miércoles, septiembre 09, 2009
martes, septiembre 08, 2009
La ciudad está llena de oficinistas que pelean desesperadamente
por el último asiento vacío en el último tren de la mañana...
los que quedan en pie revisan su fracasada estrategia,
planean nuevas formas y maneras
como si la vida les fuera en ello
(y en verdad se les va),
mientras los que pudieron sentarse
malgastan el efímero éxito
descansando la mirada perdida
en la misma ninguna parte de todas las mañanas
(y en verdad se les va).
domingo, septiembre 06, 2009
A la deriva
Demoledor artículo de El Pais sobre nuestro gobierno y su politica económica... Imagino que no será todo verdad... una ya no puede fiarse al 100% de nada de lo que se publica... pero el panorama es tremendo en el fondo y en la forma.
sábado, septiembre 05, 2009
TRES LANCEROS BENGALÍES
Hay algo, un espíritu, en el cine clásico que ya no existe en el cine moderno.
Seguramente se trata de la autenticidad natural de los pioneros... Por el mismo motivo por el que no es lo mismo ir a un festival de música que se celebra en una localidad llamada Woodstock, que ir a Woodstock, las viejas películas tienen el encanto de que nada se interpone entre el público y la historia. Se trata de contar y las primeras generaciones de cineastas se limitaban a relatar. A partir de la década de los 50, algunos de los niños cuya mirada quedó atrapada por el brillo cambiante y ardiente de las imágenes proyectadas se dedicaron a lo que más amaban, a hacer cine y entre el público y la historia interpusieron ese amor... Ya no sólo se contaban historias sino que también se hacía cine, se revisitaban historias, se resucitaban imágenes... Y apareció la retórica. El cine empezó a hablar de sí mismo, a convertirse en un punto de referencia desde el que abordar una narración. Las imágenes perdieron esa pureza primordial, porque empezarón a referir a otras imágenes. Ese amor por el cine también se relataba en esas historias, se desplegaba por entre los resquicios de los planos y las secuencias. Ya no se contaban historias usando imágenes. Se hacía cine.
Por eso es imposible volver a hacer películas como "Tres lanceros bengalíes", directas, potentes, emocionantes, llenas de vida, en la que parece que no se cuenta nada pero en la que, por contra, se habla de todo, de grandes sentimientos como el amor, la amistad, la fuerza de voluntad, la valentía y el honor, que son los que hacen posible la aventura.
Ver "Tres lanceros bengalíes" es reencontrar la irrepetible pureza del cine.
Encontrarse cara a cara con la mayor de sus verdades... la capacidad de construir algo muy parecido a la vida... pero diferente por su carácter inspirador y trascendente.
La primera mirada del Otoño atravesando la verde frondosidad de los árboles como un hidra de mil cabezas que se confunde fácilmente con la transparencia del viento.
Invisibles heraldos vistiendo un negro y cristalino escalofrío.
Veloces trenes que aúllan devorados por la niebla mientras heladas manos afiladas nos palpan los costados.
Y la repentina necesidad de un poco más abrigo con que alimentar un repentino de espasmo de hambre sentido en la interminable saciedad de un eterno instante.
Invisibles heraldos vistiendo un negro y cristalino escalofrío.
Veloces trenes que aúllan devorados por la niebla mientras heladas manos afiladas nos palpan los costados.
Y la repentina necesidad de un poco más abrigo con que alimentar un repentino de espasmo de hambre sentido en la interminable saciedad de un eterno instante.
viernes, septiembre 04, 2009
jueves, septiembre 03, 2009
SHINOBI
Decía un personaje en la maravillosa película de Sam Peckinpah "Pat Garrett y Billy the Kidd" una gran verdad que se encuentra latiendo en el fondo de muchas tragedias... Los tiempos cambian pero yo no, decía el forajido declarando en el fondo de esas palabras su predisposición a librar una batalla trágica, de antemano condenado al fracaso, porque el tiempo es un temible enemigo.
Bastante de ese espíritu entre trágico y elegíaco respira a través de "Shinobi", una película de artes marciales que contiene ciertos tintes melodramáticas que la dotan de un cierto interés.
Enclavada en un momento histórico de la historia del Japón en el que se produjo una cierta unificación de la isla bajo el dominio del clan Tokugawa, instituciones cuya existencia se basada en el constante enfrentamiento entre bandos rivales dejaron de tener lugar. Una de ellas son los shinobi o ninjas, un grupo de guerreros de cualidades excepcionales y especiales distribuidos en dos clanes antagónicos que se odian a muerte.
El gran señor Tokugawa tejerá toda una estrategia que buscará destruir la amenaza que para su nuevo orden suponen los shinobi valiéndose de la compulsiva necesidad de mutuo enfrentamiento que los dos clanes shinobi sienten.
Además, el amor que sienten el uno por el otro los dos herederos de cada uno de los clanes terminará de complicar el panorama.
El resultado es una película interesante que consigue un cierto equilibrio entre acción y emoción con momentos atractivos e interesantes dentro de cada una de las dos facetas.
"Shinobi" es una película que se sigue con interés y en la que brillan aislados, como luces en la noche, determinados momentos de amor "fou" con la locura que solo lo japoneses saben darle a estas cosas.
Interesante.
miércoles, septiembre 02, 2009
RESACÓN EN LAS VEGAS
Hacía tiempo que no reía tanto viendo una película. Mucho, mucho tiempo.
No es original el planteamiento de la película... Unos amigos, una despedida de soltero, la noche, Las Vegas y el inevitable dia siguiente.... pero los responsables de la historia manejan esos conocidos mimbres narrativos con talento y habilidad máximos.
El resultado es hilarante y genial.
Hay un suspense distinto, que en nada tiene que ver con lo policiaco. Es el suspense de intentar recordar qué diablos sucedió la noche anterior y por qué hay un tigre cabreado en el cuarto de baño.
"Resacón en Las Vegas" maneja ese suspense "blanco" con absoluta brillantez introduciendo a sus tres personajes protagonistas en una hilarante picadora de carne y lentejuelas en la que apenas hay un segundo para respirar e intentar mantener la cordura. Buscando recuperar a su olvidado amigo Doug en alguna parte de Las Vegas los tres protagonistas van saltando de una situación más hilarante a otra que lo es mucho más en un "crescendo" dramático que constantemente amenaza con destruir esa cordura.
Comedia brillante, inteligentemente desarrollada y concebida, llena de situaciones divertidas resueltas con brillantez, rebosante de personajes que parecen salidos de la consulta de un psiquiatra o que están a punto de entrar y algunos de ellos diferentes y excepcionalmente geniales como el barbudo Alan.... En definitiva, "Resacón en Las Vegas" es una comedia extraordinaria.
martes, septiembre 01, 2009
"En fecha tan señalada, el presidente ruso, Vladímir Putin, invitado a los actos, ha rechazado que todas las críticas recaigan contra Rusia por el pacto de no agresión firmado por Stalin con la Alemania nazi de Hitler en agosto de 1939 y que dio manos libres a Hitler para invadir Polonia y para que poco después hicieran lo propio los rusos. Para Putin, no fue ese pacto el único desencadenante de la guerra y ha aludido a la responsabilidad de Francia y Reino Unido por pactar con Hitler -los acuerdos de Munich, por los que Alemania se anexionó la región checa de los Sudetes- , lo que eliminó toda "esperanza de crear el frente único de la lucha contra el nazismo", ha escrito en un artículo en la polaca Gazeta Wyborcza."
(Fuente: El Pais, edición digital del 1 de septiembre)
O sea, que algunos, con toda seguridad unos necios, han empleado unos cuantos minutos de cartón piedra de sus vidas absurdas para responsabilizar a la Rusia actual del pacto que la Unión Soviética firmó con los nazis.
Sesudos, han carraspeado y solemnemente han planteado la carraca bufa de sus argumentos.
Es increible lo atrevida que es la ignorancia y el poco respeto que se tiene por la historia... a cuya arrasadora luz, por cierto, apenas hay inocentes.
Lo preocupante no es que los necios estén por todas partes... Viene sucediendo la invasión de los ladrones de cuerpos desde hace tiempo y nadie está libre de pecado. Lo verdaderamente inquietante es la ostentación casi pornográfica de la ignorancia como un valor emergente de nuestra opulenta y carente de autocrítica sociedad.
Importa tanto la posibilidad de decir como el hecho de que realmente se tenga algo que decir. Y asi nuestra opinión pública está contaminada por el chirriante cloqueo pomposo de la nada verbalizada.
Los derechos son consumidos de forma compulsiva, muchas veces sin motivo directamente relacionado a su razón de existir, casi siempre como excusa para una desconsiderada y brutal afirmación de la propia individualidad.
Como decía Harry Callahan todo el mundo tiene una opinión, todo el mundo tiene un culo, y, lo que es peor, y ésto lo añado yo, ya casi nadie siente vergüenza por aliviarse en público.
No hay barreras para el yo del hombre unidimensional que protagoniza nuestra sociedad de consumo.
¿Dónde estás, pudor?
¿Es que no hay vacuna para ésto?
UP
Las películas de Pixar siempre parten de unos buenos planteamientos.
Como todas las historias que interesan a quién las escucha su núcleo central obtiene su energía de determinadas ideas fuerza que, a su vez, hunden sus raices en determinados arquetipos emocionales colectivos. De este modo, la historia también existe viva en alguna parte de la conciencia emocional del espectador y le predispone a escuchar porque, de algún modo, el relato se convierte en un espejo que en mayor o menor medida le refleja en sus posesiones o en sus carencias.
El discurso de Disney, eminentemente conservador en su superficie, siempre ha descansado profundamente en valores como la fe y la esperanza en las propias posibilidades, en la voluntad como agente catalizador de esa esperanza convertida en proyecto orientado a la consecución del propio deseo; aspectos que conectan todos con ese núcleo de arquetipos emocionales convirtiéndose, como mínimo, en una suerte de relato mítico de la sociedad de consumo norteamericana y postcapitalista del "self made man": si quieres y realmente lo deseas con todas tus fuerzas, puedes conseguir lo que te propongas.
A fines del siglo pasado, la superficie conservadora que, de modo consciente o inconsciente, se vehiculizaba en sus relatos comenzó a lastrarlos.
El público era otro. Y esa diferencia la supieron ver muy bien los creadores de Pixar que, de algún modo y sobre la base de un buen trabajo basado en las buenas historias y las ideas brillantes, se propusieron contraprogramar a Disney.
La oportunidad estaba ahí... pero el propósito era cambiarlo todo para que todo siguiera igual... porque Disney aunque esclerótico en sus historias seguía funcionando.
Las blancas historias de chico busca chica con vistas al matrimonio final o las historias protagonizadas por personajes ejemplares que constantemente encarnan de forma evidente los mejores valores de la sociedad industrial encontraron competencia fuerte en las historias de Pixar que suponían, primero, un cambio de perspectiva... No eran historias contadas desde los narradores para el público, de algún modo edificantes y dirigidas, sino historias más libres, contadas por y para el público, protagonizadas por muñecos y monstruos que abandonaban el anquilosamiento kitsch disneyano para tutear al espectador con una invariable buena onda basada en la actitud siempre positiva de sus protagonistas y en el buen humor... pero el núcleo de las historias seguía siendo el mismo.
La necesidad de superación, la esperanza, el sueño, el esfuerzo por conseguir lo que más se desea... La gran aventura de saber lo que se quiere e intentar conseguirlo que es la vida... La materia de la que todos estamos hechos.
Renovación en el contenido asociada a una renovación generacional a ambos lados de la pantalla que se tradujo, segundo, en nuevas historias protagonizadas por nuevos personajes, la mayoría de ellos anti-héroes con respecto a los esquemas clásicos del cine de animación.. y, por supuesto, nuevas tecnologías.
El resultado fue el éxito, pero también un branding lleno de valores positivos que colocaron al monstruo Disney a la defensiva. Primero, intentando parecerse de algun modo a ese competidor y, posteriormente, casi dejándose llevar por las leyes físicas del mercado capitalista, comprando Pixar.
Y el resultado está siendo espectacular.
Compartiendo ese corazón común, el musculo productor de Disney combinado con la cabeza creativa de Pixar no han dejado de producir en estos últimos años joyas cinematográficas cuyo valor se extiende más allá de los puros límites del cine de animación... Si el año pasado fue la maravillosa Wall-E (2008), ahora, en el 2009, aparece la no menos maravillosa "Up".
En ella, un hombre mayor acosado por las circunstancias tomará la decisión de realizar el sueño que desde la infancia compartía con su desaparecida mujer. Para ello contará con la ayuda de un divertido explorador infantil y de algún que otro personaje no humano.
Tengo que reconocer que me gusta mucho más la primera parte de "Up", en ella se desarrolla de forma pasmosamente eficaz un melancólico discurso sobre la vida y el paso del tiempo que resulta tremendamente emocionante y conmovedor.
La aventura mil y una veces aplazada por las necesidades y demandas de los días sucediendo como una silenciosa conspiración, la hucha mil y una veces rota, el progresivo envejecimiento de la pareja... Quizá treinta maravillosos minutos que dejan a Fredriksen, el protagonista, sólo y amargado, en una casa cerrada y oscura rodeada por una nueva ciudad dispuesta a devorarla.
La aventura empezará cuando Fredriksen se encuentre desesperado, entre la espada y la pared, y su única escapatoria se encuentre "up", en el azul del cielo, pero también en el indeleble azul de su viejo deseo.
El resto, lo que llamo segunda parte, y que es el resto de la película, será la inevitable consecuencia llena de entretenidas peripecias, humor e, incluso, un poco de acción... pero el vibrante corazón de la película está en esos estupendos treinta minutos que, por si solos, se bastan para dar de sentir y pensar al espectador.
Brillante y extraordinaria.
SOBRE LA GRIPE A
Alguna vez tendremos razón... Llegará la gran plaga, el Apocalipsis y sólo los justos encontrarán la salvación... o sea, casi nadie.
Alguna vez llegará... Quizá sea la Gripe A... pero, dios mío, cuántas ganas tenemos de estar asustados, de tener miedo.
En España, 20 muertos de entre más de 15.000 contagios. Y cada año mueren 500 personas en España por los efectos de una minería del carbón que hace años que no existe.
La Gripe A... El nuevo miedo para la nueva temporada otoño-invierno 2009 en el sector de los miedos.
Alguna vez acertaremos, pero será por casualidad, después de años y años de estar asustados de lo más grande y también de lo más pequeño.
INVASIÓN
Se me escapa el motivo por el que los encargados de este proyecto decidieron realizar un "remake" de ese clásico del cine de ciencia ficción llamado "La invasión de los ladrones de cuerpos".
Desde la admiración seguro que no es porque, si hay algo de lo que carece esta película, es de la capacidad de inquietar que, partiendo de la realidad cotidiana y mediante precisos zarpazos narrativos, mostraba el clásico de Don Siegel.
Nada de ésto hay en esta insulsa historia protagonizada por dos actores que seguramente saben que no están haciendo nada especial, que sólo están poniendo un ladrillo más en el muro de la oferta que anualmente el cine debe generar para alimentar las hambrientas bocas de sus pantallas, que están pagando las facturas de la luz, el gas y la niñera de los niños.
"Invasión" ni inquieta ni sorprende ni preocupa.
Si acaso intenta disimular la vaciedad de su propuesta con ciertos momentos de sincopada narrativa que mezcla presente y futuro imediato... Fuegos artificiales, calambritos que no consiguen librar del aburrimiento, de la monotonía de una historia que, solo se puede salvar, con la inmensa generosidad de un público tan aburrido como ella.
Mejor alquilar la película de Don Siegel.
Recogiendo con gran esfuerzo
los pedazos más aceptables y comestibles de los días,
para reunirlos sobre la mesa,
al anochecer
y contemplarlos todos juntos,
en desordenado montón,
mientras pacientemente esperamos
que la ausencia nuestra de cada día
vuelva, puntual e irremediablemente,
a darse hoy.
Corriendo,
como perseguidos por los relojes.
No queriendo llegar tarde a ninguna parte...
(quizá por evitar descubrir que,
en todas ellas, la prevista mecánica de las cosas
puede empezar puntualmente sin nosotros.)
Rodeados de espejismos...
(y el primero y principal de todos ellos
es aquel que no se atreve a mirarnos
desde el otro lado del espejo.)
Desesperadamente insulares,
persiguiendo sombras,
sin saber exactamente,
probablemente intuyendo.
lunes, agosto 31, 2009
domingo, agosto 30, 2009
GOOD BYE LENIN
Como hija del tiempo que es, la historia está constantemente pasando y lo hace sin contemplaciones para con aquellos que se encuentran en su interior, protagonizándola, padeciéndola. Lo que un día fue, ahora ya no es... y uno debe acostumbrarse, hacerse a la idea, adaptarse... No hay compasión para el soldado en la batalla.
"Good bye Lenin" es, por encima de todo, una película de amor... El amor que siente un hijo por una madre y que le lleva a protejer su débil corazón infartado de los rigores de la historia.
Mientras ella permanecía en coma, el muro de Berlín ha caído aplastando bajo su imponente peso toda la realidad de la República Democrática Alemana, una realidad a la que ella parece estar consagrada en cuerpo y alma.
Alexander (Daniel Brühl) hará todo lo posible por evitar al corazón de su madre el estrés de descubrir que el mundo en el que ella vivía se ha desvanecido casi por completo y, cuando la mentira resulta imposible y en una maravillosa escena ante la televisión, dibujará una emocionante transición desde el amor, buscando preservarla hasta en lo imposible de los ciegos rigores de la historia.
Maravillosa.
sábado, agosto 29, 2009
jueves, agosto 27, 2009
"They were ready to sell their daughters to the highest bidder. On the sidewalk characters swarmed. Everybody was looking at everybody else. It was the end of the continent, no more land. Somebody had tipped the American continent like a pinball machine and all the goofballs had come rolling to LA in the southwest corner. I cried for all of us. There was no end to the american sadness and the American madness"
(On the road, the original scroll. Jack Kerouac)
miércoles, agosto 26, 2009
Rápidamente,
sin tiempo para hacerse la idea,
para pensar si hay error o acierto,
subirse sobre el primer segundo que pasa
y que las inevitables consecuencias
sean un engorroso relato de derechos y deberes
recitado desde el lejano pasado;
si procede, una condena en ausencia
desde un tiempo al que jamás se va a regresar,
que quedó atrás, del otro lado
de ese engañoso espejo transparente
que es la línea del horizonte.
martes, agosto 25, 2009
lunes, agosto 24, 2009
ASHES OF TIME
Tiene una historia muy curiosa esta "Ashes of time" en su versión redux.
La película data de 1994 y, por aquel entonces, Wong Kar Kwai no tuvo el poder suficiente como para hacer la película que tenía en la cabeza. En su momento, "Ashes of time" se estrenó y fue todo un éxito, pero el director honkonés se quedó con la mosca detrás de la oreja todo este tiempo... "Ashes of time" no era su película aunque su nombre apareciera siempre debajo del titulo.
Por eso, y aprovechando que es considerado como uno de los grandes talentos del cine mundial, Kwai ha aprovechado la ocasión para saldar cuentas con su propio pasado realizando esta versión redux que no es otra cosa que la película tal y como Kwai deseaba que fuera... e incluso desea ahora que sea puesto que el director taiwanés ha rodado nuevo material que se ha añadido al metraje original de la película.
En cualquier caso, el resultado es emocionante y maravilloso... como en cualquiera de sus películas.
Me gusta sentirme desconcertado con el revoloteo chillón de su sentido sincopado de la narración, mezclando presente y pasado en un transcurrir lleno de imágenes y texturas bellas y sugerentes... En "Ashes of time" el espectador va encontrando poco a poco la historia. Desbordado por imágenes, personajes y situaciones que en un principio parecen inconexas, poco a poco, a través de una frase, de una mirada, de un gesto, la historia va calando sobre su estar ante la historia y lo hace suavemente, gota a gota, momento a momento, hasta inundarlo completamente en su amarga atmosfera de desencuentros y desamor.
Porque "Ashes of time" es una especie de "carrousel" de historias de remordimiento y desamor, de distancia y separación, con el desierto como telón de fondo. Todos sus personajes sin excepción están alejados, voluntaria o involuntariamente, por azar o necesidad, en el tiempo o en el espacio, de aquello que más aman. Y Kwai nos cuenta sus historias, las une y relaciona, construyendo una suerte de entramado de palabras, sentimientos, decisiones y acciones en cuyo centro esos personajes se encuentran atrapados como pájaros encerrados en alguna de las jaulas que Ouyang Fen, uno de sus protagonistas, tiene en su cabaña.
La jaula se convierte en la metáfora que define el sentir de todos los protagonistas que habitan la película y una imagen clave para entenderlo todo y entenderles a todos y cada uno de ellos.
Todos lamentan la carencia de algo que está en alguna parte fuera de esa trama que les atrapa, quisieran estar fuera, desplegar los colores, el canto y las alas, pero, y al mismo tiempo, tienen la conciencia clara de que salir es imposible ya que de ellos solo queda precisamente eso... la jaula.
Y todo dentro de un género tan chino como el de los espadachines superpoderos, guerreros que como vaqueros del lejano oeste vagan errantes con un secreto en el corazón y una espada para abrirse camino... No he visto la primera versión, pero estoy seguro de que está redux es otra cosa muy diferente porque Kwai no está interesada en la lucha sino en los motivos que llevan a esos espadachines a pelear o a no hacerlo convirtiendo su decisión de estar o no estar en un fascinante misterio.
Brillante.
sábado, agosto 22, 2009
viernes, agosto 21, 2009
BATTLESTAR GALÁCTICA
A finales de la década de los setentas del siglo pasado, y como consecuencia del arrollador influjo que tuvo el estreno de "Star wars" en le emergente industria del ocio mundial, el productor Glen A. Larson creó para la televisión "Battlestar Galáctica". En el transcurso de varias temporadas y algunas películas pata televisión que en España se estrenaron en cine, los supervivientes de una civilización humana inspirada de forma lejana en lo helénico escapaban de sus exterminadores, los cylones, en busca de un mítico planeta Tierra.
Guardo buenos recuerdos de aquella serie que reunía el encanto de la serie B cinematográfica que tenían todas aquellas series producidas en la década de los 70's... Argumentos eficaces, diálogos precisos, acción a raudales, personajes arquetípicos (el bueno, el malo, la chica, el amigo del bueno...); historias rápidas y fáciles en las que casi se transparentaba el planteamiento exposición-nudo-desenlace, narradas sin complicaciones por eficaces imitadores de Don Siegel.
Ahora, los tiempos han cambiado.
Y la diferencia que hay entre la vieja Galáctica y ésta que, desde el 2004 y durante cinco temporadas ininterrumpidas, viene emitiéndose por el canal sci-fi es la misma que existe entre la primera versión arcade de un juego de ordenador y su última y compleja versión basada en la realidad ampliada y los juegos de rol.
Manteniéndose la misma estructura básica de la historia, el planteamiento es mucho más complejo. Puede decirse que, aunque existen escenas de acción, "Battlestar Galáctica" apuesta por un planteamiento más complejo y lo curioso es que esta complicación descansa en los cylones, personajes que prácticamente eran blancos de tiro en la primera versión sólo apareciendo de forma oportuna para ser burlados o abatidos por los pilotos de Galáctica.
Ahora algunos de los cylones, los más avanzados, han abandonado sus formas robóticas para adoptar una forma humana.
En este sentido, la historia bucea en la complejidad que Phillip K. Dick introducía en su "¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas?", la complejidad de un mundo donde máquinas y hombres tienen forma humana e incluso uno no puede estar realmente seguro de su propia condición, aspecto presente en el libro y no del todo bien reflejado en "Blade Runner", la película basada en la historia de Dick.
Los cylones están infiltrados entre los humanos y, lo que es más interesante, sienten una extraña atracción sado-masoquista hacia sus creadores que les lleva a mantener extrañas relaciones en las que se mezcla la pura observación científica con la fascinación por una especie que, aun siendo sus creadores, se les presentan complejos y llenos de emociones que a sus ojos robóticos les vuelven débiles... y, sin embargo, interesantes aunque sólo sea porque están realmente vivos.
En este sentido, la persecución que los cylones hacen de los supervivientes humanos tiene un componente sádico y perverso pues el enfrentamiento nunca es directo y los cylones parecen gatos que disfrutan poniendo al ratón humano en una situación comprometida detrás de otra... En todo momento, parecen tener un refinado plan a cuya resolución, como era de esperar, no se asiste en el final de la primera temporada.
Este aspecto, junto con un estupendo acabado en la producción propio de las mejores series de televisión del momento, convierten a "Galáctica" en un interesante entretenimiento... aunque, y todo sea dicho, no resulte suficiente como para entrar en mi Olimpo de las Grandes Series.
jueves, agosto 20, 2009
"I woke up as the sun was reddening; and that was the one distinct time in my life, the strangest moment of all, that i didn't know who i was... I was far away from home haunted and tired with travel, in a cheap hotel room i'd never seen, hearing the hiss of steam outside, and the creak of the old wood of the hotel, and footsteps upstairs and all the sad sounds, and i looked at the cracked ceiling and really didn't know who i was for about fifteen strange seconds. I wasn't scared. I was just somebody else, some stranger, and my whole life was a haunted life, the life of a ghost."
(On the road. The original scroll. Jack Kerouac)
miércoles, agosto 19, 2009
ENEMIGOS PÚBLICOS
Para mi gusto, le falta algo a "Enemigos públicos" para ser la obra maestra que casi todo el mundo dice que es.
Tengo la impresión de que "Enemigos públicos" quiere contar demasiadas cosas. Hay demasiados ejes narrativos desarrollándose en el espacio que define la duración de la película... La personalidad controvertida del propio Dillinger, la figura del ladrón de bancos como adalid de las clases humildes en la época de la Gran Depresión, la relación romántica de Dillinger, la evolución del crimen organizado y su consolidación como negocio, la profesionalización de los perseguidores, la siniestra presencia de Hoover, la oposición de personalidades entre Purvis y Dillinger... Afortunadamente la película termina bien y Michael Mann tiene un enorme talento para narrar pero, y "por en medio" la película no termina de entrar en casi ninguno de los temas que plantea. Algunos personajes simplemente desaparecen, algunas situaciones simplemente cambian y la historia avanza dejándolos atras porque apenas hay tiempo para explicarlas.
No está bien explicada la razón por la que el agente Purvis consigue el contacto de la madame rumana que finalmente traicionará a Dillinger. Uno tiene que imaginar que es porque los tiempos han cambiado y porque Dillinger se ha convertido en una recalcitrante molestia para un crimen organizado que ya es un negocio. Y si bien existe la escena en que Dillinger es rechazado por la mafia falta una secuencia que explique la razón puntual por la que los antiguos amigos deciden traicionarle y le dan a Purvis el contacto de la madame. Pero, y sin embargo, el Hoover que tan bien interpreta Billy Cudrup goza de una sobrerepresentación dentro de la historia. Hoover se limita a nombrar a Purvis y a presionarle para que le detenga. Todo lo demás sobra.
Estos desequilibrios de estructura y de objetivo en el guión creo que lastran la película y la impiden despegar hacia la lírica y la épica de este bandido adolescente.
Algunas cosas distraen.
La historia pasa de un eje a otro como un saltimbanqui con sindrome de Tourette y no deja tiempo al espectador para que las emociones maduren y la historia trascienda y termine respirando por los pulmones del espectador que la ha hecho suya.
Son detalles que marcan la diferencia entre una buena película y un clásico.
Se busca reemplazar la intensidad de la calidad por el abrumador peso de la cantidad de impresiones, situaciones, momentos, dialogos, disparos que se acumulan a lo largo de la duración de la película sin un claro propósito vertebrador.
Imagino que un proyecto tan caro no podía descansar sobre la insoportable levedad de una historia mucho más sencilla, al modo de Gun Crazy, Dark Passage, Badlands o They live by night, historias de héroes románticos que se abren paso a tiros en busca de un imposible mar, y por eso, y al final, la historia de Dillinger no es una de esas que nos sigue hasta casa.
Esa es la diferencia.
La historia de Dillinger aparentemente lo tiene todo como para que uno se la lleve a casa y lo curioso es que ya apenas la recuerdo...
Tiemblo pensando lo que Peckinpah habría hecho con una historia con tantas posibilidades...
Resumiendo.... "Enemigos públicos"... Entretenida pero, y para mi gusto, no está entre las mejores películas de Michael Mann... Es más... Lo único que hay en ella de Michael Mann como presunto autor es todo lo que rodea al agente especial Winstead (Stephen Lang) que, por cierto, tiene mucho que ver con el final de la película.
martes, agosto 18, 2009
"According to Kerouac, the circle of despair represents a belief that the experience of life is a regular series of deflections from one's goals. As one is deflected from a goal, Kerouac explains, he or she establishes a new goal from which he or she will inevitably also be deflected. To Kerouac this series of deflections does not assume the pattern of a ship's tacking into the wind, always moving forward; instead, Kerouac illustrates these deflections as a series of right-hand turns that continue until one makes a complete circle that circumscribes as unknowable thing that is central to... existence. Attempts to avoid the circle of despair will end in failure, Kerouac contends, for the straight line will take you only to death"
(The straight line will take you only to death, Joshua Kupetz)
O, lo que es lo mismo, el fracaso como modo primordial de conocerse a uno mismo y descubrir qué es aquello que más se desea ser circunscribiéndolo en un constante viaje vital en el que los objetos de deseo van cambiando...
miércoles, agosto 12, 2009
martes, agosto 11, 2009
lunes, agosto 10, 2009
EL SENTIDO DE LA VIDA
Aún contando con grandes hallazgos y momentos especialmente divertidos, "Monty Python's The meaning of life" no se encuentra, para mi gusto, entre las mejores películas de este colectivo de humoristas británicos.
El humor de los Monty Python siempre se caracterizó por la emergencia del absurdo en situaciones rigurosamente habituales... Ahora mismo recuerdo aquel sketch "My brain hurts" o aquellos juegos olimpicos en los que se corrían los cien metros lisos para personas sin sentido de la orientación...
Las instituciones sociales con sus dinámicas de roles proporcionan un enorme repertorio de situaciones habituales y, por extensión, los Monty Python escenificaron su teatro del absurdo en el interior de las más rancias instituciones dentro de la rancia sociedad británica: ejército, familia, religión...
Por eso resulta un "gracioso" contrasentido que el tema elegido para su última película como grupo fuera la explicación del sentido de la vida, una explicación que nos va a ser ofrecida por una serie de individuos cuyo mayor cualidad es precisamente la contraria: la puesta por obra del sinsentido dentro de la cotidianidad de lo social.
Y más allá de que el propio titulo sea el primero de los chistes que uno encuentra en el transcurrir de la película, hay un aspecto mucho más serio, más circular y completo. Recordemos la definición que Shakespeare hace la vida convirtiéndola en el furioso relato contado por un loco. Seguramente, con el evidente sinsentido y la evidente ausencia de un discurso que refiera ese sentido, los Monty Python se alinean con el viejo Shakespeare...
Nada tiene sentido y, sin embargo, sucede de forma irrecuperable... Y además la película tiene bastante de furioso relato porque incluye bastantes sketches que aparentemente sólo cuentan con la violencia (el partido de rugby celebrado entre profesores y alumnos o la donación "voluntaria" de higado o el enorme gordo que termina reventando) y repulsión (el enorme gordo que termina reventando en el contexto de un exquisito restaurante francés) como principal activo dramático.
No obstante, a pesar de Shakespeare, y pese a la estupenda buena intención que les presupongo, la película no está a la altura de las mejores de los Python. Los sketches resultan desiguales conviviendo momentos brillantes como el protagonizado por el edificio pirata o la cena con la muerte con otros no tan brillantes como el que sucede en la I guerra Mundial o el de los donantes de higado o el del restaurante finalizado en camara subjetiva siguiendo a un camarero hasta el hogar de su infancia.
De algún modo, y volviendo a recuperar la circularidad y completitud que a mi entender supone esta película, "The meaning of life" es una especie de número especial de su "Monty Python's Flying Circus", programa de televisión con el que se dieron a conocer y alcanzaron el éxito en Gran Bretaña; un número especial que pone fin a la carrera profesional de un grupo que ya no daba más de sí.
En este doble sentido, "The meaning of life" es la perfecta clausura a una trayectoria, la puesta por obra del verdadero sentido de la vida: todo lo que en algun momento empieza en otro, más adelante, ha de terminar... aunque resulte absurdo y/o nos parezca que debe continuar.
sábado, agosto 08, 2009
DESEANDO AMAR
Por muy poco, Li-Zhen (Maggie Cheung) alquila para ella y su maridola habitación que Chow (Tony Leung) deseaba alquilar para él y su mujer. Afortunadamente, Chow encuentra una habitación en el apartamento de al lado.
Ambas parejas serán vecinos y tienen en común que sus miembros no se ven entre sí. El marido de Li-Zhen es un hombre de negocios que constantemente está viajando y la mujer de Chow trabaja comor recepcionista en un hotel en el turno de noche.
El simple hecho de compartir un mismo horario hará que los caminos de Chow y Li-Zhen se entrecrucen dando lugar a una relación cuya razón de ser está basada en el mero peso específico de la soledad que cada uno siente dentro de su propia pareja y en la atracción que empiezan a sentir el uno por el otro.
De manera memorable y con su sentido exquisito para crear imágenes bellas, Wong Kar Kwei narra los sucesivos y pequeños encuentros entre ambos que van aumentando en duración e intensidad. Desde la simple coincidencia en un espacio hasta las primeras palabras intercambiadas pasando por los pequeños contactos físicos y las miradas... Para mi gusto ésta es la mejor parte de la película.
En un momento determinado de esa incipiente relación, durante una cena, ambos descubren en el otro objetos que les recuerdan a sus respectivas parejas, y, de una manera especial y maravillosa, por la familariedad de la corbata y el bolso que cada uno porta (muy parecidos a una corbata y bolso que han visto en su esposo y esposa), descubren la realidad de un engaño que ambos, por separado, empezaban a presentir. Un engaño que, al mismo tiempo y paradójicamente, volvía más profunda su soledad y les llevaba a buscarse el uno al otro con mayor necesidad.
Lo curioso es que, si en un principio lo facilitaba, este descubrimiento terminará complicando y enturbiando el incipiente amor que de forma natural estaba surgiendo entre ambos.
En algún momento, los dos protagonistas se dicen que ellos no son con como sus respectivos cónyuges y esa necesidad, nacida del dolor y el resentimiento, de diferenciarse de aquellos que les han traicionado les llevará a jamas consumar ese amor.
Nunca se atraverán a dar ese paso.
Incluso llegarán a encerrarse en la habitación 2046 de un hotel para escribir novelas de amor para un periódico, habitación que será el germen de "2046" la película en la que Kar Kwei narra el melancólico vivir de Chow recordando la magia de aquellos momentos vividos con Li-Zhen.
Lo dejarán pasar, morir, deseando amar a la persona equivocada y también a la persona correcta hasta que, al final, su propia relación languidezca y muera quedándoles a ambos el inmenso vacío de ese deseo que quedó por satisfacer, un deseo insatisfecho del que las ruinas del templo camboyano, a las que Chow susurra su melancólico y doloroso secreto en un intento desesperado por desembarazarse de él, es maravillosa y preciosa metáfora.
En realidad, y verdaderamente, tenían razón.
Chow y Li-Zhen no son como sus respectivos cónyuges... pero, seguramente y a juzgar por las expresiones de sus rostros y actitudes al final de la película, se equivocaron.
Debieran haberlo sido.
Maravillosa.
viernes, agosto 07, 2009
Le gusta lanzar los dados sobre le verde superficie de la mesa.
Una y otra vez.
No va más.
Comprobar la magnitud de su mala suerte,
ver cómo se materializa en el controlado entorno de un juego.
Retarla.
Forzar sus límites.
Enfrentarse a su verdadero y ajado rostro.
Mirarla a los ojos cada vez que se pasa o no llega.
Tener la visión.
Comprenderlo todo.
Una y otra vez.
Around the clock.
No va más.
Los dos solos.
ESTUDIOS DE PSICOLOGÍA PRIMITIVA
Siempre me ha hecho mucha gracia esta foto de Bronislaw Malinowski, el autor del libro que acabo de terminar de leer... El blanco polaco rodeado de oscuros indígenas del Pacífico... Y siempre me ha hecho gracia porque no puedo imaginarme como el bueno de Malinowski s elas arreglaba para pasar inadvertido y estudiar las costumbres de las sociedades indígenas de las Islas Trobiand.
Bronislaw Malinowski es uno de los padres de la antropología, en concreto, de la rama funcionalista que estudia las sociedades como sistemas cerrados en los que cada elemento cumple una determinada función. Su gran libro es "Los argonautas del Pacífico Occidental". En él analiza, desde esa perspectiva funcional, todos los aspectos de las sociedades indigenas que habitan las Islas Trobiand o Kiriwina situadas al Este de Nueva Guinea.
"Estudios de psicología primitiva" también se basa en esas sociedades indigenas, pero su objetivo es lo que siempre lo ha hecho muy interesante para mi. Ese objetivo no es otro que extender los planteamientos del psicoanálisis freudiano, especificamente el esencial Complejo de Edipo a una sociedad diferente de la Viena que Freud conoció.
En este sentido, lo que hace aún más interesante el planteamiento de Malinowski es el hecho de que, mientras la Viena de Freud es una sociedad patrilineal (el parentesco se define a través del linaje del padre), la sociedad tronbiandesa es matrilineal.
En las sociedades matrilineales, el padre apenas tiene peso simbólico y autoridad dentro de la familia, estos recaen sobre la madre y el hermano de la madre. El padre es poco más que un compañero que ayuda a la educación de los hijos, que se convierte en una especie de amigo de mayor edad que convive con los hijos ayudándolos y alimentándolos, pero siempre lejos de un rol con una carga simbólica social... No es el padre dominante y castrador que monopoliza a la madre y domina a la familia.
Lo que Malinowski descubre es que el papel que en la Viena freudiana desempeña el padre, un papel que representa el primer encuentro serio del niño con el castrador principio de realidad (tenerlo todo no es posible, el deseo debe reprimirse o d elo contrario se produce la sanción y/o el castigo), en las sociedades matrilineales es desempeñado por el hermano de la madre con quien ésta mantiene la relación más estrecha más allá de la carnalidad del sexo que la madre mantiene con el padre biológico.
Es el hermano de la madre la persona contra la que los jóvenes trobiandeses chocan, la encarnación de ese principio de realidad que lleva a la socialización mediante la inflexible obligación de seguir las primeras normas de conducta.
La sociedad no es posible si el individuo no se ve limitado en su deseo y ese disciplinamiento del irrefrenable deseo empieza poco a poco, norma a norma y, primero, en el nucleo familiar, el lugar más próximo para los niños. Allí se produce el primer encuentro con el poder y el control y se aprende a limitar la propia expresividad del yo ante ellos.
Ese papel lo desempeña el padre en las sociedades patrilineales y el hermano de la madre en las matrilineales.
Con independencia de las diferencias, el sentido de la institución familiar es el mismo en todas partes: permitir la posibilidad de lo social.
Interesante.
jueves, agosto 06, 2009
"Olvido, s. Estado en que los malos cesan de luchar y los tristes reposan. Eterno basurero de la fama. Cámara fría de las más altas esperanzas.. Lugar donde los autores ambiciosos reencuentran sus obras sin orgullo, y a sus superiores sin envidia. Dormitorio desprovisto de reloj despertador."
(Diccionario del diablo, Ambrose Bierce)
miércoles, agosto 05, 2009
LA SOCIEDAD INDIVIDUALIZADA
De origen polaco, Zygmunt Bauman es un filósofo y sociólogo principalmente interesado en el análisis de la naturaleza de la sociedad avanzada de nuestro tiempo, una sociedad que tiene muchos nombres (terciaria, postindustrial, postmoderna, del conocimiento) pero no una clara definición seguramente por las dificultades de atrapar dentro de la jaula de la ciencia una naturaleza viva, cambiante, cambiable y proteica.
"La sociedad individualizada" recoge una serie de artículos y conferencia, agrupados por diferentes conceptos, pero todos unidos por esa preocupación por conocer la identidad verdadera del mundo en que vivimos.
Es extremadamente interesante su visión de una sociedad compuesta por individuos eternamente empeñados en un control de su presente que en muchos casos resulta imposible. Para Bauman la familia y el trabajo, las grandes instituciones que sustentaban la sociedad industrial con su persistencia en el tiempo (una familia y un trabajo para toda la vida) ya no existen en el mundo postindustrial para garantizar al individuo que participa en ellas de una cierta estabilidad.
Los individuos de esta sociedad que el llama "individualizada" deben estar preparados para vivir a lo largo de su vida varias relaciones personales y también para desempeñar varios trabajos. La principal consecuencia es la inestabilidad en la percepción del presente, una precariedad que hace que el individuo no pueda relacionarse de tú a tú con su presente. Lo inesperado siempre puede suceder y, en cualquier momento, todo puede cambiar.
Esta precariedad impide que el sujeto tenga no sólo control de su presente sino también de su futuro citando a Pierre Bordieu, el genial sociólogo francés.
El resultado es la devaluación de la idea del futuro y la sobrevaloración de un presente que, en semejante situación de precariedad, es lo único que los individuos tienen de una forma real y palmaria... cuando lo tienen.
Nadie quiere ni puede esperar.
Todo debe suceder en el aqui y en el ahora.
El ahorro deja su lugar al crédito a la satisfacción inmediata de todas las necesidades en el mundo del consumo... mientras se pueda hacer. Un consumo que no sólo se refiere a objetos sino también a cuerpos, trabajos y momentos.
En este sentido, Bauman construye un retrato para mi gusto ajustado del modo de ser propio de la sociedad de consumo en la que nos encontramos explicando su origen y su sentido y generando una visión compacta, sin fisuras de ese individuo a la búsqueda de nuevas y diferentes sensaciones.
Interesante.
martes, agosto 04, 2009
Si a alguien le quedaba alguna duda de la total politización de la justicia, al menos en las instancias en que se producen intersecciones con el poder político, los acontecimientos de esta semana no deberían dejar lugar a la duda. Primero, la extraña sentencia exculpatoria emitida por el Tribunal Superior de Justicia de Valencia y posteriormente las desclaraciones de la vicepresidenta del gobierno en Costa Rica informando de próximas acciones de la Fiscal General del Estado.
Del mismo modo que el genial Ambrose Bierce define al cristiano como "el que sigue las enseñanzas de Cristo en la medida que no resulten incompatibles con una vida de pecado", quizá debiéramos empezar a definir nuestra democracia como el régimen que sigue lo dictaminado en nuestra constitución en la medida en que éstos no resulten incompatibles con los intereses de nuestros políticos.
Y lo peor es que, desde el mismo momento en que no hay una conciencia que haga labores de control, la cosa suele ir a peor... pero, mientras nuestra sociedad civil prepara la próxima temporada de fútbol o la temporada otoño-invierno de moda, nuestros políticos parecen conformarse con demostrar que el adversario es capaz de cometer los mismos delitos de los que se les acusa... o peores mientras se aferran desesperadamente a sus puestos de trabajo en las diferentes instituciones legislativas y ejecutivas de nuestro país, en una especie de eterno juego descalificante de Tom y Jerry.
Hay crisis y hace mucho frío fuera... si es que uno se queda fuera. Por lo que me atrevo a imaginar que esta crisis sacará lo más vil de nuestros políticos.
No es el momento de quedarse sin trabajo.
Del mismo modo que el genial Ambrose Bierce define al cristiano como "el que sigue las enseñanzas de Cristo en la medida que no resulten incompatibles con una vida de pecado", quizá debiéramos empezar a definir nuestra democracia como el régimen que sigue lo dictaminado en nuestra constitución en la medida en que éstos no resulten incompatibles con los intereses de nuestros políticos.
Y lo peor es que, desde el mismo momento en que no hay una conciencia que haga labores de control, la cosa suele ir a peor... pero, mientras nuestra sociedad civil prepara la próxima temporada de fútbol o la temporada otoño-invierno de moda, nuestros políticos parecen conformarse con demostrar que el adversario es capaz de cometer los mismos delitos de los que se les acusa... o peores mientras se aferran desesperadamente a sus puestos de trabajo en las diferentes instituciones legislativas y ejecutivas de nuestro país, en una especie de eterno juego descalificante de Tom y Jerry.
Hay crisis y hace mucho frío fuera... si es que uno se queda fuera. Por lo que me atrevo a imaginar que esta crisis sacará lo más vil de nuestros políticos.
No es el momento de quedarse sin trabajo.
"Cristiano, s. El que cree que el Nuevo Testamento es un libro de inspiración divina que responde admirablemente a las necesidades espirituales de su vecino. El que sigue las enseñanzas de Cristo en la medida que no resulten incompatibles con una vida de pecado."
(Diccionario del diablo, Ambrose Bierce)
Suscribirse a:
Entradas (Atom)