domingo, julio 24, 2011

Magnífico post en "Mi mesa cojea".

Camps y la banalidad del mal...

"En el ensayo, Arendt sostiene que Eichmann jamás se planteó que sus acciones eran terribles porque, en aquel contexto, no lo eran. Aquello estaba bien. Era lo que había que hacer, lo que todo el mundo hacía. Era su trabajo, y él lo llevó a cabo –en esto insistió mucho durante la vista– con extrema diligencia.

En base a lo que vio y escuchó en el juicio, Arendt llegó a la conclusión de que la mayor parte de la gente obraría igual en una situación semejante. A ese fenómeno, a esa capacidad individual para prescindir de la moral cuando la sociedad prescinde de ella la llamó “banalidad del mal”. En otras palabras: todos somos capaces de las más crueles acciones si el contexto nos abriga.

Este concepto fue –es­– enormemente polémico, ya que implica que la mayor parte de quienes colaboraron en la Solución Final no eran monstruos. No más que tú o yo. El monstruo era la sociedad."
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