sábado, abril 02, 2011

INVASIÓN A LA TIERRA

La creatividad siempre implica la capacidad de combinar cosas y conceptos ya existentes de manera diferente.

No me cabe la menor duda de que "Invasión a la tierra" nos propone la creativa combinación del cine bélico con el cine de ciencia ficción.

A lo largo de sus trepidantes dos horas de acción, la película nos muestra el combate de un pelotón de marines contra una invasión alienígena por las calles de una Los Angeles convertida en campo de batalla. Pero la ciencia ficción es el contexto, porque el corazón de la película está en el modo en que los soldados se enfrentan al combate, el efecto que produce en ellos la propia situación y las consecuencias que en sí misma acarrea.

De todo modo, "Invasión a la tierra" recupera el subgénero de las "Hazañas bélicas" en un contexto de acción trepidante, efectos especiales y ciencia ficción. El subgénero nació durante la II Guerra Mundial con clásicos como "They were expendables", "Objetivo Birmania", "Bataan", "A walk by the sun" o "The sands of Iwo Jima" y su razón de ser fue consecuencia del papel que ocupó el cine como vehículo de propaganda para mantener la moral en el frente interior.

En todas estas películas, el conflicto es un lugar catárquico. Los soldados se enfrentan a la guerra y a la muerte mostrándose primero como seres de carne y hueso para, y como consecuencia de la acción, transfigurarse posteriormente en héroes a los que admirar en la intima oscuridad de los cines y por los que hacer un esfuerzo a la luz del día en los campos y las fábricas.

Posteriormente, y tras el final de la guerra mundial, la industria no quiso perder el impulso de un género exitoso y conservó el cine bélico si bien las películas fueron teniendo un giro más psicológico y menos propagandístico, centrándose en mayor medida en el impacto que sobre los soldados tiene el conflicto. Un ejemplo es "Fuego en la nieve" de William A. Wellman.

Como consecuencia de todo ésto la industria cinematográfica fue creando un género, el bélico, cuyas narrativas y estilemas se han venido repitiendo hasta nuestros días. "Invasión a la tierra" recupera toda esta estructura narrativa y la traslada a un entorno de ciencia ficción.

Los soldados no deben luchar contra nazis sino contra una invasión alienígena, pero el planteamiento es el mismo. Hay un espacio inicial para la presentación de unos personajes, especialmente al veterano sargento Nantz (estupendamente interpretado por el habitualmente tibio Aaron Erckhardt) y posteriormente los lanza a un trepidante combate en el que las motivaciones y psicologías afloran puntuando dramáticamente situaciones que ya de por si lo son. Tampoco es que estemos hablando un tratamiento profundo y dramático de esas psicologías, pero desde luego los apuntes que se van dando de cada personaje permiten generar nodos emocionales durante la narración que hacen que ésta sea algo más que una simple película de efectos especiales.

En "Invasión a la tierra" hay un héroe como en toda película de hazañas bélicas que se precie, un héroe atormentado por su pasado que con sus actos se reivindica y da ejemplo, generando un grupo unido donde antes no lo había.

No es una película más de efectos especiales. Posiblemente es una de los mejores películas de acción que la industria del cine ha producido en los últimos tiempos y lo es porque tiene su pequeña alma, un alma en la que alguno de los espíritus del cine clásico ha encontrado una salida para reencarnarse.

Algo más que entretenida.

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