traidores por las autoridades sovieticas que por aquel entonces rompieron relaciones con el mariscal yugoslavo.

La mayoría de los juzgados fueron condenados a muerte y solo unos pocos, entre los que se encontraba London, lograron sobrevivir por ocupar posiciones secundarias en el comité central caído en desgracia.

El proceso Slansky es sólo un jalón más dentro de las complejas relaciones que la Unión Soviética tuvo con su área de influencia europea, conseguida por conquista militar y mediante accesos al poder nada democráticos-

En los estados que habían surgido de los restos de la vieja Prusia y del aun mas viejo imperio austro-hungaro, el comunismo no se impuso de manera natural sino por necesidad. En la mayoría de ellos se hicieron elecciones democráticas que los partidos comunistas jamás ganaron de manera clara, pero con la ayuda de la URSS se las arreglaron para acabar en el poder.

Y dentro de ese area de influencia soviética, Yugoslavia, Checoslovaquia y Hungria eran sociedades complejas y cultas, puramente centroeuropeas que nunca se llevaron bien con el totalitarismo asiático que la Unión Soviética proponía y como escribo las relaciones siempre fueron difíciles (por decirlo con fineza) con ellas,

En cualquier caso, "La Confesión" nos propone un viaje a las profundidades de la locura totalitaria estalinista.

La mayor parte de la película se centra en el proceso de detención, aislamiento y tortura del protagonista al que da magníficamente vida un estupendo Ives Montand.

Y nos muestra la especial locura de estos juicios de los que el ex-seminarista Stalin era muy partidario y que consistía en una confesión pública de los errores y delitos cometidos, errores y delitos que por supuesto el acusado no había cometido pero que terminaba confesando merced a los procesos de lavado e cerebro y tortura.

Así, el espectador contempla con horror como, poco a poco, la resistencia de Gerard, el protagonista, va siendo quebrada hasta que este termina firmando todo los papeles que le llegan permitiendo a sus captores construir una realidad alternativa y política por servir a los intereses del partido.

Vuelvo a repetir que la interpretación de Montand es espectacular, llegando a perder quince kilos en el real y mostrando el proceso de consunción al que como individuo es sometido.

En este sentido, "La Confesión" resulta interesante también por mostrar precisamente la fragilidad del individuo y guarda una lección que aprender en esta época donde la reivindicación del individuo parece un incontestable asunto de fe.

No es bueno que el hombre esté solo y el hombre como individuo aislado siempre lo está.

En cualquier caso, "La Confesión" tiene ese toque especial que Costa Gavras tiene para contar las historias, un toque siempre muy cinematográfico y directamente relacionado con el "thriller", resultando siempre sus películas interesantes de ver no sólo por lo que narra sino por la manera en que este francés de origen griego las cuenta.

Y "La Confesión" se encuentra entre las mejores de su comprometida filmografía.

Imprescindible.

viernes, enero 01, 2016

Capitalismo Global. Jeffry A. Friedman

“Este énfasis en la justicia social reflejaba ciertamente las obsesiones personales de Soros, pero también la preocupación de que el capitalismo global no se podía sostener si las masas quedaban excluidas de los beneficios de la vida económica y política. ‘El sistema capitalista global  -decía Soros- ha dado lugar a un campo de juego muy desigual. La distancia entre ricos y pobres se está ampliando. Esto es peligroso, porque un sistema que no ofrece cierta esperanza y protección a los perdedores puede verse trastornado por actos de desesperación.’ Soros defendía enérgicamente las sociedades abiertas por razones de principio y pragmáticas, creyendo que el nuevo orden económico internacional precisaba un compromiso con la justicia social.”