Dirigida en 2012 por Yoon Jong-bin, "Nameless Gangster" es una interesante película de Corea del Sur que se basa en acontecimientos de la historia reciente del país.
A principios de la década de los noventas del siglo pasado, el gobierno decidió declarar la guerra al crimen organizado y a la corrupción cuya capital era la la ciudad de Busan. "Nameless Gangster" dramatiza ese momento contándonos la historia de Choi Ik-hyun, un modesto funcionario del servicio de aduanas cuyas corruptelas le ponen en contacto con Choi Hyung-bae, el líder de una de las bandas criminales más importantes.
Además, Choi Ik-hyun pertenece a la parte venida a menos de una importante familia con amplias conexiones dentro de la judicatura y la administración. Y, con motivo de la detención de Choi Hyung-bae, los dos descubrirán el importante valor de la agenda de contactos del primero para moverse en busca de favores y prebendas dentro de la corrupta administración coreana.
Esta agenda será la base para una interesada asociación entre los dos Choi en la que el gangster utilizará al funcionario y sus contactos para hacer negocia mientras éste se beneficia económicamente de la fuerza del gángster mientras intenta infructuosamente formar parte de una cultura fuera de la ley a la que, por mucho que se empeñe, no puede pertenecer.
Sobre este argumento, se desarrolla una historia claramente inspirada en el cine norteamericano, especialmente en el cine de Scorsese, en la que se presenta al espectador una época y un estilo de vida siempre desde la perspectiva del protagonista, un pícaro que obtiene beneficio por su condición de intermediario y que, por esa misma condición, tiene acceso privilegiado a un mundo de avaricia y violencia que encuentra en todo lo que rodea al montaje de las Olimpiadas de Seul, celebradas en 1988, una gran oportunidad para ganar dinero con la administración.
"Nameless Gangster" tiene el interés casi antropológico de mostrar, como escribo, un mundo y una realidad, pero no termina de ser una película redonda, siendo sus principales defectos la confusión, como consecuencia de una no demasiado bien resuelta estructura de flashbacks, y la velocidad con la que se pretende contar en dos horas una historia que abarca casi 40 años de vida.
Demasiados personajes, demasiadas situaciones, demasiadas líneas argumentales, a los que se añade una estructura de idas y venidas en el tiempo ... El resultado es un hilo argumental difícil de seguir en ciertos momentos, especialmente para el espectador no local que no tiene ni pajolera idea de aspectos que parecen ser dados por sentado para así contar más rápidamente la historia.
Además, tiene pinta de que en la sala de montaje ha quedado fuera alguna escena por no hacer demasiado larga la película, sublime decisión que sin duda dificulta la comprensión de una historia que por su propia naturaleza aspira a contar una totalidad.
No obstante, y si el espectador se sobrepone a esos momentos de desconcierto, "Nameless Gangster" tiene su interés, especialmente por el despliegue de talento que realizan dos de los grandes actores del cine coreano: Cho Min-sik, el legendario protagonista de la legendaria "Old Boy", y Ha Jung-woo, inolvidable protagonista entre otras del estupendo thriller "The yellow sea".
Ambos ofrecen un recital interpretativo de primer orden presentando dos personajes contrapuestos: un pícaro excesivo y sinuoso el primero, un hombre duro controlado y frío el segundo.
Sin ellos la película hubiera carecido además de los necesarios puntos de anclaje emocionales que dan profundidad y valor a todo relato cinematográfico, anclaje emocionales que descansan en sus poderosas y convincentes presencias.
Nada más venenoso para la taquilla que una complejidad fría.
Interesante.
A principios de la década de los noventas del siglo pasado, el gobierno decidió declarar la guerra al crimen organizado y a la corrupción cuya capital era la la ciudad de Busan. "Nameless Gangster" dramatiza ese momento contándonos la historia de Choi Ik-hyun, un modesto funcionario del servicio de aduanas cuyas corruptelas le ponen en contacto con Choi Hyung-bae, el líder de una de las bandas criminales más importantes.
Además, Choi Ik-hyun pertenece a la parte venida a menos de una importante familia con amplias conexiones dentro de la judicatura y la administración. Y, con motivo de la detención de Choi Hyung-bae, los dos descubrirán el importante valor de la agenda de contactos del primero para moverse en busca de favores y prebendas dentro de la corrupta administración coreana.
Esta agenda será la base para una interesada asociación entre los dos Choi en la que el gangster utilizará al funcionario y sus contactos para hacer negocia mientras éste se beneficia económicamente de la fuerza del gángster mientras intenta infructuosamente formar parte de una cultura fuera de la ley a la que, por mucho que se empeñe, no puede pertenecer.
Sobre este argumento, se desarrolla una historia claramente inspirada en el cine norteamericano, especialmente en el cine de Scorsese, en la que se presenta al espectador una época y un estilo de vida siempre desde la perspectiva del protagonista, un pícaro que obtiene beneficio por su condición de intermediario y que, por esa misma condición, tiene acceso privilegiado a un mundo de avaricia y violencia que encuentra en todo lo que rodea al montaje de las Olimpiadas de Seul, celebradas en 1988, una gran oportunidad para ganar dinero con la administración.
"Nameless Gangster" tiene el interés casi antropológico de mostrar, como escribo, un mundo y una realidad, pero no termina de ser una película redonda, siendo sus principales defectos la confusión, como consecuencia de una no demasiado bien resuelta estructura de flashbacks, y la velocidad con la que se pretende contar en dos horas una historia que abarca casi 40 años de vida.
Demasiados personajes, demasiadas situaciones, demasiadas líneas argumentales, a los que se añade una estructura de idas y venidas en el tiempo ... El resultado es un hilo argumental difícil de seguir en ciertos momentos, especialmente para el espectador no local que no tiene ni pajolera idea de aspectos que parecen ser dados por sentado para así contar más rápidamente la historia.
Además, tiene pinta de que en la sala de montaje ha quedado fuera alguna escena por no hacer demasiado larga la película, sublime decisión que sin duda dificulta la comprensión de una historia que por su propia naturaleza aspira a contar una totalidad.
No obstante, y si el espectador se sobrepone a esos momentos de desconcierto, "Nameless Gangster" tiene su interés, especialmente por el despliegue de talento que realizan dos de los grandes actores del cine coreano: Cho Min-sik, el legendario protagonista de la legendaria "Old Boy", y Ha Jung-woo, inolvidable protagonista entre otras del estupendo thriller "The yellow sea".
Ambos ofrecen un recital interpretativo de primer orden presentando dos personajes contrapuestos: un pícaro excesivo y sinuoso el primero, un hombre duro controlado y frío el segundo.
Sin ellos la película hubiera carecido además de los necesarios puntos de anclaje emocionales que dan profundidad y valor a todo relato cinematográfico, anclaje emocionales que descansan en sus poderosas y convincentes presencias.
Nada más venenoso para la taquilla que una complejidad fría.
Interesante.