jueves, abril 15, 2010

INOLVIDABLE

Akira Kurosawa's Ran



Such is the way of the world...

miércoles, abril 14, 2010

FUGA DE CEREBROS

Vuelve Enric González... Entre tanto Garzón y Gürtel, por fin un poco más de belleza y sentido común.

Personalmente, entiendo que es un desperdicio mandarle a Jerusalén para que escriba sobre la carne y la sangre del eterno desencuentro entre israelíes y palestinos teniendo como tenemos los españoles el nuestro... casi 40 años después, intentando desesperadamente que todo sea como si nada hubiera sucedido.

Seguro que con su talento nos ayudará a entender un poco más ese territorio y los seres humanos que lo habitan.

Pero es una lástima que no esté aquí, engrosando las filas de esa tercera españa que lo flipa con las otras dos, principalmente y sin entrar en detalles con su obsesión por seguir existiendo. Probablemente nos ayudaría a comprendernos... aunque quizá sea precisamente éso lo que no interese.

El ruido y la furia en este mundo que parece menos bárbaro de lo que en realidad es ganan como casi siempre.

Fronteras movedizas es la primera entrada de su blog y para muestra un botón:

"El escritor israelí Amos Oz dijo que existían dos tipos de solución para el conflicto: la shakespeariana y la chejoviana. En las obras de Shakespeare acaba triunfando la justicia y resplandeciendo la verdad, pero no queda vivo nadie. En las obras de Chejov los protagonistas sobreviven, condenados a lamentar sus errores y a añorar lo perdido."
RETRATO ROBOT





















Muy grandes... muy, muy, pero que muy grandes...
Las desvencijadas glorias del nuevo día
te saludan desde el olvidado sueño de su herrumbre.
Por un momento olvidas las negras alas
de los qués, los cuándos y los cómos.
Te detienes bajo la dudosa luz del sol.
Su calor es tibio... pero la incertidumbre
de su volátil abrazo te basta.
Apenas unos segundos...
tu escuálido porvenir te aguarda.

sábado, abril 10, 2010

TOM WAITS

Fannin street...





"You'll be lost and never found..."
La ciudad está llena de oficinistas
desvestidos de la habitual piel suya de cada día,
desnudos y entregados a la afilada luz del sol,
con todos los sentidos abiertos de par en par
al rocío de la más perfecta de las mañanas,
despertándose de las opacidades,
buscándose las transparencias,
esperándose impacientes
y sin terminar nunca de llegar
como personajes de una obra teatral de vanguardia,
deseando tener algo más que un reloj
gobernando el inmóvil balcón de sus almas,
suspirando por un poco de brisa
que haga del horizonte algo más que una línea recta,
un cuerno de la abundancia
de cuya profundo e inexplicable seno
incesantes, las posibilidades manan.
En un mundo perfecto, el actual líder de nuestro principal partido de la oposición estaría acabado... Pero en una sociedad carente de estándares y de memoria, esa capacidad para el olvido -directamente relacionada con una absoluta incapacidad de definir qué es lo importante y dónde está el límite- es un factor que no debe pasarse por alto.
Y la guinda no es que Bárcenas, el hombre que iba y venía por todo el espacio y el tiempo de nuestra política con maletines llenos de billetes de 500 euros, decida ahora pagar su propia defensa, declinando la proporcionada por el partido durante todo este tiempo, sino el párrafo final del comunicado donde así lo pone de manifiesto, agradeciendo la confianza depositada en él " a lo largo de estos años"... Y todos estamos seguros de que si la justicia no le hubiera atrapado en su presuntidad, le estaría agradecido aún más.
Y es curioso como una intrascendente fórmula de cortesía con la que se cierran un millón de comunicados puede, en realidad, encerrar tanto significado... Con lo que ha debido costar obligar a Bárcenas a firmar ese comunicado, pactar el contenido seguro que, desde un punto de vista de la relatividad de los esfuerzos comparados, se antojaba una estupidez innecesaria. Pero, por ahí, Bárcenas, desde su personal concepción de las cosas, sigue mostrando sus fauces a quién cree que despreocupadamente puede acariciarle el lomo.
En un mundo perfecto, el actual líder de nuestro principal partido de la oposición estaría acabado, pero, en el real, tengo claro que otras más esenciales están absolutamente terminadas... o por empezar.
GALACTICA

El comienzo de esta segunda temporada de "Galáctica" está haciendo que me pregunte por qué diablos me gustó la primera.

El desplazamiento del foco narrativo desde el misterioso plan que tienen los inquietantes cylones hasta las centrípetas intrigas que suceden en el seno de la flota de humanos supervivientes se me antoja un espantoso error... No se si estratégico, pero sobre todo táctico porque el despliegue argumental resulta tremendamente manido y vulgar: amores en conserva, una lady macbeth de plástico, conspiraciones transpiradas, escuálidos y lánguidos coroneles Kurtz, profetas de galleta china...

No se yo... pero quizá no pasaba nada si los cylones consiguiesen exterminarles. Eso salía ganando toda la galaxia y sobre todo nosotros, los terrestres. Porque si definitivamente encuentran el camino de regreso a la Tierra, la madre de todas las colonias, ya vamos aquí lo suficientemente servidos de chorripántica falta de imaginación.

Y en cuanto al plan de los cylones, me temo lo peor... seguramente una especie de marina d'or de ingeniería social.

Pero no hay que desesperar... Puede que todo forme parte del plan...

miércoles, abril 07, 2010

SOUL KITCHEN

La vida es bella cuando te la cuenta alguien que así lo cree y "Soul Kitchen" es una de esas películas producidas desde el entusiasmo general hacia "eso" que llamamos vivir.

La película gira en torno a Zinos, propietario de un restaurante llamado "Soul Kitchen" y de todas las personas que cuyos destinos giran a su alrededor, especialmente su novia Nadine cuyo proyecto vital parece estar a miles de kilómetros del restaurante donde Zinos pone todo su esfuerzo.

"Soul Kitchen" es una especie de vertiginosa montaña rusa que nos muestra la divertida caída de Zinos en los abismos del fracaso siempre acompañado de un molesto dolor de espalda que, como su vida, va complicándose y agravándose más y más. Pero la película no se detiene en el desastre sino que, a partir de ese momento, compone una nueva realidad alternativa, distinta, cuyos mimbres el espectador ha visto aparecer en distintos momentos del desplome de Zinos y a los que el protagonista se agarrará para remontar el vuelo recomponiendo una nueva realidad en la que hay pervivencias, transformaciones y ausencias con respecto al anterior paisaje... que Zinos no parece echar mucho en falta.

Y este es el principal atractivo de "Soul Kitchen", la puesta en obra del hecho evidente de que la vida siempre continúa y que siempre nos suministra los materiales con los que seguir... si es que estamos dispuestos a verlos.

Y todo contado de una manera brillante, dinámica, desenfadada incluso en los momentos más dramáticos haciendo de "Soul Kitchen" una de esas historias llenas de optimismo y "buen rollo", que el espectador recuerda siempre con cariño.

Buena.

domingo, abril 04, 2010

THE YAKUZA

Ya he puesto por escrito más de una vez mi admiración por esta película de Sidney Pollack.

Seguramente en otras ocasiones no he puesto suficiente énfasis en una cualidad de la película que, por extensión, es una cualidad siempre presente en el buen cine.

Por paradójico que parezca ya que el cine se basa en la incontastable evidencia de la imagen, una de las principales cualidades del buen cine es precisamente transmitir al espectador la duda sobre esa evidencia que está viendo. Lo que se sugiere, lo que no se cuenta de forma evidente son aspectos que enriquecen las imágenes aportandolas un valor extra de significado que el espectador sólo puede intuir.

Y al final la ligazón que mantiene atados a los tres personajes principales, Harry Kilmer (Robert Mitchum), Eiko (Keiko Ishi) y Tanaka Ken (Ken Takakura), es un acontecimiento de su pasado que el espectador, poco a poco, va reconstruyendo a base de miradas, palabras a medio decir e intuiciones en un suspense emocional pocas veces repetido en otra película que el que les escribe recuerde.

Por encima de la trama de ajuste de cuentas que es la superficie sobre la que se desarrolla la historia subyace el candente magma de una historia que mantiene irremediablemente unidos a los tres personajes en una red de acciones y omisiones terriblemente complicadas por el abismo cultural que separa el occidente del Japón y que les convierte en emocionantes esclavos del propio pasado.

Un abismo que en un imposible gesto de agradecimiento y perdón, y al comprender el verdadero sentido de esa melancólica trama que les une y atrapa, Kilmer intentará suturar como si de una abierta herida se tratara realizando un gesto lleno de simbolismo que implicará la entrega de una parte de sí mismo a cambio de la libertad de los tres.

Siempre maravillosa.
JANIS JOPLIN

Little girl blue...



Paralelismos entre la crítica que la Escuela de Frankfurt hace a la sociedad moderna occidental a través del binomio razón instrumental-razón final y la crítica que desde la perspectiva hinduísta René Guenon hace en su libro "Estudios sobre el hinduismo" a la misma sociedad occidental:

1
"En aquellas de nuestras obras a las cuales hemos hecho alusión anteriormente, hemos expuesto que la contemplación es superior a la acción, como lo inmutable es superior al cambio. No siendo la acción más que una modificación transitoria y momentánea del ser, no podría tener en ella misma su principio y su razón suficiente; si no se enlaza con un principio que está más allá de su dominio contingente, no es más que una pura ilusión; y ese principio del cual saca toda la realidad de la que es susceptible, y su existencia y su posibilidad misma, no puede encontrarse sino en la contemplación o, si se prefiere, en el conocimiento."
(Estudios sobre el hinduismo, René Guenón)

Toda acción necesita un sentido al que referirse y en el que circunscribirse.

2
"Ello es precisamente lo que ignoran los occidentales modernos que, del conocimiento, no consideran más que un conocimiento racional y discursivo, luego indirecto e imperfecto, lo que se podría denominar un conocimiento por reflejo, y que, cada vez más, no aprecian incluso este conocimiento inferior sino en la medida en que puede servir directamente a fines prácticos; comprometidos en la acción hasta el punto de negar todo lo que la sobrepasa, no perciben que esta acción misma degenera así, por falta de principio, en una agitación tan vana como estéril."
(Estudios sobre el hinduismo, René Guenón)


Es el olvido de las finalidades en favor de lo instrumental.

3
"...el dominio de la acción es el mundo exterior; pero este poder no es nada sin un principio interior, puramente espiritual"
(Estudios sobre el hinduismo, René Guenón)

Lo instrumental precisa de una finalidad para tener sentido, de lo contrario se convierte en una pura mecánica técnica de consecución de objetivos que se perpetúa a sí misma en un aparente final de la historia en que sólo cuenta lo cuantitativo.

4
"No es menos cierto que hay ahí un peligro que, a pesar de todo, tiene el riesgo de agravarse, al menos transitoriamente; el "peligro occidental" no es una palabra vana, y el Occidente, que es él mismo su primera víctima, parece querer arrastrar a la humanidad entera en la ruina de la cual está amenazado por sus propias faltas. Este peligro es el de la acción desordenada, por estar privada de su principio; tal acción no es en sí misma sino una pura nada, y no puede conducir más que a una catástrofe. "
(Estudios sobre el hinduismo, René Guenón)

El imposible de la constante aplicación de tácticas sin que exista una auténtica estrategia de presencia en el mundo que no vaya más allá del progreso material de la sociedad.

Y esa es la gran trampa que impide un pensamiento alternativo a la sociedad en que vivimos. El mundo de la sociedad industrial es un mundo hecho a la medida del animal que todos llevamos dentro. Todo está encaminado a que la bestia esté tranquila, confortable, bien alimentada, caliente, dando rienda suelta a su inagotable deseo y cualquier planteamiento cuestionador supone la sombra de una amenaza contra ese bienestar de las cosas producidas en mayor cantidad que en ninguna época de la historia humano, un bienestar por el que los seres humanos estamos sacrificando todo aquello que no es estrictamente animal dentro de nosotros.
El resultado es una sociedad cada vez más mecánica y animalizada, una acomodada sociedad del placer en el que conceptos tan básicos como el sacrificio y el esfuerzo empiezan a tener mala prensa.
Una sociedad bajo cuya apariencia sucede la misma jungla de siempre, una jungla de imágenes y símbolos donde existen invisibles y estructurales relaciones de poder bajo las que los humillados y ofendidos son los mismos humillados y ofendidos de siempre, ciudadanos respetables con los mismos derechos hasta que las cosas se complican y la cadena siempre termina rompiéndose por el mismo lado, el suyo.
Desde el punto de vista de lo material: prestamos e hipotecas, casas y coches, tarjetas de crédito e intereses, bolsas llenas de cosas...
Desde el punto de lo final, pura ilusión de deseo interminable e infinito, constante insatisfacción con lo que se tiene y eterna intención de querer más... más rápido, más grande, más alto.

Y esa materialidad anestesia la mirada desgastando sus filos.

Sólo la espiritualidad, las ética laica o religiosa de las finalidades, puede poner límites, circunscribir el deseo dentro de una voluntad, dentro de un sentido y un plan, pero el sistema capitalista de consumo nos quiere desprovistos de finalidades, indefensos como demanda ante su incesante oferta que sin ningún sentido ni propósito que el continuar acumulando se auto perpetúa.

Y en este sentido no hay nada más importante que el sacrificio y el esfuerzo, porque la ética de las finalidades implica una ascética, una depuradora lucha que pone límites al deseo fijando en cada momento lo que de verdad somos y, como consecuencia de ello, lo que de verdad queremos... Y no al revés, cuando desordenada y proteicamente somos lo que queremos.
Magnífico artículo de antropología hispánica actual (una vez más) a cargo de Javier Marías... El país que perdió el humor...

"Es sorprendente, así pues, que en esta época mucho más afortunada y menos sombría esté proliferando un tipo de español solemne, envarado, ceñudo, poseído de su rectitud, que no sólo no tolera una chanza ni una exageración, sino que parece incapaz de detectarlas."
(Leer más)
LOS VIKINGOS

No había visto en pantalla grande esta película dirigida en 1955 por el hábil artesano Richard Fleischer, pero durante estas vacaciones he tenido ocasión de hacerlo en el ciclo que la Filmoteca del Circulo de Bellas Artes le dedica.

Rodada en Cinemascope y magnificamente fotografiada por el maestro Jack Cardiff, "Los Vikingos" es un relato de aventuras en toda la extensión de la palabra. Hay un héroe, Eric (Tony Curtis) convertido en esclavo y borrado del mundo y de su derecho a heredar la corona del reino de Northumbria y serán los vikingos, aquellos que la han esclavizado quienes le ayudarán a recuperar su destino y con él a la mujer que ama.

Por encima de todo, los vikingos es una película atmosférica, en el que el paisaje es protagonista principal... Los inmensos fiordos de paredes cortadas a pico deben resultar espectaculares vistos en el Cinemascope original... Y dentro de ese paisaje lo que se nos muestra es a esos vikingos cuyo nombre da título a la película como los principales y auténticos protagonistas de la historia. Su modo de ser, su modo de hacer, su manera de juzgar las cosas...

Desde la ficción, la película busca un cierto componente documental. Mostrar al ojo curioso del espectador el estilo de vida de ese terrible pueblo del Norte y para ello utiliza como eje vertebrador la historia de Eric y su enfrentamiento con el impulsivo y brutal Einar (Kirk Douglas).

La historia reúne los elementos básicos para funcionar. Se mueve dentro del cliché, pero lo hace una forma adecuada: Hay un héroe que tiene un destino y en el camino que le lleva a él van apareciendo una serie de coadyuvantes y oponentes que crean la tensión precisa para que los esfuerzos del protagonista tengan la mínima emoción y el mínimo interés como para que la mirada del espectador se sostenga sobre la pantalla.

No olvidemos que se trata de cine de aventuras mainstream, similar a cualquier buena película que hoy pudieran hacer Michael Mann, Steven Spielberg o Michael Bay y, aunque el paso del tiempo tiende a convertir cualquier objeto en una magdalena proustiana, no hay que perder la perspectiva... "Los Vikingos" no deja de ser un producto industrial de entretenimiento (el de nuestros padres y abuelos), mucho más cercano al producto de calidad que al clásico del cine concebido como arte.

Y como tal también tiene sus limitaciones que principalmente tienen que ver con la falta de profundidad en la carne de muchos personajes, que se limitan a reposar sobre su carácter arquetípico esperando que el público ponga lo que falta y, si quiere, se implique en sus emociones más o menos intensas, así como con un desarrollo mecánico, ajustado y funcional del relato. Ambas cosas impiden que, con las shakesperianas posibilidades de sus mimbres, la película trascienda y emocione más de lo imprescindible. Siendo precisamente estas carencias las que colocan a "Los vikingos" un paso por detrás de verdaderos clásicos de aventuras como "El Mundo en sus manos" de Raoul Walsh o "Tierra de faraones" de Howard Hawks.

Medalla de Plata.

sábado, abril 03, 2010

SOL RUIZ & LA MONGOOSE BAND

Wrecking ball...











THE WEST WING

Termino de ver la séptima y última temporada de "The west wing" y si hay algo que tengo claro es que se trata de una obra monumental, una de las mejores series de la mejor época que este género ha vivido en la historia de la ficción en televisión.

Y no sólo por el interés y emoción de las historias, por la profundidad y atractivo de los personajes, por la calidad de la puesta en escena, sino también por la idea que representa. Porque el principal atractivo del "Ala Oeste" es habernos mostrado durante siete temporadas la maravilla de la política, de la gestión de la cosa pública, cuando es llevada a cabo por aquellos que en verdad son los mejores de nosotros. Y en este sentido, los personajes resultan demasiado perfectos, demasiado buenos y el exceso, como apunté en algún post anterior, me produce un cierto rechazo. Pero tengo que reconocer que ese rechazo debe quedar subsumido bajo el peso de un bien mayor, el sentido moral del DEBER SER.

No hay sistema que funcione sin personas de calidad que los hagan funcionar. Individuos que de forma natural actúen como el inagotable libro de la teoría exige que hagan, incluso una vez se ha cometido el error.

Las sociedades no sólo necesitan palabras, sino también y fundamentalmente ejemplos, acciones que encarnen esas palabras y las conviertan en la verdad que ya eran antes, aunque sólo de forma potencial.

Ninguna palabra es real hasta el momento que, de una forma u otra, se convierte en hechos que la respaldan. Y en este momento siempre recuerdo la frase que pronunciaba el viejo Jean Marais en la pelicula de Bernardo Bertolucci "Belleza robada"... "No existe el amor, sólo actos de amor". No existen palabras con valor si no hay acciones que las respaldan ni tampoco acciones que merezcan la pena si el sentido de unas palabras pronunciadas no las respalda.

Todo lo demás es ruido y furia, el animal humano tomando posesión de nuestro actuar en el mundo.

Como escribe Aristóteles:

"Y la razón por la que el hombre es un animal político (zôon politikón) en mayor grado que cualquier abeja o cualquier animal gragario es evidente. La naturaleza, en efecto, según decimos, no hace nada sin un fin determinado; y el hombre es el único entre los animales que posee el don del lenguaje. La simple voz, es verdad, puede indicar pena y placer y, por tanto, la poseen también los demás animales -ya que su naturaleza se ha desarrollado hasta el punto de tener sensacones de lo que es penoso o agradable y de poder significar esto los unos a los otros-; pero el lenguaje tiene el fin de indicar lo provechoso y lo nocivo y, por consiguiente, también lo justo y lo injusto, ya que es particular propiedad del hombre, que lo distingue de los demás animales, el ser el único que tiene la percepción del bien y del mal, de lo justo y lo injusto y de las demás cualidades morales, y es la comunidad y participación en estas cosas lo que hace una familia y una ciudad-estado."
(Política, Aristóteles)

La verbalización de lo que es justo o bien no conlleva otra cosa que su realización. Y la política no es otra cosa que la gestión de lo social desde esa perspectiva de lo que se considera bueno y correcto.

Nada más importante ni más sagrado... al menos en su teoría que luego la realidad llega siempre con sus apremiantes imperfecciones que jamás nos hacen estar a la altura.

Pero los ejemplos deben existir en su inalcanzable condición apolínea y "The west wing" no hace otra cosa que mostrarnos personajes empeñados en la realización de lo que cada uno de ellos considera correcto, idealizando,en un mundo donde cada vez se toman con distanciamiento cínico más cosas, uno de los aspectos más esenciales para su gestión.

Y la política por encima de un puesto de trabajo es una vocación y un servicio. Concebirla como un trabajo más y pensar que el político es uno más entre nosotros es otro síntoma a añadir al cuadro clínico de nuestra decadencia como sociedad.

viernes, abril 02, 2010

DIOS Y LA NUEVA FÍSICA

Ya he escrito en alguna ocasión las sorprendentes coincidencias, en el sentido con que Jung convertía a las casualidades en afinidades electivas, que suceden entre la física y la religión.

Un ejemplo de la existencia de estas afinidades electivas es "Dios y la nueva física" escrito por el físico australiano Paul Davies.

El objetivo de Davies es ambicioso... Pasar revista al panorama de la física actual buscando el lugar que la idea de Dios puede ocupar en la nueva imagen del mundo que se deduce del trabajo de aquella.

Interesante propósito, entre otras cosas, por invertir la dirección de la relación entre ciencia y religión. Ya no se trata de cómo encaja la ciencia en un mundo definido por la religión sino cuál puede ser lugar de la religión en un mundo definido por la ciencia.

Interesante propósito, entre otras cosas, por no pagar a la religión con la misma moneda con la que ésta ha venido pagando el trabajo de los científicos.

El libro se estructura en 17 capítulos cada uno de ellos centrados en aspectos claves de la investigación científica: le génesis del universo, el origen de la vida, la estructura fundamental de la materia, los agujeros negros, el fin del universo... Y todos ellos desde la perspectiva de encontrar un lugar en todo el aparataje de hipótesis y teorías que ha venido generando la física para una explicación holística y finalista como la religiosa.

Tengo que decir que todos los capítulos han tenido para miel mismo nivel de interés, si bien el atractivo del libro de forma general es incuestionable... aunque sólo sea, si uno no busca a Dios y prefiere que Dios le busque a él (como es mi caso), por la atractiva composición del paisaje de la Física actual, incluyendo nuevas tendencias y desafíos.

En cuanto a Dios y su presunta capacidad creadora, el libro arroja pasmosos planteamientos que podrían llegar a explicar incluso ideas tan aparentemente poco cientíticas como la creación de algo desde la nada (que nunca es tal si uno hace caso a la física cuántica):

"Según este original argumento, el Cosmos entero surge de la nada, en completo acuerdo con las leyes de la física cuántica, y crea sobre la marcha toda la materia y la energía necesarias para construir el Universo que vemos en la actualidad. Explica, por tanto, la creación de todas las cosas físicas, incluyendo el espacio y el tiempo. En lugar de postular una singularidad desconocida para poner en marcha al Universo (ver capítulo 2), el modelo del espaciotiempo cuántico intenta explicar todas las cosas dentro del contexto de las leyes de la física. Se trata de una hipótesis impresionante. Estamos acostumbrados a la idea de "dar para recibir", pero la idea de obtener algo a cambio de nada (o a partir de nada) nos resulta extraña. Sin embargo, el mundo cuántico produce rutinariamente algo a cambio de nada. La teoría nos dice que gracias a la gravedad cuántica podríamos obtener todas las cosas a cambio de nada. Hablando sobre el tema, el físico Alan Guth señaló: «Se dice a menudo que "en el fondo nadie regala nada". El Universo, sin embargo, es un regalo genuino.»"
(pp, 186)

Y en este aspecto, las cosas tal y como las conocemos no necesitan en su origen de una voluntad creadora que con su palabra haga que todo sea lo que es.

Otra cosa muy diferente de la acción que supone la concreción en acto de lo que es sólo potencia, es la definición de esa propia potencialidad.

Porque la gran pregunta que queda pendiente de la lectura del libro de Paul Davies es porqué el universo se rige por estas leyes y no otras:

"Pero ¿qué podemos decir de las leyes? Deben estar "ahí' al comienzo para que el Universo pueda surgir. La física cuántica debe existir (en algún sentido) a fin de que una transición cuántica pueda generar el Cosmos. Muchos científicos creen que preguntarse por qué las leyes de la física son las que son no tiene ningún sentido, o al menos no es una pregunta que pueda responderse en términos científicos. Otros han razonado "antrópicamente", sosteniendo que las leyes deben ser tales que admitan observadores. Sin embargo, existe otra posibilidad más remota. Quizá las leyes (o la superley definitiva) emergerán de un único principio físico lógicamente posible"

Sin afirmarlo taxativamente Davies deja abierta la posibilidad de una posible organización de las leyes que rigen nuestro mundo tras la cual se esconda una inteligencia creadora. No se cierra en banda a la posibilidad de intentar intuir la naturaleza y extensión de todo el bosque en lugar de internarse en él identificando la naturaleza de cada árbol.

Y esas explicaciones holísticas, son afirmaciones que poco difieren en su naturaleza de lo que un creyente pueda firmar de la naturaleza de un mundo que, como decía el escritor, es ancho y ajeno.

jueves, abril 01, 2010

DAVID BOWIE

Memory of a free festival...





INDIGÈNES

Cómo empezar...

Uno de los grandes inconvenientes de enterrar a Marx (como también se ha enterrado el pensar de personajes tan lúcidos como Nieztsche o Freud) bajo la duda de la mayor o menor adecuación de su pensamiento a los nuevos tiempos de este ahora totalitario y consumista mundo es olvidar el gesto esencial que supone su obra por encima de los detalles y rigores de su pensamiento.

Con mayor o menor acierto en el despliegue de la obra de cada uno de ellos, la principal moraleja que nos legaron estos pensadores es la necesidad de cuestionar la realidad en la que vivimos en sus aspectos más esenciales y estructurales.

La realidad siempre es una realidad para algo. Nunca existe porque sí.

Y hoy nadie cuestiona la realidad en la que vivimos. Desde un punto de vista del pensamiento, el fin de la historia es real. La crítica se ha convertido en un mero reformismo progresistas que, desde lo tecnocrático, busca pulir detalles, sin atacar causas esenciales.

No hay un cuestionamiento global del mundo en que vivimos... Y esta conclusión puede que aparentemente no tenga mucho que ver con una película que narra las injustamente olvidadas peripecias de los soldados magrebíes que lucharon en el ejército francés durante la II Guerra Mundial, pero sí lo tiene.

Al mostrar la injusticia del no reconocimiento del sacrificio que esos hombres hicieron por la que era entonces su madre patria, "Indigènes" está mostrando de forma clara la existencia de una realidad compleja cuyo intrincado entramado incluye estructuras de dominación que se manifiestan única y exclusivamente como modos de injusticia y explotación.

Sospechar de la realidad es la principal responsabilidad de la crítica política y social... sospechar de la palabra patria y de aquellos que la pronuncian antes de mandar a los soldados magrebíes a luchar por una bandera y un estilo de vida que no les respeta (pero que les necesita), pero también sospechar, ahora, de la palabra democracia y de aquellos que la pronuncian con demasiada frecuencia.

Si hay algo que Marx nos enseña es que en todas las épocas ha habido dominadores y dominados, que en todas las épocas los dominadores configuran las estructuras sociales y políticas sobre la base de su poder real para sacar ventaja del resto, que se convierte en simples piezas de la maquinaria.

Y las enmiendas no sólo atañen a concretas y determinadas partes.

La sociedad de consumo en que vivimos es la más perfecta estructura de dominación que vieron los siglos y lo es porque traslada la dominación al interior del propio individuo y lo es porque todos nos pasamos los unos a los otros el papel del víctima y el papel de verdugo y lo es porque, aunque casi siempre perdamos, siempre existe la posibilidad de ganar.

El campo de batalla se traslada de lo sociológico a lo psicológico. Al animal que todos llevamos dentro se le brinda la posibilidad se sentirse seguro, tranquilo y a salvo... y esa posibilidad siempre está ahí, aunque no se cumpla pendiente de la ficción de que el esfuerzo sincero y verdadero siempre será premiado... como el esfuerzo de los soldados magrebíes que, al final, terminan siendo utilizados por una estructura de dominación que utiliza las más hermosas palabras para halagar su deseo: la lejana e inaccesible Francia os necesita a vosotros pequeños agricultores del interior de Argelia. Y lo cierto es que, cuando las cosas se ponen complicadas, siempre hay clases. Al final, siempre hay un abajo y en ese abajo están los mismos de siempre, los humillados y los ofendidos cuyos zapatos siempre están manchados de barro... Pero esa es otra historia...

Volviendo a la película, "Indigènes" es un estupendo relato que cumple la función de salvar del olvido la contribución que aquellos humillados y ofendidos hicieron para el restablecimiento de un sistema que, en contrapartida, jamás ha querido reconocerles el esfuerzo de carne y sangre que sobre los campos de batalla de Africa y Europa hicieron.

Narrada desde la diferentes perspectiva de cuatro soldados de origen magrebí, "Indigènes" es el relato sobrio y ajustado de un drama que, de forma irónica, sucede en el mismo corazón de una epopeya, la de la lucha de las democracias contra el fascismo. Y, en este sentido, queriendo o sin quererlo, resulta pasmosamente reveladora.

Como si de una parábola bíblica se tratara, fascismo y comunismo absorbieron sucesivamente (y no sin razón) todos los pecados del siglo XX, permitiendo la erección de una imagen límpida y pura de las democracias occidentales capitalistas que ha hecho imposible toda crítica estructural sobre un determinado estilo de vida. Con la caída del muro de Berlín, Occidente desesperadamente ha corrido en busca de un antagonista y lo ha encontrado en las extensiones extremas del Islam. Necesitamos constantemente evocar a los comunistas y a los fascistas, especialmente a estos últimos, y probablemente lo hacemos porque contra ellos vivíamos mucho mejor, sin tener que asomarnos al espejo de nuestras propias contradicciones por estar constantemente ocupados en defender tanto en la teoría como en la práctica las bondades de nuestro estilo de vida frente a aquellos que acechan entre las sombras.

Y, en este sentido, resulta reveladora por paradójica la historia de estos soldados magrebíes a los que la Francia responsable de uno de los grandes hitos generadores del modo de vida occidental ignora en la larga cena de las recompensas y los elogios.

Extraordinaria.
La ciudad está llena de oficinistas
que interminablemente se palpan los bolsillos
en busca de la moneda que siempre les falta
para pagar el envenenado precio asequible
que según la fría mecánica
de los coeficientes y las tablas
se supone deben pagar.