viernes, diciembre 24, 2010

BRONSON

He leído un poco sobre el Bronson real y resulta que es el preso más peligroso en toda la historia del sistema penitenciario británico es artista, poeta y escritor... Por lo visto es todo un personaje en el Reino Unido, como una especie de versión transfigurada del hooligan. No he leído sus poemas ni visto sus obras pero lo cierto es que el disco de Charles Manson, otro histórico criminal, no está mal e imagino que si algo tienes en la cárcel es tiempo para encontrar una voz propia y empezar a hablar...

En lo que se refiere a la película, tengo que decir que "Bronson" no termina de funcionar. Constantemente estalla ante los ojos del espectador, pero sus explosiones son de fogueo. No conducen a nada que no sea la representación de un protagonista locamente enfrentado al mundo, protagonizando diferentes situaciones presuntamente extraídas de la vida del personaje en que se inspira. Pero esa representación resulta caótica, incluso caprichosa y termina por resultar repetitiva. Parece que el objetivo es totemizar la animalidad de Bronson, una animalidad que se enfrenta al sistema penitenciario británico, pero también a la vida, en todo momento, en toda situación. Y la película termina pareciéndose a un perro persiguiendose la cola. Dando vueltas una y otra vez sobre si misma sin terminar de llegar a ninguna parte de manera clara y concreta.

De algún modo, Bronson se convierte en una suerte de idealización de una determinada forma de ser que en parte se manifiesta en el hooliganismo y que es el lado oscuro de esos working class heroes que cantaba John Lennon.

Esa animalidad salvaje e irredenta de Bronson, constantemente apaleada y encerrada en jaulas, incansablemente desafiante en cuanto las magulladuras le permiten ponerse en pie, apela a un discurso sobre la energía esencial que se esconde tras el impulso vital de cada ser vivo; una energía que puede tener un empleo erótico (constructivo) o tanático (destructivo) y que Bronson parece no poder controlar convirtiéndose en un juguete, un barco a merced de una tormenta de incontrolables y contradictorios impulsos hacia la creacción o hacia la destrucción.

"Bronson" no entra demasiado profundamente en temas tan interesantes. Se limita a sobrevolar su superficie quizá considerando que basta con mostrar, con abuso de retórica narrativa, el espectáculo del animal desplegando toda su naturaleza (y también, al mismo tiempo siendo desplegado/justificado por ella) para que todo se explique por sí mismo... pero la mayor parte de las imágenes que se materializan en esa superficie no son lo suficientemente poderosas como para bastarse a sí mismas.

Mucho ruido, pocas nueces.

Poco más.

Fallida.


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