REFLEJOS
martes, agosto 30, 2011
TROPA DE ELITE 2: EL ENEMIGO ES OTRO
Cuando se diga que nunca segundas parte fueron buenas y que sólo hay una excepción que es la segunda parte de El Padrino, habría que empezar a añadir esta película en el olimpo de segundas ediciones que superan a sus predecesoras.
Si en la primera "Tropa de elite" se nos mostraba el día a día de la lucha de la policía militar contra el crimen en las favelas y se hacía con talento, fuerza y ritmo, desde la perspectiva nada políticamente correcta del capitán Nascimento, en esta segunda nos encontramos con un relato que mantiene talento descriptivo, fuerza en las imágenes y situaciones y ritmo narrativo y lo hace para ponerlo al servicio de una historia de corrupción política.
Una historia que en la mejor línea inaugurada por esa joya de la ficción televisiva llamada "The wire" empieza en un penal de Rio de Janeiro para terminar en Brasilia, en el parlamento nacional brasileño... Y esa historia es una viaje en el que el ahora Teniente Coronel Nascimento descubre que esa ley y ese orden por el que ha luchado son parte de un entramado sistemático de corrupción que utiliza a otro sistema como es el democrático para esconderse.
"El enemigo es otro" es un relato descarnado y violento sobre la corrupción y lo que es más importante sobre aquellos que se corrompen... pero también es un relato desesperado y melancólico sobre el destino que aguarda a quienes deciden no hacerlo.
Una mirada al oscuro abismo que sustenta nuestra sociedad que en ocasiones va más allá de lo meramente narrativo para convertirse en puro documento de una fenomenología difusa pero incuestionable.
Como en "The wire" todo está relacionado en "El enemigo es otro" y en este sentido nada diferencia a una ciudad del primer mundo como Baltimore de otra del tercero como es Río de Janeiro. Las dos comparten una misma realidad de intereses creados, una realidad que existe paralela y virtual a la de los derechos y deberes en la que viven la mayoría de ciudadanos.
Magnífica.
Cuando se diga que nunca segundas parte fueron buenas y que sólo hay una excepción que es la segunda parte de El Padrino, habría que empezar a añadir esta película en el olimpo de segundas ediciones que superan a sus predecesoras.
Si en la primera "Tropa de elite" se nos mostraba el día a día de la lucha de la policía militar contra el crimen en las favelas y se hacía con talento, fuerza y ritmo, desde la perspectiva nada políticamente correcta del capitán Nascimento, en esta segunda nos encontramos con un relato que mantiene talento descriptivo, fuerza en las imágenes y situaciones y ritmo narrativo y lo hace para ponerlo al servicio de una historia de corrupción política.
Una historia que en la mejor línea inaugurada por esa joya de la ficción televisiva llamada "The wire" empieza en un penal de Rio de Janeiro para terminar en Brasilia, en el parlamento nacional brasileño... Y esa historia es una viaje en el que el ahora Teniente Coronel Nascimento descubre que esa ley y ese orden por el que ha luchado son parte de un entramado sistemático de corrupción que utiliza a otro sistema como es el democrático para esconderse.
"El enemigo es otro" es un relato descarnado y violento sobre la corrupción y lo que es más importante sobre aquellos que se corrompen... pero también es un relato desesperado y melancólico sobre el destino que aguarda a quienes deciden no hacerlo.
Una mirada al oscuro abismo que sustenta nuestra sociedad que en ocasiones va más allá de lo meramente narrativo para convertirse en puro documento de una fenomenología difusa pero incuestionable.
Como en "The wire" todo está relacionado en "El enemigo es otro" y en este sentido nada diferencia a una ciudad del primer mundo como Baltimore de otra del tercero como es Río de Janeiro. Las dos comparten una misma realidad de intereses creados, una realidad que existe paralela y virtual a la de los derechos y deberes en la que viven la mayoría de ciudadanos.
Magnífica.
lunes, agosto 29, 2011
sábado, agosto 27, 2011
THE ROAD
No es una película agradable "The road".
Basada en el relato homónimo del novelista norteamericano Cormac McCarthy, "The road" nos cuenta la esforzada odisea de un padre y su hijo en busca del mar y a través de un mundo que se descompone y agoniza ante sus ojos.
Su formato es el de una "road movie".
Hay un viaje, un propósito a cuyo paso suceden una serie de encuentros que van componiendo un angustioso paisaje de destrucción y caos en el que parece que ya no hay lugar para la esperanza. Pero, y por encima de todo, "The road" es una película sobre ese sentimiento tan complicado y difícil de sentir llamado esperanza.
En el interior del padre protagonista, magnificamente interpretado por Viggo Mortensen, brilla ese esfuerzo, el esfuerzo por la esperanza. A diferencia de su mujer que se deja ir, el padre intenta continuar intentando buscar un lugar mejor para su hijo.
Nada parece indicar que esa posibilidad pueda existir en un mundo postapocalíptico en el que el hombre se ha convertido en un lobo para el hombre en todos los sentidos de la acepción, pero el hombre continúa con su camino hacia el mar, atravesando un paisaje de desértica desolación en el que no hay nada que invite a la esperanza. Y sin embargo el hombre y su hijo continúan adelante. Él no se rinde. Desesperadamente espera el imposible milagro de que la realidad se transmute en su deseo.
Es cierto. "The road" no es una película fácil de ver, pero también se trata de una hermosa parábola en la que, entre tanta oscuridad, brilla lo mejor de la naturaleza humana: la capacidad para la esperanza, la fuerza de voluntad y la capacidad para el sacrificio. Todas ellas encarnadas en el maravilloso y poderoso personaje de ese padre convertido en un autómata entregado de forma inevitable y ciega a todos esos sentimientos morales.
Hay dos tipos de seres humanos, los que se adaptan a la realidad (y hacen lo que se espera de ellos) y los que la mandan a la mierda (y hacen lo que creen que deben hacer). "The road" nos habla del segundo tipo. Casi siempre fracasan, pero su materia es la misma materia con la que los otros tejen sus más secretos sueños.
Brillante.
No es una película agradable "The road".
Basada en el relato homónimo del novelista norteamericano Cormac McCarthy, "The road" nos cuenta la esforzada odisea de un padre y su hijo en busca del mar y a través de un mundo que se descompone y agoniza ante sus ojos.
Su formato es el de una "road movie".
Hay un viaje, un propósito a cuyo paso suceden una serie de encuentros que van componiendo un angustioso paisaje de destrucción y caos en el que parece que ya no hay lugar para la esperanza. Pero, y por encima de todo, "The road" es una película sobre ese sentimiento tan complicado y difícil de sentir llamado esperanza.
En el interior del padre protagonista, magnificamente interpretado por Viggo Mortensen, brilla ese esfuerzo, el esfuerzo por la esperanza. A diferencia de su mujer que se deja ir, el padre intenta continuar intentando buscar un lugar mejor para su hijo.
Nada parece indicar que esa posibilidad pueda existir en un mundo postapocalíptico en el que el hombre se ha convertido en un lobo para el hombre en todos los sentidos de la acepción, pero el hombre continúa con su camino hacia el mar, atravesando un paisaje de desértica desolación en el que no hay nada que invite a la esperanza. Y sin embargo el hombre y su hijo continúan adelante. Él no se rinde. Desesperadamente espera el imposible milagro de que la realidad se transmute en su deseo.
Es cierto. "The road" no es una película fácil de ver, pero también se trata de una hermosa parábola en la que, entre tanta oscuridad, brilla lo mejor de la naturaleza humana: la capacidad para la esperanza, la fuerza de voluntad y la capacidad para el sacrificio. Todas ellas encarnadas en el maravilloso y poderoso personaje de ese padre convertido en un autómata entregado de forma inevitable y ciega a todos esos sentimientos morales.
Hay dos tipos de seres humanos, los que se adaptan a la realidad (y hacen lo que se espera de ellos) y los que la mandan a la mierda (y hacen lo que creen que deben hacer). "The road" nos habla del segundo tipo. Casi siempre fracasan, pero su materia es la misma materia con la que los otros tejen sus más secretos sueños.
Brillante.
viernes, agosto 26, 2011
UNA VIEJA AMANTE
El sexo ocupa un lugar esencial en el cine de la directora francesa Catherine Breillat y tiene todo el sentido atrajese su atención la adaptación cinematográfica de esta novela del escritor decimonónico Barbey d’Aurevilly.
En la línea de "Las amistades peligrosas" de Choderlos de Laclos, "Una vieja amante" cuenta la historia del triángulo amoroso que mantienen el libertino aristócrata Ryno de Marigny, su sensual amante Vellini y su hermosa mujer Hermengarde. La irresisitible atracción que contra todo propósito de enmienda siente Ryno por su amante Vellini justifica una historia de engaño y traición que promete mucho más de lo que ofrece.
Tiene toda la pinta de que Catherine Breillat ha buscado indagar en el misterio de esa irresistible atracción que Marigny siente por su concubina, pero no tengo muy claro de que realmente lo consiga con una obra desigual que no ofrece nada nuevo (porque seguramente no pueda haberlo) y que lo hace de una manera demasiado fría, solemne y ampulosa... para tratarse del tema que se trata.
Aceptable.
El sexo ocupa un lugar esencial en el cine de la directora francesa Catherine Breillat y tiene todo el sentido atrajese su atención la adaptación cinematográfica de esta novela del escritor decimonónico Barbey d’Aurevilly.
En la línea de "Las amistades peligrosas" de Choderlos de Laclos, "Una vieja amante" cuenta la historia del triángulo amoroso que mantienen el libertino aristócrata Ryno de Marigny, su sensual amante Vellini y su hermosa mujer Hermengarde. La irresisitible atracción que contra todo propósito de enmienda siente Ryno por su amante Vellini justifica una historia de engaño y traición que promete mucho más de lo que ofrece.
Tiene toda la pinta de que Catherine Breillat ha buscado indagar en el misterio de esa irresistible atracción que Marigny siente por su concubina, pero no tengo muy claro de que realmente lo consiga con una obra desigual que no ofrece nada nuevo (porque seguramente no pueda haberlo) y que lo hace de una manera demasiado fría, solemne y ampulosa... para tratarse del tema que se trata.
Aceptable.
miércoles, agosto 24, 2011
"No quiero sugerir que la filosofía de la física contemporánea niegue o incluso ponga en duda la realidad del mundo externo sino que, de una manera u otra, suspende el juicio sobre lo que pueda ser la realidad misma o considera la pregunta incontestable. Convertida en un principio metodológico, esta suspensión tiene una doble consecuencia: a) fortalece el cambio del acento teórico desde el metafísico «Qué es...?» (ΤΊ ΕΣΤΊΝ ) al funcional «Cómo...?» y b) establece una certeza práctica (aunque de ningún modo absoluta) que, en sus operaciones con la materia, está libre con buena conciencia del compromiso con cualquier sustancia fuera del contexto operacional. En otras palabras, teóricamente, la transformación del hombre y la naturaleza no tiene otros límites objetivos que aquellos que ofrece la facticidad bruta de la materia, su resistencia todavía no domada al conocimiento y al control."
(El hombre unidimensional. Herbert Marcuse)
(El hombre unidimensional. Herbert Marcuse)
martes, agosto 23, 2011
domingo, agosto 21, 2011
"Hay masas, pero falta ejemplaridad..."
(¿Eclipse de Dios?)
Por ejemplo, millones de jóvenes soportando un arrasador sol de 40 grados durante todo el día, esperando a escuchar lo que el Papa tiene que decir, pero éste, interrumpido por una tormenta, decide no continuar con su discurso...
(Leer más)
Seguro que se lo han perdonado, pero ese perdón no debe disimular el hecho de que debería haber continuado el discurso... después de todo se trata del presuntamente santo mensaje de un presuntamente hombre santo, pero una tormenta lo interrumpe y después queda interrumpido, cortado, para siempre.
Alguien se imagina el sermón de la montaña interrumpido para siempre por una tormenta.
El mensaje siempre es el mensaje y su peso y su valor deben definir su relación con las circunstancias siempre cambiantes de la existencia. Y si es tan esencial nada debe interrumpirlo, pero no debería ser muy importante lo que Ratzinger iba a decir porque podrá esperar ya para siempre... o quizá es que puede ser obviado porque en realidad se trata de lo de siempre.
En fin, un ejemplo más de que a la iglesia le sobra la literatura galante, poesía pastoril sobre la alegría y el amor y le falta el ejemplo, el compromiso real con una sociedad cada vez más injusta. Y sobre ese compromiso la iglesia pasa de puntillas, montada sobre unos mocasines de raso rojos, cumpliendo desde luego la encomiable tarea caritativa de asistir a los restos del naufragio, pero no haciendo realmente nada que pueda realmente influir en el intento decidido de evitar todo ese dolor.
Y esa hipocresía esencial es la que la lastra dentro de un mundo que, por su cuenta (y riesgo), se aleja cada vez más de lo espiritual.
Y en realidad la iglesia necesita a los jóvenes mas que los jóvenes a la iglesia... o por lo menos en igual medida porque es verdad que son el futuro, pero un futuro desde la perspectiva de la viabilidad de la Iglesia como proyecto.
¿Dónde está la doctrina social de la iglesia?
Tan preocupada por el aborto, por el destino de los que aún no han nacido, y tan poco preocupada por el destino de los que están ya en el mundo, salvo para recoger los pedazos de todos aquellos a los que ya ha triturado un mencanismo para el que la iglesia parece no tener opinión ni calificación moral y, en el caso de que la tenga de palabra, en algún discurso, mucho más brillan por su ausencia los posicionamientos, las acciones, las intervenciones, la participación real en un mundo real que la devuelvan a la arena, al riesgo de ser devorada por los nuevos leones de los nuevos emperadores.
La JMJ termina hoy y el ayuntamiento debería instaurar un servicio de barrenderos poéticos que se lleven al vertedero límbico de la vaciedad los millones de toneladas de metáforas, retruecanos y metonimias que se han vertido en las calles de Madrid a lo largo de toda esta semana.
¿Dónde están todos esos cristianos los días de diario a las ocho y media de la mañana?
Yo no los veo.
sábado, agosto 20, 2011
"En la realidad social, a pesar de todos los cambios, la dominación del hombre por el hombre es todavía la continuidad histórica que vincula la Razón pre-tecnológica con la tecnológica. Sin embargo, la sociedad que proyecta y realiza la transformación tecnológica de la naturaleza, altera la base de la dominación, reemplazando gradualmente la dependencia personal (del esclavo con su dueño, el siervo con el señor de la hacienda, el señor con el donador del feudo, etc.) por la dependencia al «orden objetivo de las cosas» (las leyes económicas, los mercados, etc.). Desde luego, el «orden objetivo de las cosas» es en sí mismo resultado de la dominación, pero también es cierto que la dominación genera ahora una racionalidad más alta: la de una sociedad que sostiene su estructura jerárquica mientras explota cada vez más eficazmente los recursos mentales y naturales y distribuye los beneficios de la explotación en una escala cada vez más amplia. Los límites de esta racionalidad, y su siniestra fuerza, aparecen en la progresiva esclavitud del hombre por parte de un aparato productivo que perpetúa la lucha por la existencia y la extiende a una lucha internacional total que arruina las vidas de aquellos que construyen y usan este aparato."
(El hombre unidimensional, Herbert Marcuse)
(El hombre unidimensional, Herbert Marcuse)
SUPER 8
En las entrevistas, J.J. Abrams se ha hartado de decir que en buena medida la razón de existir de "Super 8" tiene que ver con la admiración que el director y guionista siente por el cine de Steven Spielberg.
No necesitaba decirlo.
En el entramado narrativo de "Super 8" hay claros puntos de fuga que llevan al Spielberg que dominó el cine comercial durante los últimos 25 años del siglo pasado y, en concreto, al Spielberg nostálgico que se presenta a través de niños que son todo mirada y sueño, niños que pueden ser pequeños (el protagonista de "E.T.") o grandes (el personaje que interpreta Richard Dreyfuus en "Encuentros en la tercera fase") y que son incapaces de ver las cosas sin las gafas de la fantasía y lo aspiracional, que se acercan al mundo mediante las historiasque ven o leen.
A través de ellos Spielberg realiza el inconfesable deseo de que esas fantasías se realizen ante la incredulidad del más escéptico y realista entorno. Lo que parece lastrarles se convierte en capacidad que les hace absolutamente capaces de creer y comprender la magia que está sucediendo, convirtiéndoles en agente transmisor de esa magia a todos los que le rodean.
El defecto se convierte en virtud y el incomprendido geek se vuelve héroe aceptado y respetado por su entorno.
Y "Super 8" extiende sus raíces sobre ese terreno que en buena medida es una transformación de la ideología disneyana que, a su vez, en buena medida es una parte importante de la cara amable del sueño americano: Si lo deseas con fuerza, de verdad (la letra pequeña del contrato), los sueños siempre se cumplen.
Su historia se sitúa en un nostálgico verano de mediados de los setentas. Un grupo de adolescentes ocupa su tiempo rodando una película de zombies y esa pasión les pondrá en contacto con otra trama de extraterrestres en la tierra a través de un accidente de tren que sucede cerca de su ciudad.
Pero desgraciadamente Abrams no es Spielberg.
"Super 8" va perdiendo interés conforme avanza, si bien mantiene un interés aceptable dentro de lo previsible de un desarrollo que en un momento determinado deja de sorprender. Principalmente carece de ese lirismo Spielberiano en buena parte debido al talento de ese gran compositor de bandas sonoras que fue John Williams que se aliaba perfectamente con la talentosa capacidad técnica que el director norteamericano tenía a la hora de planificar secuencias desde una perspectiva emocional.
Salta a la vista que Abrams es sobre todo un guionista que dirige, desaprovechando situaciones que sin duda alguna el maestro Spielberg habría convertido en lacrimógenas y/o emocionantes, especialmente la historia de amor adolescente entre Joe y Alice quedándose demasiado fuera y en la que uno echa en falta primeros planos de gestos y miradas (cosa cada vez más habitual en el cine y que va en su contra de su capacidad como medio artístico de expresión, porque la profundidad emocional siempre está en los rostros de los actores que encarnan a los personajes).
No obstante, y por si misma, "Super 8" es una película entretenida, con algún buen momento y algún otro claramente desaprovechado si lo que has querido es poner por obra tu admiración hacia el talento de Steven Spielberg... y eso que en teoría es el productor.
En las entrevistas, J.J. Abrams se ha hartado de decir que en buena medida la razón de existir de "Super 8" tiene que ver con la admiración que el director y guionista siente por el cine de Steven Spielberg.
No necesitaba decirlo.
En el entramado narrativo de "Super 8" hay claros puntos de fuga que llevan al Spielberg que dominó el cine comercial durante los últimos 25 años del siglo pasado y, en concreto, al Spielberg nostálgico que se presenta a través de niños que son todo mirada y sueño, niños que pueden ser pequeños (el protagonista de "E.T.") o grandes (el personaje que interpreta Richard Dreyfuus en "Encuentros en la tercera fase") y que son incapaces de ver las cosas sin las gafas de la fantasía y lo aspiracional, que se acercan al mundo mediante las historiasque ven o leen.
A través de ellos Spielberg realiza el inconfesable deseo de que esas fantasías se realizen ante la incredulidad del más escéptico y realista entorno. Lo que parece lastrarles se convierte en capacidad que les hace absolutamente capaces de creer y comprender la magia que está sucediendo, convirtiéndoles en agente transmisor de esa magia a todos los que le rodean.
El defecto se convierte en virtud y el incomprendido geek se vuelve héroe aceptado y respetado por su entorno.
Y "Super 8" extiende sus raíces sobre ese terreno que en buena medida es una transformación de la ideología disneyana que, a su vez, en buena medida es una parte importante de la cara amable del sueño americano: Si lo deseas con fuerza, de verdad (la letra pequeña del contrato), los sueños siempre se cumplen.
Su historia se sitúa en un nostálgico verano de mediados de los setentas. Un grupo de adolescentes ocupa su tiempo rodando una película de zombies y esa pasión les pondrá en contacto con otra trama de extraterrestres en la tierra a través de un accidente de tren que sucede cerca de su ciudad.
Pero desgraciadamente Abrams no es Spielberg.
"Super 8" va perdiendo interés conforme avanza, si bien mantiene un interés aceptable dentro de lo previsible de un desarrollo que en un momento determinado deja de sorprender. Principalmente carece de ese lirismo Spielberiano en buena parte debido al talento de ese gran compositor de bandas sonoras que fue John Williams que se aliaba perfectamente con la talentosa capacidad técnica que el director norteamericano tenía a la hora de planificar secuencias desde una perspectiva emocional.
Salta a la vista que Abrams es sobre todo un guionista que dirige, desaprovechando situaciones que sin duda alguna el maestro Spielberg habría convertido en lacrimógenas y/o emocionantes, especialmente la historia de amor adolescente entre Joe y Alice quedándose demasiado fuera y en la que uno echa en falta primeros planos de gestos y miradas (cosa cada vez más habitual en el cine y que va en su contra de su capacidad como medio artístico de expresión, porque la profundidad emocional siempre está en los rostros de los actores que encarnan a los personajes).
No obstante, y por si misma, "Super 8" es una película entretenida, con algún buen momento y algún otro claramente desaprovechado si lo que has querido es poner por obra tu admiración hacia el talento de Steven Spielberg... y eso que en teoría es el productor.
LOS HERMANOS KARAMAZOV
Escrita entre los años 1879 y 1880, "Los hermanos Karamazov" es tanto por cantidad como por calidad una de las obras cumbre de su autor: el ruso Fiodor Dostoievski.
Rodeado de más de una decena de hilos narrativos secundarios, el contenido esencial de la novela es el asesinato de Fiodor Pavlovitch Karamazov, padre de los hermanos que dan título a la novela; crimen del que es acusado Dimitri, el hermano mayor, un depravado ex-militar de vida licenciosa comido por las deudas.
Por lo visto, Dostoievski escribió el libro preocupado por la situación social y política de la Rusia de finales del XIX, planteando la historia de una familia descompuesta, cuyos miembros se odian entre sí, como metáfora de esa situación complicada de ese momento.
Dostoievski utiliza esta situación narrativa para plantear temas de mayor enjundia; temas de carácter filosófico y religioso que abundan en la necesidad que el ser humano tiene de valores a través de los cuales estructurar y orientar su vida.
Para el autor el ser humano necesita a Dios o alguna idea estructuradora que se le parezca para poder existir de una forma que no sea vana y de todo modo la novela nos muestra el largo viaje que Dimitri realiza desde la desorientación hacia el sentido. Si bien, y aunque la novela hace un énfasis específico en la necesidad que el ser humano tiene de Dios como expresión de una ética y de una perspectiva que de sentido a la vida, Dimitri encuentra ese sentido en el amor correspondido de la bella Agrafena Alejandrovna (Gruchegnka)
Doistoievski no sólo habla de la necesidad de Dios (que también). De modo general, el autor plantea la necesidad que cada personaje tiene de una mirada, de una perspectiva que de sentido a una realidad que por si sola carece de propósito. Y ese sentido puede ser encontrado de muchas formas, siendo la fe religiosa una de las variantes mas eficaces y poderosas. No en vano, Aliosha, el hermano Karamazov más joven, es el más próximo a la religión y el más equilibrado y estructurado de los tres.
Dostoievski es uno de los grandes.
Sus personajes se enfrentan al absurdo nihilista de una existencia que siempre es un asunto insoportable en tanto en cuanto no se encuentre una razón para existir, que les oriente en el laberinto de los días y de las noches por el que todos parecen vagar perdidos. Y la posibilidad de escape sólo es posible a través de algo tan intangible como el sentido, un intangible que sin embargo provee a la mirada de quién lo posee la suficiente fuerza como para otorgar tangibilidad al mundo y a todo lo que forma parte de él.
"Los hermanos Karamazov" es una evidente prueba de inmenso talento del escritor ruso.
Fedor Dostoiewski - Los hermanos Karamazov
Escrita entre los años 1879 y 1880, "Los hermanos Karamazov" es tanto por cantidad como por calidad una de las obras cumbre de su autor: el ruso Fiodor Dostoievski.
Rodeado de más de una decena de hilos narrativos secundarios, el contenido esencial de la novela es el asesinato de Fiodor Pavlovitch Karamazov, padre de los hermanos que dan título a la novela; crimen del que es acusado Dimitri, el hermano mayor, un depravado ex-militar de vida licenciosa comido por las deudas.
Por lo visto, Dostoievski escribió el libro preocupado por la situación social y política de la Rusia de finales del XIX, planteando la historia de una familia descompuesta, cuyos miembros se odian entre sí, como metáfora de esa situación complicada de ese momento.
Dostoievski utiliza esta situación narrativa para plantear temas de mayor enjundia; temas de carácter filosófico y religioso que abundan en la necesidad que el ser humano tiene de valores a través de los cuales estructurar y orientar su vida.
Para el autor el ser humano necesita a Dios o alguna idea estructuradora que se le parezca para poder existir de una forma que no sea vana y de todo modo la novela nos muestra el largo viaje que Dimitri realiza desde la desorientación hacia el sentido. Si bien, y aunque la novela hace un énfasis específico en la necesidad que el ser humano tiene de Dios como expresión de una ética y de una perspectiva que de sentido a la vida, Dimitri encuentra ese sentido en el amor correspondido de la bella Agrafena Alejandrovna (Gruchegnka)
Doistoievski no sólo habla de la necesidad de Dios (que también). De modo general, el autor plantea la necesidad que cada personaje tiene de una mirada, de una perspectiva que de sentido a una realidad que por si sola carece de propósito. Y ese sentido puede ser encontrado de muchas formas, siendo la fe religiosa una de las variantes mas eficaces y poderosas. No en vano, Aliosha, el hermano Karamazov más joven, es el más próximo a la religión y el más equilibrado y estructurado de los tres.
Dostoievski es uno de los grandes.
Sus personajes se enfrentan al absurdo nihilista de una existencia que siempre es un asunto insoportable en tanto en cuanto no se encuentre una razón para existir, que les oriente en el laberinto de los días y de las noches por el que todos parecen vagar perdidos. Y la posibilidad de escape sólo es posible a través de algo tan intangible como el sentido, un intangible que sin embargo provee a la mirada de quién lo posee la suficiente fuerza como para otorgar tangibilidad al mundo y a todo lo que forma parte de él.
"Los hermanos Karamazov" es una evidente prueba de inmenso talento del escritor ruso.
Fedor Dostoiewski - Los hermanos Karamazov
viernes, agosto 19, 2011
Me pregunto dónde están todos esos cristianos los lunes a las ocho de la mañana cuando amanece la nueva injusticia de cada día.
He escuchado atentamente el discurso del papa en El Escorial y estoy de acuerdo con él, en la idea de la educación como algo que va más allá de la mera asunción de conocimientos, en la necesidad de formar personas, perspectivas que conviertan el conocimiento en instrumento, vehículo para la plasmación de un proyecto, de unos valores... pero los católicos siempre se quedan ahí... bueno... la mayoría, porque la iglesia hace una gran tarea de asistencia social que no hay que olvidar y que hay que agradecer.
No obstante, debería de existir una especie de pecado de omisión a través del cual los católicos se midieran el grado en que viven de acuerdo con la fe que dicen profesar porque, y vuelvo a insistir, me pregunto dónde están todos esos cristianos los lunes a las ocho de la mañana.
Si fueran tantos como dicen que son y su fe fuera tan real como dicen, su efecto debería notarse en el funcionamiento del mundo occidental.
Y no se nota.
Vamos a peor.
Y la iglesia sólo aparece para recoger los pedazos que desecha la gran máquina trituradora de cada día. Lo agradezco y lo reconozco ¡Muchas gracias católicos! Pero echo en falta más acción. La voz colectiva de los cristianos cuestionando un mundo cada vez más injusto, rechazándolo en el día a día.
Igual, por ejemplo, los mercados no son lugares donde los valores cristianos estén presentes.
Estaría bien desaprovar públicamente (o incluso excolmulgar) a los que tomando decisiones avariciosas comprometen las vidas de miles de personas condenandoles al paro.
No sólo hablar.
Puede que la iglesia no sea respetada precisamente porque no se hace respetar a través de la hipócrita y evidente convivencia con sus contradicciones.
Y puede también que tal y como están las cosas no haya razones para estar tan alegres como esos jóvenes están, sino preocupados y deseando actuar para cambiar.
Hay mucha gente que sufre ahí fuera.
Los católicos tienen un problema que se llama "dar ejemplo cada día". Imagino que es difícil, pero no es a mi a quién Dios ha llamado.
WHERE THE WILD THINGS ARE
Basada en un cuento infantil escrito por Maurice Sendak en 1963, "Where the wild things are" es uno de los libros favoritos del director Spike Jonze, quién siempre deseó vestirlo de imágenes en la gran pantalla.
La historia es sencilla.
"Where the wild things are" cuenta la imaginaria escapada de su protagonista, un niño llamado Max, hacia una tierra mítica habitada por una serie de peculiares y maravillosos monstruos de quienes termina convirtiéndose en rey.
En ese lugar perdido de su fantasía, Max podrá dar rienda suelta a todas sus emociones, alejado de una realidad que empieza a limitar el espacio donde es posible el juego y que empieza a revelarse como ancha y ajena.
El trabajo de Jonze es brillante construyendo una historia llena de encanto y magia que, en algunos momentos, consigue volar despreocupada como quizá pueda hacerlo la alegría de un niño.
"Where the wild things are" es una película distinta, especial y hermosa.
Toda una obra maestra.
jueves, agosto 18, 2011
JORNADAS DE LA JUVENTUD
El anterior inquilino del Vaticano entendió muy bien que la Iglesia Católica tenía que salir de las sacristías si quería sobrevivir en el mundo moderno; un mundo de imagen, de comunicación y de medios en el que a veces no es necesario ser, basta con parecer.
Seguramente lo tenía claro antes de llegar al pontificado. La iglesia no estaba presente en ese zoco virtual. Aparecía como una institución distante, anquilosada y, por lo tanto, ajena a la realidad de un mundo moderno.
No comparto el modo de pensar de aquel Papa conservador pero si admiro su esfuerzo por hacer presente a la institución en la cambiante y difícil arena de los medios y de la imagen. Y todo a través de convertir la figura de la propia institución papal en un referente mediático para los unos, los suyos, pero también para los otros.
Lo de ser un Papa viajero no fue original. Ya lo fue Pablo VI.
El aspecto diferencial que aportó Juan Pablo II es la construcción de una figura pública mediante la comunicación. Aprovechando el importante papel desempeñado en el nivel local de la realidad de su Polonia natal, Juan Pablo II edificó una figura en la que se pudiera hacer efectiva la virtualidad de toda una institución, de toda un modo de estar y ser en el mundo a través de una ética; una figura en torno a la cual las desmoralizadas filas de los creyentes pudieran organizarse para dar una batalla de presencia social que estaba totalmente perdida.
Así, Juan Pablo II se convirtió también en un producto más, un poster que colgar en una habitación, un punto a través del cual focalizar la entrada a todo un modo de pensar y de sentir. Y la cosa ha salido bien, tan satisfactoriamente que los detractores podemos hablar de culto a la personalidad e incluso de idolatría.
No obstante, la Iglesia como institución necesitaba ese banderín de enganche para entrar en el siglo XXI con nuevas armas y modos de actuar, unas maneras acordes con el nuevo zeitgeist de la época.
Y parte de ese proceso es la apuesta por la juventud. La imagen de la "intelligentsia" eclesial recordaba en su paisaje de senectud al viejo Poliburó de la URSS. No sólo era necesario generar un interlocutor que representase tanto para dentro como para fuera a la institución sino de dotar a esa figura de frescura, de renovación. Y nada mejor para producir esa imagen que incluir como parte de la comunicación la sintonía de un viejo Papa con una juventud que, sigo sin entender por qué, le adoraba incluso hasta el punto de tratarle como una estrella del pop.
Lo cierto es que un día, de pronto, el Papa estaba con los jóvenes. Se presentó a un hombre sano, deportista, jovial, con sentido del humor; un hombre cercano, que abrazaba, que besaba, que bromeaba, que parecía estar en el mundo y que por todo ello conectaba con la juventud... seguramente, y en argumento de circulo concéntrico, precisamente por esa manera de ser.
La juventud está en el alma... Debe ser eso.
Pero conectar con la juventud era la gran prueba del algodón del esfuerzo por contemporaneizar la figura del papado y por extensión de la iglesia.
Y no le ha ido mal a la Iglesia con esta estrategia, por lo menos de puertas para dentro ha suministrado suficiente munición para que muchos se sientan orgullosos de mostrarse públicamente católicos.
Y seguramente por eso su sucesor, Benedicto XVI, está dispuesto a continuar con esta estrategia, aunque sea un hombre que tiene un perfil diferente y que en absoluto es el macho alfa que el rol de Papa precisa para continuar desplegando esa estrategia icónica.
A Benedicto XVI me lo creo mucho menos que Juan Pablo II, pero aquí le tenemos por Madrid, con su mirada taimada, sus mocasines de Gucci, sus maneras suaves de Gran Visir, absolutamente opuesto a que nos pongamos el condón, intransigente con el aborto y sin haber excomulgado a unos cuantos banqueros...
"El hombre del consumo nunca está ante sus propias necesidades, como tampoco está ante el propio producto de su trabajo y tampoco está nunca frente a su propia imagen: es inmanente a los signos que ordena. No más trascendencia, no más finalidad, no más objetivo: lo que caracteriza a esta sociedad es la ausencia de «reflexión», de perspectiva de sí misma."
(La sociedad de consumo: sus mitos, sus ideologías. Jean Baudrillard)
(La sociedad de consumo: sus mitos, sus ideologías. Jean Baudrillard)
miércoles, agosto 17, 2011
martes, agosto 16, 2011
MARAT/SADE
Este es el titulo corto.
El largo es "Persecución y asesinato de Jean Paul Marat interpretado por los locos del asilo de Charenton dirigidos por el Marques de Sade".
"Marat/Sade" es una caja china, una obra que escenifica una obra, que además participa del viejo adagio shakespeareano que considera la vida como una historia contada por un poco... En el "Marat/Sade" los locos la escenifican dirigidos por el mas loco de todos ellos: el marques de Sade.
El argumento de la obra que se representa gira en torno a las tres visitas que Charlotte Corday hizo a Jean Paul Marat antes de asesinarle en la tercera y todo sucede a principios del siglo XIX, años después de Revolución Francesa. Los dos autores, el Marques de Sade y el verdadero autor, el alemán Peter Weiss aprovechan este hecho puntual para pasar revista a la revolución desde la perspectiva de la verdadera posibilidad de llevar a la práctica un ideal en un mundo de seres humanos.
Y para desarrollar este planteamiento a Weiss le viene perfecto la voz del Marques de Sade para desplegar un discurso de cuestionamiento que reduce la revolución a un acto cruel que seduce al propio Marques de Sade con una propuesta racional y uniformizadora, desconsiderada con la individualidad del ser humano, que se materializa en el brazo ejecutor del terror jacobino.
Este es el titulo corto.
El largo es "Persecución y asesinato de Jean Paul Marat interpretado por los locos del asilo de Charenton dirigidos por el Marques de Sade".
"Marat/Sade" es una caja china, una obra que escenifica una obra, que además participa del viejo adagio shakespeareano que considera la vida como una historia contada por un poco... En el "Marat/Sade" los locos la escenifican dirigidos por el mas loco de todos ellos: el marques de Sade.
El argumento de la obra que se representa gira en torno a las tres visitas que Charlotte Corday hizo a Jean Paul Marat antes de asesinarle en la tercera y todo sucede a principios del siglo XIX, años después de Revolución Francesa. Los dos autores, el Marques de Sade y el verdadero autor, el alemán Peter Weiss aprovechan este hecho puntual para pasar revista a la revolución desde la perspectiva de la verdadera posibilidad de llevar a la práctica un ideal en un mundo de seres humanos.
Y para desarrollar este planteamiento a Weiss le viene perfecto la voz del Marques de Sade para desplegar un discurso de cuestionamiento que reduce la revolución a un acto cruel que seduce al propio Marques de Sade con una propuesta racional y uniformizadora, desconsiderada con la individualidad del ser humano, que se materializa en el brazo ejecutor del terror jacobino.
13 Asesinos
Los despiadados excesos que amparado en su condición el hermano de Shogun va dejando a su paso obligan a los hombres de confianza de éste a buscar una solución extrema. De una forma privada, extraoficial, el samurai Shinzaemon Shimada aceptará el trabajo de dar muerte al despiadado Lord Naritsugu.
Shimada reclutará a otros doce samurais y buscará la manera de cumplir con el trabajo asignado, una misión suicida que le llevará a enfrentarse a un enemigo mucho más numeroso.
"13 asesinos" es una película de acción centrada en una situación: la emboscada que Shimada y sus hombres realizan al séquito de Lord Narigatsu. Y en este sentido es una narración eficaz que consigue entretener en todo momento.
No creo que aspire a mas y desde luego que lo consigue, en la presentación del cruel Lord Naritsugu y especialmente en la tremenda batalla final. Cuarenta y cinco minutos de un sangriento y agónico combate brutal, cuerpo a cuerpo, sin concesiones.
Entretenida.
lunes, agosto 15, 2011
LA PARTE MALDITA
Talento interdisciplinar e inclasificable Georges Bataille es el vivo ejemplo del pensador renacentista, única y exclusivamente arrastrado y dependiente del natural fluir de su pensar.
Su obra es extensa y abarca desde el erotismo hasta la religión y en ella ocupa un lugar importante este "La parte maldita" en el que, sin ser economista, Bataille aborda el fenómeno de lo económico desde la heterodoxa piel de su pensar.
Esa parte maldita que da titulo al texto es el gasto improductivo y Bataille dedica todo el libro a razonar y justificar la necesidad de su existencia como parte integrante y culminante del proceso de gestión y aprovechamiento de los recursos que en última instancia la economía es.
Para Bataille el gasto improductivo no es otra cosa que el lado oculto, la otra cara del proceso productivo y constructivo de acumulación y a su entender justifica incluso la existencia de la propia actividad económica. No tiene sentido la acumulación sin un posterior derroche de lo que se considera valioso como acto de afirmación individual y colectivo de esa fuerza que ha llevado a la acumulación.
A lo largo del libro Bataille hace un repaso histórico desde el sacrificio de esclavos de las culturas mesoamericanas hasta los gastos suntuarios como expresión de poder que realizaba la nobleza medieval pasando por instituciones como el Potlach, un repaso que sitúa a la economía como dependiente de un proceso simbólico de afirmación del poder por parte de aquellos que lo detentan. El gasto improductivo como primera prueba de un poder que es capaz de desprenderse sin dolor de una determinada cantidad de riqueza.
Para Bataille el exceso es el irrevocable punto de partida de todas las cosas, desde lo biológico hasta lo social. Aquella parte de la energía que no se acumula sino que se transmite al exterior sin obtener nada a cambio. Por ejemplo, y a nivel biológico, Bataille pone el siguiente ejemplo: sólo el 10% de la cantidad de energía ingerida procedente de las plantas es acumulada por los animales hervíboros, el resto es gastada en crecer, en existir, en reproducirse... De algún modo se devuelve al exterior, se vuelve a poner en juego.
Si la economía empieza en la gestión de unos recursos que son escasos siempre termina generando una inevitable gestión del exceso imprescindible para la existencia y el desarrollo de lo vivo; una gestión del exceso que encarna en los sistemas biológicos la tendencia a la entropía energética que es una constante de la naturaleza en que existimos.
Y sin embargo esa necesidad del exceso permanece oculta, en la sombra de nuestra percepción constructiva de las cosas que solo vive para cumular, aunque siempre apareciendo como incomprensible síntoma porque nunca hay construcción sin destrucción, acumulación sin gasto; convertido en el conjunto de todos esos eventos incomprensibles que desde lo pulsional de una inevitable necesidad comprometen el tranquilo panorama brillante de nuestra racionalidad y que para entendernos llamamos "mal".
Para Bataille, y éste es el concepto más heterodoxo de todos, el mal es una parte constitutiva de nuestra realidad. No es algo que se pueda extirpar. Las religiones monoteístas viven de esa ilusión y sobre todo de esa deuda externa imposible de pagar que se denomina pecado.
Otra cosa es que las sociedades sean en mayor o menor medida capaces de reconocer esa realidad y generen instituciones capaces de dar rienda suelta a toda esa energía acumulada de una manera tolerable, garantizando así la necesaria cohesión integradora imprescindible tanto para su existencia como para su mantenimiento.
Brillante.
Bataille Georges La Parte Maldita OCR
Talento interdisciplinar e inclasificable Georges Bataille es el vivo ejemplo del pensador renacentista, única y exclusivamente arrastrado y dependiente del natural fluir de su pensar.
Su obra es extensa y abarca desde el erotismo hasta la religión y en ella ocupa un lugar importante este "La parte maldita" en el que, sin ser economista, Bataille aborda el fenómeno de lo económico desde la heterodoxa piel de su pensar.
Esa parte maldita que da titulo al texto es el gasto improductivo y Bataille dedica todo el libro a razonar y justificar la necesidad de su existencia como parte integrante y culminante del proceso de gestión y aprovechamiento de los recursos que en última instancia la economía es.
Para Bataille el gasto improductivo no es otra cosa que el lado oculto, la otra cara del proceso productivo y constructivo de acumulación y a su entender justifica incluso la existencia de la propia actividad económica. No tiene sentido la acumulación sin un posterior derroche de lo que se considera valioso como acto de afirmación individual y colectivo de esa fuerza que ha llevado a la acumulación.
A lo largo del libro Bataille hace un repaso histórico desde el sacrificio de esclavos de las culturas mesoamericanas hasta los gastos suntuarios como expresión de poder que realizaba la nobleza medieval pasando por instituciones como el Potlach, un repaso que sitúa a la economía como dependiente de un proceso simbólico de afirmación del poder por parte de aquellos que lo detentan. El gasto improductivo como primera prueba de un poder que es capaz de desprenderse sin dolor de una determinada cantidad de riqueza.
Para Bataille el exceso es el irrevocable punto de partida de todas las cosas, desde lo biológico hasta lo social. Aquella parte de la energía que no se acumula sino que se transmite al exterior sin obtener nada a cambio. Por ejemplo, y a nivel biológico, Bataille pone el siguiente ejemplo: sólo el 10% de la cantidad de energía ingerida procedente de las plantas es acumulada por los animales hervíboros, el resto es gastada en crecer, en existir, en reproducirse... De algún modo se devuelve al exterior, se vuelve a poner en juego.
Si la economía empieza en la gestión de unos recursos que son escasos siempre termina generando una inevitable gestión del exceso imprescindible para la existencia y el desarrollo de lo vivo; una gestión del exceso que encarna en los sistemas biológicos la tendencia a la entropía energética que es una constante de la naturaleza en que existimos.
Y sin embargo esa necesidad del exceso permanece oculta, en la sombra de nuestra percepción constructiva de las cosas que solo vive para cumular, aunque siempre apareciendo como incomprensible síntoma porque nunca hay construcción sin destrucción, acumulación sin gasto; convertido en el conjunto de todos esos eventos incomprensibles que desde lo pulsional de una inevitable necesidad comprometen el tranquilo panorama brillante de nuestra racionalidad y que para entendernos llamamos "mal".
Para Bataille, y éste es el concepto más heterodoxo de todos, el mal es una parte constitutiva de nuestra realidad. No es algo que se pueda extirpar. Las religiones monoteístas viven de esa ilusión y sobre todo de esa deuda externa imposible de pagar que se denomina pecado.
Otra cosa es que las sociedades sean en mayor o menor medida capaces de reconocer esa realidad y generen instituciones capaces de dar rienda suelta a toda esa energía acumulada de una manera tolerable, garantizando así la necesaria cohesión integradora imprescindible tanto para su existencia como para su mantenimiento.
Brillante.
Bataille Georges La Parte Maldita OCR
40 años antes, Baudrillard habla de la reciente violencia londinense:
"Si la violencia eruptiva, inasequible, de las bandas juveniles de Estocolmo, de los desórdenes de Montreal, de los asesinatos de Los Angeles se nos presentan como una manifestación inusitada,
incomprensible, aparentemente contradictoria con el progreso social y la abundancia, ello se debe a que vivimos con la idea tradicional de la práctica del bienestar como actividad racional. Esa violencia nos parece innominable, absurda, diabólica, porque vivimos con la ilusión moral de la finalidad consciente de todas las cosas, de la racionalidad fundamental de las decisiones individuales y colectivas (todo el sistema de valores se funda en este principio: en el consumidor hay un instinto absoluto que lo lleva, por su esencia, a sus fines preferenciales,
mito moral del consumo heredado totalmente del mito idealista según el cual el hombre tiende naturalmente hacia lo Bello y el Bien). Ahora bien, esa violencia probablemente sólo quiera decir que algo desborda ampliamente los objetivos conscientes de satisfacción y de bienestar mediante los cuales esta sociedad se justifica (a sus propios ojos), a través de los cuales se reinscribe en las normas de racionalidad consciente. En este sentido, esa violencia inexplicada debe hacernos revisar todas nuestras ideas sobre la abundancia: la abundancia y la violencia van a la par, por lo tanto, deben analizarse conjuntamente.
El problema más general en que se inscribe la cuestión de esta violencia «sin objeto», aún esporádica en algunos países, pero virtualmente endémica en todos los países desarrollados e hiperdesarrollados, es el de las contradicciones fundamentales de la abundancia"
(La sociedad de consumo: sus mitos, sus estructuras. Jean Baudrillard)
"Si la violencia eruptiva, inasequible, de las bandas juveniles de Estocolmo, de los desórdenes de Montreal, de los asesinatos de Los Angeles se nos presentan como una manifestación inusitada,
incomprensible, aparentemente contradictoria con el progreso social y la abundancia, ello se debe a que vivimos con la idea tradicional de la práctica del bienestar como actividad racional. Esa violencia nos parece innominable, absurda, diabólica, porque vivimos con la ilusión moral de la finalidad consciente de todas las cosas, de la racionalidad fundamental de las decisiones individuales y colectivas (todo el sistema de valores se funda en este principio: en el consumidor hay un instinto absoluto que lo lleva, por su esencia, a sus fines preferenciales,
mito moral del consumo heredado totalmente del mito idealista según el cual el hombre tiende naturalmente hacia lo Bello y el Bien). Ahora bien, esa violencia probablemente sólo quiera decir que algo desborda ampliamente los objetivos conscientes de satisfacción y de bienestar mediante los cuales esta sociedad se justifica (a sus propios ojos), a través de los cuales se reinscribe en las normas de racionalidad consciente. En este sentido, esa violencia inexplicada debe hacernos revisar todas nuestras ideas sobre la abundancia: la abundancia y la violencia van a la par, por lo tanto, deben analizarse conjuntamente.
El problema más general en que se inscribe la cuestión de esta violencia «sin objeto», aún esporádica en algunos países, pero virtualmente endémica en todos los países desarrollados e hiperdesarrollados, es el de las contradicciones fundamentales de la abundancia"
(La sociedad de consumo: sus mitos, sus estructuras. Jean Baudrillard)
EL CASO FAREWELL
"Farewell" es el nombre en clave con el que el coronel Sergei Grigoriev es bautizado por los servicios secretos occidentales que reciben sus informaciones.
"El caso Farewell" es una de esas historias basadas en hechos reales en las que la realidad parece superar a la ficción. El coronel Grigoriev existió y ocupó una posición estratégica dentro de la inteligencia soviética. En un momento determinado llega a la conclusión de que el sistema soviético está agotado y decide reventar desde dentro la esclerotizada estructura soviética suministrando información estratégica a los aliados occidentales.
Para ello utilizará medios no convencionales dentro del espionaje, recurrirá a un ejecutivo medio de la compañía Thomson destinado en Moscú cuyo jefe tiene lazos con el ministerio del interior francés... Un medio alejado de los lugares y personales sobre los que el contraespionaje soviético tenía puesto el foco.
La película es un mas que estimable relato de espionaje en cuyo centro brilla el personaje de Grigoriev, sus motivaciones más que altruistas ya que en ningún momento quiere dinero por unas informaciones que, según el mismo dice, no tiene precio. Su objetivo queda siempre claro junto con su defensa de los valores de la Revolución que dio lugar a la decadente y desnortada sociedad soviética en la que vive.
La historia con mayúsculas no ha seguido los derroteros que Grigoriev buscaba con su traición, pero de alguna manera este personaje encarna lo mejor del idealismo que dio lugar a tan fracasada aventura histórica, lo que le convierte en un fascinante personaje con el que de algún modo la propia revolución se pone fin utilizando el mismo idealismo que la vio nacer para dispararse en la cabeza.
En un momento determinado aparecen algunas secuencias de "El hombre que mató a Liberty Valance" de John Ford para establecer la sugerencia de un paralelismo entre Grigoriev y el Tom Doniphon, el verdadero héroe de una historia hecha posible por su sacrificio y que al mismo tiempo le relega a un lugar entre las sombras mientras sobre otros se concentra todas las palabras, toda la luz.
Es el destino de los heterodoxos.
Mención especial para el director serbio Emir Kusturica increíblemente capaz de dar vida a un inolvidable Grigoriev.
Brillante.
"Farewell" es el nombre en clave con el que el coronel Sergei Grigoriev es bautizado por los servicios secretos occidentales que reciben sus informaciones.
"El caso Farewell" es una de esas historias basadas en hechos reales en las que la realidad parece superar a la ficción. El coronel Grigoriev existió y ocupó una posición estratégica dentro de la inteligencia soviética. En un momento determinado llega a la conclusión de que el sistema soviético está agotado y decide reventar desde dentro la esclerotizada estructura soviética suministrando información estratégica a los aliados occidentales.
Para ello utilizará medios no convencionales dentro del espionaje, recurrirá a un ejecutivo medio de la compañía Thomson destinado en Moscú cuyo jefe tiene lazos con el ministerio del interior francés... Un medio alejado de los lugares y personales sobre los que el contraespionaje soviético tenía puesto el foco.
La película es un mas que estimable relato de espionaje en cuyo centro brilla el personaje de Grigoriev, sus motivaciones más que altruistas ya que en ningún momento quiere dinero por unas informaciones que, según el mismo dice, no tiene precio. Su objetivo queda siempre claro junto con su defensa de los valores de la Revolución que dio lugar a la decadente y desnortada sociedad soviética en la que vive.
La historia con mayúsculas no ha seguido los derroteros que Grigoriev buscaba con su traición, pero de alguna manera este personaje encarna lo mejor del idealismo que dio lugar a tan fracasada aventura histórica, lo que le convierte en un fascinante personaje con el que de algún modo la propia revolución se pone fin utilizando el mismo idealismo que la vio nacer para dispararse en la cabeza.
En un momento determinado aparecen algunas secuencias de "El hombre que mató a Liberty Valance" de John Ford para establecer la sugerencia de un paralelismo entre Grigoriev y el Tom Doniphon, el verdadero héroe de una historia hecha posible por su sacrificio y que al mismo tiempo le relega a un lugar entre las sombras mientras sobre otros se concentra todas las palabras, toda la luz.
Es el destino de los heterodoxos.
Mención especial para el director serbio Emir Kusturica increíblemente capaz de dar vida a un inolvidable Grigoriev.
Brillante.
domingo, agosto 14, 2011
HIPÓTESIS
- En la segunda mitad del siglo pasado y como consecuencia de la dinámica de bloques de la guerra fria, el bloque capitalista encuentra útil el despliegue de la sociedad de consumo en las sociedades occidentales no sólo por motivos directamente relacionados con su reproducción y viabilidad como sistema sino también como manera infalible de generar adhesiones inquebrantables entre aquellos que podrían engrosar las filas del enemigo en un momento determinado... Y sucede el aburguesamiento de la clase obrera, la cesión de una parte de la renta.
- A finales del siglo pasado, y como consecuencia del derrumbamiento del otro bloque que se revela como un fracaso en su papel de alternativa, los ideologos neoliberales empiezan la tarea de recuperar esa renta transferida de aquellos que ya no son vistos como una amenaza... Y sucede el progresivo proceso de globalización con el pensamiento neoliberal como mascarón de proa, el cada vez más descarado proceso de trasvase de renta en dirección de regreso y desde el estado de bienestar hacia quienes se consideran sus verdaderos propietarios: los superpredadores de los mercados... incluso hasta límites que complican la viabilidad de la sociedad de consumo como tal mostrando los límites de la utopía neoliberal de los mercados que se autorregulan: en los bajos funciona una caótica y proteica estructura basada en el enriquecimiento irresponsable y a toda costa.
- En la segunda mitad del siglo pasado y como consecuencia de la dinámica de bloques de la guerra fria, el bloque capitalista encuentra útil el despliegue de la sociedad de consumo en las sociedades occidentales no sólo por motivos directamente relacionados con su reproducción y viabilidad como sistema sino también como manera infalible de generar adhesiones inquebrantables entre aquellos que podrían engrosar las filas del enemigo en un momento determinado... Y sucede el aburguesamiento de la clase obrera, la cesión de una parte de la renta.
- A finales del siglo pasado, y como consecuencia del derrumbamiento del otro bloque que se revela como un fracaso en su papel de alternativa, los ideologos neoliberales empiezan la tarea de recuperar esa renta transferida de aquellos que ya no son vistos como una amenaza... Y sucede el progresivo proceso de globalización con el pensamiento neoliberal como mascarón de proa, el cada vez más descarado proceso de trasvase de renta en dirección de regreso y desde el estado de bienestar hacia quienes se consideran sus verdaderos propietarios: los superpredadores de los mercados... incluso hasta límites que complican la viabilidad de la sociedad de consumo como tal mostrando los límites de la utopía neoliberal de los mercados que se autorregulan: en los bajos funciona una caótica y proteica estructura basada en el enriquecimiento irresponsable y a toda costa.
EL RIO
Es la última gran película del maestro Jean Renoir.
Basada en un relato de la escritora inglesa Rumer Godden cuya obra tiene como motivo y lugar la India, "El Rio" es una historia que se propone contarnos la iniciación a la vida de Alice, una adolescente que bien podría ser un alter ego de la propia escritoria.
Igual que las aguas del río fluyen, el acontecer de la vida sucede inevitablemente desencadenando momentos que una vez que suceden nos cambian, desencadenan un antes y un después, nos arrastran hacia delante en un natural fluir de la existencia. Y ese es el propósito del maestro Renoir: captar la magia de ese instante que sucede y que luego enseguida pasa reemplazado por otro que lo convierte en pasado, materia para la memoria.
"El Rio" es una película sutil, en la que casi no sucede nada, pero en la que Jean Renoir consigue destilar la imposible piedra filosofal de los instantes, enmarcados en un tiempo que incesantemente los arrebata a quienes casi sin darse cuenta los habitan.
Nos habla de la primera conciencia de ese estar inmerso de manera inevitable en esa aparentemente interminable dinámica de idas y venidas
Es la imposible escenificación de la vida misma sucediendo, generando materia para el recuerdo, para la melancolía.
Obra maestra.
Es la última gran película del maestro Jean Renoir.
Basada en un relato de la escritora inglesa Rumer Godden cuya obra tiene como motivo y lugar la India, "El Rio" es una historia que se propone contarnos la iniciación a la vida de Alice, una adolescente que bien podría ser un alter ego de la propia escritoria.
Igual que las aguas del río fluyen, el acontecer de la vida sucede inevitablemente desencadenando momentos que una vez que suceden nos cambian, desencadenan un antes y un después, nos arrastran hacia delante en un natural fluir de la existencia. Y ese es el propósito del maestro Renoir: captar la magia de ese instante que sucede y que luego enseguida pasa reemplazado por otro que lo convierte en pasado, materia para la memoria.
"El Rio" es una película sutil, en la que casi no sucede nada, pero en la que Jean Renoir consigue destilar la imposible piedra filosofal de los instantes, enmarcados en un tiempo que incesantemente los arrebata a quienes casi sin darse cuenta los habitan.
Nos habla de la primera conciencia de ese estar inmerso de manera inevitable en esa aparentemente interminable dinámica de idas y venidas
Es la imposible escenificación de la vida misma sucediendo, generando materia para el recuerdo, para la melancolía.
Obra maestra.
sábado, agosto 13, 2011
FUEGO FATUO
Dirigida en 1963 por Louis Malle, "Fuego fatuo" es una de sus mejores obras.
La película adapta un texto homónimo del escritor francés Pierre Drieu La Rochelle que cuenta las últimas horas de Alain, un hombre que ha decidido quitarse la vida y antes de hacerlo pasa sus últimas horas despidiéndose de sus amigos y exhibiendo ante ellos su nihilismo y desesperación.
Por lo visto, el fuego fatuo es un fenómeno físico que es consecuencia colateral de los procesos de descomposición de los cuerpos vivos, una especie de tenue luminosidad que brota de la materia que ya no está viva y se mantiene a poca distancia del suelo. Y hay que decir que se trata del titulo perfecto para una historia que no hace otra cosa que mostrarnos la descomposición interior de Alain, el protagonista, magnificamente encarnado por Maurice Ronet. De esa descomposición surge una luminosidad, una cierta claridad que por primera vez orienta a un confundido Alain y que le permite comprender el -a su entender- absurdo de la realidad que le rodea y que incluye a su propia vida.
Drieu La Rochelle era un autor obsesionado con la decadencia y lo que nos nuestra Malle con imágenes precisas, abundantes en primeros planos, magníficamente fotografiadas en blanco y negro, es la decadencia de Alain, un eterno adolescente atrapado en la telaraña de un mundo que parece haber evolucionado por su cuenta hacia una madurez que Alain ni comprende ni quiere, aunque, y al mismo tiempo, desanimado, se sienta incapaz de mantener el estilo de vida que llevaba.
Incapaz de optar por una de las dos opciones, Alain se ahoga en una nada que le devora mientras se mueve por las calles de Paris encontrando amigos que sin embargo han sido capaces de optar por una u otra, mantenerse en una vida bohemia u optar por la asunción de las "responsabilidades" de una vida madura. Pero, y a los ojos de Alain, todas esas vidas se le antojan inaccesibles verdades que Alain en su desesperación no puede tocar ni entender.
Atormentado por sus miedos, fracasos y limitaciones, Alain no puede ver más allá de su propio dolor y continua su camino dejando atrás las manos que la vida le tiende.
"Fuego fatuo" es un drama intimista y melancólico en el que la nada que ha corrompido el mirar de Alain es el verdadero protagonista.
Extraordinaria.
Dirigida en 1963 por Louis Malle, "Fuego fatuo" es una de sus mejores obras.
La película adapta un texto homónimo del escritor francés Pierre Drieu La Rochelle que cuenta las últimas horas de Alain, un hombre que ha decidido quitarse la vida y antes de hacerlo pasa sus últimas horas despidiéndose de sus amigos y exhibiendo ante ellos su nihilismo y desesperación.
Por lo visto, el fuego fatuo es un fenómeno físico que es consecuencia colateral de los procesos de descomposición de los cuerpos vivos, una especie de tenue luminosidad que brota de la materia que ya no está viva y se mantiene a poca distancia del suelo. Y hay que decir que se trata del titulo perfecto para una historia que no hace otra cosa que mostrarnos la descomposición interior de Alain, el protagonista, magnificamente encarnado por Maurice Ronet. De esa descomposición surge una luminosidad, una cierta claridad que por primera vez orienta a un confundido Alain y que le permite comprender el -a su entender- absurdo de la realidad que le rodea y que incluye a su propia vida.
Drieu La Rochelle era un autor obsesionado con la decadencia y lo que nos nuestra Malle con imágenes precisas, abundantes en primeros planos, magníficamente fotografiadas en blanco y negro, es la decadencia de Alain, un eterno adolescente atrapado en la telaraña de un mundo que parece haber evolucionado por su cuenta hacia una madurez que Alain ni comprende ni quiere, aunque, y al mismo tiempo, desanimado, se sienta incapaz de mantener el estilo de vida que llevaba.
Incapaz de optar por una de las dos opciones, Alain se ahoga en una nada que le devora mientras se mueve por las calles de Paris encontrando amigos que sin embargo han sido capaces de optar por una u otra, mantenerse en una vida bohemia u optar por la asunción de las "responsabilidades" de una vida madura. Pero, y a los ojos de Alain, todas esas vidas se le antojan inaccesibles verdades que Alain en su desesperación no puede tocar ni entender.
Atormentado por sus miedos, fracasos y limitaciones, Alain no puede ver más allá de su propio dolor y continua su camino dejando atrás las manos que la vida le tiende.
"Fuego fatuo" es un drama intimista y melancólico en el que la nada que ha corrompido el mirar de Alain es el verdadero protagonista.
Extraordinaria.
viernes, agosto 12, 2011
"El nuevo autoritarismo es diferente a los regímenes del viejo estilo represivo. En el pasado el autoritarismo tenía una cara militar, negaba las libertades individuales y la oposición electoral. El nuevo autoritarismo es un régimen híbrido que combina procesos electorales y libertades individuales con estructuras de toma de decisión altamente elitistas. Mientras acontecen las elecciones, no hay correspondencia entre la retórica populista o social durante la campaña electoral y el gobierno postelectoral en el cual la dura austeridad neoliberal controla las políticas de ajuste estructural, y éstas últimas son aplicadas. El uso deliberado de decepciones políticas llama a cuestionar el significado real de "elecciones competitivas" como se ha dispuesto en la elección que ha hecho el votante y como un medio de influenciar en el electorado a lo largo del proceso político. Por otro lado, el cada vez mayor uso de decretos ejecutivos para implementar la agenda neoliberal (prívatizaciones, políticas de ajuste estructural, etc.) es mucho más similar al estilo de los regímenes del antiguo autoritarismo que a las prácticas democráticas...
... El neoautoritarismo, es un sistema híbrido que combina las tomas de decisión de élite y los procesos electorales, el cuerpo legislativo elegido y el corporativo no elegido que toma decisiones, campañas electorales y prácticas de decreto, minan la noción de una cultura cívica. En este contexto es importante examinar de una manera crítica el significado de ciudadanía desde dos ángulos: ciudadanía "formal" y substantiva. La ciudadanía formal se refiere a los atributos legales destinados al ciudadano según una constitución escrita o no escrita. La ciudadanía substantiva se refiere a la capacidad de los individuos a ejercitar el poder en el debate actual de la resolución de cuestiones políticas. Hoy en día, a los ciudadanos se les niega sistemáticamente el derecho de voz y voto en las cuestiones substantivas más profundas que afectan a sus vidas -incluyendo el gasto de estado, impuestos, privatización, programas de austeridad, subsidios para multinacionales, etc. Para encubrir esta negación hacia los ciudadanos los defensores elitistas del estado liberal se refieren a nociones amorfas de "sociedad civil" y "globalización"."
(Escritos, 1999-2006. James Petras)
... El neoautoritarismo, es un sistema híbrido que combina las tomas de decisión de élite y los procesos electorales, el cuerpo legislativo elegido y el corporativo no elegido que toma decisiones, campañas electorales y prácticas de decreto, minan la noción de una cultura cívica. En este contexto es importante examinar de una manera crítica el significado de ciudadanía desde dos ángulos: ciudadanía "formal" y substantiva. La ciudadanía formal se refiere a los atributos legales destinados al ciudadano según una constitución escrita o no escrita. La ciudadanía substantiva se refiere a la capacidad de los individuos a ejercitar el poder en el debate actual de la resolución de cuestiones políticas. Hoy en día, a los ciudadanos se les niega sistemáticamente el derecho de voz y voto en las cuestiones substantivas más profundas que afectan a sus vidas -incluyendo el gasto de estado, impuestos, privatización, programas de austeridad, subsidios para multinacionales, etc. Para encubrir esta negación hacia los ciudadanos los defensores elitistas del estado liberal se refieren a nociones amorfas de "sociedad civil" y "globalización"."
(Escritos, 1999-2006. James Petras)
jueves, agosto 11, 2011
"A través de la publicidad, que es ya en sí misma un servicio social, todos los productos se presentan como servicios, todos ios procesos económicos reales se hacen aparecer y se reinterpretan socialmente como efectos de dádiva, de fidelidad personal y de relación afectiva. Poco importa que esa munificencia, como la de los potentados, nunca sea más que la redistribución funcional de una parte de los beneficios. La astucia de la publicidad estriba precisamente en sustituir en todas partes la lógica del mercado por la magia del Carguero (la abundancia total y milagrosa con que sueñan los indígenas).
(La sociedad de consumo: sus mitos, sus estructuras. Jean Baudrillard)
(La sociedad de consumo: sus mitos, sus estructuras. Jean Baudrillard)
Interesante artículo de Gavin Knight en El País:
"Reino Unido es desde hace algún tiempo dos países. Está el que todo el mundo conoce, el de la próspera economía de clase media. Y luego están los barrios céntricos pobres de los que nadie habla o informa, como su fueran un país del Tercer Mundo o una zona de guerra."
(El lado oculto del Reino Unido)
Y no... la culpa no sólo es de los padres.
"La Unidad de Reducción de la Violencia de la policía de Strathclyde trata ahora la violencia como una enfermedad infecciosa, transmitida por los padres o los amigos."
Es no entender nada...
El incremento de la desigualdad en la riqueza genera este tipo de situaciones, de bolsas marginales sin esperanza. La mayoría de ellos podrían ser héroes y optar en un entorno hostil por lo constructivo, por abrir una tienda por ejemplo, pero culparles de no ser perfectos es jugar con ventaja. Si las condiciones contextuales son desesperanzadas y destructivas, la gran mayoría optará por una cultura de "ghetto" y violencia, sencillamente porque el ser humano está hecho así.
Y de cuando en cuando esos bárbaros salen a la calle llevándose por delante la paz social de los elegidos y jodiendo de paso la perfecta estabilidad de la teoría.
Las políticas neoliberales no son especiales, también tienen consecuencias sociales. Y son sus realistas y sensatos impulsores los primeros que deberían saber que nada es gratis en la vida.
Los sueños de la razón siempre traen consigo sus propios monstruos y los monstruos... bueno... es lo que tienen: que son monstruos.
miércoles, agosto 10, 2011
"En todas las sociedades modernas, este sistema de gratificación y de solicitud tiene apoyos oficiales: todas las instituciones de redistribución social (Seguridad Social, Caja de jubilación, subsidios y pensiones múltiples, subvenciones, primas, becas) constituyen canales por los cuales, dice E Perroux, «los poderes públicos se sienten impulsados a corregir los excesos de poder de los monopolios, mediante flujos de prestaciones sociales destinadas a satisfacer necesidades y no a remunerar los servicios productivos. Estas últimas transferencias, sin contrapartida aparente, disminuyen, a largo plazo, la agresividad de las clases llamadas peligrosas». No analizaremos aquí la eficacia real de esta redistribución ni sus mecanismos económicos. Lo que nos interesa es el mecanismo psicológico colectivo que pone en funcionamiento. Gracias a sus deducciones y a sus transferencias económicas, la instancia social (es decir, el orden establecido) se da como beneficio psicológico de la generosidad, se ofrece como instancia caritativa. Todas estas instituciones se caracterizan por utilizar un léxico maternal y proteccionista: Seguridad Social, seguros, protección de la infancia, de la vejez, subsidio por desempleo. Esta «caridad» burocrática, estos mecanismos de «solidaridad colectiva» —todos ellos, además, «conquistas sociales»— funcionan así, a través de la operación ideológica de redistribución, como mecanismos de control social. Es como si se sacrificara cierta parte de la plusvalía para preservar la otra, es decir, el sistema global de poder se sostiene en virtud de esta ideología de la munificencia cuyo beneficio se oculta detrás de la «dádiva». Se matan dos pájaros de un tiro: el asalariado está contento de recibir, bajo pretexto de don o de prestación «gratuita», una parte de lo que ya se le ha despojado anteriormente."
(La sociedad de consumo: sus mitos, sus estructuras. Jean Baudrillard)
(La sociedad de consumo: sus mitos, sus estructuras. Jean Baudrillard)
martes, agosto 09, 2011
"La sociedad de consumo no se caracteriza solamente por la profusión de bienes y de servicios, sino por el hecho, más importante, de que en ella TODO ES SERVICIO, nada de lo que se ofrece para ser consumido se presenta nunca como producto puro y simple, sino como servicio personal, como gratificación. Desde Guinness is goodfor you hasta la profunda solicitud de los políticos para con sus conciudadanos, pasando por la sonrisa de la auxiliar de vuelo y los agradecimientos del distribuidor automático de cigarrillos, cada uno de nosotros está rodeado de una abrumadora obsequiosidad, envuelto por una coalición de dedicación y buena voluntad."
(La sociedad de consumo: sus mitos, sus estructuras. Jean Baudrillard)
(La sociedad de consumo: sus mitos, sus estructuras. Jean Baudrillard)
LA OPORTUNIDAD DE MI VIDA
Por encima de todo, "La oportunidad de mi vida" tiene muy claro como comedia romántica sus referentes.
El modo en que está contada recuerda a películas como "Love Actually" o "Notting Hill" y, si bien el talento de Richard Curtis como director y guionista no está detrás, lo mejor que puede decirse de "La oportunidad de mi vida" es que no se limita a ser una mera copia. En ella hay el talento suficiente como para jugar con las claves que suministra el sentido de Curtis de la comedia y construir una historia que tiene vida propia, que respira por si misma.
No es que Julien no tenga suerte con las mujeres. Todo lo contrario. Es la mala suerte la que se ceba en ellas cuando entran en su vida. El protagonista está convencido de ser gafe para sus amores y por eso cuando Joana entra en su vida Julien no termina de tenerlas toda consigo.
Con pavor comprobará que está en lo cierto mientras un tsunami desastroso (y divertido) se lleva por delante la vida de su prometida.
No obstante, quizá las cosas (una vez más) no sean lo que parecen.
Entretenida.
"El tiempo libre de las vacaciones sigue siendo propiedad privada del que se toma vacaciones, un objeto, un bien ganado por él con el sudor de todo el año, poseído por él, un objeto del que goza como de todos los demás objetos y del que no podría desprenderse para darlo, sacrificarlo (como se hace con el objeto que se regala), para entregarlo a una disponibilidad total, a la ausencia de tiempo, que sería la verdadera libertad. El individuo está atado a «su» tiempo como Prometeo a su roca, encadenado al mito prometeico del tiempo como fuerza productiva."
(La sociedad de consumo: sus mitos, sus estructuras. Jean Baudrillard)
(La sociedad de consumo: sus mitos, sus estructuras. Jean Baudrillard)
lunes, agosto 08, 2011
QUEIMADA
Dirigida en 1969 por el cineasta italiano Gillo Pontecorvo, "Queimada" se inscribe en la corriente política que el cine italiano desarrolló bien por si mismo, bien en coproducción, durante la década de los sesentas y setentas del siglo pasado.
Desde una perspectiva alternativa y marxista el cine era utilizado como vehículo de expresión de un diferente punto de vista sobre temas controvertidos que afectaban a la realidad italiana en particular o a la realidad del sistema capitalista en general.
Con una cinematografía escasa, no más de diez películas en más de veinte años de carrera, Gillo Pontecorvo ocupa un lugar destacado con su "Batalla de Argel" y con esta "Queimada" que cuenta con la sorprendente presencia de una estrella como Marlon Brando.
Brando interpreta con su habitual talento a Sir William Walker un agente británico que llega a la isla de Queimada bajo el dominio portugues para desempeñar su papel de peón ejecutor de los intereses británicos en el Caribe. Como parte de su trabajo producirá una revolución contra los ocupantes portugueses convirtiendo en líder revolucionario al humilde aguador José Dolores.
Lo que Pontecorvo pretende con "Queimada" es ofrecernos de primera mano, en primera persona, un documento sobre el descarnado juego de intereses que fue el colonialismo usando la pequeña isla como metáfora de toda una realidad, de toda una época histórica basada en la más desconsiderada de las apropiaciones... y desde luego lo consigue.
Si bien no es una película redonda, "Queimada" ofrece una relato intenso, de parte, que Brando se echa sobre las espaldas embelleciéndo su arrollador naturalismo despiadado con la construcción de un personaje fascinante. Su interpretación entre resignada y melancólica crea un Walker que es lo suficientemente inteligente como para ver lo injusto del mecanismo del que forma parte, pero también lo suficientemente honesto como para no engañarse ni un sólo segundo sobre el mal que está infringiendo.
Y a lo largo de los años la pureza e integridad de José Dolores. su creación, hará mella sobre su cinismo de hombre organización.
Interesante.
Dirigida en 1969 por el cineasta italiano Gillo Pontecorvo, "Queimada" se inscribe en la corriente política que el cine italiano desarrolló bien por si mismo, bien en coproducción, durante la década de los sesentas y setentas del siglo pasado.
Desde una perspectiva alternativa y marxista el cine era utilizado como vehículo de expresión de un diferente punto de vista sobre temas controvertidos que afectaban a la realidad italiana en particular o a la realidad del sistema capitalista en general.
Con una cinematografía escasa, no más de diez películas en más de veinte años de carrera, Gillo Pontecorvo ocupa un lugar destacado con su "Batalla de Argel" y con esta "Queimada" que cuenta con la sorprendente presencia de una estrella como Marlon Brando.
Brando interpreta con su habitual talento a Sir William Walker un agente británico que llega a la isla de Queimada bajo el dominio portugues para desempeñar su papel de peón ejecutor de los intereses británicos en el Caribe. Como parte de su trabajo producirá una revolución contra los ocupantes portugueses convirtiendo en líder revolucionario al humilde aguador José Dolores.
Lo que Pontecorvo pretende con "Queimada" es ofrecernos de primera mano, en primera persona, un documento sobre el descarnado juego de intereses que fue el colonialismo usando la pequeña isla como metáfora de toda una realidad, de toda una época histórica basada en la más desconsiderada de las apropiaciones... y desde luego lo consigue.
Si bien no es una película redonda, "Queimada" ofrece una relato intenso, de parte, que Brando se echa sobre las espaldas embelleciéndo su arrollador naturalismo despiadado con la construcción de un personaje fascinante. Su interpretación entre resignada y melancólica crea un Walker que es lo suficientemente inteligente como para ver lo injusto del mecanismo del que forma parte, pero también lo suficientemente honesto como para no engañarse ni un sólo segundo sobre el mal que está infringiendo.
Y a lo largo de los años la pureza e integridad de José Dolores. su creación, hará mella sobre su cinismo de hombre organización.
Interesante.
INOLVIDABLE
El cielo protector...
"Port Moresby: Well, terra firma.
Tunner: We're probably the first tourists they've had since the war.
Kit Moresby: Tunner, we're not tourists. We're travelers.
Tunner: Oh. What's the difference?
Port Moresby: A tourist is someone who thinks about going home the moment they arrive, Tunner.
Kit Moresby: Whereas a traveler might not come back at all.
Tunner: You mean *I'm* a tourist.
Kit Moresby: Yes, Tunner. And I'm half and half."
El cielo protector...
"Port Moresby: Well, terra firma.
Tunner: We're probably the first tourists they've had since the war.
Kit Moresby: Tunner, we're not tourists. We're travelers.
Tunner: Oh. What's the difference?
Port Moresby: A tourist is someone who thinks about going home the moment they arrive, Tunner.
Kit Moresby: Whereas a traveler might not come back at all.
Tunner: You mean *I'm* a tourist.
Kit Moresby: Yes, Tunner. And I'm half and half."
"En cambio, es relativamente nueva la aceptación general de estas mentiras por la opinión pública y privada, lo mismo que la supresión de su monstruoso contenido. La difusión y la efectividad de este lenguaje prueban el triunfo de la sociedad sobre las contradicciones que contiene; las mentiras son reproducidas sin que hagan estallar el sistema social. Y la franca, ostensible contradicción se convierte en constante del habla y la publicidad. La sintaxis de la contracción proclama la reconciliación de los opuestos uniéndolos en una estructura firme y familiar. Intentaré mostrar que términos como la «bomba atómica limpia» y «la radiación inofensiva» no son más que las creaciones extremas de un estilo normal. Una vez que se ha aceptado la principal ofensa contra la lógica, la contradicción se muestra como un principio de la lógica de manipulación: una caricatura realista de la dialéctica. Es la lógica de una sociedad que puede permitirse hacer a un lado la lógica y jugar con la destrucción; una sociedad con un
dominio técnico de la mente y de la materia."
(El hombre unidimensional. Hernert Marcuse)
dominio técnico de la mente y de la materia."
(El hombre unidimensional. Hernert Marcuse)
EL CIELO PROTECTOR
No me extraña que Bowles reniegue de la adaptación cinematográfica de la más popular de sus obras. Ni Bernardo Bertolucci ni Mark Peploe, los guionistas de la película, parecen entender el sentido dramático de la historia y la película termina también devorada por esa nada que devora a Kit y Port, los protagonistas.
Por encima de todo, "El cielo protector" es una despiadada reflexión sobre las consecuencias. La obra de Bowles pretende ser una ajustada crónica de esa dramática zona fronteriza de encuentro entre realidad y deseo.
Como otros tantos aburridos norteamericanos, los Moresby desembarcan en Tanger convertida en una etapa más de su periplo mundano en busca de nuevas emociones. Ella le sigue a él y él no sabe muy bien lo que busca, seguramente un progresivo alejamiento de las cosas, del mundo persiguiendo probablemente la posibilidad de escucharse a sí mismo en el silencio inmenso del desierto. Pero la realidad empezará a tejer en torno a ellos un entramado de respuestas y efectos que les conducirá a la aniquilación.
Buscando encontrarse terminarán perdidos. Privados de ese cielo azul y protector que les protege de la visión de esa nada oscura y abismal terminarán devorados por ese abismo insoportable que es la propia realidad, las inaplazables exigencias de lo externo: el hambre, la enfermedad, la muerte.
"El cielo protector" es la crónica de ese encuentro de los que desean con las propias limitaciones de ese deseo impuestas por agentes externos.
Kit y Port siguen el mismo destino que las niñas del cuento "Te en el Sahara" que aparece en el libro y que resume de manera perfecta la historia.
Las niñas terminan perdidas en el desierto buscando la mejor duna desde la que ver el atardecer tomando un te. Ignoran los riesgos por pensar unicamente en la satisfacción de ese deseo y acaban más y más dentro del desierto desechando la duna anteriormente elegida en favor de otra más alejada pero más alta y mejor.
Y lo importante no es que terminen perdidos, sino que no pueden evitarlo. El deseo les arrastra mientras se realizan respondiendo a esa llamada interior, pero también les destruye.
"El cielo protector" nos cuenta algo muy sencillo, que vida y muerte, construcción y destrucción son las dos caras de una misma moneda.
"El cielo protector" es un relato iniciático y nihilista en los contradictorios misterios que fundamentan nuestra existencia, una mirada descarnada sobre la inevitable y rigurosa aritmética de los precios que hay que pagar y las consecuencias que hay que afrontar. Un viaje en el que lo más importante es la inevitabilidad de entregarse (y al mismo tiempo perderse), como las luciérnagas se ven atraídas por las llamas, que algunos seres humanos sienten.
Como bien escribe Paul Bowles en boca de Kit al comienzo de la historia, hay dos tipos de personas: los turistas, los que desde el momento en que llegan están pensando en regresar, y los viajeros, los que no saben si volverán.
Imprescindible (el libro).
Si has perdido la gracia de leer, la película puede servirte... un poco.
No me extraña que Bowles reniegue de la adaptación cinematográfica de la más popular de sus obras. Ni Bernardo Bertolucci ni Mark Peploe, los guionistas de la película, parecen entender el sentido dramático de la historia y la película termina también devorada por esa nada que devora a Kit y Port, los protagonistas.
Por encima de todo, "El cielo protector" es una despiadada reflexión sobre las consecuencias. La obra de Bowles pretende ser una ajustada crónica de esa dramática zona fronteriza de encuentro entre realidad y deseo.
Como otros tantos aburridos norteamericanos, los Moresby desembarcan en Tanger convertida en una etapa más de su periplo mundano en busca de nuevas emociones. Ella le sigue a él y él no sabe muy bien lo que busca, seguramente un progresivo alejamiento de las cosas, del mundo persiguiendo probablemente la posibilidad de escucharse a sí mismo en el silencio inmenso del desierto. Pero la realidad empezará a tejer en torno a ellos un entramado de respuestas y efectos que les conducirá a la aniquilación.
Buscando encontrarse terminarán perdidos. Privados de ese cielo azul y protector que les protege de la visión de esa nada oscura y abismal terminarán devorados por ese abismo insoportable que es la propia realidad, las inaplazables exigencias de lo externo: el hambre, la enfermedad, la muerte.
"El cielo protector" es la crónica de ese encuentro de los que desean con las propias limitaciones de ese deseo impuestas por agentes externos.
Kit y Port siguen el mismo destino que las niñas del cuento "Te en el Sahara" que aparece en el libro y que resume de manera perfecta la historia.
Las niñas terminan perdidas en el desierto buscando la mejor duna desde la que ver el atardecer tomando un te. Ignoran los riesgos por pensar unicamente en la satisfacción de ese deseo y acaban más y más dentro del desierto desechando la duna anteriormente elegida en favor de otra más alejada pero más alta y mejor.
Y lo importante no es que terminen perdidos, sino que no pueden evitarlo. El deseo les arrastra mientras se realizan respondiendo a esa llamada interior, pero también les destruye.
"El cielo protector" nos cuenta algo muy sencillo, que vida y muerte, construcción y destrucción son las dos caras de una misma moneda.
"El cielo protector" es un relato iniciático y nihilista en los contradictorios misterios que fundamentan nuestra existencia, una mirada descarnada sobre la inevitable y rigurosa aritmética de los precios que hay que pagar y las consecuencias que hay que afrontar. Un viaje en el que lo más importante es la inevitabilidad de entregarse (y al mismo tiempo perderse), como las luciérnagas se ven atraídas por las llamas, que algunos seres humanos sienten.
Como bien escribe Paul Bowles en boca de Kit al comienzo de la historia, hay dos tipos de personas: los turistas, los que desde el momento en que llegan están pensando en regresar, y los viajeros, los que no saben si volverán.
Imprescindible (el libro).
Si has perdido la gracia de leer, la película puede servirte... un poco.
sábado, agosto 06, 2011
Siete de cada 10 alumnos de 3º de la ESO de Madrid, de entre 14 y 15 años y que obtendrán el próximo año el título de Graduado, ha suspendido el examen de mínimos con el que Gobierno regional valora el nivel de los estudiantes en matemáticas y lengua.
(Leer más)
Otro ejemplo de la locura del día a día en que vivimos: Se puede ser un ignorante y, al mismo tiempo, tener un titulo que acredita un saber.
Más decadencia... por si no teníamos bastante.
Y seguro que hay una buena explicación que lo justifica... lo que hará más profunda esa decadencia de la que no tenemos bastante.
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Otro ejemplo de la locura del día a día en que vivimos: Se puede ser un ignorante y, al mismo tiempo, tener un titulo que acredita un saber.
Más decadencia... por si no teníamos bastante.
Y seguro que hay una buena explicación que lo justifica... lo que hará más profunda esa decadencia de la que no tenemos bastante.
MUMFORD
El hoy olvidado Lawrence Kadan sigue siendo uno de los directores importantes del cine norteamericano de finales del siglo pasado.
De guionista de "El imperio contrataca", la mejor película de la saga u "En busca del arca perdida" pasó a dirigir titulos como "Fuego en el cuerpo", "Reencuentro", Silverado", "El turista accidental" o esta brillante "Mumford" que pasó completamente desapercibida ya cuando las relaciones del señor Kasdan con el éxito se habían complicado de manera irreversible.
En cualquier caso, Kasdan es un director a recuperar y empezar por "Mumford" es una buena manera.
La película cuenta la historia de un psicólogo que tiene el mismo nombre de la ciudad en la que ejerce. Empieza siendo una película coral en la que una serie de personajes confluye en la consulta del psicólogo que se limita a escucharles y poco a poco orientarles para enfrentar los grandes dramas que ensombrecen sus pequeñas vidas. Pero poco a poco el personaje de Mumford empieza a apoderarse de la historia revelándose desde su soledad desarraigada como un misterioso personaje de sorprendente pasado.
"Mumford" me recuerda a una de esos cuentos morales que tan bien filmaba el francés Eric Rohmer.
Todo sucede una manera amable, tranquila y de esa misma manera los personajes expresan sus razones en una "ronde" de encuentros a lo largo del metraje de la película. Con una conseguida naturalidad cada uno de ellos exhibe su manera de vivir con una cierta y seductora inteligencia, sin brutales dramatismos ni excesos a la hora de juzgar y juzgarse, invitando a ser escuchados.
No hay grandes disquisiciones metafísicas en "Mumford".... o quizá verdaderamente las haya y se transparenten en todo lo que sucede, se dice o se hace a lo largo de esta historia de cámara, de personajes, situaciones y diálogos revestidos de un cotidiano perfil bajo que tiene la inmensa virtud de no resultar inane o aburrida.
Hay magia, un cierto e indescriptible encanto en "Mumford" que me gusta.
Absolutamente recomendable.
1
"Un veterano de varios golpes de Estado argentinos explicó cuál era la opinión dentro del ejército: «En 1955 creíamos que el problema era [Juan] Perón, así que lo eliminamos; pero en 1976 ya sabíamos que el problema era la clase trabajadora». En toda la región sucedió lo mismo: el problema era amplio y profundo. Eso quería decir que si la revolución neoliberal quería triunfar, las juntas tenían que lograr lo que Allende consideraba imposible: segar definitivamente la semilla que se sembró durante el auge de las izquierdas latinoamericanas. El exterminio en Argentina no es espontáneo, no es casual, no es irracional: es la destrucción sistemática de una «parte sustancial» del grupo nacional argentino con la intención de transformar dicho grupo, de redefinir su forma de ser, sus relaciones sociales, su destino y su futuro."
2
"Letelier llegó al extremo de escribir que Milton Friedman como «arquitecto intelectual y consejero no oficial del equipo de economistas ahora a cargo de la economía chilena» era corresponsable de los crímenes de Pinochet. No concedía valor a la defensa de Friedman de que el cabildeo a favor del tratamiento de choque se limitaba a ofrecer consejos «técnicos». El «establecimiento de una "economía privada" libre y el control de la inflación "a la Friedman"» dijo Letelier, no se podían llevar a cabo de forma pacífica. «El plan económico ha tenido que ser impuesto, y en el contexto chileno ello podía hacerse sólo mediante el asesinato de miles de personas, el establecimiento de campos de concentración a través de todo el país, el encarcelamiento de más de cien mil personas en tres años, el cierre de los sindicatos y organizaciones vecinales y la prohibición de todas las actividades políticas y de todas las formas de expresión. Represión para las mayorías y "libertad económica" para pequeños grupos privilegiados son en Chile dos caras de la misma moneda.» Había, escribió, «una armonía interna» entre el «libre mercado» y el terror ilimitado."
(La doctrina del shock. Naomi Klein)
"Un veterano de varios golpes de Estado argentinos explicó cuál era la opinión dentro del ejército: «En 1955 creíamos que el problema era [Juan] Perón, así que lo eliminamos; pero en 1976 ya sabíamos que el problema era la clase trabajadora». En toda la región sucedió lo mismo: el problema era amplio y profundo. Eso quería decir que si la revolución neoliberal quería triunfar, las juntas tenían que lograr lo que Allende consideraba imposible: segar definitivamente la semilla que se sembró durante el auge de las izquierdas latinoamericanas. El exterminio en Argentina no es espontáneo, no es casual, no es irracional: es la destrucción sistemática de una «parte sustancial» del grupo nacional argentino con la intención de transformar dicho grupo, de redefinir su forma de ser, sus relaciones sociales, su destino y su futuro."
2
"Letelier llegó al extremo de escribir que Milton Friedman como «arquitecto intelectual y consejero no oficial del equipo de economistas ahora a cargo de la economía chilena» era corresponsable de los crímenes de Pinochet. No concedía valor a la defensa de Friedman de que el cabildeo a favor del tratamiento de choque se limitaba a ofrecer consejos «técnicos». El «establecimiento de una "economía privada" libre y el control de la inflación "a la Friedman"» dijo Letelier, no se podían llevar a cabo de forma pacífica. «El plan económico ha tenido que ser impuesto, y en el contexto chileno ello podía hacerse sólo mediante el asesinato de miles de personas, el establecimiento de campos de concentración a través de todo el país, el encarcelamiento de más de cien mil personas en tres años, el cierre de los sindicatos y organizaciones vecinales y la prohibición de todas las actividades políticas y de todas las formas de expresión. Represión para las mayorías y "libertad económica" para pequeños grupos privilegiados son en Chile dos caras de la misma moneda.» Había, escribió, «una armonía interna» entre el «libre mercado» y el terror ilimitado."
(La doctrina del shock. Naomi Klein)
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