sábado, agosto 08, 2015

Mr. Turner

Tengo que confesar que pertenezco a esa minoría que en absoluto está interesado en conocer a las personas que se encuentran detrás de los genios.

Al final, la naturaleza humana es siempre a misma y las personas cultas también tienen sus revistas de cotilleos y sus "salvame de luxes", "Mr. Turner" es un buen ejemplo.

Bajo la conseguida apariencia de una película culta, se esconde la más absoluta frivolidad.

A mi entender no hay ninguna diferencia en la evidente obsesión de "Mr Turner" en describir de manera minuciosa y sensacionalista la personalidad del genio, destacando por supuesto los aspectos más escabrosos de una personalidad que sin duda fue compleja y acentuando ese estereotipo de novelita romántica del artista encerrado en el laberinto de sus propias obsesiones... Como escribo, no hay en realidad ninguna diferencia entre este tratamiento de Turner, que tan decepcionantemente hace un tipo tan interesante como Mike Leigh, con el tratamiento que Jorge Javier Vazquez da a la vida de Belen Esteban.

Pero ninguna.

La diferencia sólo está en el ego del que mira.

Y lo que es más importante, la narración en ningún momento muestra una conexión entre esa personalidad y su obra, aspecto que justificaría contar la mayoría de las cosas que se cuentan.

En absoluto.

"Mr. Turner" ofrece al espectador el morbo de descubrir el monstruo que se esconde tras el genio envolviéndolo en el papel celofán de una magnífica recreación de época, en el que incluyo además el estupendo acabado de algunas imágenes que directamente recuerdan a algunos cuadros de Turner.

Y precisamente este es para mi el aspecto más bárbaro de una película que, aunque no lo parece, es bastante bárbara.

Porque es como si esos colores estuvieran ya allí y el bueno de Turner sólo hubiera tenido el talento de reproducirlos como si se tratase de un "ploter" humano, obviando la capacidad transformadora de la subjetividad del artista, aspecto que una película tan bárbara como ésta en absoluto se atreve a cubrir.

Y en esto le arrebata a Turner su principal valor como precedente de una diferente manera de pintar. Lo cual resulta curioso ya que en definitiva se trata de una película que gira alrededor de un pintor al que, por contra, caricaturiza y desnaturaliza.

Decepcionante.


Ant Man

Aunque en este asunto de los superhéroes siempre se trata de la misma historia, se agradece que en el caso de "Ant Man" se trate de una historia que verdaderamente se propone contar lo mismo de una manera diferente.

Decía el poeta Paul Valery que no había nada más profundo que la piel.

Y hay mucha piel, mucha superficialidad como no podía ser de otra forma en el relato que se nos cuenta en "Ant Man" porque en el fondo se nos cuenta la misma historia de buenos y malos pero lo cierto es que, desde la acumulación de elementos en la superficie de la narración, "Ant Man" se las arregla para parecer diferente y dar el pego.

Todo el tema de la pequeñez y de las hormigas resulta curioso, pero, para mi gusto, el principal punto diferencial es el humorístico desenfado con que se nos cuenta la historia.

En "Ant Man" hay sentido del humor, pero también un total ausencia de esa solemnidad y engolamiento que caracteriza a algunos super-héroes, aspecto que seguramente se ha exagerado en bastantes de sus sus correspondientes adaptaciones cinematográficas, como si eso que se llama grandes temas pudieran ser ventilados a través de los disfraces y los antifaces. Aunque, y por lo que a mi respecta, no termine de ver a Bruce Wayne/Batman dentro de una película de Bergman.

Este efecto está muy conseguido.

En el fondo "Ant Man" parece no tomarse demasiado en serio y el que escribe le agradece esa falta de pretensiones a la hora de contarme una historia que ya he escuchado cien veces.

Curiosa y entretenida.

domingo, julio 26, 2015

Fury

Ya decía el filosofo presocrático Parménides que la guerra es el arte de destruir a los hombres.

"Fury", la nueva película de David Ayer, se dedica a mostrar esa destrucción, una destrucción que no sólo se produce por fuera, con la muerte física, sino también por dentro, mediante la reducción del ser humano a una suerte de animalidad que se manifiesta de manera transversal en la tripulación del blindado de la clase Sherman que da titulo a la película.

Porque el entramado narrativo esencial es el proceso de educación, nada sentimental, que el sargento Collier, interpretado por Brad Pitt, realiza de manera concienzuda sobre el soldado Ellison para situarle en la bestial onda de supervivencia que la situación que están viviendo requiere.

En este sentido, "Fury" despliega un importante componente sádico por el que Collier pisotea la inocencia del recién llegado Ellison buscando convertirle en la embrutecida máquina de matar que necesita para que todos los miembros de su tripulación cumplan con lo que se espera de ellos y así su tanque no sea vulnerable al enemigo.

"Fury" cuenta muy bien este paradójico proceso de educación en la barbarie por el que Ellison pasa a ser un miembro del grupo que lidera Collier y lo hace dentro de un contexto de película bélica, con todas las de la ley, de impecable factura cinematográfica que hace que una historia tan desapacible y desasosegante pueda ser vista con atención por parte del espectador en una tranquila tarde de verano.

"Fury" está muy bien rodada y contada por David Ayer... pero también escrita pues los cinco personajes que componen la tripulación del tanque tienen el suficiente peso, personalidad y entidad como para que la película traspase la mera superficialidad de una hazaña bélica y se convierta en algo más interesante, poderoso y emocional.

Y están estupendamente interpretados por un elenco de actores muy solvente.

Porque si por algo brilla "Fury" es por el hecho de mostrarnos a hombres convertidos en bestias que de cuando en cuando lamentan en lo que se ha convertido, la situación donde están. A este respecto, el proceso de educación que Collier aplica a Ellison parece tener un efecto demoledor sobre el primero quién parece llegar al límite de sus fuerzas proponiendo a su equipo una última resistencia frente a un enemigo superior que convertirá el final de la película en una bestial y violenta orgía de fuego y sangre.

Aparecen entonces el heroísmo y la épica.

Y es entonces cuando "Fury" multiplica su interés presentando un retrato del apolíneo y noble acto de heroísmo asentado firmemente sobre lo que de manera muy elocuente se presenta al espectador que nunca ha peleado una guerra ni por supuesto ha sido héroe como su realidad: la decisión altruista de un carácter forjado en la barbarie.

Ni banderas ni patrias, el hermano soldado que quedará abandonado a su suerte si la tripulación del tanque que lidera Collier no cumple con su tarea asignada.

Los cobardes siempre ponen por delante sus propios intereses a los de la colectividad.

Los valientes siempre acaban arreglandoselas para dominar al egoista animal que todos llevamos dentro, ese que quiere vivir a costa de que otros mueran.

Hay maneras y maneras de acabar siendo destruido por la guerra.

Está muy bien "Fury".

sábado, julio 25, 2015

Sufragio Universal

Es curioso, pero hace 100 años, a principios del pasado siglo, fue el momento en que se extendió el sufragio universal por Europa.

De hecho, en España, no tenemos ni 100 años de historia puesto que el sufragio universal data de 1931 y forma parte de las aportaciones democráticas de la II República.

Pero, y por ejemplo, a Francia el sufragio universal llegó en 1944 y a Italia en 1945.

Por tanto no hace demasiado tiempo que todos podemos votar y el voto de cada ser humano vale lo mismo con independencia de su raza, sexo o condición.

La aparición de las masas en la política con un punto de vista diferente y la encarnación de ese punto de vista en una realidad como la Unión Soviética les habló en su mismo lenguaje a los poderosos.

Era necesario ceder.

Y lo era después de millones de personas lanzadas a la muerte en esa inmensa carnicería que fue la I Guerra Mundial. No en vano hay una gran oleada de países europeos que adoptan el sufragio universal después de ese conflicto.

Pero fundamentalmente era necesario ceder porque empezaba a existir otro mundo y, para preocupación de las élites, ese nuevo mundo estaba en este y lo estaba de una manera práctica, organizado y dispuesto a todo, tan dispuesto como para convertirse en un poder, en un actor de las relaciones intrnacionales.

De hecho, fue tan grande esa preocupación que las élites no sólo tuvieron que ceder, primero, en lo político sino también, más tarde, en lo económico.

Tras la II Guerra Mundial, y con la Unión Soviética sentada en igualdad de condiciones en la mesa de los vencedores, fue necesario dar algo más.

Fue necesario todo un trasvase de renta que daría lugar a la sociedad de consumo para generar un anclaje en las masas, un anclaje inteligente que básicamente les impedía verse como humillados y ofendidos sino como uno más dentro de una sociedad abierta y democrática.

Y a final va a tener gracia que los principales beneficiados de la existencia de la Unión Soviética hayan sido precisamente los trabajadores y clases populares del otro lado del telón de acero sostenidos en animación suspendida dentro de un sueño muy real de oportunidades y opulencia.

Porque asociadas al horror que realmente fueron, las repúblicas populares comunistas también representaron una alternativa real, la presencia de un punto de vista diferente del que las élites debían cuidarse.

En definitiva se trataba de una fisicidad que hablaba en el lenguaje de hechos que las élites entienden. Existía una alteridad convertida en un mecanismo de poder cuya influencia había que neutralizar y de la que preocuparse.

Sin su existencia las grandes mayorías jamás habrían tenido ni el sufragio universal ni la posibilidad de consumir.

De hecho, ahora que ya no existe ese poder todo ese complejo entramado de subordinación empieza a mostrar su verdadero rostro.

¿Para qué compartir si no tienen nada de lo que preocuparse?

Por eso quieren de vuelta toda esa renta y la quieren ya mediante el mecanismo extractor de la deuda que convierte la deuda privada en publica y subordina la riqueza acumulada de los estados a los intereses privados de quienes prestan.

Y seguramente también quieren desactivar el sufragio universal.

Subordinando la política a la economía, ya lo están haciendo.

No hay nada más que ver lo sucedido en Grecia, lo que importa la opinión de las masas frente a su opinión, que es la opinión del dinero.

Puesto que sólo se pueden hacer las cosas de una manera para qué asumir el riesgo de votar y que la gente vote incorrectamente.

Y lo cierto es que ya no podemos elegir en lo verdaderamente importante.

Solo podemos elegir dentro de lo anecdótico: si queremos que nos gobierne el rojo o el azul, si queremos comprar en Alcampo o Carrefour...

Todo lo demás no está sujeto a opinión.

La Unión Soviética fue un enorme fracaso, lo fue desde las ideas pero también si se la contempla desde los hechos. No obstante, y sin saberlo, a todos los humillados y ofendidos, nos iba la vida tal y como la conocíamos no sólo en su triunfo sino también en su mera presencia porque las élites solo entienden su propio lenguaje: el del dominio y la fuerza.

Y en este contexto la Unión Soviética estaba ahí, alzándose ante la historia, como la encarnación de un poder con el que nuestros amos tuvieron que transigir para poder salvar los muebles porque el Siglo XX empezó siendo muy jodido para ellos.

Ahora, que ya no existe, no necesitan transigir más y todavía lo necesitan menos en un entorno de crisis sistémica del capitalismo

Han necesitado 75 años aproximadamente para domesticarnos y reducirnos

Y ahora que ya no nos respetan se nos muestran tal y como son: implacables, codiciosos, inflexibles, despiadados, exhaustivos.

La derrota es total.

No te engañes.

Te digan lo que te digan ya no eres un poder.

No tienes nada que ellos valoren para poner sobre la mesa salvo palabras que se lleva el viento.

Y lo que es más importante: necesitas un lugar a dónde ir cuando te quedes sin trabajo y te cierren los cajeros.

Ese lugar ya no existe, pero existió hace tiempo y eramos todos nosotros conectados por un mismo sentimiento.

Empieza un largo periodo de ocupación en el que cada día deberás justificar tu existencia mediante tu eficiente contribución al funcionamiento del sistema.

La recompensa: poder vivir para justificarte el día siguiente.

Las lluvias de Ranchipur

Dirigida en 1955 por Jean Negulesco, "Las lluvias de Ranchipur" es una revisión de "Vinieron las lluvias", filmada en 1939 y basada en la inmensa novela río del mismo nombre escrita por Louis Bromfield.

Bromfield es un autor hoy olvidado, pero que en la primera mitad del siglo pasado fue uno de los escritores más valorados de su época.

Bromfield se escribía en una tradición norteamericana primigenia que era la jeffersoniana, tradición que concebía la república como una unión de granjeros libres y que por lo tanto ponía el énfasis en la tierra y en la importancia de los valores del pionero en lo que respecta a la conexión con el territorio y al disfrute de la riqueza que este proporciona.

Por supuesto, los jeffersonianos se oponían a todo lo urbano e industrial... O sea que, y teniendo en cuenta la deriva de los Estados Unidos, no puede decirse que tuviera demasiado recorrido. Sin embargo, el jeffersonismo se ha mantenido presente en el discurso ideal de las virtudes de lo americano.

En "Vinieron las lluvias" Bromfield contrapone precisamente dos estilos de vida. Por un lado, el de los nativos de Ranchipur, apegado a la tierra y a las tradiciones y por otro, el frívolo de la sociedad de occidentales que viven en la ciudad.

El problema vendrá cuando una rica heredera, Lady Edwina Esketh se enamore del Dr. Safti, un médico comprometido en ayudar a su pueblo. que Bromfield presenta como un hombre casi santo al que las tentaciones del amor romántico pueden apartarlo de cosas más alevadas, cosas que tienen que ver con la grandeza política y social de trabajar por su pueblo.

Y en este sentido, la reina del melodrama en color Lana Turner es la perfecta tentación para un Richard Burton, demasiado envarado y que parece no creerse demasiado su papel de hindú.

En "Las lluvias de Ranchipur" se contrapone el amor romántico a otras formas de amor más altruistas y que tienen que ver con el prójimo en general.

¿El individuo debe optar entre lo que desea él mismo o ponerse al servicio del colectivo cumpliendo el papel que éste espera de él?

Esta disyuntiva era muy común en la década de los años veintes y treintas del siglo pasado y refleja lo no demasiado alejada que estaban determinadas corrientes de opinión dentro de los Estados Unidos de planteamientos tan izquierdistas como los iniciales soviéticos,

El mundo era más de izquierdas hace casi 100 años.

La política no se dejaba gobernar por la economía tan fácilmente.

Pero, y volviendo a la película, el drama surge con la catástrofe de un terremoto y una posterior ruptura de una presa que prácticamente se lleva por delante todo Ranchipur.

El Dr. Safti deberá decidir y el melodrama estará servido en bandeja a una espléndida Lana Turner que como ninguna otra supo encarnar la maldición que las machistas sociedades patriarcales lanzan contra las mujeres que cometen el inmenso crimen de perseguir como los hombres el objeto de su deseo.

Pero además, "Las lluvias de Ranchipur" presentan una galería de personajes brillantes, bien construidos y que pronuncian diálogos potentes, que están a la altura de la imagen que proyectan: la sabia maharani, el cínico Ramsome, el tranquilo Lord Esketh.

Y todos esos personajes acabarán metidos en una coctelera que será Ranchipur agitado por la tierra y revuelto después por el agua.

Entretenida

martes, julio 21, 2015

“Lo que Mill decía parece absolutamente obvio, pero sólo lo fue después de que él lo dijera. No importaba que la acción natural de la sociedad deprimiera los salarios, que igualara los beneficios o elevara las rentas, ni ninguna otra cosa, fuera lo que fuese. Si a la sociedad no le gustaban los resultados naturales de sus actividades, le bastaba con cambiarlas. La sociedad podía imponer tasas o conceder subsidios, expropiar y redistribuir, podía donar toda su riqueza a un rey o montar una gigantesca obra de beneficencia; podía prestar la debida atención a los incentivos o –a su riesgo- ignorarlos. Pero, hiciera lo que hiciese, la distribución no era correcta, o al menos no era una distribución que la economía pudiese explicar. Para justificar de qué manera una sociedad compartía lo que producía no se apelaba a leyes, simplemente los hombres compartían su riqueza como consideraban adecuado.”

lunes, julio 20, 2015

La teoría del todo

De cuando en cuando, el melodrama se combina con algún tipo de discapacidad para producir una historia llena de valores positivos en el que el actor o el actriz principal encuentra un personaje en el que poder desplegar todo su talento para conmover la mirada del espectador.

La película de este año es "La teoría del todo".

Lo diferencial que aporta esta nueva edición es que el protagonista es el astrofísico y cosmólogo Stephen Hawking quién padece una variante de la ELA (Esclerosis Lateral Amiotrófica) que poco a poco le ha ido dejándo paralizado.

La historia se base en el libro que escribió su ex-mujer sobre su vida con el eminente y popular científico. No lo he leído pero imagino que el punto de vista desde el que se narra la historia es el de Jane. Sin embargo, la película le da la palabra a Hawking, sin duda un personaje más atractivo para el gran público que lo que en un principio pueda ser su mujer Jane.

Y aunque al final el personaje de Jane resulta fascinante, la cobardía de no apostar por su punto de vista acaba cargando la historia de una cierta indefinición emocional, especialmente en lo que precisamente a Jane se refiere.

Desde luego, el espectador intuye lo dura que tiene que ser la vida de Jane al cuidado de sus hijos y de Hawking, pero no trabaja demasiado este aspecto resultando la evolución emocional del personaje un tanto inmotivada, basándose en una serie de saltos cuánticos en los que Jane pasa del abnegado amor, al enamorado cansancio hasta terminar en la duda y el desamor mientras el interés de la historia se centra en cómo Hawking intenta comer con cuchara.

Y es una pena porque la película opta por ser un mero producto diseñado para emocionar un ratito y careciendo de la ambición suficiente como para ser algo más: una disección quirúrgica sobre los límites del amor y/o el altruismo o un ensayo sobre el difícil equilibrio entre generosidad y egoísmo.

Todo queda difuso, como máximo superficialmente marcado mientras asistimos a lo que realmente interesa: al talentoso ejercicio de Eddie Redmayne para encarnar un personaje con la dificultad especialmente física que plantea Hawking. Y en este sentido, Redmayne está excepcional, pero su despliegue de talento oculta a un personaje mucho mejor, a Jane. Un personaje normal y corriente, que vive su amor por Hawking de una manera total y absoluta hasta que este se agota.

En este sentido, me interesa mucho más Jane que Hawking, pero la película apuesta por la atracción de feria, del prestidigitador talento del actor obviando como ya he comentado temas y ocasiones de mayor enjundia.

Es una lástima pero "La teoría del todo" no tiene demasiado interés en hablar de la gran mujer que hay detrás del gran hombre.

Y su historia personal intuyo que es maravillosa, aunque esta película le arrebate su propia historia para entregarsela a su ex-marido.

Por lo demás, estoy seguro de que estaremos de acuerdo en que todos hemos visto unas cuantas veces "La teoría del todo".

domingo, julio 19, 2015

Rey Gitano

Tiene gracia.

Las reacciones que suscita la nueva película de Juanma Bajo Ulloa no son muy distintas de las que en el momento de su estreno suscitó la estupenda "Airbag" entre ele stablishment de la crítica.

"Airbag" fue una película de público y no de crítica, como es ésta "Rey Gitano" que, con mucho y de lejos, es mucho peor película que su predecesora pero que, y aún así, encierra importantes atractivos.

El fundamental es la posibilidad de ver a Elejalde y Manquiña juntos, esas dos fuerzas de la naturaleza que evidencian la existencia de eso que los fachas llaman el genio español, los perfectos y shakesperianos Rosencrantz y Guildenstern, la culminación de la picaresca como genero que hace de contrapunto popular a la expresión aristocrática de los géneros... en fin... soy fan total de los dos.

Si Elejalde y Manquiña me recitasen la guía telefónica iría a verla y si algo tiene "Rey Gitano" es terreno de sobra para que ambos actores desplieguen todo su talento, un talento enteramente berlanguiano que les conecta con grandes nombres de nuestro cine como Cassen, Saza o Landa.

Por ahí "Rey Gitano" me llega, pero me lo pone difícil empezando por una presencia de Arturo Valls que demuestra que no es suficiente funcionar en la televisión para hacerlo en el cine.

Valls es uno de los grandes errores de una película que, por su propia idiosincrasia, no puede cometer errores

Claramente, y con un actor de verdad, el personaje que intenta con voluntad interpretar Valls habría aportado el peso específico que actores como Guillen Cuervo o San Juan aportaban a "Airbag". Sin ellos y con Valls, "Rey  Gitano" parece mucho más tontería de lo que en realidad es.

Por otro lado, la historia es insustancial, apenas un soporte para que Manquiña y Elejalde puedan lucir en un espectáculo que exhibe de manera casi impúdica un afán iconoclasta, escatológico y blasfemo contra los dioses del establishment del 78, pero no mucho más irrelevante que la historia de "Airbag".

Ambas son meras excusas para que los personajes protagonistas se pongan en marcha y aparezca una "road movie" en lo importante es lo que va surgiendo en el camino; un camino a la caza por toda España de muestras genéticas de los miembros de la familia real.

Desde luego, y como escribo, "Rey Gitano" cuenta con todos los elementos para que, si uno quiere, pueda desmarcarse de ella y, lo que es más importante, de su loca propuesta sin demasiado atar. Así se puede quedar bien con el jefe, con el suegro, con el padre y el guardia civil de la rotonda que da acceso al adosado.

Porque lo fácil es decir que "Rey Gitano" es una mala película... aunque si uno la compara con "Rocco y sus hermanos" sin duda lo es.

El rollo de "Rey  Gitano" es otro.

Desigual y excesiva, "Rey Gitano" está repleta de guiños de mala leche dirigidos como un contenedor ardiendo contra esa España de billetes de quinientos euros, de casta religión y de succionadas cabezas de gamba que nos gobierna.

"Rey Gitano" genera un terreno para el esperpento, la payasada, la astracanada, la comedia bufa; un terreno en el que sus dos personajes protagonistas, que resumen de manera esperpentica a esas dos españas que nos hielan el corazón, se convierten en una suerte de personajes de comic que intentan salir adelante como buenamente pueden, igual que todos y cada uno de nosotros, en un territorio sin orden ni concierto, donde la chapuza es una forma de vida.

"Rey Gitano" es puro exploit, un exploit patrio que nos apunta directamente al bajo vientre, pero a la española, incluyendo a la política dentro del repertorio de lo escabroso que se nos muestra.

Y como una característica del exploit no es tan importante la estrategia de la trama como la sucesión de detalles tácticos en que al espectador se le muestra lo escabroso, aquello que no se suele ver porque el decoro impide mostrar.

Spainplotation!

Manquiña, Elejalde, León, Lomba...

Tiene gracia que nos guste la americana y sin embargo no nos guste la exploitation española.

Magnifica!

“La sociedad industrial atraviesa una crisis manifiesta, En este contexto, rara vez tenemos conciencia de que el origen de esta crisis reside en un mal ajuste funcional, es decir, en la incompatibilidad entre el sistema político y el sistema económico. La democracia y el capitalismo, tal como existen, no pueden funcionar el uno al lado del otro. El capitalismo está lejos, por sí mismo, de ser un sistema ideal. Aun así, los peligros más acuciantes ahora mismo proceden de la incompatibilidad entre una dirección capitalista en la esfera económica y una influencia cada vez más grande de la clase obrera en la arena política”.

The Shadow Line

Después de haber disfrutado con "The Honourable Woman" decidí buscar más cosas de Hugo Blick, su creador y me encontré con "The Shadow Line", producida para la BBC en 2011.

El asesinato de un traficante de drogas recién salido de la cárcel es el gatillo que dispara una compleja historia sobre corrupción policial que transcurre a ambos lados de esa línea de sombra que separara el bien del mal.

Aunque se trata de una historia con un reparto bastante coral, dos personajes centralizan la misma, uno a cada lado de esa línea.

Por un lado está el inspector Gabriel de la policía, que se acaba de incorporar a su trabajo tras un desafortunado incidente profesional que le ha dejado una bala en la cabeza y la total y completa amnesia sobre su pasado.

Por otro, Joseph Bede, un hombre de paja al servicio del traficante asesinado y cuya muerte le deja con la responsabilidad de un nuevo negocio entre las manos.

Ambos personajes tienen en común una cierta actitud altruista, el uno hacia el descubrimiento de la verdad, el otro hacia la culminación del negocio con vistas a retirarse a cuidar a su mujer enferma, que contrasta con un entorno corrupto y perverso, basado en el puro y completo interés, que es una selva en la que el hombre es un peligroso lobo para el hombre.

Poco a poco, el afán de estos dos personajes por saber y por terminar irá revelando una compleja telaraña de intereses creados que resulta transversal y une ambos lados que separa esa línea de la sombra desde el interés creado.

En este sentido, tanto "The Hhonourable Woman" como "The Shadow Line" se parecen.

Ambas condenan a sus altruistas y esperanzados protagonistas al descubrimiento de un límite que a sus buenas intenciones interpone toda una estructura corrupta de intereses creados que subyace como una transparente realidad paralela. Una realidad que sostiene la otra realidad, la de las buenas palabras y deseos, que necesita de ella y que sólo se manifiesta cuando aquella en su ceguera se interpone en su camino.

Y el espectador acompaña a sus protagonistas en un ominoso viaje que implica el terrible descubrimiento de cuán equivocados se encuentran aunque desde la moral y la teoría estén en lo cierto.

Un viaje que se revela trágico pues es imposible estar en los dos lados que esa línea de la sombra separa.

Su inocencia les conduce a pagar un carísimo y amargo precio.

Magnífica.


sábado, julio 18, 2015

El quinto poder

El modo perfecto para abordar desde lo mainstream la figura de Assange es el que sigue "El quinto poder".

La película aborda el fenómeno wikileaks y la controvertida figura de su inspirador, Julian Assange, y lo hace desde la única perspectiva aceptable por el establishment y lo mainstream que no es otra que el libro que escribió uno de sus principales colaboradores, Daniel Berg.

La perspectiva, por supuesto crítica de Berg, permite hacer las dos cosas: contar la historia de wikileaks y presentar al mismo tiempo un contrapunto, una visión crítica desde el establishment sobre el impacto que esta web de filtraciones tuvo a nivel general.

Además, y desde la misma perspectiva de Berg, la película puede mostrar una visión nada hagiográfica, una visión de Assange extrema y enloquecida, convirtiéndole en una suerte de científico loco de la libertad de información incapaz de valorar las mil y un consecuencias negativas que la revelación de la verdad en que se basa su web acarrea a los probos funcionarios de los servicios de inteligencia de los Estados  Unidos y sus colaboradores.

Y en este punto, y como no podía ser de otra forma, la película toma claramente partido por la construcción de un relato a favor del orden establecido, resultando desasosegante y perversa.

Porque en "El quinto poder" hay tiempo para mostrar la vertiente humana de aquellos a quienes las revelaciones de Assange perjudican. Especificamente hay una linea narrativa sobrecargada de emocionalidad dedicada a mostrar los efectos que sobre las personas que trabajan en favor de los intereses de los Estados Unidos en el mundo, pero en absoluto, y aunque los vemos tiroteados a sangre fría como si se tratase de un telediario, hay espacio para mostrar las consecuencias que las defensa de los intereses de los Estados Unidos tienen sobre las personas.

El resultado de "El quinto poder" es la puesta por obra de un discurso que bien podría formar el portavoz de la Casa Blanca. Una visión de Wikileaks como desastrosa locura que ha hecho mucho daño a personas con nombre y apellidos obviando el daño que esas personas hacen a decenas de miles de otras que por supuesto, y ante la desgracia del hombre blanco, no cuentan.

La película no puede hacer otra cosa que pasar de puntillas sobre la razón principal que dio origen a Wikileaks: una llamada a la decencia a aquellos que implicados en tramas de indecencia aún tienen un momento para la cordura y la conciencia.

En definitiva, una inversión de la apología de la delación que el poder en el totalitarismo exige a sus comprometidos ciudadanos y que reivindica la delación precisamente contra el poder, desde sus alcantarillas.

Todo esto es presentado como el deseo de un hombre enloquecido que no ha hecho otra cosa que daño y que justifica su persecución y actual enclaustración en la embajada de Ecuador en Londres.

Y uno lo entiende, con la cantidad de vidas destrozadas de espías que Wikileaks ha debido producir,

Y por supuesto, nada del daño infringido, como si la necesidad de la delación no estuviese justificada contra un estado que no es otra cosa para nosotros que un padre benefactor.

Perversa.

jueves, julio 16, 2015

El fracaso de la nueva izquierda

Si los partidos de la nueva izquierda no están dispuestos de verdad a salir del euro, su posición política no tiene sentido.

Los tiranos de la Union Europea ya saben que los políticos de la nueva izquierda van de farol, que no están dispuestos a romper la baraja poniendo por delante el mandato de la voluntad popular por encima de las circunstancias prácticas, un aspecto que ellos mismos tanto criticaban a los políticos de la vieja política.

El ridículo ha sido histórico.

Y lo peor es que la agenda la marca de Europa haciendo que los partidos de izquierda asuman un planteamiento esencial de la agenda negociadora de los conservadores: lo catastrófico que sería salir del euro.

Asumir éste argumento implica la imposibilidad de construir una posición negociadora fiable frente a Europa.

A partir de ahora no se qué sentido tiene cualquier posición que pueda mantener Podemos si después de desafiar a Bruselas van a acabar cediendo cuando Europa nos cierre los cajeros y nos amenace con salir del euro.

Para qué votarles si van a acabar quebrando la confianza de la troika y van a acabar firmando, como Tsipras, hasta que mataron a Manolete.

Mejor nos ahorramos disgustos y desilusiones.

No cabreamos a la bestia,

Ya sabemos cómo serán las negociaciones.

martes, julio 14, 2015

Se equivoca Podemos

Se equivoca Podemos con ese tema de no ser ni de derechas ni de izquierdas.

No porque no sea cierto. Es verdad que hay un arriba y un abajo, pero carecen de credibilidad cuando lo explican porque todos los que dicen que no importa ser de derechas o de izquierdas son inequívocamente de izquierdas,

En este sentido, el tema está mal manejado.

Podemos no resulta creíble y este asunto de la transversalidad se está volviendo en su contra por esa evidente obsesión por mantener la pureza de una camarilla de elegidos en su viaje hacia el poder.

No hay nadie entre los portavoces de Podemos que pueda negar o afirmar que es de derechas, para enseguida afirmar que eso ya no es lo importante.

Y no sólo Podemos se equivoca en la manera de gestionarlo, se equivoca también al anteponer en este tema su deseo a la realidad.

Esta transversalidad no es algo que se crea, sino algo que se da o no se da.

El político se convierte en un líder carismático que verbaliza esa respuesta que está en el viento de la que cantaba Dylan.

Pero esto en España no es así.

En el viento flotan tanto dudas como certezas.

La mayoría de los votantes de derechas se van a sus casas en lugar de echarse en brazos de Podemos porque saben que son de izquierdas. Pueden coincidir en el diagnóstico pero saben que no van a coincidir en las soluciones... a menos que sean ellos los que se vuelvan de izquierdas como  Iglesias y Monedero.

El país no va a tragar con esa rueda de molino, con esa premisa en la que Podemos basa su discurso político.

Y si quieren pruebas que piensen en la irrupción de Ciudadanos, la respuesta no revolucionaria sino posibilista y reformista que le ha cerrado el paso para su crecimiento por el centro.

Pero también se equivoca Podemos en su obsesión adolescente y vanidosa de ganar las próximas elecciones.

Si algo ha demostrado el bluff de Tsipras en sus negociaciones con Europa es que el verdadero poder ya no está en los gobiernos, que ganar unas elecciones no es conquistar un poder y que existe un poder, fascista y cruel, que sabe que puede contar siempre con el comodín del público, con apretar la garganta de todos y cada uno de los ciudadanos cuyo gobierno le desafíe.

Ganar unas elecciones con toda seguridad va a ser ganarse un pasaporte para el sufrimiento y sólo será posible superar ese tránsito si la ciudadanía sabe lo que se está jugando y lo que puede costarle. En otras palabras, es necesario una didactica, una lentitud en el paso que permita construir una comunidad basada en el convencimiento.

Porque los europeos somos demasiado pijos como para soportar lo que han soportado en Argentina o Ecuador desafiando al FMI.

Es mejor no ganar que hacerlo y acabar estallando en lo más alto como Tsipras, demostrando que sólo era un aventurero que, aun sabiendo que las consecuencias extremas de su política suponían la salida del Euro, nunca tuvo un plan B que considerase a Grecia fuera de la moneda única.

El resultado solo era este: el ridículo y la derrota segura.

Y eso que no tuvo tanta prisa como nuestros chicos de Podemos, que ya quieren hacer barraca en las primeras elecciones generales, presentandose con una cuchara de postre ante el afilado diente del capital y jugando con las escasas esperanzas que le restan a mucha gente.

Igual hay que ir poco a poco, desde los ayuntamientos. Predicando con el ejemplo. Convenciendo.

El daño moral que Tsipras ha hecho a su pueblo es incalculable bajándole bruscamente del NO al peor de los SIES y lanzandole despiadadamente contra un suelo cuya existencia el mismo negaba.

Ningún pacificador podría encontrar el capital para su causa en Grecia.

Yo no quiero lo mismo para mi pueblo.

Quiero gente responsable que no diga ahora cualquier cosa para salvar a Tsipras, que no se engañe con lo de la transversalidad, que vaya más allá del hecho de ganar unas elecciones.

Todo esto es mucho más serio, tan serio como la desesperanza que seguramente ahora sienta cualquier griego que celebró el triunfo del NO en la plaza Sintagma no hace mucho tiempo.

Oponerse a la bestia salvaje del capital neoliberal no es un juego de rol que compartes con tus compañeros de doctorado.

Igual hay que dejar de lado la vanidad y estar dispuesto a formar parte de una candidatura de unidad de la izquierda (y de quien quiera).

Igual hay que dejar de lado el aventurerismo y hacer discursos más sólidos en los que el concepto "ganar unas elecciones" no tenga presencia.

El gran problema de la izquierda siempre fue el ego y en eso los líderes de Podemos también demuestran ser de izquierdas.

No es la primera vez que lo escribo.

Se equivoca Podemos.

Se equivocan queriendo sólo para ellos la posición que con tanta astucia han alcanzado.


lunes, julio 13, 2015

Tsipras, el traidor

Para hacer este viaje no eran necesarias tantas alforjas.

Para firmar el rescate más duro de la historia de los rescates no era necesario alcanzar el poder diciendo a su pueblo exactamente lo contrario.

Este fin de semana, la nueva política europea, la que dice estar del lado de la gente, se ha hecho el hara-kiri con el mundo entero como espectador.

Y lo peor no es que los políticos de la Unión Europea exhibieran su más que evidente ramalazo fascista, lo peor -seamos autocríticos- es la disolución como un azucarillo de un gobierno griego que siempre fue de farol, que nunca tuvo un plan B y si lo tuvo no ha tenido el valor de llevarlo a la práctica siguiendo la voluntad de todos aquellos que le han votado.

Una lástima y también un imperdonable crimen para todos aquellos que votaron NO en el referendum de hace una semana,

Tsipras ha dejado a los griegos sin esperanza.

Los acreedores van a despojarles de lo material, pero van a ser sus propios compatriotas quienes van a despojar a los griegos de lo espiritual.

Tsipras va a dejar Grecia como un solar.

En apenas una semana, Tsipras ha caído desde lo más alto hasta lo más bajo, hasta firmar el rescate más duro de la historia de los rescates griegos, un rescate que Grecia tampoco podrá pagar dado que, como el propio Tsipras argumentaba, la austeridad no funciona.

El salvador de Grecia ha sido su traidor firmando este rescate que con el tiempo se revelará catastrófico porque la austeridad por sí sola no es suficiente para generar la suficiente riqueza como para pagar la deuda.

Tsipras ha ido siempre de farol, sin trabajarse realmente un plan B, comportándose de acuerdo con ese estereotipo del griego embaucador que campa por los periódicos alemanes, comprometiendo a su pueblo en un referendum y tras obtener su respaldo abandonarlo.

Pero, y con todo, lo peor es que vivimos en un mundo tan loco que el comportamiento desviado se ha convertido en la base del sentido de común desde el que las personas juzgan y valoran las situaciones.

El sentido de la justicia y el respeto por las personas, lo humanistico, se ha convertido en una corriente minoritaria de opinión.

Ya decía el veterano Manolis Glezos que seria un desastre dejar desvanecer las esperanzas... pues bien, el desastre ha llegado.

Tsipras es un político más, un maldito oportunista sin alma. Pensando lo que parece que pensaba a tenor de su discurso, no es posible que pueda creer que este acuerdo sea bueno para Grecia.

Sólo puede pensar que es bueno para él.

Esta es la verdad.

domingo, julio 12, 2015

Terminator: Genesys

En fin... Muy loco todo.

Esta quinta entrega de la saga "Terminator" se lleva la palma a la película "refrito" pues se trata de una especie de frankenstein construida con partes de las cuatro películas anteriores,

El resultado es una mezcla bastante confusa que con la velocidad de un viaje organizado repasa mil y un temas, mil y un personajes con la velocidad del rayo y la pesadez del trueno.

Al final, cuando abandonas la esperanza de intentar entender qué diablos está sucediendo, y dejas de escuchar a los diferentes personajes que el guión sitúa estrategicamente a lo largo de la historia para intentar explicar algo que por definición es inexplicable, puedes encontrar una película de acción que tampoco es que ofrezca nada del otro mundo.

En definitiva, resulta sorprendente que todavía se pueda reunir dinero para hacer una nueva película de "Terminator" y resultará aún más sorprendente si algún loco consigue reunir financiación suficiente para hacer la siguiente.

Esta quinta entrega hacía tanta falta como la cuarta: ninguna.

La siguiente debería ser una comedia musical. "Terminator: Dancing through time" podría ser el titulo.

Seguro que Arnie aprende a bailar convenientemente para la ocación.


El timo de la crisis se ceba con Grecia

Leo lo siguiente en un artículo del economista francés Michel Husson:

"Entre 2008 y 2014, el PIB griego ha caído un 25%. Suponiendo que el PIB se hubiera mantenido a su nivel de 2008, la deuda pública griega representaría, en 2014, el 131% del PIB en lugar del 175%. Una buena parte (dos tercios) del aumento de la proporción deuda/PIB entre 2008 y 2014 proviene por tanto de la caída del PIB".

Es decir, las políticas sucesivas de austeridad unidas a los correspondientes rescates han hecho un 25% más pobre a Grecia.

Vosotros me diréis que es lo que le sucede a una persona o un país que cada vez es más pobre pero que sin embargo sigue necesitando más dinero.

La respuesta es clara: Nunca va a poder pagar su deuda.

Hay una falta de foco total en este tema.

El problema no es la deuda.

El pago de la deuda es la historia que cuenta el timador, en este caso la Troika y el FMI, al timado que somos todos nosotros.

Lo importante es poder salvar a los bancos, especialmente alemanes, que podrían verse en problemas en el caso de que Grecia incumpla sus obligaciones de pago.

Los países del Norte de Europa se rescatan a sí mismos enchufando dinero de todos los países europeos en el rescate.

Pero el timo no se queda aquí.

De paso se exige como contrapartida una serie de reformas que están orientadas en una única dirección, la neoliberal, que suponen la privatización de todos los sectores económicos y la extracción de la riqueza acumulada por las generaciones griegos de la clase media y media baja durante los 50 o 60 años últimos.

No les importa la viabilidad Grecia ni la vida de los griegos.

Sólo quieren recuperar su dinero a cualquier precio y de paso realizar un proceso de ingeniería social orientado a las privatizaciónes y la generación de una sociedad desigual en la que la democracia no sea posible.

Sabido esto se entiende perfectamente el por qué de la obstinación de la Troika Europea en unas políticas que no están dando resultados.

Como en casi todas las preguntas sin respuesta, el problema está en la pregunta.

Por supuesto que están dando resultados.

Los acreedores están pudiendo financiar los riesgos que asumieron prestando a Grecia sin importarles la viabilidad del estado y la sociedad griega.

Están abriendo en canal una sociedad europea y preparándola para venderla por partes.

Y de paso, ya que se les ha desafiado con el referendum, están viendo hasta qué punto pueden poner un gobierno más cómodo en el gobierno del país heleno.

De ahí, el último argumento de falta de confianza que despiadadamente se esgrime desde Europa aun cuando el gobierno griego se ha acercado mucho a lo que Europa le pedía antes del referendum.

Ojalá algún día podamos juzgarles por esta nueva manera de hacer la guerra y de destruir a un pueblo.

En cualquier caso van a intentar hacer aún más pobre a Grecia, incapacitándola para devolver una deuda que jamás podrá devolver y van a intentar forzar un cambio de gobierno.

Tsipras por un tecnócrata de Ggoldman & Sachs, por supuesto sin elecciones de por medio,

El escenario está claro.

Cuando ellos decidan que la deuda no es relevante. lo dirán y entonces habrá una quita para entonces Grecia quizá no exista.

Al final, y por increíble que parezca, el dinero lo crean los propios bancos. Hay mil y un mecanismos para evadir esta situación de acreedor-deudor, pero interesa que exista porque se trata de una situación de poder que permite la puesta en marcha de determinadas acciones de redistribución de la riqueza entre las economías fuertes y las débiles.

Una verdadera guerra de saqueo en la que, sin verter una sola gota de sangre de los suyos, Alemania se ha convertido en un cruel y desconsiderado rentista, de esos que con tan afilada pluma describía Balzac,

Europa se ha convertido en una trampa para los países del Sur, una suerte de telaraña en que van a ser convenientemente consumidos uno detrás de otro, por el Norte poderoso y rico.

Todo esto es un crimen más del capitalismo.

Durante siglos ha campado por el mundo, pero ahora las cosas están tan complicadas que el propio imperialismo con el que el capitalismo ha destrozado la mayor parte del mundo está llegando a Europa, su cuna.

Los países del Sur de Europa ya no tienen ningún privilegio por el mero hecho de ser europeos y son tratados como fueron tratados los reinos africanos o asiáticos: desconsideradamente y unicamente desde el punto de vista de la ganancia.

Y lo peor es que son un gordo y codiciado botín que sólo puede ser atacado desde el punto de vista financiero: clavando el colmillo y succionando la renta acumulada durante décadas, quizá siglos.

Por eso el PIB de Grecia ha disminuido un 25%... y más que va a seguir disminuyendo.

Como digo, todo esto es un crimen, pero el mismo crimen que se viene cometiendo desde hace unos cuantos siglos.

Ahora nos toca a nosotros, a los más débiles de los Europeos.

El capitalismo empieza a devorarse a sí mismo y. como es lógico, empieza por sus partes más tiernas. En el caso de Europa, por el Sur.

Quizá, después de todo, los mayas y su calendario tenían razón.

Esperábamos otro fin del mundo, más geológico, más físico, pero tenemos éste: la máquina de producir ganancias devorándose a sí misma,

Toda esta crisis es un proceso de asalto a la riqueza acumulada en Europa, un golpe de mano contra los estados y las gentes llevado a cabo de manera criminal desde una concreta ideología que, como en todos los totalitarismos, antepone una determinada manera de ver las cosas suceda lo que suceda.

Ojalá algún día podamos juzgarles a todos.

sábado, julio 11, 2015

Noches blancas

Dirigida en 1957 por Luchino Visconti, "Noches Blancas" se basa en una novela corta del gran escritor ruso Fedor Dostoievski.

La trama cuenta el breve encuentro durante una serie consecutiva de noches de dos personajes solitarios: Natalia, una misteriosa y triste mujer y Mario, un solitario oficinista.

Mario se enamorará perdidamente de Natalia, pero ésta, a su vez, está enamorada de otro hombre a quién ha prometido esperar durante un año.

El plazo está expirando y precisamente Mario conoce a Natalia mientras espera al hombre que ama sobre un puente.

"Noches Blancas" se desarrolla en torno a la compleja posibilidad del amor, especialmente cuando este no es correspondido.

En la última noche, Mario vivirá la posibilidad de tener a una Natalia que abandona la idea de esperar más y se deja llevar por la desesperada fantasía amorosa de Mario hasta que finalmente todo vuelve a su cauce: el hombre regresa a la cita y Mario se queda sin Natalia.

El texto pone mucho énfasis en el goce del momento y la posibilidad de disfrutar del sentimiento amoroso aunque este no sea correspondido, aspecto que en la novela se desarrolla más que en la película puesto que en ésta no aparece la parte final del texto en donde ella mediante una carta ofrece a Mario una amistad que este rechaza.

Y en este sentido tiene su punto pero, como historia, "Noches Blancas" ni me interesa ni me entusiasma demasiado.

Lo mejor que para mi gusto presenta la película, rodada enteramente en los estudios de Cine Cittá, es el fascinante neorrealismo "indoor" que presenta.

Porque Visconti parece en algunos momentos de la película más interesado en construir un convincente escenario de arrabal en el estudio que en la propia historia y tengo que decir que a mi entender lo consigue.

El autobus lleno de barro, el charco que salpica, la lluvia, las calles iluminadas.... "Noches Blancas" resulta fascinante como preciso artefacto realista cuidadosamente construido precisamente por un director que viene del neorrealismo.

En "Noches Blancas" Visconti empieza a mostrar ese talento fuera de común para la puesta en escena de paisajes y epocas que luego mostraría en todas sus películas de madurez, desde "El Gatopardo" hasta "La Caida de los Dioses" pasando por "Lludwig" o "Muerte en Venecia".

La construcción de ese arrabal urbano donde vivirán su encuentro Natalia y Mario es poderoso e impecable, tratándose siempre de un ambiente precisamente neorrealista que Visconti reconstruye con una minuciosidad de director de escena que sería un punto esencial, como escribo, en la fascinación que sobre la mirada del espectador de su cine posterior.

En este sentido, "Noches Blancas" es una clara precursora del cine viscontiano que vendrá.

Por sí misma, no tiene demasiado valor para mi gusto tratándose de una película claramente menor dentro de la filmografía de Luchino Visconti.

No me interesa demasiado la historia de Mario y Natalia. El cine romántico no es lo mío.

Aceptable.
  

jueves, julio 09, 2015

Better call Saul

Aunque Saul Goodman vive en los Estados Unidos, la tierra de las oportunidades, este hecho no parece tener demasiado que ver con su destino.

Porque las oportunidades van por barrios o, mejor dicho, cada estrato social tiene sus propias oportunidades.

Así, y aunque Saul Goodman intenta mejorar dando lo mejor de sí mismo para intentar ser un abogado respetable como su hermano, las condiciones para que se produzca ese cambio no se dan, ni se darán por mucho que Goodman lo intente.

Este argumento es la espina dorsal que recorre de manera transversal los diez capítulos que componen la primera temporada de "Better call Saul", un spin off de la exitosa serie "Breaking Bad" y que, como en todos los spin off, tiene por protagonista a uno de los personajes de la serie madre: Saul  Goodman, el abogado defensor del traficante Walter White.

A lo largo de diez capítulos asistimos al constante e inasequible al desaliento esfuerzo que realiza Goodman por mejorar, pero en la dirección de equivocada. Intentando dejar de ser el perdedor abogado de perdedores que todos creen que es.

Y si algo queda claro en "Better call Saul" es que no hay eso que se llama sueño americano para el protagonista.

Vince Gilligan y Peter Gould, los creadores de la serie, nos ofrecen una versión de los Estados Unidos muy alejada de ese retrato ideológico e ideal que circula por la cultura mainstream; una versión realista que nos presenta una sociedad depravada, desigual y obsesionada con el dinero y el éxito.

Y entre otras cosas, Saul Goodman es una victima de una constante tensión entre idea y realidad en la que siempre gana la realidad.

El resultado siempre es el cinismo y el más descarnado desengaño, cualidades que representa Mike Ehrmantraut, el sórdido y antipático guarda del aparcamiento de los juzgados, quién parece disfrutar imponiendo a los conductores los absurdos requerimientos inanes del orden establecido aplicados al uso del aparcamiento.

Siempre hay algo que pagar... por muy estúpido que sea.

No sé cuál personaje me gusta más.

"Better call Saul" rebosa inteligencia y talento por todas partes.

Imprescindible.

IKER CASILLAS

Dice Ángel Cappa que el dinero le ha quitado el fútbol a la gente y no le falta razón.

Pero también el dinero ha arrebatado a este deporte su verdadero corazón, ese corazón que enlazaba el fútbol que se jugaba fuera de los estadios con el que se jugaba dentro de los estadios.

Ahora ya solo queda la histeria en la victoria y la histeria en la derrota.

Ya no hay lugar en el fútbol para el romanticismo.

No hay espacio en este deporte para cosas tan innecesarias como jugadores que llevan toda la vida en un club, que se hacen viejos vistiendo una camiseta, que dejan de ser lo que fueron y que sin embargo todavía retienen en la gloria de su pasado el vinculo con la historia, con la tradición de un club.

Todavía Casillas ha seguido salvando puntos a su equipo en esta temporada, pero ya solo contaban sus errores que por supuesto han existido en un espectáculo depravado y deleznable que reducía al jugador a un mero fusible que puede ser quemado en cualquier momento por mor de las necesidades del éxito.

Desgraciadamente, cada vez queda menos de ese fútbol concebido como juego y deporte.

Desgraciadamente, cada vez hay más de este fútbol concebido como un espectáculo de masas y que en realidad es una máquina de acumular dinero.

Y en este sentido, el fútbol no es un fenómeno social diferente.

El dinero y la relación directa que este mantiene con el resultado, como fuente de éxito y notoriedad y por consiguiente de dinero está pudriendo el fútbol del mismo modo obtuso y perverso en que lo está pudriendo todo.

Prima el eterno presente de la máquina de picar carne y de esto el Real Madrid se ha convertido en un magnífico estandarte por el modo tan despreciable en que durante los últimos años se ha conducido con el último jugador legendario que le queda de una manera de entender el fútbol que ya está muerta.

Y es una pena que el que se tiene por el mejor equipo de la historia trate a un deportista que seguramente no volverá a tener, un futbolista que no ha necesitado comprar, que ha nacido en el seno de su cultura y tradición. Esa historia de la que tanto presumen, cuando en realidad lo único que les importa es el presente que les puede proporcionar la "pasta".

Si Iker Casillas no merece un trato especial, el cuidadoso y cariñoso respeto de aquellos a quienes  les hizo felices parando algún penalty en unos cuartos de final o deteniendo un imposible uno contra uno en la final de un mundial, entonces nadie lo merece.

Y es así.

Nadie lo merece.

Vivimos dentro de un monstruo en el que nadie tiene más crédito del necesario, en el que es necesario funcionar y el ser con el estar bien se confunden de manera interesada.

Un mundo de hombres-máquina en el que si alguna vez lo paraste todo debes seguir haciéndolo porque eso es lo único que cuenta.

Un mundo más totalitario de lo que cree en el que la debilidad y el paso del tiempo no se perdonan.

El fusible simplemente se ha quemado y con él van a la basura veinticinco años de historia.

Triste y lamentable.

Si esta sociedad trata así a sus ídolos, triste es el destino que nos espera al resto.  Un destino que no es otro que la agotadora e imprescindible obligación de justificar cada día la necesidad de nuestra vida y de nuestra existencia.

Nos han quitado el fútbol y están muy cerca de quitárnoslo todo.

Ese momento de júbilo y gloria en el que Iker levanta la copa está amortizado. Ya no cuenta.

El puto paraíso en la tierra.

martes, julio 07, 2015

Medios y Política

Ya lo hemos visto.

El NO arrasa en Grecia y sin embargo en los medios de comunicación mainstream y tradicionales ha predominado una tendencia inconfesable hacia el  SI.

Y si alguna lección podemos sacar del referendum griego es el interesante posicionamiento de parte de los medios, un posicionamiento que de manera infame se enmascara desde las buenas y bellas palabras como libertad de prensa.

Pero lo cierto es que, de manera general, los medios de comunicación han hecho un sucio trabajo de parte, un sucio trabajo en favor del SI, o como mínimo, buscando descalificar el NO.

La unanimidad de posicionamiento ya resultaba sospechosa antes, pero lo es mucho más ahora, en que se descubre lo poco alineada que está la posición de los medios de comunicación con respecto a la opinión de una sociedad de la que se supone son portavoces.

¿Y cuál es la conclusión?

Pues que se puede hacer política desde la prensa, amparando tras ideas y apariencias de objetividad discursos de parte y clase.

Así, y a partir de ahora, no nos debiera resultar difícil entender las complejas y difíciles relaciones que los gobiernos populistas latinoamericanos tienen con los medios de comunicación privados, voces de sus amos antes que voces de la sociedad, y no exactamente igual que en Europa, sino mucho peor.

Porque se hace prensa de parte, aqui y allí, y cuando surgen las criticas, se recurre a la libertad de prensa y de expresión como zona de seguridad a la que regresar tras las más o menos arriesgadas salidas a la opinión pública.

Delgadas líneas rojas sobre las que muchos periodistas, convertidos en terminales mediáticas de los poderes económicos, se mueven con la habilidad de un funambulista y, por supuesto, siempre dispuestos a sentirse indignados cuando se cuestiona su sacrosanta misión de cuarto poder al servicio de las libertades de la comunidad.

Tengámoslo claro.

El capitalismo oculta su diente torcido tras los grandes conceptos y las bellas palabras.

La democracia siempre pierde cuando hay algún interés creado de por medio, intereses que por otra parte se ocultan tras el bello mito de nuestros derechos y libertades.

En este sentido, la prensa es un buen ejemplo.

El interés de parte se oculta bajo el concepto de información como servicio público. Y bajo ese disfraz aspira a ser eficiente e invulnerable pues quién critica a un periodista ataca los mismos fundamentos del sistema de libertades.

domingo, julio 05, 2015

Y Grecia dijo NO

Y resulta que ha salido el NO.

Escribo este comentario de emergencia sólo para decir que cómo mínimo este NO va a servir para mostrar al resto de europeos de qué está hecha su Europa.

¿Hasta dónde llega esa democracia de la que tanto se presume?

¿Qué va primero: el dinero o las personas?

Hoy es un día histórico, uno de esos días en los que el tiempo revela su verdadera condición de eterno movimiento.

Hay un antes y un después del día de hoy y siento verdadera envidia de toda esa gente que ahora mismo se agrupa en la plaza Syntagma.

Como mínimo, este referendum va a servir para descubrir la verdad que se oculta tras los bellos discursos y las bellas palabras.

La contradicción se pone de manifiesto.

Grecia es un pueblo arrasado, que ya no tiene nada que perder como Leonidas en las Termópilas.

VIVA GRECIA!

Referendum

Escribe "El Pais" en su espantoso y terrorífico editorial de hoy lo siguiente:

"El referéndum es un recurso legítimo, pero no la panacea de la democracia. Y menos aún lo que distingue una democracia auténtica de otra bastarda. Solo las elecciones libres son distintivo exclusivo de la democracia."

Y aparentemente podría tener un pase en cualquier seminario de una facultad de políticas, pero lo cierto es que esta afirmación no tiene en cuenta la realidad de la vida política en los últimos años.

Resulta evidente que la vampirización de la democracia por parte de las estrategias totalitarias, avaras y economicistas del neoliberalismo tienen su punto principal en el concepto de las elecciones libres y tiene todo su sentido porque, con vistas a controlar una dinámica, siempre es mejor reducir el número de puntos de conflicto y reducirlos a uno es lo óptimo.

Así, democracia es votar cada cuatro años en unas elecciones libres.

Pero lo interesante es preguntarnos qué queremos decir cuando utilizamos la palabra "libres", porque precisamente en nuestro país existe un debate en el que se ha puesto en tela de juicio la libertad en esas elecciones.

Después de todo, el partido de gobierno y sus terminales mediáticas han relativizado el valor de verdad de esas elecciones en el sentido de relativizar las promesas y compromisos que se ponen en circulación durante una campaña electoral y que además tiene ese valor tan capital de resumir el concepto de democracia que soporta a nuestra sociedad.

En este sentido, habría que poner en tela de juicio el valor absoluto y relativo de esa libertad en un escenario donde en 15 días se compite por el voto con mensajes sobre los que sus emisores no adquieren ninguna responsabilidad.

Así, el sistema encuentra su legitimidad en unas elecciones presuntamente libres en las que el que promete no adquiere ninguna responsabilidad sobre lo que promete en su programa convirtiendo la campaña electoral en un concurso de trileros que pelean por la firma de un cheque en blanco.

La política más que en ningún otro lugar que en las elecciones, precisamente el lugar en el que obtiene su legitimidad, muestra su carácter de mascarada superestructural que oculta el juego de otros intereses más estructurales que, siendo bienintencionados, son precisamente quienes dificultan el cumplimiento de esos programas y promesas.

Lógicamente, en este escenario totalitario, el referendum no tiene ningún lugar.

Este escenario no precisa de puntos de fuga o de control.

Todo lo contrario.

Es por esto que en los medios y en la política mainstream se cuestione la buena práctica: me eligen por un programa, no puedo cumplirlo y pido la opinión de la ciudadanía.

Sin embargo predomina la obviedad de la mala práctica: No puedo cumplir el programa por el que me han elegido, me encojo de hombros y me dedico a hacer lo contrario de lo que pensaba en el momento de la campaña electoral.

En este escenario, la opinión del que se dice que es soberano es una molestía innecesaria que además pondría de manifiesto una desconexión entre representantes y representados que sería el hilo suelto por el que se podría empezar a tirar para descubrir todo un "amable" sistema de dominación.

El concepto de representación no debe verse comprometido generando oportunidades que pongan de manifiesto desconexiones y deslegitimaciones.

Importa más no deslegitimar la posición de la política como capataz que gestiona la plantación que hacer lo que en verdad los representados desean hacer.

Y por todo ésto lo mejor es no consultarle.

Está demasiado ocupado intentando sobrevivir a las políticas económicas que estoy imponiendo.

El político debe gobernar, debe decidir.

La política es tomar decisiones... aunque esas decisiones dejen en mal lugar el valor de verdad del sujeto que las toma.

Y en todo este muy loco y muy perverso sentido, tiene gracia que el único político que lleva al extremo el relato europeo de la democracia sea un apestado.

Seguimos en el siglo XX.

El capitalismo es el último y más cruel de sus "ismos" políticos y económicos.

Ni el fascismo ni el comunismo pueden competir con cifras como los 30.000 niños que mueren de hambre cada día en el mundo... y que llevan muriendo desde hace décadas.

Ha aprendido de sus predecesores y se oculta detrás de la libertad y de la democracia y desde la caída de las dictaduras comunistas no hace otra que mostrarnos su verdadera cara.

Tú mismo.

Inside Llewyn Davis

La bohemia y los bohemios ha venido siendo un tema transversal en las diferentes manifestaciones artísticas de nuestra cultura occidental desde que empezó a ser predominantemente burguesa.

Al fin y al cabo, el bohemio es otro tipo de alteridad. de otro al que mirar con curiosidad, pero también con un ánimo moralizante precisamente por ser de los otros y no uno de los nuestros.... y eso nunca puede ser bueno.

Aunque vivamos en sociedades industriales el espíritu de la tribu nunca ha callado y parte de su voz ininterrumpida es el relato de las consecuencias negativas que precisamente trae consigo el hecho de querer ser un otro diferente en el reino de la igualdad y la repetición de los nuestros.

El concepto surge en el siglo XIX, en el romanticismo francés, haciendo referencia a los gitanos, los bohemios que llevan otro tipo de vida diferente a la expresada en los canones de la vida burguesa, posteriormente esa vida en la que conceptos como trabajo, familia y patria (en los términos en los la burguesía los entiende: salario, hogar y responsabilidades) están ausentes se extiende a los propios extremos de la vida burguesa.

Extremos que si bien terminan siendo encarnados por los artistas e intelectuales, también incluían modalidades alternativas de vida propias del campo y de la clase obrera en su naufragio en la playa de la ciudad industrial. Una playa que configura un espacio específico: las afueras, los arrabales. Zona fronteriza donde los más valientes y mas desesperados intentan vivir de otra manera, recurriendo al idealismo político y/o artistico como vehiculo sobre el que asentar una vida diferente, alejada de los cánones definidos por el mundo capitalista y burgués y que, como mínimo, está condenada a la tragedia del enfrentamiento casi siempre cruento (si no hay locura de por medio) con una realidad que siempre tiene dueño.

Llewyn Davis es un heredero directo de esa actitud bohemia.

Sin oficio ni beneficio, durmiendo en casas de amigos y conocidos, Davis pone el arte que supone su música entre su mirada y esa realidad a la que su entorno intenta adaptarse convirtiéndose por ejemplo en músicos de sesión.

En este sentido, y a principios de la década de los sesentas. Davis supone un puente entre la cultura beatnik de los cincuentas y la cultura alternativa y hippy que está a punto de llegar.

Y con mucho lo más poderoso del personaje es su esfuerzo por mantener su propia visión de la realidad frente a los embates de una realidad mayor, más colectiva, de adaptación a un mundo que reclama menos diferencia y más repetición.

Resistencia que conduce directamente a la leyenda romántica que sustenta el mito de la bohemia y que se basa en el empeño casi siempre suicida por hacer prevalecer el propio punto de vista. Empeño que convierte al bohemio en una presencia ambivalente que puede servir como moraleja andante de los riesgos de intentar ser diferente, pero también de lo contrario, como mítico héroe trágico, capaz de poner toda la carne del asador en el empeño por prevalecer desde la diferencia.

Pero no nos engañemos: la voz de la tribu convierte al bohemio en una figura trágica, condenada al fracaso y como máximo a un relato que glosa la sublime belleza en ese fracaso.

Está bien la bohemia como metodología, luchar hasta la extenuación y el delirio para ser uno mismo, pero para ser uno más, porque, y después de todo, el que se excluye debe seguir el mismo destino de aquellos que ya están excluidos.

Hay sueños que se pueden perseguir y otros que son demasiado peligrosos.

Hay una delgada línea que separa el esfuerzo del fracaso y uno debe saber lo suficientemente inteligente para no cruzarla, pues la oportunidad de disfrutar las bondades de una sociedad les serán negadas.

Los bohemios como Icaro no tienen ningún problema en rebasarla.

Y Llewyn Davis seguramente la rebasó hace mucho tiempo.

"Iinside Llewyn Davis" reproduce con mucho acierto el tránsito patético de esa figura clásica y transversal del bohemio, y lo hace en el Village neoyorkino, en un blanco y negro excepcional, helado y áspero que contribuye a generar ese trágico contexto de fracaso que acompaña al bohemio como último héroe verdaderamente romántico.

Para mi gusto, una de las mejores películas dentro de la filmografía de los Hermanos Coen, lo cual es decir mucho, y que cuenta con la riqueza del talento de Oscar Isaac encarnando como mesura y sin excesos, el triste tránsito hacia el olvido de Llewyn Davis,

La puntual crónica del día a día de su marginalidad, de su fracaso en términos sociales.

La completa disonancia del uno frente al resto que intenta tocar esa rapsodia azul de cada día.

Magnifica.

sábado, julio 04, 2015

Es una lástima que el capitalismo ya no funcione tan bien como antes.

Es una pena también que nos esté obligando a nosotros, los sahibs europeos, a elegir entre nosotros. Porque no podemos salvarnos todos.

Están los malvados que deben y los justos que reclaman y lo están sin ningún análisis histórico, clavados como mariposas de un alfiler al cartón de un eficaz y eficiente relato de buenos y malos.

Ya no importa que Grecia lleve décadas siendo así, irresponsable, caótica y descuidada. Tampoco tiene importancia que se hayan tolerado sus cuentas falsas o que quienes tenían el dinero no quieran asumir el riesgo de haber lanzado su valioso dinero al abismo negro de la economia griega.

Mucho mejor la representación que la realidad.

Jugar ahora, que seguramente ya es demasiado tarde, el papel de justo y severo y exigir al débil la asunción de las propias responsabilidades... pero también la asunción de las responsabilidades del fuerte, del que ha prestado a ciegas durante años.

Y en medias de todo ésto, la gente de Grecia.

La gente que no tiene dinero para tratarse, la que se queda sin trabajo, la que se queda sin una ventana desde la que lanzarse... porque hay competencia en los periódicos europeos por sacar a griegos desesperados esperando sacar dinero de los cajeros, la imagen que más puede funcionar para despertar el miedo en los países de destino de esas imágenes, pero no hay tanto interés por hablar de los millones de griegos que ya no pueden ir a un cajero,

Esa gente es la que menos importa, lo cual no deja de ser curioso si tenemos en cuenta los valores que rigen Europa, valores que parecen haber quedado para que nuestros desalmados políticos para alicatar hasta el techo sus discursos con palabras hermosas.

Porque si algo queda claro en el turbulento escenario europeo de estos últimos años es que los Europeos nos quedamos con la pasta.

Todo lo demás es muy bonito, está muy bien... si puedes pagartelo.

Y el que no se lo puede pagar pues... algo habrá hecho.

En el referendum que se celebra mañana en Grecia se decide algo muy importante. El SI y el NO transparentan dos maneras de ver las cosas tan antagónicas como las que crearon el telón de acero: el dinero como fin en si mismo o el dinero como medio.

Porque hay un mundo delirante, psicópata y enloquecido compuesto por personas bien vestidas, que hablan con ecuanimidad y mesura, que cuidadosamente disimulan lo que son: pura barbarie.

La Europa que quieren construir es un infierno, la del bárbaro y genocida capitalismo global frente al que las últimas generaciones ilustradas y cultivadas de europeos son la última línea de resistencia y es lógico que sea Grecia quién encabece esta lucha contra el nuevo imperio bárbaro que esta vez viene del Oeste.

Votar NO es votar en favor de todo lo humano que hay en nosotros, defectos incluídos.

Votar SI es votar a favor de la máquina de valer y gastar.

Mañana no se ventilan únicamente temas económicos.

Nosotros mismos estamos en juego.

Porque votar NO es poner en evidencia la incompatibilidad entre el dinero y la democracia.

Ojalá pudiese ser griego para poder votar mañana que NO.

Mañana se decide algo tan importante como si las personas están por delante de las cosas o, al revés. las cosas por delante de las personas.

Como puedes ver, un asunto de capital importancia que trasluce la clase de personas que somos y, como consecuencia, la clase de mundo en que queremos vivir.

No es ninguna tontería.


San Andres

Tiene de todo.

Terremotos, tsunamis, terremotos más grandes... Su alcance es más modesto que la de su predecesora más próxima. "2012", que describía un escenario de destrucción global como consecuencia de un desplazamiento a lo loco de las placas tectónicas.

"San Andrés" describe ese gran acontecimiento sísmico que los expertos en sismología esperan para la costa Oeste de los Estados Unidos.

Y no hay mal que por bien no venga porque la total destrucción del estado de California por lo menos sirve para que la familia disfuncional que protagoniza la película vuelva a descubrir que es funcional.

No se yo si un cataclismo global puede ser la medida del amor, pero siempre se me han antojado excesivas esas parejas que necesitan del cataclismo para descubrir que el amor aún no se ha apagado entre ellos. Siempre me las imagino empezando a discutir en el día uno o dos de la reconstrucción... aunque ese polvo post-catastrofe seguro que es inolvidable.

En fin... "San Andrés" no cuenta nada que no hayamos escuchado antes, pero se esfuerza por mostrárnoslo como nunca se nos había mostrado merced a las nuevas tendenciass y avances en los efectos especiales digitales.

Y en este sentido, tiene sus momentos, pero no mucho más.

Lo suficiente para tener entretenida la mirada durante un par de horas... sin imaginar demasiado, como los niños pequeños que ven la misma película una y otra vez.

Imagino que el año que viene tocará meteorito... o quizá invasión chunga extraterrestre.




domingo, junio 28, 2015

The Salvation

La pregunta es clara: ¿Puede merecer a pena un western danés. rodado en sudáfrica y dirigido por un director procedente del Movimiento Dogma?

Parece muy loco, pero la respuesta es afirmativa.

"The Salvation" merece la pena.

De hecho es una película más sorprendente que narra una historia de venganza discurriendo sobre los carriles de representación de la versión estilizada del Western que produjera el italiano Sergio Leone con su spaghetti western.

Los destinos de Jon (Mads Mikelsen) y el hacendado Delarue (Jeffrey Dean Morgan) se cruzarán en un contexto de posesión como consecuencia de la presión que Delarue hace sobre los pequeños propietarios de la comunidad a la que Jon pertenece buscando hacerse con sus tierras.

Jon dará muerte al hermano de Delarue por matar a su mujer y a su hijo colocando a los habitantes de la comunidad en la tesitura de entregarle o no a Delarue.

Se trata de un esquema clásico de violencia y venganza en el que el aparentemente pequeño demostrará no serlo tanto frente a un grande que terminará enfrentándose a su pequeñez.

Dirigida por el ex-Dogma Kristian Lievring, "The Salvation" es una película breve y concisa, en absoluto disgresora, que tiene claro lo que quiere contar y lo cuenta con una necesaria solvencia claramente inspirada en el universo de Sergio Leone.

En "The Salvation" la violencia es presentada como un elemento consustancial al mundo que se nos muestra en imágenes, una violencia estilizada pero al mismo tiempo descarnada y dura, pura lucha por la supervivencia, por la prevalencia en un mundo caracterizado por la aspereza y la escasez.

En este sentido, la violencia se convierte en el acontecimiento esencial y es tratado como tal.

La narración se convierte así en un ambito monumental y sublime en donde se celebra la sagrada y enésima consagración del fuerte sobre el débil. Todos los western de Leone en realidad describen enfrentamientos, los estilizan, subrayan y consagran. Nada se cuenta que no sea superfluo y todo lo que no tenga que ver con esa lucha lo es.

"The Salvation" reproduce con mucho acierto esa lógica claustrofóbica que, en lugar de escapar hacia las panorámicas de los grandes paisajes como sucede en los western de Ford o Aanthony Mann, sólo tiene una fuga hacia el interior, en los primeros planos de los personajes y a través de sus gestos y miradas hacia el interior de lo mismos configurando un circuito cerrado de creciente tensión.

En "The Salvation" las dos voluntades que colisionan y se enfrentan son la de Delarue inspirada por la codicia y la de Jon, inspirada por la venganza.

Los pasos del mal una vez más se cruzan con los del bien.

Interesante.