sábado, abril 12, 2014

The Lost World

Antes de que en 1978, con "La Guerra de las Galaxias" los efectos digitales apareciesen para quedarse en el mundo del cine la producción de los efectos especiales era un trabajo complejo que combinaba diferentes técnicas y oficios, una de esas técnicas era la llamada "stop-motion".

La "stop motion" es una adaptación de las técnicas de animación cinematográfica para dibujos animados al cine de fotografía real.

Del mismo modo que los animadores generan el movimiento dibujando la acción frame a frame, el técnico de efectos especiales producen el movimiento fotografiando aisladamente, plano a plano, el movimiento de una figura para luego combinar esas diferentes fotografías una detrás de otra y producir la acción cinematográfico.

Así de sencillo, pero también así de complejo.

Uno de los grandes maestros de esta técnica es Ray Harryhousen quién desarrolló su trabajo en la segunda mitad del siglo XX, precediendole está Willis O´Brien que desarrolla su carrera desde el cine mudo hasta finales de la década de los cincuentas del siglo pasado.

Su último trabajo es la divertida escena de la escalera de bomberos en la muy loca "El mundo está loco, loco" de Stanley Kramer (1963), pero los hitos fundamentales de su carrera son "King Kong" (1933) y esta "The Lost World" filmada en 1925.

Basada en un relato de Arthur Conan Doyle, "The lost world" nos cuenta la historia de una expedición científica a las profundidades del Amazonas en busca de una misteriosa meseta donde el controvertido -por supuesto- profesor Challenger ha descubierto la pervivencia de animales prehistóricos.

El argumento es tenue, apenas lo justo para mostrar lo mejor que la industria cinematográfica podía presentar a su público en 1925 desde el punto de vista de los efectos especiales.

"The lost world" es un festival de la técnica de stop motion que O´Brien utiliza con sabiduría para dar vida a todo un buen grupo de dinosaurios desde el pterodáctilo hasta el brontosuario.

Especialmente sorprendentes, todavía hoy en día para mi, son las escenas de animación stop motion en profundidad de campo que muestran a las criaturas pequeñas, en la distancia. No se... Igual fue lo más fácil de hacer, pero a quién les escribe les resultan curiosas.

La película muestra además su carácter de canon para todas las películas posteriores que pasan a incluir como un necesario "must" el vuelo del pterodáctilo o el inevitable enfrentamiento entre el tiranosaurio y el triceratops, todo un clásico en este tipo de películas que convierte esta lucha en las más milenaria y longeva de todas.

Resulta curioso también comprobar que en esta película se encuentran todos los elementos narrativos de la posterior "King Kong" incluyendo aspectos tan evidentes como la secuencia final de ciudad asediada por una gigantesca bestia.

En cualquier caso, y dicho todo ésto, la película no es nada del otro mundo si uno quiere tener una visión de conjunto y deja de lado la talentosa parte de O´Brien... que también resulta un poco antigua pero también imbuida del encanto naif del pionero.

Y si algo queda claro es que ya en 1925 había productos, películas sin alma que uno olvida antes de que la pantalla se apaga.

Curiosa.




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