sábado, mayo 16, 2015

Las Monarquías han podido reciclarse como forma política en las democracias de consumo precisamente porque, en el fondo, sus ciudadanos siguen siendo súbditos.
Alguien que se concibe como ciudadano con todo lo que ello implica siempre querrá una República.
Por eso es mejor siempre una República que una Monarquía…

“Toda república es democrática, pero no toda democracia es republicana. El desvelo de Hannah Arendt por mantener una distinción nítida entre república y democracia le permitió identificar en esta última un potencial para la demagogia, la manipulación de la ciudadanía –por seducción, propaganda o distracción consumista- y la degradación del hombre libre en hombre masa que la llevaron a constituirse en una pensadora enraizada en la tradición filosófica del republicanismo… Para Arendt la constitución de un espacio público compartido, de ciudadanía, constituye la condición primera del republicanismo y de la democracia”

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