domingo, enero 24, 2016

Too late blues

Tras la sorprendente y fresca aparición de "Shadows" en 1959, toda una rareza independiente creada desde Nueva York dentro de un cine norteamericano completamente orientado a lo industrial, John Cassavettes se inserta en el sistema y rueda para la Paramount esta "Too late blues" en 1961.

Y aunque se trata de un vehículo para el lucimiento de su protagonista, el cantante Bobby Darin, en "Too late blues" hay mucho del universo rico y complejo de Cassavettes.

Por un lado, y por lo que al contexto se refiere, la historia sucede en ese mundo bohemio y nocturno, multicultural e interracial, que era una de las señas de identidad de "Shadows".

La historia que Darin protagoniza es la historia de un músico que se vende como consecuencia de un fracaso sentimental.

Por otro, y pese a que la historia es bastante estereotipica y sumaria, poco interesante en definitiva, Cassavettes se las arregla para que resulte lo suficientemente interesante con lo que fue uno de sus talentos especiales: la sensibilidad para mostrar el conflicto emocional interno en sus personajes, un conflicto que es consecuencia directa de la duda y la desorientación que naturalmente genera el conflicto eterno entre realidad y deseo.

En este caso y por ejemplo, Cassavettes se las arregla para, en una película de estudio, construir, a través de Ghost (el personaje que Darin interpreta), una visión diferente y rupturista de los cánones de masculinidad que el cine presenta.

La escena en que, por ejemplo, Ghost rehusa tener sexo con Princess, después de haberla seducido según los canones tradicionales de masculinidad durante un par de secuencias anteriores abren un espacio para la complejidad, algo nada deseado en el cine industrial, y por lo tanto para la reflexión.

Pero también, el personaje de Princess, interpretado por Stella Stevens, es rico y complejo.

En definitiva, la lectura que Cassavettes hace de una clásica historia de chico encuentra chica, se pelean, separan y vuelven a encontrarse y toda la pesca asociada, permite que la complejidad del ser humano y, como consecuencia inevitable, de las relaciones entre humanos tenga la necesaria dimension intrincada y rica que tienen esos personajes tan dolientes que Cassavettes sabía dibujar y dar vida.

Aun sometiendose a los dictados del genero, el autor se las arregla para expresar su mundo a través de las convenciones del relato pautado que el genero siempre implica.

Y el resultado como siempre que se trata de Cassavettes interesa.

sábado, enero 23, 2016

Las estructuras elementales del parentesco. Claude Levi Strauss

“Hay un vínculo, una continuidad, entre las relaciones hostiles y la provisión de prestaciones reciprocas: los intercambios son guerras resueltas de modo pacífico; las guerras son la resultante de transacciones malogradas.”

The hateful eight

Poco a poco Quentin Tarantino está consiguiendo que sus películas se parezcan a los géneros que sistemáticamente y de manera concienzuda explota.

Porque la explotación del exploit como la Standard Oil explota los pozos petrolíferos de Alaska es lo suyo.

No soy demasiado fan del cine de Tarantino.

En general, lo encuentro demasiado infantil sobre todo en su entendimiento de la violencia como espectáculo que tiene valor en sí mismo, aspecto que es la base de su éxito puesto que conecta sin tapujos con la cada vez más bárbara manera de ser de nuestras sociedades occidentales.

En este sentido, Tarantino recoge el espíritu de una época que cada vez entiende más las relaciones interpersonales desde el egoismo y la destrucción obsesiva del otro como expresión máxima del control que el sujeto precisa como individuo que se enfrenta solitario a un mundo donde la solidaridad y la cooperación están descartadas

Entiendo su éxito porque Tarantino lleva hasta el extremo el oscuro significado de aquella frase que pronunciaba el despiadado Gordon Ecko en "Wall Street": Si quieres un amigo comprate un perro.

Entiendo el éxito de sus historias en las que la gente se mata cada dos por tres.

En el espectador hay desplazamiento y proyección unida al inmenso placer inconfesable asociado a la escenificación de esa sádica destrucción desde el exceso..

Todos los personajes se tratan los unos a los otros como cosas en sus historias, cosas que siempre compiten y se manipulan entre sí en un desenfrenado frenesí que incluye la total destrucción como algo natural.

De todo modo, a través de su cine se expresa el inconsciente colectivo y bárbaro de nuestro mundo de drones y sexta flota que pulveriza todo lo que se le opone o no entiende a cambio de más dinero

Pero todo esto no sería posible sin algún que otro talento y Tarantino los tiene.

Siempre he creído que su principal virtud es la construcción de personajes interesantes a través de la palabra.

En este sentido, Quentin Tarantino es uno de los grandes escritores de diálogos de la historia del cine. La entidad y la credibilidad de sus historias se sostiene, a mi entender, a través de la palabra. Una palabra afilada, inteligente y precisa que vehicula a la perfección diferentes intereses (no psicologías), los intereses que precisamente van a contraponerse en ese baile sangriento de manipulación.

Y en esto Tarantino también copia porque no hay más que leer a Edward Bunker o George V. Higgins para encontrar esa magnífica palabra inteligente, dura y descarnada que compone ese interfaz que hace aceptable la banalidad sangrienta que encierran casi todas sus historias.

Resumiendo: el incontestable talento de Tarantino es ser una de esas copias con vocación de originalidad que la sociedad de consumo confunde interesadamente con lo auténtico.

Y escribo todo esto porque en su última película hay un poco de cada cosa, de lo bueno y de lo malo.

Para empezar "The Hateful Eight" es, en realidad, dos películas.

La primera es "La Diligencia" y me entusiasma porque su principal protagonista es ese talento excepcional para la palabra y la construcción de personajes de interés a través de la misma.

La segunda es "Diez Negritos", un murder mistery que arranca cuando la diligencia llega a la posada y que poco a poco va degenerando en un absurdo proceso de destrucción masiva que se agota en sí mismo sin conducir a ninguna parte... que es la misma de siempre: la generación de oportunidades para la caricaturesca expresión de la violencia a través del exceso

Algo así como construir un precioso y detallado castillo de arena para acto seguido lanzarse sobre él y destruirlo.

Y en este sentido me disgusta toda esa vaciedad que transparenta una vez que la gente deja de hablar para matarse de mil y una maneras.

No me gusta que le hablen a mi vientre.

Me gusta que le hablen a mi corazón, a mi cabeza y ya, si es a los dos, ni te cuento.

Esa degenerada y cruel estupidez que subyace en el cine de Tarantino me impide conectar con él y creo que es bueno para mi.

Pero tengo que reconocer que expresa esa degenerada y cruel estupidez de todos los días que vivimos.

Hay artistas que son portadores del espíritu de una época, aunque este sea repugnante, y desde luego nadie como Tarantino para expresar el espíritu oscuro de este presente en el que vivimos, que como cualquiera de sus personajes no nos perdona el menor de los errores cometidos.





Steve Jobs. Walter Isaacson

"Aquello me hizo darme cuenta del poder de la inocencia -reconoció Atkinson. Fui capaz de hacerlo porque no sabía que no podía hacerse,"

viernes, enero 22, 2016

Steve Jobs. Walter Isaacson

"En los anales de la innovación, las nuevas ideas son sólo una parte de la ecuación.  La ejecución es igualmente importante"

Ocho apellidos catalanes

Me ha gustado más esta segunda parte que su primera edición "Ocho apellidos vascos", lo que no quiere decir que la película me haya gustado un poco.

A mi entender, y aunque la historia está más estructurada y hay personajes más interesantes interpretados por mejores actores, la película destila el mismo "tufillo" ideológico que tanto me desagradó en la primera.

Los nacionalismos complejos y conflictuados enfrentados a la actitud naif y bonachona de esa especie de buen salvaje andaluz que, a diferencia de los otros personajes, siempre parece -queriendo o sin querer- saber lo que es bueno.

En cualquier caso, este planteamiento nada inocente no deja de ser interesante como expresión del modo perverso en que seguimos entendiendo la diferencia que representan gallegos, catalanes y vascos... porque al final, y digan lo que digan, siempre subyace la idea de que todos son españoles sin saberlo y toda esa expresión discursiva de la diferencia que exhiben como adolescentes airados siempre se viene abajo ante el irresistible poder de un buen plato de jamón regado con un buen vino.

En este sentido, no hay mucha diferencia entre el modo en que son contados los catalanes y los vascos en esta serie de películas y el modo en que el cine desarrollista franquista contaba la rendición de los turistas extranjeros ante la riqueza y variedad de todo lo que nuestra patria puede ofrecerles.

El personaje que interpreta Dani Rovira no se diferencia demasiado de los personajes que antaño interpretaran Jose Luis López Vázquez, Alfredo Landa o Manolo Escobar.

Y al final estas dos películas de la serie de los ocho apellidos se me antojan como un perfecto documento sociológico de lo perdidos que estamos en nuestro laberinto.... porque podemos esperar sentados a una nueva edición de la franquicia que se llame "Ocho apellidos españoles" en la que un catalán o un vasco enmienden la plana al español.

Y en ese matiz, con todo lo que implica de quién hace los chistes sobre quién y lo que es más importante el contenido de los mismos, subyace toda una manera de entender este país... con ese maldito bigote de Franco que a tanto demócrata de nuestros días le parece tan natural y le sienta tan bien.

Por eso "Ocho apellidos catalanes" tampoco me hace ninguna gracia, la misma que "Ocho apellidos vascos".

Pero, insisto, estoy dispuesto a partirme la caja con una que se llame "Ocho apellidos españoles", pero hacerla seguramente requeriría que muchos en este país se amputasen la boina que todavía tienen atornillada a la cabeza.




lunes, enero 18, 2016

El Juez

A mayor gloria de Robert Downey Jr,, "El Juez" es un producto eficaz que combina hábilmente el melodrama familiar con el género judicial.

Y aquí es donde está en conflicto porque personalmente detesto el melodrama familiar tanto como me gusta el género judicial.

Y lo que detesto de aquel es que casi siempre se resuelven a favor de los padres siempre perdonados por sus hijos como si la vejez eximiese al tirano de culpa... pero esa es otra historia reservada para mi y mis abundantes demonios internos.

En este sentido, "El  Juez" presenta una situación clásica dentro del melodrama familiar: relación rota entre padre e hijo en la que la debilidad del padre como consecuencia de los achaques y la edad permitirá la posibilidad de un acontecimiento catárquico que haga posible el perdón y la comprensión mutua.

Pero el principal atractivo de la historia radica en que la trama judicial forma parte esencial de ese acontecimiento catárquico ya que el padre será juzgado por homicidio y convenientemente defendido por el hijo pródigo.

Dos actores importantes, Robert Duvall y Robert Downey Jr, hacen el resto, insuflando a sus personajes la necesaria entidad para que la película emocione y se sostenga, aunque todos (que queremos perdonar y ser perdonados) sepamos lo que al final va a pasar entre padre e hijo.

Aceptable.



Humo

Como jirones grises de humo exhalado
se desvanecen sus recuerdos.
La progresiva transparencia
de ese silencioso estar extático,
como de nube por cielo,
los vuelve aún más inciertos.
Y su esfuerzo imposible
empeñado en atrapar tan volátil inconsistencia,
sólo sirve hacer aun mas incierta y transitoria
semejante quimérica permanencia
mientras la tarde avanza hacia el ocaso
con su habitual indiferencia.

domingo, enero 17, 2016

Las aventuras de Buckaroo Banzai

Hay películas a las que uno siempre gusta regresar.

"Las aventuras de Buckaroo Banzai" es una de ellas... Y me apetece tanto verla como pueda apetecerme "La eternidad y un día" de Theo Angelopoulos.

Fue dirigida en 1982 por el olvidado y bastante interesante W.D. Richter quién como escritor de películas cuenta en su curriculum con joyas extraordinarias como "A casa por vacaciones", "Brubaker" y "Golpe en la pequeña china".

"Las aventuras de Buckaroo Banzai" como historia se asienta en la confluencia de varios territorios más que interesantes: el pulp. el comic, el serial cinematográfico, la serie B de la época dorada de los estudios de Hollywood... Todo ello bien combinado en la coctelera del sincretismo posmoderno propio de la década de los ochentas del siglo pasado, una coctelera que en absoluto desdeñaba lo bizarro como resultado final.

El protagonista es Buckaroo Banzai, un personaje propio del serial y la serie B, un científico que a mismo tiempo es hombre de acción (y que tiene además un exitoso grupo de rock).

Uno de sus experimentos consistente en atravesar la materia liberará a unos villanos confinados por una raza alienígena en una octava e ignota dimension.

El destino del mundo se verá amenazado por esa raza alienígena que exige a los terrestres la devolución de los escapados a su confinamiento.

Con ayuda de su grupo variado y pintoresco de colaboradores, Buckaroo Banzai defenderá a la tierra con las eternas maneras apolíneas de los viejos héroes del serial.

En este sentido, "Buckaroo Banzai" recoge la esencia de esa narrativa popular: héroes perfectos, villanos malvados y desagradables, bellas damiselas en peligro, generosos amigos y colaboradores, carreras y persecuciones y, lo que es más importante, finales felices.

Y lo recoge muy bien, con las cero pretensiones que presenta un guión astuto, magnificamente escrito, que exhala por todos sus poros ese infantil e irresponsable placer por la aventura en si misma que hace a Tom Sawyer un arquetipo de la infancia,

Y aunque parezca mentira, el cine ya no hace tantas películas con este espíritu.

Todo se ha vuelto demasiado caro, demasiado serio.

Magnifica,

sábado, enero 16, 2016

Rastas

Cuando era un chaval, siempre había en el colegio compañeros que utilizaban el aspecto físico y la forma de vestir de otros para atacarles y ridiculizarles.

Mis maestros unánimemente siempre dijeron que semejante comportamiento era manifiesta prueba de ser persona de poco seso.

Más adelante terminé pensando que había algo más porque las burlas siempre iban dirigidas contra aquellos que no formaban parte de la tribu.

Mi colegio era de clase media-alta y entre los que se reconocían como iguales jamás existían esa clase de burlas porque todos sintonizaban en mayor o menor medida con una determinada forma de ser y de estar.

Ahora parece que aquellos niños que se burlaban han crecido y, sin hacer caso de los sabios consejos de sus maestros, siguen burlándose de los diferentes.

Prueba de ello es que los más tontos de aquellos han llegado a ser políticos y desde la confortabilidad de su escaño regalado se permiten burlarse de la apariencia física de los diferentes que se atreven a seguir siéndolo en lo que ellos consideran su club privado.

Y aunque sobre el papel es el congreso de todos los españoles parece claro que no lo es si, por ejemplo, llevas rastas.

Porque es evidente que todos los españoles vestimos con trajes de ochocientos euros y llevamos cortes de pelo de doscientos, cosa que nuestras señorías ven de lo más normal en otro alarde de ese incontrolable bigotito franquista que siempre terminan poniéndose todos estos sesudos zotes para tratar con lo distinto.

No es que me decepcione porque tengo claro lo bajo que pueden caer nuestros políticos.

Lo que me sorprende es esa estupidez tan carente de complejos que exhiben tan impudicamente, como si al acta de diputado fuese en realidad una licencia para matar.

Crónicas de motel. Sam Shepard

"Mi novia trazó mi carta astral de acuerdo con los datos fraudulentos que le había facilitado la Enfermera Jefe. Me dijo que me aguardaba una vida interesante pero muy difícil, y que, Saturno estaba exactamente en la misma posición que ocupaba en el nacimiento de Goethe. No le pedí más detalles. Tenía un aspecto tierno e inocente".

The Signal

No hace mucho tiempo escribía sobre la perdida capacidad del cine para crear imágenes nuevas.

"The Signal" es un magnífico ejemplo de todo lo contrario, de la eterna repetición de lo mismo una y otra vez.

Sin haberla visto, en realidad he visto "The Signal" unas cuantas veces.

Y lo peor es que ni siquiera se molesta en parecer diferente.

Persiguiendo la señal que localiza a un hacker que les ha desafiado, un grupo de adolescentes se verán inmersos en una historia de abducciones alienigenas.

El cine como arte de la ocupación extensiva del tiempo.

Olvidable.


Oración funebre

No fue lo peor verte tumbado entre la vida y la muerte,
aquella tarde del recién estrenado año nuevo
que para ti era el mismo de siempre,
privado de esa fuerza que siempre había sido tu única certeza,
perdido como un recién nacido dentro de aquella inmensa cama blanca.

En absoluto fue lo peor intuirte sepultado bajo el negro peso
de ese intolerable ti mismo que todos despreciaban de manera unánime,
sentirte inevitablemente unido a este que quizá nunca pensaste serías
cuando hace ya mucho tiempo mirabas al cielo y soñabas:
un escuálido conglomerado de errores
proyectados de manera mecánica en el tiempo,
unidos por la inconsciente voluntad de ser a pesar de todo;
lo que quedaba al final del día,
cuidadosamente guardado y recogido,
de manera hermética encerrado dentro de tí.

Nadie lo sabe, ni siquiera tú,
pero quizás intentases escapar de aquella cárcel de silencios
con tu habitual torpeza de siempre para lo bueno
y, perdida la pista hace años en ese retorcido laberinto,
con toda seguridad no supiste como hacerlo.

O ni siquiera eso,
mucho peor,
miserablemente condenado,
equivocado a perpetuidad,
estéril y desaprovechado
sintiendo como inexistente
la inmensa distancia que te separa de todo y todos.

Joy

No se qué pensar de "Joy".

No puedo creer que sea un final feliz el que veo y si lo es el mundo en que vivimos está mucho más enfermo de lo que pensamos... y por extensión nosotros mismos.

La nueva película de David O. Russell nos cuenta la historia de Joy, un ama de cada de extracción humilde que, cargando con sus mil y un complejas circunstancias, consigue perseverar y salir adelante en un mundo lleno de trampas y peligros, en el que todo se mide por el dinero y la ambición.

Está muy bien el modo en que la película nos cuenta el tortuoso y difícil camino en el que agarrada únicamente a su talento y a su fuerza de voluntad Joy cosigue llegar a lo más alto donde le aguarda otra lucha: la no menos interminable defensa de lo conseguido frente a las ambiciones de los otros.

Es bastante chungo el mundo que contextualiza la historia que se nos cuenta en "Joy" y sin embargo esa realidad se acepta como dada, se descuenta y asume, quedando como única opción la necesidad de enfrentarse con coraje y valor a ese mundo que se da por naturalmente inmutable.

En este sentido, "Joy" pone por obra la mitificación de la utopía neoliberal que siempre culmina en un desconfiado vencedor sentado en soledad en la cumbre de su pirámide.

Todo es inhóspito y triste en "Joy".

La constatación de un fracaso perversamente convertido en la glorificación de un éxito.

El lado oscuro de la utopía comunitaria que por ejemplo muestra el cine de Frank Capra.

Exacto.

Pura oscuridad perversa que aspira a seducir al espectador con la glorificacion del esfuerzo por imponerse a ella construyendo una opulenta fortaleza de la soledad que hay que cuidad y proteger de quienes no cesan de atacarla siguiendo su propia y, como no puede ser de otra forma, desmedida ambición.

La balsa de la Medusa.

Un mundo radicalmente infeliz y enfermo

El nuestro.

Y "Joy" intenta que lo queramos.

domingo, enero 10, 2016

No fue fácil.
La perpetúa obstinación por ser,
por la firme sucesión de errores
mantenidos en el tiempo
cristalizada en carácter,
fundamentalmente, y entre otras cosas
porque no quedó más remedio,
porque al final, siempre, se acababa el tiempo
y después de todo algo había que ser,
lo que quedaba,
lo que había,
la única voz que se escuchaba
cuando todo callaba
y uno descubría que el silencio no era tal,
poco más que un torpe y turbio invento.

No fue fácil
y aun lo sigue siendo.

sábado, enero 09, 2016

Napoleon


En sus escritos sobre cine, el alemán Wim Wenders siempre habla de la actual incapacidad del cine para construir imágenes poderosas, nuevas. distintas, diferentes.

Son siempre las mismas imágenes las que se repiten una y otra vez certificando la muerte del cine como la radical expresión artística que este en su momento fue.

Pues bien, el "Napoleón" de Abel Gance pertenece claramente a esa época que Wenders añora y en la que el cine era todavía una nueva herramienta con cuyo concurso el ser humano  se había dotado para satisfacer su necesidad expresar su manera de ver el mundo y lo que no lo es.

Filmada en 1927, esta película forma parte de un colosal e irrealizable proyecto de contar la vida del brazo armado de la Revolución Francesa a lo largo de seis películas.

Gance se quedó en esta primera que cuenta los inicios de la vida de Napoleón hasta que este se convierte en el hombre fuerte de la Convención e inicia su primera campaña militar en el Norte de Italia contra los austriacos.

Quedan por lo tanto fuera todas los grandes momentos de la vida del personaje: la gran victoria de Austerlitz, la campaña rusa, la derrota final de Waterloo; pero, y sin embargo, esta "Napoleón" resulta esencial porque nos cuenta lo que es fundamental en la vida de toda persona: la lenta construcción del carácter que le llevaría a ser una de las máximas figuras de la historia moderna europea.

A lo largo de cinco horas de duración, Gance nos cuenta el largo viaje de Bonaparte desde la escuela hasta convertirse en la máxima figura militar de la convención, pasando por los problemas que pasó en Córcega, su relación con la Revolución Francesa o su decisiva intervención en el sitio de Toulon.

Pero lo importante para mi gusto en este "Napoleon" de Gance no es tanto lo que se cuenta sino la brillantez con la que Gance se arregla para contarlo.

Montajes sincopados, superposiciones de imágenes, cámaras en mano, tremendos travellings,,, La riqueza de soluciones narrativas que presenta este "Napoleon" es sencillamente brutal.



Y en este sentido, y aunque ya va para los cien años de edad, es una película que, aún hoy en día, no deja de sorprender al espectador con la genialidad de sus soluciones narrativas.

Lo importante en el "Napoleon" de Gance es su actitud, la manera autentica y pura con la que se enfrenta a la necesidad de contar porque en ella confluyen las dos tradiciones a veces contrapuestas en el cine: la espectacular y la artística, casi experimental... porque, por ejemplo, esa experimentación narrativa sucede en un formato panorámico llamado Polyvision que comprometió el propio éxito de la película, adelantando en 30 años a experiencias como el Cinemascope

Esta confluencia, para mi gusto exitosa, hace de esta película un evento absolutamente singular y un magnifico ejemplo de esa perdida capacidad del cine como expresión artística para producir auténticas y verdaderas obras de arte.

Estamos ante una obra culminante del cine como ese séptimo arte que algunos todavía dicen que es.

Imprescindible,.. y más allá.

Los hermanos Karamazov. Fedor Dostoievski

“--- ¿Por qué existirá semejante hombre? ---, exclamó sordamente Dimitri Fiodorovitch, al que la cólera trastornaba, y alzando los hombros de tal modo que parecía jorobado. --- Díganme: ¿Se le puede permitir que siga deshonrando al mundo?---“

La ciudad está llena de oficinistas
que, suspirantes, simplemente suspiran por suspirar
mientras, para su siempre ignorada desgracia,
tan honestos y formales como les supone
la vigente legislación,
muy sesudamente confunden
el pájaro con la jaula,
las piscinas vacías con el mar en calma,
caer con volar.

miércoles, enero 06, 2016

Ensayos. Montaigne.

“Preciso es reconocer que el hombre es cosa pasmosamente vana, variable y ondeante, y que es bien difícil fundamentar sobre él juicio constante y uniforme”

Steve Jobs

Nada malo podía salir de la colaboración entre dos genios: Aaron Sorkin a cargo de las palabras y Danny Boyle, de las imágenes.

El resultado de su trabajo conjunto es esta magnífica "Steve Jobs" quién a su vez está consagrada a componer el retrato de uno de los genios de la sociedad de la información en la que los estratos más privilegiados del planeta vivimos.

El enfoque me parece genial.

La película está estructurada en tres actos que se corresponden con el lanzamiento de los tres primeros productos de cuya conceptualización Jobs fue responsable: Macintosh, Next y el definitivo iMac que devolvió a Apple a una posición de liderazgo que ya no ha abandonado.

En cada uno de esos tres momentos, y a través de una serie de personajes que salen al paso firme del protagonista, Sorkin aprovecha para pasar revista a la compleja personalidad de Jobs, la personalidad de un genio que resulta difícil e incomprensible para todos aquellos que le rodean.

Todo es brillante en "Steve Jobs", la manera en que se cuenta (Sorkin vuelve a resultar excepcional componiendo diálogos llenos de inteligencia) pero también, y fundamentalmente, lo que se cuenta. En este aspecto, la película pone por obra el fenómeno de eso que se llama genio en estado puro.

Una genialidad que se manifiesta en lo que en un momento de la película se llama "campo de distorsión de la realidad" y que no es otra cosa que a manera especial, heterodoxamente enfocada de ver las cosas que Jobs tiene. Una manera que sirve para producir lo que Jobs produce pero también complica su propia vida y sus relaciones con lo demás.

En este sentido, para bien o para mal, Jobs no puede disociarse de sus "visiones", de su manera peculiar de entender las cosas que le lleva a pensar el hardware y el software para internet antes de que este llegue, pero también le conduce a complicadas e inexplicables relaciones con todos aquellos que le rodea, especialmente con Lisa, la hija de su primera relación.

Con estos mimbres, Sorkin juega de manera excepcional para componer un Steve Jobs fascinante, propietario de un peligroso encanto que se apodera del espectador del mismo modo que lo hace con todos esos personajes que pululan a su alrededor y que constantemente son repelidos y atraídos por su compleja personalidad.

Para Sorkin, los designios de la genialidad son inescrutables y ese es precisamente su encanto... cuando dejan de serlo y se revelan con resultados precisos y perfectos.

El magnífico final de la película se construye en torno a ese poderoso efecto.

De lo mejor del año cinematográfico que ya ha terminado.

martes, enero 05, 2016

Transformar el mundo. Neil Davidson

“Como vimos en el capítulo 6, Adam Smith, que era amigo de Hume, también basaba su apoyo a la sociedad comercial en una hipótesis referida a los probables efectos positivos comparados con los del absolutismo feudal. La esperanza que Lukacs calificaba acertadamente como universal entre los intelectuales burgueses de la época de que esa libertad democrática burguesa y la supremacía de la economía conducirían un día a la salvación de la humanidad no se ha visto ni se verá nunca cumplida.

Los pensadores revolucionarios de la burguesía afrontaban un fenómeno nuevo y se les puede perdonar por eso no entender plenamente su alcance. Pero ahora que las consecuencias del capitalismo realmente existente han sido experimentados durante más de 200 años y ha quedado claro para la mayoría de la humanidad los efectos deshumanizadores de la división del trabajo ya especificados por Adam Smith no eran un subproducto desafortunado sino la propia esencia del sistema hay menos excusas para ese desconocimiento…. Las expectativas que los economistas políticos como Hume y Smith tenían con respecto al capitalismo se han visto defraudadas y las predicciones que hicieron desmentidas.”

Transformar el mundo. Neil Davidson

“La distinción entre la razón y las pasiones era muy anterior a Hume y la Ilustración. En la tradición británica de la filosofía política esos dos términos eran habitualmente considerados opuestos:; tanto Hobbes, como sus críticos, por ejemplo, pensaban que sucumbir a las pasiones significaba renunciar a la capacidad de razonar, aunque eso los llevara a conclusiones políticas muy distintas. Para Hume la relación era muy diferente. Entendiendo las pasiones como necesidades o deseos, Hume escribió que la razón es, y no podría ser de otra forma, esclava de las pasiones, y nunca puede pretender otra función que servirlas y obedecerlas… En cierto sentido Weber iba a reformular más tarde la distinción de Hume entre la razón y las pasiones como la que hay entre la racionalidad instrumental y la racionalidad del valor. Para Weber, los valores (fines) eran creencias fundamentales que pueden ser de por sí irracionales, pero a los que uno se puede adherir por medios racionales”

lunes, enero 04, 2016

The Walk

Lo mejor que tiene "The Walk" creo que pasa desapercibido a la mirada del espectador que, simplemente y merced al gran trabajo del equipo de producción de la película, dan por hecha su existencia.

Lo mejor que tiene "The Walk" es que, merced a un magnífico trabajo de efectos especiales, las torres gemelas del World Trade Center vuelven a existir.

En este sentido, la película cierra el circulo de los efectos especiales, un circulo que va desde su existencia para mostrar lo que no es posible, lo irreal, a su presencia para construir una realidad que fue.

Ni monstruos ni galaxias ni naves estelares.

Zemeckis utiliza los efectos especiales digitales para construir una imagen cotidiana del pasado, resucitar el contexto sobre el que Philippe Petit, el equilibrista cuya historia da razón de ser a la película, realiza ese espectacular paseo que yo mismo recuerdo haber visto por televisión.

Y el resultado es perfecto.

Pero además y por si esto fuera poco, la película maneja los efectos especiales con la suficiente maestría narrativa como para hacer que el espectador se suba con Petit a lo más alto de las torres gemelas.

Hacía tiempo que el cine no me despertaba una respuesta tan física, que no me hacía temer la posibilidad de cualquier error o paso en falso que produjese la consiguiente caída al vacío.

No puedo imaginar como serán esos interminables diez minutos en los que Petit se mueve de una torre a otra en 3D, pero seguro que acercarán al cine a ese componente de atracción de feria que forma parte de su código genético.

En esta ocasión, "The Walk" convierte lo circense, que tanto he criticado en el cine industrial, en algo positivo.

La tensión y la emoción están ahí... a punto de caer al vacío.

Y también está la preciosa Charlotte Le Bon... una presencia a seguir.

Zemeckis es uno de los grandes.

Porque, y aunque con trazo grueso suele ser calificado como un director de efectos especiales, lo cierto es que como ninguno de sus colegas de generación y posteriores se las ha arreglado para dotar de un cierto corazón a toda esa digital mecánica celeste de ingenios y fascinaciones.

Excitante.

sábado, enero 02, 2016

La Confesión

Dirigida en 1970 por Costa Gavras, una de las máximas figuras del cine político europeo, "La Confesión" presenta una crónica terrible y exhaustiva de los peores horrores del estalinismo soviético.

La película se basa en un guión de Jorge Semprun que, a su vez, se basa en la biografía de Artur London, un dirigente comunista checo que en el año 1952 fue parte (y victima) del llamado proceso de Praga. Este proceso también se llama el proceso Slansky puesto que la máxima figura del proceso fue Rudolf Slansky, secretario general del partido comunista checo hasta que dejó de serlo.

Todos los juzgados formaban parte del comité central que comandaba Slansky y fueron acusados de partidarios del comunismo que preconizaba el dirigente yugoslavo Tito y fueron considerados traidores por las autoridades sovieticas que por aquel entonces rompieron relaciones con el mariscal yugoslavo.

La mayoría de los juzgados fueron condenados a muerte y solo unos pocos, entre los que se encontraba London, lograron sobrevivir por ocupar posiciones secundarias en el comité central caído en desgracia.

El proceso Slansky es sólo un jalón más dentro de las complejas relaciones que la Unión Soviética tuvo con su área de influencia europea, conseguida por conquista militar y mediante accesos al poder nada democráticos-

En los estados que habían surgido de los restos de la vieja Prusia y del aun mas viejo imperio austro-hungaro, el comunismo no se impuso de manera natural sino por necesidad. En la mayoría de ellos se hicieron elecciones democráticas que los partidos comunistas jamás ganaron de manera clara, pero con la ayuda de la URSS se las arreglaron para acabar en el poder.

Y dentro de ese area de influencia soviética, Yugoslavia, Checoslovaquia y Hungria eran sociedades complejas y cultas, puramente centroeuropeas que nunca se llevaron bien con el totalitarismo asiático que la Unión Soviética proponía y como escribo las relaciones siempre fueron difíciles (por decirlo con fineza) con ellas,

En cualquier caso, "La Confesión" nos propone un viaje a las profundidades de la locura totalitaria estalinista.

La mayor parte de la película se centra en el proceso de detención, aislamiento y tortura del protagonista al que da magníficamente vida un estupendo Ives Montand.

Y nos muestra la especial locura de estos juicios de los que el ex-seminarista Stalin era muy partidario y que consistía en una confesión pública de los errores y delitos cometidos, errores y delitos que por supuesto el acusado no había cometido pero que terminaba confesando merced a los procesos de lavado e cerebro y tortura.

Así, el espectador contempla con horror como, poco a poco, la resistencia de Gerard, el protagonista, va siendo quebrada hasta que este termina firmando todo los papeles que le llegan permitiendo a sus captores construir una realidad alternativa y política por servir a los intereses del partido.

Vuelvo a repetir que la interpretación de Montand es espectacular, llegando a perder quince kilos en el real y mostrando el proceso de consunción al que como individuo es sometido.

En este sentido, "La Confesión" resulta interesante también por mostrar precisamente la fragilidad del individuo y guarda una lección que aprender en esta época donde la reivindicación del individuo parece un incontestable asunto de fe.

No es bueno que el hombre esté solo y el hombre como individuo aislado siempre lo está.

En cualquier caso, "La Confesión" tiene ese toque especial que Costa Gavras tiene para contar las historias, un toque siempre muy cinematográfico y directamente relacionado con el "thriller", resultando siempre sus películas interesantes de ver no sólo por lo que narra sino por la manera en que este francés de origen griego las cuenta.

Y "La Confesión" se encuentra entre las mejores de su comprometida filmografía.

Imprescindible.

viernes, enero 01, 2016

Capitalismo Global. Jeffry A. Friedman

“Este énfasis en la justicia social reflejaba ciertamente las obsesiones personales de Soros, pero también la preocupación de que el capitalismo global no se podía sostener si las masas quedaban excluidas de los beneficios de la vida económica y política. ‘El sistema capitalista global  -decía Soros- ha dado lugar a un campo de juego muy desigual. La distancia entre ricos y pobres se está ampliando. Esto es peligroso, porque un sistema que no ofrece cierta esperanza y protección a los perdedores puede verse trastornado por actos de desesperación.’ Soros defendía enérgicamente las sociedades abiertas por razones de principio y pragmáticas, creyendo que el nuevo orden económico internacional precisaba un compromiso con la justicia social.”

martes, diciembre 29, 2015

Jesus de Montreal

Producida en 1989, "Jesus de Montreal" es la segunda película del canadiense Denys Arcand.

Tras la espectacular "El declive del imperio americano" (1985), Arcand prolonga en esta historia el cuestionamiento de los valores de toda una generación, la que era joven en la contracultural década de los sesentas del siglo pasado, y. lo que es más importante, de la sociedad que aquella finalmente ha producido: fundamentalmente material y nada espiritual, egoísta y nada altruista, táctica y nada estratégica.

Y como en la primera, Arcand empieza constituyendo un grupo de personajes, en este caso actores reclutados por Daniel para realizar una representación de la pasión de Cristo en los jardines de una iglesia de Montreal.

Poco a poco la historia va mostrándose de manera general como una nueva pasión de Cristo pues progresivamente Daniel se revelará como un nuevo Jesucristo enfrentado a las mentiras e hipocresías de una sociedad que cuestione su visión de la religión del mismo modo que la sociedad judía cuestionaba la visión rupturista del que se decía hijo de Dios.

Tengo que decir que por esta especificidad tan católica "Jesús de Montreal" no es una película que me interese demasiado, especialmente su primera hora prácticamente centrada a la construcción del grupo de actores y a la representación de esa pasión que muestra esa visión tan heterodoxa.

A partir de entonces es cuando aparece el conflicto, el cuestionamiento de Daniel y, a su vez, el cuestionamiento de este a aquellos que le censuran.

De todos modos, Arcand es un inteligente constructor de personajes, de diálogos, de posicionamiento y "Jesús de Montreal" ofrece a quien les escribe varias oportunidades para la reflexión, cosa que siempre agradece.

Y al final no deja de tener su gracia esta prolongación de ese declive del imperio americano centrada en la religión, en el corazón espiritual de este mundo que siempre se ha creído mucho mejor de lo que es.

Aceptable.




Dónde dejar al final del día
todas esas piezas que no encajan.
La razón del que pide,
del que llora,
del que le quitan
o simplemente no tiene,
o cae para siempre ante tu impotente mirada.
Donde guardar al final del día
sus voces,
sus rostros,
sus llantos,
sus rabias.
Donde guardarlos
cuando la oscuridad revienta
y en la impaciente espera
de algo parecido a la paz y la calma
uno hace lo que puede
tejiendo a duras penas un sentido
que componga un poco la cordura despeinada.
Donde dejarlas lo justo para dar tiempo al esquivo sueño
sin poder evitar sentir que por el momento la suerte nos es favorable,
que por ahora nos alcanza
porque, al menos, hoy el que quiere dormir
no ha sido uno de aquellos.

Mañana ese dios que no existe dirá,
tuya no será la última palabra.

domingo, diciembre 27, 2015

La historia de España sigue acabando mal

Escribe el poeta Gil de Biedma que la historia de España es la más triste de las historias de la historia porque acaba mal.

Y todavía no ha dejado de acabar mal a la luz de las corrientes de opinión pública que recientemente han suscitado la eliminación de las calles que llevan los nombres de generales golpistas por parte del ayuntamiento de Madrid.

Y acaba mal porque para algunos esos generales son golpistas cuyos nombres van a ser borrados (y me alegro) son golpistas mientras que para otros siguen siendo honrados y abnegados luchadores por la patria cuya memoria debe ser preservada

Las consecuencias de los acontecimientos históricos se extienden en el tiempo como ondas sobre la quieta superficie de un lago y la falta de vergüenza con la que algunos reivindican los actos y posiciones de quienes fueron totalitarios y golpistas no es más que un efecto colateral de la propia historia que nos sigue salpicando.

Es un demonio al que debemos enfrentar.

Es por esto y no por otra cosa que la historia de España acaba mal para el poeta.

La victoria del franquismo y la derrota de la República han hecho posible la introducción de una perversidad ponzoñosa dentro de la historia de nuestro país: los totalitarios tuvieron 40 años para construir... y, como suele suceder, porque la gente tiene que vivir y quiere mejorar su vida, aprovecharon su oportunidad.

Los fascistas construyeron un país, su país, con la ayuda de nuestro entorno más cercano.

Los fascistas tuvieron el suficiente tiempo para construir una prosperidad, para imbricarse positivamente en la historia de una nación.

Esto es un hecho incontrovertible que todos deberíamos asumir por más que pueda dolernos.

La derrota en el campo de batalla unida a las circunstancias favorables en el contexto de la política exterior permitieron que el fascismo haya construido y sumado dentro de la historia de España.

Por eso nuestra historia acaba mal y lo hace en una realidad que unos quieren obviar mientras otros reivindican.

La derrota de la República permitió al franquismo mientras mataba y fusilaba construir las bases de una estabilidad social, generó una clase media, permitió el industrialismo generando un polvo de franquismo sociológico del que proceden estos lodos que se manifiestan en algunas cartas y declaraciones.

La guinda fue la transición sin ruptura que dio aun mas legitimidad a esa construcción histórica y social del franquismo.

Todo esto ha sucedido y sus consecuencias llegan hasta el día de hoy.

Todo esto constituye una perversa peculiaridad dentro de los países de nuestro entorno puesto hasta las naciones surgidas de las repúblicas socialistas tuvieron un mayor o menor proceso de ruptura que les permitió distanciarse de su propia historia más reciente haciendo difíciles apoyos y declaraciones que en nuestro país suceden todos los días.

Por no hablar de Portugal y Grecia países que han gestionado mejor su pasado totalitario y fascista, incluyendo en nuestro vecino una revolución preconizada por un ejército de izquierdas.

Pero aquí no ha pasado nada.

Y eso es lo malo de que no se produjera la ruptura, que su ausencia de algún modo o de todos legitima.

El tirano murió en la cama y casi cuando quiso.

El primer presidente del gobierno de la España democrática fue máximo responsable del partido del movimiento franquista.

Podemos engañarnos si queremos.

Por eso sólo en España, y para vergüenza de nuestra historia, hay corrientes de opinión, respaldadas incluso desde la política, que respetan y agradecen a los fascistas su dedicación en la construcción de una paria que excluyó y mató a una buena parte del país.

Y cuando escribo esto no me refiero a la guerra sino a la sanguinaria represión posterior sobre la que los defensores de las excelencias de esos patriotas siempre pasan de puntillas.

Por no hablar de las decenas de miles de desaparecidos que aun llacen enterrados por nuestras carreteras que son auténticos cementerios erigidos a otra vergüenza: la de nuestro fracaso como proyecto de país moderno

Por eso nuestra historia termina mal.

A estas alturas no tenemos ni idea de quienes somos como nación.

Seguimos casi medio siglo después de la muerte del dictador con dos relatos: uno, el de los vencidos, que cuenta con el respaldo moral que dan la ética y la razón  y el otro, el de los vencidos, que cuenta con el respaldo práctico del tiempo, un tiempo que ya es más que los cuarenta años del tirano porque también son este tiempo de la constitución de 1978.

Y como todos sabemos el tiempo en derecho otorga precisamente derecho.

Y en realidad quienes piensan así (que todavía son unos cuantos) tampoco se han enfrentado a un cuestionamiento estructurado y ordenado, canalizados desde las instituciones, que por lo menos les haga sentir vergüenza de decir ciertas cosas.

Y lo peor es que ellos se saben y sienten con razones casi cien años después.

Esa va a ser la principal consecuencia de la derrota de la Republica en la guerra civil.

¿Duele?

Pues si.

Pero lo cierto es que nuestra historia, al menos en lo que al tema de la guerra civil atañe, acaba desgraciadamente mal.

Y eso no va a haber manera de remediarlo.

Ha sucedido ya.

La vida sigue y como nos descuidemos los muertos se confundirán con el olvido en las cunetas donde quedaron va ya para el siglo.

Si alguien tiene alguna duda de nuestro radical fracaso como nación que piense en esto... y llegados a esto un buen español siempre echará la culpa al resto porque él siempre está en lo correcto.

Transformar el mundo: Revoluciones burguesas y revolución social. Neil Davidson.

“En segundo lugar, Cliff aceptaba que la caracterización de la URSS como estado obrero degenerado fue válida hasta 1928, mientras quedaban algunos elementos cada vez más mediados del dominio de la clase obrera; pero, a partir de esa fecha el estado se había convertido en un arma contra la clase obrera y el campesinado al mismo tiempo que las relaciones de propiedad habían cambiado decisivamente por el programa de nacionalización plena. Lo que decía Cliff es que deberíamos preocuparnos, no por las relaciones de propiedad, no por la ilusión jurídica, sino por las relaciones de producción, que estaban ahora constituidas por trabajo asalariado y capital, y donde los gestores del estado habían asumido el papel de capitalista colectivo…. Rusia fue la excepción, el único país que experimentó por un tiempo una revolución socialista triunfante y la subsiguiente contrarrevolución burocrática.”

Citizen four

Por encima de todo "Citizen Four" es un documental en todo el sentido de la palabra.

Nos documenta la historia real de un hombre valiente y eticamente responsable, algo cada vez menos habitual en un mundo, el nuestro, en el que los comportamientos desviados se están convirtiendo en norma

Este hombre es Edward Snowden y su denuncia es ya bien conocida: el gobierno de los Estados Unidos, y por extensión, buena parte de sus gobiernos aliados crearon un monumental y global sistema de escucha de las comunicaciones privadas de sus ciudadanos.

Esa escucha ya no se produce como consecuencia de la sospecha de la consecución de un delito sino de manera general y preventiva.

Además, y lo que es más grave, la seguridad y el terrorismo se convierten en la perfecta excusa para utilizar ese sistema de escucha para otros motivos, entre ellos beneficiar a las empresas norteamericanas.

Frente a esta clara violación de los derechos de las personas se erige heroicamente la figura de un ciudadano responsable y comprometido de verdad con el futuro de la sociedad en que vive.

Enfrentado al conocimiento de este proceso de control porque forma parte de él como anaista de la CIA, Snowden tiene claro con quién está su lealtad. Prefiere convertirse en un espía y un traidor para aquellos que realmente traicionan a los suyos en lugar de un colaborador dentro de un proceso perverso de poder y control que anula los fundamentos esenciales de una democracia: la privacidad.

El documental revela de manera puntual y precisa todo el proceso de filtración de la información que Snowden realiza a un periodista independiente que circunstanciamente trabaja para The Guardian.

Y si algo queda claro de la visión de "Citizen Four"son las razones de Snowden y el tremendo coste personal que esta decisión le supone.

Todavía quedan héroes y no son precisamente los que obedecen a nuestros carceleros de este mundo feliz en que vivimos.

Edward Snowden es uno de ellos, un ciudadano en toda la extensión de la palabra y, lo que es más importante, un ejemplo a seguir.

Pero de lo que tampoco debe quedarnos ninguna duda es que ya estamos camino de esa dictadura perfecta de la que hablaba Aldous Huxley en su preclara "Un mundo feliz".

La apariencia de democracia, aunque las libertades son más completas y extensas cuando se trata de comprar y vender.

Una cárcel sin muros a la que una mezcla de deseo y miedo nos ata: el deseo de tener más mañana y el miedo a perder las cosas que ya tenemos.... Y de la cual ni se nos ocurriría soñar evadirnos.

Un sistema de esclavitud donde, gracias al sistema de consumo y entretenimiento, los esclavos amaremos nuestro confinamiento.

No se yo si al final nos saldrá a cuenta haber salido de las cavernas hace miles de años.

¡Planazo!

viernes, diciembre 25, 2015

House of cards

Los que seguíamos esta serie en sus dos primeras temporadas ya sabíamos que su protagonista, Francis Underwood, no era una buena persona pero en esta tercera temporada la verdad es que las cosas van demasiado lejos.

Y no tanto por lo que haga o deje deje de hacer, que también, sino por las personas que se ven afectadas por su ambición sin limites.

Porque tras un comienzo un tanto titubeante en el que confieso que me costó encadenar la visión de los capítulos, la serie entra aproximadamente en su mitad, específicamente con el primer capítulo que dirige RobinWright, en una vertiginosa rampa de lanzamiento que convierte en una más que recomendable adicción la visión de la tercera temporada de House of Cards.

La postulación de Underwood como candidato demócrata en contra de sus propios planteamientos unida a la contratación de un fascinante y enigmático escritor para la redacción de un libro que venda su programa de empleo son factores desencadenantes que llevan a la serie a una nueva dimensión.

Y no es una casualidad que ese capítulo dirigido por Robin Wright empiece con la renovación de los votos del matrimonio Underwood, porque a partir de ese momento todo va a ir dirigido al compromiso de algo que en anteriores temporadas era intocable: el sagrado vinculo de ambición y complicidad que mantenía unidos a los Underwood.

Proceso que queda en abierto para una más que inevitable y necesaria cuarta temporada con uno de los cliff hanger más potentes que recuerdo.... y no creas que se trata de explosiones, asesinatos  ni muertes.

Es todo más perverso y sutil.

Pura lucha por el control y el poder.

Ya está tardando la cuarta temporada y es una lastima que ese estupendo personaje del escritor que hace saltar todo por los aires no pueda escribirla.

Iimprescindible.


jueves, diciembre 24, 2015

Más reflexiones sobre el 20D... O la misma

Será interesante ver el modo en que los cuatro grandes partidos políticos en los que los españoles hemos depositado nuestra confianza se entienden.

Por un lado, el PP y el PSOE entienden a negociación como la han venido entendiendo desde los principios de esta democracia. Es decir, poniendose el bigotito franquista para entender la negociación como un procedimiento en el que el otro expone lo que quiere pero al final está en la obligación de plegarse completamente a mi deseo.

Negociar es obedecer a cambio de determinados puestos, lugares y posiciones.

Por otro, Ciudadanos y Podemos van a tener una gran presión de cara a la conformación de mayorías. A la primera negativa a ese ordeno y mando no tardaremos a escuchar llamadas a la responsabilidad y a la necesidad de configurar la estabilidad necesaria para poder gobernar.

En este sentido, los dos grandes partidos políticos siguen teniendo la sarten por el mango aunque los dos hayan caído.

Siguen siendo los más votados y en buena lid sobre ellos debe recaer la iniciativa de formar gobierno y no van a desaprovechar la ocasión para, pudiendo obtener el beneficio del poder, de paso puedan desactivar el marcado carácter reformista de los dos partidos emergentes, especialmente Podemos.

Así, y aunque no lo parezca, la posición de los dos partidos emergentes es mucho más difícil de lo que parece enfrentados a una posición claramente "win-win" de los dos partidos tradicionales.

La única opción que les queda, especialmente a Podemos (porque los otros están locos por pactar), es mantener la personalidad lo que debe traducirse en una agenda que se transparente de manera clara y evidente en las negociaciones porque no tengo la menor duda de que las presiones para alcanzar un acuerdo entre las izquierdas (aceptando pulpo como animal de compañía y PSOE como partido de izquierdas) van a ser muy grandes.

Y no se si los cuadros dirigentes de Podemos tienen tanta experiencia en la política práctica como para sobrevivir a un PSOE que estará prácticamente luchando entre la espada y la pared siendo un escenario más probable una propuesta de alianza para que gobierne Pedro Sanchez al ser el candidato de la lista más votada.

El riesgo será aparecer como irresponsable e intransigente, enfrentados a unas posibles nuevas elecciones con la consecuente paralización irresponsable del país y tal y esas cosas.

Además, jugará en contra de Podemos la mayor flexibilidad para el pacto por parte de Ciudadanos, especialmente con el PP, que puede hacer posible un discurso de facilitación de cuatro años más de gobierno de la derecha por una cerrazón utópica a un acuerdo

Y si en algo es bueno el PSOE es en poner en marcha el ventilador de la mierda,

No lo dudéis.

Va a requerir mucha astucia para Podemos sobrevivir a este proceso postelectoral de negociaciones en el que la verdad y la razón son sólo un par de variables más a considerar.

Bienvenidos a la política real.




Hay más oscuridad en esos ojos
que desde su inaccesible emboscadura
te miran salvajes e inciertos
que allá afuera,
en la más pura y profunda noche
de cuyo intrincado y selvático seno
como un afilado destello de sombra surgieron.
Y una vez más no lo sabes.
Quizá la sagrada desnudez de la vida
y toda su eterna promesa
severamente racionada
desde el principio de los tiempos
y según los inescrutables designios de la dirección
silenciosas se transparentan
en ese interrogante estar
capaz de transmutar dos trayectorias en un encuentro.
Y todo será como siempre: intentar saber,
perseguir a tientas
las huellas que descuidado
va dejando el propio deseo al avanzar.

Los origenes de la posmodernidad. Perry Anderson.

“De manera análoga, la posmodernidad -que estéticamente era poco más que una vuelta menor de la espiral descendiente de la modernidad, si bien de mucho mayor importancia ideológica- se había de entender como producto de la derrota política de la generación radical de finales de los años sesenta. Una vez frustradas sus esperanzas revolucionarias, esa hueste había encontrado compensación en un hedonismo cínico que halló salida abundante en el boom del sobreconsumo de los años ochenta. 

Los orígenes de la posmodernidad. Perry Anderson.

“En un ensayo sobre los orígenes del arte moderno de la belle époque europea, sugerí una vez que se entendía mejor como resultado de un campo de fuerzas triangulado por tres coordenadas: una economía y una sociedad que aún eran industriales sólo a medias y en las que el orden dominante seguía siendo en gran medida agrario o aristocrático; una tecnología de inventos espectaculares, cuyo impacto era todavía reciente o incipiente, y un horizonte político abierto, en el que muchos esperaban o temían algún tipo de levantamientos revolucionarios contra el orden dominante. En el espacio así delimitado podía desencadenarse una gran variedad de innovaciones artísticas: el simbolismo, el imaginismo, el expresionismo, el cubismo, el futurismo, el constructivismo; algunos explotaban la memoria clásica o los estilos patricios, otros se sentían atraídos por una poética de la nueva maquinaria, otros aún se entusiasmaban con visiones de la revuelta social, pero nadie vivía en paz con el mercado como principio organizador de una cultura moderna: en este sentido, eran prácticamente sin excepción antiburgueses.

La Primera Guerra Mundial, al destruir los antiguos regímenes de Rusia, Austria-Hungría y Alemania y debilitar a los terratenientes de otras partes, modificó esas condiciones pero no las abolió. Las clases altas europeas y su train de vie seguían más o menos como antes; las formas avanzadas de organización industrial y consumo de masas -el fordismo de Gramsci- permanecían restringidas en gran medida a los Estados Unidos; la revolución y la contrarrevolución se enfrentaban en batalla abierta desde el Vístula hasta el Ebro. En tales condiciones, continuaban surgiendo formas y movimientos de vanguardia de gran vigor: la Opojaz de Rusia, la Bauhaus en Alemania, el surrealismo en Francia. La censura vino con la Segunda Guerra Mundial, cuyo desenlace destruyó en la mayor parte del continente las viejas élites agrarias y su modo de vida, instaló en el Oeste unas democracias capitalistas estables y los bienes de consumo estandarizados, y destripó los ideales de la revolución en el Este. Una vez desaparecidas todas las fuerzas que lo habían estimulado históricamente, el élan del arte moderno se agotó. Había vivido de lo asincrónico, de lo que era pasado o futuro dentro del presente, y murió con la llegada de lo puramente contemporáneo: el monótono estado de estabilidad del orden atlántico de la posguerra. De ahí en adelante, todo arte que aún quería ser radical estaba destinado rutinariamente a la integración comercial o a la cooptación institucional.”

lunes, diciembre 21, 2015

20D: Algunas reflexiones

Intentando superar las ganas de exiliarme, escribo estas reflexiones sobre las recientes elecciones del 20D.

1
No está tan claro que el bipartidismo haya terminado.
La bestia siempre es más difícil de matar de lo que el héroe imagina y ahora es cuando las cosas se ponen realmente difíciles, cuando la bestia parece herida.

Los partidos del turnismo han caído pero no lo suficiente mientras que los partidos ascendentes tampoco han ascendido lo suficiente.
El problema es que tradicionalmente, el sistema bipartidista ha sido muy eficiente en devorar a los partidos bisagra de carácter nacional.
Al final, el pez grande siempre terminó devorando al chico (CDS, IU...), perdido bajo la alargada sombra de su socio mayoritario. Estos pequeños partidos estuvieron siempre privados de una necesaria capacidad para proyectar personalidad (y por lo tanto supervivencia) como consecuencia de no tener el suficiente peso político y electoral como para imponer una agenda.
Ahora, tanto Ciudadanos como Podemos tienen un mayor poder político, y poder electoral, pero serán presionados de igual manera por los dos grandes partidos para obtener compromisos y acuerdos de gobernabilidad.
Su obligación es mantener la personalidad... algo que estoy convencido sus votantes quieren y desean.
Ambos, especialmente Podemos, deben tener mucho cuidado de no mancharse en el juego de la pragmática política y su mayor preocupación debe ser intentar imponer una agenda que les permita mantener esa personalidad que les permita sobrevivir intactos, manteniendo esa diferencia esencial que las necesidades prácticas de gobernabilidad pueden comprometer.
En este terreno de juego, los nuevos partidos emergentes se van a jugar la vida, esa diferencia que en principio les ha llevado donde están.
Un apoyo a corto plazo puede significar la muerte a largo plazo.

En este sentido, yo no infravaloraría a los partidos del régimen que serán lo que queramos que son pero también son perfectos expertos en lo suyo: sobrevivir casi siempre de manera vil
Al régimen le interesa más nunca ser capaz de poder devorar a los partidos bisagra, o por lo menos ponerles en una situación difícil... y encima en este caso todo va a ser a cambio del bien más preciado: gobernar.
Yo no esperaría por tanto que PP y PSOE no fuesen el máximo de eficientes en intentar conseguir, por lo civil o por lo penal, un apoyo que no sólo les puede reportar beneficios a corto plazo sino también a medio y largo si consiguen hacer a sus nuevos socios cómplices de sus pecados.
Sólo un tonto esperaría otra cosa diferente y a veces la inexperiencia puede confundirse con la tontería

2
Por otro lado mi segunda reflexión está relacionada con la primera.
No tengo claro que el bipartidismo haya terminado.
No tengo claro que no estemos ante un cambio generacional que implique el mantenimiento del bipartidismo aunque con un cambio de jugadores.
PP y  PSOE pueden tender a morir como lo están haciendo sus votantes hablando de cosas que ya no atañen tanto a las nuevas generaciones y, lo que es peor, expresandolas en un lenguaje que ni llega ni traspasa a los españoles que no han conocido a Franco ni a la ETA asesina.
Esa falta de flexibilidad y renovación en PP y PSOE está permitiendo la aparición de dos nuevos jugadores que en realidad, y nos digan lo que nos digan, quizá solo aspiran a reemplazar a un jugador dentro del gran juego.
Y tengo claro que el modo en que se gestione la preocupación que da lugar a mi primera reflexión nos servirá de guía para dar respuesta a esta segunda.

Desgraciadamente no somos tan libres como queremos y buena prueba de ello es que el hecho de que todo cambie para seguir igual nos parezca lo más grande.
En este sentido no descartaría un cambio de jugadores dentro del juego del bipartidismo.


Estas elecciones tan tristes no me inspiran más ideas.
Veremos de qué materia están hechos Ciudadanos y Podemos... aunque la materia de Ciudadanos la tengo mucho más clara.... empieza por m...

domingo, diciembre 20, 2015

Star Wars: El despertar de la fuerza

En el negocio del espectáculo una de las cosas más difíciles es producir algo que esté a la altura de las expectativas.

Más mérito aún si en ese logro está de por medio una de las franquicias cinematográficas que más dinero han movido de toda la historia del cine.

No es en absoluto tarea fácil estar a la altura de lo que se espera cuando el éxito y los grandes presupuestos están de por medio, pero J.J, Abrams lo ha conseguido con esta nueva entrega de la saga galáctica que comenzara George Lucas allá por 1978, hace casi ya 40 años.

Como mínimo esta "El despertar de la fuerza" está muy por encima de la segunda trilogía que Lucas firmara entre 1999 y 2005, espectáculos sinfónicos que basaban su poder en la acumulación de personajes, situaciones y efectos especiales

Está claro que Abrams tuvo claro lo que no hacer... y también lo que hacer porque "El despertar de la fuerza" regresa a los orígenes.

No permite que la espectacularidad operística de la galaxia en acción sepulte la relación y la tensión entre los personajes.

Nada de gran política, de grandes intereses, del imperio, de la lucha entre el bien y el mal materializada de manera naif en el conflicto entre luz y oscuridad.

Abrams regresa a los orígenes para encontrar a unos personajes inmersos dentro de una mecánica que viene desde su pasado para configurar su presente y situarlos en en lugar preciso y en el momento adecuado para vivir la aventura de buscar y buscarse.

Lucas cometio el error de dar protagonismo al grandilocuente contexto de una galaxia que se debate entre republica e imperio.

Abrams prefiere cerrar el foco sobre unos personajes que existen dentro de esa lucha, sobre sus necesidades y problemáticas... y además se las arregla para contarlos muy bien, insertando diálogos y acción de manera perfecta.

Sin duda alguna, la presencia de un space cowboy como Lawrence Kasdan en el guión tiene que haber sido decisiva para dar a esta "El despertar de la fuerza" el auténtico toque del original que sin duda es su principal atractivo.

Aunque parezca contradictorio, la principal virtud de esta nueva entrega es la humildad a la hora de entenderse.

Muy, muy inteligente.

Y en este sentido, hasta estructuralmente la historia en que se basa "El despertar de la fuerza" corre sobre los raíles narrativos de "La Guerra de las galaxias".

Bastantes de las secuencias de esta recuerdan a secuencias de aquella en una especie de efecto guiño en el que se busca contar la misma historia de manera diferente pero para contarla igual.

Como si una historia estuviese dentro de la otra y se desplegase con la naturalidad de no parecer una copia, pero al mismo tiempo siéndolo.

No hay más que ver el cartel de la película.

La similitud convive armónicamente con al diferencia.

Muy, muy difícil.

Lawrence Kasdan es uno de los grandes guionistas de la historia del cine industrial y Abrams acaba de llegar, pero no le va a la zaga, como mínimo tiene el talento de rodearse de las personas adecuadas.

Absolutamente recomendable.

sábado, diciembre 19, 2015

La ciudad esta llena de oficinistas
que, perfectamente entrenados
en el fingimiento de la esperanza,
y creyendosela,
no quitan los ojos de la recién salida
nueva lista de números de la suerte
mientras a lo loco cruzan la calle sin mirar

En el corazón del mar

La desmitificación del mar es una de las principales consecuencias del proceso de modernización tecnológico e industrial que nos ha llevado a controlar, al menos, la superficie de nuestro planeta.

Antes, incluso hasta bien entrado el siglo XIX, cualquier cosa podía suceder en el mar, un territorio desconocido donde solo los más valientes se adentraban asumiendo siempre el riesgo de no regresar nunca.

De ahí que durante muchos siglos, el mar fuese el contexto adecuado para la imaginación de historias en el que la aventura, el horror, el misterio y lo sorprendente estuviesen presentes de una manera u otra.

Verne, Poe y, por supuesto, en la cumbre de todos ellos Herman Melville con su "Moby Dick".

"En el corazón del mar" sucede dentro de todo ese contexto aventurero y marino que hizo posible que Melville escribiese una historia que lo hiciese trascender hasta lo ontológico y metafísico.

Después de todo, "Moby Dick" escenifica precisamente el muy moderno drama del enfrentamiento del hombre con las poderosas e incontrolables fuerzas de la naturaleza, convirtiendo a la ballena blanca en un inalcanzable objeto del deseo que exige un precio de tragedia y sangre a quienes lo persiguen.

Como escribo, "En el corazón del mar" nos cuenta el encuentro de la tripulación del ballenero "Essex" con un enorme cachalote que, en medio del oceano Pacífico, les manda a pique y parece perseguirles durante su terrible vagar por el océano buscando quizá asegurarse de su muerte.

Lo que la película no cuenta es que ese cachalote tiene nombre.

Se llamó "Mocha Dick" y vivió en el Pacifico chileno a principios del siglo XIX.

Este cachalote era famoso entre los marinos de Nantuckett que organizaban expediciones para cazarlo.

Tardaron casi medio siglo en matarlo, llevándose por delante a bastantes marineros antes que una flota de balleneros se lo llevase también por delante.

Así pues en medio de esa ninguna parte que a principios del siglo XIX era el corazón del océano Pacífico, "Mocha Dick" se lleva el "Essex" por delante haciendo honor a su leyenda.

El director Ron Howard nos cuenta con talento primero el periplo del barco y posteriormente su dramático naufragio, si bien esta segunda parte no está a la altura de la primera resultando demasiado poco emocional para todas las mierdas que tienen que pasar los supervivientes del naufragio.

En este sentido, "En el corazón del mar" es una película desigual que alcanza su culmen dramático con el magnífico encuentro de la tripulación del "Essex" con "Mocha Dick" y que para desgracia del espectador decae justo cuando tendría que seguir yendo hacia arriba...

Porque... tela!

Hay material para hacer algo más poderoso, en lugar de un relato tímido y tibio que se limita a ilustrar y plastificar el horror del mar.

Imagino que la vocación de producto está detrás de esta decepcionante autolimitación de la historia.

En cualquier caso, merece la pena verla.

Como todos los productos que producen la factoria Howard-Grazer, "En el corazón del mar" ofrece corrección, entretenimiento y buenos momentos.

Por cierto, el cartel es fantástico.

Nos habla del misterio del mar y de los infinitos demonios que sus profundidades pueden albergar, "Mocha Dick" quizá sea el más flojo de todos ellos.

La limitada transparencia a veces delata su presencia.


Los orígenes de la posmodernidad. Perry Anderson

“Su reacción inicial fue insistir en que el capitalismo, aunque pudiera parecer que representaba una finalidad universal de la historia, en realidad estaba destruyendo cualquier finalidad posible, puesto que no encarnaba ningún valor más elevado que el de la mera seguridad fáctica. «El capital no tiene necesidad de legitimación alguna, no prescribe nada, en el sentido estricto de obligación, ni tiene ninguna regla normativa que decretar. Está presente en todas partes, pero como necesidad y no como finalidad.”

viernes, diciembre 18, 2015

The Assassin

Y llega Hou Hsiao Hsien para convertirse en el Sergio Leone del wuxia, genero de artes marciales que sucede en la época medieval china.

Porque si algo hay en "The Assassin" es pausa y esteticismo.

Las imágenes que con gusto y talento construye Hsien son sencillamente prodigiosas, desde el puro blanco y negro inicial hasta ese color vago y onirico entreverado con las gasas y visillos que caracteriza de manera brillante y novedosa casi todas las escenas de interior en los palacios.

Otra cosa es que "The Assassin" se entienda.

Y ahí no paso lista.

Cada uno decide donde poner su línea.

Pero en lo que a mi me atañe que es por supuesto mi caso tengo que decir que no termino de entender quién es cada personaje y a qué dedican el tiempo libre.

En este sentido, "The Assassin" es una de esas películas encantadas de sí mismas, en las que la forma predomina sobre el fondo, dedicado fundamentalmente a convertirse en la necesaria percha sobre la que vertebrar el virtuosismo a la hora de construir imágenes.

Y ahí, mi mirada obsesiva-compulsiva encuentra un molesto desequilibrio que me acompaña a lo largo de una película en la que, en algunos momentos, no se de qué diablos hablan algunos de los personajes... cuando los reconozco, especialmente los hombres.

En cualquier caso, visualmente atractiva lo es y un rato.

La nada magníficamente envuelta en seda. niebla y celofán.




Avatar

Al final, si te descuidas
acabas muriendo en tierra extraña,
lejos de ti,
enterrado bajo el peso de mil murallas;
confinado dentro de una forma
que a sólo a duras penas,
y tras mucho esfuerzo,
dices ser tú;
esperando que fieles,
como un espejo,
los otros te devuelvan el artificio
que envuelve con mayor o menor destreza
tu esencial dudar
convertido en el aéreo volar
de una incontrovertible certeza
que te hace ser visible,
estar presente,
contar.