jueves, octubre 06, 2011

BIENVENIDOS AL SUR

Decía Freud que mediante el humor se podía decir hasta la verdad.

Para el clínico y pensador austriaco, aunque por estos bailes de la geoestrategia europea nacido en territorio de la actual República Checa, el humor era una de las formas de que lo inexpresable disponía para ser expresado... y también para expresarse.

El humor es un vehículo constructivo para expresar la diferencia, aquello que distancia al ser dicho porque seguramente jamás debe ser pronunciado.

Y realmente jamás nos reímos de nada que no nos afecta o importa. Porque la risa siempre aparece en esos espacios de fricción entre las diferencias en que nuestro estar se ve comprometido por el punto de vista propio o ajeno, buscando engrasar y hacer funcionar las dinámicas de convivencia.

"Bienvenidos al sur" hace humor con esas diferencias poniendo en foco los estereotipos que separan a los estirados y sofisticados italianos del norte de los desmañados y básicos italianos del sur y lo hace con gracia, sobre un relato bastante tópico y previsible de enamoramiento hacia aquello que en un principio se odia. El estereotipo se sublima destacándose únicamente sus aspectos positivos rimando esta presentación con un pastoril discurso de arcadia en contacto con unas esencias que hasta el momento resultaban desapercibidas.

Nada nuevo bajo el sol, pero y como ese conocido (casi nunca amigo) que es entretenido pero no demasiado interesante, "Bienvenidos al sur" termina cayéndonos bien.

Resultando, al final y después de todo, entretenida.