domingo, febrero 15, 2009

EL DESAFIO: NIXON VS. FROST

Prescindiendo de lo histórico... En su momento Nixon significó lo que significó y también en su momento el documento que Frost fue capaz de producir también tuvo la importancia que tuvo.... 
En esta película de Ron Howard late la mecánica intemporal de un ser humano enfrentándose a un desafío que le pone a prueba.

No está mal titulada la película.

"El desafío: Nixon vs. Frost" es la maravillosa crónica de un enfrentamiento, un duelo que termina siendo un combate por la supervivencia mantenido entre dos contendientes que se encuentran en una situación desesperada. 

Nixon ya lo estaba. Como primer presidente en la historia de los Estados Unidos obligado a dimitir Nixon precisaba más que nada en el mundo de una tribuna pública desde la que reivindicarse salvando el poco prestigio con el que contaba. Y creyó encontrar esa oportunidad en un presentador de variedades que parecía estar mordiendo más de lo que podría masticar.

La situación de Frost no era tan complicada. Simplemente, necesitaba más éxito, una plataforma lo suficientemente interesante como para poder planificar un nuevo asalto a la televisión norteamericana.... No lo necesitaba, pero el debate con Nixon terminó convirtiéndose en un peligroso callejón sin salida que termino exigiéndole lo mejor de si mismo para poder salir.

Y ambos coincidieron ante el implacable ojo que no perdona de las cámaras.

En este sentido, la película es un memorable ejercicio narrativo que va creciendo en intensidad conforme la historia avanza hacia su final resultando interesante en todo momento.

Además, y como no podía ser de otra forma, Frost vs. Nixon es una película de actores y tanto Frank Langella como Michael Sheen están perfectos en sus personajes... pero también el resto de actores colaboran a que la película sea un ejercicio dramático emocionante y creíble.

El resultado es extraordinario.

Aunque quizá está pasando desapercibida en la guerra de la publicidad cinematográfica, nadie debería perderse "El desafío: Frost vs. Nixon", una de las opciones más interesantes actualmente disponibles en la cartelera.
CAPTURING THE FRIEDMANS

Hay algo terrible en las imágenes que vierten esos super 8 a través de los cuales los Friedman qusieron dejar constancia de la brutal y total descomposición de su propia familia.

A lo largo del documental esas imágenes van apareciéndose como impacables fantasmas de las navidades pasadas para situar las cosas en su justo lugar: el ruido y la furia de un idílico estereotipo que por todas partes se resquebraja atacada tanto por sus contradicciones internas (modo de ser de sus integrantes) como externas (la acusación de pederastia de la que el padre y el hijo mayor han de dar cuenta.

Sobrecoge ser el espectador de semejante intimidad delicada. Un poco es como estar leyendo el destino de los Friedmans en el calor de sus entrañas desplegadas sobre un mediático altar de sacrificios.

Pero también hay un algo inconfesable... aquella fascinación a la que Georges Bataille se refería cuando hablaba de todo aquello que nos está prohibido ver, tocar y probar y que probamos, vemos y tocamos cuando casi nadie nos ve.

El dios familiar contemplado en su humana intimidad.

Esto por un lado, pero por otra existe una no menos interesante vertiente que tiene que ver con el hecho de que, al final, y con el paso del tiempo, el pasado se convierte en un material moldeable cuyo objetivo es justificarnos en nuestro presente. 

En este sentido, todos los que de alguna forma tuvieron algo que ver en esta terrible historia tienen su propio relato, su propio sentido que en muchos casos contradice al de otros actores.

La vida misma.

sábado, febrero 14, 2009

SEASICK STEVE

Doghouse boogie....


SALOMON BURKE 

Wish i knew...


AUGUST RUSH

No estoy del todo seguro de que películas como August Rush me gusten realmente.

Vaya por delante que la película es un emocionante melodrama construído con la perversa intención de hacernos llorar, de emocionarnos con sus asépticas y perfectas emociones empaquetadas al vacío como las pechugas de pollo o las zanahorias.

El hecho de perseverar contra todo y todos en el propio afán, en la propia misión, que uno no se da sino que le hace a uno... y lo que es más importante la apoteosis final del éxito del soñador ante una realidad que se confunde con el mejor de sus sueños es un escenario que por si solo tiene el poder de conmovernos cuando en la oscuridad de la sala prsenciamos la película cogidos de la mano con los más hermosos de nuestros fracasos.

August Rush repite enésimamente esa fórmula de emocionante éxito inagotable y hay que decir que lo hace con eficacia y calidad.

El producto funciona... con baladita final incluída.


No se a vosotros, pero a mi fracaso le hacen gracia mis lágrimas plastificadas, basadas en pálidos reflejos de auténticas emociones y de cuyas alargadas sombras, convertidas en telúricos ecos, extraen su fuerza. 

Sonríe mientras me las limpia con las yemas de sus dedos. 

Sabe que la tristeza es algo mucho más serio, una pesada oscuridad que se queda con el personaje que interpreta Robin Williams mientras August Rush realiza su sueño ante nuestras miradas emocionadas.

Sabe que, cuando llega, no hay música que valga.

jueves, febrero 12, 2009

"El secreto que la velocidad encierra es la angustia"
(El Trabajador, Ernst Jünger)

lunes, febrero 09, 2009

INOLVIDABLE

El hombre elefante....



El deseo de las cosas pequeñas,
como poder dormir como en el cuadro.
Empezar por una pequeña parte... para terminar.
ERIC CLAPTON

Don't think twice, it's all right..



domingo, febrero 08, 2009

Y EL MUNDO MARCHA

Dirigida en 1928 por King Vidor, "Y el mundo marcha" es una de las últimas obras maestras que el cine mudo produjo antes de echarse en brazos de la comercialidad del cine sonoro.

Sólo viendo el modo genial en que Vidor rueda algunas escenas... Por ejemplo, el travelling con que la cámara acompaña a Johnny Simms entrando en la zona de partos del hospital... uno se da cuenta del enorme atraso que supuso para la parte visual del lenguaje narrativo cinematográfico la llegada del cine sonoro. Las limitaciones técnicas, principalmente la necesidad de fijar las escenas en un espacio casi teatral para que los diálogos pudieran ser registrados, detuvieron el libre vuelo de la cámara durante décadas... 

Pero esta es otra historia...

"Y el mundo marcha" es una película atípica porque hace descender la magia del cine a la realidad del patio de butacas. Quizá por eso no tuvo el éxito que mereció entre un público que esperaba de las salas oscuras cualquier cosa menos un espejo en el que verse reflejados.

Sus personajes son seres normales y corrientes, que tienen una vida complicada, llena de apuros, pero también de alegrías y en la que, aparentemente, no hay ninguna grandeza heroica. Trabajan, se divierten, se enamoran, se casan, sufren alegrias y tragedias y continúan adelante con sus vidas intentando mantener el delicado equilibrio entre las esperanzas y las realidades de la mejor manera posible.

En este sentido, las esperanzas de su protagonista, Johnny Simms, son grandes. Pasa los días soñando con esa oportunidad que le llegará... una oportunidad que se hace esperar mientras la vida de Simms transcurre por los mismos caminos por donde pasa la de todos aquellos que le rodean... Poco a poco, descubriremos que la heroicidad de Simms, como la de todos, no está en acometer ímprobas tareas especiales sino en asumir la propia realidad... la belleza y la tragedia que encierra una vida cualquiera.

"Y el mundo marcha" es una película que convierte en héroes a todos aquellos que están al otro lado de la pantalla, que reivindica una realidad de pequeñas cosas que terminan convirtiéndose en grandes por sí mismas.

Una celebración de la vida, en sí misma y pese a todo, que culmina en un maravilloso e inolvidable final.
MALAS CALLES

Lo que me resulta increíble de "Malas calles" es que treinta años después la película resulte tan moderna, tanto en fondo como en forma.

En ella late el germen de todas las buenas películas que Scorsese ha realizado con el tema de la mafia como fondo... "Uno de los nuestros", "Casino"... Los personajes que Joe Pesci interpreta en ambas son meras extensiones del Johnny Boy que De Niro viste como un guante con brillantez y los personajes que intepreta De Niro pueden leerse a la luz del Charlie que Harvey Keitel borda. 

Ambas tipologías son dos caras de la misma moneda, violencia y control, músculo y cabeza.

En toda esta serie de historias centradas en la mafia Scorsese nos presenta el complejo paisaje de las difíciles relaciones que entre ellos mantienen así como las fascinantes formas de ser que cada uno de ellos manifiestan.

De alguna forma, la cordura que Charlie (Keitel) intenta mantener pugna por sobrevivir, por no ser arrastrada hacia abajo por personajes que no son capaces de procesar la vida de otra forma que mediante el descontrolado enfrentamiento con una lógica de las cosas que les supera.

En estas historias hay un componente eminentemente biológico, un discurso sobre la necesidad constante de adaptación a un medio cruel que a cada segundo demanda un esfuerzo de reflexión, de comprensión por parte del sujeto agente.

La no adaptación termina significando la destrucción para todos aquellos que no tienen la intuición suficiente para comprender la realidad resultante de los continuos vaivenes que la jungla de asfalto presenta.

Asi, y mientras Charlie intenta adaptarse, comprende qué es lo importante y lo que no, Johnny Boy vive el segundo a segundo de una suicida carrera sin frenos en la que sin quererlo arrastra a Charlie que desesperadamente intenta salvarle y que, llevado por el sentimiento de la amistad, no entiende que no se puede salvar a nadie que no quiere ser salvado.

Seguramente, Scorsese conoció en su adolescencia a muchos tipos que encajaban en algún lugar de ese continuo de personalidad cuyos extremos representan Charlie y Johnny Boy.

Seguramente les vió vivir y morir en las calles de Little Italy.

Y seguramente también acabó comprendiendo que las emociones siempre son el primer rival que uno debe vencer si quiere sobrevivir. 

Asi nació Johnny Boy, como encarnación de la tanática amenaza de autodestrucción que todos llevamos dentro, un principe de la ciudad que la ciudad misma termina destronando en conspiración con el tiempo.

El tránsito de la adolescencia a la madurez implica comprender la necesidad de esa adaptación a la lógica de las cosas. De alguna forma entrar en un engranaje, adaptarse a su mecánica para evitar ser destrozado pero Johnny Boy se empeña en continuar hacia delante siguiendo un irresponsable impulso de adolescencia eterna del que Charlie intenta apartarle.

Y este es el segundo tema que más me gusta de "Malas calles"... La amistad llevada hasta el último extremo. La amistad vivida incluso contra el mundo y contra el tiempo. Y en este sentido, la poética que exhala "Malas calles" es tremenda y conmovedora.

Charlie y Johnny Boy siempre merecieron una de esas canciones que sólo Tom Waits sabe componer.

sábado, febrero 07, 2009

Test de asturianía superado...

Este es el resultado:

"Yes el/la primer/a asturianu/a del universo. Nun te fae falta escanciar porque pegues una voz y tienes a cutro chigreros escanciando por ti. Esti test quedósete pequeñu antes de velo porque no hay ni dios más grandón/a que tú. Nun te voy decir na más porque vas contame tú a mí cómo son les coses!"

¡jajajjajjja!

Es correcto.
CHARLIE RICH

Feel like going home...




Cloudy skies are rollin' in....
INOLVIDABLE

Lost highway...



You invited me....
SEAL & JOSÉ PADILLA

Adios ayer...




viernes, febrero 06, 2009

Le gusta cómo escribe.
Detrás de cada una de sus frases,
en el corazón de cada una de sus palabras,
hay algo que se escapa,
que se mueve entre las sombras de lo no dicho.

martes, febrero 03, 2009

Sus ojos se abren al nuevo dia
y por unos instantes la realidad incontestable del sueño 
permanece indeleble con su confuso y chocante sentido.
Luego, muy pronto, se desvanece
por entre el pequeño espacio que separa a dos parpadeos.
Le resulta imposible recordar el cuándo,
pero también el qué.
Sólo persiste la vaga sensación de haber estado allí.
DRUMS N' DIZZY

ESPEJO DE LLUVIA



lunes, febrero 02, 2009












IL SORPASSO

Siempre ha sido una de mis películas favoritas.

Dirigida por Dino Risi, que escribió también el guión "a pachas" con Ettore Scola, "Il sorpasso" es un tremendo chiste de humor negro, lleno de socarrona sabiduría, sobre el sentido de la vida.

Los protagonistas, Bruno (Vittorio Gassman) y Roberto (Jean Louis Trintignant)  representan dos arquetipos opuestos de personalidad. Bruno es loco y vital, impulsivo y nada calculador, que vive la vida al límite al volante de su deportivo, mientars que Roberto es todo lo contrario, un timido y acomplejado estudiante que piensa las cosas demasiado.

Arrastrado por Bruno en un loco viaje de ferragosto, Roberto se verá metido en un montón de líos por las carreteras italianas de la mano de un eterno adolescente que parece estar escapando de algo, quizá de si mismo y de su propio fracaso social... no sabemos si personal porque Bruno parece ser muy feliz viviendo ese alocado sueño de sí mismo que los que forman su entorno toleran con paciencia descreída.

La contraposición entre ambos personajes, que representan estilos contrapuestos de afrontar la vida, sucederá en el marco de una italia castiza y vital, fotografiada en blanco y negro, que resulta interesante como imagen costumbrista de toda una época ya pasada.

"Il sorpasso" es por encima de todo un viaje, una reflexión bastante descarnada sobre las maneras de vivir y lo que la vida, que siempre suele tener ideas propias al respecto, acaba haciendo con ellas.

"Il sorpasso" un inmenso chiste de humor negro en el que uno debe decidir si realmente la cosa es como para reirse o no.

Maravillosa.

"Es el inmóvil verano de los ojos cerrados. Tu vida continúa en los días idos como un mar de mediodía. Disfrutas del cielo con tu cuerpo de entonces"
(El oficio de vivir. Cesare Pavese)

Este hermoso texto forma parte de los pensamientos tachados por el propio Pavese. Figura en la edición de su diario como tal, inoportuno o inapropiado sentimiento desechado por el creador y, sin embargo, es uno de los textos que más me emocionan de todo ese inmenso y emocionante monumento a una vida dificilmente vivida que el genial italiano fue construyendo a espaldas del mundo, encerrado en la terrible carcel de su mirada, sin poder salir, sin siquiera saber cómo hacerlo, siendo un monstruo para sí mismo y para todos en su emocionante misterio vivido en la soledad de la primera persona.
Es curioso que un pensamiento tachado me llene tanto... pero la vida es así, incomprensible y curiosa, inasequible en toda su inmensa complejidad a nuestro pequeño intelecto con vocación de grandeza.. y siempre será así. Nuestra inteligencia se sentará ante su inmensa oscuridad de mar en la noche intentando iluminarlo con una pequeña linterna.
Es la emoción de ese inmóvil verano de los ojos cerrados lo único que realmente importa.
El señor me ha llenado de cualidades que casi nadie valora y una de ellas es la intuición para haberlo comprendido desde siempre.
La certezas desprendidas de aquel cuerpo de entonces, convocado a su propia última cena, son las únicas que cuentan.
Con más batallas perdidas que ganadas, tendemos a ser melancolía en movimiento que utiliza el futuro como coartada.
Aspero mundo.
Bibliodyssey... El libro como una de las bellas artes.
Batavia journal... Cuando el mundo aún era un territorio virgen para la imaginación.
El dato del silencio se le antoja relevante.
Después de todo, le parece extraña tanta paz.
Una especie de ojo huracán repentinamente
instaurado entre dos tormentas,
la de su pasado y su futuro
reventando como cohetes 
entre las indiferentes estrellas.

Tranquilamente,
tumbado sobre la arena,
espera.

domingo, febrero 01, 2009

VALKIRIA

Nunca he entendido muy bien por qué, desde siempre, han tenido tan poca visibilidad los intentos de la resistencia alemana por eliminar a Hitler. Seguramente porque la historia siempre la escriben los vencedores y como tal tiene un cierto porcentaje de interesada mentira... pero esa es otra historia.

"Valkiria" narra el complot que más cerca estuvo de acabar con la vida del tirano. De hecho salió con vida por el carácter abierto de la sala donde la bomba explotó, que disipó la honda expansiva lanzándola hacia el exterior, y porque la cartera que contenía la bomba fue apoyada contra un componente de la maciza mesa de roble... pero justo al otro lado de donde estaba Hitler.

Pequeños detalles... cambió de sala de reunión y colocación del artefacto... que no pudieron ser previstos y que, a la larga, resultaron determinantes. La planificación tiene una poética que surge de la contrastación del plan con lo azaroso de la vida y el millón de circunstancias incontrolables que componen la trama del destino. Este complot para asesinar a Hitler es otro buen ejemplo de cómo la suerte existe y de lo que siempre cuenta.

La mayor parte de los intentos de asesinar a Hitler procedieron de los propios militares alemanes. Una buena parte de los mandos de la wehrmacht jamás aceptaron de buena gana a Hitler y sólo le acompañaron en su suicida aventura por un sentimiento mezcla de disciplina prusiana y de revanchismo contra los ejércitos que les derrotaran en la primera gran guerra. Pero Hitler jamás confío completamente en los oficiales de su ejército que le minusvaloraban por motivos profesionales, personales y de clase. Este apoyo fué descendiendo conforme el cariz de la guerra evolucionaba negativamente y el ejército alemán se disolvía atacado por todos los frentes.

No obstante, sólo unos pocos militares se atrevieron a pasar de las palabras a los hechos y uno de ellos fue Klaus von Stauffenberg que, por encima de todo, fue un hombre valiente que extrajo su valentía de la necesidad de salvar a su país de quién se había convertido en su peor enemigo. Y este es el punto de arranque de la película. Esa convicción que le convierte en una especie de gatillo humano dispuesto a dispararse.

No cabe la menor duda de que Bryan Singer, el director de Valkiria, sabe cómo rodar una película. Entiende las historias y tiene el talento de saber ponerla en imágenes, puntuandola con primeros planos de rostros, miembros y gestos que se convierten en puntos de anclaje para la intensidad emocional.

En muchas de estas películas impersonales, productos que no traspasan y que cuando terminan pasan inmediatamente al olvido, echo de menos primeros planos, detalles que se convierten en puntos de fuga en los que la espectacularidad se convierte en intensidad emocional. El cine no sólo es panorámica sino también primeros planos. Brian Singer lo sabe y por eso, entre otras cosas, su cine destaca de entre sus contemporáneos.

Una de las grandezas del cine es su capacidad de pasar del primer plano al gran plano, de la pequeñez de las circunstancias individuales a la grandeza del momento histórico, enmarcando las pequeñas emociones que nos mueven en el gran contexto de una trama... pero me estoy apartando del tema. Ésta es también otra historia.

Volvamos a Valkiria.... Gracias al talento de Singer la historia se sigue bien, resulta interesante, pero tiene dos problemas que la lastran.

Por un lado, el excesivo peso de von Stauffenberg en una historia que podría haber sido bastante más coral. Pero, y sin duda, el hecho de que Cruise la protagonice convierte a von Stauffenberg en un sol que oscurece en demasía a una serie de personajes como el ladino Fromm (Tom Wilkinson).

Por otro, el hecho incontrovertible de que es difícil mantener el suspense de una historia cuyo final el público ya conoce.

Y en la combinación de los dos está la debilidad de Valkiria. Al no estar von Stauffenberg implicado en las circunstancias que llevaron al fracaso del complot estos no terminan de tener el suficiente peso en la historia... un secuencia del tranquilo almuerzo de Olbricht mientras el tiempo precioso se pierde no habría estado mal o un par de escenas desarrollando el personaje de Fromm tampoco habrían sobrado... por ejemplo mirándose al espejo después de haber mandado los fusilamientos.

Hay un gran teatro del mundo en las circunstancias que llevaron al fracaso de la operación... incompetencia, traición, dudas, ... aspectos que podrían haber enriquecido el aspecto emocional de la película cuyo final el público ya conoce... pero eso supondría que el personaje de Stauffenberg perdiera peso en la trama que en lo emocional termina por resultar un tanto convencional... el clásico esquema de despedida para siempre.

La película está bien, pero podría haber estado mejor.




viernes, enero 30, 2009

JOSÉ GONZÁLEZ

Down the line...



DEPECHE MODE

Precious...



Things get damaged, Things get broken, ....

jueves, enero 29, 2009

OBSERVACION

Los melancólicos siempre miran hacia atrás en el sentido de la ruta.
IMPRESIÓN

Cae el Otoño de Vivaldi en plano hall del aeropuerto de Barcelona y no puedo evitar pensar que estamos todos en un frenopático sin saberlo.
En alguna parte, en alguna esquina, acechan los enfermeros.

lunes, enero 26, 2009

TOM WAITS

The last rose of summer....



Por más que lo intenta no consigue alcanzarse.
Se le escapa el propio reflejo en el estanque.
Se pierde entre las ondas que derraman sus dedos
sobre la quieta superficie reflectante.
Se desvanece como el recuerdo de un sueño
justo antes de despertar,
en el silencioso suceder de dos instantes.

domingo, enero 25, 2009

REVOLUTIONARY ROAD

Podría haber sido una buena película "Revolutionary road".

Podría haberlo sido si narrativamente hubiera puesto toda la carne en el asador en el único aspecto, para mi, diferencial que hay en la historia que nos cuenta... La manipulación que, desde el sentimiento de fracaso no asumido ni dominado, ella ejerce sobre él buscando escapar de una vida insatisfactoria.

No me interesa nada una película más sobre el deseo de escapar de una vida anodina y mediocre. Hay decenas de películas que tocan ese tema y, en este sentido, "Revolutionary Road" no añade nada nuevo... y además el sobrevalorado Sam Mendes lo narra de una forma rutinaria ¿No es gracioso? Una critica de la rutina contada de una forma rutinaria... En fin.

Me resulta mucho más interesante la investigación que sobre ese deseo de escapar, ese sentimiento de agobio ante una vida que no se reconoce como propia, realiza la historia... desgraciadamente de forma parcial ¿Qué es lo que nos hace desear escapar cuando decimos que deseamos escapar? Y además es todavía más interesante la forma en que ella repercute sobre él todas sus fantasías y frustraciones, intentando compartir la responsabilidad de unos sentimientos que no son solo suyos y que él solo asume, quizá por amor, de una forma parcial, abandonándolo ante la primera tentación que le llega.

Me hubiera gustado "Revolutionary Road" si hubiera sido uno de esos dramas asfixiantes en los que una pareja lucha entre sí para dominarse, para controlar el sentido de una vida y de una situación, buscando la manipulación y el dominio.

Después de todo, en el fracaso de ella como actriz está la raíz de una insatisfacción que encuentra una perversa salida en el deseo aparentemente altruista de que él pueda realizarse en Paris. En la generosidad de esa propuesta, ella se oculta. Porque en el fondo es la más interesada en escapar, en romper con una vida que en absoluto es la que ella hubiera imaginado para sí misma.

Pero "Revolutionary Road" no opta claramente por esta línea más complicada y más heterodoxa. Quedándose mucho antes, en un manido territorio de la simple expresión del descontento vital, en una previsible sucesión de situaciones y dialogos que desactiva el atractivo que pudiera tener ese propio deseo de escapar. Así, los personajes protagonistas resultan impulsivos seres caprichosos y frivolos que no hacen otra cosa que gritarse los mismos gritos de siempre mientras llega el esperado y dramático final.

Lo que podría haber sido un políticamente incorrecto relato de manipulación en una sóla dirección se convierte, buscando la corrección política del equilibrio de la balanza, en un relato de manipulación en dos direcciones que no termina de entenderse bien... porque en realidad ella es la única persona frustrada

"Revolutionary Road" es aburrida, previsible y vulgar.... porque así ha querido serlo.
TOM WAITS

You can never hold back spring...





Es imposible retener la Primavera... siempre termina por marchar.
Pero si su marcha es tan cierta e incuestionable no lo es menos su regreso.
Olvidamos que volverá.
Es cuestión de aguantar y aguantar.
Y mientras sucede el crudo invierno hacer todo lo posible por recordar
todas esas cosas que trae consigo cuando decide regresar.

sábado, enero 24, 2009

EL CONFIDENTE

Silien, interpretado por Jean Paul Belmondo, es un prototípico protagonista de las historias de Melville. Rocoso e inexpugnable, hace lo que encada momentoc ree debe hacer sin importarle efectos y consecuencias, incluso sin querer buscar las simpatías del espectador quién, durante toda la película, no puede simpatizar con su comportamiento cruel y sin escrúpulos.

Las razones que motivan el comportamiento de Silien permanecen ocultas durante casi todo el metraje de la película. Y sólo afloran cuando el propio Silien considera oportuno exponerlas. Nunca antes.

Una serie de incidentes aparentemente inconexos, el asesinato de un perista y el robo de una casa, se combinan en la persona de Maurice (Sergé Reggiani), recién salido de la carcel, cuyo mejor amigo es Silien (Jean Pierre Belmondo) del que la amante del primero sospecha es un confidente de la policía... La verdad no será fácil de descubrir.

"El confidente" es otra obra maestra de Jean Pierre Melville. Y como todos los suyos, es un relato frío, descarnado y lleno de oscuridad. Un magnífico ejemplo de cine negro en el que las cosas siempre se complican y el azar juega un importante papel en la definición del destino de los protagonistas, especialmente al final de la película, cuando todo parece haber terminado y un olvidado fleco del pasado raciente aparece para generar una inesperada y fatalista vuelta de tuerca en el relato.

Magnífica.
LEONARD COHEN

True love leaves no traces...




BOB, LE FLAMBEUR

La mejor época de Bob ha pasado y probablemente él aun no lo sepa. Sus días son noches eternas de juego en las que Bob flirtea con la fortuna mientras el horizonte de su destino se cierra sobre él. Porque la vida para Bob es afrontar el riesgo una y otra vez.

Probablemente Bob ha vivido siempre así. Los años han ido pasando y el espectador comprende que su estilo de vida no le conduce a ninguna parte, pero Bob parece estar muy cómodo jugando, fumando, bebiendo pastis y paseando de madrugada las parisinas calles de Pigalle.

La posibilidad de atracar el casino de Dauville se cruza en el camino de Bob y como no puede ser de otra forma éste la acepta. Un nuevo juego, un nuevo tablero y una nueva jugada... No le importa tanto que pueda reunir el suficiente dinero como para afrontar la vejez con tranquilidad como el reto presente de una nueva partida... porque en Bob no hay lugar para el pasado y el futuro. Su vida es un eterno presente por las calles de Pigalle.

"Bob Le Flambeur" es una de mis películas favoritas, una estupenda muestra de cine negro europeo de la que es responsable el maestro Jean Pierre Melville, uno de los grandes directores olvidados del cine europeo y en su momento reivindicado por los directores de la nouvelle vague. Melville es el director rumano entrevistado en el aeropuerto en "Al final de la escapada" (una de mis secuencias favoritas de la película).

Dentro del cine francés, Melville fue un outsider que en una época, finales de los 40 y principios de los 50 del siglo pasado, donde el cine francés iba por otros derroteros se atrevió a mostrar un mundo oscuro de personajes herméticos, dispuestos a plantar siempre una última batalla a una realidad que claramente les ganaba la guerra.

En este sentido, el Bob que interpreta con precisión Roger Duchesne, como el personaje que interpreta Sergé Reggiani en "El confidente", son representaciones arquetípicas de los héroes del universo de Melville. Silenciosos, duros, firmes aunque sea en el propio error, dispuestos a llevar hasta las últimas consecuencias la expresión de su forma de ser y como viviendo sin ningún miedo, sin la menor duda, el sueño de sí mismos. 

El conflicto dramático siempre llega cuando ambos mundos colisionan, el grande de la realidad con el pequeño universo propio de cada uno de ellos.

No me extraña que la nouvelle vague le adorara. En el cine de Melville, la acción y el presente son los protagonistas.

"Bob Le Flambeur" es una de las mejores películas de Melville, simple y directa, sugiriendo constantemente la intensa poesía de una vida que arde como una llama sin mayor cuidado que la expresión del propio deseo y con le maravilloso escenario de un irrepetible Pigalle preciosamente fotografiado en blanco y negro.

Maravillosa.


EL TRABAJADOR

Enst Jünger es uno de los grandes pensadores heterodoxos del pasado siglo XX.... y también, seguramente, uno de los grandes escritores. No descubro nada

Publicado en 1932, "El trabajador" es una de sus obras más importantes. En este ensayo, Jünger nos habla del advenimiento de un hombre nuevo, un hombre que es el principal actor de una época presidida por el dominio de la tecnología en todos los aspextos de la vida. Ese hombre nuevo, "El Trabajador" no sólo es actor sino también inevitable expresión del nuevo momento de la historia en que la humanidad se encuentra. Ya no hay lugar para el burgués, para su diferente individualidad. Es la hora de un hombre nuevo que se caracteriza por la identidad, la uniformada igualdad de individuo que forma parte de un ciego engranaje tecnológico cada vez más complejo.

Ese hombre nuevo, para Jünger, hace su aparición en los campos de batalla de la primera guerra mundial.

Jünger luchó en aquella guerra como oficial del ejército del kaiser. Sus experiencias quedaron reflejadas en "Tempestades de acero", uno de sus mejores libros.

La primera guerra mundial fue mucho más cruel y salvaje que la segunda. Los grandes movimientos de tropas decimonónicos se enfrentaron a nuevas formas de matar, especialmente la ametralladora. Diezmados, los ejércitos no tuvieron otro remedio que hundirse en la tierra y cavar trincheras convirtiendo cada frente en una sucia y sangrienta guerra de posiciones en la que cada enfrentamiento era una mortal carrera al descubierto.

Jünger vivió de primera mano grandes carnicerías como Verdún o El Somme donde parecían cientos de miles de soldados tomando y abandonando posiciones entre plomo y barro. La experiencia de estos ejércitos desangrándose y desangrados fue sin duda el agente desencadenante de su visión. Porque el trabajador de Jünger nace de la visión de aquellos hombres enfrentados a diario a una muerte que, de la mano de la tecnología, con sus gases tóxicos, cañones, minas y ametralladoras se había hecho más científica y racional de lo que nunca fue.

En este sentido, para mi y por encima de su verdad teórica, "El trabajador" es un emocionante intento de justificar el sufrimiento de todos aquellos hombres anónimos que asoman por las páginas de ese terrible relato llamado "Tempestades de acero".

Cada uno contribuye con lo que puede para honrar a los camaradas caídos y Jünger, que era todo inteligencia y talento, convirtió a los dueños de todos aquellos rostros que cada mañana marchaban a una muerte casi segura en un nuevo tipo de hombre hecho para vivir en la nueva época que se ponía de manifiesto en los campos de batalla europeos.

No se le ocurrió mejor homenaje que hacerles trascender, convertirles en la expresión de una nueva época de la humanidad, pensarles como primera expresión de un nuevo tipo de individuo para el que el mundo ya estaba hecho.

viernes, enero 23, 2009

GUERRA Y PAZ

No creo que "Guerra y paz" esté entre las obras maestras de King Vidor.

Desde luego, el director norteamericano parecía el adecuado para hacer suya la historia y llevarla a la gran pantalla. Toda su filmografía está repleta de personajes cuyas motivaciones no son básicas y animales sino, por el contrario, están animados por inquietudes más cercanas a la búsqueda de un sentido o de una esperanza fundada en algo más que lo material. Sus personajes son románticos: se sacrifican y mueren por amor, asumen cualquier riesgo por buscar lo que ellos consideran la verdad. Y, en este sentido, los personajes de "Guerra y paz", especialmente Pierre, pueden pasar perfectamente por personajes de Vidor.

No obstante, cuando los 200 minutos de película terminan uno se queda demasiado frio. Después de todo lo que ha sucedido, batallas de Austerlitz, Borodino y retirada del ejército Napoleonico de Rusia incluidas el final llega casi de una forma rutinaria, como si ya no quedaran más personajes a su alreedor y a Pierre y Natascha no les quede otro remedio que amarse.

No se... Falta algo. Seguramente porque se pretende abarcar demasiado de una novela que quizá, por su monumentalidad, le viene muy grande el formato cinematográfico. Y para estos casos, siempre recuerdo la adaptación que Elia Kazan hizo de la monumental obra de Steinbeck, "Al este del eden", centrándose en una parte, la que él consideraba esencial para transmitir lo que el consideraba el sentido emocional de la historia.

Hay demasiado dispersión y, por lo tanto, falta intensidad. La película discurre a mil kilómetros de distancia de la mirada del espectador, como nubes dibujando formas en el cielo.

Y para colmo, los actores principales, Henry Fonda y Mel Ferrer, no ayudan en nada. Ambos están demasiado frios, como pasando por ahí, no contribuyendo en casi nada a que la historia funcione desde lo emocional.

Obra fallida, en definitiva.




BENJAMIN BIOLAY

La vanité




Los días pasan rapidamente,
el tiempo se acerca deprisa.
Apenas hay espacio para comprender,
para pensar en términos de fracaso o acierto.
Solo caben el instinto y la acción
Fiel a su propia condición,
llegarán demasiado tarde 
los otros momentos,
los de reflexión.

jueves, enero 22, 2009

El político español se distingue fácilmente... Es aquel que para parecerse a Obama elige pintarse la cara de negro.
OBAMAPÉ

Y ahora resulta que el discurso de investidura de Barack Obama es un discurso social-demócrata puro... como el suyo, por supuesto.

Nuestro presidente se ha preocupado de que tengamos ese pequeño detalle bien claro, mucho más claro que el modo en que su gobierno va a afrontar la crisis... Creo que ya vamos por el plan E.

El objetivo es la transferencia simbólica de valor, rebañar todo lo posible la energía de otros (cuyos discursos jamás podrá hacer porque su rollo es otro), generar una burbuja inmobiliaria a partir de la imagen de Obama y explotarla como un parásito hasta que se agote.

En el ámbito de lo inconfesable, se trata de ser visto como el equivalente de Obama, su homólogo natural (como su suele decir). Obama es uno de los míos y no de los suyos. Eso es lo único que le importa a nuestro mediocre presidente. Vampirizar imágenes, colonizar mensajes, vivir del cuento en un país donde nos gustan los cuentos de malos y buenos, de míos y otros, más que a un tonto una tiza.

Y él lo sabe bien.

Sabe que en este país cuya opinión pública la controlan artistas y cantantes va a funcionar mejor estar a la simbólica sombra de Obama, capitalizar su poder como icono en nuestro país, que construir un discurso sombrío, avisando de los riesgos, señalando los problemas y apelando al esfuerzo colectivo... El discurso que haría nuestro Obama de existir.

Pero la culpa no es de él.

La responsabilidad está en todos nosotros, que concebimos la política de la misma forma que concebimos el futbol, mediante adhesiones inquebrantables que van más allá de la razón y él lo entiende bien y lo primero que hace es insertar la imagen de Obama en nuestro maniqueo universo simbólico de filias y fobias.

Es de los nuestros... no es de los suyos. Por encima de su serio mensaje responsable, éso es lo único que importa en este país... desde dónde se habla y no lo que se dice.

Es horrible, pero Zapatero sólo es nuestro monstruo.

Así nos va... y la culpa nunca ha sido del gobierno.

miércoles, enero 21, 2009

THIS IS ENGLAND

Es una buena película, "This is England".

Por encima de todo, la película es una inmersión descriptiva en los mecanismos sociales y psicológicos que conducen a la marginación y, dentro de ella, a las conductas violentas.

Su protagonista, Shaun, es un niño de 12 años cuyo padre ha muerto en la guerra de las Malvinas y del que casi todo el mundo abusa. Su debilidad es evidente para todos, debilidad manifestada de modo metonímico en unos ridículos pantalones pasados de moda. Todo el mundo parece no tener el menor problema en abusar de él usando esos pantalones como punto de partida para la humillación.

La pertenencia a un grupo de skinheads le hará recuperar la autoestima por vía de su reconocimiento como individuo que forma de parte de un grupo.

La llegada de Combo, recién salido de la carcel, convertirá al grupo de gamberros en algo mucho más peligroso y violento. Trazará una línea de saliva escupida que sólo los más perdedores del grupo de gamberros se atreverán a pasar. Los más perdedores... y Shaun.

Combo ve en Shaun un retrato de lo que el fue y el espectador ve en Combo un posible futuro de Shaun, al que éste, necesitado de cariño y por vía del afecto que genera en Combo, se entregará totalmente sin saber exactamente dónde se está metiendo.

Para mi gusto, lo mejor de la película es la presentación de momentos cruciales en los que uno decide hacia donde ir, qué hacer y en ese desfile de momentos Shaun danza, sin saberlo, sobre el peligroso alambre de espino que separa, como una frontera, las conductas marginales de las que no lo son tanto.

En este sentido, Combo se convierte en una especie de sol negro y oscuro que con su fuerza de gravedad constantemente intenta atraer a Shaun al pozo negro en que se encuentra y del cual ya no es capaz de salir.

Las sucesivas decisiones que Shaun irá tomando se convertirán en un proceso de rápida maduración que harán de le un niño-hombre... porque al final, es mentira que sean los demás quienes deciden sobre el destino de un individuo.

La decisión siempre le corresponde al propietario de ese pasado, de ese presente y de ese futuro. El final de la película es una buena prueba de ello.

domingo, enero 18, 2009

THIN LIZZY

Dancing in the moonlight...



sábado, enero 17, 2009

LA FAMILIA SAVAGE

Wendy (Laura Linney) y John Savage (Phillip Seymour Hoffman) se ven obligados a hacerse cargo de un padre que les abandonó y que tiene una salud precaria. La necesidad de asumir esa responsabilidad les obligará a volver a retomar los pedazos rotos de lo que fue su núcleo familar y a descubrir que hay alguna otra cosa rota más... la propia vida de cada uno de ellos.

El regreso a sus vidas del padre, que siempre será un misterio para los dos, disipa la adormecedora neblina de la vida cotidiana en que cada uno de los dos se había envuelto descubriéndoles una desoladora realidad de fracaso y desorientación, una realidad que es la inevitable consecuencia del lento proceso de deterioro del joven emprendedor y soñador que una vez fueron. 

Escribe Vladimir Jankelevich en su libro "La mala conciencia" que la alegría "surge cuando el alma desolada puede enfrentarse de nuevo con un futuro, es decir, cuando se le abre el horizonte existencial" y en este sentido "La familia Savage" es una pequeña descripción de lo que es y significa sentir la tristeza.

Ambos hermanos descubren que el horizonte existencial contra el que sus figuras se destacan apenas existe ya. Sus vidas han ido desmoronándose poco a poco, a su alrededor, sin que ellos terminaran de ser plenamente conscientes de lo que en realidad les estaba sucediendo. Les fue más fácil dejarse llevar por la rutina de una vida cotidiana construida a medida, una rutina que en realidad fue una jaula en la que los colores y el canto del esperanzado joven que fueron terminaron ahogándose.

El regreso del padre será el agente catalizador que les descubrirá el propio fracaso personal y, en este sentido, la película es una minuciosa y sobrecogedora descripción de ese descubrimiento, especialmente en la piel y carne de una Wendy maravillosamente interpretado por Laura Linney. Pero también de lo que significa seguir adelante, perseverar y sobreponerse, en un espléndido final que demuestra que en la esperanza y la alegría jamás hay sitio para uno sólo.

Triste, hermosa y espléndida.
"Pero a diferencia de la mayoría de la prensa española, tengo claro que Hamas, tal como la considera la Unión Europea, es una organización terrorista cuyo objetivo es la destrucción del estado de Israel, a quien considera un país colono. Si la lucha de Hamas fuera contra los colonos de Gaza ya no tendría con quien luchar más, porque hace 3 años que ganaron y se fueron de Gaza; pero la lucha de Hamas es contra la existencia de Israel y ésta es la principal causa de la tragedia que está sucediendo en Gaza ahora, porque Israel simplemente….quiere y debe existir."

viernes, enero 16, 2009

ADANOWSKY

Etoile eternelle...




ESPÍAS

Como casi todas las películas de la época muda de Lang, "Espías"es un espléndido ejercicio de virtuosismo narrativo.

Apostaría algo a que Ian Fleming vió "Espías" y la tuvo en su mente cuando escribía la primera en su casa de Jamaica la primera novela protagonizada por James Bond. No tanto por su protagonista, un soso Willy Fitsch sino por su antagonista, la malvada inteligencia a cuyo alrededor se teje la trama de la película. 

El malvado Haghi (Rudolf Klein-Rogge), siempre malencarado y sentado en un silla de ruedas, es un avance de todos los maléficos villanos que, en colores, vendrán después... y también, seguramente, el mejor de todos. Porque ninguno de ellos tiene el privilegio de recorrer esta historia de secretos que no deben ser desvelados manteniendo el misterio sobre si mismo hasta el final. Un magnífico final en el que todas las miradas, las de sus perseguidores en la historia y la del propio espectador, coinciden en el asombro ante el misterio de su identidad.

Me fascina que una película de 1928 haya conseguido sorprenderme después de tanto tiempo y después de tantas historias, pero "Espiás" conserva en sus más de dos horas de duración una potente magia, desde su trepidante y brillante comienzo (¿Qué poder tiene tánto poder?) ...


... hasta su sorprendente y espléndido final (Telón!).

No dejéis de verla.
"Como una helada cae la destrucción sobre el mundo que está hundiéndose y que se halla repleto de lamentaciones porque hayan pasado ya los buenos tiempos. Tales lamentaciones no tienen fin, como tampoco lo tiene el tiempo; en ellas encuentra su expresión el lenguaje de la vejez. Pero,aunque cambie mucho la configuración y se alternen sus representantes, es imposible que disminuya la suma, el potencial de vitalidad. Unas fuerzas nuevas vienen a llenar los espacios abandonados. Para mencionar una vez más el caso de la pólvora negra, se han conservado bastantes documentos que deploran la demolición de los castillos, es decir, de las sedes de una vida orgullosa e independeinte. Pero pronto aparecen los hijos de la nobleza en los ejércitos de los reyes; unos hombres diferentes combaten por unas cosas diferentes en unos ejércitos diferentes. Lo que perdura es la vida elemental y sus motivos; lo que siempre cambia es, empero, el lenguaje en que se traduce la vida, la asignación de los papeles en los cuales se repite el gran juego. los héroes, los amantes, los creyentes no se extinguen; en cada una de las edades vuelven a ser descubiertos y, en este sentido, el mito emerge en todos los tiempos"
(El trabajador, Ernst Jünger, Fragmento, pp 93.94)

jueves, enero 15, 2009

NOUVELLE VAGUE

The killing moon...




Es muy decepcionante comprobar el poco grado de ilustración que tiene el nivel de debate en nuestra opinión pública... Por condenar el error de Israel nos echamos en brazos de un monstruo devorador de carne llamado Hamas y salimos a la calle defendiendo a asesinos, también, de mujeres y niños. 
No hay término medio. 
La pereza intelectual encuentra acomodo en el confortable asiento de una emoción expresada, en un discurso de buenos y malos que jamás resuelve nada porque tiende a convertir a todos en parte de su ciega lotería, porque siempre hay razones para defender a los tuyos y a atacar a los que no lo son.
Es una pena que el concepto de opinión pública también esté corrompido, y en manos de seres tan narcisistas y poco preparados para todo lo que no sea sus propias emociones como los cantantes y los actores, porque una cosa es parar la barbarie de la guerra y otra muy diferente es sacar conclusiones de bondad y maldad de las partes tomando el cadaver de un niño ensangrentado como prueba. Entre otras cosas porque todos los bandos son capaces de aportar su ración de cadaveres sobre la mesa. Y sin embargo parece que el que no expone la vergüenza de sus muertos automáticamente se convierte en el malo... y parece que no sufre, que jamás le pasa nada en lo más alto de la torre de su poder y que el ejercicio de su violencia cuando no es caprichoso obedece a motivos absolutamente espúreos de dominación y control de la libertad de otros.
Siempre me ha parecido horrible el uso que han hecho los palestinos de sus muertos en el interminable conflicto que desde decenios mantienen con Israel. Aun reconociendo la parte de verdad que tiene su causa (que la tiene), y si nos ponemos a hablar de buenos y malos, los palestinos siempre me han parecido unos monstruos tan dispuestos a todo como Israel. Mas débiles, más pobres, con peores amigos (algo muy importante en las relaciones internacionales de siempre, sobre todo si naces sin estrella y estrellado), peor armados, pero tan dispuestos a todo como los israelitas... los malos oficiales de siempre. No hay más que ver la autoritaria forma de producirse que tiene en público el líder de Hamas... pero para el que quiera asumir la responsabilidad de verlo. 
Israel nunca ha mostrado las imágenes de sus ciudadanos destrozados por los asesinos suicidas, jamás ha retransmitido el dolor de sus entierros ni nos ha restregado la sangre de los suyos por el asombro de nuestras caras.
Se parecen demasiado a nosotros.
También son una democracia y anteponen el respeto al dolor de los suyos a su uso político como refuerzo positivo de la imagen pública de su propia causa.

Alguna vez la inmensa minoría a la que pertenezco tendría que salir a la calle para manifestarse en favor del sentido común. 
Nadie lo notaría... solo nosotros... los cada vez menos, los tan pocos.
Vivimos en una ficción y seguramente el yo que nos protagoniza a todos y cada uno de nosotros sea la principal de todas.















No soporto a los viejos.
Por éso me gusta escuchar a Clint Eastwood decir que, a  sus 78 años, todavía está realizándose detrás de la cámara y que el tema de su última película, Gran Torino, es que nunca es demasiado tarde para aprender algo, para cambiar y seguir descubriendo, avanzando por este interminable camino (hasta que se termina) que es la vida.
No soporto a los que creen que ya lo saben todo porque ya se han realizado. En el fondo, nunca se termina de saber lo suficiente y conforme envejezco estoy empezando a apreciar la belleza que sus propias inseguridades confieren a las personas.
Seguro que Gran Torino es una película extraordinaria.

EL ARCA RUSA
La película es un inmenso plano secuencia de noventa y tantos minutos de duración en el que la cámara se desplaza por las diferentes salas y estancias del palacio del Hermitage.
Acompañada de un diplomático francés, el Marqués de Coustine, va encontrando a su paso los fantasmas de los seres que poblaron el palacio y que son parte de la historia rusia. No es en absoluto un viaje lineal, sino una aleatoria inmersión en el espíritu de otros momentos ya perdidos en el tiempo.
En este sentido, "El arca rusa" es pura poesía cinematográfica. Los fantasmas convocados, seguramente, por el propio paso de este ojo ciclópeo se suceden cada uno con su propio misterio reclamando un instante de atención, un instante de memoria para mostrarse en todo su desaparecido esplendor.
Y uno asiste pasmado al viaje, sin saber qué sucederá en la siguiente sala mientras el ojo que todo lo ve vuela ingrávido sobre personas, paredes y obras de arte intentando comprender el sentido de este pequeño instante de consciencia en el que se encuentra.
Extraordinaria... especialmente para todos aquellos que, como escribe Ernst Jünger, se dan por satisfechos con la pura contemplación y que sólo quieren a las imágenes por ellas mismas.

domingo, enero 11, 2009

HUE & CRY

Vera drives...





Vera drives and Vera lives again.... la, la, la, la!
"¿cómo podemos aguantar?
¿cómo podemos hablar de las rosas
o de Verlaine?
esta es una jauría hambrienta
a la que le gusta trabajar y contabilizar,
que se sabe las leyes especiales,
que le gusta sentarse en los parques
a pensar en cosas sin valor...."
(Dow Jones a la baja. Fragmento. 
Madrigales de pensión, Charles Bukowski)
PETER CINCOTTI

Another falling star...





















PETER CINCOTTI

St. Louis Blues....




viernes, enero 09, 2009

X
Había salido cruz.
No huiría.

Por un momento, le reconfortó haber recuperado su vida: su ático, su negocio, su mulata… Todo estaba allí, volvía a pertenecerle. Por un instante se lo había negado a si mismo entregándoselo a la ciega voluntad de la suerte, pero ésta le acababa de permitir recuperarlo en un fugaz golpe de moneda.

Y compartía esa decisión.

Era maravilloso estar vivo en Concepción, coincidiendo con la suerte una vez más, tumbado junto a los espumosos y perfumados pies del mar eterno e inmutable que como un ojo azul de mirada profunda le miraba desde los jardines más recónditos de la historia.

No se marcharía. Eso estaba claro. Pero aún le quedaban cosas por decidir.

La moneda voló hacia el cielo como un extraño pájaro gris.
Ahora Da Silva debía decidir si se presentaba ante sus buscadores, cruz, o si serían ellos quienes tendrían que encontrarle, cara.

El efímero vuelo de la moneda no tardó en terminar en su punto de partida, en la profundidad de su puño bien cerrado.
Decidió que todavía no debía saber nada.
Sentado en una tumbona de su terraza, la mirada se le había perdido en algún lugar entre la última fila de olas y el horizonte. Se preguntó que habría allí que tanto la atraía y también, acto seguido, se preguntó si se trataba de una más o de la nueva y última mañana más importante de su vida.
Nadie solía saberlo, como muy pronto, hasta la noche siguiente. Y con un bostezo despachó el amargo regusto de la incertidumbre. No estaba dispuesto a que su simple posibilidad le amargase la certeza de aquel momento pleno que estaba viviendo con la moneda atrapada en su mano.

Sonrió.

One more time… sólo para hacerlo, como siempre, más difícil.

Volvió a lanzar.

Quizás, éste que acababa de ver nacer fuese uno de esos días diferentes en que todo cambiaba para mal o para bien, pero, enseguida dejó de preocuparse, porque él seguía siendo el mismo.

La moneda regresó tan fiel como el más fiel de los perros.

Ninguna gaviota se la había llevado prendida del pico.

Cara.
Cruz.

Enseguida dejó de preocuparse. 

Cuando apareció brillando como una estrella de navidad sobre su palma, lo hizo desde su cara, el sesudo perfil clásico de algún antiguo presidente que ya nadie recordaba. Quizá, el liberador de todo el territorio. Seguramente algún importante reformador del pasado siglo. En cualquier caso, historia pasada escrita con tiempo por los vencedores de siglos de guerras centenarias.

La suerte estaba por completo echada y también le complacía.

Volvió a sonreír una de sus peligrosas sonrisas afiladas.

Serían ellos los que tendrían que buscarle.
Y tenía gracia, porque, después de todo, eso era lo que habían venido a hacer. Cebrián se lo había comunicado con la gravedad con que el viejo marica comunicaba las cosas importantes.
Y, después de todo, el propio Cebrián ya era una auténtica y verdadera línea recta trazada en el espacio de Concepción hacia él. Un auténtico disparo que buscaba su corazón y que no tardaría en alcanzarle.

La curiosidad de saber el por qué le buscaban también vibraba aleteante en algún lugar no muy apartado de su conciencia. Más allá del horizonte, de las velas, del vaso de vino tinto, de las gaviotas …

Iría al chiringuito y allí les esperaría.
Bebiendo y siguiendo sobre el despejado cielo las blancas estelas de los aviones comerciales, que cuando estaba emporrado siempre le parecían el absurdo entramado de la invisible red que sostenía al mundo evitando que éste se desplomara sobre la oscuridad como una hoja muerta sobre un charco.
JIMMY HENDRIX

House of rising sun....






















A veces,
cuando el escalofrío de la oscuridad alarga la noche,
uno quiere regresar.
Volver a pisar descalzo el umbral de la casa del sol naciente
abandonando los zapatos de la vieja esperanza de no volver nunca más.
Dejarse devorar el alma por su profundo y oscuro sexo,
poner toda la piel para que se enrede entre sus sonrientes fauces,
hacer todo lo posible por dejarse arrastrar.
Perderse y perderse,
buscando no regresar al punto de partida nunca jamás.
A veces, sólo a veces, nos arrasa su luz negra
sin importarnos el resultado final.

"Pero las cosas que son realmente nuevas no necesitan subrayar que se encuentran en estado de insurrección; en el mero hecho de existir, de estar ahí, es donde reside su máxima peligrosidad"
(El trabajador, Ernst Jünger. pp 24)

miércoles, enero 07, 2009

GAZA

Estoy de acuerdo con Martin Varsavsky, desde hace algún tiempo Israel está respondiendo de forma desproporcionada a la real y verdadera amenaza que para su seguridad suponen los diferentes grupos terrorristas islamistas que acampan a lo largo de alguna de sus fronteras.

Las imágenes de niños muertos son un arma muy poderosa y, si bien es cierto que los milicianos usan a victimas inocentes como escudo y en la mayoría de los casos son tan culpables de su muerte que los propios israelitas, no es menos verdad que este tipo de respuestas masivas terminan dañando la imagen del pueblo israelita como nación. 

Vivimos en un mundo de imágenes que se suceden vertiginosamente las unas a las otras en rápidos instantes de impresión. No hay lugar para la memoria ni para los discursos elaborados y complejos. En este sentido, el efecto de verdad es casi tan importante como la propia verdad misma (suponiendo que exista) y esa verdad extrae toda su energía movilizadora de sí misma, de su propia potencia denotativa y connotativa.

En este sentido, y a estas alturas de la película, es muy difícil competir con las desgarradoras imágenes de los más débiles (ancianos, mujeres y niños) surgiendo ensangrentados de entre el polvo de lo que antes fue un hogar en el mundo de los medios donde hoy en día se dilucida la batalla de la opinión pública.

El discurso de los escudos humanos es desagradecido y difícil de defender. Es demasiado elaborado, implica el cálculo y en un debate siempre tendrá todas las de perder frente a una sentida arenga conmovida por el dolor de los inocentes... y, sin embargo, los dos son igual de reales.

Israel, que antaño se caracterizara por la inteligencia a la hora de producirse tanto en los despachos como en las cloacas, demuestra una sorprendente falta de cintura. Ahora, más bien, parece un ogro brutal dispuesto a aplastar indiscriminadamente todo aquello que le importuna.

Hoy en día la tecnología permite un importante refinamiento en la selección de los objetivos. Las capacidades para explotar el mundo en busca de datos son mayores y es perfectamente posible seleccionar concretos objetivos y eliminarlos. Hacer una guerra inteligente y, por extraño que parezca, civilizada cuando es necesario hacerla, y sólo cuando es necesario. Quizá se cometan errores, pero no es lo mismo la presencia del error en la táctica que en el espacio más relevante de la estrategia.

Y además, la realidad de Gaza está ahí, a sus puertas como un enemigo que el propio Israel se ha generado. Un inmenso lugar de pobreza y marginación, de cuya existencia es también responsable el ineficaz y corrupto gobierno palestino, que sirve de perfecto caldo de cultivo para toda suerte de desesperados movimientos islamistas mesiánicos.

El problema de Gaza requiere inteligencia, asunción limitada de costes y no el argumento brutal de la fuerza empleado siempre bajo la alargada sombra del primo de zumosol norteamericano... Y además, este aspecto quizá también esté cambiando y esa alargada sombra empiece a no serlo tanto.

En cualquier caso, el problema de Gaza no se resolverá de esta forma y el coste en imagen exterior de Israel debe ser considerado porque, y de entre todas las cosas terribles que pueden suceder, una de las peores a mi entender es que, a los ojos de los otros, uno acabe convirtiéndose en el monstruo que lo ha estado persiguiendo durante años.



martes, enero 06, 2009

GLADYS KNIGHT AND THE PITS

Midnight train to Georgia....
















XXY

Esta película es el debut cinematográfico de la novelista argentina Lucía Puenzo, hija del director Luis Puenzo, y tengo que decir que no ha podido realizar un estreno más afortunado.

En un lugar de la costa uruguaya que recuerda de alguna forma a esas islas perdidas de alguna pelicula de Bergman, en un entorno de mar encrespado, viento, nubes y lluvia, sucede esta historia de muchos silencios y pocas palabras, pero precisas, que tiene la virtud de durar justamente lo que tiene que durar contando en cada momento lo que es preciso contar.

XXY habla del estigma de la diferencia y de la desgracia que éste acarrea a quienes no les queda más remedio que recibirlo porque es una parte constituyente de ellos mismos. En este caso, su protagonista, Alex, ha recibido la condición del hermafroditismo en el ciego sorteo de la genética y el destino. A sus 15 años los momentos en que la indefinición era posible han pasado e Inés, enfrentada al rompecabezas que para ella es su propia naturaleza, se siente perdida, dolida, enfadada ante la impotente mirada de sus padres. Estos han buscado ese lugar apartado de la costa uruguaya para alejar a Alex de un mundo que en absoluto está dispuesto a aceptarla, pero no pueden apartar a Alex de sí misma, de la necesidad de definir una identidad que todo ser humano siente como un impulso que le llega desde lo más profundo.

En este sentido, XXY  es una película llena de delicadeza y sensibilidad hacia esos desheredados que, por mucho que lo intenten, han nacido al otro lado de la invisible frontera que separa la blanca y negra geometría de la moral. Y que, en el caso de Alex, ofrece como única respuesta la finea línea recta de un bisturí aplicado sobre un cuerpo sin comprender que toda esa diferencia, recortable y desprendible, se prolonga hacia un lugar donde ningún filo alcanza. 

La naturaleza encrespada y gris sirve de perfecta caja de resonancia para una trama llena de emociones encerradas como gatos en una caja y tiene algo del viejo maestro Jean Renoir. El viento que sopla, la lluvia que cae, las olas encrespadas se convierten en metáforas. Los sentimientos de los personajes están ahí, constituyendo el espacio como kantianos a prioris sobre los que el espectador construye su experiencia.

Está muy bien XXY.