TAN LEJOS, TAN CERCA
Wim Wenders terminaba "El Cielo sobre Berlín" con un "continuará" que efectivamente culmina con esta "Tan lejos, tan cerca" realizada en 1993.
Para contar "Tan lejos, tan cerca", Wenders reproduce la misma estructura narrativa... Si en "El cielo sobre Berlin" era Damiel (Bruno Ganz), el angel que siente tanta curiosidad por la mortalidad como para acabar siendo mortal, ante la sorprendida mirada de su compañero Cassiel (Otto Sander), en "Tan lejos, tan cerca" es Cassiel quién acaba siendo mortal.
El viaje de Cassiel será similar en sus comienzos, la fascinación por los pequeños detalles, por sentir la luz del sol, los cambios que acarrea el paso de tiempo o el modo en que la realidad percute contra los diferentes sentidos produciendo una percepción de las cosas que tan bien narraba Peter Handke en "El cielo sobre Berlin" forman parte de la experiencia de Cassiel, pero su viaje a la postre no será tan exitoso.
"Tan lejos, tan cerca" ofrece un planteamiento más pesimista que su predecesora.
Si la curiosidad por la vida que Damiel sentía tiene su origen y su final en el amor que siente por la trapecista Marion, convirtiendo su tránsito desde la inmortalidad hasta la mortalidad en un viaje hacia el amor, el tránsito de Cassiel será precisamente lo contrario: un viaje hacia el desamor en un sentido amplio. Porque en el Berlin unificado en cuya realidad sin muro Cassiel cae, el ángel chocará con otro muro, invisible pero tan impenetrable como el real ya caído.
Cassiel descubrirá con dolor un mundo en el es imposible hacer el bien y experimentará una caída a la oscuridad de los infiernos de la que sólo saldrá al final, haciendo el bien y salvando por segunda vez a la niña cuya primera salvación dio lugar al viaje que le hizo humano, en un acto de redención que cerrará su trayecto devolviéndole a la misma eternidad de la que salió.
Si "El cielo sobre Berlín" era una película sobre la esperanza en la vida y en las infinitas posibilidades que ofrece. "Tan lejos, tan cerca" es una película desesperanzada, construida en torno a una decepción en torno al camino que ha tomado la ciudad alemana una vez que ha caído ese muro cuya presencia, se suponía, impedía esa esperanza.
Y en este sentido la mirada de Wenders rechaza ese mundo capitalista que convierte todo en valor de cambio y convierte a Cassiel en una especie de Jesucristo que envía a la tierra narrativa para ser crucificado y ofrecer a quién quiera verlo la posibilidad de salvación contemplando su último y valeroso acto de generosidad.
A la sombra de "El cielo sobre Berlin", "Tan lejos, tan cerca" oscurece, pero por si misma, y obviando la comparación con una obra maestra, tiene un atractivo propio y especial que conforme envejezco voy descubriendo y apreciando más.
Conforme va pasando el tiempo, este Berlín poético y metafísico que Wenders nos presenta se convierte más y más en la capital mundial de una mentira que destruye lo mejor de nosotros mismos mientras nos ata desesperadamente a las cosas.
No es ninguna tontería "Tan lejos, tan cerca"
domingo, abril 15, 2012
sábado, abril 14, 2012
miércoles, abril 11, 2012
"Sí. La lucha de clases atraviesa el pueblo en sí mismo, a cada trabajador, porque el capital ha conseguido crear la ilusión de que todo el mundo era un poco capitalista, de que todos éramos burgueses; una ilusión que podía interiorizarse a través de pequeñas cosas concretas como el pequeño accionariado, el acceso a la propiedad… Ese fue el punto central del discurso de Nicolas Sarkozy hace cinco años cuando ganó las elecciones: construir una Francia de propietarios, en la que el éxito individual siempre es posible y en la que todos somos burgueses. Esto es lo que constata la pareja de personajes protagonistas de mi película cuando se preguntan ¿qué pensarían aquellos jóvenes que éramos nosotros acerca de aquello en que nos hemos convertido? Y se responden: que somos unos burgueses, que parecemos unos burgueses. Y sin embargo esta pareja posee bien poco; ha tenido dos cosas importantes: un sueño y el trabajo. Hoy, la nueva generación no tiene ni trabajo ni un sueño."
(Entrevista a Robert Guédijian, El País)
(Entrevista a Robert Guédijian, El País)
martes, abril 10, 2012
lunes, abril 09, 2012
IRA DE TITANES
Tras "Furia de Titanes" llega esta nueva entrega que nos ocupa titulada "Ira de Titanes" que ofrece una calculada y esmerada variación sobre el mismo tema expresado en su predecesora que resulta por momentos entretenida.
Las paredes del Tártaro que mantienen retenido al Caos se derrumban y los dioses recurren al semidios Perseo para que les ayude a salir del entuerto. Y bueno... hay mucha acción, bastantes efectos especiales, un camino a seguir y un héroe dispuesto a seguirlo, pero al final me da hasta un poco de pereza escribir sobre ella, demasiado mecánica y siempre previsible, las aventuras de Perseo terminan por dejar de interesar.
Personajes esquemáticos, motivaciones de galleta de la fortuna, envueltos en un entorno sinfónico que los sepulta con una masiva riqueza visual no destinada a relatar sino a apabullar.
No se... Quizá el titulo más adecuado fuese "Escabechina de Titanes" porque la verdad es que el Olimpo queda hecho un solar
Aceptable (menos)
Tras "Furia de Titanes" llega esta nueva entrega que nos ocupa titulada "Ira de Titanes" que ofrece una calculada y esmerada variación sobre el mismo tema expresado en su predecesora que resulta por momentos entretenida.
Las paredes del Tártaro que mantienen retenido al Caos se derrumban y los dioses recurren al semidios Perseo para que les ayude a salir del entuerto. Y bueno... hay mucha acción, bastantes efectos especiales, un camino a seguir y un héroe dispuesto a seguirlo, pero al final me da hasta un poco de pereza escribir sobre ella, demasiado mecánica y siempre previsible, las aventuras de Perseo terminan por dejar de interesar.
Personajes esquemáticos, motivaciones de galleta de la fortuna, envueltos en un entorno sinfónico que los sepulta con una masiva riqueza visual no destinada a relatar sino a apabullar.
No se... Quizá el titulo más adecuado fuese "Escabechina de Titanes" porque la verdad es que el Olimpo queda hecho un solar
Aceptable (menos)
sábado, abril 07, 2012
"A partir de aquí podemos fechar el comienzo de su descarrío; porque al observar las costumbres licenciosas del clero (tan distintas de la regularidad observada en los eclesiásticos franceses), el lujo de la corte papal y no hallar en la metrópoli de la iglesia cristiana mas que cáscaras eclesiásticas, empezó a imaginar que toda religión no era otra cosa que un freno para contener a los espíritus débiles, al que los inteligentes se sometían sólo en apariencia."
(Del Capitan Misson. Historia general de los robos y asesinatos de los más famosos piratas, Daniel Defoe)
EL CAMINO DEL GUERRERO
Para ser una de esas películas de usar y tirar que aparecen y desaparecen de las pantallas de los cine, "El camino del guerrero" está bastante bien.
Cansado de luchar en una interminable guerra, Yang decide parar y huir con la que debiera ser la última víctima, la pequeña April. En su huida cruzará el océano hacia los Estados Unidos en busca de un viejo amigo, su rastro le conducirá a un pueblo olvidado y polvoriento donde un grupo de estrafalarios individuos entre los que se encuentra la variopinta "troupe" de un circo.
Allí Yang intentará llevar una nueva vida en el anonimato, pero no podrá escapar ni de la situación presente del pueblo, acosado por una banda de cuatreros que dirige un malvado y sanguinario Coronel, ni tampoco de su pasado, que le perseguirá hasta la mismísima ninguna parte donde se encuentra.
No es nada del otro mundo "El camino del guerrero", pero me me ha resultado entretenida esta enésima revisitación de uno de los mitos clásicos del western: el mito del hombre sin nombre, el jinete pálido o el hombre de la armónica, que llega desde ninguna parte para restablecer un orden perdido valiéndose de sus cualidades especiales como guerrero y una vez hecha la justicia regresar hacia la misma ninguna parte de la que regresó.
En este caso, este hombre sin nombre trae consigo toda una película china de espadachines y la cosa no desentona en las polvorientas arenas que parecen estar a punto de engullir a las personajes.
Curiosa.
Para ser una de esas películas de usar y tirar que aparecen y desaparecen de las pantallas de los cine, "El camino del guerrero" está bastante bien.
Cansado de luchar en una interminable guerra, Yang decide parar y huir con la que debiera ser la última víctima, la pequeña April. En su huida cruzará el océano hacia los Estados Unidos en busca de un viejo amigo, su rastro le conducirá a un pueblo olvidado y polvoriento donde un grupo de estrafalarios individuos entre los que se encuentra la variopinta "troupe" de un circo.
Allí Yang intentará llevar una nueva vida en el anonimato, pero no podrá escapar ni de la situación presente del pueblo, acosado por una banda de cuatreros que dirige un malvado y sanguinario Coronel, ni tampoco de su pasado, que le perseguirá hasta la mismísima ninguna parte donde se encuentra.
No es nada del otro mundo "El camino del guerrero", pero me me ha resultado entretenida esta enésima revisitación de uno de los mitos clásicos del western: el mito del hombre sin nombre, el jinete pálido o el hombre de la armónica, que llega desde ninguna parte para restablecer un orden perdido valiéndose de sus cualidades especiales como guerrero y una vez hecha la justicia regresar hacia la misma ninguna parte de la que regresó.
En este caso, este hombre sin nombre trae consigo toda una película china de espadachines y la cosa no desentona en las polvorientas arenas que parecen estar a punto de engullir a las personajes.
Curiosa.
viernes, abril 06, 2012
LA MEJOR JUVENTUD
Originalmente pensada para la RAI como una serie, pero convertida en dos largometrajes de tres horas para su explotación comercial, "La mejor juventud" es una de esas historias emocionantes y talentosas que todo espectador "profesional" que se precie no debe dejar pasar.
Aunque centrada en la vida de dos hermanos, Nicola y Matteo, "La mejor juventud cuenta de manera general la pequeña gran historia de una familia italiana y su entorno desde la década de los sesentas del pasado siglo XX hasta principios del presente siglo XXI.
El encuentro que ambos hermanos tendrán con Giorgia, una esquizofrénica a quién intentarán salvar del maltrato en un psiquiátrico, será el definitivo acontecimiento generador que lanzará las vidas de ambos hacia delante en la vida y en el tiempo.
A partir de ahí la historia sigue en paralelo las vidas de ambos hermanos así como las vidas de los personajes que les salen al paso en un camino que siempre irá hacia delante haciéndoles más viejos.
Lo mejor que puede decirse de "La mejor juventud" es que es uno de esos relatos autosuficientes, que generan un mundo por sí y en sí mismos, un mundo que no es otra cosa que pura comedia humana en movimiento hecho de pasiones que estallan como chispas en el constante desgaste que siempre supone vivir.
El roce con el propio deseo y con el deseo de los otros, el constante desgaste que supone la propia erosión del tiempo y la secreta erótica de los efectos como único tratamiento paliativo posible contra esa enfermedad incurable que se llama "vivir".
Dentro de esa dinámica además funciona una historia emocionante vivida por personajes interesantes que de cuando en cuando dicen frases hermosas que huelen a sabiduría como cuando Nicola le pregunta a su hija si ella es feliz y con su contestación afirmativa él añade que entonces es el momento de ser generosa y perdonar.
Y todo envuelto en la música de Astor Piazzola
En definitiva, "La mejor juventud" es una joya perdida en el desván de la ficción pasada que merece no ser nunca olvidada... y estoy seguro de que los ojos que la ven siempre la recordarán.
Obra maestra.
Originalmente pensada para la RAI como una serie, pero convertida en dos largometrajes de tres horas para su explotación comercial, "La mejor juventud" es una de esas historias emocionantes y talentosas que todo espectador "profesional" que se precie no debe dejar pasar.
Aunque centrada en la vida de dos hermanos, Nicola y Matteo, "La mejor juventud cuenta de manera general la pequeña gran historia de una familia italiana y su entorno desde la década de los sesentas del pasado siglo XX hasta principios del presente siglo XXI.
El encuentro que ambos hermanos tendrán con Giorgia, una esquizofrénica a quién intentarán salvar del maltrato en un psiquiátrico, será el definitivo acontecimiento generador que lanzará las vidas de ambos hacia delante en la vida y en el tiempo.
A partir de ahí la historia sigue en paralelo las vidas de ambos hermanos así como las vidas de los personajes que les salen al paso en un camino que siempre irá hacia delante haciéndoles más viejos.
Lo mejor que puede decirse de "La mejor juventud" es que es uno de esos relatos autosuficientes, que generan un mundo por sí y en sí mismos, un mundo que no es otra cosa que pura comedia humana en movimiento hecho de pasiones que estallan como chispas en el constante desgaste que siempre supone vivir.
El roce con el propio deseo y con el deseo de los otros, el constante desgaste que supone la propia erosión del tiempo y la secreta erótica de los efectos como único tratamiento paliativo posible contra esa enfermedad incurable que se llama "vivir".
Dentro de esa dinámica además funciona una historia emocionante vivida por personajes interesantes que de cuando en cuando dicen frases hermosas que huelen a sabiduría como cuando Nicola le pregunta a su hija si ella es feliz y con su contestación afirmativa él añade que entonces es el momento de ser generosa y perdonar.
Y todo envuelto en la música de Astor Piazzola
En definitiva, "La mejor juventud" es una joya perdida en el desván de la ficción pasada que merece no ser nunca olvidada... y estoy seguro de que los ojos que la ven siempre la recordarán.
Obra maestra.
jueves, abril 05, 2012
Un farmacéutico se suicida en Grecia a las puertas del parlamento. Ésta es su carta de suicidio:
"El Gobierno de Tsolakoglou ha aniquilado toda posibilidad de supervivencia para mí, que se basaba en una pensión muy digna que yo había pagado por mi cuenta sin ninguna ayuda del Estado durante 35 años. Y dado que mi avanzada edad no me permite reaccionar de otra forma (aunque si un compatriota griego cogiera un kalashnikov, yo le apoyaría) no veo otra solución que poner fin a mi vida de esta forma digna para no tener que terminar hurgando en los contenedores de basura para poder subsistir. Creo que los jóvenes sin futuro cogerán algún día las armas y colgarán boca abajo a los traidores de este país en la plaza Syntagma, como los italianos hicieron con Mussollini en 1945".
Un farmacéutico se suicida en Grecia acosado por la enfermedad y los apuros económicos y un señor en España piensa ésto:
"Pues lo siento mucho por éste señor pero en España miles de personas hacen lo imposible para subsistir incluyendo buscar comida en la basura y contenedores y tienen muchas más ganas de vivir y luchar teniendo mucho menos. Nos fijamos mucho en lo de fuera rasgándonos las vestiduras pero ignoramos (casi siempre intencionadamente) el drama de miles de personas que viven cada día a base de Cáritas y sí, "hurgando en la basura"."
O ésto:
"Y además, esta persona ha restado valor a cada enfermo de cáncer que cada día se levanta agotado (porque la quimio y la radio te dejan sin fuerzas) para ir a recibir su "ración" de pastillas esperando durante horas en el hospital pero luchando cada día, cada minuto y cada segundo por vivir. Repito lo mismo que antes: nos rasgamos las vestiduras por lo de fuera ignorando el drama de miles de familias con más problemas que éste señor. Desde aquí mi apoyo a todas las familias que están pasando lo peor y mi especial afecto para los luchadores y luchadoras que cada mañana se levantan luchando contra la enfermedad."
Victimas cuyo punto de vista no se tiene en consideración hasta el final, hasta después de la muerte.
Y lo único cierto es el dato:
"Entre 2000 y 2008 hubo una media anual de 366 suicidios, una de las tasas más bajas de Europa, según los datos de la Autoridad Griega de Estadísticas. En 2009, 2010 y 2011 las cifras de suicidios aumentaron de forma notable, para situarse, respectivamente, en 507, 622, y 598 hasta el 10 de diciembre de 2011, según un informe de la Policía griega entregado al Parlamento.
Estas cifras suponen un incremento anual de entre el 38 % y el 69 % respecto a la media registrada en los años anteriores."
Y no se qué es más horroroso si esa realidad griega que ya lleva al suicidio a quienes la viven o estas personas en España que piensan cualquier cosa con tal de no reconocer esa realidad y mantener asi la estable paz de sus convicciones y creencias.
Y en bastante parte la situación que vivimos tiene que ver con una inflexibilidad moral dedicada a castigar a través de las necesidades matemáticas de la economía.
Está bien creer en algo, pero se cruza la línea cuando aquello en lo que inflexiblemente crees empieza a matar. Porque es entonces cuando el incuestionable peso de los argumentos se vuelve liviano ante el hecho objetivo de la gente luchando por su vida y defendiéndose. Todas las revoluciones empiezan así: los que no aceptan el reservado papel de víctimas se revelan
Y aunque no lo parezca no es menos animal el hombre que inflexiblemente quiere imponer un punto de vista a toda costa.
Sólo se trata de la forma más aseada y pulcra que puede adoptar la barbarie.
Y quizá, dentro de cincuenta años, sea un crimen contra la humanidad laminar una sociedad para que ésta pague una deuda porque una cosa que se olvida es que todos los problemas vienen por el modo en que esa deuda debe pagarse. Nadie discute esa deuda, pero el modo en que se está pagando es el resultado de una elección llevada a cabo por individuos con nombres y apellidos. Y cuando la gente empieza a morir como consecuencia de los efectos colaterales y directos que esa decisión ha acarreado están empezando a incurrir en una responsabilidad que ojalá, más adelante, les deberá ser exigida.
Una cosa es creer en la supremacía de la raza aria y otra invadir Polonia.
Al final, todo totalitarismo se reduce a intentar imponer a toda costa un modo de ver las cosas. El individuo equilibrado y nada fanático descubre cuando pararse. Es capaz de ver el daño que hace su idea. Estos tipos, los nuevos fascistas económicos del siglo XXI, no. Siempre encuentran un argumento para tener más razón aunque caminen por una calle llena de cadáveres.
Y además ésto:
"Si bien los suicidios han aumentado en un 40% desde el inicio de la crisis, según datos de junio de 2011 del Ministerio de Sanidad, nadie puede dar crédito a esta muerte en directo –en Grecia el suicidio sigue siendo un tabú-, aunque todos comprenden sus razones. “La gente está pasando hambre”, decía una mujer, también jubilada, junto al lugar del suicidio; “conozco familias que no tienen dinero ni siquiera para comprar leche para sus hijos”. Día tras día, los periódicos se hacen eco, brevemente y como de pasada, de decesos de “pequeños empresarios arruinados” que, casualmente –nunca se cita el suicidio como causa, siquiera como pista-, se caen por el balcón o por un barranco, o mueren “en un desdichado accidente” (amplia gama de posibilidades, de la sobredosis al corte de venas). La Iglesia ortodoxa sigue negándose a enterrar en sagrado a los suicidas, de ahí el velo de silencio que aún se cierne sobre estos hechos. Una censura que la muerte en directo de hoy podría quebrar."
(Leer más)
"El Gobierno de Tsolakoglou ha aniquilado toda posibilidad de supervivencia para mí, que se basaba en una pensión muy digna que yo había pagado por mi cuenta sin ninguna ayuda del Estado durante 35 años. Y dado que mi avanzada edad no me permite reaccionar de otra forma (aunque si un compatriota griego cogiera un kalashnikov, yo le apoyaría) no veo otra solución que poner fin a mi vida de esta forma digna para no tener que terminar hurgando en los contenedores de basura para poder subsistir. Creo que los jóvenes sin futuro cogerán algún día las armas y colgarán boca abajo a los traidores de este país en la plaza Syntagma, como los italianos hicieron con Mussollini en 1945".
Un farmacéutico se suicida en Grecia acosado por la enfermedad y los apuros económicos y un señor en España piensa ésto:
"Pues lo siento mucho por éste señor pero en España miles de personas hacen lo imposible para subsistir incluyendo buscar comida en la basura y contenedores y tienen muchas más ganas de vivir y luchar teniendo mucho menos. Nos fijamos mucho en lo de fuera rasgándonos las vestiduras pero ignoramos (casi siempre intencionadamente) el drama de miles de personas que viven cada día a base de Cáritas y sí, "hurgando en la basura"."
O ésto:
"Y además, esta persona ha restado valor a cada enfermo de cáncer que cada día se levanta agotado (porque la quimio y la radio te dejan sin fuerzas) para ir a recibir su "ración" de pastillas esperando durante horas en el hospital pero luchando cada día, cada minuto y cada segundo por vivir. Repito lo mismo que antes: nos rasgamos las vestiduras por lo de fuera ignorando el drama de miles de familias con más problemas que éste señor. Desde aquí mi apoyo a todas las familias que están pasando lo peor y mi especial afecto para los luchadores y luchadoras que cada mañana se levantan luchando contra la enfermedad."
Victimas cuyo punto de vista no se tiene en consideración hasta el final, hasta después de la muerte.
Y lo único cierto es el dato:
"Entre 2000 y 2008 hubo una media anual de 366 suicidios, una de las tasas más bajas de Europa, según los datos de la Autoridad Griega de Estadísticas. En 2009, 2010 y 2011 las cifras de suicidios aumentaron de forma notable, para situarse, respectivamente, en 507, 622, y 598 hasta el 10 de diciembre de 2011, según un informe de la Policía griega entregado al Parlamento.
Estas cifras suponen un incremento anual de entre el 38 % y el 69 % respecto a la media registrada en los años anteriores."
Y no se qué es más horroroso si esa realidad griega que ya lleva al suicidio a quienes la viven o estas personas en España que piensan cualquier cosa con tal de no reconocer esa realidad y mantener asi la estable paz de sus convicciones y creencias.
Y en bastante parte la situación que vivimos tiene que ver con una inflexibilidad moral dedicada a castigar a través de las necesidades matemáticas de la economía.
Está bien creer en algo, pero se cruza la línea cuando aquello en lo que inflexiblemente crees empieza a matar. Porque es entonces cuando el incuestionable peso de los argumentos se vuelve liviano ante el hecho objetivo de la gente luchando por su vida y defendiéndose. Todas las revoluciones empiezan así: los que no aceptan el reservado papel de víctimas se revelan
Y aunque no lo parezca no es menos animal el hombre que inflexiblemente quiere imponer un punto de vista a toda costa.
Sólo se trata de la forma más aseada y pulcra que puede adoptar la barbarie.
Y quizá, dentro de cincuenta años, sea un crimen contra la humanidad laminar una sociedad para que ésta pague una deuda porque una cosa que se olvida es que todos los problemas vienen por el modo en que esa deuda debe pagarse. Nadie discute esa deuda, pero el modo en que se está pagando es el resultado de una elección llevada a cabo por individuos con nombres y apellidos. Y cuando la gente empieza a morir como consecuencia de los efectos colaterales y directos que esa decisión ha acarreado están empezando a incurrir en una responsabilidad que ojalá, más adelante, les deberá ser exigida.
Una cosa es creer en la supremacía de la raza aria y otra invadir Polonia.
Al final, todo totalitarismo se reduce a intentar imponer a toda costa un modo de ver las cosas. El individuo equilibrado y nada fanático descubre cuando pararse. Es capaz de ver el daño que hace su idea. Estos tipos, los nuevos fascistas económicos del siglo XXI, no. Siempre encuentran un argumento para tener más razón aunque caminen por una calle llena de cadáveres.
Y además ésto:
"Si bien los suicidios han aumentado en un 40% desde el inicio de la crisis, según datos de junio de 2011 del Ministerio de Sanidad, nadie puede dar crédito a esta muerte en directo –en Grecia el suicidio sigue siendo un tabú-, aunque todos comprenden sus razones. “La gente está pasando hambre”, decía una mujer, también jubilada, junto al lugar del suicidio; “conozco familias que no tienen dinero ni siquiera para comprar leche para sus hijos”. Día tras día, los periódicos se hacen eco, brevemente y como de pasada, de decesos de “pequeños empresarios arruinados” que, casualmente –nunca se cita el suicidio como causa, siquiera como pista-, se caen por el balcón o por un barranco, o mueren “en un desdichado accidente” (amplia gama de posibilidades, de la sobredosis al corte de venas). La Iglesia ortodoxa sigue negándose a enterrar en sagrado a los suicidas, de ahí el velo de silencio que aún se cierne sobre estos hechos. Una censura que la muerte en directo de hoy podría quebrar."
(Leer más)
miércoles, abril 04, 2012
UBIK
Es una de las grandes novelas de Phillip K. Dick.
Se trata de un apasionante relato de misterio que sitúa al lector en un enloquecido mundo futuro en el que las habilidades psíquicas son explotadas y comercializadas. Esto genera un mundo en el que la realidad es una superficie frágil y quebradiza en el que las cosas jamás son lo que parecen y en el que los grandes conglomerados empresariales emplean a telépatas y todo tipo de individuos con habilidades psíquicas para detectar el engaño e imponer su propio criterio de realidad.
Además, y como consecuencia de ese mayor conocimiento de la psique humana, la muerte ya no es lo que era. Existe una tecnología que permite mantener a las personas que fallecen en un estado hibernado de semi-vida en el que, y mientras la energía mental de la conciencia no se disipe, los vivos pueden comunicarse con los muertos
Uno de los protagonistas Glen Runcinger dirige una empresa que proporciona recursos psíquicos y acepta un trabajo en la luna. Para ello recluta a una serie de individuos con toda clase de poderes psíquicos. El objetivo es detectar seres similares que una empresa competidora ha infiltrado en la compañía que le contrata.
El viaje será una trampa en el que los protagonistas, sin saber del todo si están muertos o vivos, se verán atrapados en una realidad que progresivamente degenera, en la que van muriendo o siendo asesinados y en la que un extraño producto llamado Ubik parece ser el único nexo de sentido y unión.
Ubik es para mi gusto una novela brillante y el escenario perfecto para que el autor se explaye en uno de sus temas favoritos: la naturaleza problemática y compleja de éso que sus personajes llaman "realidad". Porque parece deducirse que para Dick, la realidad es una estructura siempre engañosa, el más sofisticado de los productos destinado a mantener engañados a quienes se encuentran inmersos en ella.
Para Dick el poder siempre está por debajo y por delante de éso que llamamos realidad adaptándolo a sus necesidades para generar un efecto de dominación que le permita la consecución de unos intereses que siempre permanecen ocultos y absolutamente increíbles para aquellos que sin quererlo son dominados.
La realidad siempre pertenece a alguien.
Y en Ubik el autor lleva hasta el extremo este planteamiento sumiendo a sus personajes en un paisaje en el que nada es lo que parece y lo que parece no parece existir por demasiado tiempo, un paisaje en el que lo único cierto es la duda y en el que no aciertan a saber con certeza si están del lado de los vivos o de los muertos ni tampoco la procedencia y sentido de ese cambiante mundo en que se encuentran.
Sólo el misterioso Ubik parece albergar una respuesta que, y en un infinito laberinto de (sin)sentido, sin duda llevará a otras preguntas.
Obra maestra.
Es una de las grandes novelas de Phillip K. Dick.
Se trata de un apasionante relato de misterio que sitúa al lector en un enloquecido mundo futuro en el que las habilidades psíquicas son explotadas y comercializadas. Esto genera un mundo en el que la realidad es una superficie frágil y quebradiza en el que las cosas jamás son lo que parecen y en el que los grandes conglomerados empresariales emplean a telépatas y todo tipo de individuos con habilidades psíquicas para detectar el engaño e imponer su propio criterio de realidad.
Además, y como consecuencia de ese mayor conocimiento de la psique humana, la muerte ya no es lo que era. Existe una tecnología que permite mantener a las personas que fallecen en un estado hibernado de semi-vida en el que, y mientras la energía mental de la conciencia no se disipe, los vivos pueden comunicarse con los muertos
Uno de los protagonistas Glen Runcinger dirige una empresa que proporciona recursos psíquicos y acepta un trabajo en la luna. Para ello recluta a una serie de individuos con toda clase de poderes psíquicos. El objetivo es detectar seres similares que una empresa competidora ha infiltrado en la compañía que le contrata.
El viaje será una trampa en el que los protagonistas, sin saber del todo si están muertos o vivos, se verán atrapados en una realidad que progresivamente degenera, en la que van muriendo o siendo asesinados y en la que un extraño producto llamado Ubik parece ser el único nexo de sentido y unión.
Ubik es para mi gusto una novela brillante y el escenario perfecto para que el autor se explaye en uno de sus temas favoritos: la naturaleza problemática y compleja de éso que sus personajes llaman "realidad". Porque parece deducirse que para Dick, la realidad es una estructura siempre engañosa, el más sofisticado de los productos destinado a mantener engañados a quienes se encuentran inmersos en ella.
Para Dick el poder siempre está por debajo y por delante de éso que llamamos realidad adaptándolo a sus necesidades para generar un efecto de dominación que le permita la consecución de unos intereses que siempre permanecen ocultos y absolutamente increíbles para aquellos que sin quererlo son dominados.
La realidad siempre pertenece a alguien.
Y en Ubik el autor lleva hasta el extremo este planteamiento sumiendo a sus personajes en un paisaje en el que nada es lo que parece y lo que parece no parece existir por demasiado tiempo, un paisaje en el que lo único cierto es la duda y en el que no aciertan a saber con certeza si están del lado de los vivos o de los muertos ni tampoco la procedencia y sentido de ese cambiante mundo en que se encuentran.
Sólo el misterioso Ubik parece albergar una respuesta que, y en un infinito laberinto de (sin)sentido, sin duda llevará a otras preguntas.
Obra maestra.
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