domingo, noviembre 29, 2009

AMELIA

Por encima de todo "Amelia" es una película correcta. Ni te entusiasma ni la detestas... Todo lo contrario. Pasa ante tus ojos sin llamar la atención, pero tampoco sin producirte aburrimiento o rechazo, como una conversación casual que te ayuda a pasar el tiempo.

Entretiene, pero ni fascina ni enamora.

El principal atractivo de "Amelia" es Hillary Swank, actriz que pone todo su talento al servicio de la construcción de este personaje, que fue exitosa pionera en un mundo que hasta aquel entonces sólo estaba reservado a los hombres. La película se mantiene gracias a su talento y también a un magnífico diseño de producción que recrea de una forma convincente la época en que sucedió su fama mundial.

Pero todo lo demás resulta débil, neblinoso y transparente, sin sustancia y parece existir sólo para dar oportuna réplica al personaje protagonista en su afán por volar.

Falta entidad dramática en el paisaje que rodea a Amelia y la película se resiente. Literalmente, ilustra una trayectoria vital en la que todo parece suceder de forma inevitable, pero se queda en el exterior de ese esfuerzo. Sabemos que hay oposición, que las cosas no han sido fáciles para Amelia, pero no lo sentimos lo suficiente.

El conflicto dramático brilla por su ausencia y por eso la historia no termina de enganchar, de prender en el público provocando algún tipo de respuesta emocional en la intimidad de la sala oscura.

Correcta.



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