domingo, enero 29, 2012

THE EXPENDABLES

Nada nuevo bajo el sol.

El mundo es ancho, ajeno y está poblado de cientos de villanos a los que Satallone y sus chicos matarán de las más diversas maneras, utilizando siempre la superficie de cualquier idea altruista como quebradiza coartada.

"The expendables" es exploit, quizá exploit de calidad si es que es posible hacer realidad semejante contradicción terminológica. La apuesta para garantizar la tranquilidad en el inevitable retiro de una estrella del pasado como Sylvester Stallone, una reserva para la cinesfera de los actores que protagonizaron las superproducciones de acción durante las dos décadas finales del siglo pasado, un parque temático meta-narrativo que encierra las claves de todo un género que ya ha pasado y que intenta beneficiarse de la melancolía que siempre trae consigo el echar la vista atrás, una melancolía que hace que las cosas parezcan mejores de lo que son.

Porque por si sola, la magdalena de Proust jamás sabrá tan rica.

Esa es la apuesta.

Pero a mi no me pone este tipo de memoria. Prefiero que camino del desierto el viento me despeine.



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