sábado, enero 19, 2008
ALIEN VS. PREDATOR
Mejor de lo que a priori uno puede presuponer resulta la segunda parte de este refrito/pastiche que combina a dos personajes esenciales en la ciencia ficción cinematográfica.
Insustancial, ligeramente previsible, pero, y no obstante, resulta entretenida de alguna extraña forma que no acierto a comprender del todo. Quizá, porque soy fan de la saga de Alien, el 50% de esta suerte de Tom & Jerry galáctico en el que los depredadores persiguen a los alien viajando de planeta y planeta.
¡Qué le voy a hacer! Algún defecto tengo que tener.
En el caso de la película que nos ocupa, la eterna lucha entre una y otra especie se ventila en una pequeña (y paradisiaca al siniestro estilo norteamericano) localidad de Colorado que literalmente termina pulverizada junto a la mayoría de sus habitantes.
La historia no es nada del otro mundo. Un simple soporte argumental para una gran escabechina de humanos que está narrada de una forma correcta y eficaz.
Todo sucede sin prisa, pero sin pausa y en el tiempo justo, aspecto que quizá resulte clave para que la película no acabe aburriendo.
Ajustada duración y ajustado tempo.
En este sentido, y como producto de entretenimiento, la segunda parte de Alien Vs. Depredador no defrauda.
Entretenimiento sin pretensiones.
Cine comercial.
Producto
Pero nada de alma. Practicamente ya le he olvidado. Ni siquiera recuerdo quién de los dos gana. Pondré una equis en la quiniela.
viernes, enero 18, 2008
GALLARDÓN
Me descubro ante tu maquiavélico talento.
Sabes que lo tienes complicado y no quieres esperar más.
Has hecho tu jugada y, ahora mismo, las cosas están donde quieres que estén.
Astutamente le pides a tus enemigos declarados que te incluyan en un lugar destacado de sus listas. Les pides a aquellos contra quienes te has significado con constantes guiños al centro que en líneas generales (y por encima de vacías declaraciones de inquebrantable adhesión) contradecían su política... Les pides que te incluyan en sus listas, cosa que por supuesto no van a hacer porque no te has trabajado el clientelismo que nuestra política de partidos exige.
Casando homosexuales, apareciendo en tertulias de la SER, ... Siempre la calculada y oportuna discrepancia. El gesto concebido como una de las bellas artes. La significación a través de la diferencia. Siempre intentando ocupar un nicho que sabes -y no te equivocas- que los populares necesitan colonizar para tener alguna oportunidad en esta España que sociológicamente aún no ha dejado de ser de centro-izquierda.
Como dijo Alfonso Guerra, el que se mueva no sale en la foto y tú te has movido todo lo que has querido.
No podían incluirte. No querían... y lo sabías.
Otros merecen ese puesto que reclamas. Se lo han ganado diciendo lo que hay que decir y opinando lo que hay que opinar.
Les hiciste una demanda que sabías no podían concederte y, claro, te declaras derrotado... Y si te declaras derrotado, tiene que haber un vencedor... Y ese vencedor puede ganar o perder las elecciones próximas... Y si las pierte llegará el momento de hablar, de exigir, de demandar, de postularte en definitiva como despreciada alternativa a una propuesta que no ha funcionado.
Estas donde quieres, como quieres.
Eres la víctima y tenías que quemar ese cartucho porque si Rajoy gana tendrás que esperar un par de legislaturas, otros ocho años más como mínimo y lo minimo es la próxima victoria y la derrota siguiente... Demasiado tarde y quizás estás cansado de esperar.
Pero si pierde... Tendrás tu oportunidad mucho antes.
Ya se te ocurrirá algo para aparecer como aglutinador de las derrotadas tropas en torno a una bandera, como la última esperanza blanca y posible de la derecha para conquistar los suficientes espacios en el centro como para garantizar la posibilidad de una victoria.
Lo tienes complicado, pero estoy convencido de que lo vas a intentar... Y además siempre te quedará Madrid.
¿Quién va a atreverse a quitártela?
Has quemado las naves e iniciado la carrera para la sucesión de Rajoy de la mejor manera posible, eliminando toda posibilidad de mancharte con una derrota.
Y todas tus oportunidades pasan por esa derrota.
Automáticamente todos tus rivales pasarán a convertirse en más de lo mismo. Sólo tú, el defenestrado, podrás aparecer puro e intacto, lleno de despreciada verdad.
Te has cansado de esperar, sabes que lo tienes difícil y has decidido pelear
¿Why not?
El poder de la mayoría absoluta en Madrid te ampara y quizás no vuelvas a estar en otra posición tan buena, tan democraticamente respaldada.
Podrá salirte mal, pero tienes un plan.
jueves, enero 17, 2008
(Gabriel García Márquez, Cien años de soledad)
miércoles, enero 16, 2008
lunes, enero 14, 2008
"¡Viva España!
Cantemos todos juntos
con distinta voz
y un solo corazón
¡Viva España!
desde los verdes valles
al inmenso mar,
un himno de hermandad
Ama a la Patria
pues sabe abrazar,
bajo su cielo azul,
pueblos en libertad
Gloria a los hijos
que a la Historia dan
justicia y grandeza
democracia y paz"
¡JAJAJAJAJJAJAJAJ!
No podía haber salido más rancio.
Verdes valles, inmenso mar... Adjetivación manifiestamente mejorable y ligeramente cursi. Y además no todos los valles son verdes en nuestro país, cada vez los ocres son más... pero, bueno, se trata de un himno ¿no?
El tema de que nuestros hijos dan a la historia justicia y grandeza, democracia y paz me parece un poco carca y triunfalista. Prefiero la modestía del adjetivo "nuestra". El rollo de los españoles en la historia me carga mogollón y me recuerda otras épocas de unidades de destino en lo universal.
Tampoco estoy seguro de que nuestra patria sepa (o haya sabido) abrazar bajo su cielo azul, etc.... Contenido claramente aspiracional. Se está intentando, pero nuestra política diaria es la clara manifestación de lo contrario: ¿también sabe abrazar a los que quieren cambiar la constitución?
Como las croquetas que saben a croqueta, tenemos un himno que suena a himno... o lo que es lo mismo, que suena a hueco como las cabezas de algunos que creen que estas cosas se pueden improvisar así, de repente.
No podemos tener como himno, para siempre, un cliché.
Esta letra podría ser perfectamente la letra del himno de cualquier otro país... de opereta y el nuestro es un país de pendereta. No nos equivoquemos.
Carece de personalidad.
Los himnos o bien son elegidos por los reyes entre faisan y faisan, o bien son cantados por el pueblo que regresa a sus casas después de haber guillotinado al monarca de turno para alegría de los faisanes.
No se improvisan.
Son la banda sonora de un determinado momento, una pura metonimia que nace de la misma historia. del mismo pueblo.
Ésto es un absurdo más que no creo que haga que nuestros deportistas consigan más medallas. Si necesitan motivarse con esta letra para ganar lo llevamos claro.
El nombre de este blog se corresponde con el titulo del primer libro que este irónico poeta de la libertad y del amor publicara en 1956.
"Aspero mundo".
Para quién ahora escribe la lectura de aquel libro supuso el descubrimiento de la poesía. La palabra disparada con precisión hacia la oscuridad del significado, la palabra que regresaba de entre las sombras con apenas el aliento de un inexpresable sentimiento atravesado entre sus letras.
Pálpito, temblor y revelación en un susurro de páginas leídas.
Reconocimiento y asombro.
Aquel fue un gran día. Lo recuerdo perfectamente. Descubrí en la arrolladora fuerza de su palabra a mi primer poeta.
Después llegaron otros, pero, y como en otros muchos aspectos de la vida, nada tan indeleble como la huella que deja el primer encuentro.
Descansa en paz, Angel Gonzalez.
sábado, enero 12, 2008
viernes, enero 11, 2008
miércoles, enero 09, 2008
"Let's put a new coat of paint on this lonesome old town
Set 'em up, we'll be knockin' em down.
You wear a dress, baby, and I'll wear a tie.
We'll laugh at that old bloodshot moon in that burgundy sky
All your scribbled lovedreams, are lost or thrown away,
Here amidst the shuffle of an overflowing day
Our love needs a transfusion so let's shoot it full of wine
Fishin' for a good time starts with throwin'in your line."
(New coat of paint, Tom Waits)
lunes, enero 07, 2008
OBAMA
Tradicionalmente, los candidatos demócratas a la Casa Blanca que gustan en Europa no suelen tener mucha suerte ni contar con el mismo favor de sus compatriotas a la hora de votar.
Aspirantes tan sólidos como Al Gore o John Kerry, cada uno con su bagaje de ideas progresistas, fracasaron por uno u otro motivo. Gustaban en las grandes ciudades, a las clases educadas de un aceptable nivel socio-económico, pero, cuando tenían que salir a las grandes praderas del interior del país, la música de sus palabras no terminó por encontrar el suficiente eco.
Ahora, los demócratas vuelven a intentarlo con Barack Obama. Quizá a la tercera vaya a la vencida, pero no me cabe la menor duda de que, y aún contando con el desgaste de dos legislaturas de gobierno republicano (¡y qué dos legislaturas!), están tentando a la suerte.
Barack Obama es una propuesta absolutamente arriesgada, incluso con posibles antecedentes musulmanes radicales (que sus enemigos ya, por supuesto, dan por seguros), que vuelve a poner de manifiesto la clara incapacidad que los demócratas han venido exhibiendo para presentar un candidato capaz de presentar batalla a los republicanos en determinadas zonas del país. Incapacidad que ha ayudado a Bush (junto a una pequeña "ayudita" de su hermano en Florida en las primeras elecciones) a conseguir una Casa Blanca que siempre le ha venido grande.
Con Obama, los demócratas siguen en sus trece de apostar por soluciones arriesgadas, por candidatos que son el retrato del aspirante que los demócratas quisieran tener... sin caer en la cuenta de que no es a ellos a quién tienen que gustar sino a la totalidad del electorado.
Quizá, con el desgaste de ocho años de gobierno republicano, ahora lo tengan más fácil que nunca para, firmes en el error, obtener el éxito, pero en una gran medida estoy convencido de que será por desgaste del competidor.
La no existencia de un aspirante mediaticamente relevante por parte republicana habla bien a las claras de ese desgaste con el que todos parecen contar. Dentro de los Republicanos nadie con aspiraciones claras de futuro parece querer quemar sus cartuchos en unas elecciones que los propios manuales de marketing político pondrían como ejemplo de dificultad. Sólo aventureros con aspiraciones al largo recorrido y segundones de toda la vida como McCain concurren en trance de forjarse una oportunidad.
Los demócratas lo tienen más fácil que nunca. Tienen el tiempo de su lado, pero sin duda lo tendrían menos complicado con un candidato de más consenso que Obama.
Ya veremos que sucede.
Obama está ante su gran oportunidad, su "chance of a lifetime" de un proyecto radical que no tendría ninguna oportunidad con un rival y un candidato fuertes , pero los demócratas también... de demostrar que no sólo se entienden a ellos mismos sino a su país. Y en este aspecto los republicanos les pueden dar lecciones.
No hay que subestimar nunca a los enemigos y, desde luego, si algo han hecho bien los Republicanos es conseguir conectar directamente con el corazón de su país. Discursos básicos, pulsionales, incluso fáciles, que les permitieron los votos suficientes.
Seguramente no se trata de rebajar el discurso politico al estilo Bush, sino de comprender a la gente a la que vas a dirigirte. Transmitirle tus ideas, pero hablando su lenguaje. Comprender sus problemas e incluirlos en la agenda.
Con todos los valores positivos que tiene este candidato, apostar por Obama es no haber entendido nada. Las elecciones no se ganan en Europa. Se ganan en Wisconsin, Nuevo Méjico o Texas.
No quiero imaginarme a un desconocido presidente republicano jurando su cargo en el Capitolio, mientras la inteligencia demócrata vuelve a poner el grito en el cielo amenazando con exiliarse a Canadá.
domingo, enero 06, 2008
sábado, enero 05, 2008
THE ICE HARVEST
Seguro que Cosecha de Hielo es una película que no gusta a todo el mundo.
Moviéndose constantemente entre la más gruesa brutalidad y la más fina ironía su propuesta, que enlaza directamente con aquella primera y magnífica Blood Simple de los hermanos Coen, ofrece una visión cínica y descarnada de las relaciones personales y de la vida no apta para todos los paladares. Una visión aún más fría que la propia escarchada y navideña Wichita donde sucede la historia.
Con el acusado contraste de las Navidades, un momento del año especialmente dedicado a confiar y creer, "Cosecha de hielo" ofrece un despliegue de nihilismo hardcore expresado de una manera bien irónica, bien cínica, por un ajustado reparto de actores que saben hacer sonar a sus personajes con la nota justa y precisa en cada momento.
La historia que Charlie Arglist (John Cusack) cuenta al desesperado y borracho Pete (Oliver Platt) resume bastante el espiritu de esta estupenda película. El padre y el tio de Charlie fueron dos personas que vivieran la vida de forma diferente, cada uno de ellos a un lado de la ley. Al final, ambos murieron con un día de diferencia... "So the point is... it is futile to regret. You do one thing, you do another... I mean, so what? What's the difference? Same result" ... Hagas lo que hagas, el resultado siempre será el mismo.
Cinismo e ironía... uno de mis cocteles favoritos.
viernes, enero 04, 2008
1
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lunes, diciembre 31, 2007
Uno de los temas más complicados a la hora de contar una historia es encontrar un desenlace que esté a la altura del planteamiento de la misma.
Lo difícil (aunque lo sea) no es comenzar una historia sino terminarla, mantener la atención del espectador hasta el final y de esta virtud adolece en grandes cantidades "1408" la nueva película basada en otro relato de Stephen King.
Durante la primera mitad, antes de que un previsible infierno se desencadene sobre el escéptico y descreído Mike Enslin (John Cusack), la historia funciona con eficacia. Uno tiene la sensación de que va a asustarse mucho, pero pasados dos o tres "sustos" el relato abandona los rápidos de las emociones fuertes para desembocar en la calma chicha de un inmenso mar de situaciones previsibles, que no están en absoluto a la altura de las espectativas generadas por la misma historia.
Al final, la lucha por la cordura que libra la perdida alma de Enslin deja de interesar por vulgar y sensiblera.
Los sustos dejan de asustar y los efectos especiales empiezan a campar por sus respetos en una pantalla que se vuelve fría por lo esperado de la mayor parte de las situaciones. Ni siquiera el giro argumental, uno de los mayores tópicos de la historia: el de la realidad que no es tal, funciona.
Una lástima, porque la historia de la habitación que despierta los demonios que sus inquilinos llevan dentro tiene muchas posibilidades.
Los monstruos que nos devoran están dentro de cada uno y algunas veces esos monstruos, como le sucede al protagonista, tienen que ver con lo que más queremos.
"La única respuesta digna del hombre al problema -al sufrimiento, a la finitud- de su condición es permanecer esencialmente simbólico. El problema de la humanidad es un interrogante que se la dirige. Interpela prioritariamente y en última instancia a su poder decir, no a su poder hacer. La solución al problema es la articulación de una respuesta, que es lenguaje y que atribuye un sentido. Esta respuesta nunca es definitiva. La busca del sentido es infinita."
(La hermenéutica filosófica, Gilbert Hottois. Historia de la filosofía, del Renacimiento a la posmodernidad)
No hay una respuesta verdadera, sólo intolerantes que temen estar equivocados. La gran lección que debemos aprender de los humanistas renacentistas es la tolerancia.
La conciencia de las propias limitaciones, la incapacidad de encontrar un respuesta correcta y verdadera convertida en tolerancia hacia las opiniones del otro.
El racionalismo es la cuarta religión monoteísta.
Descartes fue su profeta.
Lo irracional que llevamos dentro siempre termina pudiendonos.
domingo, diciembre 30, 2007
EL EXPRESO DE SHANGHAI
En plena guerra civil, el expreso que une Pekin con Shanghai, dos de las principales ciudades chinas, inicia un nuevo viaje con nueves pasajeros de la más variada índole.
Uno de ellos es Shanghai Lily, mujer de dudosa reputación, quién encontrará a un antiguo amor entre el pasaje... pero la tormentosa situación política que vive la China continental volverá a interponerse entre los dos.
Mucho se ha escrito sobre la relación a todas luces simbiótica entre el director Josef von Sternberg y la estrella Marlene Dietrich. Lo único que tengo claro es que, profesionalmente, ambos estaban hechos el uno para el otro pese a que Sternberg siempre reivindicara la autoría de la Dietrich como icono cinematográfico.
El cine de Sternberg siempre fue un cine de imágenes poderosas, insinuantes que encontró en la morbosa capacidad seductora de la Dietrich un vehículo único para dotar de movimiento, actitud y profundidad a esa intención plástica y estiticista.
Ambos se necesitaban el uno al otro tanto en lo profesional como en lo personal y, de hecho, sus carreras no volvieron a ser las mismas desde su separación personal y profesional, si bien la carrera de la Dietrich soportó mejor esa separación que la de von Sternberg cuyo cine privado de la talentosa profundidad que proporcionaba el icono Dietrich jamás volvió a ser el mismo.
"El expreso de Shanghai" es una de las obras cumbre de esa colaboración y en ella están presentes lo mejor del talento de uno y otra.
Todo el cine de Sternberg se haya impregnado de un tono perverso que siempre me ha recordado a los cuadros de Klimt.
Todos sus personajes se encuentran en mayor o menor medida iluminados por el lado oscuro de ellos mismos y parecen encontrar un extraño y tortuoso placer en dejarse llevar por una cierta maldad que casi siempre se traduce en un ostentoso cinismo y un profundo egoísmo indiscriminado a la hora de relacionarse los unos con los otros.
Así, los nueve personajes que componen el pasaje del expreso no terminan por resultarnos simpáticos. Todos tienen su momento para realizar una pequeña exhibición de sí mismos y de sus talentos: intolerantes reverendos, tramposos jugadores, militares que ya no lo son, indiscriminada antipatía... No hay lugar para los buenos sentimientos en el expreso de Shanghai como tampoco hay mucho sitio para ellos en una vida de la que todos ellos parecen estar sobreviviendo con mayor o menor fortuna.
De este espíritu no sólo no se libran la pareja de protagonistas, el capitan Donald Harvey (Clive Brook) y Shanghai Lily (Marlene Dietrich), sino que, con su tormentosa relación, se convierten en una especie de reducción al absurdo de la tesis propuesta: su propio cinismo, la incapacidad que ambos tienen para confiar el uno en el otro, les separó en su momento y ahora, atrapados por los rebeldes, amenaza con volver a hacerlo.
Ambos se debaten entre el amor que sienten y la incapacidad de entregarse el uno al otro de la forma incondicional que los cánones del amor romántico exigen.
Cuando no parecen sentir una especie de morboso placer autodestructivo en la constatación de su desgracia, en dispararse el uno al otro cínicas frases despechadas, el miedo a que la felicidad soñada exista les hace temblar.
Les ha costado mucho endurecerse en la interminable escuela del desengaño y, de cuando en cuando, se descubren intacta esa parte noble, capaz de ilusionarse y amar, que creían haberse amputado.
Como dice el viejo Don Jose en Grupo Salvaje: "Todos soñamos con volver a ser niños de nuevo, incluso los peores de nosotros. Quizá los peores más que ninguno"... Y desde luego Lily está entre las peores.
Su reputación la precede.
Estaba tardando demasiado la política en formar parte del entramado mediático multimedia que alimenta los deseos y fascina las miradas de los opulentos habitantes de los países desarrollados.
Viviendo como vivimos en un mundo virtual de imágenes y discursos sólo hacía falta un héroe que se atreviera a dar el salto, desafiando los riesgos que semejante operación tiene. Después de todo, siguen existiendo personas que la reclaman a la política, por lo menos, parecer otra cosa diferente, más seria y alejada del entramado mediático que genera la sociedad de consumo para alimentarse a sí misma.
Y ha sido Sarkozy el primer político en atreverse.
Desde luego, la belleza de Carla Bruni es una buena ayuda para dar ese salto. Al final, lo único seguro es que caerá sobre sus brazos en una suite con olor a Chanel. Suficiente certeza para el masculino aventurero que Sarkozy parece ser en la foto.
Haya amor o no, la apuesta de Sarkozy es revolucionaria.
El objetivo es introducir la política en ese mundo aspiracional y virtual, convertirla en un palo más de la baraja e intentar sacar rédito de imagen y marketing.
Al final, no es otra cosa que buscar a los electores donde ellos se encuentran, situarse donde sus miradas se dirigen y, entonces, jugar con astucia sus cartas para conseguir su confianza y, finalmente, su voto.
Si para construir los discursos hay que pensar en el más simple y común de todos ellos, por qué no situarse simbólicamente dentro de los esquemas mentales que ese elector maneja.
En este sentido, Sarkozy es valiente y no tiene un pelo de tonto.
Sabe que el político comparte espacio y tiempo en los medios de comunicación, que su discurso forma parte de un indiferenciado caldo mediático consumido diariamente. Un caldo en el que la verdad (si es que existe) cada vez cuenta menos, teniendo que competir en igualdad de condiciones con otros aspectos como la oportunidad y la verosimilitud.
El discurso político mediatizado se ha simplicado tanto que perfectamente puede servirle para desarrollarse un clásico esquema folletinesco de héroes y villanos.
Y si Sarkozy quiere ser el héroe de nuestros sueños, tendrá que cumplir con una serie de requisitos. Por ejemplo, ya ha arrancado a varios rehenes de unas inclementes cárceles africanas, pero le quedaba, quizá, el reto más importante.
Todo héroe en toda historia que merezca la pena tiene que llevarse a la chica... y con la belleza de Carla Bruni por ahora lo está consiguiendo.
Asì la enamorada ex-top model es la mejor prueba de que la historia de Sarkozy es buena, merece la pena que sigamos con la atención puesta en ella y que la distingamos del resto de historias que cada día nos llegan peleando por un minuto de nuestra atención.
Qué menos puede obtener un héroe de nosotros, su público.
sábado, diciembre 29, 2007
Seguramente, el declive de Wim Wenders comienza con esta suerte de futurista de road movie en el que todos los personajes se persiguen los unos a los otros hasta encontrarse en el final del mundo, las tierras interiores de la australia aborigen.
Demasiado larga, demasiado dispersa, demasiado diletante, ... No puedo negar que las críticas que esta película suele recibir sean ciertas, pero siento un gran cariño por esta película, por la historia que Wenders intenta contar con el planeta como marco.
No se cuántas veces la he visto, pero cada nueva vez tengo que esforzarme un poco más para quererla como la quise la primera vez que la ví. Hace ya veintitantos años.
No obstante, la parte final continúa conservando la capacidad de emocionarme, porque sigo creyendo en la historia de ese científico loco de amor (Max von Sydow) que ha consagrado su vida a devolver la vista a la mujer que ama (Jeanne Moreau), en la historia de ese hijo (William Hurt) que busca por el mundo buscando la imposible aprobación de un padre, en la historia de esa mujer (Solveig Dommartin) que se busca a sí misma persiguiendo la fascinante estela de ese hijo, la historia de ese escritor (Sam Neill) que busca una historia o la historia de Winter, ese detective-poeta (Rüdiger Vogler) que por una vez está dispuesto a hacer las cosas por amor al arte.
"Hasta el fin del mundo" no es una película fácil y, desde luego, no es una película redonda, pero sigue teniendo cosas que me emocionan y veinticinco años después siguen llenándome los ojos de lágrimas.
La solidez de los vinculos que se establecen entre los personajes conforme el viaje avanza, las imágenes de los sueños, el esfuerzo de los hermanos aborígenes velando por la salud espiritual de los perdidos personajes occidentales en el laberinto de sus propios sueños, la extraña belleza de la recientemente fallecida Solveig Dommartin, el amor con que el personaje interpretado por Jeanne Moreau acaricia tanto a su marido como a a su hijo, la paz con que se entrega a la muerte, las rimas de Winter... Detalles y más detalles, porque lo importante de esta película son, precisamente, esas pequeñas cosas que jalonan el viaje haciendolo trascender con su brillo esencial.
Lo importante es siempre el camino.
Estamos hechos para desear eternamente, para emprender un nuevo viaje una recién hemos alcanzado el anhelado destino.
Esa es nuestra maldición y también nuestra bendición....
Insatisfechos e insaciables hasta alcanzar el fin del mundo, que nunca es un lugar sino siempre un momento en el tiempo, el momento final.
Pura y finita contradicción.
viernes, diciembre 28, 2007
Jamal es un joven afgano que malvive en un campo de refugiados situado en la frontera de su país con Pakistán, el país que les acoge. Circunstancias de la vida le colocan en situación de viajar a Londres: la familia de su primo Enyatullah se ha puesto en contacto con una mafia para que lleve a éste a Europa buscando mejores oportunidades para él.
Jamal no desaprovechará la oportunidad de acompañar a su primo en un viaje complicado y peligroso por un embarrado camino de baldosas amarillas.
"In this world" es una película potente y espectacular.
La narración se mueve a la perfección entre las dos aguas de la ficción y el documental para contarnos la historia de un viaje de los cientos que cada día se hacen desde todos los lugares del mundo en busca de una mejor posibilidad de vida en la Europa de la abundancia.
Metonimia perfecta del difícil destino que miles de personas abordan diariamente, "In this world" se convierte en un homenaje y reconocimiento de todos esos seres invisibles con los que cada día nos cruzamos por las calles de nuestra ciudad.
Probablemente, tras cada uno de ellos, hay una historia tan dura como la que Michael Winterbottom nos cuenta a través del cuerpo y la sangre de Jamal
La difícil narración de un éxodo desde la nada hacia la abundancia en busca de un pedazo grande o pequeño, un salto al vacío en la que no hay ninguna garantía de éxito.
En todo este sentido, "In this world" es una película necesaria, que todo el mundo debiera ver y que reivindica el papel del cine como medio de expresión artística y también como simple medio de comunicación.
Como en los viejos tiempos, Dziga Vertov y compañía, escaso presupuesto y cámara al hombro para revelar a los ojos que contemplan aspectos esenciales y diferentes del mundo en que viven.
El cine agoniza en un quirófano lleno de efectos digitales y virtualidad, pero aún no ha muerto del todo.
jueves, diciembre 27, 2007
miércoles, diciembre 26, 2007
Se trata de una entretenida muestra de cine comercial que en absoluto dejará insatisfecho a todo aquel que sólo busque pasar un buen rato con niños o sin ellos.
La historia es una de esas narraciones en las que un héroe tiene que salvar a todo un mundo de un importante peligro. El héroe es una niña llamada Lyra Belacqua y el importante peligro está encarnado por una organización llamada Magisterio.
La película ha venido precedida de la clásica polémica de marketing que permite a un producto de cuyas cualidaes intrínsecas se duda impulsarse con ayuda del debate social... aunque -y como todos hemos comprobado alguna vez escuchando a los demás- no hace falta experimentar las cosas por uno mismo para opinar. En este caso se asociaba al Magisterio con la Iglesia Católica... En fin... Demasiado fácil. Después de todo, las actitudes oscurantistas y controladoras son bastante comunes en todas las organizaciones empezando por el Club de fans de Michael Jackson pasando por cualquier partido político y terminando en la propia iglesia católica, pervivencia decadente de otros tiempos.
Tengo que confesar que por ahí la película no me ha "pillado", pero otras cosas sí me han fascinado.
Por un lado, el hecho de que en toda esta clase de relatos cuasi-míticos las filas de los héroes siempre se nutren de los heterodoxos que regresan de los propios laberintos en que se encuentran encerrados para instaurar una nueva ortodoxia que otros, los ortodoxos, se encargarán de administrar hasta la nueva crisis.
Interesante.
Quizá sean los heterodoxos, los distintos y diferentes, los agentes encargados de desencadenar el cambio. Y una vez que este se produce ya no son precisos y vuelven a ser deterrados por los nuevos y formales hombres que se encargaran de administrar ese orden nuevo.
Después de todo, lo suyo no es obedecer las normas sino hacer todo lo posible instaurarlas.
Su función es decir y hacer cosas nuevas y diferentes. Y aparecen cuando la necesidad de una diferencia resulta patente porque el viejo orden establecido resulta insatisfactorio en algún aspecto esencial y clave.
En este sentido, y en este relato, tenemos un hada enamorada de un mortal, un oso acorazado en busca del reino del cual ha sido deterrado, un vaquero que navega los aires, ... Me gusta la panda
Los diferentes crean mundos que los iguales disfrutan y administran.
También resulta un hallazgo el tema de los DIMON. Animales que son la encarnación física del alma del ser humano a quién acompañan durante toda su vida.
Me pregunto cuál sería el mío.
Por último, el mundo en que esos personajes es un espectáculo fascinante, una cuajada fantasía tecnológica que parece nacida de la imaginación del mejor Julio Verne.
Bastantes alicientes para tratarse de una película navideña.
martes, diciembre 25, 2007
domingo, diciembre 23, 2007
martes, diciembre 18, 2007
España (punto naranja) se encuentra por debajo de la recta de regresión, lo que implica que su nivel tecnológico es inferior al que le correspondería según su nivel económico... Yo diría que el nivel es bastante inferior.
El gasto total en tecnologías de información es uno de los más bajos de los países de la OCDE
No nos vendría mal un poco de I+D +i...
Fuente: Informe de Telefónica sobre la Sociedad de la Información en España. Año 007.lunes, diciembre 17, 2007
En sus manos queda la responsabilidad social y económica de reinvertir una parte de ellos para reactivar la economía del país. Pero, por ahora y deseando equivocarme, sólo están inviertiendo medrósamente en eléctricas y negocios seguros que ya existen, que administran riqueza y no la crean.
¿Dónde están todos esos beneficios?
¿Por qué no se mueven en el mercado y generan un panorama económico dinámico, con visión de futuro?
No todo va a ser responsabilidad de los empleados y sus salarios y un poco de I+D+i no le vendría mal a este país.
Me gustaría que sucediera algo así, pero en este país nuestros empresarios y nuestros liberales también son de cartón piedra. Invertir en una eléctrica debe ser, en bolsa, lo más parecido a querer ser funcionario.
Todo lo demás serán acusaciones y disculpas.
Comentarios a un post de Martin Varsavsky en su blog sobre la crisis de la vivienda:
1
"... recuerde que si es propietario de un piso que vale 300.000 euros, sólo tiene este dinero si lo consigue vender, y si sólo tiene uno, no se va a ir a vivir debajo de un puente,por tanto si está en paro o gana poco dinero aunque tenga un piso sigue siendo pobre..."
2
"....Es mucho más fácil sobornar al alcalde y construir una urbanización idéntica a otras tantas que pensar en una idea original para fundar una empresa..."
3
"...Creo que una democracia es algo más que garantizar la libertad de los ciudadanos para votar a quien quieran en las elecciones. También hace falta un tejido social fuerte que tenga capacidad para exigir sus derechos con autocontrol y energía y una clase política consciente de sus deberes y temerosa de un sistema judicial verdaderamente independiente que aplique la ley en los casos de corrupción..."
4
"... Los mismos que os incitan al consumismo son los peores para no perdonar vuestras deudas..."
5
"... Cuando mis empleados me consultaban en los últimos 2 años yo les decía que alquilaran, que no se compraran una vivienda y algunos me escucharon, otros se endeudaron hasta el cuello sintiendo que era lo mejor que podían hacer en su vida. Todo esto para tener la “tranquilidad” de ser dueños de una vivienda. ¿Pero qué tranquilidad es vivir con una mega hipoteca?..."
sábado, diciembre 15, 2007
Es difícil hablar del cine de John Ford porque uno de sus principales encantos consiste en la generación de un estado de ánimo. Su talento para colocar la cámara en el único lugar posible para filmar el plano de la forma más natural se combina con su capacidad para sugerir en todas sus películas una experiencia íntima de humanidad que abarca a la totalidad de sus personas e historias.
"Pasión de los fuertes" es un buen ejemplo de ese único e incomparable modo de narrar.
La reyerta que los hermanos Earp acompañados de Doc Holliday libraron contra los hermanos Clanton ha dado para unas cuantas películas a lo largo de la historia del cine. Unos destacaron la violencia, otros la épica del Oeste, pero sólo Ford convierte este pequeño acontecimiento en un drama emocionante e intimista donde lo más importante no son las pistolas sino las palabras y las miradas de los personajes.
Ya se encuentren en la lado luminoso o en el lado oscuro de la vida, todos tienen su razones. Y Ford maneja los tiempos y los espacios de forma que todos puedan expresarse. Muestra su humanidad con independencia de la moralidad de sus actos.
Al final, uno tiene la impresión de que lo que sucede ante tus ojos es algo real.
Los personaje sy las situaciones traspasan las dos dimensiones proyectándose en una tercera hacia el corazón del espectador que no tiene otro remedio que emocionarse ante el espectáculo del embravecido oleaje de la vida, un oleaje en el que los personajes -como el espectador-intentan mantenerse a flote con mayor o menor fortuna.
Si las películas de Ford tienen un mensaje, éste no es intelectual sino emocional.
"Pasión de los fuertes", como todas las películas del maestro irlandés, está llena de momentos que resultan inolvidables, como si uno los hubiera vivido en propia carne. Yo siempre recuerdo aquel en que el Earp magistralmente interpretado por Henry Fonda le pregunta al viejo camarero si ha estado enamorado alguna vez. Como quién no quiere la cosa, y desde el otro lado de la barra, el tipo simplemente le contesta que no, que ha sido camarero toda su vida.
Para los dos, y para el espectador que a veces siente pudor porque se sabe espiando la conversación de dos amigos sin haber sido invitado, la respuesta tiene sentido.
Observando... Siempre desde el otro lado de la barra.
Todo lo que no se ha dicho, lo que queda en el silencio del sobreentendimiento que flota entre los dos, le otorga ese sentido que parece no tener.
La respuesta resulta perfecta, emocionante.
Es la verbalmente inexplicable magia de Ford.
Poesía.
Vaya por delante que no me entusiasma mucho esta vertiente de la moderna animación cinematográfica que busca producir imágenes lo más cercanas posibles a la realidad. Para mi gusto, su único interés radica en la mera demostración de la capacidad de acercarse más y más al imposible momento en que no se pueda distinguir una imagen basada en la carne de otra basada en los píxeles.
Ni que decir que tiene que en Beolwulf son evidentes los avances que dejan a la animación por ordenador más cerca de su imposible objetivo, pero los personajes se me siguen antojando máscaras vacías, atracciones de feria desprovistos de una vida que sus creadores intentan desesperadamente imitar. Esto es evidente en las miradas. Los ojos de todos los personajes son simples cristales que transparentan una nada imposible de disimular y la evidencia de esa nada me aleja de la historia y de los propios personajes.
No se qué haran los programadores para animar toda esa vida que llena los ojos de los actores reales y que es un contribuyente siempre esencial a la credibilidad de sus interpretaciones. No se si será posible crear la ilusión de la intensidad de una vida, de una emoción, ... pero por el momento los personajes resultan meros autómatas que repiten frases que un demiurgo ha puesto en sus labios sin parecer sentirse afectados por su significado y eso no ayuda a que la historia traspase la piel del espectador. La, mía desde luego, no.
En cuanto a la historia, Beowulf es, por lo visto, es un poema épico anglosajón escrito en inglés antiguo y, también por lo visto, las líneas generales de la narración se trasladan intactas a la película.
Entre tanto virtuosismo tecnológico uno llega a intuir el interés subyacente de un relato sapiencial que enfrenta de manera simbólica al hombre con sus propias limitaciones... Un relato cíclico en el que los hijos de relaciones espúreas con la ventral ambición tarde o temprano regresan desde lo más profundo para pedir cuentas a sus muy formales padres.
Lo espectacular, para mi gusto, no está en los estupendos efectos de animación sino en la propia historia.
El hombre tropezando una y otra vez en la misma hermosa piedra, la bella y tentadora reina de las profundidades enpixelada en la imagen de Angelina Jolie.
El hombre siempre perdido en su laberinto de ilusión y deseo, inasequible al desaliento, soñando con que será él quién primero salga victorioso de una lucha contra un enemigo mucho más poderoso.
miércoles, diciembre 12, 2007
Dirigida por el brillante Robert Rossen, "El político" narra el ascenso de Willie Stark desde la nada hasta convertirse en gobernador de un inconcreto estado de la cuenca del Missisispi.
Por encima de todo, la historia que se nos cuenta es la historia de un arribista, el lado oscuro de ese sueño americano en el que un hombre puede hacerse a sí mismo.
Algunos piensan que Stark termina por corromperse buscando conseguir lo mejor para sus votantes, pero yo creo que su maldad del personaje siempre estuvo allí. La escena en que ignora su mujer y devora la comida que ella ha hecho para él le denotan al menos como un ser egoísta e hipócrita desde el principio de la historia.
Stark no necesita corromperse. Desde el principio es una víctima de su propia ambición y el hecho de que deba enfrentarse al poder establecido para dejar vacío ese lugar y poder ocuparlo simplemente le hace parecer lo que no es.
Stark reúne las condiciones para triunfar y sólo necesita aprender.
"El político" es una película entretenida por sí misma y también intelectualmente estimulante presentando una visión crítica de la política y los políticos que en absoluto ha perdido vigencia y que por cada uno de sus fotogramas invita a la reflexión.
Para los griegos, todos los regímenes políticos tenían un gemelo oscuro y el gemelo de la democracia era la demagogia.
Un tema muy actual.
domingo, diciembre 09, 2007
jueves, diciembre 06, 2007
Es cierto que hay mucho Shakespeare en esta obra que, en su momento, por su temática y dada la avanzada edad de Kurosawa, fue considerada como su testamento cinematográfico.
De hecho, el productor francés Serge Silbermann le ayudó a sacar un proyecto para el que el cineasta japonés encontraba muchos problemas de financiación en su propio país. Ayuda exterior que Kurosawa recibió para posteriores proyectos, como Kagemusha (donde contó con el soporte económico de Francis Ford Coppola), y que le permitieron prolongar su carrera casi una década más.
Como decía, es cierto que hay mucho Shakespeare en Ran, pero quizás la presencia de ciertas líneas discursivas, intertextualidades y personajes claramente pertenecientes al dramaturgo inglés no sea el punto esencial sobre el cual incidir para arrojar luz sobre esta obra maestra que por si sola reivindica el carácter del cine como arte.
Ran es una palabra japonesa que significa "caos", el perfecto titulo para la historia del derrumbamiento de un orden, el que trabajosamente, a golpes de carne y sangre, el gran señor Hidetora Ichimonji ha construído durante toda su vida.
Apenas tiene tiempo para disfrutarlo. La vejez llega para cansarle y hacerle tomar la decisión de compartir ese orden con sus hijos. A partir de entonces, llega el desmoronamiento, el desorden y la destrucción de su clan.
La retirada de Ichimonji pone en juego los deseos e intereses de todos aquellos que, hijos incluídos, permanecieron subordinados a su poder.
El resultado es el conflico, la lucha, la práctica aniquilación y la instauración de un nuevo orden por encima de las cenizas del clan Ichimonji. Un nuevo orden cuyo destino seguramente será el mismo, cuando llegue la debilidad encarnada en la vejez o en la incompetencia o en la constatación de la mayor fuerza de otro.
Ran es entonces un relato pesimista y brutal sobre la vida misma y su constante tendencia al caos, a la entropía. La dificultosa construcción de un orden por parte de los hombres es un trabajo siempre condenado al fracaso.
La derrota, el fracaso será siempre una vista segura, bien de la mano de los otros y a traves de sus propias virtudes, bien de la mano de uno mismo mediante las propias debilidades.
En este sentido, Ichimonji se convierte en un caso extremo, una reducción al absurdo.
No hay nadie invencible, porque al final los años tarde o temprano acaban derrotando.
La esencia amarga y desesperanzada de Ran es ontológica, profunda y esencial. Todo esfuerzo por construir, por hacer, siempre está amenazado. Se convierte en un acto precario y de carácter caduco... Y sin embargo el hombre constantemente se esfuerza y lucha contra sí mismo y contra los otros por hacerse un lugar lo más confortable posible en un mundo donde la materia esta limitada.
Ran es una mirada amarga y desengañada, la conclusión definitiva de un hombre viejo a quién las buenas palabras no pueden engañar porque ha visto demasiada vida suceder brutal ante sus ojos.
Y esa mirada también está en Shakespeare quién pone en boca de uno de sus personajes que "La vida es como un cuento relatado por un idiota; un cuento lleno de palabrería y frenesí, que no tiene ningún sentido."
No obstante, el hombre siempre intenta dárselo.
Todos lo intentamos y casi siempre lo conseguimos, pero es un edificio precario. Como el señorío de Ichimonji, se erije amenazado desde fuera, pero también, y eso es lo más importante, desde dentro.
Nuestro esfuerzo viene con el tiempo, siempre está en trance de pasar. Nuestro esfuerzo siempre sucede entre los esfuerzos de los otros.
Y se trata de algo puramente existencial, casi biológico, de lucha por la supervivencia.
La paradoja y el misterio del hombre.
Quizá, el animal más dotado de todos.
Seguramente, lo suficientemente capaz como para engañarse a sí mismo sobre su propia condición ignorando el barro de la charca primigenia de la que salió y que nunca dejará de empapar y cubrir sus pies.
El talento de Kurosawa y Shakespare es el de contarlo en su propia y talentosa manera respectiva, pero esa visión es una cualidad intríncesa a la propia vejez.
En toda alegría siempre hay unas gotas de desesperación. Una desesperada carga heroica contra los cañones del tiempo.
Why not?
domingo, diciembre 02, 2007
Todo lo demás es tiempo.
miércoles, noviembre 28, 2007
(Arcadi Espada)
domingo, noviembre 25, 2007
en la duda entre creerse dios o bestia;
en la duda entre preferir la mente o el cuerpo;
nacido para morir, razona pero yerra;
igual en ignorancia, igual en raciocinio,
ya piense mucho o poco;
caos de pensamiento y pasión, todo confundido."
(Ensayo sobre el hombre, Alexander Pope)
Esto es el hombre.
No se puede decir mejor.
Una constante víctima de sus propias contradicciones
que incensamente lucha por discernir la imposible realidad
que sin descanso se debate entre ésta última y su también imposible deseo.
Quizá la naturaleza no sea tan sabia.
Es verdad que la historia que nos cuenta Mira Nair no es nueva.
"El buen nombre" narra con medido ritmo y hermosas imágenes los avatares de una familia hindú residente en los Estados Unidos a lo largo de dos generaciones. Las relaciones entre padres e hijos, los encuentros y los desencuentros... Hemos visto ya muchas películas construídas con este material, pero la visión de "El buen nombre", y pese a todo, resulta una experiencia emocionante y entretenida.
Seguramente, y conectando con un post anterior sobre "The river queen", porque tan importante como la historia misma es el modo y la intensidad con la que es relatada.
Hay quién dice que siempre nos contamos los unos a los otros las mismas dos o tres historias. De hecho, y durante la oscuridad paleo y neolítica, nuestros antepasados se congregaban ante la hoguera para escuchar las mismas historias que pasaban de padres a hijos buscando que todos pudieran entregarse al sueño justificados.
Y digo ésto para afirmar que el hecho de que una historia ya ha sido mil veces relatada no es un impedimento para que continúea interesandonos. Si el narrador la ama y consigue transmitirnos ese amor, nosotros también la amaremos. Si nos susurra al oído cosas que siempre habíamos sentido y nunca habíamos sabido como pronunciar, seguiremos escuchándola hasta el fin de nuestros días.
En este sentido, "El buen nombre" se me antoja un magnífico ejemplo.
Dedicada a todos los padres del mundo, "El buen nombre" nos relata la cotidiana epopeya pequeña del existir de una forma muy emocionante y a través de la metáfora de un nombre rechazado que finalmente terminará siendo el bueno.
Y entre medias, la vida misma.
La eterna dificultad de ese encuentro entre padres e hijos separados por diferentes intereses, por diferentes percepciones de vida por estar viviendola en diferentes momentos del tiempo.
La melancolía de siempre demasiado tarde acabar comprendiendo.
Y volver a empezar... con el nombre correcto.
viernes, noviembre 23, 2007
Dirigido y producido por el alemán Gunter Schwaiger, "El paraíso de Hefner" es un documental que nos cuenta la historia de un viejo teniente de las SS nazis que tranquilamente vive sus últimos años en España sin renunciar un ápice a sus creencias.
No cabe la menor duda que la vertiente política de la película tiene un importante valor: el resquebrajamiento de Hafner ante el definitivo contacto con la realidad del holocausto o las relaciones del régimen de Franco con la alemania nazi especialmente la tolerancia de la postguerra... pero lo cierto es que estos aspectos no tienen para mi suficiente relevancia.
Después de todo, y a mi edad, no es la primera ni la segunda vez que entro en contacto con esta clase de situaciones, aunque, y no por ello, no deja de tener la relevancia documental que merece.
Pero, y a mi entender, por lo que este documental es éso, documento, es por ofrecernos un retrato sin conceciones de la vejez en lo que parecen ser sus aspectos más extremos.
Todo lo que rodea a este condenable hombre tiene un cierto aire ajado y marchito. La ropa que viste, los instrumentos que usa, los libros que lee, los ambientes que frecuenta, .... Todo son hojas muertas que fueron verdes en otros momentos ya pasados.
Pese al esfuerzo de Hafner por mantenerse activo y joven, las palabras de la realidad que le rodean son otras. Como si la realidad hubiera ido dejándole atrás, abandonándole poco a poco en un mundo que ya sólo reside principalmente en su cabeza.
Fotos viejas, cuadros viejos en la pared... Todo viejo, como él.
En este sentido, y si uno consigue olvidarse de los elementos políticos, la visión de este documental resulta conmovedora.
Es posible que Hafner no niegue el Holocausto de una forma intencional, simplemente forma parte del pequeño mundo interior en el que se ha visto relegado con el pasar del tiempo. Puede que esas equivocadas convicciones sean lo único que le quede flotando entre el polvo de objetos y recuerdos ya definitivamente muertos.
Como decía Gil de Biedma en uno de sus versos, en Hefner contemplamos las ruinas de una inteligencia. Los restos de un ser humano que debió ser ajusticiado en su momento, pero que ahora es sólo un pobre viejo que vaga sonámbulo encerrado en un mundo de recuerdos.
Malvados o no, es posible que la vejez haga lo mismo con todos y cada uno de nosotros. Y llegue un momento en que nos creamos aseados y limpios y no veamos el opaco brillo arrasador de una vieja mancha en el hombro de la chaqueta de nuestro traje pasado de moda.
Propongo la "auto-eutanasia" como eufemismo y también como concepto. Si en la vida es muy importante saber cuándo abandonar, cuándo dejar las cosas a tiempo, por qué en la muerte iba a resultar diferente.
Quizá, una cosa sea vivir y otra muy diferente durar.
¿Os habéis atrevido alguna vez a pensar en ésto?
jueves, noviembre 22, 2007
Un hombre de palabras, pero también de ideas y conceptos... siempre las suyas ¿Por qué y para qué más?
Algunos ejemplos:
- "Porque es evidente que yo estoy hasta los cojones de comprender. Es evidente que yo ya he comprendido mucho."
- "Pero un último sentido ético no abandona a las personas instruidas. "
No sólo me gustaba verle interpretar, también escucharle opinar sobre cualquier tema. Fernando Fernán Gómez tenía un punto de vista, el suyo propio e intransferible. Algo a lo que creo que todo hombre debe aspirar.
Flotan todavía sus palabras como revoloteantes cenizas desprendidas de la consumida hoguera de su cuerpo.
Si es que tal cosa existe, que descanse en paz.
miércoles, noviembre 21, 2007
Al final uno siempre acaba haciendo listas.
Las listas son como pequeños mapas sentimentales, mapas que continuamente varían dependiendo del momento y el lugar... Bueno.... No siempre todo cambia. Por ejemplo, The Yakuza siempre está en mi lista de diez películas favoritas.
Dirigida por Sidney Pollack sobre un guión de un primerizo Paul Schrader, The Yakuza cuenta la historia de tres personas lentamente devoradas, con su consentimiento y en el tiempo, por el abismo que a veces separa a las culturas.
Para mis ojos, The Yakuza nunca ha sido un película de acción sino la delicada y sosegada crónica de unos personajes perdidos en sus propias contradicciones, devorados por las deudas heredadas de un pasado que continúa estando de alguna forma presente entre ellos.
Harry Kilmer, interpretado por Robert Mitchum con su habitual estolidez precisa, Ken Tanaka (Takakura Ken) y Eiko Tanaka (Keiki Kishi).... La historia gira en torno a ellos, a su laberinto y a la anecdota criminal que devuelve a Kilmer a un Japón que llevaba áños sin visitar.
Dicen que la frontera es un territorio donde las cosas tienen por lo menos dos nombres, pero también es un lugar donde las diferencias colisionan como oleaje contra las rocas. A veces, de esas colisiones, surgen abismos de soledad e incomprensión que devoran lentamente a quienes tienen el valor de dejarse caer en ellos.
Se puede tardar una vida en escapar de su negro influjo.
J. me ha enviado por correo electrónico un artículo muy interesante de Cotizalia, publicación online de carácter financiero. En dicho artículo se vierte un concepto políticamente incorrecto para esta España cateta y avariciosa en la que vivimos: La hipoteca mensual para comprar una vivienda duplicaría en 30 años la mensualidad dedicada a un alquiler por la misma casa.
¡Toma, ya!
Aunque confirma una posición que vengo manteniendo desde hace mucho tiempo.... Siempre he sostenido que en este país se ha vivido una suerte de fiebre del oro en el que -con un techo como excusa- hemos intentando arrebatarnos los unos a los otros el mayor número de euros posible y contando con la garantizada absolución de las leyes del mercado... Como escribía... Aunque se alinea con mis planteamientos caducos de "progre", no es este el principal atractivo del artículo que quizá sea demasiado esquemático en susaxiomas y planteamientos.
No lo se.
Lo importante para mi descentrada sensibilidad son los foros.El arrollador e indiscriminado discurso de quienes se decantan por la compra. Como si, después de la Ley de la Gravedad, las ventajas de la compra con respecto al alquiler fueran el segundo axioma configurador de la realidad euclidiana tal y como la conocemos.
Contra ellos, me encanta este comentario:
"¡Qué razón tienen los foreros que argumentan en base a su historia personal y a los precios de hace 10 años, o 20, o 5 que para el caso es lo mismo! Todo el mundo sabe que "desde que el mundo es mundo" los pisos en España no bajan nunca y alquilar es tirar el dinero. Además, la inflación erosiona la deuda, el Madrid otra vez campeón de Europa, las ostras de Arcade y las angulas de Aguinaga. Y además, el matrimonio para toda la vida y tú, hijo, hazte ingeniero. "
La vieja España sigue ahí.
Tener un titulo universitario que colgar en el lugar más visible de la casa y una casa donde colgar, por ejemplo, el blasón de la familia Hernández y González recién recibido por correo certificado.
Todo lo demás es un error. Es tirar el dinero... porque cuando dejas de pagar la hipoteca ¡qué te queda!
Sólo una forma de actuar es la correcta... Todos deberíamos querer la misma cosa... aunque sólo sea para evitar los comentarios en los corrillos en la plaza del pueblo. Evitar ser señalado como ese que se dedica a tirar el dinero... en un país donde la media es seis créditos personales por familia, quizá por persona.
Si no es por no comprar o por no alquilar... Es porque se trata de otro ejemplo de pensamiento único. Cada uno puede hacer lo que quiera, siempre y cuando no se dedique a descalificar a quiénes optan por otras fórmulas como imbéciles que "tiran" el dinero....
Pero que conste que les entiendo.
No pueden comprenderlo. Ellos están montaña arriba, justo al lado del filón, mientras los otros están valle abajo, muy lejos de donde se hace el dinero.
Tienen que ser unos verdaderos estúpidos.
Addenda
Tras el aburguesamiento de la clase obrera, su sumisión a la sociedad de consumo que empieza a suceder durante los años 60 del pasado siglo, viene su "capitalismización", la magia de la inversión, la erótica de la posesión.
La derrota ya es total.