sábado, marzo 08, 2008

INOLVIDABLE



Zihuatanejo.....
"No te preocupes, sonreía él. Morirse es más difícil de lo que uno cree. En su caso era verdad. La seguridad de que su día estaba señalado le envistió de una inmunidad misteriosa, una inmortalidad a término fijo que le hizo invulnerable a los riesgos de la guerra, y que le permitió finalmente conquistar una derrota que era mucho más difícil, mucho más sangrienta y costosa que la victoria"
(Cien años de soledad, Gabriel García Márquez)
EL DORADO

Howard Hawks es uno de los grandes de la época clásica del cine norteamericano que es casi como decir de la historia del cine.

Su mundo es un espacio para la acción, eminentemente masculino, donde las palabras que se pronuncian son las justas y la amistad acompañada del fiel seguimiento a un propio código moral es el principal valor que orienta a los personajes en sus andanzas y peripecias.

El cine de Hawks muchas veces se sostiene sobre episodios de vida cotidiana que resultan anecdóticos, pero que ayudan a construir las relaciones entre los personajes. Las historias no son complejas, apenas una excusa para poner en marcha las psicologías y las acciones que los puntos de vista generados por esa visión del mundo producen.

Hay un cierto sentido de documentalidad traducido en la pequeña química de las pequeñas cosas, mientras las grandes, las que determinan el avance de la historia van sucediendo. En "El Dorado" se suceden las conversaciones y las situaciones aparentemente intrascedentes que permiten el desarrollo de los personajes principales y que son lo mejor de la película.

En este sentido, la acción principal se convierte en un mero soporte vertebrador de esa sucesión de escenas en donde reside el verdadero encanto de la película.

"Eldorado" es un estupendo ejemplo de la mirada de Howard Hawks.

La película se construye en torno a la relación de amistad que mantienen el pistolero Cole Thornton (John Wayne) y el sherif J.P. Hannah (Robert Mitchum), más en concreto sobre el constante y generoso esfuerzo que el primero desarrolla para evitar que el segundo se pierda definitivamente en las tinieblas de sí mismo.

Hay mucha generosidad en el primero, pero también mucha autoestima y firme creencia en el propio código de valores que llevará a Hannah a la superación de su pequeño drama. Es memorable la escena en que éste asume sus responsabilidades como sheriff al mismo tiempo que lucha contra su cuerpo y los efectos d elos mil y un whiskies que ha bebido.

Las mujeres en Hawks son siempre seres secundarios. Presencias seductoras que pervierten ese pequeño orden establecido o pacientes compañeras que abrazan sin comprender del todo al hombre que quieren. En cualquier caso, quedan fuera de ese centro dramático que establecen los hombres relacionandose entre sí mismos y con sus propias contradicciones.

Todo ésto está presente en "El Dorado", una de las obras cumbre de Hawks que en el año 1966 se encontraba ya cercano al final de su carrera y en el punto más alto de su talento.

La poética de Hawks descansa en, como escribía el poeta, la erótica secreta de los iguales.

martes, marzo 04, 2008

VETUSTA MORLA

Un día en el mundo...

"No llores y a llevar tu suerte aprende"
(Horacio, Odas y Epodos)
La vigilia encierra en la vaciedad de su agrio seno
mil y un secretos imposibles de descubrir,
los fantasmas apresuran sus pasos,
descuidan la solemnidad de su gesto
mientras el gallo canta enronquecido por enésima vez
y el asombro no cesa,
el sueño no está donde esta mañana quedó caliente y desvestido,
guardando la horma de nuestro propio recuerdo,
suavemente mecido
sobre un vidrioso amanecer de media semana.
SOBRE EL DEBATE

Le llamamos debate a cualquier cosa, por ejemplo a un continuo intercambio de golpes dialécticos y acusaciones trufado con discursos leídos con mayor o menor fortuna ante las cámaras.
Tenemos que llamar debate a lo que han protagonizado los líderes de nuestros principales partidos políticos el pasado lunes por la noche... entre otras cosas porque tampoco tenemos mucho donde comparar.
Me gustó la reflexión del periodista Fernando Urbaneja. No puede haber debate cuando un interlocutor le niega al otro la totalidad, cuando uno lo ha hecho todo bien y el otro lo ha hecho todo mal. Eso no es un debate, sino propaganda disfrazada... pero no me voy a poner estupendo.
El hecho que debe contar es que quince años después el mascarón de proa de nuestra raquítica política se pone delante de las cámaras... para volver a mostrar sus indudables vergüenzas.
Política de mínimos.
Menos da una piedra.
Pero lo más peocupante no es éso.
Lo que más me inquieta es la participación de los periodistas en este juego de manipulación y seducción que es la política. Es cierto que la objetividad es imposible, qe siempre se habla desde una posición con las obligaciones y dependencias que ello implica, pero lo que no puede ser es que el periodista se convierta en sujeto del discurso de otro.
No puede ser que antes de que abran la boca, se sepa lo que la mayoría de los comentaristas políticos van a decir... o lo que terminan diciendo.
No se puede ir de independiente y luego que, mágicamente, todas tus opiniones se posicionen del mismo lado.
UNO ROJO DIVISIÓN DE CHOQUE
Tras diez años alejado del cine, el veterano Samuel Fuller regresó en 1980 para rodar esta película bélica que cuenta la lucha por la supervivencia de los miembros de un pelotón de la Primera División de Infantería del ejército norteamericano a lo largo de diversos escenarios de la II Guerra mundial.
No puede decirse que esté entre mis favoritas.
Me parece demasiado larga, demasiado reiterativa, con buenas ideas que resultan desaprovechadas... La historia se acaba diluyendo en el rostro cansado de un estupendo Lee Marvin.
No puede ser que el desastre de la guerra canse.

domingo, marzo 02, 2008

Al otro lado del día nos aguarda el sueño.

No hay tiempo que perder,
vivamos deprisa,
que nos desborden en la boca los momentos
y nos empapen los instantes la camisa blanca,
que vestimos apresuradamente,
a medio planchar,
en el mismo quicio de la mañana,
sabiendo que ya se nos hace tarde,
mientras todo comienza de nuevo.

Muy pronto, regresaremos.
SICKO (II)

Olvidaba destacar que uno de los grandes momentos del último documental de Michael Moore es protagonizado por el viejo lider laborista Tony Benn.

Benn fue uno de los máximos representantes de la corriente más izquierdista del laborismo británico durante las décadas 70 y 80 del pasado siglo.

Hoy retirado el viejo político ofrece, desde su punto de vista, una visión crítica de nuestra sociedad actual, a mi entender, muy lúcida que se resume en esta frase:

- "Mantener a la gente sin esperanza y pesimista. Hay dos formas básicas de control de las personas: atemorizarlas y, después, desmoralizarlas. Una nación educada, saludable y confiada es más difícil de gobernar."

SICKO


No me gusta el personaje que Michael Moore ha creado sobre sí mismo. Lo digo de entrada.

Me parece que en todo su trabajo hay un punto perverso en el que el problema que denuncia siempre pasa a un segundo plano, desaparece tras su enorme figura.

Michael Moore acaba haciendo que nuestra atención se dirija hacia el dedo que señala y no a la cosa señalada. Y ésto no me gusta nada y sucede también en este estremecedor documental sobre los desastres que la sanidad privada está produciendo en l sociedad norteamericana.

Al final, y tras 123 minutos de rabia, asco y pasmo, todo se reduce a Michael Moore. La película termina con él, con sus gestos, actos y actitudes.

El desastre de la sanidad norteamericana termina convirtiéndose en una excusa para que hablemos hablando de él.

No me gusta... pero es sólo una opinión.

Dicho ésto he de decir que la película sobrecoge por la intrínseca maldad de la situación que describe.

Testimonios escalofriantes de jóvenes afectados de cáncer a quienes se les ha denegado el tratamiento porque estadísticamente están fuera de los grupos y edades de riesgo o ancianos que literalmente son expulsados de los hospitales por carecer de dinero para continuar pagando su tratamiento o personas que tienen que vender todo lo que tienen para poder ser tratadados convenientemente.

La salud como negocio y los límites del mercado claramente puestos al descubierto.

Alguién tiene que cuidar de aquellos que no pueden cuidar de sí mismos. Si buscamos esa diferencia, esa actitud debería diferenciarnos claramente de los animales.

Somos seres sociales y debemos cuidamos de los nuestros cueste lo que cueste. No es una cuestión de dinero, sino de dignidad humana.

INDIANA JONES Y EL REINO DE LA CALAVERA DE CRISTAL



En Mayo podremos verla...
No tiene prisa.
No quiere tenerla.

Deja que el tiempo se le caiga de las manos, como arena, como agua, en un consciente acto de autodestrucción.

Por lo menos le queda éso.
La libertad en el empleo de esos minutos y segundos que, después de todo y al final, se traducirán en irrecuperables latidos de su cansado corazón.

No tiene prisa.
No quiere tenerla.
INOLVIDABLE




El encanto del cine de John Ford es el poder de la imagen convertida en vehículo para la inspiración de emociones muy íntimas.
El final de "Centauros del desierto" es un ejemplo.
Habla por sí sólo a todos aquellos ojos que quieran escucharle.
NO TEAM FOR OLD MEN (IV)


Le pregunto a G. si sabe el nombre del árbitro que nos va a pitar el partido que vamos a jugar contra el Barcelona.

G. no lo sabe. No tiene una respuesta clara para mí. Lo único puede ofrecerme es su absoluta certeza de que será un auténtico hijo de puta.

Puede sonar fuerte, pero la verdad es que una las mayores diferencias que he notado entre los partidos del Real Madrid y del Atlético de Madrid es la actuación de los árbitros.

Mientras en los partidos del equipo blanco la figura del árbitro es una presencia secundaria que apenas se limita a regular el tráfico del partido con mayor o menos acierto, en los partidos del Atlético la figura del árbitro es una alargada sombra que se extiende amenazadora por todo el verde campo.

El árbitro importa mucho en los partidos del Atlético de Madrid. Puede dar, pero sobre todo puede quitar.

Hay que estar encima de él, vigilándole, anotando mentalmente en un cuaderno imaginario la invisible contabilidad de sus decisiones... una contabilidad que casi siempre arrojará un saldo deudor.

No es un capricho.

Me ha bastado un partido como el de hoy para empezar a sospechar... y éso que nos ha pitado un penalty... pero lo cierto es que su comportamiento ha sido extraño, como caprichoso. Generoso con las tarjetas para los jugadores del atlético y rácano para con los jugadores del Barcelona en situaciones que desde la grada parecían similares.

Entiendo perfectamente a G.

Quedando apenas un par de minutos para la finalización del partido y con una diferencia de dos goles en el marcador, el trencilla saca una tarjeta al portero atlético por presunta pérdida de tiempo. Corre a saltitos, como una gacela entrada en kilos, con la tarjeta en la mano, desplazando consigo la apestosa nube de no haber expulsado el jugador del Barcelona en el penalty.

Es verdad.

Algo pasa con los árbitros y el Atlético de Madrid.

NO TEAM FOR OLD MEN (III)


El experimento continúa quemando inflexible sus fases. Hoy, el Atlético de Madrid juega contra el Barcelona en el Vicente Calderón.

Todos los indicios apuntaban a una victoria clara del equipo catalán en clara remontada de resultados y juego dentro de la liga, pero las leyes de la euclidiana física de los resultados no rigen en el Calderón. Aquí manda la sorprendente y adictiva física cuántica de lo inesperado.

En éste, más que en ningún otro partido, el Atlético tiene que ganar. Como novia chunga que es, nos lanzará el cariño de una victoria cuando ya menos lo esperamos, para continuar con su femenino juego de manipuladora violencia pasiva y conseguir la promesa de nuestro amor para siempre.

Así lo pensaba antes de que comenzara el partido, mientras subía las empinadas cuestas del Calderón acompañando a G. y a T., mucho más atléticos que yo, pero que en absoluto pensaban que semejante milagro fuera a suceder.

Había anidado en mí la fe del converso. La peor de todas, la que me hacía llegar mucho más lejos que el mejor de los atléticos en mi deseo de victoria.

El experimento estaba resultando un éxito. Firmamente creía en una victoria que terminó produciéndose de manera arrolladora pese al timorato planteamiento de Javier Aguirre. Una inexplicable estrategia que retrasaba al equipo y lo colocaba en dos filas cerca de su área dejando abandonados a su suerte a los delanteros, Forlán y Aguero.

Como casi ningún jugador del Barcelona sabe tocar la bola, lo mejor era esperarles atrás, con la defensa de mantequilla y un poco border-line que componen Pablo y Perea, y dejarles todo el campo a Iniesta, Xavi y compañía para que pudiesen pensar la mejor forma de taladrarnos el corazón con la fina aguja de sus pases.

El desastre se anunciaba y no tardó en llegar de la mano del perdido Ronaldinho que aparecío de forma fulgurante para encontrarse durante un mágico instante con un bonito gol de chilena... y sólo en el área, a mil kilómetros de cualquier camiseta rojiblanca, con el tiempo suficiente para componer su descompuesta figura y convertirse en un pasajero fantasma de temporadas pasadas.

0-1

La debacle se acercaba, pero, y por encima del desastre, se erigió la pequeña figura del "Kun" Agüero para despachar de forma pasmosa al Barcelona con dos goles, un penalty forzado y un mágico pase con el exterior.

4-1

La física cuántica de lo inesperado en el microclima épico del Calderón. El pie de Etto apenas pudo estropear el delirio.

4-2

La profecía se cumplía. El Atlético ganaba el partido que menos se esperaba que pudiera ganar. No le den más vueltas. No hay forma racional de entenderlo.

El experimento avanza. Hoy quiero más que ayer... No se lo que sentiré mañana. Lo único cierto es que no me importó demasiado que el Real Madrid consiguiera ganar en Huelva.

viernes, febrero 29, 2008

EL REY PESCADOR

Lo reconozco.

Tengo por debilidad por el cine de Terry Gilliam. Desde "Brazil" hasta "Miedo y asco en Las Vegas" y pasando siempre por esta maravillosa película en la que los planteamientos heterodoxos de Gilliam encuentran en el magnífico guión de Richard Le Gravenesse la mejor forma de manifestarse.

En todas sus películas, Gilliam gusta de situar a todos sus personajes en entornos alargados y monumentales, enormes catedrales que arquitectónicamente caen con todo su gravedad sobre la pequeñez de los individuos que se encuentran bajo la alargada sombra de su peso. También recurre mucho a distorsionantes contrapicados que redundan en ese efecto insano y opresivo dibujando un incomparable marco para el delirio y los comportamientos descentrados de sus personajes.

En todo el cine de Gilliam hay una preferencia clara por los personajes descentrados y heterodoxos que, a su manera y como pueden, dan una respuesta diferente a esa presión arquitectónica y estructural que se cierne sobre ellos.

En Gilliam, la locura se convierte en un acto de pura humanidad. La desesperada respuesta de un individuo sometido a una incesante presión que termina por superarle. Una ruptura a las barreras que impone la racionalidad en favor de una libre carrera campo a través por la interminable pradera de la irracionalidad.

Después de todo, y en el caso de "El Rey Pescador", toda la película es una crónica de una locura anunciada, la que lleva a Jack Lucas a realizar ese acto aparentemente tan absurdo de asaltar ese castillo en la Quinta Avenida en busca del Santo Grial... un acto que en realidad resultaría absurdo si no supiéramos la historia humana que hay detrás, una historia que justifica completamente esa locura y que hace de nosotros, los espectadores que nos emocionamos con el triunfo del Rey Pescador, en una suerte de locos emocionados y silenciosos.

Todo lo demás es melodrama... que tampoco está mal.

lunes, febrero 25, 2008

INOLVIDABLE

El rey pescador...



La sublimación... Donde termina, empieza la locura.

domingo, febrero 24, 2008

LA GUERRA DE CHARLIE WILSON

Después de haber visto últimamente tan buen cine, tengo que confesar que esperaba un poco más de esta película que cuenta la sorprendente influencia que un congresista tejano tuvo en el final de la guerra fría.

Aunque la película tiene buenos momentos, la mayoría de ellos protagonizados por el personaje que tan ajustadamente interpreta Pehillip Seymour Hoffmann, en general no termina de prender, de agarrar, permaneciendo la mayor parte de su tiempo en un tono frío y anodino que en nada beneficia a una historia que hubiera necesitado en los ojos del narrador y del guionista buena parte de la mala leche que derrocha el personaje de Hoffmann.

En nada ayuda además, la interpretación vacía de Tom Hanks cuyo personaje carece de la intensidad y penetración que debiera tener. Hanks parece incómodo en la piel de un personaje tan libertino e inmoral. Es incapaz de dotarle de la necesaria aura de fascinación que sospecho el congresista Wilson podía tener, pareciendo echar de menos una película con Meg Ryan en algunos momentos.

De todos modos, la película no es en absoluto despreciable.

Se sigue con atención e incluso encierra en su final una tibia condena a la política de los Estados Unidos en Afganistán, aunque nada tiene que ver con los valores intrínsecos de la película si bien se añade en su final y uno tiene la sensación de haber recibido un mensaje de provecho.. que por cierto es bastante obvio si uno ha leído suficientes periódicos desde aquel entonces.

Pero ofrece mucho menos de lo que sospecho hubiera podido dar si no se hubiera optado por tratar la evidente incorrección política de Charlie Wilson y su entorno de una forma tan políticamente correcta.

¿Que habría conmovido más al verdadero Charlie Wilson? ¿El campo de refugiados con todas sus tragedias o el personaje de Julia Roberts saliendo de la piscina?

El resultado fue el mismo para los afganos, pero -creo- que los espectadores de hoy en día habríamos visto una película muy diferente.

sábado, febrero 23, 2008

INOLVIDABLE

Rome...