INOLVIDABLE
Sweet Charity... The aloof.
El talento para la danza de Bob Fosse en todo su esplendor... "Sweet charity" es su mejor película.
"Eternity... That big coffee break in the sky!"
domingo, enero 27, 2008
LOS CRIMENES DE OXFORD
Muy decepcionante.
Sobre el papel resultaba interesante la combinación de la novela de misterio con temas reservados a los silenciosos y apartados pasillos de la filosofía de la ciencia y la ontología científica.
¿Existe el asesinato perfecto? ¿Existe un conocimiento que podamos considerar verdadero?
Dos grandes preguntas a cuya altura no se encuentra esta película de Alex de la Iglesia que en ciertos momentos resulta hasta aburrida.
Muchos nombres de filósofos y matemáticos, algunos enunciados teóricos encajados con calzador, pero muy poca sustancia... La película a mi entender precisaba de un guión mucho más sólido y estructurado (cualidades siempre ausentes en casi todas las películas de Alex de la Iglesia). Las murder mistery movie, si algo tienen, es precisamente una historia sólida escrita de forma inteligente y trufada de dialogos precisos y perfectos.
De todo ello carece casi totalmente esta historia que te deja entre aburrido y frio, que ni intriga ni fascina y en la que de una forma casi funcionarial van sucediéndose los twists narrativos que terminan llevándonos a un desenlace final que se pretende sorprendente y que no es más que otro tópico más.
Eso en cuanto al muy poco estimulante fondo.
En cuanto a la forma... La película parece ficción rodada para televisión, con una fotografía muy básica, que quiere resultar gélida pero que se queda a mitad de camino de su propósito como otras tantas cosas de esta película a todas luces fallida.
En nada ayuda a la película, sino que incluso contribuye a rebajarla aún más hasta el punto de asemejarla a aquellas producciones de la década de los 60 y los 70 con algún nombre de actor norteamericano en horas bajas.
Nada de nada.
Me da pereza hasta escribir de ella.
Muy decepcionante.
Sobre el papel resultaba interesante la combinación de la novela de misterio con temas reservados a los silenciosos y apartados pasillos de la filosofía de la ciencia y la ontología científica.
¿Existe el asesinato perfecto? ¿Existe un conocimiento que podamos considerar verdadero?
Dos grandes preguntas a cuya altura no se encuentra esta película de Alex de la Iglesia que en ciertos momentos resulta hasta aburrida.
Muchos nombres de filósofos y matemáticos, algunos enunciados teóricos encajados con calzador, pero muy poca sustancia... La película a mi entender precisaba de un guión mucho más sólido y estructurado (cualidades siempre ausentes en casi todas las películas de Alex de la Iglesia). Las murder mistery movie, si algo tienen, es precisamente una historia sólida escrita de forma inteligente y trufada de dialogos precisos y perfectos.
De todo ello carece casi totalmente esta historia que te deja entre aburrido y frio, que ni intriga ni fascina y en la que de una forma casi funcionarial van sucediéndose los twists narrativos que terminan llevándonos a un desenlace final que se pretende sorprendente y que no es más que otro tópico más.
Eso en cuanto al muy poco estimulante fondo.
En cuanto a la forma... La película parece ficción rodada para televisión, con una fotografía muy básica, que quiere resultar gélida pero que se queda a mitad de camino de su propósito como otras tantas cosas de esta película a todas luces fallida.
En nada ayuda a la película, sino que incluso contribuye a rebajarla aún más hasta el punto de asemejarla a aquellas producciones de la década de los 60 y los 70 con algún nombre de actor norteamericano en horas bajas.
Nada de nada.
Me da pereza hasta escribir de ella.
viernes, enero 25, 2008
EL BUEN PASTOR
La segunda visión de esta estupenda película de Robert de Niro me ha resultado tan estimulante como la primera.
De eso se trata, de que las cosas no mueran la primera vez que son usadas. Quizá, ésa es la principal cualidad que distingue la obra de arte del producto... Pero a quién le importan ya esas cosas. En fin... ¿Hay alguien a quién le importe de verdad algo? Tengo mis dudas y mis dudas, como siempre, me condenan.
Pero ésa es otra historia.
Vamos a centrarnos
1
El personaje del Dr. Fredericks que tan maravillosamente interpreta Michael Gambon se me antoja esencial. Después de todo, su presencia no es otra cosa que una anticipación del destino que el jóven Edward Wilson, sobrevaloradamente interpretado por un estólido Matt Damon, ha elegido para sí. Igual no. Sólo expreso mi opinión, pero lo único cierto es que siempre me han fascinado los personajes que quizá no hayan sabido vivir, pero saben aprovechar la última oportunidad y alcanzan una cierta redención porque saben morir.
Personalmente, encuentro fascinante el tema de saber cuándo dejarlo. No durar, por durar... Y por éso, y a la fuerza, alguién que sabe cuándo dejarlo debe ser un gran tipo, alguién que como mínimo se ha encontrado lo suficientemente cerca de la verdad como para ser consumido por ella, por su pavoroso fuego ígneo tan potente como mil millones de soles.
También cuentro fascinante la remota posibilidad de que la verdad tenga tanto que ver con la mentira como para que ambas sean las misma cosa. Profundizaré sobre ello cuando esté más sobrio. Me lo apunto.
¿Me fascina o simplemente me interesa creer en ello?
Da igual. Se trata de más de lo mismo. Mentira y verdad en el origen de un punto de vista.
2
Otro aspecto interesante es la sugerencia de que la poderosa Unión Soviética en realidad fuera una invención del complejo militar-industrial norteamericano.
En definitiva, que la Guerra Fría en realidad y en el fondo fuera un inmenso negocio armamentístico de carácter global.
Me gusta la idea.
3
También me resulta fascinante la siguiente idea: Cuanto más sabes, más sólo estás.
George Smiley tendría también mucho que decir la respecto.
4
Por último, last but not least, en toda la historia palpita un discurso sisífico que ata a los padres con los hijos en una destructiva espiral de pecados asumidos como propios que determina el futuro de éstos últimos.
Después de todo, esa carta de suicidio nunca leída es el primer secreto que Edward Wilson aprende a guardar y de alguna forma le convierte en perfecto candidato para continuar ese Gran Juego en el que todas y cada una de las piezas están hechas del mismo delicado material que compone esa carta.
Después de todo, el hijo de Wilson en la desesperada búsqueda del definitivo abrazo del distante padre decide entrar también en la CIA.
Ambos desencadenan su propia desgracia iluminados y conducidos por una negra luz que les llega del pasado... y que ambos confunden con la luz del sol.
Su vida pudo ser otra, pero los pecados de los padres les condicionan, les hacen ser lo que son, les hacen dejar de ser aquello que por sí mismos más adecuadamente debieran ser... incluso, y directamente, les hacen dejar de ser.
Tanto para lo bueno como para lo malo, el hombre es un ser social.
Como escribe el recientemente fallecido poeta Ángel González en el primer poema de su primer libro, Aspero Mundo, al final uno es "el éxito de todos los fracasos. La enloquecida fuerza del desaliento" proyectada en el tiempo.
La segunda visión de esta estupenda película de Robert de Niro me ha resultado tan estimulante como la primera.
De eso se trata, de que las cosas no mueran la primera vez que son usadas. Quizá, ésa es la principal cualidad que distingue la obra de arte del producto... Pero a quién le importan ya esas cosas. En fin... ¿Hay alguien a quién le importe de verdad algo? Tengo mis dudas y mis dudas, como siempre, me condenan.
Pero ésa es otra historia.
Vamos a centrarnos
1
El personaje del Dr. Fredericks que tan maravillosamente interpreta Michael Gambon se me antoja esencial. Después de todo, su presencia no es otra cosa que una anticipación del destino que el jóven Edward Wilson, sobrevaloradamente interpretado por un estólido Matt Damon, ha elegido para sí. Igual no. Sólo expreso mi opinión, pero lo único cierto es que siempre me han fascinado los personajes que quizá no hayan sabido vivir, pero saben aprovechar la última oportunidad y alcanzan una cierta redención porque saben morir.
Personalmente, encuentro fascinante el tema de saber cuándo dejarlo. No durar, por durar... Y por éso, y a la fuerza, alguién que sabe cuándo dejarlo debe ser un gran tipo, alguién que como mínimo se ha encontrado lo suficientemente cerca de la verdad como para ser consumido por ella, por su pavoroso fuego ígneo tan potente como mil millones de soles.
También cuentro fascinante la remota posibilidad de que la verdad tenga tanto que ver con la mentira como para que ambas sean las misma cosa. Profundizaré sobre ello cuando esté más sobrio. Me lo apunto.
¿Me fascina o simplemente me interesa creer en ello?
Da igual. Se trata de más de lo mismo. Mentira y verdad en el origen de un punto de vista.
2
Otro aspecto interesante es la sugerencia de que la poderosa Unión Soviética en realidad fuera una invención del complejo militar-industrial norteamericano.
En definitiva, que la Guerra Fría en realidad y en el fondo fuera un inmenso negocio armamentístico de carácter global.
Me gusta la idea.
3
También me resulta fascinante la siguiente idea: Cuanto más sabes, más sólo estás.
George Smiley tendría también mucho que decir la respecto.
4
Por último, last but not least, en toda la historia palpita un discurso sisífico que ata a los padres con los hijos en una destructiva espiral de pecados asumidos como propios que determina el futuro de éstos últimos.
Después de todo, esa carta de suicidio nunca leída es el primer secreto que Edward Wilson aprende a guardar y de alguna forma le convierte en perfecto candidato para continuar ese Gran Juego en el que todas y cada una de las piezas están hechas del mismo delicado material que compone esa carta.
Después de todo, el hijo de Wilson en la desesperada búsqueda del definitivo abrazo del distante padre decide entrar también en la CIA.
Ambos desencadenan su propia desgracia iluminados y conducidos por una negra luz que les llega del pasado... y que ambos confunden con la luz del sol.
Su vida pudo ser otra, pero los pecados de los padres les condicionan, les hacen ser lo que son, les hacen dejar de ser aquello que por sí mismos más adecuadamente debieran ser... incluso, y directamente, les hacen dejar de ser.
Tanto para lo bueno como para lo malo, el hombre es un ser social.
Como escribe el recientemente fallecido poeta Ángel González en el primer poema de su primer libro, Aspero Mundo, al final uno es "el éxito de todos los fracasos. La enloquecida fuerza del desaliento" proyectada en el tiempo.
domingo, enero 20, 2008
En uno de estos imposibles debates políticos, que de cuando en cuando se nos aparecen en televisión tan ruidosos como la banda de Pancho Villa y tan inútiles como una revolución socialista en Mónaco, basados en el "y tú también" y el "y tu más" que tan bien caracteriza a la sofisticada retórica de nuestros políticos, escucho por fin algo interesante.
El momento más complicado en la vida de un partido es el momento en que se elaboran las listas electorales.
Todavía sigo preguntándome si ese momento tan trascendental no debería ser aquel en que se elabora el programa electoral y acaloradamente se discute sobre si dedicar más peso a la educación a la ayuda exterior. Si las grandes discusiones no debieran producirse porque se da demasiada importancia a un aspecto cuando en realidad se considera que debiera darse a otro que se considera más relevante.
Es cierto que la auténtica política se hace en el Congreso, pero esas políticas ¿en qué se basan?
Inocentemente supongo que en lo que se escribe en los programas electorales. Por lo tanto, deduzco, que por lo menos debiera ser igual de importante definir las políticas como definir las personas. Sin embargo, los debates que siempre traspasan a la opinión pública -y entiendo que traspasan por su intensidad- son los que se centran en las listas electorales.
No recuerdo dimisiones ni debates irreconciliables suscitados por la inclusión o no de algún tema en los programas electorales en ningún partido.
Gallardón, por ejemplo, no se siente derrotado porque Madrid no exista en elprograma electoral de su partido, sino porque él ha sido borrado de las listas.
Para nuestros políticos lo importante es aparecer, colocarse en el congreso, habitar las comisiones, ascender profesionalmente o, por lo menos, estar en disposición de hacerlo.
Salir en la foto o no salir.
Esa es la cuestión.
Y aún así lo peor no es que las cosas sean de este modo, sino que sucedan de una forma tan impune ante nuestros ciegos ojos.
El momento más complicado en la vida de un partido es el momento en que se elaboran las listas electorales.
Todavía sigo preguntándome si ese momento tan trascendental no debería ser aquel en que se elabora el programa electoral y acaloradamente se discute sobre si dedicar más peso a la educación a la ayuda exterior. Si las grandes discusiones no debieran producirse porque se da demasiada importancia a un aspecto cuando en realidad se considera que debiera darse a otro que se considera más relevante.
Es cierto que la auténtica política se hace en el Congreso, pero esas políticas ¿en qué se basan?
Inocentemente supongo que en lo que se escribe en los programas electorales. Por lo tanto, deduzco, que por lo menos debiera ser igual de importante definir las políticas como definir las personas. Sin embargo, los debates que siempre traspasan a la opinión pública -y entiendo que traspasan por su intensidad- son los que se centran en las listas electorales.
No recuerdo dimisiones ni debates irreconciliables suscitados por la inclusión o no de algún tema en los programas electorales en ningún partido.
Gallardón, por ejemplo, no se siente derrotado porque Madrid no exista en elprograma electoral de su partido, sino porque él ha sido borrado de las listas.
Para nuestros políticos lo importante es aparecer, colocarse en el congreso, habitar las comisiones, ascender profesionalmente o, por lo menos, estar en disposición de hacerlo.
Salir en la foto o no salir.
Esa es la cuestión.
Y aún así lo peor no es que las cosas sean de este modo, sino que sucedan de una forma tan impune ante nuestros ciegos ojos.
sábado, enero 19, 2008
CONTEXTUALIZANDO
"Allí donde pudo asomar una historia verdadera, fue desmantelada por la leyenda que, en contínuo crecimiento, cubría todas las hendiduras por donde peligraba la invasión de lo exacto. Y aún lo real que penetró y se sostuvo, fue proseguido y elaborado míticamente; lo histórico mismo fue sometido a las leyes de una prolongada tradición oral y poética. Cuando se transmite una genealogía auténtica, se halla mezclada de genealogías inventadas, obra generalmente de posteriores arqueólogos locales; lo mismo ocurre con testimonios geográficos fidedignos, que los hallamos mezclados con pueblos fabulosos, como el de los Centauros y los Lapitas....
Los recuerdos de grandes hechos históricos, si se exceptúan algunas batallas, cuya memoria se mantiene viva por los sepulcros de los caídosapenas si existen; a nadie le preocupaba por dónde habrían andado Solón, Pericles o Demóstenes; mientras que se perseguía el menor rastro en lo que se refiere a los sitios clásicos del tiempo fabuloso"
(Jacob Burckhardt, Historia de la cultura griega)
Los griegos preferían publicar la leyenda y a ello sin duda contribuye la escasa penetración de la cultura escrita.
La palabra es siempre libre en los labios que la pronuncian; cuando la escribimos queda de alguna forma atrapada en el papel que se convierte en punto de referencia, vara de medir, de un significado o un suceso.
Cientos de voces rememorando un mismo acontecimiento tienden poco a poco a variarlo. No hay un punto de referencia escrito al que se pueda recurrir para derimir disputas: la memoria, la capacidad de generar verosimilitud.
Así, una cultura basada en la palabra tiende por definición a ser poética, a publicar la leyenda y termina generando un entorno cultural lleno de magia y prodigios. Por eso, y por ejemplo, la visión que Frank Miller transmite en su "300" de la batalla de las Termópilas es más real de lo que parece.
Los recuerdos de grandes hechos históricos, si se exceptúan algunas batallas, cuya memoria se mantiene viva por los sepulcros de los caídosapenas si existen; a nadie le preocupaba por dónde habrían andado Solón, Pericles o Demóstenes; mientras que se perseguía el menor rastro en lo que se refiere a los sitios clásicos del tiempo fabuloso"
(Jacob Burckhardt, Historia de la cultura griega)
Los griegos preferían publicar la leyenda y a ello sin duda contribuye la escasa penetración de la cultura escrita.
La palabra es siempre libre en los labios que la pronuncian; cuando la escribimos queda de alguna forma atrapada en el papel que se convierte en punto de referencia, vara de medir, de un significado o un suceso.
Cientos de voces rememorando un mismo acontecimiento tienden poco a poco a variarlo. No hay un punto de referencia escrito al que se pueda recurrir para derimir disputas: la memoria, la capacidad de generar verosimilitud.
Así, una cultura basada en la palabra tiende por definición a ser poética, a publicar la leyenda y termina generando un entorno cultural lleno de magia y prodigios. Por eso, y por ejemplo, la visión que Frank Miller transmite en su "300" de la batalla de las Termópilas es más real de lo que parece.
Tiranos persas de altura extraordinaria, verdugos con hachas en lugar de manos, sacerdotes deformados y animalescos, inmensas flotas, enormes ejércitos, enemigos de aspectos temibles e inhumanos...
Tanto la historia como la película, incluye en su bagaje de imágenes, personajes y situaciones la presencia de ese leyenda que tan profundamente se imbricaba en la propia realidad para los griegos, tan profundamente que eran incapaces de distinguirla en el hipotético caso de que quisieran hacerlo.
Y seguramente los griegos de aquella época no se relatarían los unos a los otros la batalla de las Termópilas de una forma diferente. De hecho, la historia tiene un narrador. Es un contemporáneo de aquella época, un superviviente, quién nos lo cuenta.
La experiencia de la leyenda.
ALIEN VS. PREDATOR
Mejor de lo que a priori uno puede presuponer resulta la segunda parte de este refrito/pastiche que combina a dos personajes esenciales en la ciencia ficción cinematográfica.
Insustancial, ligeramente previsible, pero, y no obstante, resulta entretenida de alguna extraña forma que no acierto a comprender del todo. Quizá, porque soy fan de la saga de Alien, el 50% de esta suerte de Tom & Jerry galáctico en el que los depredadores persiguen a los alien viajando de planeta y planeta.
¡Qué le voy a hacer! Algún defecto tengo que tener.
En el caso de la película que nos ocupa, la eterna lucha entre una y otra especie se ventila en una pequeña (y paradisiaca al siniestro estilo norteamericano) localidad de Colorado que literalmente termina pulverizada junto a la mayoría de sus habitantes.
La historia no es nada del otro mundo. Un simple soporte argumental para una gran escabechina de humanos que está narrada de una forma correcta y eficaz.
Todo sucede sin prisa, pero sin pausa y en el tiempo justo, aspecto que quizá resulte clave para que la película no acabe aburriendo.
Ajustada duración y ajustado tempo.
En este sentido, y como producto de entretenimiento, la segunda parte de Alien Vs. Depredador no defrauda.
Entretenimiento sin pretensiones.
Cine comercial.
Producto
Pero nada de alma. Practicamente ya le he olvidado. Ni siquiera recuerdo quién de los dos gana. Pondré una equis en la quiniela.
viernes, enero 18, 2008
GALLARDÓN
Me descubro ante tu maquiavélico talento.
Sabes que lo tienes complicado y no quieres esperar más.
Has hecho tu jugada y, ahora mismo, las cosas están donde quieres que estén.
Astutamente le pides a tus enemigos declarados que te incluyan en un lugar destacado de sus listas. Les pides a aquellos contra quienes te has significado con constantes guiños al centro que en líneas generales (y por encima de vacías declaraciones de inquebrantable adhesión) contradecían su política... Les pides que te incluyan en sus listas, cosa que por supuesto no van a hacer porque no te has trabajado el clientelismo que nuestra política de partidos exige.
Casando homosexuales, apareciendo en tertulias de la SER, ... Siempre la calculada y oportuna discrepancia. El gesto concebido como una de las bellas artes. La significación a través de la diferencia. Siempre intentando ocupar un nicho que sabes -y no te equivocas- que los populares necesitan colonizar para tener alguna oportunidad en esta España que sociológicamente aún no ha dejado de ser de centro-izquierda.
Como dijo Alfonso Guerra, el que se mueva no sale en la foto y tú te has movido todo lo que has querido.
No podían incluirte. No querían... y lo sabías.
Otros merecen ese puesto que reclamas. Se lo han ganado diciendo lo que hay que decir y opinando lo que hay que opinar.
Les hiciste una demanda que sabías no podían concederte y, claro, te declaras derrotado... Y si te declaras derrotado, tiene que haber un vencedor... Y ese vencedor puede ganar o perder las elecciones próximas... Y si las pierte llegará el momento de hablar, de exigir, de demandar, de postularte en definitiva como despreciada alternativa a una propuesta que no ha funcionado.
Estas donde quieres, como quieres.
Eres la víctima y tenías que quemar ese cartucho porque si Rajoy gana tendrás que esperar un par de legislaturas, otros ocho años más como mínimo y lo minimo es la próxima victoria y la derrota siguiente... Demasiado tarde y quizás estás cansado de esperar.
Pero si pierde... Tendrás tu oportunidad mucho antes.
Ya se te ocurrirá algo para aparecer como aglutinador de las derrotadas tropas en torno a una bandera, como la última esperanza blanca y posible de la derecha para conquistar los suficientes espacios en el centro como para garantizar la posibilidad de una victoria.
Lo tienes complicado, pero estoy convencido de que lo vas a intentar... Y además siempre te quedará Madrid.
¿Quién va a atreverse a quitártela?
Has quemado las naves e iniciado la carrera para la sucesión de Rajoy de la mejor manera posible, eliminando toda posibilidad de mancharte con una derrota.
Y todas tus oportunidades pasan por esa derrota.
Automáticamente todos tus rivales pasarán a convertirse en más de lo mismo. Sólo tú, el defenestrado, podrás aparecer puro e intacto, lleno de despreciada verdad.
Te has cansado de esperar, sabes que lo tienes difícil y has decidido pelear
¿Why not?
El poder de la mayoría absoluta en Madrid te ampara y quizás no vuelvas a estar en otra posición tan buena, tan democraticamente respaldada.
Podrá salirte mal, pero tienes un plan.
jueves, enero 17, 2008
"Prudencia Aguilar no se fue, ni José Arcadio Buendía se atrevió a arrojar la lanza. Desde entonces no pudo dormir bien. Lo atormentaba la inmensa desolación con que el muerto lo había mirado desde la lluvia, la honda nostalgia con que añoraba a los vivos, la ansiedad con que registraba la casa buscando el agua para mojar su tapón de esparto. 'Debe estar sufriendo mucho', le decía a Úrsula. 'Se ve que está muy sólo'. Ella estaba tan conmovida que la próxima vez que vió al muerto destapando las ollas de la hornilla comprendió lo que buscaba y desde entonces le puso tazones de agua por toda la casa..."
(Gabriel García Márquez, Cien años de soledad)
(Gabriel García Márquez, Cien años de soledad)
EL LABERINTO DEL FAUNO
He vuelto a sentir lo mismo.
He vuelto a llorar con ese terrible final en el que la miseria del mundo triunfa sobre el duro y trabajoso esfuerzo de la imaginación, de la huida entendida como una de las bellas artes imprescindibles para soportar los rigores de la vida.
Lo terrible de "El laberinto del fauno" es la constatación de que nada puede salvarnos de la realidad, que está ahí, que desarrolla inflexible su propia lógica inexorable.
¡Menudo consuelo!
Al final, siempre una bala nos atraviesa el corazón y todos nuestros sueños terminan ahogándose en un caliente oceano rojo. Pero, y pese a todo, hay que perseverar.
Ser feliz no es la constatación de una realidad, sino una actitud, un esfuerzo diario contra todo y contra todos.
Me gustan las batallas perdidas.
Las pelearía todas con la condición de jamás ganar.
miércoles, enero 16, 2008
lunes, enero 14, 2008
HIMNO
"¡Viva España!
Cantemos todos juntos
con distinta voz
y un solo corazón
¡Viva España!
desde los verdes valles
al inmenso mar,
un himno de hermandad
Ama a la Patria
pues sabe abrazar,
bajo su cielo azul,
pueblos en libertad
Gloria a los hijos
que a la Historia dan
justicia y grandeza
democracia y paz"
¡JAJAJAJAJJAJAJAJ!
No podía haber salido más rancio.
Verdes valles, inmenso mar... Adjetivación manifiestamente mejorable y ligeramente cursi. Y además no todos los valles son verdes en nuestro país, cada vez los ocres son más... pero, bueno, se trata de un himno ¿no?
El tema de que nuestros hijos dan a la historia justicia y grandeza, democracia y paz me parece un poco carca y triunfalista. Prefiero la modestía del adjetivo "nuestra". El rollo de los españoles en la historia me carga mogollón y me recuerda otras épocas de unidades de destino en lo universal.
Tampoco estoy seguro de que nuestra patria sepa (o haya sabido) abrazar bajo su cielo azul, etc.... Contenido claramente aspiracional. Se está intentando, pero nuestra política diaria es la clara manifestación de lo contrario: ¿también sabe abrazar a los que quieren cambiar la constitución?
Como las croquetas que saben a croqueta, tenemos un himno que suena a himno... o lo que es lo mismo, que suena a hueco como las cabezas de algunos que creen que estas cosas se pueden improvisar así, de repente.
No podemos tener como himno, para siempre, un cliché.
Esta letra podría ser perfectamente la letra del himno de cualquier otro país... de opereta y el nuestro es un país de pendereta. No nos equivoquemos.
Carece de personalidad.
Los himnos o bien son elegidos por los reyes entre faisan y faisan, o bien son cantados por el pueblo que regresa a sus casas después de haber guillotinado al monarca de turno para alegría de los faisanes.
No se improvisan.
Son la banda sonora de un determinado momento, una pura metonimia que nace de la misma historia. del mismo pueblo.
Ésto es un absurdo más que no creo que haga que nuestros deportistas consigan más medallas. Si necesitan motivarse con esta letra para ganar lo llevamos claro.
"¡Viva España!
Cantemos todos juntos
con distinta voz
y un solo corazón
¡Viva España!
desde los verdes valles
al inmenso mar,
un himno de hermandad
Ama a la Patria
pues sabe abrazar,
bajo su cielo azul,
pueblos en libertad
Gloria a los hijos
que a la Historia dan
justicia y grandeza
democracia y paz"
¡JAJAJAJAJJAJAJAJ!
No podía haber salido más rancio.
Verdes valles, inmenso mar... Adjetivación manifiestamente mejorable y ligeramente cursi. Y además no todos los valles son verdes en nuestro país, cada vez los ocres son más... pero, bueno, se trata de un himno ¿no?
El tema de que nuestros hijos dan a la historia justicia y grandeza, democracia y paz me parece un poco carca y triunfalista. Prefiero la modestía del adjetivo "nuestra". El rollo de los españoles en la historia me carga mogollón y me recuerda otras épocas de unidades de destino en lo universal.
Tampoco estoy seguro de que nuestra patria sepa (o haya sabido) abrazar bajo su cielo azul, etc.... Contenido claramente aspiracional. Se está intentando, pero nuestra política diaria es la clara manifestación de lo contrario: ¿también sabe abrazar a los que quieren cambiar la constitución?
Como las croquetas que saben a croqueta, tenemos un himno que suena a himno... o lo que es lo mismo, que suena a hueco como las cabezas de algunos que creen que estas cosas se pueden improvisar así, de repente.
No podemos tener como himno, para siempre, un cliché.
Esta letra podría ser perfectamente la letra del himno de cualquier otro país... de opereta y el nuestro es un país de pendereta. No nos equivoquemos.
Carece de personalidad.
Los himnos o bien son elegidos por los reyes entre faisan y faisan, o bien son cantados por el pueblo que regresa a sus casas después de haber guillotinado al monarca de turno para alegría de los faisanes.
No se improvisan.
Son la banda sonora de un determinado momento, una pura metonimia que nace de la misma historia. del mismo pueblo.
Ésto es un absurdo más que no creo que haga que nuestros deportistas consigan más medallas. Si necesitan motivarse con esta letra para ganar lo llevamos claro.
Todos tenemos nuestro tiempo y el de Angel González ha terminado hoy, en este irrepetible domingo gris de enero de 2008 que como el poeta está en trance de pasar.
El nombre de este blog se corresponde con el titulo del primer libro que este irónico poeta de la libertad y del amor publicara en 1956.
"Aspero mundo".
Para quién ahora escribe la lectura de aquel libro supuso el descubrimiento de la poesía. La palabra disparada con precisión hacia la oscuridad del significado, la palabra que regresaba de entre las sombras con apenas el aliento de un inexpresable sentimiento atravesado entre sus letras.
Pálpito, temblor y revelación en un susurro de páginas leídas.
Reconocimiento y asombro.
Aquel fue un gran día. Lo recuerdo perfectamente. Descubrí en la arrolladora fuerza de su palabra a mi primer poeta.
Después llegaron otros, pero, y como en otros muchos aspectos de la vida, nada tan indeleble como la huella que deja el primer encuentro.
Descansa en paz, Angel Gonzalez.
El nombre de este blog se corresponde con el titulo del primer libro que este irónico poeta de la libertad y del amor publicara en 1956.
"Aspero mundo".
Para quién ahora escribe la lectura de aquel libro supuso el descubrimiento de la poesía. La palabra disparada con precisión hacia la oscuridad del significado, la palabra que regresaba de entre las sombras con apenas el aliento de un inexpresable sentimiento atravesado entre sus letras.
Pálpito, temblor y revelación en un susurro de páginas leídas.
Reconocimiento y asombro.
Aquel fue un gran día. Lo recuerdo perfectamente. Descubrí en la arrolladora fuerza de su palabra a mi primer poeta.
Después llegaron otros, pero, y como en otros muchos aspectos de la vida, nada tan indeleble como la huella que deja el primer encuentro.
Descansa en paz, Angel Gonzalez.
sábado, enero 12, 2008
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